De acuerdo a los textos leídos ¿Cuáles son algunas aproximaciones o reflexiones que podríamos hacer utilizando algunos conceptos de las teorías de Gramsci y Bordieu a la situación actual política en Chile y como se puede relacionar a la reproducción artistica? Podemos incorporar algunos de los conceptos elaborados por Bordieu y Gramsci para hacer algunas aproximaciones o reflexiones de la producción y consumo del arte en cuanto a la situación política actual, para esto en primer lugar debemos hacer una contextualización del escenario político en el Chile de hoy en día. Para empezar el Chile actual está marcado por una gran crisis política que se engloba en una gran polarización de los sectores políticos, esta división arrastra consigo una contienda entre dos paradigmas políticos que podrían ser catalogados como el paradigma de la política tradicional en confrontación con el paradigma político progresista, rupturista y dentro del también caracteres revolucionarios o subversivos, se ha visto un sector social caracterizado por la radicalización de las prácticas de lucha en las manifestaciones sociales, lo que desencadeno un proceso de cambio político. Gramsci introduce dos conceptos que pueden ser útiles para realizar un análisis de este fenómeno político y social, dentro de los conceptos leídos podemos encontrar una descripción de lo que son los sectores culturales denominados cómo el sector subalterno y el hegemónico, según Bordieu estas dos clases o sectores se diferencian por su consumo de capital simbólico “la cultura de las distintas clases se configuraría por la apropiación diferencial de un capital simbólico común, por las maneras en que el consumo las incorpora a la reproducción social.”(Canclini G., 1984) Debemos tomar en cuenta dentro de este paradigma que la oposición entre lo hegemónico y lo subalterno incluyen otras “interacciones culturales, especialmente los procesos de consumo y las formas de comunicación y organización propias de los sectores populares” (Canclini G., 1984) aparte de las relaciones de producción, existen nuevas formas de organización política que no se centran en la clase, “Antagonismos que hasta hace pocas décadas eran marginales y a veces invisibles dentro de la política general, como los étnicos, sexuales, regionales, urbanos, han pasado a ocupar posiciones protagónicas.” (Canclini G., 1984) Dentro de esto podemos ver el papel protagónico que han tomado los movimientos por la liberación del pueblo mapuche, los movimientos por la liberación de la mujer y las disidencias sexuales, así también como los movimientos de defensa ambiental o los actuales movimientos anticarcelarios por la liberación de los presos/as políticos/as de la revuelta social. Podríamos incluso manifestar que la revuelta social no tendría explicación de no ser por la actividad radicalizada de estos nuevos sectores que rompen con los partidos tradicionales que forma parte del sector hegemónico. Estas nuevas luchas populares en cambio se enmarcan en el sector subalterno, a pesar de esto son dependientes de la reproducción social, pero tienen un papel mucho más crítico hacia las estructuras de poder, hay por tanto en estas luchas una ruptura con las formas tradicionales de hegemonía. Sin embargo, hay que advertir que hay una especie de permitir desde un sector al otro, no hay solo una polarización de lo alterno y lo subalterno, sino que hay una interacción de fondo, en donde la hegemonía al no poder cubrir todas las necesidades de los individuos permite sus propias formas de organización para suplirlas, esto lo podemos ver reflejado muy bien en lo que son las “ollas comunes” que nacen con la llegada del desempleo producto de la crisis del covid 19, diversas manifestaciones de solidaridad se pudieron ver durante la propagación de la pandemia, sin embargo también hay una reciprocidad desde los sectores subalternos que encuentran ciertos instrumentos de la hegemonía que le resultan útiles, tal es el caso de los fondos a los que postulan organizaciones para levantar proyectos comunitarios. Ya desde estas premisas podemos hacer un análisis de la reproducción de capital cultural hecha por los distintos sectores, para Bordieu dos conceptos que explican esto son el del habitus y el de campo, el habitus como “sistemas de disposiciones duraderas y transferibles, estructuras estructurantes” (Gutierrez, 2010) el habitus es lo social incorporado y campo “espacios de juego históricamente constituidos con sus instituciones específicas y sus leyes de funcionamiento propias” (Gutierrez, 2010). Para Bordieu la obra artística tenía que ver con estos dos conceptos, si nos situamos en la situación actual el arte hegemónico siempre permanece debido a la capacidad de acumulación de capital cultural de la clase hegemónica, mientras tanto el arte popular propio del sector subalterno, significa un acto subversivo, impulsado por la necesidad de subvertir la estructura de distribución del capital dentro del campo cultural, político y económico. Sin embargo, podemos ver un fenómeno en que las clases hegemónicas incluyen en la producción cosas que son propias de las culturas subalternas debido a que deben incluir “aquella parte de la cultura subalterna que vuelva a esos productos útiles y significativos para la mayoría.” (Canclini G., 1984) o también encontramos la utilización de herramientas provenientes de las clases hegemónicas en la clase subalterna, como son la utilización de las plataformas, rss, teléfonos inteligentes, cámaras, instrumentos musicales, etc. Hay un sinfín de elementos que mantienen un intercambio cultural y material entre las dos clases y esto se ve reflejado en el arte en donde los distintos sectores generan reproducción simbólica y cultural del otro, beneficiándose de esta manera el sector subalterno utilizando los medios hegemónicos para la propagación de sus mensajes subversivos y por otra parte la clase hegemónica apropiándose de todo lo simbólico producido por lo subalterno para generar ganancias económicas. De manera que unos surgimientos de nuevos sectores de luchas populares pueden subvertir el campo cultural, económico y político, influenciar de esta manera en el “habitus” y a su vez en la reproducción del capital cultural, obligando a las clases Hegemónicas a entregar el mensaje de las clases subalternas. Es posible que estos nuevos sectores no puedan suplir a las que tienen directa relación con la producción, pero si pueden lograr subvertir a través de lo cultural las estructuras y prácticas sociales, para lograr una transformación social, sobretodo en el ámbito artístico, en donde se han desempeñado un sin número de personas que participan en el activismo político del Chile actual. Bibliografía: García Canclini, Néstor. “Gramsci con Bourdieu. Hegemonía, consumo y nuevas formas de organización popular”. Nueva Sociedad 71, 1984: 69-78. Gutiérrez, Alicia. “A modo de introducción: Los conceptos centrales en la sociología de la cultura de Pierre Bourdieu”. Pierre Bourdieu, El sentido social del gusto. Buenos Aires, Siglo XXI, 2010: 9-18.