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EDUCACIÓN ESPECIAL PARA LA

DISCAPACIDAD VISUAL

LOJA - ECUADOR
NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES DE LOS ALUMNOS CIEGOS Y

DEFICIENTES VISUALES

El modelo pedagógico de las necesidades educativas especiales

El modelo pedagógico de las necesidades educativas especiales se fundamenta en la

necesidad de adecuar la respuesta a las peculiaridades que planteen los alumnos para su

proceso educativo. Esta expresión surge de que todos los alumnos, para acceder a los

fines generales de la educación necesitan de determinadas ayudas, como servicios

técnicos y pedagógicos específicos.

Rodríguez (1992) señala que existe una necesidad educativa especial cuando una

deficiencia (física, sensorial, intelectual, emocional, social o cualquier combinación de

ellas) afecta al aprendizaje hasta tal punto que son necesarios algunos o todos los

accesos especiales al currículo especial modificado, o a unas condiciones de aprendizaje

particularmente adaptadas para que el alumno sea educado adecuada y eficazmente. De

acuerdo con esta definición, en los alumnos ciegos la necesidad educativa se origina por

la deficiencia visual, a la cual puede ir asociada alguna combinación de las señaladas

por el referido autor.

Los alumnos con necesidades educativas especiales haciendo hincapié al sistema

educativo debe de poner los medios necesarios para dar respuesta a las necesidades de

dichos niños, sean éstas las que sean, es decir, hacer cambios que permitan que la

educación cubra las necesidades de cada estudiante. El modelo pedagógico comprende

dos líneas que se basa en:

 Carácter interactivo, es decir, la respuesta debe formularse con la máxima

proximidad a la situación individual de aprendizaje, en interacción con un


determinado contexto escolar (profesores, compañeros, estructura y

organización).

 Relatividad, ya que solamente en la relación con una propuesta curricular

determinada y en un contexto escolar concreto es posible identificar las

necesidades educativas especiales de un alumno y diseñar la respuesta

adecuada.

Las necesidades educativas especiales derivadas de la ceguera o deficiencia visual

Se entiende por Necesidades Educativas Especiales al conjunto de medidas

pedagógicas que se ponen en marcha para compensar las dificultades que presenta un

alumno al acceder al currículo que le corresponde por edad.

Las necesidades que tienen los alumnos con ceguera o deficiencia visual son las

siguientes propuestas por Días (2009).

Características del aprendizaje

El aprendizaje se produce a la aportación sensorial y luego a procesos cognitivos, se

establecerán las conexiones neuronales correspondientes en el cerebro y tiene lugar el

saber (conceptos), el saber hacer (procedimientos) y el sentir (actitudes). Con la

integración de todo ello y la transferencia del conocimiento se puede trabajar la

motivación hacia la tarea, la naturaleza del material a aprender, las estrategias

cognitivas empleadas, etc. Cuando uno o varios de los canales sensoriales está

deteriorado funcional o morfológicamente o no existe, la información es deficiente por

la vía que está afectada.

En el caso de la ceguera y la deficiencia visual, es el órgano de la vista quien se ve

mermado en el aporte de la información. Como consecuencia de ello, el aprendizaje

cobra unas características especiales al tener que potenciar la funcionalidad del resto de
canales sensoriales, es decir, del sentido del oído, olfato, gusto y, fundamentalmente,

del tacto. Checa, Robles, Martín, Nuñez y Vallés (1999) mencionan los aspectos del

aprendizaje en los que se produce una afectación sustantiva cuando la percepción visual

está seriamente dañada que son:

a) En lo referido a la recepción e interpretación de la información sensorial, la

información acerca del mundo exterior es captada por los sentidos. Esa

recepción constituye la primera fase del procesamiento que ésta experimenta

antes de producirse el aprendizaje del contenido (imagen) percibido.

b) Las habilidades de discriminación (establecimiento de diferencias y semejanzas

entre los objetos o materiales) y de reconocimiento (identificar los objetos por su

denominación, función o clasificación) permiten al sujeto desarrollar

percepciones sensoriales (lo que ve, lo que oye, lo que toca lo que huele o lo que

gusta).

El aprendizaje visual

Lajarín y Sedeño (2014) mencionan que el aprendizaje visual se inicia desde el

nacimiento, es un aprendizaje incidental no sistematizado, un niño con visión normal

adquiere un 80% de sus conocimientos a través de la estimulación visual, cuando existe

daño en el canal de recepción visual de la información ese aprendizaje incidental ya no

se produce y por lo tanto los esquemas de conducta en los primeros meses de vida se

ven afectados.

El aprendizaje auditivo

El niño ciego realiza una percepción auditiva de carácter selectivo para poder

controlar adecuadamente los múltiples estímulos sonoros del ambiente. Este proceso

supone un aprendizaje paulatino que comienza ya en los primeros meses de vida.


