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El agua es un bien escaso que hay que utilizar de la manera más eficiente y eficaz
posible. Por ello, la agricultura es una de esas áreas productivas en las que se han
desarrollado más profusamente diversas técnicas de optimización de agua. Por un
lado, para usar tan solo el agua necesaria y, por otro, para que la producción
agrícola sea lo más rentable posible.
Esto es así porque invertir recursos humanos para realizar una tarea de riego
cuando es posible automatizarlo no es rentable. Pero, por supuesto, no todo es
rentabilidad: también hay que tener en cuenta los aspectos sociales y ecológicos
cuando se trata de evaluar los tipos de sistema de riego.
Se trata de crear un sistema que sea inclusivo y que respete tanto a la sociedad y
a los colectivos como al ecosistema natural en el que se implanta. Son estos los
valores y principios que propugna la filosofía de la permacultura, sistema que se
ha utilizado también para otras áreas como el diseño ambiental, construcción o
ingeniería ecológica, entre otros.
A continuación, te explicaremos cuáles son los tipos de sistema riego más usados
en la agricultura, las características que tienen y cuáles se deben escoger para
cada caso o situación.
Son muchas las soluciones que existen para distribuir el agua a los cultivos,
plantas o árboles y, dentro de estas opciones, suele haber bastantes variantes que
se pueden configurar para conseguir el riego deseado. Te explicamos las más
importantes:
Aspersión:
Baja presión: tiene un alcance de unos 12 metros y trabaja hasta con 1,5 kg por
centímetro cuadrado.
Presión media: en este caso la presión oscila entre 1,5 y 4,5. La distancia aumenta
hasta 25 metros.
Presión alta: este tipo de aspersor puede llegar hasta los 60 metros de distancia;
para ello se necesita aplicar una presión superior a 4,5 kg por centímetro
cuadrado.
Supone un ahorro del consumo de agua frente a otros tipos de sistema de riego.
Si bien el consumo de agua es menor que tipos como el riego por surcos, es
mayor que en el riego por goteo.
El goteo
Tras la invención de los aspersores, allá en el año 1930, el desarrollo del riego por
goteo es considerado como el siguiente avance más importante en la agricultura.