Sadhana

Es necesario indagar en el sadhana pasado y antes de él para evidenciar los cambios; contare
brevemente que si no hubiese realizado ese compromiso con migo misma, no me hubiera
dado cuenta de lo afanada que vivía, Desde que inicie las prácticas de yoga (antes del
instructurado) mi actitud estaba más dispuesta a cambiar, escuchaba en las clases: “enraizar los
pies en la tierra”, meditar, “ser consciente de cada decisión que tomamos” “abrir el pecho “todo
pensamiento que llegue, no lo retengas déjalo fluir”…. Palabras como estas me dejaban en un
estado reflexivo o entusiasta pero lo sentía momentáneo; empecé en el trabajo haciendo “pausas
activas” , lo que llamaba estiramiento realmente resultaba ser una Urdvha Hastasana o una
uttanasana, utilizaba algunas posturas o me focalizaba en la respiración cuando me acordaba; o
veía algunas cosas y también recordaba lo de la clases, por ejemplo cuando mi sobrino está
cansado hace adho muka svanasana, así que cuando estaba intenso, la postura funcionaba, yo la
hacía y el la imitada, con cosas así me di cuenta que el yoga me iba gustando así que decidí hacer
el instructurado de 200h; fue un reto participar no solo por los tiempos o la energía que invertía
sino “ir hacia dentro” toparse con uno mismo, aceptar el ser perverso, decidir transformarlo,
asimilar un proceso de cambio consciente, es decir de hacer uso de una voluntad constante para
estar mejor tanto en la relación individual como con todo, pareciera que se requiere de un esfuerzo
sobre humano, sin embargo transcribo una frase que escuche en la clase de filosofía : “el hacer no
es inútil, por más torpe que se haya actuado también se generara un resultado con respecto a la
intención” , el punto es ese. sostener la idea, el sentimiento o pensamiento que nos permite
manifestar un cambio.

Nunca había tenido un cronograma u horario, pero el shadana me ayudo a relacionarme mejor con
mi familia y otros, a reconocer algunas actividades que nunca terminé e incluso ni empecé.

Como invertía más tiempo trabajando focalicé mi sadhana en las mañanas y las noches para
meditar; mejoré hábitos alimenticios, trataba de dibujar un poco en tiempos libres y en el trabajo
de buscar la zona verde para caminar un poco, los fines de semana traté de ocuparme un poco más
en la huerta que tenía y en retomar la caminata matutina. Durante el sadhana considero que me
falto más tiempo de calidad para escribir o dibujar y definitivamente no incluí las prácticas de
guitarra.

Dado a que decidí vivir en la academia y me han dado la oportunidad no sólo de estudiar la
formación del instructurado sino también de compartir y aprender del bhakti con los devotos, he
ido adaptándome a su sadhana, poco a poco, si antes había mencionado que al principio parecía
un esfuerzo sobre humano, ahora es de aclarar que es espiritual, que cultivar, desarrollar un amor
por relacionarse con lo humano, lo divino y dejar la indiferencia para relacionarnos en armonía
requiere de más, es otra exigencia….(no sé cómo explicarlo), que da gusto reconocerla, es como
tratar de cantar mantras solo una vez, la mayoría se animan a más.