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DESERCIÓN ESCOLAR, FACTORES QUE CONLLEVAN Y AJUSTES DE

MEJORAMIENTO EDUCATIVO

Colombia ampliamente es un estado social de derecho formado en republica unitaria


independiente tal como lo menciona la carta magna de 1991, pero al observar diversos
principios que deberían ser inherentes a esta forma de Estado, asimismo nos lleva a
ejercer labores de (de ser) garantes y veedores por los cuales realizamos estudios
exhaustivos de nuestro país actual y de sus condiciones sociales, políticas y educativas.

Centrémonos en la necesidad de nuestro país que si bien es cierto es una de las más
importantes porque tal como lo dice un escrito de la biblia, “Mi pueblo fue destruido,
porque le faltó conocimiento” – Oseas 4:6 y que nos lleva a realizar muchos
interrogantes propios de la nación y uno de estos es ¿Está Colombia siendo garante de
calidad en el área educativa?, siempre he pensado (siempre he sido partidario) que, para
poder desarrollar a cabalidad el factor educativo debemos despojarnos de sí mismo y
empezar a ver mucho más allá de cantidad y precio para empezar a ver lo que realmente
importa, lo cual es la calidad; ahora bien, haciendo un análisis riguroso, me planteo la
siguiente pregunta ¿Desde cuándo nuestro país volvió a una etapa de factores
estatocentricos y dejó de lado el antropocentrismo estatal que lleva al ser humano como
eje primordial de la sociedad y del Estado como garante de cada individuo dentro de la
sociedad?, es un interrogante problematizador que el Estado nunca relaciona ni
menciona, sino de manera somera trata de dar solución a ejes no primordiales ni
centrales los cuales ampliaremos a continuación.

Ahora bien (En ese orden de ideas), cabe resaltar y dejemos que este discurso escrito
(columna) genere censura y conmoción a los diferentes gremios educativos con lo que
se describirá de aquí en adelante, ¿Está diseñado el (un) plan educativo (en Colombia)
Colombiano para mejorar o para desmejorar a la población educativa, centrado en la
preparación y como eje primordial del menor de edad su educación con finalidad y
principios o nos encontramos en los famosos carruseles educativos que solo buscan
cantidad y precio y no la calidad?, soy creyente que para poder resolver estos
interrogantes debemos iniciar por la parte de selección publica de escogencia de
docentes en el Ministerio de Educación, planteando el siguiente interrogante ¿De qué
manera se realizan los procesos de selección de docentes en este país?, ¿Qué factores
evaluativos se manejan?, ¿Se reconoce la parte social y humana o simples periodos
electivos y educativos que solo generan docencia de calidad educativa y no moral y
humana?. Unos de los principales factores que Colombia debe desarrollar es el manejo
de recursos educativos, es decir, un docente es escogido por un factor educativo y de
preparación de conocimiento y no por escogencia de los ejes morales que conllevan al
buen desarrollo del menor y crecimiento que abarque no solo en algo externo sino
también interno, velando por la seguridad, confianza y restauración de la juventud
Colombiana.

Entrando en materia, ¿cuál es uno de los principales factores de deserción escolar?, y a


la luz de la verdad educativa el maestro o docente (sugiero que escojas alguno de las dos
terminología, hermano) cumple un papel fundamental en la creación, proyección y
visión del menor, es decir, encontramos profesionales con 0 factores morales y con
desconocimiento de las déficit psicológicas y sociales, que sin importar los daños que se
puedan realizar en la identidad del menor se apropian de daños psicológicos y morales
que son patentes de comportamiento continuo en la juventud y que para mayor excusa
de los planteles educativos es más fácil culpar de manera gradual y general al menor y
NO a su cuerpo de docentes. Se ha perdido la proyección y la visión, vemos una
juventud llena de temores y no de valentías, docentes capaces de destruir imagen,
dominio, proyección e identidad de los menores, manejando (un) vocabulario voraz y
negro el cual destruye poco a poco a los menores, ahora bien, ¿Dónde quedó la famosa
ética profesional que las escuelas superiores de formación enseñan?, es más fácil culpar
a los grupos vulnerables que entrar a evaluar los mecanismos de instrucción que maneja
el Estado.

Si entramos dentro del plan educativos para la juventud Colombiana, encontramos


vacíos y los llamados rellenos educativos que solo buscan mantener al menor esclavo
del estudio y no de sus sueños y proyectos, pero si en vez de alargar las jornadas y las
cátedras entramos en guiar a la juventud Colombia a realizar proyectos de vida que
llevaran y guiaran al propósito y enfoque correcto, ahora pregunto, ¿Está siendo guiada
la juventud de acuerdo a sus destrezas, dones y talentos o se está manejando por
conglomerados sociales que solo buscan capacitar y expedir certificaciones que solo
demuestran hechos sin fruto y sin respaldo de evidencias? interrogante de cada vez mas
vez mas no deja de inquietarme como ciudadano y garante de la educación colombiana.

Me quiero adentrar en un tema humanístico y muy preocupante, los mal llamados


gestores de educación como son nombrados los docentes ante los órganos que vigilan y
es el hecho de estudiar un factor sociológico y es si se están expidiendo títulos
académicos a un grupo desorganizado en todos los ejes de personas, de que me sirve
culminar y graduarme en grado 11 (once) si llevo consigo marcas, rechazos, palabras
desatadas, sin paciencia y espera, sino con resentimientos sociales que estigmatizan a
los estudiantes llenando sus mentes de conceptos y palabras que solo buscan destruir y
no mejorar sus condiciones de vida sino alimentando heridas, formando de esta manera
desenfreno y falta de cordura. La identidad de la juventud colombiana está afectada en
una mayor proporción y continuamente dejando marcas y huellas las cuales no son
positivas, sino que denigran totalmente a la población estudiantil, generando temor y
rechazo continuo, lo cual se ve afectado en las diferentes facetas sean educativas,
familiares, desenfreno social, teorías y filosofías antisociales, crimen, demencia,
desorden emocional y muchas otras cosas que si mencionaría provocarían la moción de
censura que realmente quiero provocar, para ver si al prosperar la finalidad de este
articulo avanzamos en el cambio educativo.

Como vemos diferentes sectores educativos opinando y custodiando el factor de


deserción escolar, en donde son participes de estas situaciones; necesitamos dejar de
buscar soluciones a corto plazo o temporales, las cuales están generando desconfianza y
críticas, sino más bien adentrarnos a investigar el por qué real de las situaciones que se
presentan, busquemos estrategias de remodelación de la proyección educativa
colombiana, trabajemos en la calidad, esforcémonos por expedir y egresar estudiantes
con enfoques académicos y bases firmes de conocimiento extensivo, generando
confianza y proyección a largo y corto plazo, necesitamos ser más humanos y menos
corrección, sino que el factor educativo sea garante en la erradicación de estigmas
sociales, gente comprometido con una inflación educativa y no con la llamada
deserción, creo firmemente que si trabajamos desde destrezas, dones y talentos estamos
haciendo que la población educativa no se egrese por factores simplemente obligatorios
y pasamos al amor y ejecución de lo que somos para mejor y alimentar una identidad
que nos lleve a ver lo Dios hizo en nosotros.

JAIR ENRIQUE ATENCIA DIAZ

Columnista

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