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pPresentación 

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El trabajo se titula: aproximación crítica a dos expresiones de la homofobia militante
actual: el movimiento con mis hijos no te metas y el texto “El libro negro de la nueva
izquierda”
Para comenzar, me gustaría explayarme un poco acerca del título ¿por qué se habla de
una proximación crítica? En un primer momento, mi acercamiento a estos temas fue
militante, como parte de la comunidad lgbttiqa+ me vi fuertemente interpelado tanto por
el texto el libro negro, como por la forma en que el movimiento CMHNTM ocupo y
ocupa el espacio público. Desde ese lugar de militancia me aproximé, vamos a decir, a
estas dos expresiones seleccionadas, y acompañado por Fabio, durante mis PPS, fui
ahondando en el estudio de las mismas.
En cuanto a los objetivos del trabajo, por un lado tenemos los objetivos generales, que
son los iguientes
OBJETIVOS

Generales

-Analizar, a partir de El Libro Negro de la Nueva Izquierda y de algunas

expresiones del movimiento Con mis hijos no te metas (CMHNTM), sus concepciones

sobre sexo y género y sus relaciones con el binomio naturaleza-cultura.

-Contraponer críticamente a aquellas manifestaciones de la homofobia militante,

conceptualizaciones elaboradas por referentes de los estudios de género, de valor

argumentativo para intervenir en los debates públicos sobre los derechos sexuales.

Específicos

-Esbozar una genealogía del movimiento Con mis hijos no te metas a partir de

sucesos que marcaron hitos en su constitución.

-Identificar relaciones entre el discurso biológico y la concepción acerca de lo

natural del sexo presentadas en fragmentos seleccionados del libro de Agustín Laje y

Nicolás Márquez.
-Oponer a esos desarrollos, argumentos sostenibles acerca del sistema sexo-

género y su relación con la heteronorma, elaborados por referentxs de los estudios de

género.

-Proponer acciones creativas frente la homofobia militante, en términos de

reivindicación de los derechos sexuales.

En cuanto a la metodología: se adoptó una metodología que permita abordar de

forma efectiva los objetivos propuestos, se tomaron dos manifestaciones de la

homofobia militante actual, y hablamos demilitancia en la medida en que, por un lado el

movimiento CMHNTM ejerce una militancia pública, al ocupar espacios públicos, y el

libro negro lleva adelante una militancia teórica que servirá de fundamento para

entender lo que luego se traslada a la calle, por eso el análisis se centra mayormente en

estos supuestos ideológicos que propone el texto.

Metodológicamente es un trabajo de tipo cualitativo, se trata de un trabajo

teórico, con procedimientos propios de la hermenéutica crítica, donde a partir de la

construcción de un corpus bibliografico se establecen problematizaciones, se trazan

marcos de inteligibilidad y se abre la posibilidad de proponer líneas de acción tendientes

a transformar un estado de cosas, como indica Foucault, del archivo al diagnostico, y de

este, al pronostico, en línea con los objetivos propuestos.

La metodología hermenéutica es una de las muchas formas que existen de

realizar análisis critico del discurso, y se adoptaron los supuesto foucaultianos sobre las

formaciones discursivas. Se entiende por discurso una practica social como cualquier

otra. Desde este punto de vista los discursos deben ser tratados estratégicamente como

practicas que forman sistemáticamente los objetos de que hablan, como indica Iñiquez
Rueda. Lo cual es interesante, porque abre la posibilidad de pensar potencialmente

posibles transformaciones de las practicas discursivas abordadas.

La problematización y argumentación constituyen las operatorias fundamentales

para desmontar los discursos y producir otros efectos.

El movimiento con mis hijos no te metas surge en Perú, en 2016, como reacción

a las medidas educativas que tomo el entonces ministro de educación, Jaime saveedra,

con el objetivo de reducir la violencia machista hacia mujeres y homosexuales. Estas

medidas consistieron en una modificación al currículo nacional, el cual es el modelo de

educación para sus estudiantes. Este movimiento reaccionario, surge como oposición a

lo que denomina “ideología de género”

Este movimiento oriundo del Perú se replicó en varios países de Latinoamérica

entre los que podemos nombrar: Chile, Brasil, Paraguay, Colombia y Argentina.

