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Medidas Limitativas Frente a la

Presunción Inocencia
por Grupo N° 5 Santillan, Palomino, Castillo, Guevara, Ramírez

Fecha de entrega: 11-jun-2021 08:35a.m. (UTC-0500)


Identificador de la entrega: 1604715930
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ASIGNATURA: GESTIÓN DE MEDIDAS LIMITATIVAS DE DERECHO TEMA : Medidas Limitativas

Frente a la Presunción Inocencia

GRUPO NS 5 - MAY. SANTILLÁN

1. Introducción

Hemos nacido en un mundo que cree en el respeto a los derechos fundamentales que acompañan al ser

humano durante toda su vida, por eso, y por obvios motivos, iniciemos dibujando estas líneas

introductorias apelando especialmente al título del ensayo científico que trata sobre “las medidas

limitativas frente a la presunción de inocencia”, porque como hemos dicho en el desarrollo de este texto,

en la mente del juzgador debe estar siempre presente que el imputado es todavía un ¡nocente, y que

derribarla o desvanecerla no es una tarea fácil, el fiscal debe emprender una investigación bastante

estratégica, con recolección de datos suficientes y sobre todo, el respeto a los derechos del investigado,

porque el proceso penal ha sido diseñado para garantizar los derechos del justiciable. Bs más, el proceso

penal es el mejor escenario donde se puede destruir legalmente la presunción de inocencia, pero no en

cualquier etapa del proceso, sino, solamente en el juicio oral, porque allí es la fábrica de la prueba que

se actúan con inmediación, contradicción, publicidad,que provienen de una investigación suficiente y

respetuosa de derechos.

Luego de ello, cambiando relativamente del tono de la información, el presente texto científico está

compuesto por el abordaje de las medidas limitativas frente a la presunción de inocencia, lo cual, por

cuestiones metodológicas y pedagógicas se hace el estudio de las siguientes medidas. Bsto son: a) B1

allanamiento del domicilio, b) La intervención corporal, c) El examen corporal para prueba de alcohol;

d) El control de las comunicaciones y documentos privados; f) El aseguramiento e incautación de


documentos privados, g) El levantamiento del secreto bañe ario y de la reserva tributaria; h) La video

vigilancia en el interior de inmuebles o lugares públicos; entre otros. Y como tema de contraste y limite

a las medidas, es el estudio del derecho fundamental a la presunción de inocencia.

En el fondo, es verdad que existen varias ideas al respecto; empero, el estudio de las instituciones

procesales de las medidas limitativas y la presunción de inocencia son abordados haciendo eco al propio

texto procesal penal, a la literatura procesal especializada y sobre todo en armonía con la jurisprudencia;

esto, con la finalidad de conocer más de cerca la naturaleza y esencia de estas herramientas legales que

dispone el Ministerio Público para su puesta en funcionamiento, pero sin alejarse de la inspiración

constitucional ni mucho menos del pedido ante el juez de garantías como último guardián y centinela de

los derechos del justiciables. Como ya lo decía en aquel entonces el maestro Camelutti, “no solamente

se hace sufrir a los hombres porque son culpables sino también para saber si son culpables o inocentes”.

Y así, siguiendo la estructura de este ensayo científico, luego de haberse efectuado un análisis armónico

con la jurisprudencia y la doctrina, se procede a etiquetar por cada medida limitativa de derecho, un

extracto o conclusión. Es decir, conclusiones que consisten en su naturaleza, el momento de su puesta

en marcha o uso, y lo más importantes, en el que una modada de esta naturaleza, no


puede pedirse de manera antojadiza sin antes tener el visto bueno de un juez de garantías.

Finalmente, “para el Derecho, ninguna persona es culpable hasta que un juez lo

haya sentenciado como tal” (Rubio, p. 46). Es decir, sólo a merced de una

decisión del órgano jurisdiccional que tiene respaldo en la Ley Fundamental,

estamos en las condiciones de quebrar la presunción de inocencia” (Meini, p.

421). En suma: la presunción de inocencia es el escudo protector que blinda al

imputado ante cualquier imposición de medidas limitativas, con el único

propósito que ella sea legal y no ceder ante lo ilegitimo, porque el Derecho no

puede tolerar el abuso de la autoridad, tanto de quien investiga y acusa como

quien controla y juzga.

II. Las medidas limitativas de derecho

Para entender mejor esta institución sobre las medidas o mecanismos legales de

limitación de derechos frente a la presunción de inocencia, debemos indagar

como primer orden, qué son las medidas limitativas de derecho, cuales son estas

medidas y que relación tiene con el principio de rango constitucional acuñado

como “presunción de inocencia”.

