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NVJEVO
VNDQ 50 céntimos

• ••*•#
 REUnATÍShd COTA
ARTRITISHO AREltlLlA

P I P E R A Z I N A MIDY

VINOvJARABE
' G S C n l G ü S 3 >a Hemoglobina
Loa MédlcoB p r o c l a m a n q u a esto H i e r r o v i t a l d e l a S a n g r e e s m u y superior
6 I B c a r a o c r u d a . & loa ferruglDOBoa, eto. — DB s a l u d y fuerza. — FA.IÍIS,

AMASADORAS.

Urinarias
D o s a ñ o s su-
Y friendo a e ble-
norragia, única-
BATIDORAS m e n t e e n l o s CA-
CHETS COLLA-
ZO c u c u e n t r o l a
c u r a c i ó n que
(Ambos sexos) tanto ansiaba

TODOS LOS APARATOS «Ubeda (JaLii), 19 de Octubre de 1934

PARA EL PANADERO Sr. D. A. Garcia.
CONFITERO
Muv señor mío: E s t a n d o m u y satisíechos con sus C A C H E T S
PÍDASE COLLAZO y h a b i e n d o e x p e r i m e n t a d o u n a n o t a b l e m e -
OFtHTA ILUSTRADA j o r í a , deseo seguir tomándolos un poco tiempo más hasta tener
completa curación do mi blenorragia.
En ésta tengo un amigo que e.^tá en el mismo caso. Lleva más
APARTADO 185 de año y medio y no se la puedi; curar con nada, y quiero
• BILBAO • también probar sus CACHCTS COLLAZO, porque yo se los lie
recomendado.
Tengo la blenorragia desde hace dos años, y he tomado todas

ffcmejtmon
¿.I
Tendréis siempre un color puro
y diáfano, una piel suave y fina
empleando la
CREME SIMÓN
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de perfume agradable, resalla in-
sustituible en el tocador de toda
mujer que celosa de su belleza,
quiere conservar la frescura
y Iranspareacia de la piel.
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Irabajando en su propia cas",
puede usted con la célel-re
m á q u i n a a emana p.ira hacirr
medias y ca'cetines «WEIN-
HAGEN», Gustavo W e l n -
h a g e n , Barce o n a , A p a r t a -
do 521. Diputación, 273.
Agentes se nece::itan que co-
nozcan esta clase de m á q u i n a s .
bis medicina'; que para este objeto hay y no he podido cur.irme-
ia, y cansado de médicos y de medicinas, y encontrándome abu-
rrido, tuve la suerte por su anuncio escribirle á usted, y veo que
sus C.^CIíETS s o n l o s ú n i c o s q u e p u e d e n c u r a r m e .
Mañana !c remitiré 62 pesi't;is para eiiatn) (.ajas; dos son para
mi y dos para otro amigo, p u c í yo no dejaré d e hacer su justa
propaganda. Reciba un millón de gracias de su afectísimo N. N.»
La discreción impone omitir e¡ nombre del firmante.
T a n sorprendentes, casi asombrosos resultados, sólo se obtie-
nen con los CACHETS COLLAZO, insuperables para curar en
breves dias y sin molestias la blenorragia, gonorrea (gota mili-
tar), orquitis, cistitis, c a t a r r o vesical, leucorrea (flujos blancos
d e las señoras), metritis, vaginitis y demás alecciones, a u n sien-
d o antiguas y rebeldes. Otros productos que se ofrezcan deben
ser enérgicamente rechazados. Su uso es m u y cómodo y reserva-
do, y á pesar de cost.Tr 15 pesetas resultan muy económicos.
Los CACHETS COLL.'VZO están preparados por el doctor
Garcia Collazo en Rosario (Argentina), y premiados con Medalla
de Oro t n Taris y Roma.
G R A T I S remito dos interesantes libritos y m u e s t r a s d e
AZÚCAR COLLAZO para purgar á los niños y adultos sin que
lo sepan y para curar las enfermedades del estómago, sangre,
hígado é intestinos. Pídalos á A. G A R C Í A , Alcalá, 85, Madrid.

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NUEVO
ANO XXXII 23 de OCTUBRE de 1925
VARIACIONES SOBRE EL TEMA VERBO
Y A saÜó de las prensas de Calpe el nuevo Diccionario de la
Lengua. Algunos americanismos, provincialismos, barbaria-
mos han dejadlo de serlo por haberse incorporado oficial-
mente al léxico, al igual de muchos vocablos castizos que en
las anteriores ediciones no se comprendían. Esas palabras tie-
nen ya su cédula y pueden presentarse en todas partes. Pero
todavía hay.otras muchas que andan vagabundas, sin cédula,
durmiendo al raso, donde cae, si bien algunas veces encuentran
acomodo en bellas moradas, albergue que se ganan por la fuer-
za de su gracia y vida. - '
¡Oh, esas palabra-s y frases y maneras de decir, sin estado
legal reconocido ni en Diccionario ni en Gramática! ¡Qué gran
interés el de esos vocablos desprovistos de cédula y cómo hoy
que echar mano de ellos, pues esa cédula es en materia de arte
miichas veces lo que !a cédula personal en los individuos, que
sirve mientras qiie la persona no la necesita para nada; mas en
cuanto se trata de justificar la personalidad y a no es suficiente!
Todos hemos oido decir que para ser buen pintor es preciso
saber dibujo; pero no hen»os óido con la misma frecuencia que
para ser escritor sea necesario estudiar y meterse en el alma de
la palabra, y así anda ello.
Si el pintor debe ir al dibujo, el escritor debe ir al pueblo, y
preferentemente al campo, para charlar con el campesino y oir-
le atentamente, pues en él está la entraña y la vida de! idioma
que discurre* en magníficas voces y giros heredados y en otros
que él inventa al exigirlo la propia necesidad vital de expresión.
El campesino vive en pleno campo, donde lo falso no tiene
cabida (probad á leer y pensar sobre arte en plena naturaleza y
veréis qué pocas obras soportan el contraste. De cuajo caerán
deshechas, convertidas en nada por falta de vigor), y por eso
habla en lengviaje preciso, necesario, puro y rico, que tiene algo
de €80 que hay libre en !a naturaleza; y un solo átomo de eao en
una obra es gracia eterna que !a salva. ¡El pueblo y la lengua!
Yo estoy seguro de que un campesino de mi tierra no sólo habla
mejor, sino que tiene más caudal de voces que un señorito ó
señorón de !a calle de Alcalá. ¡Y apuesto á ello!
El lenguaje sirve para expresar idea*: (intelectivo), ymra obrar
sobre los demás hombres (activo), para sentir, para satisfacerse
uno ó sí mismo (afectivo), y este último es el lenguaje expresivo
por excelencia, acaso el más interesante eti materia de orte por
su don de expresionismo, y es á ese al que se refiere este esquema.
La expresión se consigue con la entonación (música verbal);
agregando, quitando, modificando sílabas (aumentativos, dimi-
nutivos, etc.), y trastrocando eí orden gramatical.
La música de la palabra es cosa siempre unida á ella y esen-
cialmente en el lenguaje expresivo. La palabra es sonido y las
potencias del ser humano marchan todos apoyadas sobre el so-
nar de las palabras.
El hombre de ciudad perdió la música de su palabra. El del
pueblo, el del campo, la conserva en la entonación de su tierra
y comarca. ¡Los allegros y lentos y andantes majestuosos del
verbo popular!
El hombre del pueblo habla mucho por imágenes, porque su
lenguaje no es lógico, sino afectivo.
«¡Hombre! ¿Tú?^, dice el campesino a! encontrar al amipo
inesperadamente. Y ello, así, tiene toda su fuerza expresiva, pe-
netrada de la sorpresa y sensación de alegría recibidas, vino que
se agua si la frase se traduce á lo no pfipular: *Me he alegrado
mucho -de haberte encontrado cuando no te esperaba, amigo
mío.» Esto así ya no tiene calor. Y es que en el lenguaje afectivo
no se expresa la relación entre la palabra y la idea, sino la rela-
ción entre la palabra y la sensibilidad (sensación, vitalidad) de
quien habla. Y esto es la vida, fluyendo ante los ojos.
El diminutivo y el aumentativo son cst-odos de la palabra, pro-
pios del lenguaje afectivo, y el gran uso de ellos está en el pueblo:
•Parece un hombrecito el pobrecillo; bien se apega al traba-
jo, ¿ehí Ya puede BU madre echarse á dormir.»
Esto dicho así, en popular, es más expresivo que si lo hace-
moa culto; V. g.: «La madre de ese joven puede estar tranquila
porque él es trabajador.!
En el primer ejemplo la imagen verbal nos viene íntegra á
MUNDO NUM. 1.657
los ojos viva y palpitante; se ve que el joven trabaja y se ve el
goce bueno de quien lo dice, hecho pló-sticoen los dos diminuti-
vos que se refuerzan con el ¿e-A?, que es pausa, remanso contem-
plativo y gozoso que tiene la fraso, donde se toma descanso para
ir al final del breve ciclo, en el que se dice de la tranquilidad que
puede tener la madre del muchacho.
El aumentativo lleva en el pueblo tratamiento análogo y es
lanzado á maravillosa altura donde caza la hipérbole graciosa é
inesperada.
Y hay más. El pueblo forma por modo semejante otro vo-
cablo que bien puede llamarse despectivo y que es tal que despre-
cia sin irritación, serenamente, firmemente, en la cumbre misma
del desprecio, haciéndolo casi material ante la vista. Por lo ge-
neral lo construyen sobre el diminutivo (variantes en el tema),
cambiándole la terminación.
Ejemplos: «¿Ese? Es un botaratuelo.» «íEse? Es im señoritin-
go.» *Eso es una escopetucba.» Y esta escopeta que es una «esco-
petuclm» es tal que no es ya escopetilla y ni siquiera llega á la
carabina de Ambrosio.
Otro medio de que se vale el pueblo es la repetición, magni-
fico medio de ironía, de refuerzo, de matizar, de decir claro y
con calor lo q\ie casi no puede decirse sino por fríos, largos é in-
expresivos rodeos. La repetición, además, le sirve al pueblo para
indicar la plenitud toda entera, absolutamente, de pe á -pa, como
dicen en mi tierra,
Ejenjplos: «Mal año si no llueve, que no llueve.» «No es gua-
pa; pero tampoco es fea, fea.» «Acabé del tbdo, del todo.» «Es
malo, malo.»
Otro medio expresivo es dar voluntad á aquello qué no la
tiene. Así: «No quiere llover.* «No quiere acabar de salir el sol.«
El lenguaje popular es la vida con todo su dinamismo y toda
su sangre; por eso tiene palabras no impresas en los Diccionarios
y giros no registrados en las Gramáticas. Pero también por eso
es fuente inagotable de arte donde se bebe el dramatismo de la
prosa, esa iníiuietud, rango y alcance del período maestro; esa
calor, color, olor y gusto y forma de la palabra expresiva y suge-
ridora que plasma no sólo la imagen de la cosa viva, sino que hace
palpable, por debajo de ello, como tras una red de ner\'ios y de
venas tendidos en carne viva, la suprema ansia del espíritu y
la necesidad vital. ¡Oh, ese formidable dramatismo del verbo por
alcanzar hasta lo más recóndito de lo que vive en el interior re-
bosante del artista!
Y este lenguaje afectivo (esencialmente popular) es el qiie en-
riquece los Diccionarios y Gramáticas con nuevos aportes, y es
al par el que los envejece, porque él es vida que está viviendo,
y por eso se llena de matices y espejea y cambia renovándose de
continuo sin salir de su ser, como loa aguasí en la mar.
Porque el lenguaje artístico ha de ser eso: onda inarina siem-
pre ella y siempre nueva, pxijante, dramática, vientre lleno de
vida inacabable. Lenguaje; ni subjetivo puro, porque entonces
la obra carecería de forma, ni objeto puro, porque ivo tendría
alma. Hay que ir tras de algo hecho de loa dos en el artista mis-
mo, que trae hacia sí el objeto. Tal como es, con todo amor y
conocimiento y al par va él hacia el objeto, transiéndolo, espiri-
tualizándolo, haciéndole volar, y entonces lo subjetivo y objeti-
vo se funden en el terreno de la vida interior, que fluye sin des.-
canso y engendra una obra que tiene ó no parecido con el mun-
do (el parecido este trae sin cuidado), pero que no es loea obra
.sin objeto en ella; mas es algo vivo, única cosa interesante.
Y si en uno mismo y en la lengua sabia hay mucho de eso que
necesita la onda marina del lenguaje artístico, al par abisal de
la palabra mágica, hay que pescarlo en el océano profundo del
pueblo.
ANTONIO P O R R A S
Un niño alimeniado con
HALTARinA
(aulodiecstiva),
rie, duerme, crece y aumettia de peso. Es un
alimento muy agradable y no cansa nunc^.
laboraloríús Halón so.—Hdnosa.

De fuera vendrá.
Ar. olor do las fieKtns otoíiales,
y á fin dü divortii-rto aijiií unos días,
proc(!(i(*ntt» do l'uiibla do Rosales
vino á Maílrid mi prirno Juan Matías.
' SAIZ DE CARLOS
Me trajo un \ii\r do pollos,
ya prometidos diisiln larga feelia,
y una costa ilo bollos
tltí la pro|»iii {íosccha.
Tiene mi amado primo uua señora
de oaráctcr tran<pulo y exfelent.e,
llanijula N ¡canora,
y además f;natro chicos
(|ue, aunque mirados bondadosamento,
paiecfln cuatro mices.
Cuando yo supo im rlía
(juo á ver lan fiestas de Madrid venían,
jior cumplimiento, como sienipro pasa,
yo le dije: «MÍ casa es siempre tuya.»
Y él se instala en mi casa
con igual confianza rpie on la suya.
Mi primo viiní solo,
poi'íjne saliía ya por experiencia
(juo atpií, como en ol Polo,
y obian lo con prudencia,
prtK'.eíiiendo con ai-to
y para no tener una mala liora,
para ir á divertirse á euali|uÍor parte
no se debo llevar á la señora.
Pasados siete días,
que es igual qiio decir una semana,
la esposa de rui primo Juan Mafias
se me prestsntó en mi luigar una mañana,
[)on|Ue ¡lara la pobre <!ra espantoso,
¡jcr lo tjue fui más tarde fomi»rendiendo,
vivir ausento do su tierno es¡K»so.
¡Y más si éste so estaba divirtiondo!
Yo, tnuno <is natural, me di al demonio;
de las fiestas dichosas dijo hon-oros,
y tuve (pie ceder al matrimonio
el lecho eunruibial d e mis amores,
y luarcharine á dormir como un pobrete,
envuelto en una est^ir»,
al flamante sofá dril gabinete,
tjue el mayor lujo de mi casa era.
i Por (jué en ciertas ocasiones dichosas
nos mandará el Señor ]irimos gorrones?
Pero esto, con ser mucho, era nniy j)oco,
pues los hados fiítales,
(jUo se enii)i'ñaban en volverme loco
p()r cansa de las fiestas otoñales,
á los lunados nones de mi })rimo
einpujaion en masa,
buscando siempre el ptvt(;rnal arrimo
á la dorada Corlo ¡y á mi casa! •
¡Qui'rniños! ¡(h"^ atro|tellos.
hicieron en trii casa lalew niños!
¡Y (pie haya cjuien por ellos
sienta eiitusiasums locos y cariños!
¡Quó casa! ¡ Qué jalee»!
Todo anflrt poi' el airo, titdo ruoüa:
lie un tapeto de seda '
so hicieron lui capote do paseo;
jugaron al ful bol con nú cliistora;
mi geriict lumable se tornó iracundo,
y yo le p(?(lí al cif;lo ipic se diera
Horodes otra vuelta j)or el mundo.
Al ver tal invasión, sañudo y fiero,,
salí gritando: «Pies: i])ara ijué os riuitiro?
Yo no aguanto esta tropa tan salvaje,
que acabará c< n nñ cTíistencia odiosa...»
¡Y en busca de b()spedftje
me inarelté ú una posivda nuiy famf»sa!
MANUEL SORIANO
ELIXIR ESTOMACAL
CSTOMAI.IX)
Es recetado por los médicos de las cinco partes del mundo porque toni-
fica, ayuda a las digestiones y abre el apetito, curando las molestias del
ESTÓMAGO
DOLOR DE ESTÓMAGO
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OBRA COMO ANTISÉPTICO DEL APARATO DIGESTIVO curando la» diarreas do los
niños Incluso en la época del desteta y dentición. Es Inofensivo y do gusto aaraiiablo.
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ímuam m k mí
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V í a s u r i n a r i a s :
, U l e i t o r r a f f l » lp«f|!«n«iml. m laiit t n
mmitilK'oan. urclrüíft, p r o s t n i f i l a .
o r o u l l l s c l s l l l i » . c o l a m i l i r a r , .le. del hnmbrí. j v u l v l t i a , vaff j n l t l » ,
m e i r i t t s ' u r e i r l l l » . clstlH». n n c x H l a , niifo». tk^ 4t li Bujer, p«r tn-
— éu* J t»Mit\ V» • " " . « " ' » " í""'" I Míltilniinrt wii li) C a c h c l » d « l
UT ^ f l l v r * i M ÉrftfMi N a r n t»* «i »»"»• ^* ' ^ M d » " ' . ' " • « " • «pMciclÍB Jt Mnlw r b<|iii. Wt.. lia p«ti|r«»
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f u l o s a » , e r i t e m a » , acné, u r l k a r l a , tic. td*mtMn fit limen pir ctiia kunorei. »icia» • ¡HIIKI»»»» U \I
iiicre r<r cNiicii I nMiti fgt Uta, ic rari» pr*it* i ridJcitnieRtt un l u P i l d o r a s d c p u r a l l v a » d e l D r . S o t -
v r i , fie M I li «íÜMciin íepnfilíi» iihil J ptfiecli por(Be iclMii re(en(f«ii4o !• iintrf. Ii rinnoín, inBtnUa i«dij la*
t M r t i n del « ( i i i i s * j Uacnia \t Miad. rM.IrlMÍi M Irtí* llempt l«daf i n álcerij. n»iii. | M M I . t«fBnwl<ii, «pwaciM
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Baume Benque
Oiiraoiori. rcLciioaJ.
la armonía de los mirlos
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NEURALGIAS
La que va por el camino,
¿cómo se va d defender Dt —nta en todas Uu farmacia* y drogutrim.
de lodos los peregrinos?...