Poniendo el foco en nuestro país, el 28 de octubre de 2018 se realizó en al menos

diecisiete ciudades la primera marcha “contra la ideología de género”; la segunda

marcha fue realizada el sábado 15 de diciembre, con gran celeridad, dando cuenta del

estado activo de sus miembros, a lo que le siguió una seguidilla de marchas y

manifestaciones en el centro de las ciudades protagonistas, y con el correr del tiempo se

fueron incrementando. En la ciudad de San Luis, Argentina, estas marchas tuvieron

lugar desde la primera convocatoria, el 28 de octubre, y continuaron en lo sucesivo.

En todas esas manifestaciones existen lemas fijos que se repiten. Los más

frecuentes son “Sí a la vida”, que deja en claro su postura contraria frente a la ley de

interrupción voluntaria del embarazo; y “no a la ideología de género”. Ambas consignas

vertebran a las múltiples organizaciones que componen este movimiento -es decir, les
otorgan coherencia y unidad- entre las que podemos nombrar las agrupaciones “Sí a la

vida”, “CIDEPROF (Centro de Investigaciones de la Problemática Familiar)”, “Red

federal de docentes por la vida”, “Movimiento federal cristiano” y “Médicos por la

vida”, entre muchas otras (Vargas, 2018).

Al mismo tiempo, en 2016 en Argentina, se publicó El Libro Negro de la Nueva

Izquierda. Ideología de género o subversión cultural. Escrito por Agustín Laje y

Nicolás Márquez, el Libro se convirtió en best-seller internacional en Amazon, y figuró

durante varias semanas entre los más vendidos de editorial Cúspide, lo cual da cuenta de

su activa circulación.

Este libro está compuesto por una introducción escrita en conjunto y luego

dividido en dos partes, cada una escrita por uno de ambos autores.

La primera parte, a cargo de Laje, se titula “Parte I: Postmarxismo y feminismo

radical”; aquí el mencionado se aboca a constuir un recorrido histórico sesgado que

parte del marxismo, para luego desarrollar algunos autores post-marxistas seleccionados

y finalmente desplegar un análisis de las diferentes olas que tuvieron lugar dentro del

feminismo. La finalidad de esta parte consiste en refutar lo que Laje considera los

pilares teóricos e ideológicos del feminismo. Lejos de un abordaje genealógico y crítico,

el estilo es de corte retórico, donde a través de recursos verbales busca persuadir,

apelando a los sentimientos, sugestiones y el sentido común del lector. Recurre a un

lenguaje ridiculizador y denigratorio.

La segunda parte, escrita por Márquez, se titula “Parte II: Homosexualismo

cultural”, en ella el autor se propone como objetivo dejar al desnudo aquello que

llamará el “lobby homosexualista” (2016, p. 10), y desbaratar lo que considera

“homosexualismo ideológico”. Sigue el mismo procedimiento retorico de Laje.


La tesis general de El Libro Negro de la Nueva Izquierda…, expresada en la

introducción, parte de un diagnóstico particular que trazan Laje y Márquez (2016)

consistente en que con la caída de la URSS, la izquierda marxista tiene que refundarse y

encontrar un nuevo lenguaje, ya que:

no podía exhibir “la Hoz y el Martillo”, ni ofrecer expropiación de latifundios, ni

reformas agrarias, ni divagar con la plusvalía, ni tampoco seducir a potenciales

clientes con la trillada lucha de clases. Ya nada de todo este discurso resultaba

atractivo a la opinión pública occidental y además, sabía a naftalina (p. 7).

Esos nuevos lenguajes se aglutinarían en torno a las luchas por la inclusión y la

igualdad. Los autores señalan que ésas son palabras que constituyen sólo un disfraz para

los objetivos marxistas de sembrar el socialismo, entendido como “un sistema y una

amenaza” (2016, p. 8).