El aprendizaje táctil-kinestésico

A través del tacto el sujeto ciego manipula los objetos, los presiona, los levanta y

comienza a conocer sus cualidades: tamaño, peso, dureza, flexibilidad, temperatura, etc.

La retroalimentación o feedback que ofrece el tacto es diferente a la información

proporcionada por el sistema visual. Algunos parámetros como la distancia, la

profundidad y otras relaciones espaciales son difíciles de establecer mediante la

percepción a través del tacto y, también, cuando existe una baja visión. A pesar de la

dificultad, los alumnos ciegos deben aprender a integrar la información y a dotarla de

significado para que se produzca la aprehensión y el aprendizaje.

El aprendizaje a través del tacto y la kinestesia requiere el desarrollo de unas

habilidades cognitivas de conocimiento y de atención (Bueno, 1994). Este autor, señala

la existencia de cinco fases en el proceso de aprendizaje táctil kinestésico.

1. Conocimiento y atención.

2. Conocimiento de las estructuras y formas básicas.

3. Relación de las partes con el todo.

4. Representación de objetos de dos dimensiones en forma gráfica.

5. Discriminación y reconocimiento de símbolos.

La culminación de todas estas fases por las que discurre el proceso de aprendizaje

por esta vía llega a un nivel de abstracción y de asociación cognitiva muy elevado y

complejo, especialmente en el razonamiento táctil de símbolos, lo que supone un

notable esfuerzo en los procesos de memorización táctil-kinestésica.

El aprendizaje a través del olfato y del gusto

Los sentidos del olfato y del gusto reciben sensaciones procedentes de las cualidades

químicas de los objetos y del ambiente (Bueno, 1994). El uso de estos sentidos se hace
de manera simultánea al resto de los otros que intervienen en el aprendizaje. Si al

aprendizaje auditivo y táctil-kinestésico se le añaden estos sentidos, se enriquece la

experiencia perceptiva y el aprendizaje resultante es mucho más completo. La

conjunción de todos los sentidos intenta paliar o compensar la información y su

interpretación que se transmite por la vía visual.

Es una de las modalidades en las que el sujeto privado de visión denota mayores

dificultades al no poder ver al modelo que exhibe la conducta para ser imitado. El

aprendizaje visual por esta vía de la imitación está plagado de dificultades, aunque el

aprendizaje sonoro sí se realiza con relativa facilidad; no obstante, y para paliar el

aprendizaje visual debe recurrirse a la guía física para que el sujeto ciego perciba

físicamente la acción conductual que el modelo desempeña, por ejemplo, tocar al

modelo para apreciar la postura, los gestos, etc. En niños pequeños el adulto repite los

sonidos que él mismo emite con el objeto de que se produzca feedback auditivo y

producir así aprendizaje, en la medida en que el niño pueda tocar al modelo se le

proporciona retroalimentación táctil (en este caso tendría la misma función que el

visual) para que copie los movimientos que aquél ejecuta.

El aprendizaje imitativo

Es una de las modalidades en las que el sujeto privado de visión denota mayores

dificultades al no poder ver al modelo que exhibe la conducta para ser imitado. El

aprendizaje visual por esta vía de la imitación está plagado de dificultades, aunque el

aprendizaje sonoro sí se realiza con relativa facilidad; no obstante, y para paliar el

aprendizaje visual debe recurrirse a la guía física para que el sujeto ciego perciba

físicamente la acción conductual que el modelo desempeña, por ejemplo, tocar al

modelo para apreciar la postura, los gestos, etc.


En niños pequeños el adulto repite los sonidos que él mismo emite con el objeto de

que se produzca feedback auditivo y producir así aprendizaje, en la medida en que el

niño pueda tocar al modelo se le proporciona retroalimentación táctil (en este caso

tendría la misma función que el visual) para que copie los movimientos que aquél

ejecuta. Las acciones educativas de carácter interactivo y cooperativo como el juego

compartido, el uso de juguetes con una funcionalidad y movimiento, etc., tienen una

finalidad de alcanzar el aprendizaje imitativo, paliando el déficit visual perceptivo. Ello

exige, desde el punto de vista educativo, la orientación continua de los adultos (modelo)

para que el sujeto desempeñe paulatinamente mejor la conducta que se modela (máximo

nivel de habilidad posible). Del mismo modo, y al igual que ocurre con las demás

modalidades de aprendizaje, el reforzamiento social va unido al aprendizaje

observacional. A través del tacto el sujeto ciego manipula los objetos, los presiona, los

levanta y comienza a conocer sus cualidades: tamaño, peso, dureza, flexibilidad,

temperatura, etc. Necesidades educativas específicas de la ceguera y deficiencia visual.