Semillita es la esperanza:
se riega con ilusiones
y brota dentro del alma.

¡Quién pudiera conseguir

el no bajar de la nube Tarjetas postales, marca
á la que logre subir!
en brillo, sepia, bordadas,
Ni se debede creer caricaturas y fantasías,
ni se debe de dudar, único editor y fabricante
que el tiempo suele traer do IfiB crpaciones de la
Casa, brillo, recuadro y
lo más raro de esperar. óvalo, brillo telegramas,
brillo fantasía y carnets
Hay que templarse en la lucha^ brillo novedad. G. TI. Al-
sina, Jesús y Alaría, O,
hay que crecerse en la brega, Madrid.
hay que aprender á sufrir
sin que la gente lo vea.

A la luna confio
iodos mis males,
y la luna acompaña
mis soledades.
Luna divina...
ALFONSO
Es una madre blanca FOTÓGRAFO PÍDASE EN TODAS PARTES
para mis cuitas.

Gloria de la PÜADA -
MADRID

Hipnotismo-Sugestión
UN DESCUBRIMIENTO ASOMBROSO
jÜspafia ha dado la nota sensacional más culminante de la época con el extraordina-
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K-c«—
'••iiu... ••••*'.

triiii

Una larga y Berta producción literaria lia

hecho popular el nombre de J n a n Giüac¿
GOftrZTENAX
en la Prensa española y americana.
J n a n G n i x é es no solamente el periodis-
ta moderno dotado de todas las condicio-
nes admirables de ese apelativo, sino A p a r a t o s fotográficos o e precisión c o n
también un novelista de fuerte mentali-
dad creadora y de fácil estilo. o b j e t i v o s ooDle a n a s t i g m á t i c o s p r o p i o s
Testimonio elocuente de ello ea^ por ejem-
plo, la obra SANGRE AZDL, que publi-
cada recientemente h a obtenido gran para ootener l a s m e j o r e s t o t o g r a l i a s
éxito de venta y de crítica, Pero, sobre
todo, lo demuestra la nueva novela que en c u a l q u i e r condiciones de lu
J n a n G n i x é ha escrito para una revista
de tanto prestigio como L a N o v e l a S e -
m a n a l i y que se pondrá á la venta ma- L ft Optische Anstait C> P . G O E R Z es la üníca C a t a eo el mundo que
produce completamente en sus propia* fábricas tado e) material fo-
ñana sábado en toda España. locráSco y óptico que *e vende bajo su marca, siendo ema ia razón de
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q u e j u n t o con las películas y placas Goerz-Tenax
le p r o p o r c i o n a r á l a s mayores satislacciones
NOVELA DE
t>IDA EL C A T A L O G O G R A T I S AL REPRESENTANTE GENERAL:

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EN

LA NOVELA SEMANAL
EL LENGUAJE DE LOS OJOS
LA OBESIDAD
es una acertada pintura de la clase me- vencida ripúUmestc por l u
dia. Todoa los prejuicios, todas las sordi-
deces y también todos los humildes en-
sueños y las emboladas rebeldías de los
PILULES APOLLO
únicas pildoras para hacer adelga-
mesócratas españoles están reflejados en zar de modo natural sin ningúa
esta novela cruel y compasiva, tierna y peligro mejorando la digestión.
áspera, irónica y piadosa, Basta tomar un frasco para convon*
J n a n G n i x é relata la historia de una cersc. Pesetas. !2 frasco. Productcc
pasión juvenil en el medio cóncavo y pe- Ratió, Bnlmes. 87. Baicelona.
numbral de la burguesía con pretensio- Vaalft • • Mftdrid i aayo*a { Bsroelooa t Segué, ••&
nes y sin fortuna. Pocas narraciones es-
pañolas dan la sensación de realismo cru-
do y de sentimentalismo profundo que
esta última obra del ilustre escritor. R A M O S ':^Stl1
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m o r / f ARO

Invento maravilloso riéquinas <*• escribir

i m r a yolver los caluíllos blancos á
BU c o l o r p r i m i t i v o á IOB q u i l i c o díaíi Don Ramón de
d e d a r s o u n a l o c i ó n d i a r i a c o n *Í1
A g u a Colonia « L A CA]í,MEr.A»;
DO n i a n r l i a l a p i e l n i l a r o p a , p i i '
nesonero Romanos
(liéiiduse e m p l e a r c o m o p e r f u m a «EL CURIOSO PARLANTE»
ftn loH tisou d o m é s t i c o s ; s u a c c i ó n
r s d e b i d a a l o x í g e n o d'il a i r e , p o r
lo q u e p.oiist¡tiiye u n a n o v e d a d ; s u
aplii^ar.ióit s e I i a c e c o n l a m a n o .
V E N T A : T o d a s partes, y a u t o r N . Ló-
pez Caro, Sanl¡a);o, y sucurHal d e Barce-
lona, Corles, 57!, d o n d e se dirtijirán l o ;
"RENACIMIENTO"
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I or N . López C a r o . República Arijenti- Jieal A c a d e m i a E s p a ñ o l a , e s t á p u b l i c a n d o u n a edi-
A(rnle> Endarivo*
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V UUlflcacInnes. PUMOrm Nti. 23 MAUBID
tAposlrMn faboDera deGraria.M tf 10 ¿ x i t o d e bibliografía y v e n t a t-a i n m e n s o .
VOLÚMENES PUBLICADOS:
I y II.—Escenas Mat-Ucnse».
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3)imtessanos 1/bellos.
No hoy mujer que se estime que no desee pare-
cer bella y sano. Y nadn se opone mas dirccfa-
mente al logro de fon legitimo deseo que uno denta-
dura mol cuidada y sucia.
Los dientes se conservan sanos si se los somete
a un método de limpieza raciono!. Y para esto es
indispensable usor un cepillo adecuado: et Pro-pny-
loc-tic. Los cerdos de este cepillo, dispuestos en
mechones puntiagudos, penetran fácilmente en los
intersticios dentales, es decir, allí precisomenfe donde
los residuos alimenticios se acumulon. ^ cepillo
presento en su extremidad un grupo de cerdas re-
cortados de tal modo que alcanzan fácilmente los
' últimos motares y lo coro interno de los dicntes-
Trcs de estos modelos se fobrican con cerdos
de tres closes: duras, mediónos y suaves. Reco-
mendamos cspecialmenfe la clase duro.
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Como pétalos de rosas al extremo de unos dedos de nieve:

asi han de aparecer las* lindas uñas de toda mujer, cuida-
dosa de seguir los dictados de la moda. El maravilloso
Pulimento líquido^ CUTEX da a las uñas el esmalte rosado
que la moda exije. No se agrieta ni se desprende y duran-
MANDE HOY MISMO te muchos días permanece como si acabara de aplicarse.
ESTE CUPÓN ACOM-
PAÑADO DE 1,50 PTS.
~ COMO SE PULEN LAS UÑAS —
Sr. A r r é g l e n s e p r i m e r o las u ñ a s con u n a lima
s u a v i z a n d o l u e g o l o s b o r d e s c o n el
cartoncito esmerilado C U T E X . Final-
m e n t e , ú s e s e el e s m a l t e l i q u i d o C U T E X
o los polvos C U T E X para dar brillo.
PJomhre — _ ,.; „. JI.
i calle _ -— i^:r±,
Co n c e5j onario:
Población FEDERICO BONET
Apartado 5DI
Madrid
 A ñ o X X X n . - N ú m . 1.657 Director:

Nuevo Mundo 23 de Octubre de 1925 Francisco Verdugo

L a s t r o p a s españolas
licsfilan ante los ¿eiiera-
les P é l a i i i y Sanjurjo,
que después de ¡a confe-
rencia r e v i s t a r o n las
fuerzas que realizan las
operaciones de colabo-
ración en Marruecos

Los generales
Pétain
y Sanjurjo
coníerencian

La iicción coujiiiita
lie los ejércitos Tran-
CL-Shs y edpanole.-i
en Mil.'TU(icos c o n t i n ú a
iliiiiilo los reriultadüíi
in-evistoB en la Coiifc-
reu c i a i- elebrad a po r
los líos Ooliiornos en
^[odrid. IC¡ lifsembarco
de niiestiMs t r o p a s fii
Alliuc'Miias y la doti-./uaciún
de A y x d i r h a n sido 3tíü;Ludt.s
de Íni])ortantes é incruentos
avíincus (¡e las t r o p a s francesas, y
de moviniientoB tíu n m c h a s calil-
las, favorables al ]-econociinÍi.'nto
de la a u t o r i d a d dfl i l a j z ú n . P a r a acor-
d a r las fnLura a d a p t a c i ó u de loa planea
m i l i t a r e s á lo convenido en la (Jonfe- l-os ¿cner;iles Pclain y San-
jurjo conferenciando p a r a
rencLa de Madrid sn retiiiieron I03 g e n e r a l e s P é acordar el plan de las fulu-
t a i n , que m a n d a las t r o p a s francesaa. v Saiiiiiv ras operaciones c o n j u n t a s
jo. de los ejércitos franceses y
españoles en África
F U E G O S DE A R T I F I C I O
C o m e n t a r i o de A N T O N I O ZOZAYA

D i: t o d o s los llüinados t'crtti'.i"^'|ni'