Ahora bien, ¿cuáles serían esos nuevos lenguajes? Los autores no lo dudan:

“indigenismo, ambientalismo, derecho-humanismo, garanto-abolicionismo e ideología

de género (esta última a su vez subdividida por el feminismo, el abortismo y el

homosexualismo cultural)” (2016, p. 9), siendo lxs sujetos a analizar de esta ideología

aquellos que ellos denominan las feministas y los homosexualistas.

En el presente trabajo se intentará abordar el movimiento CMHNTM citado ut

supra, y El Libro Negro de la Nueva Izquierda, y los consecuentes discursos que

sostienen.

Pero también, además de describir estos regímenes de saber, resulta menester

contraponer nociones críticas que permitan esbozar una suerte de expurgación teórica

con el objetivo de dilucidar, en la medida de lo posible, las formas en que las libertades

individuales son concebidas y afectadas por los discursos precedentes.


En cuanto al marco teórico se incorporaron y trabajaron, gracias a las

sugerencias del jurado, conceptos como ideología de género, performatividad,

conceptos de sexo y género desde referentes de la teoría de género, biologicismo, entre

otros, que los voy a ir desarrollando a la par de los resultados de la problematización,

para evitar redundancias

RESULTADOS DE LA PROBLEMATIZACIÓN

La naturaleza de la categoría del sexo. Razones biológicas (o ideológicas)

La reacción pro-naturalista del sexo en el movimiento CMHNTM. Esbozo de

una genealogía

Aquí se problematizaron algunas formas de expresión del movimiento

CMHNTM, como lo constituye el uso distintivo del celeste y el rosa, colores asignados

tradicionalmente a la masculinidad y femineidad. Lo que nos permite pensar que para

este colectivo no existen otras existencias por fuera de ellos. Tambien se tomaron

enunciados que se expresaron en pancartas en las marchas, como aquel que decía “si

educación para prevenir. No ideología para pervertir” este enunciado lo retrabajamos a

partir de las sugerencias del jurado, y para comprender su significado, hay que situarlo

en su contexto, este enunciado se produce en la primera marcha del movimiento

CMHNT el 28 de oct., como reacción al proyecto de reforma a la ley de Educación

Sexual Integral (ESI). A lo que se oponen es a que se dicte educación sexual integral

con perspectiva de género en las escuelas.

De hecho otra pancarta de la misma marcha dice “la escuela debe enseñar

verdades biológicas no ideológicas” en el mismo sentido que el anterior, y también

dejando entrever su adhesión a una biología aparentemente neutral, no atravesada por

ningún tipo de ideología.


También, la primera marcha en la ciudad de San Luis, (también el 28 de octubre)

se llamo a marchar “por una educación libre de ideología de género”

¿Qué es la ideología de género?

Para ello pasemos al segundo subtitulo de este apartado

El Libro Negro de la Nueva Izquierda, soporte ideológico del pensamiento

dominante en las consignas del movimiento CMHNTM

Para entender que es la ideología de género, sigamos el razonamiento de Laje en

la primera parte del libro. Comienza haciendo una distinción del feminismo que el

considera valioso, de aquel que no. La distinción se basa en una cita de Von Mises, que

aclara que si el feminismo busca igualdad de derechos jurídicos, es aceptable en la

medida en que forma parte del movimiento liberal. Si en cambio, pretende cambiar

instituciones sociales con el objetivo de eliminar restricciones que la naturaleza misma

le ha impuesto al destino humano, ya es parte del socialismo. Porque el socialismo

entiende que el sufrimiento y las limitaciones emanan de las instituciones sociales, y no

del orden natural de las cosas.

Es por esto que van a hablar de la ideología de género como una pantalla del

neomarxismo que busca cambiar el orden naturalista de las cosas.

A su vez, y en el mismo orden, para seguir comprendiendo el concepto de

ideología de género, Laje afirma que el hombre es naturaleza, pero también cultura, en

ese orden, y que la cultura triunfa cuando no va en detrimento de la naturaleza. Hay una

continuidad entre sexo y género que no se problematiza, y se asume como natural. Y lo

ejemplifica al hablar de una persona trans que lucha incansablemente contra sus

condiciones biológicas para ser/parecer mujer, y fracasa. ¿cuáles son estas condiciones

biológicas? Específicamente, su sexo. De hecho luego Márquez en el mismo sentido,


por ejemplo, aclara en relación a la operación de reasignación de sexo que un varón,

“nació y morirá varón, con o sin tijeretaso”.

