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LA NARRACIÓN

La Biblia contiene más literatura del género narrativo que de ningún otro estilo literario.
Por ejemplo más del cuarenta por ciento del Antiguo Testamento es narrativo. Como el
Antiguo Testamento constituye unas tres cuartas partes de toda la Biblia, por eso el
estilo narrativo es el más común en ella. Por eso es importante tener conocimiento de
este estilo literario y cuales son los principios para poder interpretarlo.

Lo que es la narración
Las narraciones son relatos. La narración también es una sola historia, con un solo
grupo de personajes y una sola trama. Las narraciones bíblicas nos cuentan cosas que
sucedieron pero no solamente cualquier cosa. Su propósito es mostrar a Dios en acción
en su creación y en medio de su pueblo. Las narraciones lo glorifican, nos ayudan a
entenderlo y valorarlo, y nos presentan una descripción de su providencia y protección.

Los niveles de las narraciones


Las narraciones del Antiguo Testamento se las puede dividir en tres niveles.
1) El nivel superior.- Es todo el plan universal de Dios realizado a través de su
creación. Los aspectos claves de la trama en este nivel superior son: la creación
inicial, la caída de la humanidad, el poder del pecado, la necesidad de redención;
y la encarnación y el sacrificio de Cristo.
2) El nivel medio.- Los aspectos claves de este nivel se centran en Israel: el
llamamiento de Abraham, el establecimiento de un linaje abrahámico a través de
los patriarcas, la esclavitud de Israel en Egipto, la liberación de la esclavitud
otorgada por Dios y la conquista de la tierra prometida en Canaán, los pecados
frecuentes de Israel y su creciente deslealtad, la protección paciente de parte de
Dios y sus esfuerzos por tratar de convencerlos, la destrucción final de Israel, el
reino del norte, y luego de Judá; y la restauración del pueblo santo después del
exilio.
3) El nivel inferior.-Aquí se encuentran los centenares de narraciones sueltas que
componen los otros dos niveles: la narración de José vendido por sus hermanos
a la caravana de árabes camino de Egipto, la narración de Gedeón y la forma en
que probó a Dios con el vellocino, la narración del adulterio de David con
Betsabé y muchas mas.

Cada narración en particular en el Antiguo Testamento (nivel inferior) es por lo menos


parte de la narración mayor de la historia de Israel en el mundo (nivel medio), que a su
vez forma parte de la narración de la creación de Dios y su redención (nivel superior).

No hay nada malo en el estudio de alguna narración por separado, lo cual es muy
recomendable. Ahora bien, para obtener su sentido más completo, hay que considerar
tal narración dentro de su contexto más amplio.

Lo que no es la narración
-Las narraciones del Antiguo Testamento no son solamente historias sobre las personas
que vivieron en la época del A.T. Son principalmente las historias de la intervención de
Dios en la vida de esas personas y a través de ellas. Dios es el “protagonista” supremo,
o el personaje decisivo y principal de todas las narraciones.
-Las narraciones del A.T. no son alegorías ni historias con significados ocultos, pero
puede haber aspectos de las narraciones que no sean de fácil comprensión. No siempre
podemos entender la manera como Dios obra en la historia, su influencia en los actos
humanos y la ejecución de su propia voluntad por medio de seres humanos.
-Las narraciones del A.T. no siempre enseñan directamente. Y aunque esto no sea así a
menudo ejemplifican lo que se enseña directa y categóricamente en otro lugar. Esto
representa una enseñanza implícita, que en correspondencia con las enseñanzas
explícitas de la Escritura, puede producir la enseñanza que el Espíritu Santo puede usar
de modo positivo.

Principio para la interpretación de las narraciones


Estos principios nos ayudaran a evitar errores obvios de interpretación.
1) Una Narración del A.T., por lo general no enseña directamente una doctrina.+
2) Una narración del A.T. usualmente ilustra una doctrina que se enseña con
proposiciones en otra parte.
3) Las narraciones informan lo que pasó, no necesariamente lo que debió haber
pasado, ni lo que debe pasar todo el tiempo. Por lo tanto, no todas las
narraciones tienen una aplicación moral identificable.
4) Lo que los personajes de las narraciones hacen no es necesariamente un buen
ejemplo para nosotros. Con frecuencia, es precisamente lo opuesto.
5) La mayoría de los personajes de las narraciones del A.T. y sus acciones son
imperfectos.
6) No siempre se nos dice al final de una narración si lo que ocurrió era malo o
bueno. Se espera que podamos juzgar bien con lo que Dios ya nos ha enseñado
directa y categóricamente en la Escritura.
7) Todas las narraciones son selectivas e incompletas. No siempre se dan todos los
detalles pertinentes (Juan 21:25). Lo que aparece en la narración es todo lo que
el autor inspirado pensó que era importante que nosotros supiéramos.
8) Las narraciones no se han escrito como soluciones a todas las cuestiones
teológicas. Tienen propósitos limitados, específicos y particulares y tratan
ciertos asuntos, dejando otros para que sean tratados en otro lugar, de otro modo.
9) Las narraciones pueden enseñar explícitamente (afirmando algo con claridad) o
implícitamente (implicando algo con claridad, pero sin declararlo).
10) En todos los casos, Dios es siempre el héroe de las narraciones bíblicas.

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