ol Ayuíilanui'iUi» IILÍ .Mailriíi !ia
orpuiizíiilo p;ir;i iitrncfióii ilt; los
forasteros y soJaz di; los n;il iii'ah's. rri
el presGiite o t o ñ o , acasn iiinfriiiio res-
ponilorá á su bien int ciicioiirtdo pro-
pósilo como el (k> los espoftáciilos pi-
rotc'cnicos. ¡Liistima ipio por no con-
t a r la ciipifal (ron un silio pleN'ado,
(pío tloni liara á t o d a la jiohhu-ión.
c o m o disponen San (Sebastián. Üiii-eo-
lona, Alieiiiile y otriis eapilales dn
provincia, iia_\a sido iiTiposible i|isfr-u-
iar do l a n beihi roci-eación á la m a y o -
ría do los lialiitaiiles. El a m p l i o estan-
(|UO del K o t i r o es pc'queño pai'a <'oii-
t e n e r en sus orillas ú las iloscicnias
mil p e r s o n a s q u e quisier^an vov las
maravillosas conibiiiiii'i<ines lumínicas.
Soria nieiKísler q u e las i'ui'das tiieran
eoloearlas on u n a alt m-a e o m o la de
Monljuielí, l a d e j j í u e l d o ó la del eeri-ti
d e S a n t a Bilrbai'a p a r a ({uo t o d a la
población pudiei-a a d m i r a r ol cspee-
t/ieulü sin sufrir las molestias inhe-
r e n t e s á la ajílomoracióii de una
niueliedunibru t a n onornio q u e baeo Aspccto lie la balii'.i de In Concha, en San Sebastián, dur.mle una liesla de fuegos de arliíicio
iniposiblo toilo esparcimiento ( r a n q ü í l n .
bolo do l a esterilidad d e la soberbia h u m a n a , que s u e ñ a con lo
]*]s i n d u d a b l e que ni las bataHas do flores, ni las r e t r e t a s , ni Infinito y (pusiera escalarlo y a d u e ñ a r s e d e él, eai,'endo siempre
las fiestas depoi'tivas, ni las misnins coi-riilas d e t o r o s ni los p a c i - v e n c i d a y desolada, lo m i s m o q u e esos c o m e t a s t r e p a d o r e s q u e
dos d e balompié tleleitan t a n lioudamento como esa divorsión p a r e c e n capaces LIC llegar á los astros m'is tlistantcs y q u e no son
p r i m i t i v a , (^ue consisto en vor surcaí- el airo ú im re^íuei-o LIO luz sino un pedazo d e minibro a t a d o á un t u b o do c a r t ó n .
ó tlostacarso en la obsc^iridad d e la nocho el esplemlor de mía J^a sorpresa d e los cambios y combinaciones d e Xas r u e d a s ¡ti-
g i r á n d u l a . >Siii (£uerer, torios, euaUtnieca (¡ue sea el g r a d o do nuos- ncáis ya a c o m p a ñ a d a sicnipT'o do a l í c r n a t i v a s do silencio y do
(ira ilustración, nos sentimos atraidfis por el fucíio, ni m-is iii aclauiación etisordecodora. Ñ o se diga q u e esf.o ocuri'e en villorrios
m e n o s qu(í las libélulas y, en general, (pie t o d o s los lepidópteros. d e escaso v e c i n d a r i o y de c i d t u r a m í n i m a . Quien h a asistiilo á
E s la reflexión la q u e nos coniiene. Sin ella, nos p r e c i p i t a r í a m o s u n a función de fuegos arlificiales en la p l a y a d e B^arrit?- ó la do
á ia llama, de igual m a n e r a (jue las mariposas, y esta atraeción de Oslende, en el C a m p o d e !Marte ó on los alrededores d e las gi-an-
lo que brilla nos a c o m p a ñ a tenia la viila. re\'istiendo las fcji-mas des ciudatles lun-teamericanas, sabe q u e en t o d a s p a r t e s las muclio-
m á s d i s i m u l a d a s \' e n c u b i e r t a s . Sin d a r s e do olio c u e n t a , t o d o h o m - d u m b r e s se convierten en tropeles infantiles a n t e los fuegos d e ar-
bro lleva d e n t r o un P r o m e t e o , y lu frase d e G o e t h e m o r i b u n d o tificio. j S e r á ciue el v e r d a d e r o regocijo tiene algo d e p r i m i t i v o y
so halla siempre á fior de nuestros labios. d e salvaje y (¿no la civilización, á v u e l t a s d e refinamiciilos y d e
Los coneui'i'eiitos á t o d o s los espectáculos se deleitan con scnsualidaties. se h a heclio melancólica y pesimista? 'N'ale !a p e n a
ellos miis ó meii(.)s, según su t e m p e r a m e n t o , su idiosincrasia y do pensarlo. ]:)e5deluego, el e s t a m p i d o d e los tlisparos d<í los fusi-
sus aficiones habituales; p e r o a n t e el c o h e t e q u e surca el espacio les quo a c o m p a ñ a ú las a l g a r a d a s de los moi-os q u e cíjri'on la pól-
tortas las niirados q u e d a n a b s o r t a s , t o d a s las respiraciones que- v o r a ó á los desboi-damientos jocundos de los cow-boi/s, es fran-
d a n c o n t e n i d a s y a u n m u c h o s corazones s u s p e n d e n su diástolo. c a m e n t e m á s alegre q u e totlas las v e l a d a s d e Deanville, ó d e Lila
E s \m m o m e n t o n a d a m i s , pcT'o im n u i m e n t o d e ansiedad a(piol ó de^Ionte-C'a¡-lo, on las cuales las gentes no ríen y a u n a p e n a s si
en qiio e¡ haz refulgente ile chispas IUÍ oro asciendo, d e s t a c á n d o s e sonríen, y en d o n d e los j ó v e n e s bailan serios y a t e n t o s al r i t m o y
.s )bi-e la níígrui'a riel fir^mtimenli), y escala las a l t u r a s si>rcno y á las p a r t i c u l a r i d a d e s coreográficas, comíj si practicasen uti r i l o ,
t r i u n f a d o r . El ¡Ah!... p r o l o n g a d o d e los niños y d e los a l d e a n o s y m i e n t r a s las personas d e e d a d parecen flesmayar d e cansancio
expresa c l a r a m e n t e la emoción d e la ascensión victoriosa á los ttcnti'o d e sus trajes do e t i q u e t a , sobre los silloncilos do j u n c o .
ciólos. D e s g r a e i a i l a m e n t e . el l u m i n a r S(Í a p a g a m u y p r o n t o ; s u e n a L a verflailera aleiíi-ía colectiva se halla en ol público de las Ira-
u n e s t a m p i l l o y Lotlo se e x t i n g u e en las s o m b r a s . A veces, el fra- cas l e v a n t i n a s y d e las g r a n d e s fiestas d e pólvora, c o m o la albo-
caso es siloncioso y t é t r i c o . U n a vez m.ls se hace p a t e n t e el sím- rada de la Merced m u r c i a n a . E n t o d o caso, se e n c u e n t r a en las
l l a m a d a s funciones d e fuegos d e a r t i -
ficio, ^ l u d i a s v.eces a s e g u r a m o s seria-
m e n t e ([ue tales fiestas n o nos i n t e r e -
san; pero al d i s p a r a r el primer cohete
alzamos la cabeza, s u s p e n d e m o s la
resiiii-ación y y a no pordenios d e \'ista
al fuL'az j u g u e t e , seuiejanto á un me-
teoro, b a s t a quo so deshace on rami-
lletes d e chispas. D u r a n t e ose t i e m p o
fugaz hemos sido felices y d e s e a m o s
\'i van lento ([uo otro n u e v o v o l a d o r
s u b a b a s t a las nubes y escale las altu-
r a s Kombi-ías p a r a m e d i r con la vista-
su potencialidad, seguros como esta-
nios d e q u e , á n u e s t r o pesar, el des-
censo c o m e n z a r á d e m a s i a d o ¡ironlo.
De todos moilos, no liay v e r d a d e -
ra divei'siún si n o t¡en<! algo de infan-
!i¡. V si lo m i r a m o s des¡)a(.'io veremos
([ue t o d o lo que es ó nos parece sobríí-
n a l u r a l nos \'uelve al primitivo e s t a d o
(.le iniícimidad y que acaso, por des-
pojarnos do esta creencia en lo m a r a -
VÍII0.S0 y lo prodigiosamente eterno,
es ]ior lo q u e , según la frase del Kdv.
Niit-slés, l.oila ciencia a ñ a d e dolor.

Momento de ser Jisp^iradn iin.i clasica traca en las calles de Valencia

i u r s . (fOIlTON V GOÍUiZ DUÜÁN ANTONIO YÁ)'Á\\I\

A !ov¡f.iX, la rc'lñiíialr. llopó á st'i-
L u n a ulisfsiijii Lüi liL ¡(uluiiieiitaria
l'L'inPuiíia lio la ]iriniavrra pasa-
d a . Sü voíiin levitas [K>r tocias iiai'trs
y á toílas lini'as. Ilt'vailas \n\y niijjci'C's
(lü t u d a (•oiiilicinn. Masía las ilainci
des lltiüvn. vcíndoilíiras; del inn'n'ailu y
únifa.s imijijrrs [|IHÍ en P a r í s no llevan
sonibix'r'ü, y h a s t a las si cv ion lar; b r e -
tonafi con !a frente ceñÍLta |ior la elási-
ea t o e a blanca liabían ai.lii]itado y a la
Ie\'ÍI:a.
L o dicbo es r a z ó n s o b r a d a |iara expliear la a b s o l u t a desajia-
riciün de la retlitigote e n la rnotla do o t o ñ o ; poro conuí la fórmula
do imu ¡irenda (¡no al mismo t¡(;ni|)0 q u e servía de ve-stido dcfeii-
ilia e o n t r a lo.s i'iHimos ú los j)i'inicros fríos fiel e n t r e t i e m p o ora
\ ' e r d a d e r a m e n t o i'ilil, ac h a eonsorvado, a p l i c a d a al abrigo-ves-
tido, uüis práetieo (pío la le\'ita ()DI'(JUÜ no necesita oomplemonlo
niiitxun<i. y ¡niv.i elegante t a m b i é n ei>ii lo q u e no está a! alcance
de t o d a s las foi-tunarj ó situaciones y tiene monos riesgo ile llegar
á Hiv eosa vulgar.
E l abrigü-veslido c u b r e ])()r comploLo la t ú n i e a sobro la oual
se lleva; es eorto; moldea el busto oou viii le\'c a j u s t a d o ; a(.lc[iiiere
am])litud á ¡lartir do la cintin-a; lleva guarnición do jiif^l Hobi-o el
a n c h o euello-ehal, las b o c a m a n g a s y el bajo, f o r m a n d o on este
ú l t i m o Lnin serie do pliegues flotantes, y tione, on s u m a , t o d o ol
chic do la firaiide voulure.
En algunos modelos, lisos do espalda, t o d o ol vuelo do los
godots oi'Iailos d e piel í-ae por delanto on u n a línea origina!, u n
2)oco a u d a z , y menos a r m ó n i c a q u e la o b t e n i d a eon el \-uolo ca-
y e n d o á plomo y p o r
igual.
Jístos abrigos so cie-
ri'an e o n u n brocho on
bios, ó como un a b r i g o
do h o m b r o , on línea rec-
t a , jioro eon sólo dos ó
tres g r a n d e s botones os-
fórieos do pioiira do co-
lor ó d e enero,
L o s tejidos enipli'ados
.son la /.•'i.'i/iiiil//rciiiie y
o t r a s varifíilades ile las
.\'a inipi-cseindildes /.r/.s-
fias, y las piele.-; favoi'i-
t a s son el \'isón, la ce-
bellina, el kolinsky, la
cai)i-a do ¡Mongoüa y el
eastor.
LOS C(JL0R1':S
H a s t a ahoi-a, en lafe-
i'iadt! vanitlad d(! Long-
e b a i n p los colores domi-
n a n t e s s o n ol azul-rey,
ol jiarma, ol g r a n a t e y
ol gris.
Liis /(/illcur.s y los abi-i -
gos tieudcMi á los m a t i -
ces avellana, t a b a c o , n la-
i'rón,.. L o s vtistidos d e
entretiempo s o n , eon
m a y o r freíruencia, do los
eoloros (|U0 forman esca-
la entro ol rojo-Burdeos
y el rojo-Boi-goña... Y
en general se lui_\'e do los
coloi-i's vi\-os,de l o s a m a -
rillo.s. tie los rosados, d e
los aziilesy ile los veriles.
De l a l e v i t a
al abrigo-vestido
LAS FALDAS
P a r e c e n tonei om|jeño en desmenf ii-
(Mianto so había |i]'(>ui>sticado acerca.
flosu<les(íenso hacía los tobillos. Siguen
coi-las, m u y líoi-tas, y a p e n a s sí <íoii
abj-igo y todo llevan las mujeres cii-
bii'rtas las i'odillas.
i'lri c a m b i o , t o d a la pi-olongación pro-
\-ista on ol sentido voi-lical so aplica
en o! hor'i/.onta!, y lia,\-moilc-los d e ves-
tidos otoñales f[iio necesitan di! cinco
m e t r o s do tejido n a d a mentjs...
O t r a n o v e d a d está c o n s l ü i i í d a p o r lr.s orlas ¡i-n^gulai'es on el
ba-jo, f o r m a n d o ángidos ó c u r v a s si'dientes y e n t r a n t e s .
LOS ESCOTES
So a b r e n en casi t o d o s los modelos, on f o r m a de V, en e u i v a
d e óvalo, ó e n c u a d r o , como reminiscencia del I m p e r i o .
LO.S SOJI1311EHOS
i\Iuc!ias t o c a s do pÍol, m u c h o s gnri'itos do toreíopolo, a l g u n o s
fieltros dol color' del vcstítlo-abr'igo y m u y pocas cai.e.Hiicn. Apa-
recen los t u r b a n t e s (h; seda ó d e tisú, enjoyados (;on imperdibles
constelados do piedras finas, y no h a logrado !•! óxilo (pie se os-
p o r a b a la i n t e n t a d a resm-roeción do los p a r a m e n t o s do flores y
d e gi-andes p l u m a s .
LOS COLLVVKES
H a n sidf) ilostorrados los de ]Toi-las falsas y pietlras do color
d e gi'an t a m a ñ o q\io lu-
cían ( o d a s l a s mujeres
en l a t e m p o r a t l a última.
Y los nue\'us, a u t é n t i -
cos ó do bisutería, son
m u y discretos, do perla
m u y [ie(|ueña, y ciñen el
cu(;¡lo pi>r debajo del
tnc'titón. l'orniantio tros
hilos sucosi\'os.
LOS <Ul(';snA!in,[.KSl)
N o Ko ^•on, como es
lógico, en Longcliauíp;
])oro se h a b l a do olios en
t o r n o del jieso. May,
res|ieelo á este tíMua,
luia noticia sensacional:
lasupi'í^sión <lel pyjania,
q u e t a m b i é n ha. caído <'11
la m á . \ i m a \'ulgaridail,
y la ¡-(.¡(.parición d(í los
dcs/inhi!h\s de encaje, do
lerci(.>pelo. úv, lii'oeado y
a m i do tisú, e o m p l e l a -
m e n t o fomoninos y cere-
moniosos, en oposición
con la .sencillez equívo-
ca d(íl ji_\'jania, t a n (jar-
(;oniie, q n o y a p e r l e n e e e
á ese torcer género <|iio
los francí'.srs clasifican
e n t r o lo;q oí ros ilo;;, á
igual d i s t a n c i a d e las da-
m a s y <Ui li>s eabaíler'iis,
y al qui\, sin d u d a por
esto, l l a m a n la ilcini-
iiioiide...
ALU'E D'ArniiY
 iijjni'rrrrlii.iiiiiiiijjJ4U'ilT

Figuras de la actualidad íaatral

La admirable y her-
mosa primera actriz
Pepil.i Mclia, que
i^sl.-i rtali/ando cu el
Infanta Isabel una
brill.-mle actuación,
y cuyo beneficio ce-
lebrado r e c i e n t e -
mentt; liaconslituido
un verd;uicro lione-
naje de simpatía y
;idni¡ración d la gran
nrUsla

El ilustre primer actor lírneslo Vilchcs, que dcspuca de

haber permanecido ausente de España durante algunos
anos tía reaparecido en el nuevo Teatro Infanta Beatriz
al frente de su excelente Compañía, alcanzando un éxito
extraordinario

¡rene López Heredia, bella y nolahilisicna primera actriz de la

Compañía de Kruesto Vilchcs, t¡uc ha sido cariñosamente acogi-
da por el público al reaparecer en el Teatro luíanla Beatriz

L A ¡ D u n j i í i r a c h ' m ilci iiiiiíVu Ti.'íitro r r i f a i i t a líi-'.aífiz

i'<n'istifj cariictrups ilc veniütkü-a solemnidíui.
L o m á s sel'lL'-Co del M;ui]'i<l -ariHtocrático y liíir;iiii.i
^•0 lialii'íi i'niigi-ejítula iKjiielia iioclio en l:i.(.'3[iir-ii(iiá¡t-
s a l a d--l coliíieo. El «confort» y el lujo del IILÍIIIIIÜ
Benti-i?, son refthiíoute luliiiirabli'íi, y i'Oiivii-rtLti al
luiev'ü Lcati-o en uno de los n i i g o n s iJi.^ ifüdi-id. El
])últlÍc-o que iisiiitió la n o f h e
Íiianf;!;nral t u v o efLisívua ekigios
El uotjbilisiilioaclor y Mercedes Seros, gentil y eminente «estrella-' de la canción,
p a r a esü; t e a t r o , qtie \¡ov sn tMii- cantante José Romen, que actualmente constituye una de las artistas favoritas
|dnziinii(ínto, por :ÍII Injo y be- que lia sido objeto de del público, cuyo debut en Koniea como suprema atrac-
lleza s e r á e! sillo predijpctn de un sentido bomcnaje ción del excelente programa de dicho teatro ha constituido
de admiracióu y cariño un evito clamoroso
jiiic-sira a r i s t o c r a c i a . en Lorca,su tierra natal
 «La Veneciana»,
UN G R A N
de
ÉXITO EN
Antonio Paso (hijo)
MARAVILLAS y el maestro Forns

Eiigeni.i Ziiífoli, Salvador VideÉ'ini y cl Sr. Murcia, en una de las escenas más inlcresanlcs del
segundo acto de la adniirahle comedia lírica "La Veneciana", estrenada en Maravillas con éxito
e\traorii¡n,irio

José Forns, inspiradísimo com- Antonio Paso (hijo), aplaudido

positor, autor de la bella parli- anlor, que lia escrito el intere-
Inra de .'La Veneciana" saiife libro de -La Veneciana"

Eugenia Zufloli, iniérprete insuperable de *I.a Veneciana», en ei bello bailable del tercer acto de la celebradísima comedia lírica, cuyo reciente citrcno en Maravillas
ha constitnido un verdadero acontecimiento Icafral FOTS. CAMPÜA

La Compañía íie que (!s fi^Lira piteuiliitíiite la bellisiuia Enjícnia Ziitínli
lia obtenido en el T e a t r o Maravillas uun ile tns más justos y r e s o n a n t e s éxi-
tos del Ktnerü lírico. F,ii la comedia de Antonio P a s o (hijo] y el maestro
Forns ciílmiuan con feliz acierto todas las c a r a c t e r í s t i c a s de esta clase de
obras- Por si: hCacia frivola, <La Veneciana> recuerda aquellas o p e r e t a s que
inipusieron en la escena mundial los músicos vieneses; y por el interés de su
accitin evoca aquellas zarzuelas sentimentales del «género tírande».
Antonio P a s o !IH procurado dar en el libreto múltiples ocasioues paní que
el talento y la Kran íuspiraciun del maestro F o r u s encuentren motivo de luci-
miento. Eugenia Zuffoii, la gentilísima tiple, tiene en la opereta su g é n e r o
predilecto, el de sus mayores éxitos y ia b a s e de su gran reputación. En "La
\'eneciqna> ha obtenido la Zuffoli uno de sus más clamorosos triunfos. Maria
Pucliol, la gentil tiple y notable artista; Murcia, gran c a n t a n t e y gran actor;
Vidcynin y filanca, graciosiaimog, y vn suma todos cuantos intervinieron en
!a interpretaciiin de ' L a Veneciana" confirmaron el prestigio de la gran ("oni
par'iia que actiia en .\\aravillas
 DE LA CAMPAÑA DE M A R R U E C O S

'•*«.^- • -!- - ,•«<:.