¿qué es entonces la ideología de género? Es la forma en que desde estos

paradigmas naturalistas se comprenden las conceptualizaciones acerca del genero y el

sexo, elaboradas por los y las referentes de las teorías de genero, y que rompen con este

orden natural prefijado. Donde el sexo mismo, y su materialidad se va a problematizar,

por ejemplo desde Butler, donde el sexo no es algo dado, sino que ya implica una

lectura discursiva de lo material. El sexo es entendido como el resultado de una

sedimentación repetida de normas sexo-génericas “a lo largo del tiempo” y que “ha

creado una serie de estilos corporales que, de forma reificada, se manifiestan como la

configuración natural de los cuerpos en sexos que existen en una relación binaria uno

con el otro”. A partir de estas conceptualizaciones se pone en evidencia el orden

sociopolitico detrás de la categoría del sexo.

Ninguno de los autores del libro negro toma en consideración estos avances con

respecto a la conceptualización sobre el sexo, no realizan un examen crítico y serio, no

los refutan, solo se usan recursos retoricos para apelar a los sentimientos, al sentido

común y a la sugestion del lector y convencerlo de los argumentos inconsistentes que

propone. Por eso me parecía interesante la contraposición con paradigmas críticos, se

trata de proponer consistencias teóricas frente a estas inconsistencias que proponen.

Los perversos homosexualistas y los inculpables homosexuales

Marquez comienza distinguiendo dos formas de homosexuales. Aquellos

padecen su inclinación, y la viven en un ámbito privado y con reserva y pudor, a los

cuales respeta. Y otro tipo de homosexuales, que llamará perversos homosexualistas,

donde el sufijo istas merece cierta atención. Según el Tratado de la formación de


palabras en la lengua castellana de Alemany Bolufer, este sufijo se añade a sustantivos,

adjetivos y verbos para formar nombres y adjetivos que denoten ocupación, profesión,

hábito u oficio.

Tiene que ver con el hecho de que no se trataria de reconocer una condición de

existencia o un modo de habitar el mundo, sino que, si un homosexual se siente

orgulloso, y forma parte de algún tipo de militancia esto lo convierte en un enemigo del

orden social natural, en un homosexualista, en la medida en que con sus acciones

contribuye de forma directa o indirecta al advenimiento de una temida nueva izquierda

internacional, que alienta formas de vida ideológicamente reprobables y en contra del

orden natural de las cosas. De ahí la partición entre los homosexualistas, que son

perversos, y los homosexuales, que no son culpables.

Luego desarrolla lo que llamará “trampas lingüísticas”: una de ellas es la

discriminación, indica que se la usa a modo de un talismán para defenderse de cualquier

crítica que se le haga al colectivo homosexual: lo que no se dice, argumenta, es que la

discriminación proviene de la naturaleza misma. Lo justifica a partir de una cita a un

médico, juan Carlos Monedero, que expresa que así como en la célula la membrana

plasmática delimita lo que entra y lo que sale de la celula, en función de lo que es bueno

o malo para ella, la sociedad también lo hace, distinguiendo lo bueno de lo malo, lo

natural de lo contranatural. La conformación de la categoría de lo natural crea como su

exclusión constitutiva a lo no-natural, lo contranatural, compuesto por todo lo no-

heterosexual. Así, la heterosexualidad, concebida como natural, deviene un valor-

membrana plasmático que determina lo que se sitúa del lado de lo natural, y lo que no;

es decir, lo que debe entrar y habitar la célula y lo que quedará por fuera, lo no-

heterosexual, destinado a los márgenes, a un lugar de abyección.


Otra trampa lingüística es la de “cambiarse de sexo”, que como indiqué antes,

para Marquez el sexo es inmodificable y determina las bases y los limites del genero y

deseo. Desde paradigmas críticos podemos pensar que se trata de una concepción

reducida y reduccionista del sexo, donde se extiende un prejuicio de corte moralizador,

naturalista, que apela al sentido común.

