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De una clínica de las modalidades del deseo y las estructuras subjetivas, Lacan produce un
desplazamiento hacia una clínica de los goces y de los tipos de síntoma.
La primera es una clínica del sujeto. Deseo instatisfecho: Histeria. Deseo imposible: Obsesión.
Deseo prevenido: fobia.
El gran Otro está presente, participando, formando parte de la estructura del deseo. El deseo,
en este momento, es el deseo del Otro.
En la clínica del goce el síntoma tiene una función. (Clínica borronea) El síntoma tiene la
función de articular ese goce autista que no necesita a nadie para su satisfacción, y ese
anudamiento le otorga la posibilidad de una relación al Otro. Al introducir la noción de
synthome, y la función que le otorga al síntoma, esto tiene consecuencias en la clínica.
Clínica del goce: pensar al síntoma como modo de satisfacción, esto hace un corrimiento de la
primera clínica, donde el síntoma se pensaba en términos de metáfora, en términos de cadena
significante que porta un sentido. Es un síntoma despojado de significado, y aunque lo tengan
lo importante es el goce y la satisfacción que experimenta el sujeto.
Las neurosis y la perversión quedan del mismo lado respecto del Nombre-del-Padre. NdP. En
ambos casos hay aceptación del ndp. Este significante lo usa para distinguir neurosis de
psicosis. En la psicosis hay forclusión del NDP. Este concepto tiene incidencia clínica porque
nos permite hacer un diagnóstico. Esta clínica ha sido pensada en términos de discontinuidad.
La niña entra al complejo de Edipo primero por pasar por el complejo de castración, al darse
cuenta que ella no tiene pene. A diferencia del niño que entra pensando que si tiene y que lo
puede perder. Esta diferencia hace que el c. de Edipo se transite distinto para el niño y niña.
Complejo de castración para Lacan: esa perdida la tenemos por estructura. Es inherente a los
seres del lenguaje, seres incompletos. Por el registro simbólico algo siempre va a faltar. Hay
que preguntarse como el sujeto se las arregla frente a esa falta, como maniobra.
El sujeto no asume de entrada su propio sexo, sino que se le plantea una pregunta. Y no solo
sobre su sexo, sino sobre su existencia. Luego Lacan lo responde con la formula de la
sexuación, de las formas de la sexuación. Con la pregunta sobre la sexualidad.
El tercer concepto de Freud que Lacan toma es el asesinato del padre. Es un mito. Freud se
pregunta por las lagunas que se llenan con ficción. Por eso una forma de intervenir es la
construcción. Lo trabaja también en Totem y Tabú. El asesinato del padre para Lacan es
fundamental, en relación al apres-coup. Donde se incorpora la historia de un sujeto, en la
perspectiva estructural. Ya no se trata de pensar que le paso al paciente desde los 5 años, y
como hacemos para que no tenga mas ese síntoma. Pues en el relato del paciente actual, en lo
que el dice, hay algo como un corte en relación a esa historia personal. Hay algo retroactivo
que puede traer algo de eso traumatico que puede haber pasado o no. Al poner el asesinato
del padre, Freud agrega la historia al desarrollo.
Otro punto que toma es la pulsión. Es el concepto que rompe la concepción de desarrollo
lineal, de una diacronía. Es un concepto no situable en una escala de desarrollo. Introduce una
contradicción fundamental en el psicoanálisis que es la ocurrencia de lo Real. Es una ficción en
el punto de que nos trae la paradoja de la satisfacción. ¿Cómo puede ser que un S puede estar
satisfecho cuando en realidad tiene un malestar? Estar satisfecho no es tener lo que el cuerpo
necesita y desea. Esta paradoja Freud la empieza a notar. Sobre todo, en Más allá del ppio De
placer. La pulsión no obedece al placer, hay un más allá. Hay algo que se repite, aunque genera
displacer.