Escuadrón de Caballería de Ifcgiilares entrando á !a carga en la loma del zoco T'Lata, una de las acciones más brillantes de la Caballería ¡ndi^cna en esta última elapa
de la campaña

fr.nnnr L-I ]dan ijno

R BCofiUMOS en esta
]i!lp;Í_na diversas
]iot;iíidrf'Íasoperac¡o-
lia (ii; acaliai- con !a
rebeldía i n d í ^ r n i í .
]i(í^ ííiíc..'""Iüs tro¡i;i^ M i r i i t r a s nnesfcraa
íi-aiicoesp:\ñnl:is rp;i- tro])a3, con id victo-
lí'ztiu .en Síiirniocos. rioso des 'nibarco y
L a colitboracióu cn- Ja ocu]iiicÍóii de A3'x-
tí'i; los ili:ifl ]i!iísi;.4 e.s- dir, ponen en i n g a al
'tá ílalído los íiMitotí cabecilla rifeño, los
que Hü p r e s a g i a b a n , franceses n v a n z a n CJI
3' ciula niifvo avam-.ií combates incniP.ntos
'en l a s (lULintks /.o- 'jue |inieb,Tii la des-
iijis )iriit!ba líi iileii- inor;ilización del ene-
tificariúii e n t r e las migo y liaci'ii v e r ca-
da vi-z m á s jiróximo
'fiun-zas (Te lina y o t r a el diclioao i'iu de l a
niición y el acú'i'to guerra.
dé ambos M a n d o s al

Los ¿cncrales Sanjurjo, Sar,5 y Andratie, con los coroneles Godcd, J,nna, Zozayíi y Sanz i'elayo, reunidos
en la flnya del QLiemado

]Ai casa de Buyibar, cuy:\ conslrucción estaban terminando los prisioneros con Tropas indijícnas del ejército trances iniciando \in ataque á la posición de Botan,
lodos los detalles de "conforln y adelantos motiernos, y en la que se csUbleció donde el enemigo inició dura resistencia, que fué vencida porias íiicr/as írancesas
el cuartel general de la brii!nd;i de Mclilla FOTS. rtGENCl.l OKA "KA
 LA ACTUALIDAD GRÁFICA EN FRANCIA Y ESPAÑA

P^iris.—Arulerson, el pilofo d e l a s d o s rued.is m i s v e l o z dol i n u n d e . E n la j o r n a - I'aris. - Casse, el c o n d u c t o r q u e tía h a t i d o en Arpíijon el « r e c o r d " ;iiiind!al d e l o s
da d e l o s « r e c o r d s * de Arp.ijon ha a l c a n z a d o cale hól d o la v e l o c i d a d d e 256 c o c h e s d e llOÜ c , c , l i a c i e n d o una veloi;¡d:id nie.lia de 182 k i l ó i i i e l i o s 232 me'.ros
kilómetros por hora p o r hora

'«i
i •

fose R o s a s Giiirao, q u e ha
í lite ni d o el p r i m e r p r e m i o en
la e n s e ñ a n z a d e t r o m p a , en
t i C o n s e r v a t o r i o d e Madrii."

^^^^^j^H

A d o l f o S á n c h e z Carrere, n o t a b l e Don Antonio F e r n á n d e z O v i e d o . — C o m i s i ó n o r g a n i z a d o r a d e la X l i l A s a m -

e s c r i t o r , d i r e c t o r d e la r e v i s t a de Rola, c o m a n d a n t e d e b l e a d e la U n i ó n F a n u a c é u l i c a N a c i o n a l , con.slitnida
« A r l e T e a t r a l - , q u e ha e m p e z a d o l i s i a d o M a y o r , a u t o r del p a r a la d e f e n s a d e la clase i a r m a c c u t i c a
á p u b l i c a r s e en M a d r i d r o n ¡tran i n t e r e s a n t e i i h r o *Dcl
¿sito FOT. PORTKI-A soiar tincrfcño* rOT. VALLLT

H u e l v a . — S o l e m n e a c t o d e s e r i n a u g u r a d a s las o b r a s del I c r r o c a r r i l d e n o m i n a d o B a r c e l o n a . — E l n u e v o o b i s p o de B a r c e l o n a Dr. M i . a l l e s , r o d e a . i o d e los c l e i n c n l o s

l ' u n l a del S e b o - L a Unbida, q u e l a n í o lin d e b e n e f i c i a r á la c o m a r c a e c l e s i á s t i c o s , m i l i t a r e s y m u n i c i p a l e s q u e fueron á v i s i t a r l e ? " el l-'ul.ig:? l i p i a c o p a l
r o r . CAi.i.!; ¡"OT. Mi;tU.r.TTI
 EL PERFIL DE
ruAiiRos I)]': Ksi'AXA r:x PAHI.S
i'Hiis.MrNUO lii' Xuu'\', el p i n t o r húngariMiiic lan-
S ío iiiiiii y coiiiiirfiiilo !Í ]^;s|tfiria, oxtiilm a h o r u
i.'ii ]*'iuin.-iíi t!\'i>i-íi('Íoni's ci'Oiiiátii-aí; ile luiejitro
país, luego (le liiihorhis i'X])uest(> en Aiiiéi'icii, oii Itiglatei'i'ii, y an-
ten (lu lli!\ar á la iVateriía. jofundiila.!] >:ohii' cli' su jiatria la ex-
jiresiva inucMli-a d e n u e s t r o s tipos. ei>sl unibles y jiaisajes.
JJu euaiitos a r t i s t a s exflunjei'Oí-» ti-njo la g u e r r a a la c a l m a
nedante, á los especláeulos sntr<"i'i(lores tío j-]spaña., Segisinnndo
d e N a g y ps uno de Ion iiiá^' n}iasi(jnailos. Con u n a ]iasión ipie,
lejos (!ií (|n¡lar ei>riii;-iin¡eiilo, [•(niscienc¡a t\v- los aetos, d a á su
a r t e íi,niiilitud y ¡irofundidad enio(¡\-a.
D u r a n t e oeiio t.ño.s Segismundo de N a g y fné recoi-riendo to-
llas las regiones españolas l e n t a m e n t e , sin dejarse llevar d e e^a
inipresionaliilidad d e los arl islas 1in'is(íi.s, sino deteniéndose alli
d o n d e los earu'-leres de rarialidad le parecían inás j)uroH y la
luz m á s fulgente, y las formas y eulores n a t u r a l e s ir.ás difielK-s
d e i'efl<\iar en su paleta pr<;visla y c a p a z .
Así, ISegismunilo de N a g y . fjuo cemeir/.ó ]inr u n a sPT'ie de einv-
dros donostiarras—niai-inas, inferiores aliunuiílos ile sidrerías,
p r a d e r a s ul)éiTÍmas en las rpie sonrcíii.n blanem^as tío caseríos— ,
c o n t i n u ó ¡lintando y ex])oiiien<lu t e m a s d e Castilla, de Aragón,
d e Valencia, d e Cata.luña, de A s t u i i a s , de f!al¡cia, de Navarj-a.
l'riinei'o en los mismos lugares donile ei-eaba ¡sus c u a d r o s , y luego
- -eun a l t e r n a t i v a s no m u y largas—en .Madrid, eomo demosti-a-
eiones evolutivas.
J^orijiK^ la singularidad d e e s t a p l n t m ' a d e Hegismundo d e
N a g y r a d i c a jirt^cisaniente on su siemjire insatisfí'eho afán de
ovolueión y d e renovaeióii.
P u d o creerse, c u a n d o sn i)rimera exposición madi-ileña en el
Palac(( Motel, liaee diez aüosj. q u e este a r t i s t a , acuciado |)or alar-
dea d e téeniea. ]H'eo(-u|)ado ])or la «mani-ra d e liaeei'D— liasta el
p u n t o d e <letcnOi' el e x a m e n erítieo en sus pineelaiJas ó en sus
goljios nerviosos do ¡linírel—, iba á ileslrnir sus condieiones d e
eoloi'ista en u n a i n t r a s c e n d e n t e \' arloquinesea fiesta do arlifi-
cialidades eromñüca'i.
J-(! disfr'azaba. a d e m á s , su t('m¡ieranu'nfü u n a obsesión agre-
siva de rareza, do i'paler le hounjcol,^; naeitla tlel ¡jrejuieio e<|Uí-
voeo (jue se tiene m á s allá de la frontera de n u e s t r a ' a e t ual sig-
nificación estética.
l'oílo aquello so h a ¡do disijiando al eonlacti» c()tidianu del
pintor lu'uigai-o con la ^^itla e.sjiañola.
N u e s t r a luz. sobj-e todo; n u e s t r o ^luseo. a d e m á s , h a n d a d o á
la p i n t u r a d e iSegismundo de N a g y diafanidad, ¡lureza y fuer/a
i-iuisti'uc(.i\'a. Acaso tenía yn t o d o esto. Pero se extTU\iaba, se di-
s i m u l a b a i n v o l u n t a r i a m e n t e por el ¡it'án e x t e r n o del procedimien-
t o y íle la m a y o r c a n t i d a d de lumiuismo á totla costa.
^'a sus n o t a s valencianas (pie d e b e ctmtai' el m a e s t r o liún-
garó e n t r e lo inejur d e su época (ies|)añolai>--decían esa noble
p r e p o n d e r a n c i a del t e m p e r a m e n t o sobi'e la eerel)ralidad. esa am-
plitud libi'íí d e los tenues y de la lu/. sobre la ri^buscada extra\-a-
gaiieia factural.
J'ero t!s nboi'a en la magnificencia d e jiaisajcs, en los reti'alos.
c u a n d o Segismundo d e Xa.g\' da la n o t a a g u d a y ¡)oderosamen1e
t i m b r a d a d e su ai'te. \-a c o l m a d o d e m a d u r e z .
Man p a s a d o por él—ó él por ellos- A'elá/.ijUez. C o y a \' Zu-
loaga. J'ero no á consec-nencia de u n a sumisión servil tie co|iista
ó {'on mía malieia hábil d e plagiario. Xo. 1-^1 t a l e n t o personal, la.
enei'gia t e n s a d e N a g y no consentirían eso.
Si (MR-(Mi¡ramos el i'eeuerdo d e (loya, \'elázijue/. y Zuloaga
en el iiiutoi' h ú n g a r o , es cuino mui. lógica conseeneiicia de abso-
l u t a identificación con los mi^^nios a m b i e n t e s de los maest r'os es-
pañoles de ayei'. que t a m b i é n el maesl i'o i'siiañol de h(_\' ha sa-
bido flesi'ubrii' i'u toiia su iiUetii iilad.
Su A'//'íf> </(•/ c'iii/oro. l<is enanos (pie c a r g a n cestos tle fi-iitas
ó }inLsan g u i t a r r a s ; los frailes r u b i c u n d o s q u e soiu'íen ciui el \'aso
de hotí ritió a m a d o del j o c u n d o --Xrciju'este, tienen un eai'áctcr
hiooufnndilile d e españoles, un exjierlo m a r i d a j e , u n a ]'a.l]iilanle
diiiáiuica exubej-ancia \'ital con un re|)<iso clási<'o de museo.
Por t o d a s las figui'as eorre oncondída y .sangm'nea di'nsidad.
\\\ rojo es el eoloi- l"a\-orilo do N a g y . liojos de t o d o s los valoi'os y
m a t i c e s . Desde los (]ue flamean c o m o llamas, á los ijue se reeon-
e e n t r a n niorteeinoíí fulgores d e u n d a m a s c o a n t i g u o ó rutilan
con la t r a n s p a r e n c i a c-ristalina fie u n rubí. Rojos jjoi- la c a r n e , de
u n a c a r n e \olu])tnosa tIe mujer, de im m a g r o rostro ascético ó
(.IB un \-és]iero do cielo congestionado á t r a \ é s de la \ a i i a r a i l a
caleiiturifuita d e un d í a e s t i \ a l .
P e r o , en c o n t t a s t e de tales pomposas ari'ogancias, las ni.las
(IB jiaisajes n a \ ' a r r o s , así ui'ianos. casi olíanos, vascos, d a n .-m
ueciito e n e a i d a d o r y mullicoi'de.
Y a no es o p o r t i m n h a b l a r d e mnnlieellismos ni ile malabai-js
mus ei'omát icos ipic e a m b í a b a n la (.-aildad do las formas y las
luces n a t u r a l e s en fuegos di? artilicio ó en transfusiones <it^ o t r a s
art.(ís, í-oirio SI.' hizo c u a n d o la pi-imera ex"posicÍf'Hi <le Segismundo
de \ a ' ' \ .
LOS DÍAS
Encoiilramo.s al [laisajista con t o d a la efect¡\-idai.l y rofuu'
dez d e la a d j e t i \ a c ¡ ó n . El ¡laisajista <.|ue d a á c a d a a m b i e n t e su
pro])¡a v e r a c i d a d , q u e no t r a n s p o r t a , con la caja de ajiuntes, la
receta de cielos, t i e r r a s y árboles.
MOHAXO V 1Í{.)HI;AS
De t a r d e en t a r ' d e s e repite en .Madrid la actuación
s i n i u h á n o a de Franei.seo Morano y de l'^nri(.|Ue Boi'rás. M i
Mabit.ualmente no les l e ñ e m o s . Jiecorren t e a t r o s /)_,
]jrovineÍii.nos, escetui-rios tle Améi-ica d o n d e t o d a v í a no se halla
l a n ]iervertido el g u s t o y enlodarlo el esjn'ritu ¡literario rpie la
Corte prefiere... ó parece preferir.
E s curioso establecer un pai-aielo e n t r e Jíorrás y :\lorano; ver
c ó m o o n t r e a m b o s r e ú n e n las condiciones iirimordiales del ver-
d a d e r o t e a t r o : el lealismo, el r o m a n t i c i s m o .
,A.mbos actores realzan sucesi\-aH, con.stantes, esas do.s cuali-
d a d e s . Jiiclnso i n t o r p r e l a n , á. veces, las m i s m a s o b r a s . Pei-o los
tempei'ameiilos, t a n distintos, logran n a u ' o r con\'¡cción ex])re-
siva c u a n d o se m u e v e n d e n t r o tlol género propicio á sus i)ecu-
liares d o t e s físicas y espirituales.
Morano se formó en el período b e n a v e n t i n o y q u i n t e n a n o .
con i'ápidas fulguraciones do frain'eslsnio. t r a d u c i d o m á s por el
ingenio d e la frase (pie por la recia a r q u i t e c t u r a ¡lasional... E r a
la época de las comeiiias. bien h a b l a d a s y bien \-esl ¡das; de los
sentimientos \ ' a g a m e n t e insinuados con una. neblina de buen t o n o
\' u n a l á n g u i d a ¡nuiía de frí\-olo escejUÍcisnio.
M o r a n o ad(|u¡ere la esencia sutilísima d e ese t e a t r o sin u n a
finalidad profunda, (pie eiisi'iTa á mo\'erse en escena con soltura:
á decir las frases soni'iendo. con s e g u n d a intención; á ])arod¡ur
gentes fi'jvolas del gran m u n d o , (pie sólo al Sr. B o u r g c t siguen
interesando toda\"ia. Pero, a d e m á s , le a c o s t u m b r ó al actoi', tpie
se foi'maba en Lara y en la Comedia, á la comicidad noble, á la
gi-aeta de las situaciones y d e los tipos, sin I l e g a l ' a l a ej)ilepsia
verbal, á la ]irocacÍdad salaz ó á la c a r i c a t u r a i)lebeya de las co-
m e d i a s acl.iiales.
E s t a educación, inevitable. (]ue r e t r a s ó un ¡meo la efectivi-
d a d d r a m á t i c a d e Kranci.sco -Morano, te ha serviilo para, (pío boy
día i'ueda., cnaiidr) ipiiere, ser nn gran actor d e comedia, eomo
es un gi'aii trágico.
L a formación d e J".^iiri(pie Borras coincidí' con la exasjierada
|)i'oloiiga.ción del nacionalismo c a t a l á n h a s t a la jjositix'a propa-
g a n d a del escenario, l-hiriipie líorrús empieza á declamar, en la
lengua m a t e r n a , los sentimientos raciales, las ideas q u e jalonan
el t r a y e c t o tle un regionalismo fecundo. Son tragedias rústicas,
apologéticaH e-xaltaciones d e figuras idealistas: sátiras de tipos
inttígrados ile u n m o d o nefasto en el conglomerado social d e la
burgu(*sía barcelonesa. K\ genio de (liúnierá a n i m a de romanti-
cismo literario la ideología m e d i t e r r á n e a de C a t a l u ñ a en ese pe-
ríodo do formación (.le J''ni'i(pie Horras.
El t e a t r o c a t a l á n entonces enqiieza á o h i d a r coniien/a n a d a
más- -la comedia y el saínete de c o s l u m b r c s , y t ( ¡ d a \ i a no ])edia
al vodevil francés su ingenio descocado.
P a s a por él, a d e m á s , i-l inqmlso nórdico del llamado "teatro
de ideas». Como sic.in]ire, C a t a l u ñ a precede al i'csto d(í l'^sjiaña cu
la evolución intelectual; y a.nles de (pní los actores y a u t o r e s de
!\ladrid se enteren del escandina\isiiio y germanismo e.scénicos
(pie epilogan el siglo x i x , los a u t o r e s y actores c a l a l a n e s les
afrontan, sin fundirse con ellos, (.'on.servan u n a orguHosa oves-
te.sia, u n o b s t i n a d o egotismo racial (jue--si les limitan los mo-
tivos y t e m a s d r a n u U i c o s - - l e s cimdensa y solidifica do ca-
rácter.
Así, el intér]irete d e la \-ida rural, el I r á g e d a de rústicos ó de
iirbí(rolas aipiejados do simbolismos, reflejo del estado colecti\'o
do t o d o un pueblo o r i e n t a d o h a c i a la ]'el.)eldía. iid(|iiiere ¡lara
siempre la a t r a c c i ó n del t e a t r o idealista.
Y c u a n d o llega el i n s t a n t e d e definirse a m b o s a r t i s t a s ; ciiando
se d e s t a c a n no en el efímero. tri\-¡a.t y grot(ísco relieve d e los
formailores de conijiañías aninijmas-'de a h o r a - . l o s dos (arimerus
actores siguen un m i s m o camino. Las gi'andes o b r a s universales,
los varios d r a m a s exiraiijeros y los escasos españoles (pie exigen
la a r r o g a n c i a del a d e m á n , la potencia de la voz, la belleza del
gesto. O el a h n a h u m a n a c o n c r e t a d a en las o b r a s victoriosas del
t.iem]>o, ó el a r i a coreada de un t¡]io r e p r e s e n t a t i v o de t o d a u n a
clase.
ÍMorano es un recio, un sobi-io realista. B o r r a s , un e x a l t a d o ,
un biperestésico románt ico. !Morano acerca á nosotr(>s, a los
h o m b r e s de la jiarca historia y la \-ida q u i e t a , los ejes de la^
emociiin v.nn u n a comprensibilidad fuerte y c o t i d i a n a ; B o r r a s
nos les m u e s t r a en mía excitación (pñmérica é inase(¡uible.
l'ísta m i s m a convicción. est.(í a i i r o v e c b a n ú e n l o y domini(j de
sus facultades ]iro|iias es lo (pie les bii,ee dignos al uno del otro,
y dignos, sobre iod(j, d e |Joder o s t e n t a r , en un período caótico
como el a c t u a l , l.\ legitimidafJ de sus dos primacías.
- , . ,I()SK F U A X C E S
 López Mezquita, académico