Sus argumentos se vuelven inquietantes cuando luego introduce su plan de

acción para aquello que previamente destino a los márgenes: terapias de reconversión.

Y establece un paralelismo con una persona alcohólica, a quien para ayudarlo no se le

puede seguir administrando bebida por compasión, sino que hay que apartarlo de sus

vicios para que se cure. Indica que se debe tener compasión a un homosexual pero para

intentar curarlo, no para ayudarlo a que siga apegado a sus vicios, ya que no es normal.

Es anormalidad la sostiene a partir de la cita de un médico, quien indica que el hombre

no tiene un órgano sexual receptor para tener a otro hombre como pertener sexual, y la

mujer no tiene un órgano sexual de penetración para tener a otra mujer como pertener.

Lo cual no podemos dejar de señalar que se trata de argumentos basados en una

supuesta complementariedad binaria entre los sexos. Donde se niega y aborrece el

erotismo anal, el erotismo homoerotico y lésbico.

Los criterios para asegurar una necesidad de reconversión a la heterosexualidad

descansan en el principio de un ordenamiento natural y regulador entre medios y fines

normalmente consagrados por el sentido común biologicista y esencialista. Si no se

cumplen estos fines, se perturba el sentido finalista y natural de las cosas.

La biología desmontada: de la carne cruda y natural al cuerpo socialmente

cocido. Figuras de la abyección


Tanto en Laje como en Marquez y el mov. CMHNTM por extensión, se

encuentra en el sexo, concebido desde el discurso biologicista, el baluarte ultimo para

sostener su concepción de naturaleza. El sexo es entendido desde este sustrato biológico

que se sitúa por fuera de todo historicismo y cultura, y se lo toma como un dato

verdadero e inalterable.

En este sentido, la biología cumple un papel de aval ideológico de estas

concepciones.

Márquez da un paso más allá cuando incluso se expide sobre la igualdad jurídica

de las personas: “… a condiciones iguales todos tenemos los mismos derechos, pero un

homosexual, al igual que un ciego, no porta condiciones iguales sino infortunadamente

desiguales” (Márquez, 2016, p. 148), agenciando en la misma categoría a los

homosexuales y a los ciegos ¿Cómo lo justifica? al afirmar seguidamente que “la

igualdad jurídica no puede ni debe suplantar la desigualdad biológica” (p. 149).

La “desigualdad biológica” parece ser la piedra de toque al momento de

justificar y naturalizar cualquier desigualdad social. Sin embargo, lo que también debe

señalarse muy especialmente es que el agenciamiento de ambas categorías es posible en

la medida en que se las clasifica en el lugar común de lo abyecto.

Este lugar de lo abyecto, en que Marquez coloca a los homosexuales, y Laje lo

hará con las lesbianas, las mujeres trans y las mujeres no-madres, empuja a estas

identidades a los márgenes. El lugar de la abyección se caracteriza por no contar con el

derecho a reclamar derechos, porque se encontrarían inhabilitados para hacerlo,

demomento que se encuentran al margen de lo “naturalmente” moral y correcto. Lo que

los movimientos críticos nos permiten pensar es cómo estas exclusiones generan

desigualdad en la medida en que configuran ciertos cuerpos y modos de vida como

abyectos; lo que en términos prácticos se materializará, por ejemplo, en ser el blanco de


violencias machistas, o el objeto de la precarización general de la vida -falta de acceso a

servicios de salud y de educación, al mundo laboral, a una vivienda, etc. entre otros

destinos posibles-.

A partir de este uso sesgado de la biología se borran las condiciones

sociopolíticas de esta operación de expulsión hacia la abyección, y la instaura como

algo natural. Por ejemplo al hablar de VIH, Marquez, afirma que esta seria una

consecuencia lógica de seguir una sexualidad contraria al a naturaleza, al modo de una

dieta autodestructiva, en el caso de obesidad o bulimia. Borrando el papel que, por

ejemplo, el estado puede cumplir en cuanto a campañas de prevención, testeos gratuitos

y accesibles y combate contra la estigmatización del VIH como la campaña indetectable

= intransmisible. Lo mismo sucede con el promedio de vida de mujeres trans, crítico y

vergonzoso, se lo adjudica al hecho de seguir una identidad y practicas contrarias a la

naturaleza.

