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Aumentar la disponibilidad de agua en el suelo

Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente

Dirección General de Desarrollo Rural

Sistema Boliviano de Tecnología Agropecuaria

CAPACITACIÓN EN RIEGO

Aumentar la disponibilidad
de agua en el suelo

Proyecto de Innovación Estratégica Nacional en Riego

PIEN – Riego

Consultora Boliviana Beccar Bottega Ltda.

Cochabamba, Bolivia, 2007


Título: Aumentar la disponibilidad de
agua en el suelo
Autores: Paul Hoogendam
Danilo Luza
Juan Carlos Maita
Consultora Boliviana Beccar Bottega Ltda. (C3B)

Contribuciones: Wilson Ojalvo


Rene Palacios
Holger Utermöhlen

Tapa: Pretorian MDC


Fotos: PIEN Riego y AGRECOL Andes
Contacto: Teléfonos 591- 4- 4481926
paul.hoogendam@riegobolivia.org, carlos.rios_dm@yahoo.com
Impresores: Para la reproducción total o parcial de este documento se requiere la autorización previa
del MDRAyMA y C3B y con referencia a la fuente
Cochabamba, 2007
CONTENIDO

1. Importancia de la preparación del suelo para el buen riego............................................ 3


1.1 Problemas en los suelos que impiden un buen riego ............................................ 3
1.2 Mejorar el suelo para mejorar el riego.................................................................... 3
2. Aspectos básicos de suelo y agua para las plantas......................................................... 5
2.1 La textura y estructura del suelo ............................................................................ 5
2.2 El agua en el suelo ................................................................................................. 6
2.3 Disponibilidad de agua para las plantas................................................................. 8
2.4 Infiltración y disponibilidad de agua en distintos suelos......................................... 8
2.5 El enraizamiento de los cultivos ........................................................................... 10
2.6 Problemas de enraizamiento................................................................................ 11
2.7 Nutrientes en el suelo........................................................................................... 12
3. Medidas para mejorar la capacidad de infiltración y retención del suelo y de paso
mejorar su fertilidad ........................................................................................................... 13
3.1 Medidas propuestas y sus efectos principales..................................................... 13
4. Labranza del suelo.............................................................................................................. 14
4.1 Labranza primaria................................................................................................. 14
4.2 Labranza secundaria ............................................................................................ 15
5. El subsolado del suelo ....................................................................................................... 18
6. La incorporación de material orgánico ............................................................................ 21
6.1 Incorporación de estiércol al suelo....................................................................... 21
6.2 Incorporación de abono verde al suelo ................................................................ 24
6.3 Incorporación de rastrojo al suelo ........................................................................ 28
6.4 Incorporación de residuos de trilla al suelo .......................................................... 30
7. Cultivos asociados ............................................................................................................. 32
8. Fertilización con elementos principales Fósforo (P) y Potasio (K) ............................... 34

Figura 1: Las diferentes capas en un suelo con pie de arado............................................. 18


Figura 2: Equipos utilizados en prácticas de subsolado...................................................... 20

Foto 1: Prueba de campo con cuchillo ............................................................................. 11


Foto 2: Cruza con arado de palo ...................................................................................... 14
Foto 3: Lastrado del suelo con tablón............................................................................... 14
Foto 4: Primera arada con tractor..................................................................................... 15
Foto 5: Arado de palo con yunta de bueyes..................................................................... 15
Foto 6: Primera arada con tractor..................................................................................... 15
Foto 7: Rastra de discos................................................................................................... 15
Foto 8: Cruzado del terreno con arado de palo................................................................ 16
Foto 9: Lastrado del terreno con tablón............................................................................ 16
Foto 10: Roturado del suelo con arado de vertedera ......................................................... 17

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Foto 11: Lastrado del terreno con tablón............................................................................ 17
Foto 12: Roturado del suelo con arado de vertedera ......................................................... 17
Foto 13: Raíces atrofiada. Cultivo de durazno ................................................................... 19
Foto 14: Raíces atrofiadas, pie de arado............................................................................ 19
Foto 15: Estiércol de ganado vacuno. Seco y listo para ser usado ................................... 21
Foto 16: Estiércol amontonado en la parcela ..................................................................... 23
Foto 17: Estiércol amontonado en la parcela ..................................................................... 23
Foto 18: Estiércol distribuido en la parcela......................................................................... 23
Foto 19: Incorporación de estiércol con yunta.................................................................... 23
Foto 20: Cultivo de haba para abono verde ....................................................................... 24
Foto 21: Cultivo de tarwi ..................................................................................................... 25
Foto 22: Corte del abono verde .......................................................................................... 26
Foto 23: Incorporación de tarwi al suelo............................................................................. 26
Foto 24: Incorporación de abono verde al suelo ................................................................ 26
Foto 25: Rastrojo de arveja ................................................................................................ 28
Foto 26: Rastrojo de cebada .............................................................................................. 29
Foto 27: Paja de trigo incorporado al suelo........................................................................ 30
Foto 28: Cultivos asociados: maíz con frejol ...................................................................... 33

Cuadro 1: Clases de suelo según textura ............................................................................... 5


Cuadro 2: Características de infiltración y retención de los suelos ........................................ 9
Cuadro 3: Características agrícolas de los distintos tipos de suelo...................................... 10
Cuadro 4: Profundidades de enraizamiento de algunos cultivos.......................................... 10
Cuadro 5: Prácticas propuestas en la cartilla........................................................................ 13
Cuadro 6: Métodos de siembra y asociaciones recomendadas ........................................... 32
Cuadro 7: Requerimientos de fertilización ............................................................................ 34

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1. Importancia de la preparación del suelo para el buen riego

1.1 Problemas en los suelos que impiden un buen riego

El riego consiste en la aplicación de agua al suelo para beneficiar el desarrollo de las plantas.
Un riego óptimo se logra con agua de buena calidad y un suelo que tenga una buena capaci-
dad de infiltración y de retención de humedad. Una buena capacidad de infiltración y de reten-
ción de humedad del suelo se traduce en mayor aireación, menor pérdida de agua y suelo por
escurrimiento, menor pérdida de agua y nutrientes por percolación, mejor enraizamiento de las
plantas, mejor asimilación de nutrientes y agua por las plantas, y en fin una mejor producción
de los cultivos.