José María López Mezquita, insigne pintor, que el liomín-

go íiltimo ingresó en la Keal Academia de Bellas Arles de
San Fernando, conlcslándole cu nombre de la Corporación
nuestro jhislre conipañcro José Francés

p L JominiíO úUimo tuvo lugar en la lleal

'-^ Academia de Sau Foniaiuio la riicepciún
ilcl insigne pintor I). José María López Mez-
quita, que en la plena madurez de an genio al-
canza la iiiLixima consngración olicia!, justa
]"ecom¡)onñaá la magnitud y nnirito Je su oljra.
El nuevo académii^o lii/.o en su disrurño de
piTscJitaciíJn un acendrado (dogio do su ante-
cesor Jruuo/, Degrain. Contestó á López Mez-
quita nuestro ilustre compañero José Francés
en una bellísima oración, en la que resaltaron,
vibrantes, ponderadas, llenas de pasión y de
arte, las características literarias que lian
dado á este gran novelista su popularidad y su
prestigio. El discurso de José Erancés consti-
tuyó un acabado estudio de la personalidad
de López Jlezquita, un alarde do serena críti-
ca de arte, lograda con esa riqueza de léxico
y esa justeza de iniágenos que liacón inconlun-
dible la personalidad literaria de nuestro ilus-
tre cantarada. «Busto de mujer", cuadro oríj^ínal de López Mezquita, que el ilustre artisla lia donado á la lícal Academia
de Bellas Arfes con motivo de su injjreso en diclia Corporación

El nuevo académico José López Mezquita (1) y nuestro qncrido compañero José I'rancés (2), c^ue representó á la Academia de Bellas Aries en el acto de la recepción.
rodeados del presidente de la Academia y varios académicos, después del solemne aclo verificado el domingo último
FOTS. CAÍU'UA Y MORENO
Los Festejos de Otoño LA CABALGATA MILITAR DEL DOMINGO

A s a c r a m e n t a l frase J e «Todo !MatTri(l se r c h ó á

L 1.1 calle», pocas veces podrá s r r aplicada con
t a n t a e x a c t i t u d como esta vez, con ocasión de la
g r a n C a b a l g a t a Militar que recorrió his calles do
M a d r i d el d o m i n g o ú l t i m o . Los lunares por donde
labían de p a s a r las carro/.as e s t a b a n m a t e -
r i a l m e n t e a t e s t a d o s de público. Bl paso de la
Ciilialgata, forma da por u n a c a r r o z a del
A y u n t a m i e n t o y v a r i a s de los Cuerpos do
Jíuarni(^iÓH de Madrid, resultó de
lina írvan vistosidad.

Carroza litulada «.Madrid",

prcseiilada por el Ayuula-
niiento
FOTS. CORTÉS
 Carroza presentada por el Cuerpo de Estado Mayor Carroza presentada por el Cuerpo tic Marina

Carroza presentada por el Cuerpo de la Guardia Civil Carroza presentada por el Cuerpo de Sanidad Militar

Carroza presentada por el Cuerpo de Injíenieros Carroza presentada por el Cuerpo de Artillería
Detalles de la cabalgata lii'-''^'-¡ra CF'chr->i1a en Madrid el 18 del actual
FOTS. f-'ORTÉS
Una de las carrozas más originaks: «ti fulhcüsla", que sostiene entre sus enormes manos una copa El Pasco de Coches del Retiro en plena Batalla de Flores. En prim
de )a que emergen las bellas señoritas De Rey y Murillo la carroza -Sombrero ancho», en la que van las gentiles señor

TARDE espléndida de otoño iiiíiilrilcño en

el Retiro, en este Pai-que qiití es uno de
.está el Jurado. El snelo c
una alfombra multicolor,
los mejores orgullos de !Ma,drid. Va ;l cole- mas ocupantes dtí los can
bravse el más ¡m¡iort¡inte de los festejos, el san de recibir imiietuoso
que atrae al Paseo de Coí;hes de arjiíel Par- flores. Guando atardece <
que lina multitud que llena las avenidas, de otoño, termina el mejc
las glorietas, los palcos dispuestos para el ]( s organizados y empic
púlilico. Cuando cmpíe/.^L el testejo, el aspec- de las carrozas hacia i l
to que presienta la avenida es realmente pro- la multitud aglomerada ;'
digioso. Miles de personas se arraciman allí la callo de Alcalá.
para presenciar el paso de las carrozas. Cuan-
do éstas aparecen, en un cortejo ¡mimadísi-
mo de colores y de bellezas, el público aplau-*
de la magnifica presentación de todos los
carruajes. La batalla alcanza su miíxinio
apogeo en las cercanías de la tribuna cu que

"tjn partido de ten-

nis», carroza en que ^
iban cuatro delicio-
sas Kteniiiswomaii"..,

•Eva, prisioner.i de
las rosus",magri¡fic;i
Carroza presentada
por ia Sociedad de
Autobuses, y origi-
nal del reputado es-
ccnügraío Salvador
Alarma. Esta carro-
za obtuvo el premio
exiraor d in a r io de
«La Valenciana", ca- 10.000 pesetas...
rroza que obtuvo el
primer premio. De
las cestas que lleva
la monumental huér-
fana surgen las'seño-
reas De Key, Caua-
Icjas, Sedaño y
Herraiz
 EL MEJOR FESTEJO
DE O T O Ñ O

La Batalla de Flores en
el Retiro ha constituido
un magnífico éxito por la
belleza de las carrozas
presentadas y por el pú-
blico i n n u m e r a b l e que
asistió á la fiesta

término, á la derecha
s d e Vélez...

1 píiseo ea
as bcUísi-
;a3 no ce-
d a r d o s de
breve día
festejo de
, el desfile
.id, e n t r e
lo l a r a o tle
 ]:ir;GISTIíAjNínS en esla piiRum lins iioias
-^^ ciiliTiiiiaiUescle hi ;iciii;iliuad puliiica espa-
fiolii. Un el ['alucio del Hieki, de Madrid,
liniíjn Patriiitica hizo ubjelo de un linmenaje
:'L SU Dirccliir y P r e s í d e m e del Directorio, s e -
iieral I'ririio de Rivera, quien al final de! ban-
quete lii/<i un extenso discurso exaniiTiando
la sitiiNL-ion nai:ioiial cu sus distintos aspec-
t o s y declarando ¡í la V.'nlúti Patriótica con
capacidad para si'r en su día el partido que
asuma las responsabilidades del Ciübierno.
Coincidenie con e s t e acto se ha liecho pú-
blica u)ia interesante carta dirijíida por el ÍÍX.
ministro Sr. Candió a! Pre-sidenle del Direc-
torio. \-.\ docLinieuto se refiere en su totalidíid
al problema de Marruecos, y contiene una ex-
citación al general I'rinio de iíivera para que
sean aprovechadas las propicias circunstan-
cias acinalcs y los triunfos de nuestro Kierci-
to á fin de resolver totalmente la iucó^niía
marnxini y acabar con las inquieliules y ¡ias-
t o s de la y u e r r a . 1.a caria del Sr. Cambó, ins-
¡lirada en nn noble y aliri cnucepto paliiiUico,
dcinnestrEi n í a vez más la a.iíudeza, la fle.\i-
l'jUdad política y los dones de oponunidud
del antiguo «leader- reiíionalisla.
 LA MANO
EN LA MEJILLA
es la actitud de la mujer que escu-
cha, permitiéndonos apreciar igual
suavidad y blancura en la piel de
mejilla y mano, cuando se trata
de una asidua consumidora del
J a b ó n H e n o de P r a v i a
Es jabón puro, sin adulteraciones. Su
perfume se mantiene tan intenso al
principio como al final de la pastilla.
La espuma, ligera y abundante, sua-
viza, embellece y perfuma la piel.

JABÓN
;?HENO DE PRAVIA
Pastilla, 1 , 5 0 en t o d a España.
; Et ¡[npuesío del finibre a cargo del comprador. :
VARIAS NOTAS GRÁFICAS
DE A C T U A L I D A D

Jaén. — Antonio Márquez en un magnífico p.isc Je pecho á sti prinijr loro

en la segunda corrida de (eria, en la que lojjró un clamoroso triunf-3

Madrid.—Isabel Faure, bellísima y admirable primera actriz del Teatro de la Come-

dia, que linea sus singulares condiciones de artista una distinción y una elegancia
Zaragoza.—Pablo Lalanda lanceando magistralmenle de capa en la t'iUima corrida excepcionales, y que actualmente constituye una de las artistas predilectas del
del Pilar, en la que terminó, con gran éxito, ¡.ii brillante temporada taurina •júblico FOT. KAULAK

Logroño.—S. M. el Reyy Don Alfonso Xllf, á su llegada á Logroño,

Logroíio, donde ha hecho una brevísima estancia, fué recibido por las autoridades de la localidad y aclamado
entusiásticamente poí una compacta muchedumbre que siguió por las calles de la capital el coche que conducía al Soberano FOT, MARÍN
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|)Oin|)!i graiiii,
liuoco })a|ii'l rt'lucicntc. COPLAS ACTUALES y sin carácter to tleja...

t!o confoc^L'iiHi \-iik>ii(:iiitia •]\Ias no inipiiftii;

y espíritu tríiriispai'tiiiti:! iioy por hoy, t u vida os corta!
¡Yo t e Ciinlí) (.'uando llega
|inn|ii() fíMc \'0!"ii:in liíis .sido, la ('(•(^I^>niil:< veraiiie^ía
i'nli't' iKírHonají! (¡inJo. ul final Í\K¡ SU a n i m a d a
quizá el (Jilo m á s IIÍLS lucillo/ (ein|.nirada.,
u n a nucht!
Kn ^Qi-ür.a 011 (¡ue se haeo un fjran deri-o-
noí'liü tío alíígru \'oi'boiia, fio ale<írm, [ciio
y (It'I orijuiiiUo al eco, p r ó x i m o á r a y a r el d í a ,
ti'i, t a n Imofo, rnipMti'as s u e n a u n a h a h a n e r a ,
tuci^Jto t u rriiíilrlillti a r d e t u jioniposa esfera,
y aluriihnistü los aiiKires y en jirones,
(lo Paz, ('ai'Mion y Dolurcs f|uear'den (le! viento á los ;;i>-
á t r a v é s ile la falsilla caes a! suelo, [nos,
do t u s r a y a s 1.I0 colores... do te a p a l e a n sin duelo
los ¡lüllüs adolescentes,
íí'a'k'iicta') q u e así /f/.s dan ih; valici'lcs.'
pfilícronuí to sujelíi
al l'ollajn. y allí, atadcj ¡Farol hueco;
coTiHi |i()ni[ioso ali¡l>u1o, eon t u llama
brillíL^ e n t r o el arbolaclu se extintíiie ol riUiíno eco
cDino u n finito d<íl esti\-al Cuadari-ama!
tropical lino a r d e inflamado X n e s t r a veraniega. \i<la
y d e s t a c a oiili'o la hoja es sólo p o m p a oneontliija
su e n c e n d i d a eariie roja... <|ue se i)ñ ida,
se enferma y se m e n o s c a b a
¡Farol <á la \*oncc¡iiiui*, en eiiauto ¡a luz se a c a b a .
jiompa praiui!
A t \-isla L u i s Dl^ 'JWl'IA
mi nionuiria D Í U U J O S [)i; S l N C l i A

se i'Oinonla por la pista

d e la Historia,
Y a ú n t e veo
a l u m l j r a n d o algún paseo
lio Aranjncz en noche obscur;i
do aveiitm'a;
iioelio en (¡uií fuiste apa¡^ad'.i
]ior aljíiin e n a m o r a d o
i|UO ver lu) LIOJI'I á t u l l a m a
el deshonor ilü su d a m a .