Así, a continuación, veamos cuales son estas medidas limitativas y cual es la

razón de su puesta en funcionamiento. En este sentido, las medidas limitativas

recogidas en nuestro texto procesal penal vigente son las siguientes:

- El allanamiento del domicilio

- La intervención corporal

- El examen corporal para prueba de alcohol


Las intervenciones de las comunicaciones y las intervenciones legales de documentos privados

B1 aseguramiento e incautación de documentos privados B1 levantamiento

del secreto bancario y de la reserva tributaria Video vigilancia el interior de

inmueble o lugares públicos Sobre la medida de exhibición e incautación de

los bienes

A continuación, analicemos cada una de estas medidas recogidas por el legislador

penal, teniendo en cuenta que ellas han sido acuñadas en el catálogo procesal

penal, con la finalidad de cumplir ciertos propósitos -en el que el operador

jurídico- busca hacer uso de ellas y de esta manera lograr por ejemplo una

investigación exitosa y que de pie para llegar sólidamente al juicio oral.

Bajo este entendimiento, pasemos a efectuar el estudio de estas medidas.

A. - El allanamiento del domicilio

Bn armonía con la literatura procesal penal, el allanamiento de un

domicilio “es un mecanismo legal o herramienta que el operador jurídico -fiscal-

puede hacer uso de ella para un registro del domicilio, de objetos, búsqueda y

recojo de indicios u otros datos que presumiblemente en ella puedan encontrarse,

pese a que afecta directamente la intimidad de sus ocupantes en ella” (San Martín

Castro, 2015: p. 336), entre otros derechos fundamentales que se preservan al

interior de un recinto cerrado como es el domicilio.

Por otro lado, el domicilio como objeto de protección, prácticamente es el

instrumento que sirve para proteger otros derechos fundamentales que en el seno

más íntimo del ser humano necesitan ser preservados y sobre todo respetados por

las autoridades que hacen uso del ordenamiento jurídico.

Del mismo modo, haciendo eco al código procesal penal, en este caso,
parafraseando el artículo 214, inciso 1, nos indica sabiamente que: “El

Representante del Ministerio Público, de manera justificada y sobre todo

motivada, puede solicitar la entrada o el allanamiento a un domicilio para su

registro, esto se puede realizar en casa habitada, oficina, negocio u otros recintos

cerrados, siempre que sea previsible que le será negado el ingreso en actos de

función”.

A partir de este entendimiento, es sabido que el derecho a la inviolabilidad del

domicilio es un derecho fundamental y reconocido por nuestra constitución (art.

2.9), y como tal requiere una especial forma para su limitación e

incursionamiento en ella, pero también debemos precisarlo, que tampoco es un

derecho ilimitado por más fundamental o constitucional que ellas represente,

pues, entiéndase que tiene sus límites, y por ello, puede dar pie a ceder otros

derechos o cuando el fiscal necesite indagar o acopiar información para su

investigación del hecho ilícito.

Dicho esto, cuando se requiera ingresar a un domicilio, las autoridades no deben

alejarse del principio de legalidad, y a la vez se exige que esté previamente

justificada su ingreso a dicho recinto. Esto es por ejemplo, que la resolución

autoritativa contenga los siguientes requisitos: el nombre del fiscal autorizado, la

finalidad específica del allanamiento, la designación precisa del inmueble a ser

indagado o investigado, la duración de la diligencia a realizarse por el fiscal a

cargo, entre otros criterios que forman parte del haz de derechos fundamentales.

11,- La intervención corporal


Cuando el fiscal ponga en funcionamiento la maquinaria investigativa que

se orienta a la búsqueda de información o acopio de datos, resulta útil y necesario

muchas veces ingresar a trastocar legalmente el núcleo duro del ser humano, esto

es, se apela al examen corporal del imputado, siempre y cuando se realice en

sintonía con el principio de legalidad que tienen como mandato que ella sea

ordenada especialmente por el órgano jurisdiccional, pero siempre a pedido del

fiscal. Del mismo modo, la gravedad de la pena no puede ser de bagatela, debe

tener un reproche penal superior a los cuatro años. Entre otros preceptos legales

recogidos en el art. 211 del Código Procesal Penal, entendida esta última como

un método de investigación.

Pero, apelemos al razonamiento de Arbulú Martínez, quien en su obra titulada,

Derecho Procesal Penal, nos indica que: “el examen corporal está condicionado a

que no se cause un daño grave para la salud del imputado. Ante cualquier

sospecha si es necesario se contará con un previo dictamen pericial” (Arbulú, p.