El riego se hace ineficiente cuando el suelo apenas deja que infiltre agua o cuando su capaci-
dad de almacenamiento de agua es muy reducida. Tal es el caso cuando la parcela presenta
una o varias de las siguientes características:
ƒ Una capa impermeable en la superficie (encostramiento), que no permite la infiltración del
agua, causando escurrimiento superficial y erosión.
ƒ Una capa impermeable a poca profundidad (20 a 25 cm). Es conocido como el ‘pie de ara-
do’, que es una capa compacta en el suelo, justo debajo de la profundidad hasta donde pe-
netra el arado. El ‘pie de arado’ no permite que el agua entre a las capas inferiores del suelo
e impide un buen enraizamiento.
ƒ Suelos muy compactos, con pocos poros que retienen poca humedad.
ƒ Suelos poco profundos, que de por si no tienen mucho espacio de almacenamiento para el
agua.
ƒ Suelos que son demasiado sueltos y porosos, que tienen una excelente infiltración, pero no
tienen la capacidad de conservar el agua en su perfil.

En suelos que presentan uno o varios de estos problemas, el efecto es que el suelo almacena
poca agua, sea por falta de infiltración o por falta de capacidad de retención. En consecuencia,
a los pocos días de regar, las plantas ya presentan señales de escasez de agua, que afecta en
sus rendimientos de producción.

1.2 Mejorar el suelo para mejorar el riego

Las características que influyen negativamente en la capacidad de infiltración y retención de


agua en su mayoría son el resultado de un manejo inadecuado del suelo. Son ocasionadas por
riegos descontrolados, el mal arado (sobre todo en suelo húmedo), la insuficiente incorporación
de material orgánico o la falta de rotación de cultivos.

Tal como estas características son consecuencia de un mal manejo del suelo, con un buen
manejo del suelo se puede resolver una gran parte de los problemas.

Para un buen riego, se precisa realizar una buena preparación de suelo con medidas específi-
cas para aumentar su capacidad de infiltración y su capacidad de retención de humedad.

Para este objetivo, esta cartilla propone las siguientes medidas:

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ƒ Incrementar la profundidad del suelo con prácticas mecánicas de subsolado.
ƒ Aflojar el suelo con labranzas adecuadas.
ƒ Mejorar la textura de suelo mediante la incorporación de materia orgánica.

Adicionalmente, se proponen medidas básicas para mejorar la fertilidad de los suelos, con én-
fasis en los elementos químicos que más afectan a la capacidad de asimilación de agua por las
plantas.

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2. Aspectos básicos de suelo y agua para las plantas

2.1 La textura y estructura del suelo

El término ‘suelo’ alude a la capa superficial de la corteza terrestre que ha sufrido los efectos
del clima y se ha fragmentado en partículas. El suelo está constituido principalmente por mine-
rales (partículas), materia orgánica (residuos de vegetales (y animales?) en diferentes estados),
agua (que también tiene sustancias disueltas, por lo que debería llamarse la solución del suelo)
y aire.

La textura de un suelo describe la proporción de las partículas elementales de distintos tama-


ños que integran el suelo. La textura depende de la presencia relativa de partículas de arena
(de 2 a 0,05 mm), limo (de 0,05 a 0,002 mm) y arcilla (inferior a 0,002 mm). Según su textura,
los suelos se diferencian en pesados, francos y livianos.
ƒ Los suelos pesados son los suelos arcillosos, constituidos mayoritariamente por partículas
finas (más arcilla que limo y arena).
ƒ Los suelos francos son los constituidos en mayor proporción por partículas medianas (más
limo y arena que arcilla).
ƒ Los suelos livianos son los suelos arenosos, constituidos principalmente por partículas
gruesas con bastante espacio poroso (predominantemente arena).

Cuadro 1: Clases de suelo según textura

Clases Textura Clase textural


Arenoso = Liviano Gruesa Arena
Arena franca
Moderadamente gruesa Franco arenoso
Franco arenoso fino
Franco Media Franco arenoso muy fino
Franco
Franco limoso
Limo
Moderadamente fina Franco arcilloso
Franco arcillo arenoso
Franco arcillo limoso
Arcilloso = Pesado Fina Arcillo arenoso
Arcillo limoso
Arcilla

La estructura del suelo es el modo cómo se agrupan las diferentes partículas del suelo en
conglomerados. La forma estructural de los conglomerados determina el tipo de estructura del
suelo. Puede ser laminar, prismática, columnar, bloque angular, granular y migajosa.

La textura y la estructura del suelo son importantes para el desarrollo y la productividad de los
cultivos, porque influyen en:

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ƒ La permeabilidad y drenaje de los suelos.
ƒ La capacidad de retención de humedad en el suelo.
ƒ La aireación del suelo.
ƒ El almacenamiento de elementos nutritivos.
ƒ El enraizamiento de los cultivos.

2.2 El agua en el suelo

Para el buen desarrollo de las plantas es imprescindible que haya suficiente agua disponible en
el suelo. El agua disponible depende de la posibilidad del agua de infiltrar en el suelo y de la
capacidad del suelo de retener el agua en sus poros.

Para el buen riego es importante conocer la capacidad de infiltración y capacidad de retención


de humedad del suelo, porque son de gran importancia para definir las correctas aplicaciones
de agua. Conociendo la capacidad de infiltración, uno puede estimar el caudal de agua que el
suelo puede absorber sin causar escurrimiento superficial. Asimismo, se tiene que conocer la
capacidad de retención para establecer el volumen máximo de agua que el suelo puede alma-
cenar, y así evitar pérdidas de agua por sobreriego.

¿Qué es la capacidad de infiltración y de qué depende?

La capacidad de infiltración del agua es la velocidad con la que el agua puede penetrar desde
la superficie al perfil del suelo. La capacidad de infiltración suele expresarse en milímetros de
agua por minuto.

La capacidad de infiltración depende sobre todo de la cantidad de aperturas en el suelo (poro-


sidad) por las que puede entrar el agua. Esta porosidad es efecto de la textura y de la estructu-
ra del suelo.

En la mayoría de los suelos, la capacidad de infiltración varia según las distintas capas que los
componen. Debajo de una capa con alta capacidad de infiltración, puede haber una capa me-
nos permeable, que frena el proceso de infiltración después de una velocidad inicial alta.

La velocidad de infiltración también depende de la cantidad de agua que ya hay en el perfil. En


un suelo seco, la velocidad de infiltración del agua es mayor, porque sus poros sólo contienen
aire, que fácilmente puede ser reemplazado por agua. En un suelo húmedo, el agua entra más
lentamente, porque los poros ya están llenos. Sólo podrá entrar más agua cuando la humedad
del perfil se desplace hacia abajo.

Los factores que influyen positivamente en la capacidad de infiltración son:


ƒ Preparación del suelo: una práctica adecuada aumenta la velocidad de infiltración. Sin
embargo, las labores agrícolas pueden ser perjudiciales cuando el manejo es inadecuado,
por ejemplo el paso excesivo de los implementos de labranza.
ƒ Incorporación de materia orgánica: la materia orgánica mantiene la porosidad del suelo
durante periodos largos.