¡Farolillo:
gnar'da el pndi>i' de t u brillo
y j a m á s n o s partici]ies
i|uo fué un ¡iiiro la/iatlitlo
la Corto d e los KetÍi)cs!

¡l'onilia grana:
t n a c t u a l vida
no es mnclio menos lucida
(|Uo la histórica y galana!
Y eso <|ue lii a r d i e n t e foco
se lia p r o s t i t u i d o u n |)oeo
al di'jar jKinérto d e n i r o ,
y en t u c e n í r o ,
011 \ e z del callo. ((íie i>rilla,
u n a eléctrica bombilla.

¿Le P i c a la Piel
o Siente Quemazón?
El Ungüento Cadum hace cesar
la quemazón y picazón al instante.
Projluce un eíccto calmante y cica-
trizante asombroso cuando se apli-
ca sobre la piel irritada o inílama-
da. Ha demostrado ser un gran ali-
vio para millares de personas que
durante años han estado sufriendo
Unéuento
•:-r^:r^..
IríM.^.''--'- . - v A
^5^^ívT;»•. ^-
dt eczema, acné (barros), granos,
forúnculos, úlceras, erupciones, ur-
ticaria, ronchas, almorranas, co-
mezón, sarna, postemillas, escal-
dadura, s a r p u l l i d o , costras, así
como en heridas, cortaduras, ara-
ñazos, lastimaduras, quemaduras,
magulladuras, Precio 2 Ptas,
•^WS^r^-^
LOS ACONTECIMIENTOS DEPORTIVOS EN MADRID

Fmloresco .ispeclij Je un scctoi- dcJ circuito malorista en Uis proiíuiiidades lie Campo Keal. !üti la carretera,
dos molorisins en plena carrera

Cií.Mi-ENiHAMos eii tíritiis noUis j;i-iUicíis hi ¡irtualiiliLd ik'poii.iva iiiaiirileñii. Kl

(¡i'iin l't'einin íli'l Ayiiiifninit'iito ilo ^Madriit i-ongreoti en la (¡arte á los (fases»
lU'l Jioilal, qiiienrs en lu« lioscífrilns liilónifli'os dt; recon-iilo tuvitír<iii que eiiiiilearsi'
.i foiuiu, siIl^•llIal•lnalLl.e ¡laia v.'iiuei- liis iliticiiltades iK'l J'iierto lUi GuaJaiTaiiiu.
El caLiiláii Miirísiú, el lillbaíno E a n - o e i a b e ñ a y el m a d r i l e ñ o G a r c í a fueron loa tres
[iriiiieroa chisilícaJos. En c\ cii-iMiito de Cain]io Real so celebró la prueba ¡naugurnl
lie P f ñ a M o t o r i s t a , patrni-uiada tanibÍL.-]i [>or id ^lunicipio, Pn la que p a r t i c i p a r o n
iiLuncrosos vehículos de do.-í, tres y c u a t r o r u e d a s , M a n u e l l''iieiites y Román U r ¡ -
liesalgo fueron lo? voucedortís de moto y aiitociclo, rcspectivanieiitp.
En el CÍTiíO de Price, el vasco U z c ü d u m boxeó (inntr:.. el francés B a r r i c k . J-a
sniierioridad de n u e s t r o c a m p e ó n fui; evidente, y ;il
Paulino, el campeón eipafio!, sexio ¡isaU-o el rival SO dió ¡lor vencido, triluitando el
con el francés Barrick. á quien público lina í^ran ovación ftl ox leñiulor iiLie cada Viv.
ír'combT.fceYeS^d':;\^:'^¡ «lomuestra liallarse en , n a y o r forn.a y tener n u e v a s
Circo de l'ricc a p t i t u d e s p a r a llegar a la n i d a en rso duro olicio del
FOTS. CAMl'IJA V COKTj'-S pULrilísmO.
 TiUMJá 1 m Vil - ' - •

