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FIEBRE TIFOIDEA

Descripción general

La bacteria Salmonella typhi causa la fiebre tifoidea. La fiebre tifoidea es poco


común en los países desarrollados. Sigue siendo una grave amenaza contra la
salud en los países en vías de desarrollo, especialmente para los niños.

Los alimentos y el agua contaminados o el contacto estrecho con una persona


infectada causan fiebre tifoidea. Algunos de los signos y síntomas generalmente
comprenden los siguientes:

 Fiebre alta

 Dolor de cabeza

 Dolor estomacal

 Estreñimiento o diarrea

La mayoría de las personas que tienen fiebre tifoidea se sienten mejor unos días
después de comenzar el tratamiento con antibióticos, pero una pequeña cantidad
puede morir por complicaciones. La eficacia de las vacunas contra la fiebre
tifoidea solo es parcial. Las vacunas generalmente se reservan para quienes
pueden estar expuestos a la enfermedad o viajan a zonas donde la fiebre tifoidea
es común.

Productos y servicios

 Bibliografía: Mayo Clinic Family Health Book (Libro de Salud Familiar de


Mayo Clinic) 5.ª edición
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Síntomas
Los signos y síntomas probablemente se manifiesten gradualmente; por lo
general, aparecen de una a tres semanas después de la exposición a la
enfermedad.

Enfermedad temprana

Los signos y síntomas incluyen los siguientes:

 Fiebre que comienza baja, va aumentando a diario y puede llegar a los


104,9 °F (40,5 °C)

 Dolor de cabeza

 Debilidad y fatiga

 Dolores musculares

 Sudoración

 Tos seca

 Pérdida de apetito y pérdida de peso

 Dolor estomacal

 Diarrea o estreñimiento

 Erupción

 Hinchazón pronunciada de estómago

Enfermedad posterior

Sin tratamiento, es posible que te ocurra lo siguiente:

 Que delires

 Que quedes inmóvil y exhausto, con los ojos entreabiertos en lo que se


conoce como estado tifoideo

En este momento, suelen desarrollarse complicaciones que ponen en riesgo la


vida.
En algunas personas, los signos y síntomas pueden volver a aparecer hasta dos
semanas después de que haya disminuido la fiebre.

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta con un médico de inmediato si piensas que podrías tener fiebre tifoidea.
Si vives en los Estados Unidos y te enfermas mientras estás de viaje en otro país,
llama al Consulado de los EE. UU. para obtener una lista de médicos.

Si tienes signos y síntomas después de haber regresado, considera la opción de


consultar a un médico que se especialice en medicina de viajes internacionales o
enfermedades infecciosas. Es posible que un médico especializado en estas áreas
pueda reconocer y tratar la enfermedad más rápido.

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Causas

La fiebre tifoidea es provocada por bacterias peligrosas llamadas Salmonella typhi.


La bacteria Salmonella typhi está emparentada con las bacterias que causan la
salmonelosis, otra infección intestinal grave, pero son distintas.

Vía de transmisión fecal-oral

La mayoría de las personas en los países desarrollados contraen la bacteria


tifoidea cuando viajan. Una vez que se han infectado, pueden contagiar a otras
personas a través de la vía de transmisión fecal-oral.

Esto significa que la bacteria Salmonella typhi se transmite por las heces y, en
ocasiones, por la orina de las personas infectadas. Puedes contraer la infección si
comes alimentos manipulados por alguien que tiene fiebre tifoidea y que no se
haya lavado bien las manos después de ir al baño.

En los países en desarrollo, donde está establecida la fiebre tifoidea, la mayoría


de las personas se infectan cuando beben agua contaminada. La bacteria también
se propaga por los alimentos contaminados y a través del contacto directo con
alguien infectado.
Portadores de tifoidea

Incluso después del tratamiento con antibióticos, una pequeña cantidad de


personas que se recuperan de la fiebre tifoidea continúan hospedando la bacteria.
Estas personas, conocidas como portadoras crónicas, ya no presentan signos ni
síntomas de la enfermedad. Sin embargo, aún siguen eliminando la bacteria por
las heces y pueden infectar a otras personas.

Factores de riesgo

La fiebre tifoidea es una amenaza mundial grave, que afecta aproximadamente a


27 millones de personas o más cada año. La enfermedad está establecida en la
India, el Sudeste Asiático, África, Sudamérica y muchas otras regiones.

En todo el mundo, los niños tienen el mayor riesgo de contraer la enfermedad,


aunque generalmente tienen síntomas más leves que los adultos.