Hay también factores que influyen negativamente en la capacidad de infiltración en el suelo:

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ƒ Sellamiento superficial: formación de una capa fina y compacta sobre la superficie del
suelo. Estas capas suelen formarse producto del riego, cuando las partículas finas son fija-
das alrededor de las partículas gruesas por efecto del flujo del agua.
ƒ Compactación del suelo: por araduras en terreno húmedo que generan la formación del
‘pie de arado’ directamente debajo de la profundidad a la que penetra el arado.
ƒ Grietas en el suelo: suelos con grietas suelen tener una velocidad de infiltración inicial alta,
pero una vez que se expandan las partículas arcillosas, se cierran casi completamente y no
dejan pasar más agua.
ƒ Sales del suelo y del agua: altos contenidos de sodio en el suelo provocan dispersión de
las arcillas, que a lo largo generan suelos muy compactos.
ƒ Sedimentos en el agua de riego: las partículas de limo y arcilla que se mantienen en sus-
pensión producen encostramiento en el suelo.

¿Qué importancia tiene la capacidad de infiltración para el riego?

La capacidad de infiltración determina la cantidad de agua que puede entrar en el suelo en un


determinado tiempo. Si se aplica más agua que la que puede infiltrar en el suelo, esta agua se
estanca sobre la superficie. En terrenos con pendientes, el agua estancada fluye hacia abajo,
llevando consigo partículas de suelo, generando erosión.

En el riego tecnificado (aspersión y goteo), se pretende dar una cantidad de agua que es me-
nor a la capacidad de infiltración del suelo. Así se garantiza que toda el agua puede penetrar
en el suelo y se evita escurrimiento superficial.

¿Qué es la capacidad de retención y de qué depende?

La capacidad de retención de agua en el suelo es la cantidad de agua que puede almacenar el


suelo en su perfil. En general, se expresa en porcentaje de volumen o porcentaje de peso del
suelo. También se la expresa en milímetros de agua.

Los factores más importantes que condicionan la capacidad de retención en el suelo son:
ƒ La textura: suelos de textura fina retienen mayor cantidad de agua que los suelos de textu-
ra gruesa.
ƒ La estructura: suelos con buena estructura retienen mayor cantidad de agua.
ƒ El contenido de materia orgánica: la materia orgánica tiene una elevada porosidad que
permite retener considerable cantidad de agua.
ƒ El espesor del suelo explorado por las raíces: un suelo profundo retiene mayor cantidad
de agua que un suelo superficial.

La capacidad de retención depende principalmente de la porosidad del suelo. Sin embargo, la


cantidad de agua disponible para las plantas no es directamente proporcional al grado de poro-
sidad. Dos factores juegan un rol contrario:
ƒ Cuando los poros son muy grandes, el agua se pierde por los poros sin que el suelo tenga
la capacidad de retenerla. Son suelos demasiado porosos, como los suelos arenosos.
ƒ Cuando los poros son muy pequeños, el agua se queda como pegada a las partículas de
suelo. En tal caso, las raíces no tienen la suficiente capacidad de succión para absorber el

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agua del suelo, por lo que está agua no puede ser aprovechada para el desarrollo de los
cultivos. Esto puede ocurrir en los suelos altamente arcillosos.

Se considera que una porosidad total del 70% es excesiva. La porosidad es buena cuando está
entre 55% a 60%, satisfactoria entre 50% y 55%, y no satisfactoria cuando es menos del 50%.

El aumento en el contenido de materia orgánica en el suelo genera una textura más ligera al
mezclarse el material orgánico con las partículas minerales. Un mayor contenido de materia
orgánica aumenta la capacidad de infiltración y retención, debido a un incremento de la porosi-
dad. La influencia de la materia orgánica sobre la capacidad de retención de humedad del agua
del suelo es mayor en los suelos arenosos que en los arcillosos.

¿Qué importancia tiene la capacidad de retención para el riego?

La capacidad de retención del suelo es el indicador de la cantidad de agua que el suelo puede
almacenar. Para determinar la cantidad de agua para regar, hay que conocer la humedad del
suelo antes del riego y su capacidad máxima de retención. La diferencia entre estos dos volú-
menes de agua define la cantidad de agua que puede aplicarse.

En suelos arcillosos, la capacidad de retención de agua varía entre el 41 y 48% del volumen.
En suelos arenosos, la capacidad de retención de agua es sólo entre el 12 y 18%.

Si infiltra más agua en el suelo que la que puede almacenar, esta agua sobrante drena debajo
de la zona de raíces. Este proceso se llama percolación. Lo más común es que, el agua de
percolación se pierde para las plantas. En algunos casos, la capilaridad de los poros del suelo
puede hacer volver una parte de esta agua a la zona de raíces.

2.3 Disponibilidad de agua para las plantas

No toda el agua almacenada en el suelo está disponible para las plantas. Una parte del agua
queda como pegada a las partículas del suelo. Es difícil que las raíces puedan absorber esta
capa de agua, porque las partículas del suelo ejercen una fuerza de atracción (fuerza higroscó-
pica) sobre la misma agua. Cuanta menos agua hay en el suelo, más fuerza de succión requie-
re de las raíces para absorberla.

La disponibilidad de agua para las plantas se refiere al volumen de agua en el suelo que las
raíces pueden absorber sin mayor dificultad. El agua disponible para las plantas depende del
tipo de suelo y varía entre el 20 y 30 por ciento de la capacidad de retención total. El agua dis-
ponible para las plantas suele expresarse en milímetros.

2.4 Infiltración y disponibilidad de agua en distintos suelos

Los distintos tipos de suelo tienen mayor o menor capacidad de infiltración y mantienen un
mayor o menor volumen de agua disponible para las plantas. El Cuadro 2 presenta un resumen
de estas características.

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Cuadro 2: Características de infiltración y retención de los suelos

Tipos de suelos
Nombres comunes Livianos Francos Pesados
Contenido de frac-
ciones en %:
Arena 80 – 100 85 – 100 < 20 < 50 < 20 < 45
Limo < 20 < 10 60 – 100 28 – 52 < 40 < 40
Arcilla < 20 < 15 < 40 < 30 40 – 100 40 – 100
Trabajabilidad del Fácil, sin problemas Medianamente fácil, requiere Difícil, requiere mucha capaci-
suelo capacidad técnica y conoci- dad técnica y conocimientos
mientos sobre el suelo y su particulares en el manejo del
manejo (estado de humedad, suelo (estado de humedad,
compactación) compactación)
Infiltración Rápida (> 30 mm/hora) Buena (30 a 10 mm/hora) Lenta y baja (10 a < 5 mm/hora)
Almacenamiento de Baja capacidad por Buena (mediana) capacidad Gran capacidad de retención y
agua efectos de pérdida de y volumen de almacenamien- almacenamiento
agua por percolación. to y retención de humedad
Falta de capacidad de
retención.
Poco volumen de alma-
cenamiento
Disponibilidad del Fácil acceso para las Buena accesibilidad Mucha agua no disponible por
agua para el cultivo raíces fuerza higroscópica de las
arcillas