110).

También es bastante útil dejar establecido que para los efectos de una

intervención corporal, que cuando pregone la necesidad, urgencia y sobre todo el

peligro en la demora de la autoridad competente para su disposición; pues bien,

partiendo de este contexto, se pueden realizar estas prácticas de exámenes

corporales con el único propósito de aprovechar la información o datos que de

ella podamos obtenerlas, pero siempre, a su inmediata confirmación judicial con

el propósito de darle legalidad, valides y confiabilidad a los actos de

investigación de esta naturaleza.

C. - Análisis sobre el examen corporal -prueba de alcohol-.


Ante la interrogante ¿Qué es una prueba o examen de alcoholemia? Pues,

para entender mejor esta figura, debemos acuñarlo como aquel método

consistente mediante el cual se verifica la detección y medición de alcohol

ingerido por una persona, ya sea a través del aliento o mediante el análisis clínico

de su sangre” (DE URBANO y TORRES, p. 116).

Dicho esto, si bien la constitución consagra derechos fundamentales que escoltan

al ser humano, como es el derecho a la intimidad, entre otros, pero, como ya es

doctrina bastante conocida y sobre todo el mismo Tribunal Constitucional lo ha

reiterado en muchos de sus pronunciamientos que ningún derecho por más

fundamentales que ellas sean, es ilimitado, pues siempre hay un límite, bajo este

entendimiento de rango constitucional, cuando la autoridad competente busque

recopilar o acopiar información, muchas veces corresponde trastocar ciertos

derechos para dar prioridad a otras como es el caso de la búsqueda de la verdad y

la prevalencia del valor justicia que busca relativizar momentáneamente a uno

para su reconocimiento y bienestar de la sociedad.

Aquí también, algo bastante interesante dijo el Tribunal Supremo de España, que

“esta práctica de la prueba de alcoholemia no suponen una declaración contra sí

mismo ni vulneran el derecho constitucional a no confesarse culpable sino más

bien una colaboración consistente en tolerar una especial modalidad de pericia”.

(DE URBANO y TORRES, p. 116). Y aquí, agregamos la siguiente idea, “la

prueba de alcoholemia no significa desconocer el principio constitucional de

inocencia”.

D. - Sobre las intervenciones de las comunicaciones v los documentos


privados
“Según la literatura procesal penal especializada en esta materia, consiste

en inmiscuirse en la esfera intimas de las comunicaciones y de los documentos

privados que las personas van realizando día a día como parte de su actividad

diaria, esto con la finalidad de conocer el contenido, si es que tiene o no alguna

información que le interese al derecho penal”. (Arbulú, p. 129), porque

entiéndase que no todo dato o información es de relevancia para el derecho penal.

De esta manera, muchas veces es bastante necesario que la autoridad que

investiga como es el fiscal, se apalanque en este tipo de práctica con el único

propósito de sostener y enriquecer su investigación para que en un futuro forme

un acervo probatorio suficiente y que dichos medios de prueba tengan la entidad

de dar origen a una sentencia y de esta manera desvanecer legalmente el principio

de inocencia que por su puesto es un haz duro de roer. Ella no puede

desvanecerse a como de lugar a costa de cualquier precio. El derecho no puede

ceder ante lo ilegitimo.

E. - El levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria

Tanto el secreto bancario como la reserva tributaria forman parte del bloque

constitucional protegido, y en el que no cualquier autoridad, ni tampoco de

cualquier forma ella pueda ser invadida a través de prácticas ilegales, abusivas o

alejadas de las formalidades que el texto procesal penal como método de

investigación nos provee de esta herramienta para llegar a ella.

Teniendo en cuenta este razonamiento, el juez, a petición del fiscal, podrá

ordenar reservadamente y sin trámite alguno el levantamiento del secreto

bancario o de las reservas tributarias, siempre que ellas sean pertinentes para el
acercamiento y descubrimiento de los hechos con características de delito. Lo

mismo se tiene que efectuar respecto a la incautación de documentos, títulos

valores, entre otros que ya la ley los contempla” (Arbulú, p. 139).

Así, entendida esta última al proceso de acuerdo con sus fines como la búsqueda

de la verdad o dicho por otro sector de la doctrina procesal, como el nacimiento o

surgimiento del proceso penal para proteger al más débil, en este caso, el

imputado, que no es un objeto, sino, un ser humano enfrentado a la maquinaria de

justicia del propio Estado.