Si vives en un país donde la fiebre tifoidea es poco frecuente, tienes un riesgo


mayor si:

 Trabajas o viajas a zonas donde la fiebre tifoidea está establecida

 Trabajas como microbiólogo clínico y manipulas bacterias Salmonella typhi

 Estás en contacto cercano con una persona infectada o que tuvo


recientemente fiebre tifoidea

 Bebes agua contaminada por aguas residuales que contienen Salmonella


typhi

Complicaciones
Sangrado u orificios intestinales

Las complicaciones más graves de la fiebre tifoidea son el sangrado o las


perforaciones intestinales. Por lo general, se presentan en la tercera semana de la
enfermedad. En esta situación, se produce un orificio en el intestino delgado o en
el intestino grueso. El contenido intestinal pasa al estómago y puede provocar un
intenso dolor estomacal, náuseas, vómitos e infección en el torrente sanguíneo
(septicemia). Esta complicación que puede poner en riesgo la vida requiere
atención médica inmediata.

Otras enfermedades menos frecuentes

Otras posibles complicaciones incluyen las siguientes:

 Inflamación del músculo cardíaco (miocarditis)

 Inflamación de la membrana que recubre el corazón y las válvulas


(endocarditis)

 Infección de los vasos sanguíneos principales (aneurisma micótico)

 Neumonía

 Inflamación del páncreas (pancreatitis)

 Infecciones en riñones o vejiga

 Infección e inflamación de las membranas y del líquido que rodea el cerebro


y la médula espinal (meningitis)

 Problemas psiquiátricos, como delirio, alucinaciones y psicosis paranoica

Con tratamiento inmediato, casi todas las personas en países industrializados se


recuperan de la fiebre tifoidea. Sin tratamiento, algunas personas pueden no
sobrevivir a las complicaciones de esta enfermedad.

Prevención

Beber agua segura, mejores condiciones de higiene y una atención médica


adecuada pueden ayudar a prevenir y a controlar la fiebre tifoidea.
Desafortunadamente, en muchas naciones en vías de desarrollo, esto puede ser
difícil de lograr. Por esa razón, algunos expertos creen que las vacunas son la
mejor manera de controlar la fiebre tifoidea.

Si vives en zonas donde el riesgo de contraer fiebre tifoidea es alto o estás por
viajar a alguna de ellas, se recomienda que te apliques la vacuna.
Vacunas

Hay dos vacunas disponibles.

 Una se inyecta como una dosis única al menos una semana antes del viaje;

 la otra se administra por vía oral en cuatro cápsulas y la indicación es que


se tome una cápsula día por medio.

Ninguna de las vacunas es 100 % efectiva. Las dos vacunas requieren repetir la
inmunización porque su eficacia disminuye con el tiempo.

Dado que la vacuna no brindará una protección completa, sigue estas pautas
cuando viajes a zonas de alto riesgo:

 Lávate las manos. Lavarse las manos de manera frecuente con agua


caliente y jabón es la mejor manera de controlar la infección. Lávate las
manos antes de comer o de preparar los alimentos y después de ir al baño.
Lleva un desinfectante de manos a base de alcohol para cuando no haya
agua disponible.

 Evita beber agua sin tratar. El agua contaminada es un problema


específico en las zonas donde la fiebre tifoidea es endémica. Por esa razón,
bebe solamente agua embotellada o gaseosas, vino y cerveza en lata o en
botella. El agua carbonatada en botella es más segura que el agua no
carbonatada en botella.

Pide bebidas sin hielo. Usa agua embotellada para cepillarte los dientes e
intenta no tragar agua en la ducha.

 Evita las frutas y los vegetales crudos. Debido a que los productos


crudos pueden haberse lavado con agua que no es segura, evita las frutas y
los vegetales que no puedas pelar, en particular, la lechuga. Para estar a
salvo, es recomendable que evites por completo los alimentos crudos.

 Elige alimentos calientes. Evita los alimentos almacenados o que se


sirvan a temperatura ambiente. Los alimentos bien calientes son los mejores.
Si bien no existe ninguna garantía de que las comidas que se sirven en los
mejores restaurantes sean seguras, lo mejor es evitar la comida de
vendedores ambulantes, ya que tiene mayor probabilidad de estar
contaminada.

 Infórmate sobre dónde puedes obtener atención médica. Obtén


información sobre la atención médica en las regiones que visitarás antes de
viajar y lleva una lista de los nombres, las direcciones y los números de
teléfono de los médicos recomendados.

Evita infectar a otros

Si te estás recuperando de la fiebre tifoidea, estas medidas pueden ayudar a


mantener seguros a los demás:

 Toma antibióticos. Sigue las instrucciones del médico al tomar los


antibióticos y asegúrate de seguir la receta al pie de la letra.

 Lávate las manos con frecuencia. Esto es lo más importante que puedes


hacer para evitar propagar la infección a otras personas. Usa agua caliente
con jabón y frótate bien durante al menos 30 segundos, en especial antes de
comer y después de usar el baño.

 Evita preparar comida. Evita preparar comida para otros hasta que el


médico te diga que ya no contagias. Si trabajas en la industria de servicios
alimenticios o en una instalación de atención de la salud, no se te permitirá
regresar al trabajo sino hasta que los exámenes muestren que ya no
desprendes bacteria tifoidea.

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