Con relación a la infiltración del agua, se puede concluir que:


ƒ Los suelos livianos se caracterizan por presentar un alto contenido de partículas gruesas
(arena), lo que se manifiesta en un alto contenido de poros. Esta característica permite una
infiltración rápida, que en algunos casos pueden generar pérdidas de agua y nutrientes por
percolación.
ƒ Los suelos francos presentan un alto contenido de partículas medianas (limo) y de poros, lo
que favorece a adecuados procesos de infiltración. Estos suelos mantienen un equilibrio en
la composición de limo, arena y arcilla.
ƒ Los suelos pesados cuentan con una reducida cantidad de poros y alto contenido de partí-
culas finas (arcilla), incidiendo en una infiltración lenta, que en combinación con caudales
mayores puede generar pérdidas de agua y suelo por escurrimiento superficial.

Con relación a la disponibilidad del agua, se concluye que:


ƒ Suelos livianos cuentan con una ‘reducida’ cantidad de materia orgánica y mucho espacio
poroso, lo que determina una reducida retención de humedad.
ƒ Suelos medianos cuentan con una ‘regular’ cantidad de nutrientes y de espacios porosos, lo
que proporciona una regular capacidad de retención de humedad.
ƒ Suelos pesados pueden almacenar una buena cantidad de agua, pero muchas veces no
puede ser absorbida por las plantas por el reducido espacio que tienen para enraizar o por
la mayor fuerza de atracción de sus partículas.

Gráficamente se puede presentar estas diferencias entre los distintos tipos de suelos de la
siguiente manera:

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Cuadro 3: Características agrícolas de los distintos tipos de suelo

Tipos de suelo Livianos Francos Pesados

Partículas (fracciones) medianas

Poros medianos (aireación, infiltración)

Contenido de nutrientes

Volumen de agua almacenable

Agua disponible para las plantas

2.5 El enraizamiento de los cultivos

El buen enraizamiento de los cultivos es un factor crucial en la asimilación del agua disponible
en el suelo. El crecimiento de raíces depende principalmente de la información genética de la
planta y de la humedad y las características físicas del suelo (textura, estructura, presencia de
capas impermeables). Por tanto, para el aprovechamiento óptimo del agua, hay que generar
mejores condiciones de suelo para apoyar un mayor desarrollo y crecimiento de las raíces.

Una planta sana y en óptimas condiciones, puede desarrollar raíces profundas y con extensio-
nes densas, lo que se traduce en una buena producción. En las plantas de raíces profundas la
distribución del sistema radical aproximadamente es: el 40%, en la primera cuarta parte de su
profundidad total; el 30%, en la segunda cuarta parte; el 20%, en la tercera cuarta parte, y el
10% restante en la cuarta parte más profunda.

Para dar una idea de la extensión que pueden lograr las raíces, el Cuadro 4 presenta las pro-
fundidades máximas para algunos grupos de cultivos.

Cuadro 4: Profundidades de enraizamiento de algunos cultivos

Profundidad en cm Especies
Brócoli
Cebolla
Hasta 40 cm Coliflor
Lechuga
Rábano
Arveja
Frejol
Hasta 80 cm Maíz
Papa
Zanahoria
Hasta 120 cm Tomate
Mayor a 150 cm Cultivos perennes (frambuesas, duraznos, etc.)

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2.6 Problemas de enraizamiento

Hay características de los suelos que influyen negativamente en la capacidad de enraizamiento


de las plantas. Por ejemplo:
ƒ Suelos con reducido espacio poroso o compactos: entre estos se encuentran los suelos
pesados.
ƒ Suelos poco profundos.
ƒ Suelos con capas compactadas en su interior por la presencia del ‘pie de arado’, lo que
limita el desarrollo de la raíz a profundidad.

A consecuencia de las restricciones por la textura, estructura o cantidad de materia orgánica en


el suelo, se ven afectados los procesos de asimilación de agua y nutrientes por la planta, re-
percutiendo significativamente en los rendimientos de los cultivos.

¿Como detectar problemas de enraizamiento en campo?

Actividades para una prueba en campo:


ƒ Preparar una calicata o perfil del suelo (altura y ancho de 1 metro, largo de 1.5 metros) en
un sitio representativo de la parcela.
ƒ Diferenciar las capas de suelo según sus colores.
ƒ Introducir un cuchillo horizontalmente en las capas diferenciadas.
ƒ Observar en detalle la fuerza que se requiere para introducir el cuchillo y analizar las dife-
rencias de esfuerzo requeridas.

Superficie de suelo (capa superficial)

Capa arable; el cuchillo entra fácilmente

Capa a los 10 - 15 cm; el cuchillo entra


con algo de fuerza o empujando.

Capa a los > 15 cm; el cuchillo entra


Interpretación: empujando con bastante fuerza

Foto 1: Prueba de campo con cuchillo

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ƒ Mayor fuerza significa: mayor resistencia de suelo (mayor densidad de suelo, menos vo-
lúmenes de poros), lo que es desfavorable para un buen desarrollo de raíces.
ƒ Menor fuerza significa lo contrario: un suelo con muchos poros y menor densidad, lo que
es sumamente favorable para el crecimiento de las raíces.

2.7 Nutrientes en el suelo

Los nutrientes en el suelo ayudan al suelo a mejorar sus condiciones físicas (porosidad, estruc-
tura, textura), químicas (nutrientes, pH) y biológicas (facilitan la vida en el subsuelo), además
de favorecer positivamente en los procesos de infiltración y retención de humedad, característi-
cas necesarias para un buen riego. Ésta mejor condición del suelo hace que las raíces de las
plantas desarrollen mejor, estén bien alimentadas y puedan obtener mejores rendimientos.

Se hace necesario entonces la incorporación de materia orgánica al suelo, en cantidades ade-


cuadas antes de la siembra, en sus diferentes formas y variantes según su disponibilidad por
ejemplo incorporación de estiércol, incorporación de abonos verdes, incorporación de rastrojos,
incorporación de residuos de trilla. También se debe considerar incorporación de nutrientes en
forma directa al suelo, como es el caso de fósforo (P) y potasio (K).

El fósforo es un elemento esencial para la vida de las plantas. Éstas lo necesitan para crecer y
desarrollar su potencial genético (formación de tejidos y órganos vegetales). Este elemento no
es abundante en el suelo, y en gran parte no esta en forma disponible para la planta por estar
fijado (no disponible) en los minerales del suelo.