La heteronormatividad estallada (hacia una lectura queer reivindicatoria

de los derechos sexuales disidentes)

Se retoma la concepción de la heteronorma como una membrana plasmática de

Márquez, para leerla desde Preciado, quien, amplia la concepción de Wittig, cruzándola

con Foucault, en sus propias palabras, e indica que esta tiene que ver, por un lado, con

una epistemología que fija las posiciones de hombre y mujer mediante regulaciones

internas de la subjetividad, y también como una política del deseo que se establece al

una norma no escrita que determina lo permitido y lo prohibido, en términos de genero,

deseo y practicas sexuales.

Lo clave es que la lectura de Preciado nos permite introducir la dimensión

sociopolítica allí donde Márquez apunta a la naturaleza y un orden natural determinado

de lo social.
También Márquez establece un paralelismo mediante procedimientos lógicos

falaces, a partir de los pies, que indica que fueron hechos para caminar y que si lo

hiciéramos con las manos sufriríamos dolores insoportables. Lo mismo sucede con los

órganos sexuales, estos deben utilizarse de acuerdo al papel que la naturaleza les asigno,

y retoma su idea de que el hombre no tiene un órgano sexual receptor, y la mujer uno

penetrativo. Lo que podemos advertir de estos planteos, siguiendo a Preciado, es una

territorialización heterosexista del cuerpo, donde se asume que existen órganos que

adquieren su función en relación al contexto de utilización (relaciones sexuales) y de

acuerdo a un fin determinado (reproducción). ¿y qué sucede con los cuerpos no

captados por esta noción de heteronormatividad? Se niega de ese modo no sólo el

erotismo anal, sino también a la boca como órgano erógeno receptor, como orificio o

hueco potencialmente erótico. Y con ello, se desplaza a una zona de abyección a

aquellas personas que, parafraseando a Preciado (2011), tienen de manera ontológica el

ano abierto, de aquellas que no lo tienen. Es decir que se instala una diferencia

ontológica de valor sexual, moral y en último término humano -de la que sin duda

alguna puede derivar el desconocimiento o la sustracción de derechos-.

Incluso el estatuto del ano abierto y ano cerrado que Márquez trae

implícitamente a colación resulta potente para pensar como también la homonorma se

ve territorializada por esta diferencia ontológica de valor a partir del estatuto del ano.

Y para finalizar el análisis, se problematizó el hecho de haber adoptado un

marco teórico queer, en la medida en que responde a teorías elaboradas e importadas de

otras latitudes muy alejadas a nuestra realidad. Quizás pueda responderse

afirmativamente, en la medida en que el discurso queer genere localmente,

agrupaciones queer y cultura queer (exposiciones, ensayos, intervenciones teatrales

performáticas, en bares, plazas, centros culturales, etc.) y que estas intervenciones


directas en el espacio público se traduzcan en espacios donde, parafraseando a

Lewkowicz (2003), la lógica se suspenda y, con ello, nuevas formas de legitimación y

existencia se pongan en práctica.

. Lo interesante es poder constatar aquí en nuestra ciudad, como existen espacios

que se identifican a si mismos como queers y disidentes, con existencia autónoma y

permanente. Como las fiestas zodíacas de Casa Azul, que se identifican abiertamente

como “fiesta disidente”, o las jornadas públicas en la plaza Pringles de “Puto el que

lee”, entre otras acciones creativas que reivindiquen las sexualidades disidentes respecto

de la heteronorma y proliferen experiencias que se constituyan en el suelo nutricio de

los debates públicos sobre los derechos sexuales.

En otras palabras, si el movimiento queer produce espacios e identidades más

libres y orgullosas, y si esto sucede, entonces el pensamiento queer es aun relevante, en

la medida en que “ese orgullo es político, de punta a punta, ya que desafía los

mecanismos mas profundos de la normalidad y la normatividad”.