Fv Video vigilancia el interior de inmueble o lugares públicos

Si hacemos eco al catálogo procesal penal (art. 207.3), en el que estos actos

de vigilancia en el interior de un inmueble o lugares públicos tienen de por sí la

naturaleza de pruebas preconstituidas, siempre que existan urgencia en la

obtención de datos. Pero también, no olvidemos que estas medidas afectan

gravemente el derecho a la intimidad, por eso la exigencia del respeto a su

legalidad en su práctica y actividad a través de estas medidas” (San Martín

Castro, p. 337). Como hemos dicho en párrafos anteriores, a veces es útil

apalancarse de estas prácticas investigativas, cuando el material probatorio sea

bastante débil e insuficiente, lo cual, al llegar al juicio oral sin el material

suficiente, lo único que nos quedaría es esperar una absolución del imputado, no

porque no haya cometido el delito, sino porque la actividad probatoria no sea la

suficiente y sólida para destruir la presunción de inocencia.

G.- Exhibición e incautación de bienes

La propiedad, un derecho fundamental reconocido en la constitución (art.

2.16 de la Cont.). Y como tal, las prácticas del Ministerio Público y su actividad
investigad va deben ser bastante cautelosos para trastocar este derecho

fundamental a través de la incautación de bienes que forman parte - muchos de

ellos del patrimonio del investigado” (San Martin Castro, p. 337).

De acuerdo con el Código Procesal Penal (art. 218), esta medida limitativa debe

ponerse en funcionamiento siempre a solicitud del fiscal encargado del caso,

pero, ante el Juez de la Investigación Preparatoria, petición que será debidamente

fundamentada o justificada para que se ordene legalmente su incautación o

exhibición forzosa.

Pero después de todo, nos quedamos con este razonamiento, en el Perú, ni en

ninguna otra parte del mundo, no podemos hacer propiedad a costa del delito, los

bienes deben ser lícitos en si procedencia, til patrimonio no puede construirse con

actividades ilícitas.

111. Noción esencial del principio de inocencia

Queremos iniciar este ítem etiquetando el siguiente razonamiento: “en la

mente del juez siempre debe estar presente la presunción de inocencia”. La

presunción de inocencia es la piedra angular del ius puniendi del Estado, “porque

la mejor realización posible de la dignidad humana se alcanza a través de no

declarar al acusado a ser un mero objeto del proceso” (Roxín y Schünemann, p.

148), porque, la mejor forma de preservarlo y desvanecerlo legalmente es

siempre mirando la fidelidad del ordenamiento jurídico al momento de la

búsqueda, acopio y juzgamiento, es decir, en el juicio oral, estadio donde se

fabrica la prueba.

Y al respecto, “la función de la presunción de inocencia no es la búsqueda de la

verdad, la de servir al juzgador o al fiscal aun mejor conocimiento de los hechos,


sino evitar resultados indeseables (la condena del inocente) asumiendo un riesgo

que tampoco se desea, pero que se reputa menos malo (absolución del culpable),

ya que se considera que es peor equivocarse condenando a un inocente que

absolviendo a un culpable” (Cano T, p. 169). Y no olvidemos, que el garante

último de este derecho fundamenta] que es la presunción de inocencia, es el juez,

quien es el centinela de estos derechos.

Y ahora miremos la jurisprudencia al respecto para conocer su entendimiento por

este principio esencial que acompaña a todo ser humano desde los inicios del

proceso penal hasta su finalización. Esto es, en el R.N. N° 2153-2015-LIMA;

R.N. N° 470-2015-San Martín; y la Cas. N0 41-2012-Moquegua, el Tribunal

Suprema ha indicado que la presunción de inocencia debe permanecer intacta

hasta su llegada al juicio oral, lugar donde se dejará sin efecto de forma legal,

utilizando como medios la contradicción, publicidad e inmediación del juzgador

con la actividad probatoria.

Finalmente, la presunción de inocencia como regla constitucional es

prácticamente el límite de los límites al accionar del funcionario o autoridad que

pretenda trastocar derechos fundamentales como los antes desarrollados, es como

decir, la autoridad a cargo de una investigación no puede pretender investigar y

llevar a juicio un caso a como de lugar o con el abuso del derecho. Es decir, el

ordenamiento jurídico provee de normas y reglas legalmente establecidas para

destruir la presunción de inocencia.