Los cultivos extraen grandes cantidades de potasio del suelo para su crecimiento y desarrollo.
La falta de éste elemento influye negativamente en el rendimiento y calidad del cultivo. Ade-
más, la deficiencia de potasio aumenta la vulnerabilidad del cultivo a enfermedades y lo hace
menos resistente a condiciones de stress tales como sequías y heladas.

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3. Medidas para mejorar la capacidad de infiltración y retención del sue-
lo y de paso mejorar su fertilidad

Para lograr una buena capacidad de infiltración y una mayor retención de humedad en el suelo,
se tiene que contar con un suelo profundo, sin capas impermeables, con buena textura, con
una buena estructura (con suficientes poros), y con una vida y biológica activa.

3.1 Medidas propuestas y sus efectos principales

Para generar las condiciones requeridas para un buen riego se propone:


ƒ Realizar una buena labranza (primaria y secundaria), con el fin de aflojar el suelo y generar
una estructura adecuada para el riego.
ƒ Ejecutar subsolados, con el fin de romper la capa impermeable e incrementar la profundidad
del suelo, mejorando la textura con material de capas inferiores y mejorando la fertilidad por
hacer accesibles los nutrientes de capas inferiores.
ƒ Incorporación de material orgánico al suelo (estiércol, abono verde, rastrojo, residuos de
trilla), con el objetivo de mejorar la textura, estructura y fertilidad del suelo.
ƒ Sembrar cultivos asociados, esto permitirá romper capas impermeables del suelo, mejorar la
estructura e incorporar nutrientes.
ƒ Fertilización, incorporación de nutrientes de forma directa, en éste caso fósforo y potasio,
con el fin de ayudar en el crecimiento de las raíces en longitud y densidad y generar una
mayor resistencia al estrés hídrico.

Algunos detalles de las prácticas propuestas se observan en la siguiente cuadro:

Cuadro 5: Prácticas propuestas en la cartilla

Objetivo Práctica
Mejorar la profundidad del suelo y romper capas ƒ Labranza cuidadosa y variada.
impermeables. ƒ Subsolado.
ƒ Sembrar cultivos asociados.
Aflojar el suelo. ƒ Labranza.
ƒ Incorporación de material orgánico.
ƒ Cultivos asociados.
Mejorar la fertilidad. ƒ Incorporación de material orgánico.
ƒ Fertilización específica.

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4. Labranza del suelo

Los principales objetivos de realizar una buena labranza son mejorar la textura y estructura del
suelo y brindarle buena aireación con el fin de proporcionar mejores condiciones para un buen
riego. Esto se logra en dos pasos: labranza primaria y labranza secundaria.

4.1 Labranza primaria

La labranza primaria se denomina también labranza inicial. Con la cual se logra un primer nivel
de mejora en la estructura del suelo brindándole mejores condiciones de aireación, además de
eliminar malezas y patógenos del suelo.

¿Cómo realizar una buena labranza primaria del suelo?

Una vez aireado el suelo y drenado el agua después de haber realizado el riego de barbecho,
se procede a roturar el suelo con yunta o con tractor.

Recomendaciones cuando el trabajo es a tracción animal:


ƒ Pasar el arado de palo, intentar lograr buena profundidad de labranza (mayor a los 20 cm)
ƒ Luego pasar la rastra de palo, con el fin de desterronar el suelo.

Foto 2: Cruza con arado de palo


Foto 3: Lastrado del suelo con tablón

Recomendaciones cuando el trabajo es a tracción mecánica y tracción animal (combina-


do):
ƒ Romper el suelo a profundidades superiores a los 30 cm, o realizar una labranza profunda.
Trabajar preferentemente con tractor con arado de vertedera o de disco.
ƒ Luego pasar la rastra de palo, con el fin de desterronar el suelo.

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Foto 4: Primera arada con tractor Foto 5: Arado de palo con yunta de bueyes

Recomendaciones cuando se realiza con tracción mecánica:


ƒ Trabajar preferentemente con tractor de vertedera o de disco.
ƒ Romper el suelo a profundidades superiores a los 30 cm, o realizar una labranza profunda.
ƒ Pasar tractor con rotabator o rastra de discos, con el fin de mullir bien el suelo.

Foto 6: Primera arada con tractor Foto 7: Rastra de discos

4.2 Labranza secundaria

La labranza secundaria también se llama labranza fina. Con ella se logra dar las condiciones
de estructura y aireación más óptimas para recibir la semilla.

Se puede realizar a través de diferentes medios mecánicos que permitan un desmenuzamiento


adecuado del suelo, para lograr un contacto adecuado entre el suelo y la semilla.

¿Cómo realizar una buena labranza secundaria del suelo?

Una vez realizada la labranza primaria se procede al riego por inundación, el cual permitirá
remojar el suelo hasta saturarlo. Cuando el suelo este aireado y drenado se inicia la labranza
secundaria.

Para el inicio de la labranza secundaria se debe considerar la humedad del suelo a capacidad
de campo, considerando que inmediatamente después se procederá a la siembra del cultivo.

15
Recomendaciones cuando el trabajo es a tracción animal
ƒ Realizar dos cruzas con el arado de palo.

Foto 8: Cruzado del terreno con arado de palo

ƒ Pasar con lastra de madera o tablón para nivelar, desterronar y mullir bien el suelo y dejarlo
listo para la siembra.

Foto 9: Lastrado del terreno con tablón

Recomendaciones cuando el trabajo es a tracción mecánica y tracción animal (combina-


da):
ƒ Romper el suelo a profundidades superiores a los 35 cm, o realizar una labranza profunda.
Trabajar preferentemente con tractor con arado de vertedera o de disco.

16
Foto 10: Roturado del suelo con arado de vertedera

ƒ Pasar con lastra de madera o tablón para nivelar, desterronar y mullir el suelo y dejarlo listo
para la siembra.

Foto 11: Lastrado del terreno con tablón

Recomendaciones cuando el trabajo es a tracción mecánica:


ƒ Utilizar preferentemente arado de vertedera o de disco, logrando penetrar hasta los 35 cen-
tímetros de profundidad.
ƒ Pasar tractor con rotabator, con el fin de mullir bien el suelo y dejarlo listo para la siembra.

Foto 12: Roturado del suelo con arado de vertedera

17
5. El subsolado del suelo

Los objetivos de la práctica de subsolado en los suelos son: romper la capa impermeable ubi-
cada al interior del suelo (pie de arado), mejorar la porosidad, mejorar la fertilidad, además de
mejorar la capacidad de infiltración y retención de humedad del suelo, y brindar mejores condi-
ciones para el enraizamiento de los cultivos.

¿En que influye el pie de arado?

El pie de arado es la capa compacta de suelo formada debajo de la capa arable.Generalmente


es debido a una reiterada deficiencia en la labranza del suelo.