Conclusiones:

Tal como ya se desarrolló en el análisis, la relación entre sexo y género sólo es abordada

por los movimientos que componen CMHNTM y el texto El Libro Negro de la Nueva

Izquierda. Ideología de género o subversión cultural en términos de continuidad entre

naturaleza y cultura: lo que prima es el dato natural que le endilgan a la biología,

disciplina que equivocadamente suponen no atravesada por ningún supuesto

epistemológico de base ni por ideología de tipo alguno; la cultura es un agregado que se

desarrolla a partir de un orden natural precedente al que debe corresponderle, en

términos incluso axiológicos y morales.

Lo natural, entonces, funciona como el efecto de aparentes verdades biológicas,

entre las que se destacan: la heterosexualidad obligatoria, la incapacidad penetrativa de


la bio-mujer, la incapacidad de ser penetrado del bio-hombre, el género anclado

indefectiblemente al sexo asignado al nacer e inmodificable, entre otros supuestos

indemostrables.

De esta manera, la biología y lo natural -erigidos en criterios determinantes y

excluyentes de otros factores que puedan intervenir analíticamente en la situación-

devienen categorías que, inadvertidamente o no, justificarán violaciones de derechos tan

fundamentales como el derecho a la vida en el caso de identidades trans, y de otras

identidades no heteronormadas o sometidas a la abyección.

Por otra parte, la heteronorma, entendida como un régimen político, funciona

como una membrana plasmática que delimita lo permitido y lo prohibido en términos de

deseo, género y prácticas sexuales.

El movimiento CMHNTM surge en Perú como reacción, al igual que otras

expresiones de la homofobia militante actual, a políticas que buscan erradicar la

violencia contra los colectivos heterodisidentes y las mujeres. Esta reacción se extendió

rápidamente por nuestro continente y se instaló en nuestro país en la vía pública con

gran participación de grupos y miembros adherentes, principalmente de sectores

religiosos y conservadores del orden heteronormativo.

Lo que desde ese movimiento se denomina “ideología de género” practicada por

los ideólogos de género (homosexualistas y feministas) se define a partir de

concepciones sobre el sistema sexo-género opuestas a lo que el movimiento propugna.

El movimiento CMHNTM denuncia en ese sentido un alejamiento de lo natural,

en detrimento de la cultura. Los que desde su posición consideran homosexualistas y

feministas sostienen posturas críticas no naturalistas, no biologicistas, que

necesariamente entran en disputa con aquellos discursos, ya que exponen no sólo su

artificialidad, sino sus intereses y las prácticas a las que conducen, como la terapia de
reconversión homosexual o la invisibilización de la dimensión socio-política del VIH,

además de la estigmatización y abyección de las vidas que no sean heterosexuales.

Para terminar, y haciendo incapié en la ciudad de San Luis que, como vimos, es

uno de los escenarios donde estos movimientos toman el espacio público y se

manifiestan, el 15 de noviembre de 2019 otra vez, como desde hace ya 10 años, se

celebró la “marcha del orgullo disidente”. La marcha estuvo llena de tortas, travas,

maricas y también pakis; pero nunca en estos 10 años -como decía alguien de la

organización- al alejarse uno de los parlantes se lograba escuchar música aún más fuerte

que la de la propia marcha marica. Curiosamente, había música más estruendosa

proveniente del espacio céntrico de la plaza, del anfiteatro, que confundía a algunos

simpatizantes de las disidencias e iban a bailar ahí donde la música era más fuerte por

un minuto, y huían espantadxs cuando veían que no había ni colores ni fiesta, sino

biblias y hombres clamando absolutamente convencidos que “hay que orar por la

familia y por Dios, que están en peligro” según logramos puntear rápidamente.

La adhesión y el recrudecimiento de estos grupos político-religiosos no deja de

aumentar: es un fenómeno en crecimiento lo suficientemente invisible y eficaz como

para formar partidos políticos y tener representantes en nuestro Congreso y en otros

ámbitos donde se deciden políticas públicas.

Las disputas por los derechos adquiridos y los derechos faltantes no han cesado.

Estos grupos continúan militando y luchando por sus intereses, que, de lograr

prevalecer, constituyen un verdadero riesgo para quienes son blanco de sus principios,

los “ideólogos de género”, es decir, feministas y disidentes del orden heterosexual.-

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