IV. Conclusiones

Luego de haber hecho un análisis de cada una de las medidas limitativas de

derecho que el legislador penal ha tenido a bien considerar como herramientas


que tiene el operador jurídico para la búsqueda y acopio de información, pues, a

continuación ingresemos a establecer las siguientes conclusiones. Estos son:

El fiscal como órgano persecutor del delito y sobre todo como administrador

de las diligencias preliminares y la investigación preparatoria propiamente

dicha, puede apalancarse a través de cualquiera de estas medidas limitativas

con el propósito de recabar información para su investigación y de esta

manera pueda formar convicción de los hechos y desplazarse a juicio oral,

lugar donde se fabrica la prueba y quebrar la presunción de inocencia.

Con relación a la medida del allanamiento de domicilio, se concluye que

viene a ser un instrumento y un medio necesario para la autoridad que

investiga un hecho de relevancia jurídica; es decir, para incursionar en ella

siempre y cuando existan motivos razonables y que conlleven a mejorar y

aportar la investigación. Pues bien, el ordenamiento procesal penal prescribe

las pautas de legalidad a seguir para su puesta en funcionamiento.

Respecto a la intervención corporal, se concluye que si bien es cierto el

imputado hoy en día no es un mero objeto de investigación, sino más bien un

ser humano con derecho fundamentales que lo protegen, pero, así como tiene

derecho a guardar silencio, a no declararse culpable o a no autoincriminarse.

Pues del mismo modo, también estos derechos pueden cederse o relativizarse

para intervenir directamente sobre el cuerpo del propio imputado, a medida

que sea necesaria, urgente e indispensable para extraer algún tipo de fluido o

muestra que aporten al esclarecimiento del hecho criminal.

Sobre la prueba de alcoholemia, es un método científico bastante útil

especialmente en los delitos culposos que se producen a través del uso de


automóviles conducidos por conductores en estado de ebriedad. Es decir, es

la prueba madre o reina para formar el acervo probatorio, por lo tanto, su

práctica es de especial importancia.

En cuanto al control de las comunicaciones y documentos privados, se

concluye que apelar a ella de manera automática, no es posible, el legislador

penal a considerado ciertas reglas en el que el operador jurídico debe tener en

cuenta para su incursionamiento en ella. Existe un núcleo duro.

Del mismo modo, con relación al levantamiento del secreto bancario y la

reserva tributaria, se concluye que forman parte del bloque de derechos

constitucionales, y como tal, tienen un especial has o esfera de protección

para su intromisión en ella. De esta manera, el código procesal penal recoge

el procedimiento legal para su realización del mismo. Esto es, en el artículo

235 y 236.

- En cuanto a la medida limitativa de apelar a la video vigilancia en el interior

de inmueble o lugares públicos, es un medio útil cuando el operador jurídico

no tenga otros mecanismos para poder obtener información del interior de un

inmueble o lugar público; es decir, se buscan comprobar ciertos hechos a

través del uso de material electrónico legalmente autorizado por la autoridad

competente.

- Y con relación a la medida legal de exhibición e incautación de los bienes, el

legislador penal ha decidido incorporar al texto procesal penal, con la

finalidad que, quien lo tenga en su poder o custodia y previamente requerido

por el fiscal a cargo de las investigaciones, se produzca su exhibición o

entrega del mismo.


- Respecto a la presunción de inocencia abrigado por nuestra constitución

como derecho fundamental (artículo 2, inciso 24, literal e), que concluye que

a pesar de no tener el carácter de ilimitado, sino más bien, puede ser

trastocado, pues, al margen de ello, es la piedra angular que pone el límite

legal a las autoridades encargadas de administrar justicia y sobre todo cuando

el Ministerio Público intenta ingresar al seno íntimo de la esfera de

protección del ser humano cuando este se halla en calidad de investigado.

- B1 principio de inocencia es la regla limite a los actos de investigación que el

Ministerio Público decida realiza. Así pues, con este mandato constitucional

que "toda persona es considerada inocente mientras no se haya declarado

judicialmente su responsabilidad”, queremos concluir que las autoridades,

llámese policías, los miembros del Ministerio Público y del órgano

jurisdiccional se hallan en la obligación de respetar las normas o reglas

previamente prescritas en el código procesal para luego pretender solicitar

cualquier medida limitativa que de una u otra manera siempre tendría sus

encuentros en derechos fundamentales que escoltan al ser humano.

- Finalmente, toda medida limitativa de derecho, para su pedido y puesta en

funcionamiento, el Ministerio Público y las demás autoridades no pueden

alejar del principio de inocencia, ni menos desconocerlo, porque la

presunción de inocencia acompaña al justiciable desde las primeras

diligencias hasta arribar a una sentencia con calidad de cosa juzgada.


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