Esta capa compacta no permite el desarrollo del crecimiento de las raíces hacia mayores pro-
fundidades. Por tanto, reduce enormemente el volumen de agua y nutrientes disponibles para
las plantas.

Capas formadas en Enraiza- Volumen


el suelo agrícola miento raíces

fácil
Capa arada,
hasta los 15 cm

Capa de acumulación de
materia orgánica no
difícil
mineralizada, a los
15 – 20 cm

Pie de arado, capa


compactada a los
20 cm muy reduci-
do
Figura 1: Las diferentes capas en un suelo con pie de arado

18
Las fotos 13 y 14 muestran un cultivo de durazno con raíces atrofiadas a consecuencia del pie
de arado.

Foto 14: Raíces atrofiadas, pie de arado

Foto 13: Raíces atrofiada. Cultivo de durazno

¿Como se puede evitar la formación del ‘pie de arado’?

Las siguientes medidas ayudan a prevenir la formación de una capa compacta al interior del
suelo:
ƒ Evitar labranzas con tractor cuando el suelo está muy húmedo.
ƒ Evitar un manejo repetitivo del suelo con arado por muchos años a la misma profundidad de
labranza.
ƒ Romper la capa compactada provocada por el arado de vertedera.
ƒ Preparar el suelo sin invertirlo reiteradamente.
ƒ Regar según el requerimiento de la planta y con volúmenes de agua accesible a las raíces
de los cultivos.
ƒ Mantener o cubrir con residuos vegetales la superficie del suelo, esto favorece la vida bio-
lógica y mejora su productividad.
ƒ Cultivar en lo posible cultivos intercalados con gran capacidad de enraizamiento (haba, tar-
wi, alfalfa, trébol).
ƒ Combinar la preparación usando implementos que aflojan el suelo y/o subsoladuras que
rompen capas compactadas (por lo menos cada 2 – 3 años).

19
Figura 2: Equipos utilizados en prácticas de subsolado

Requerimiento de fuerza para realizar trabajos de subsoladura:


ƒ Para lograr un efecto de subsolado la profundidad de aflojamiento deberá ser igual a la dis-
tancia entre los escarificadores.
ƒ Se estima la fuerza requerida para llegar a una profundidad de 65 cm de subsoladura en por
lo menos 10 HP/escarificadora (/diente), lo que permite un efecto de aflojamiento hasta
aproximadamente 50 cm.
ƒ La superficie trabajada llega a 0,1 – 0,4 hectárea por hora, según la fuerza del tractor.
ƒ Con tracción animal la superficie trabajada es obviamente menor (2días/hectárea con ani-
males pesados).

20
6. La incorporación de material orgánico

Una manera de recuperar y mantener la capacidad de infiltración y de retener agua en el suelo


es mediante la incorporación de abonos orgánicos. Para que la incorporación no sea costosa,
es preferible usar material que ya se encuentra en el terreno del agricultor. Por ejemplo:
ƒ Estiércol animal (vacas, ovejas, gallinas).
ƒ Abonos verdes y cultivos asociados.
ƒ Rastrojo o restos de cosecha.
ƒ Residuos de trilla (paja de trigo, cebada, haba, arveja, tarwi y otros).

¿En qué beneficia la incorporación de abonos orgánicos al suelo?

ƒ Aumenta la capacidad de infiltración del suelo y entre 20 y 50 % su capacidad de retener


agua. Depende del tipo, frecuencia y cantidad de incorporación de abono orgánico.
ƒ Disminuye el riesgo que el agua escurra y se lleve el suelo.
ƒ Evita el encostramiento de la tierra superficial después del riego.
ƒ Aumenta la capacidad de absorción de calor en el suelo, favoreciendo su temperatura y por
tanto la germinación de las semillas.
ƒ Incrementa la disponibilidad de nutrientes (alimento para el cultivo) en el suelo y mejora su
aspecto. Volviéndolos mas suaves a los suelos duros y mas consistentes a los suelos are-
nosos o sueltos.
ƒ Reduce el riesgo de obtener malas cosechas, por ser un buen fertilizante natural (alimento
para el cultivo).
ƒ Reduce los costos de producción, debido a que los abonos orgánicos estarán disponibles en
el terreno del agricultor.

6.1 Incorporación de estiércol al suelo

Foto 15: Estiércol de ganado vacuno. Seco y listo para ser usado

21
El estiércol es el abono orgánico de origen animal, conocido en muchas zonas como guano. Se
caracteriza por contener bastante materia orgánica, pero con bajo contenido de nutrientes (ali-
mentos).

El mejor estiércol es aquel que se guarda bajo techo y proviene de corrales o establos, donde
se esparce paja de trigo, cebada, arveja u otros residuos vegetales, como cama para el gana-
do.

¿Cada qué tiempo se debe incorporar estiércol al suelo?

Se recomienda incorporar por lo menos 1 vez al año, en cantidades mayores al que se incorpo-
ra tradicionalmente.

Se puede complementar con la incorporación de otros abonos orgánicos, como rastrojos, resi-
duos de cosecha o paja. Ésta práctica genera un ahorro de hasta el 50 % para el bolsillo del
agricultor.

¿Cuánto cuesta incorporar el estiércol al suelo?

Incorporar estiércol a una arrobada de superficie (tercera parte de una hectárea), cuesta alre-
dedor de 2.000 Bolivianos.

Recomendaciones para una aplicación correcta del estiércol:

Paso 1: Traslado del estiércol al terreno


ƒ Antes de roturar el suelo, 3 semanas a 1 mes antes de la siembra, trasladar y amontonar el
estiércol en el terreno. Lo mejor es distribuir el estiércol a una distancia de 5 metros de mon-
tón a montón.

Paso 2: Aplicación del estiércol


ƒ Distribuir como mínimo media carga de estiércol por montón o hacer montones grandes.
Aplicando de esta manera alrededor de 40 metros cúbicos/hectárea (20.000 kg/ha) de es-
tiércol bovino; o 25 metros cúbicos/hectárea (10.000 kg/ha) en caso de estiércol de oveja y
gallinaza o huallpa guano.

22
Foto 16: Estiércol amontonado en la parcela Foto 17: Estiércol amontonado en la parcela

ƒ Esparcir el estiércol inmediatamente después de su disposición en el terreno, cuidando de


no dejar espacios vacíos. Preferiblemente enterrarlo con yunta o tractor tan pronto como se
extienda.

Foto 18: Estiércol distribuido en la parcela Foto 19: Incorporación de estiércol con yunta

ƒ Si no fuera posible enterrarlo rápidamente, es mejor dejarlo en montones de no mucha altu-


ra, sin compactarlo y sobre el suelo.