tlVTi FMiiéM'JUfi-
mi w m mL. Mm m W^ mm l.MLm *J^
s

Los mejores contra el frío y la humedad

DE VENTA EN LAS BUENAS CAMISERÍAS Y ALMACENES DE GÉNEROS DE PUNTO
 LOS SERES I M P O R T A N T E S
E s innopable (¡iic c u a n d o -se \h:iza á tina ]")s¡<'ión que lus aiiii-
go.s llaman iki nnUura enviiüalilo» so ]ii('i'<lo u n t a i i l o oí I-CÍ-
. CMicirtlu do lo (jiie fue umi anloi'iufiHciih! y so c'OTuionza á
creer (|iii; se lia v'ciüiío al m u n d o oou ^'uantos df cabr'ilílhi ])ucs-
IKIIITEI»^
tos. Ti'iwto cosa t\s i-ci'oiiiií'erlo; ]>ei'(t la Munianiílad os m á s liuo-
ca i|U0 un fiii'f)lilli) á la A'onooiana. Seros i|Ufi ci'aii m á s sonoillus
(|no \in vals y ijue antns on ol oafó so guai-daban los terr'i>nos t[i-
oirndu (¡uo ora u n a prome.sa, en c n a n t o han tonitli» un modiana
é.vifo, a u n q u e este h a y a sitio comic.'ndo almejas, se onfíríen, se
ostira.n _v se eonoeden á. sí uiisnio.s m á s hn|>(n'(aní-¡a i[UO si fiioraii
ol propio Xapoloón el. Clfamlc quo huhioi'a vuelto á este n u m d o ,
,-Se h a n fijado ustedes en la eiiornn» c a n t i d a d do gent-o <[uo
h a y ijue mira eonio si lo iiieiera desde un toi'oer piso y los q u e
]iasárainns á su lailn fuósem()s insignificantes gusanillos? Son los
jnismos q u e en su casa quioi'en iiace?' \ i d a d e ^ r u n d e s d o J'^spaña
en ejorcicio, sin toner dos poseías ]>ara sustoTioi'la.
— A ver, Clotilde: ;,(|ué Jia\' de ahnuoiv.o'í
—Pu(W, como siempre, cocido y di' |)t'¡ticipif> hígado frito.
-—¡Hotoi'ta! ;.Tú to lias ci-eído (|U(; yo |)ued(i comer oso ocu-
p a n d o o] lugar que oi-npo en la sooiedail'í l'M cocido osla roñii.lo
cojí los h o m b r o s de cierta a l t u r a social, y por lo t a n t o no puodo
enlcogai-nie á s e m e j a n t e alimentación, O me pones algo con sal-
sa, rpie es lo tjtie comemos los liombrcs i m p o r t a n t e s , ó nos di-
\-orciamns.
Kn aquella easa, quo a u t o s e r a d e ])ftz y sencillez, rlosde cpie
ol jefe se cvci^ personaje ilo relieve las c o s t u m b r e s c a m b i a n y has-
t a se obliga ú la ci'iada á (pie api-(!nda a l g u n a s p a l a b r a s en fran-
cés ])or si l l a m a á la jinoi'ta n u di|ilomático e x t r a n j e r o .
J l a y familias, como la do .Membi'ilio, poi' ejemi)Io, quo p o r
tenor un (lariento concrejal r|U¡nj-oi> (juo liasta los g u a r d i a s la sa-
luiloii en la calle, y no lia m u c h o s días ha tenido con la p o r t e í a
u n a bi^onca toi-i^ible ]iorque la ínfelii', inujer se hallaba en el por-
t a l m o n d a n d o unos guisantes.
—Mire usted, A t a n a s i a : s e n t i m o s uuieho i.leeíi'selo; poro en
loa casas en ([ue vivon porsontis dtí viso como n o s o t r a s esos me-
—Mire iistcti, Anastasia: sentimos muclio decírselo; pero,..
nesteres se hacen on el intorior del c u c h i t r d .
—iCojiKj m a y o r m e n t e no ofendo á naiilo!
•—Poro vil on desdoro del inqniünsito, y lo q u e debería usted p a r i e n t o en la b a n d a quo cierra la marelia. O ese chico so liaco
hacer m obligar á su m a r i d o á que so p u s i e r a n n a librea \'erile y por lo m e n o s jefe d e a d m i n i s t r a c i ó n tío jirimcra clase, ó termi-
e s t u v i e r a en ol portal, náis,
~ í M i m a r i d o ile verde'í ¡Callo u s t e d , señorita! ¡Así e.s c o m o lo —¡Qu() d e s g r a c i a d a soy!
p o n d r í a n los amigos c u a n d o se p r e s e n t a r a ú j u g a r al nu.is en la — H i j i t a : fíl o c u p a r ciertas posiciones t r a e ciertos com}irom¡-
t a b e r n a disfrazao do ese m o d o ! sos con la sociedad. N o s o t r a s no somos u n a s cual(|nieras, sino
—;,AI musV ¿ P o r q u é no a p r e n d e á j u g a r al mah-jongij, (¡uo es t|U0 t e n e m o s un p a r i e n t e e n c a r g a d o do velar [lor la defensa dtíl
m á s fino? vecindario y e s t a m o s en la obligación do darle t o d o el brillo po-
— P o r r | u e no 1Íen(> y a edad |)ara a.]jrender ol inglés. sil>Íe.
liso d e ciarse i m p o r t a n c i a obliga á las g e n t e s á u n a p o r c i ó n — M a m á : ni i|UO tu\-iéranios un salón de limpiabotaií.
de eosas', en las (pie antros no sis jionsaba, y asi vemos á esta iiropia •—lírillo moral; ctniíjue fuera do (onlorías y h a z t e c u e n t a d e
señora d e Membrillo obligando á u n a d(í las niñas á (pie riña con quo ol oboe ha lanzado la n o t a final.
ol novio |)or([ue lo |)aroce de escasa significaci(')n p a r a yer'iio. .I'istas molestias y contrariodaiUís tjue sufren las personas de
— ¡ P e r o , m a m á , si Isidoro es m u y b u e n o y ou c u a n t o tcT'uiino \ i s o se ven, en cambio, a m p l i a m e n t e c o m p e n s a d a s con la satis-
la c a r r e r a de mt'isica nos casamos! facción (jue e x p e r i m e n t a n c u a n d o se sienten a d m i r a d a s por los
-—•;.Y crees t ú (|Uo v o y á ])ornntii' (|U0 seas la señora de un d e m á s , como le ociii're á d o n Onofro, el insigno dcscubriihn- de
obooV ;.Qué diría n u e s t r o paiúonte ol concejal? Lo paro(!eria (¡ue la fabricación d e los t i r a n t e s de g o m a sin gotna y sin t i r a n l c s . . .
cuaiulo v a y a ]fresi(liünilo u n a procesión so iba á e n c o n t r a r á su C u a n d o e n t r a en ol café, t o d o s los contertulios so a p r e s u r a n á
instalarle en ol d i v á n y á ofrc<'erlo pi-
tillos emboítuilladcs, (juo tle\-an oxclu-
sivamonto p a r a él.
•—;,Qvié h a y , g r a n d e liombro?
— P o c a cosa; m í t a l e n t o descansa
p o r a h o r a y no rpiiero ocnparuKí d e
n a d a m i e n t r a s mi [latria no inv no
ees i t e .
K s t a s p a l a b r a s , diclms con gríui so-
lornnidud, })roducen e x t r a o r d i n a r i o
ofor(.(i en c u a n t o s las oyen, y husia el
|iropio <-ama]'o]'0 so emociona de l a l
m o d o i|ue d o r r a i n a la lecho sobro ol
]>a]italón del h o m b r e i m p o r t a n t e , 'J'o-
d a la t e r t u l i a se a p r e s u r a á lim]iiar
con sus pañuelos al m a n c h a d o , y has-
t a el e n c a r g a d o del establecimiento
a c u d o á d a r exj)licacioncs, n o faltan-
do ([uion crea (|U0 se d e b e llevar á la
Comisaria al c a m a r e r o jior d e s a c a t o á
luio d e los hiMnbres c u m b r e s do este
|iaís. A f o r t u n a i l a i n e n t o . fisto es magná-
n i m o , y el m o z o , cpio h a in\-ocado te-
ner i.iÚM hijos y un ¡irofundo rosiieto
á l(^s p a n t a l o n e s d e d o n Onofre, es
l)erdona(lo,
¡Dios luíii! ¡Cuan ridiculas son las
porsonas inip(n'tantes!
—A ver, Clolilde: iqiic hny de aliiiucrzo?..
A. l í . i í O X X A T
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ÚN continúa explotÁDdose en las películas el viejo tema de la
A españolada. Por fortuna, en la mayor parte de las películas
que actualmente se editan con asunto y ambiente españoles, se
tiende á dar nna visión más noble y m i s exacta de España, Se
acude para esos asuntos y para esos ambientes ¿ nuestras novelas,
A nuestras tradiciones, á nuestras obras teatrales. De este modo
se borran las panderetas y los alamares de la vieja españolada...
Sin embargo, en el extranjero aún brilla de vez en cuando
la españolada. Lo comprueba esta fotografía de nna escena, de
película norteamericana. En etla, la actriz Renée Adorée y e!
EN EL " F I L M "
actor Manuel Granado interpretan an momento de la cinta «El
bandolero». Se refleja en esta escena de la película lo que es la
cinta: paisaje de serranía, venta en el camino, bandoleros con
manta de colores, cabeza ceñida por el pañuelo vistoso, trabuco,
puñal... Todos los adornos de una típica pandereta española, tan
típica como, vieja... Porque los actores y los editores de la pelícu-
la ignoran que de toda esa leyenda no queda más que el recuer-
do, qne se esfuma poco ¿ poco en la distancia, como van esfnmán-
dose también la antañona diligencia y los toreros de chaquetilla
corta y sombrero ancho...
D ON Ramón, además de litera-
to escrupuloso y concienzudo,
era un hombre bueno é inta-
chable. Medio siglo de vida labó-
rioaa y austera había costado al-
canzar esta reputación. Por sus
prendas morales, su conducta irre-
prochable y su vasta erudición
creíasele con méritos sobrados para
llegar á la celebridad. Su firma se
cotizaba á buen precio en los pe-
riódicos de la región. Esta circuns- •
tancia, imida á su virtud acrisola-
da, le conquistó gran autoridad
entre los socios del casino, que le
tenían por arbitro de sus contro-
versias. Había en sus facciones una
expresión, candorosa y afable. Era
el hombre más bondadoso y servi-
cial que he conocido. Nadie recor-
daba haberlo visto enfadado, y pa-
recía tan tímido que cuando habla-
ba hacíalo en voz muy baja, como
si temiese ser oido de los demás.
Todas aseguraban que don Ramón ganaba dinero, á pesar de
que con ello estaba en abierta contradicción su vida poco me-
nos que miserable.
Soltero empedernido, vivía modestísimamente en una fami-
liar casa de huéspedes desde hacía muchos años; vestía mal y
gastaba estrictamente lo necesario, por todo lo cual algunos des-
aprensivos motejábanle descaradamente de tacaño.
No diremos qiie á don Ramón ie disgustase el aprecio que
merced á su cultura y laboriosidad había merecido de sus con-
ciudadanos; pero ai que lo que más le complacía de todo era la
conquistada reputación de hombre intachable que le concedía
ilimitada autoridad moral. Y tan orgulloso estaba de esta repu-
tación que constantemente velaba por ella, con8er\''ándola como
un tesoro al abrigo de hablillas y censuras maliciosas...
Todos los días iba al casino á la misma hora para encerrarse
en la biblioteca, donde, atento sólo á sus cuartillas, el tiempo se
le pasaba vertiginosamente.
Aquella tarde, contra costumbre, abandonó su silencioso re-
tiro ó liizo presencia en el salón, tomando asiento en una mesa
próxima é. la ocupada por dos jóvenes bien vestidos que conver-
saban animadamente. Nuestro hombre, al principio enfrascado
en la lectura de la Prensa, no prestó atención á sus palabras.
—No seas imprudente y obra con cordura—aconsejaba con-
fidencialmente un muchachote de ojos claros á su compañero,
quien con la frente entre las manos y los codos sobre el velador
parecía planear una venganza. Don Ramón contempló á este ab-
sorto personaje. Era un joven de perfil apasionado y aristocrá-
tico.
—Amigo: es fácil dar consejos cuando se vive sin inquietudes—
le respondió sacudiendo la cabeza.
—.Supongo que no emularás á Werther—repuso el muchacho-
te Con fraternal soma, á la vez que fruncía el entrecejo.
Don Ramón, al observar su gesto, no pudo menos que son-
reir. Y, ¡cosa extraña!, en la sonrisa de aquel hombre había algo
de las horribles viejas de Goya.
—¡Sí; eso es; biirlate encima!—exclamó el joven malhumo-
rado.
—¿Te molesta? ¿Te irrita?
—De sobra lo sabes... Pero esta vez reconocerás que Matilde
bien merece elogio, ya que no admiración...
—No lo niego... ¡Y qué me dices, en cambio, de BU señora
madre?
—jCalla! ¡No la menciones! ¡La muy bruja! No sueña más que
en satisfacer su ambición á costa de la felicidad de su hija. ¡Se
la arrancaré aunc[ue la esconda debajo de tierra!
Momentos despuís los dos muchachos abandonaban el ca-
sino cogidos del brazo.
Don Ramón los vio desaparecer mirándoles de soslayo por
encima de las gafas. Estaba pálido y el periódico se estremecía
en sus manos convulsas.
Era ya media noche cuando don Ramón abandonó el casino.
Arropado hasta los ojos, parecía querer desfigurar ó confun-
dir su silueta. Había torcido su cotidiano derrotero y avanzaba
cautelosamente pegado é la pared. Muy á menudo volvía la ca-
beza sobresaltado, temiendo sin duda que alguien siguiese sus
pasos. Indudablemente velaba por su reputación una vez más.
Al doblar una esquina aceleró la marcha y como una exhala-
ción esfumóse en el obscuro portal de la casa próxima. Después
de tomar aliento el buen señor, con la ansiedad en el semblante,
ascendió por la escalera, cuyos peldaños crujieron bajo sus pies.
No hubo llegado al descansillo del primer piso cuando sin hacer
el menor ruido una puerta se abrió, dibujando en su marco la
obesa figura de una mujer, cuyo
rostro conservaba borrosos vesti-
gios de una belleza perdida.
—He sido puntual, ¿eh?—argü-
yó el hombrecito tomando aliento.
—Te he mandado llamar — le
interrumpió la mujer con un gesto
huraño-^porque necesito dinero.
Con lo que me envías no pedemos
vivir decentemente...
—¿Más dinero? ¿Y de dónde lo
'. voy á sacar?
—Tú veras, hijo.
—¿No te entrego cuanto gano?
¿De qué me puedo privar ya?
—Piensa que liuy que buscar á
la niña una proporción adecuada.
Que para esto se requiere vestir
siquiera modestamente, vivir en
sociedad... A propósito, ¡ya ves!, se
nos ha invijado al baile de Cama-
val, y seguramente no podremos
asistir por falta de ropa... ¿Quieres
algo más triste?
—Bueno, mujer, bueno. Veré de coni^eguir que me adelanten
alguna cantidad...
—Necesito quinientas pesetas para la próxima semana.
—Las tendrás, mujer, las tendrás—decía el buen hombre, y
suspiraba con aire de resignación.
Estaban en el vestíbulo; hablaban en voz muy baja, sobre
todo don Ramón, que á cada ins;rantc imponía silencio á su obe-
sa interlocutora. Cuando terminaron, ésta parocí^i tener prisa por
despacharle, pues empujábale hacia la puerta.
—¿Matilde?—interrogó medrosamente el buen señor.
—Duerme hace ya ima hora.
—¿Podría verla?—requirió en términos de súplica.
—¿Estás loco?—exclamó la mujer indignada.
—Bueno, mujer, bueno. No te enfades. Pero siquiera, ¿cuán-
do me vas á dar su prometido retrato?... Sólo conservo uno de
cuando era niña...
—Bien. Tendrás cl retrato...
Y sin más cerró bruscamente la puerta, y don Ramón, eabií-
bajo. empezó á descender por la escalera.
Sonó el timbre. Poco después unos pasos mcnuditos se apro-
ximaban á la puerta. Esta se abrió y en sn dintel dibujóse la co-
quetona fijiura de una doncella prcsunrida.
•—¿Está lo señora? -interrogó don Uamón á me^lia voz.
— N o . señor. Ha salido... Está la señorita.
—Entonces esperaré,
—Pase \istctl.
Don Ramón, con cl sombrero en la mano y aire de gacela
asustada, cruzó, precedido de la mu<!liacha, algunas habitaciones,
amuebladas con lujo, y al fin detúvose en un gabinete que tenía
vistas á ia calle.
Acercóse al balcón, cuyo visillo <lescorrió, y después de lim-
piar las gafas, observó los movimientos de un joven (juc paseaba
la acera de enfrente y muy A menudo miraba á los cristales, tras
los cuales don Ramón, medio agazapado, le obser\'aba. Sonrien-
do con malicioso agrado, reconoció en cl joven al cuitado mance-
bo que días antes, en él Casino, confiara sus quejas ni paciente
oido <le un compañero resignado, y del cual había averiguado que
era un médico muy inteligente y todo un caballero.
En tan poco digna actitud sorprendióle la alegre presencia de
una joven encantadora. Don Ramón, al verla, quedó suspenso,
extático, con los brazos abiertos. Parecía <iue una fuerza misterio-
sa había contenido su irresistible impulso de abrazarla y le ha-
bía petrificado.
—Buenos días, señor. ¿Espera usted á mamá? No tardará
ñaucho en venir. Dispénseme si le interrumpo.
Don Ramón no desplegó los labios, fascinado ante la gracia
y hermosura de la joven. Era morena, y por sus rasgos notábase
que en ella la juventud iba reemplazando á la adolescencia. Te-
nía cierta semejanza con la bella dama del retrato, auntiue era
más esbelta y más expresiva. Sus pupilas, radiantes y pletóricas
de vida, exteriorizaban los puros sentimientos de su j\iven¡l co-
razón.
—Siéntese, ¡por Dios!—continuó la joven sonriendo sin per-
catarse de la estupefacción del buen hombre.
Este obedeció sin replicar. Sus ojos estaban vidriosos, húme-
dos y por más esfuerzos que hacia no podía romper á hablar, limi-
tándose á admirar á su interlocutora con veneración.
Como la joven le sorprendiese contemplando ensimismado el
retrato de la obesa dama, le preguntó:
—¿No la conoce? Es mamá. De joven era muy hermosa...
—Por cierto... muy hermosa...; pero no tanto como usted.
 —¡Muchas graciasl... Ese militar que está á su lado fué mi do, el candidato favorito de la madre de Matilde. Su vida es-
papá. Hace muchos años tjue murió. candalosa, su renombre de libertino y su dinero iiiciéronle po-
—¿Lo conoció usted? pular y deseado entre las mujeres. Pero á pesar de todo no le era
—No, Bcñor; por desgracia... ¡Qué arrogante figura! ¿Venlad? simpático á Matilde. En su buen deseo así lo suponía dtm Ra-
Don Ramón se sonrió. La joven, aimque hablaba animada- món, quien, tiritando, creía observar en el rostro de la joven ma-
mente, no tenfa puesta su atención en lo que decía. A cada ins- nifestaciones de descontento, mientras bailaba. El módico ena-
tante se acercaba al balcón; descorría el visillo y miraba á la morado, aquel muchaclio sinceróte que la rondaba, también es-
calle haciendo señas disimuladas. taba allí con el mesurado disfraz del príncipe Hiindet. Parecía
—¿Le gusta á usted la ciudad, Matilde?^dijo don Ramón triste y no apartaba los ojos de su amada doncella. ¡Cuánto de-
mordióndose los labios al pronunciar irreflexiblemente este nom- bía sufrir al verla en los brazos de su rival! Pero ella le consolabn
bre. con miradas dulces, profundas, llenas de cariñosa expresión.
La joven volvió el rostro sorprendida. Testigo de aquella escena juvenil, D. Ramón inclinaba su
—¿Sabe usted cómo me Hamo? simpatía hacia el médico, sin resignarse á verle con gesto tan me
-—Sí; por su mamá... Noa conocemos hace muchos años... lancólico. Fué un ráfaga imprevista la que pasó por su imagina-
En esto la puerta se abrió y ia señora obesa, bien vestida, ción haciéndole abandonar el lugar de espionaje.
irrumpió en el gabinete apresuradamente. Llegaba sofocada. En- Poco después uno de los criados al servicio del casino atxave-
tre ella y la hermosa dama del retrato había cierto, aunque le- saba, rígido como una momia, el salón de baile, dirigiéndose ha
jano, parecido. cia la pareja que formaban Matilde y su galanteador. Ella esta-
—Don Ramón. ¿Cómo está usted ?—soludó tendiéndole la ma- ba acalorada, violenta y é! no cesaba de requebrarla.
no. Perdone si le he hecho esperar... ¡Matilde: déjame sola con —Don Armando—le dijo el criado llamándole aparte—. Avi-
este caballero y no te descuides en prepararte! Don Armando no san por teléfono de su casa que vaya usted inmediatamente. Su
tardará en venir... señora madre ha sufrido un ataque de aploplejía.
La joven hizo un mohín de desagrado, y dcF^pués de despedir- El mancebo, al oírle, palideció, y sin excusarse siquiera aban-
se de don Ramón desnp.ireeió no sin antes lanzar sobre la calle donó e! salón atropelladamente dejando á la doncella estupe.
una mirada expresiva. facta.
-—¿Qué la has dicho? Responde... ¿Qué la has hablado?—ex- Casi al mismo tiempo el joven médico que seguía con atención
clamó la dama, irática, después de percatarse de que naílie podía los movimientos de -su amada y no acertaba A explitiarse la repen-
oiría. tina desaparición de su rival, recibía un sobrecito cuidadosamente
—Nada, mujer, nada. No te enfades—respondió sumiso don cerrado. Cuando lo abrió encontróse 8orj)rendido con una tai"*
Ramón. jeta sin firma algima que decía así: fl¿Cómo duda usted si ella le
—¡Ah! ¡Gracias á Dios!... ama?... Ahora se le presenta una buena ocasión... No olvide que
Y al decirlo la mujer respiró con la satisfacción (jue siente las mujeres desprecian á los hombres tímidos. >) Boquiabierto el
quien se (juita un gran peso de encima. joven leyó estas palabras misteriosas una y otra vez.
—¿Traes el dinero? Kl vals de ensueño volvió a oirse. Su ritmo ejercía una fasci-
-—Aquí lo tienes... nación inexplicable.
Un minuto de.spués don Ramón bajaba la escalera ensimisma- Fila le miraba sin pestañear, celosa... Parecía esperarle.
do, triste. Antes de salir á la calle Cuando don Ramón, estreme-
HU pañuelo recogió una lágrima in- ciéndose de frío, observó que el
discreta. joven médico envalentonado se
—¿Quién es ese caballero tan acercaba á Matilde invitándola á
aimpático?^—interrogaba la joven valsear, sonrió c o n satisfacción
al mismo tiempo. y é punto estuvo de palmotear
—Un antiguo amigo de tu pa- como un niño al verlos juntos,
dre. abrazados, confundidos en sus ar-
Matilde, al oir estas palabra», dientes miradas. La joven esta-
contempló á su madre fijamente ba radiante de felicidad, sin poder
con aire de preocupación. disimularlo, y su caballero, em-
—¿Por qué me lo preguntas?— bargado por la emoción, parecía
exclamó ésta sorprendida. deslizar en el oido de la ingenua
—No lo sé... jiVTe miraba de un palabras de amor que la rubo-
mo<ío'.,.. ¡Había en sus ojos una rizaban.
expresión tan extraña!... «¡No podía ser de otra mane-
—¡Estos picaros vejetes inco- ra!», pensaba don Ramón frotán-
rregibles!—argüyó la obesa d a m a dose las manos y encaminándo-
palideciendo. se á su retiro. Verdad es que ha-
Y Matilde, al oiría, recobrando bía dado un susto regular á don
su jovialidad, soltó una carcajada. Armando, Su palidez cuando le
vio salir del Casino infundía es-
panto. Pero bien valía aquel susto,
E r a la media noche. que no tardaría en desvanecer,
Los acordes sensuales de un se, la felicidad de su... hija. ¡Su
vals de enstieño llegaban entris- hija, ¡quó caramba! ¿Por qué no
tecidos por la ditjtancia. El Car- había de pensarlo si eii ello nu
naval celebraba en el Casino 8u sufría menoscabo su reputación?
acostumbrada fiesta. Sobre la blanca sábana queda-
Fuera nevaba, nevaba M I « I - ba impresa la huella de sus pies,
ciosamente... La ciudad disfraa»- huella que la nieve que descen-
base también de un blanco su- día mariposeando no tardaría en
dario... borrar.
Aterido de frío y apoyado en el En una calleja se cruzó con
tronco de una acacia don Ramón dos desconocidos que le saludaron
seguía embelesatlo el curso de la respetuosamente.
fiesta. Contemplaba las danzantes —Es don Ramón, ¡no? ¿De
parejas á través de los vidrios, y dónde vendrá á estas horas?—
esto era suficiente. Una capa enor- dijo extrañado el uno al otro cuan-
me lo substraía á la curiosidad do doblaron la esquina.
de los escasos transeúntes. —No tienes que pensarlo. De
Una hora llevaba allí, clavado trabajar mientras los demás se di-
en a(|uel rincón de la pla^a, y vierten.
á pesar de que el frío y la hu- —Es un sabio...
medad entumecían sus míembroe, —Sí; un .sabio y un santo...
considerábase feliz porque la veía, En aquel instante dio la hora
íQuó hennosa estaba con el dis- en u n reloj que parecía amorda-
fraz de la Margarita de Goethe! zado...
Un joven disfrazado por una ex- MANUEL IRIBARBEN
traña coincidencia de Mefistófe-
les la asediaba. Era don Arman- DIBUJO DE DUBÓN
'I^^A^^^A?,^. LAS NUEVAS NORMAS DEL COMUNISMO RUSO
EVOLUCIÓN?
N el cataclismo social de Rusia, lo más extraordinario es, —¡El capitalismo renaceí...—era el grito de alarma.
E indudablemento, el secreto impenetrable de cjue ha sabido
rodearse la dictadura roja.
Por inconcebible que parezca en nuestras épocas, las fronte-
Lenin, enfermo de muerte, soltaba poco á poco el timón qu >
guiaba á la nave bolchevique por las aguas de la contemporiza-
ción. Una mañana ondeó en el Kremlin una bandera negra: Le-
ras del ex imperio zarista se han reído de todas las maravillas nin había muerto...
de la difusión y de todos los progresos de los medios informativos. Los *mujiks9 y las íbabas» lloraron la muerte del dictador
Asi, el mundo ha seguido los acontecimientos rusos de una ma- rojo, como hubieran llorado la del auténtico «padrecito zar»...
nera incompleta, borrosa y sin continuidad. Y la íNop» desapareció bruscamente, cnielment«, á los vein-
E l período actual, el bolchovik, ha acusado netamente sus tidós días de aquel en que se cerraron los ojos de Vladimir Ilücht,
fines sociales; lo que le diferencia en absoluto del período men- el iluminado.
chovik, el de Kerenskí, que obedecía á finos políticos. Vladimir
Ilücht, conocido mundialmente por Lenin, concibió, al margen
do sus credos ultramarxistos, la idoa de sustituir una clase por La hecatombe fué espantosa. Los detalles que se esparcieron
otra no sólo en la dirección del Estado, sino dentro do la socie- por Europa eran horribles: deportaciones en masa, ejecuciones,
dad misma. Y para modificar la estructura de una sociedad, no confiscación general y dispersión á un tiempo de familias y bie-
hay mejor sistema que el do derribar sus bases económicas. nes. Hasta el fuego fratricida de los «pogroms»—matanzas co-
Para ello fuéles preciso 4 loa rojos empozar por donde empeza- lectivas de jiidíos—encendieron Trotzky, Zinovieff y Kalinin
ron, empiezan y empezarán todas las Revoluciones: por el terror. para que el fin de la «Nep» resultase más completo. Como escri-
Corrió la sangro á raudales; corrió como no podemos imaginarlo. bió un eminente político suixo, lel hecho de ser Rusia un vastísi-
Mas la fase virulenta pasó. La vida tiene sus derechos por en- mo país, hizo que el terror alcanzase alK proporciones asom-
cima de las diferencias, sean éstas sociales ó religiosos, morales ó brosos».
materiales... Bajo los cúpulas del Kremlin legendario, fuese apa- Una tan dura represión dio como resultado el reinado, dvirante
gando la exaltación de los cerebros directores. Las nuevos bases el pasado año 1924, de la más pura ortodoxia en la Unión Sovié-
comunistas apartaban al raunda tica. Las normas de la I I I ínter-
de lo que un día fué Rusia. Era nacional fueron observadas con
preciso que el aislamiento cesa-
se. Y si el m\mdo no quería ir
¡ C A L L A ! '• un rigorismo extremado. El Es-
tado volvió á asumir todos las
liacia los rojos, serían los rojos ¡Oh, sí! Tu voz es grata, funciones del capital y de la inicia-
los que indudablemente saldrían más que el sonido de las viejos claves, tiva privada... Y, naturalmente,
mundo adelante. que cantan su sonata la crisis económica y la crisis de
Surgió el dilema: ó renunciar en las estancias de penumbras suaves. producción roaporocioron. Que
á las cerroílas teorías de comu- Mas no quiero escucharla... ¡Tú no sabes!... las teorías no pueden nada contra
nismo ¡Integral y absoluto, ó lan- ¡Oh, sí! Tu voz es dulce. ¿Quién lo duda? los hechos cuando éstos se ha-
zarse á la divulgación y, de ser Más que la voz de Orfeo entre las fieras, llan en relación con los leyes fun-
posible, á ia implantación del le- poro te quiero muda damentales de la vida. Muerta la
ninismo bajo otros cielos. La gue- y quiero que me quieras actividad del individuo, la colec-
rra contra Polonia, la terrible y toda en silencio grave... ¡Si supieras!... tividad no hace más que vege-
efímera dictadura de Beia Kun Deja tus manos presas en mis manos; tar miserablemente. Y lo que ve-
en Hungría y la actividad de la deja que el almo, ente t u vista absorta, geta no puede en propiedad de-
desventurada Rosa Luxemburg olvide sus dolores cotidianos. cirse que vivo...
en Alemania probaron que los ro- Kn los días lejanos ... Y un pueblo tiene, por en-
jos habíanse inclinado hacia la yo tuve un gran amor.,. ¿Mas qué te importa? cima de todo, que vivir.
segunda fase del dilema. Pero es que son las suyas tus miradas.
Los fracasos repetidos pesa- Así, con las postañas entornadas;
ron, á despecho del fanatismo así, en esos púdicos sonrojos...
Yo lo s6 bien. ¡Las tongo tan clavadas!... El puesto de Lenin lo ocupa
irreductible, en ol ánimo de Lenin. Y es que tus ojos son sus mismos ojos. desde hace unos meses Rykof.
Y el Zar rojo ordenó un cambio Déjame que acaricie tu cabello; Desde su elevación á la Presiden-
de frente. Era nútil buscar adep- es negro como ol suyo. Ella reía cia ilel Consejo de Comisarios
tos en el bloque compacto que cuando yo lo decía: de la Unión Soviética, Rykof ha
el miodo había forma<lo entre las «Fuera doga! tu trenza do mi cuello, puesto en juego su influencia
soc'iedatios—léase naciones — de y en horca tal gustoso moriría.» para remediar la situación. Y sin
Europa. No había que confiar Y reía, reía... ¡Era ton loca!... escuchar ' otros razones que las
más que en las fuerzas propias: Ríe también, mas en silencio... ¡Invoca del interés económico, acaba de
así nació en la Unión Soviética, tu risa su fantasma de tal modo!... fundar la «Neo-nep», una repe-
el año 1921, la famosa iNep» ¡Como tu rostro era su rostro todo, tición, en el fondo, do aquella
(Nueva Política Económica). Roa- el mismo rictus en la misma boca! primera experiencia que acabó
hioptos los cauces de la legali- anegada en la sangre de tantos
dad á la libertad de Iniciativas P'ues el D&stino mianda,
obedeció al Destino, y peregrino infelices.
individuales, el comercio y la in- Hay, no obstante, profundas
dustria florecieron... Mas ante pálido, se marchó por un camino
que jamás so desanda... diferencias de - detalle entre lo
los asombrados ojos de los más que toleró Lenin y lo que ahenta
intransigentes ortodoxos, nació, Mas cállate; burlemos al Destino...
Ella ha vuelto otra vez y está sentada ahora su sucesor. La primera
¡ay!, instantáneamente una nue- voz fué al comercio í[ue la liber-
va bui^uosfa, salida del mundo á mi lado... Lo sé... La carne tuya
es su carne. Sé buena... Sé callada... tad fué concedida. Ahora es, en
de los negocios... S(; una burgue- combio, á la agricultura; se auto-
sía con todos los defectos del tan Si oye tu voz, quizá el fantasma huya...
¡Tu voz!... Muy dulce.,., sí. ¡Mas no es la suya! riza el arrendamiento do tiorros
combatido cai)italismo, con sus y se permite á los agricultores el
ostentosaís exhibiciones de rique- MARIANO TOMAS
empleo de asalariados... Empe-
za, con la presunción insoporta- zando los Soviets por pedir el
ble que dan unos millones gana- apoyo de los pequeños, han aca-
dos en pocos meses...
Los Soviets dióronse entonces
cuenta de que tarde ó temprano
ESTERILIDAD bado por solicitar la ayudo de
los grandes cultivadores.
Y si á ello se agrega la confir-
los credos comunistas se tamba-
learían bajo la presión do los nue-
Con frecuencia des- mación de ciertos, rumores rela-
tivos á la concesión de zonas
vos ricos, ó mejor dicho, de su
dinero. Y en inflamadas procla-
aparece la causa si mineras á Empresas extranjeras,
será una corteza el hecho de que
mas, los puros del comunismo la s e ñ o r a loma el el comunismo aplicado ha sido
clamaron contra los peligros que un fracaso do consideración, un
corría su dominación. Del Doghes-
tan á la CaroHa, y del Volga Comimesto Vegetal fracaso definitivo.
Seria luia saludable enseñan-
al Turkestán, crecía el desconten- «le , za eso derrumbamiento de uto-
to; de Moscú á Tiflis y do Khar- pias reñidas con la realidad si no
kol á Minsk—las capitales do las
cuatro grandes repúblicas de la LydiaE.Pinkhain hubiese costado tantas vidas hu-
Unu'.n- i b o n y venían las quejas,
\oa ••{ ijrochí.» y las amenazas... TÓNICO DE LA MUJER manas...
J. BOSELL
GARABATOS ^^ KAITESCOS
,
_ -o^fe:.
PARA PASAR EL RATO POR ENRIQUE MARÍN