Análisis Descriptivo

Las necesidades educativas especiales que presenta el niño ciego son heterogéneas

como lo es la misma población invidente, y están mediatizadas por las siguientes

variables:

a) La gravedad del deterioro visual que se padezca (ceguera absoluta o total y

deficiencia visual).

b) Grado de funcionalidad del resto visual.

c) La existencia de deficiencias concurrentes con la ceguera (sordera, retraso

intelectual, autismo, parálisis cerebral, etc.).

d) El momento de aparición de la ceguera (congénita o adquirida).

e) La naturaleza de la pérdida de visión: súbita o gradual.


f) La etiología del trastorno visual y su pronóstico.

Todas estas variables determinan la intervención educativa.

Conductas diferenciales y necesidades educativas en los alumnos ciegos y

deficientes visuales

Área lingüística

Conductas diferenciales

 Verbalismos

 Ecolalias

Área cognitivo-intelectual

Conductas diferenciales

 Exploración restringida del ambiente

 Desarrollo cognitivo más lento.

Área del desarrollo psicomotor

Conductas diferenciales

 Retraso de la locomoción

 Dificultades de orientación

 Dificultades de desplazamiento y locomoción.

Necesidades educativas

 Incrementar las oportunidades para Manipular los objetos

 Orientación y movilidad

 Estimulación senso-motriz, coordinación oído-sistemas motores.


Necesidades educativas

 Acceso a la información ambiental a través de otros sentidos: tacto, oído.

 Adecuación a los ritmos individuales del aprendizaje.

Necesidades educativas

 Restablecimiento de actitudes posturales, corporalmente saludables y

socialmente aceptables

 Estimulación auditiva

 Desarrollo de la sensibilidad fina de las manos

 Estimulación psicomotriz

 Utilización de un bastón

 Deambulación guiada por el brazo de otra persona.

Personalidad y competencia social

Conductas diferenciales

 Aprendizaje imitativo inexistente o sensiblemente disminuido

 Habilidades sociales no verbales deficitarias: sonrisa, postura, gestos.

 Conductas socialmente inapropiadas: agitación de manos, golpeteo de dedos,

balanceo de cabeza (sordoceguera).

Desarrollo visual

Conductas diferenciales

(Variables en función de la naturaleza de la patología ocular. Afectación en la agudeza

y campo visual, reducción de la movilidad ocular, fotofobias, alteración del color, etc.).

Aprendizaje escolar
Conductas diferenciales

 Adquisición más lenta de la información

 Utilización de un bastón

Necesidades educativas

 Disponer de modelos auditivos-táctiles

 Existencia de buenas relaciones padres-hijos y un buen moldeamiento del hijo

Necesidades educativas

 Utilización de ayudas ópticas adaptadas.

 Temporalización de objetivos ajustada a su ritmo de aprendizaje.

 Provisión de servicios educativos de apoyo.


PREGUNTAS

1. ¿En que se fundamenta el modelo pedagógico de las necesidades educativas

especiales?

a) En la necesidad de adecuar la respuesta a las peculiaridades que planteen

los alumnos para su proceso educativo.

b) En la necesidad educativa especial en una deficiencia.

c) En las dificultades o las limitaciones que puede tener un determinado

número de alumnos en sus procesos de enseñanza-aprendizaje.

d) Las necesidades que tienen los alumnos con ceguera o deficiencia visual.

2. ¿Qué son las necesidades educativas especiales?

a) Conjunto de medidas pedagógicas que se ponen en marcha para compensar

las dificultades que presenta un alumno al acceder al currículo que le

corresponde por edad.

b) Dificultades que presentan los alumnos.

c) Dificultades para acceder al proceso escolar de ciertos alumnos.

3. ¿En un niño vidente cual es el porcentaje de conocimiento que ingresa por

la vista?

a) 100%

b) 50%

c) 80%

d) 20%

4. ¿Analiza la siguiente imagen, que aspectos del aprendizaje crees tu que se

produce una afectacion ocacionadas por ceguera o deficiencia visual?


a) La recepción e interpretación de la información sensorial.

b) Las habilidades de discriminación.

c) Y reconocimiento.

d) Todas las anteriores.

5. ¿En la imagen presentada que pasa si al aprendizaje auditivo y táctil-

kinestésico se le añaden el sentido del gusto y el olfato?

a) Se enriquece la experiencia perceptiva y el aprendizaje resultante es mucho

más completo.

b) Se complementan y el aprendizaje es muy satisfactorio.

c) Existe mejor comprensión de todas las áreas.

d) Todas las anteriores.

Bibliografia
Benito, F. J., Robles, M. M., Andrade, P. M., Blanco, M. A., & Blanco, M. A. (2000).
Aspectos evolutivos y educativos de la discapacidad visual (Vol. 1). Madrid:
Carácter S.A.

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