23
6.2 Incorporación de abono verde al suelo

Foto 20: Cultivo de haba para abono verde

La práctica de producir e incorporar abono verde al suelo no es habitual entre agricultores de


nuestro país. Esta práctica puede sustituir a la aplicación de estiércol sin problema. Ayuda a
mejorar la capacidad de infiltración del suelo y a recuperar y mantener la capacidad del suelo
de retener el agua.

Sirve también como fertilizante o de alimento al cultivo, evita el crecimiento de malezas o malas
hierbas y disminuye el ataque de insectos, plagas y enfermedades en los cultivos.

El abono verde se puede producir sin perjudicar las siembras y cosechas del agricultor al año y
con un mínimo de inversión en mano de obra y recursos económicos.

¿A qué se conoce como abono verde?

Se llama abono verde al cultivo que es sembrado para luego ser incorporado al suelo, con la
finalidad de mejorar la capacidad de infiltración del suelo y la capacidad de almacenar agua.
Además de servir de alimento para el siguiente cultivo.

El momento óptimo para incorporar el abono verde al suelo es cuando el cultivo empieza a
florecer o un poco antes.

Cultivos para abono verde

Se puede incorporar al suelo cualquier cultivo como abono verde. Mejor si es un cultivo conoci-
do o tradicional de la zona, tomando en cuenta los siguientes aspectos en la selección para la
siembra:
ƒ Cultivos que produzcan con poca inversión.
ƒ Cultivos de rápido desarrollo vegetativo (que florezcan antes de los 2 meses) y que formen
suficientes raíces, ramas, hojas, como la arveja, haba, tarwi, maíz, avena y cebada, que

24
pueden ser sembrados solos o asociados, dependiendo de la disponibilidad de semilla y co-
sto.
ƒ Sembrar en época de lluvia, para bajar costos de producción. Mejor si se logra producir sin
riego, solo con las lluvias.
ƒ Incorporar el cultivo al suelo cuando alcance el 10% de floración.

Foto 21: Cultivo de tarwi

¿Cada qué tiempo se debe incorporar abono verde al suelo?

Para mantener la capacidad de infiltración, de retención y la capacidad productiva del suelo, se


recomienda producir e incorporar abono verde por lo menos una vez cada 2 años.

¿Cuánto cuesta producir e incorporar abono verde al suelo?

Producir e incorporar una arrobada de terreno (tercera parte de una hectárea), cuesta entre
1.000 y 1.500 Bolivianos, dependiendo del cultivo y la forma de incorporación del abono al sue-
lo.

Recomendaciones, para la producción e incorporación de abonos verdes al suelo:

Paso 1: Selección del terreno


Terreno con problemas de infiltración, encostramiénto después del riego y baja retención de
agua.

Paso 2. Siembra del cultivo


ƒ Sembrar al boleo, antes de roturar el suelo y enterrar la semilla con yunta o tractor, depen-
diendo del suelo (si tiene piedras o no).
ƒ Con yunta, tapar la semilla roturando el suelo superficialmente con arado.
ƒ Con tractor, tapar la semilla utilizando rastra de aletas.

Paso 3. Incorporación del abono verde al suelo

25
ƒ Para garantizar la descomposición del abono verde en el suelo, incorporar con las últimas
lluvias de la época, cuando el cultivo está empezando a florecer o antes de que inicie la flo-
ración, y en caso de la arveja y/o haba, incorporar al suelo después de cosechar el fruto en
verde.

ƒ Incorporar utilizando cualquiera de las siguientes técnicas:


à Cortar el cultivo, al ras del suelo, con hoz, machete u otra herramienta.

Foto 22: Corte del abono verde

à Abrir el surco con yunta, tractor o azadón. Colocar o acomodar las plantas cortadas en
los surcos y enterrar en los primeros 15 centímetros, con yunta, tractor o azadón.

Foto 24: Incorporación de abono verde al


Foto 23: Incorporación de tarwi al suelo
suelo

à Cortar el cultivo, picar las plantas, esparcir en el terreno y enterrarlo con yunta en forma
superficial.
à Se puede incorporar también sin cortar, usando tractor con rotabator, que pica y entierra
al mismo tiempo el abono verde. Para picar y enterrar bien el abono, se requiere pasar
dos veces por una misma franja. Normalmente no cuesta mas de 2 horas picar y enterrar
en una arrobada de terreno (tercera parte de una hectárea).

26
Paso 4. Descomposición del abono verde
ƒ Para facilitar la descomposición del abono verde, el suelo deberá contener humedad ade-
cuada.
ƒ Si hay buena humedad y temperatura, las plantas enterradas como abono verde, se des-
componen en 30 a 90 días.
ƒ Si el abono verde se entierra picando, la descomposición será más rápido.

27
6.3 Incorporación de rastrojo al suelo

La incorporación de rastrojo al suelo como abono orgánico, tradicionalmente destinado para el


pastoreo del ganado o para la quema, se constituye en una alternativa barata para mejorar la
capacidad de infiltración, retención de agua y contenido de nutrientes del suelo.

¿Qué es el rastrojo?

Son restos vegetales que quedan en el terreno después de la cosecha del cultivo anterior, que
puede ser utilizados como abono orgánico si se los incorpora al suelo.

Foto 25: Rastrojo de arveja

¿Cada qué tiempo se debe incorporar el rastrojo al suelo?

Por la disponibilidad de este tipo de abono orgánico, como rastrojos de maíz, trigo, cebada,
haba, arveja, y de algunas hortalizas como repollo, coliflor y brócoli, se sugiere incorporar des-
pués de cada cosecha.

¿Cuánto cuesta incorporar rastrojo al suelo?

Incorporar a una arrobada de superficie (tercera parte de la hectárea), cuesta alrededor de 150
Bs., depende de la forma de incorporación del abono.

28
Recomendaciones, para la incorporación de rastrojos al suelo:

Paso 1. Incorporación del rastrojo al suelo


ƒ Cuando el rastrojo es de buena altura, más de 35 centímetros, como es el caso de rastrojo
de brócoli, coliflor y repollo y dependiendo del suelo, es mejor incorporar con tractor. Utili-
zando rotabator con dos pasadas por la misma franja como mínimo, para que el rastrojo
quede bien picado e incorporado al suelo.

Foto 26: Rastrojo de cebada

ƒ Si la altura del rastrojo permite roturar el suelo, este puede ser incorporado directamente al
mismo con un simple roturado superficial: con arado de vertedera o con yunta de bueyes.

Paso 2. Descomposición del rastrojo


ƒ Para que el rastrojo se transforme en abono orgánico, es necesario enterrarlo en suelos que
tengan humedad adecuada y puedan descomponerse en forma rápida.

ƒ Dependiendo de la humedad en el suelo y del tamaño del rastrojo, puede tardar en des-
componerse entre 4 y 6 semanas aproximadamente.