S * l a c l 4 n A 1« flqurA n d a a . 19 El v e t c r « n o d l c s t r » R a M c l e^nic-E < e a l U > Ficuri n ñ a . 20

-<• f^P- == ^s

v á ^ :^ á
HORIZONTALKa.—NÚm. 1. El 1 1i 4_ ^' =, =1 — •

Saoto del PoscAdo.—."i. Apol ido.~ /-— ^5"

6, Ik'corral.—7. Anuta.—ll. Orla.
14. núhil ófULrte.—1.1. Ndmbre.—
17. Cludadfrancüsa.-18. Adjetivo.
6
li
7 p IJIO
13
20. So tiene.-22. Atrevimiento.— ...
34. Nnnoa se nÍBj;a.—2,'i. De nad- K ^15
mlunto.-2tl. En el a l t a r . - 2 8 . Per-
Bonal.—30. Rio.—32. Volátil.—34. r^ \i —
Bol.—no. AbnBan del púhüco.—33. [18 Í9 11
En la aviación.—3i>. Pur laa altu-
rafi.-40. I'aljollóii,—12. Gín beJle-
Ka:—J3. Adverbio.—44. Cantante.
F ^h
*(i. Nenlrc—17. En lacaoharren'a.
4«. Musical.—49. Preposición.—50.
fe 56 vi\
Por fanatismo.—53. Campos.—54.
Hilo de p t r U ü . ^ S j . Interjección.
1%w l 3on"
VKltTICALBS.—NÚm. I. Suele = 3(V 32 33 k 351
aer de papel.—2. DÍDB.—3. Contlan- % 37 111
1» KiZl'NT,U,i:P.—Kúiti. 1. Ju»r.-f.. 1>HIIIIUIH,-.
KA absolnta.—4. ])e bortclanoi.—
5. Ksp'eciflco.—fl. A i r e . - 8 . Por
naestro nanlo.—U. Apellido.—10.
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lililí II1**
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Mfrtiano.—B. Átlsbar.—9. .Nivel.—10. Mi.—12. í'áscsL'.—
VA. Ama.—15. Balir.—17. Haiio.—21. Te.—*-'3. Mitología.
2.'>. liiÉa.—'J7. Ailamiía,—'¿8. Caen.—29. Fracaiíar.—.10.
Gal.—31. K*.—32. Edison.—;13. A.'.—34. Be.—37. Haul.
38. Boreal.—11. Un.—(3. Ayas.—44. KU>r.~-i;. Riaa.-
Adverbio.—12. Artícnlo.—13. De
Knla.--]0. Liis Apentes...—19. flo-
brinu do Abiahan.—20. Para laii
paredes.-21. Kn el campo.—23. En
todas las cocina*.—2(1. Para vora-
lii
41 i ii
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19
48. Prosa.—.'i2. Olor,—5*. Catalina.-ri8^4;isnioreo. near.—27, Vieja.—29. Necesario.— s-oLL ^.^^í
VERTICAL KM.--!; üm, I. -Icdivc-a. r i i s e s . - 3 . Ama- 30. Abundan en los caiiinoB.—31. ?3
tile»,—4. Nona.—'I. Iletit).—ü, Normaliilad.—7. Manan- Diversión, afición y deporte.—33,
M
tial—11. Imitaciones.—14. AroniaR.—1(1. Aman;.-17. Kn las montanas.—35. Pronombre. -™li
Hotanas.—IS. Agar.—19. l'i.—2Ü. OasÍB.~22. Knt'.—2*.
Liso». 20. Eso.—28. Caor—30. (Iró.—3:1. Ali.—3:., Hav.
3(1. Fu.—:«!. ¡Ea!—10. I.a.—42. Nerón.—4ri. Tira.—47.
37. Tajo.—38. Vegetal,—Hl. Nom-
bre.—41. Bimboto do muJer.--45.
Alhaja.—47. Por cultura.—IS. Por-
1 55 i
Ras.—ílt. Oca.—5<l. Bam.-51. Ato.—52. Ole.—.J3. Lio.— que tienes buenos dientes.—51. No
!>5. Ar. •e ve.—52. Babjuntivü.

NÚm. I Nüm. 4 Serl« u n 9 r a n •t«9«ci«. Núm. r>

M e dijo a y e r m i d o c t o doa'primera
Del g r a n hotel q u e en El TOTAL poseo,
q u e t o m e u n sudorífico c u a l q u i e r a , h i z o el un-tercia m i <íoí-tren M a t e o .
p u e s con el t i e m p o T O D O q u e h a e m p e z a d o ,
tres-fuatro mucho, acaso demasiado.

Kúm. 2 ¿ T e n d m n * * n«<lcl«« del vl«Jcro7

Q
ESTADO-S
NO

-OPERACIÓN 5 0 0

NOTA Núin. 5 « L * 4r<asl«dA e l m l n l s t r * ? Ntim. 8 .

—¡Ojalá q u e un tlog-fercia l a p a r t i d a
de a j e d r e z d que t e h a d e s a f i a d o
eae a g r e s i v o L u i s m a l e d u c a d o
Núm. 3 De ]« « n t l ^ u a p*lf«lca q u e e n u n p r e s i d i o a c a b a r á eu v i d a ,
o en prima-dos-tercera, enajenado!

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en el n ú m e r o anterior:
i*
S":^^-^ ' ^M
N ú m . 1 . PARA. COMERCIANTES.—Id. S . MH
BANDERA BLAKCA IIA DADO DB ALTA E L D O C T O R . — I d . 3 . 0 R 0 8 B -
R Í A . — I d . 4 . HL ENBMIGO S E NOS VIENE ENCI-

lA NOTAZ
M A . — I d . 5 . MERIENDAN MIS NIÑAS Ó PERAS Ó
a A N D Í A . — I d . 6 . TOTiBDANO.—Id. 7 . NO B8TOT
I>ARA G U A S A S . — I d . 8 . BECREIO.
t
STUDE6ARER
liililIJlilliiíiliilíí^íillilllili^ElllJilIlBnR

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mo I 6 p « M U a 6'aaco. MADRID, Garoso; VA>

LENOIA, Caerla; ZARAGOZA, Jordán: M U R .
OÍA, Sclqucr;GRANADA,OcaAa; A L I O A N T Í .
A m a r : V l o o , C a r r B K a l : O O I ) U N A , Re?; BIL-
BAO, Baran(]larán;0. e E B A B t l A N , E t u u r O r .

de)pQ Mandando G'SO ptas. aellos • Poucarxer, La-

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Barcelona: Eugenio 8arrá

J
para los lectores de este periódico
El Profesor HOXROV, conocido astrólogo, ha decidido favorecer
una vez á loi Rabilantes de este país, haciéndoles horóscopos de en-
Cahrros sayo gratui 08.
atiguoa j recicQlc* I La reputación del Profesor Roxroy
se ha extendido lanlu, que un comen-
Tóus,Brottqu¡hs\ liirio de nuestra parto ei apenas nece-
sario Su facultad para leer la vida
"KAYSER'« humana á cualquier dislancia es sen-
cmtADos La máquina más p e r f e c t a cillamenle maravillosa. Aun los astró-
r^flleaUnent* yelfl^Mitc logos de mayor reputación e recono-
por la Los muebles son hechos al gusto cen como 8U maestro y siguen sus
huellas.
cspafiol El le dirá de lo qne es usted c p a z
GUSTAVO WEINHAQEN - Barcelona yleenacñará la manera de alcanzar
Caite DipuUcíón, 273 c) óxito. La p e:rsión de su íjolpc de
Se necesitan rcpresentanttís vista para apreciar lO; acontecimien-
p a r a algunas provincias tos pasados, pre.cnles y fulurus, le
sorprenderá y le ayudará.

PAUTAUBERGE «EISr. Píblo Stahmann, astrólogo de mucha fama,deOber

• Niewadern, dice: el horóscopo que el Profesor Roxroy pre-
»paró para mf esfá en absouto acuerdo con U veriiad. Ks an
Pulmones Robustos >tra!-tjo muy con ien/.udo y altamente cientifico. Como as.ró-
"logo que soy examiné cuidadosamente sus cálculo» plañe.a-
r-prMorr» d* la •rios y sus indicacirtnes, teniendo la prueba d i que su ti abajo
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