29
6.4 Incorporación de residuos de trilla al suelo

Foto 27: Paja de trigo incorporado al suelo

La incorporación de residuos de la trilla, como abono orgánico, es también una alternativa bara-
ta para mejorar el suelo en su capacidad de infiltración y de guardar agua, además de la fertili-
dad o contenido de nutrientes para el siguiente cultivo.

¿Qué son los residuos de la trilla?

Son restos vegetales que salen de la trilla del trigo, cebada, arveja, haba y tarwi, llamados tam-
bién paja. Pueden ser incorporados al suelo como abono orgánico.

¿Cada que tiempo se debe incorporar los residuos de la trilla?

Se recomienda incorporar una vez al año, mejor si se hace junto con el estiércol, reduciendo de
esta manera la cantidad requerida de estiércol y la cantidad de trabajo requerido.

¿Cuánto cuesta incorporar paja al suelo?

Incorporar paja a una arrobada de superficie (tercera parte de la hectárea), cuesta alrededor de
300 Bolivianos.

Recomendaciones, para la incorporación de residuos de la trilla al suelo:

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Paso 1. Traslado de la paja al terreno
ƒ Antes de roturar el suelo, trasladar la paja del lugar de almacenamiento (era) al terreno y
esparcir en toda la parcela por lo menos un mes antes de la siembra, sin dejar espacios
vacíos.

Paso 2. Incorporación de la paja al suelo


ƒ Incorporar la paja junto con estiércol tan pronto como se extienda en el terreno, con un sim-
ple roturado de suelo con arado de vertedera, sea con yunta o con tractor.

Paso 3. Descomposición de la paja


ƒ Para que la paja o residuo de la trilla se convierta en abono orgánico, hay que enterrar
cuando el suelo esté húmedo (factor principal a ser controlado).

ƒ Los residuos de trilla o paja tardan en descomponerse entre 4 y 6 semanas, dependiendo


de la humedad del suelo.

31
7. Cultivos asociados

Los objetivos principales para sembrar o plantar cultivos asociados son:


ƒ Incorporar materia orgánica.
ƒ Mejorar la estructura del suelo.

Actualmente los cultivos asociados no forman parte de las rotaciones manejadas en áreas agrí-
colas bajo riego, debido a la competencia temporal de los suelos con cultivos comerciables y
también por la baja valoración o el desconocimiento de los efectos de los cultivos intercalares.

Los rendimientos de los cultivos asociados suelen superar el rendimiento de un monocultivo en


20% a 40%, resultando en un mayor rendimiento por unidad de terreno. En proporción a la
superficie cultivada por especie la productividad suele ser menor.

La producción en asociaciones requiere mayor conocimiento y mano de obra durante la fase de


desarrollo vegetativo. También puede ser perjudicial si las especies entran en una situación de
antagonismo, causado por la competencia en agua, fertilizantes y aspectos de fitosanidad.

Se aprovecha los cultivos asociados para:


ƒ Mejoramiento de la estructura del suelo, lo que permite una mayor infiltración y retención de
agua.
ƒ Producción de materia orgánica para su posterior incorporación al suelo o para cubrir la
superficie con materia orgánica.
ƒ Fijación y disposición de nutrientes (sobre todo nitrógeno en asociaciones con legumino-
sas).

Los principales métodos de la producción asociada en cultivos anuales son:


ƒ Producción en franjas intercaladas.
ƒ Mezcla de cultivos al azar, sin límites territoriales en la parcela para cada cultivo.
ƒ Producción de cultivos en diferentes períodos en una misma área, siembra de especies
asociados al cultivo principal ya desarrollado, posterior crecimiento y desarrollo de las espe-
cies sembradas al último.

Posibles asociaciones ventajosas de cultivos:

Cuadro 6: Métodos de siembra y asociaciones recomendadas

Cultivo principal Método Asociación


Maíz Franjas intercaladas Frejol, trébol, arveja
Trígo Cultivos al azar Vicia
Papa Franjas intercaladas Avena, haba
Duraznos Cultivos sembrados en dife- Vicia, gramíneas, alfalfa
rentes periodos

32
Foto 28: Cultivos asociados: maíz con frejol

33
8. Fertilización con elementos principales Fósforo (P) y Potasio (K)

Entre todos los elementos requeridos por el cultivo resaltan dos nutrientes de mayor importan-
cia en la producción bajo riego: la suficiente disponibilidad de Fósforo (P) y Potasio (K). La
adecuada incorporación de P y K al suelo, disminuye el requerimiento de agua y genera mayor
tolerancia al estrés hídrico por parte de las plantas, garantizando una buena producción.

ƒ Fósforo:
à La falta o insuficiente alimentación con fósforo provoca un crecimiento lento de raíces,
con débil estructura, poca profundidad y poca ramificación.
à Asegurar una suficiente alimentación de la planta con fósforo estimula el crecimiento en
general y en particular de las raíces.
à La mayor cobertura y cantidad de raíces permite al cultivo alimentarse mejor con agua y
nutrientes, además de aumentar la tolerancia al estrés hídrico.

ƒ Potasio:
à La falta, débil o insuficiente alimentación con potasio provoca mayor requerimiento de
agua para los procesos fisiológicos y para mantener la temperatura adecuada en la plan-
ta.
à La deficiencia de potasio aumenta la vulnerabilidad del cultivo a enfermedades y lo hace
menos resistente a condiciones de stress, tales como sequías y heladas.
à Potasio es un elemento irremplazable en el proceso metabólico: fotosíntesis, síntesis de
proteínas y carbohidratos.
à Potasio es el regulador de la presión osmótica y motor de la turgencia celular. Tiene gran
incidencia en el balance de agua y en el crecimiento meristemático.

Mantener o desarrollar el equilibrio entre requerimiento y oferta de nutrientes en el suelo, puede


realizarse por métodos de fertilización orgánica, inorgánica, foliar, ferti-riego y/o la combinación
entre los métodos.

Recomendaciones para la aplicación de P y K:


De manera general se recomienda una aplicación antes de la siembra del cultivo con fertilizante
a base de acido-cítrico. Sin embargo se realizan en la práctica también otras alternativas en la
fertilización con P y K.

Recomendaciones de fertilización en kg/ha:

Cuadro 7: Requerimientos de fertilización

Cultivo Fósforo (P2O5) Potasio (K2O)


Papa 45 – 70 120 – 180
Arveja, haba 60 – 90 120 – 200
Tomate 60 – 80 120 – 220
Cebolla 40 – 60 80 – 140
Alfalfa 80 – 120 200 – 280
Frutilla 20 – 60 30 – 100
Ciruela, Durazno, Cerezo 10 - 30 10 - 50

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