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Comentario del texto: “La mujer y la literatura antiesclavista” (2004) por Antonio

Benítez-Rojo.

En Revista: Identidades Revista interdisciplinaria de estudios de género. Proyecto de


Estudio de las Mujeres, Universidad de Puerto Rico en Cayey. Volumen 2. No. 2.

El artículo parte de la idea de “época conectada”, desde una cita de Duncan J. Watts,
tomada del prefacio a su libro “Seis grados: La ciencia una época conectada”, para
encontrar el vaso comunicante en un grupo de mujeres escritoras abolicionistas, hasta
Víctor Hugo, quien agradece y reconoce su deuda con Claire Duras en el tercer capítulo
de “Los Miserables”. Sin embargo estas conexiones establecidas por Benítez-Rojo, tienen
como verdadera intención mostrarnos la temprana sensibilidad y solidaridad de las
mujeres con el otro desde obras literarias:

“Mis primeras conexiones son históricas y geográficas y arrojan el siguiente


resultado: 1688, Aprah Behn publica en Londres Oroonoko, Or The Royal Slave A
True Story; 1975 Madame Stadel Publica en París Mirza, ou leerte d´un voyegeur;
1823 Claire Duras publica en Madrid Sab; 1852 Harriet Beecher Stowe Publica en
Boston “Uncle´s Tom´s Cabin (La Cabaña del Tío Tom) (Benítez-Rojo:111: 2004)”

Dentro de las características que se evidencian en estas novelas podemos encontrar varios
tópicos: El nombre del esclavo como parte del título, la muerte de los personajes en la
soledad, con el fin de despertar compasión en el lector, el interés por los otros, la relación
con el cuerpo, el gusto por las clases bajas y sobre todo planteamientos claros inscriptos en
la lucha abolicionista de la época. Dentro de esta narrativa también operan dinámicas
anticoloniales, que si bien, afirma el autor, son embrionarias, o a veces contradictorias con
los movimientos feministas de hoy, no menos dignas de ser estudiadas, pues se consolidan
como una primera parte de la necesidad de dar la voz a otro, en este caso el africano de la
diáspora esclavista. De tal manera que estas primeras apreciaciones de mujeres escritoras se
circunscriben en una primera parte de lo que serán más tarde los discursos de la diáspora
africana.

La novela abolicionista encontró su voz en las mujeres, que sin bien eran féminas
pertenecientes a una clase social privilegiada, también eran comprometidas, estudiosas y
muchas veces estaban por fuera del prototipo de su época, movilizadas bajo una consigna
estética y social, en pro de hablar desde la voz de los otros.

Benítez-Rojo sólo se centra en la descripción de tres de la novelas mencionadas, donde


relaciona, la importancia de los personajes, por ejemplo en la de Duras la heroína se
encuentra en Europa y la historia es narrada a través de la voz de la personaje principal, una
monja negra, para encontrar también la de la personaje, además del interés por los cuerpos
que a su vez presentan conflictos interraciales.

Al final del texto, vemos que no sólo desde la ficción se han construido relaciones de
sensibilidad, escritura y mujer, también se han explorado estos temas desde el relato
testimonial, y para ello nos pone el ejemplo de la obra “The History of Mary Prince a west
Indian slave, related by herself”.

La búsqueda hecha por Benítez-Rojo me permite remitirme a otras formas particulares en


las visiones del otro desde la perspectiva de mujer, de tal manera que me vincula con
novela escrita por una mujeres y la manera como las mujeres asumían la esclavitud, dos
temas principales en el texto a estudiar “Fe en Disfraz”, donde no sólo es una mujer
protagonista sino una mujer leyendo y reescribiendo su historia.

El Autor del texto es un escritor, novelista y ensayista cubano, nacido en la Habana en


1932, sindicado como uno de los más importantes escritores de su generación, con una obra
entre novela, ensayo y adaptación. Fue profesor universitario en Amherst College, en
Massachussets, a su vez profesor visitante en universidades como Yale, Harvard, Brown,
miembro de la revista Latin American Literature and Arts, especializado en estudios
culturales y literatura del Caribe. Su obra ha sido traducida a nueve idiomas y recopilada en
más de cuarenta antologías.

Algunas de las precauciones que deben tomarse al leer el texto, es que se trata de trasfondo
amplio, no se trata de mujeres caribeñas, que es el caso que me antaña pero sí actúa en un
primer momento como información importante para las posteriores investigaciones sobre la
escritura de las mujeres y la esclavitud.

El autor resulta pertinente por su conocimiento sobre estudios literarios del Caribe, pues
toma como base de partida una novela escrita por una coterránea para ponerla a dialogar
don otras mujeres que escribían sobre la esclavitud. Se trata de un documento inédito, pues
esa es una de las especificaciones pedidas por la revista Identidades Revista
interdisciplinaria de estudios de género.

Dentro de la manera como el autor nos presenta el texto, existe un constante llamado al
trabajo interdisciplinar que resultará importante no sólo para la lectura del texto en sí, sino
para las investigaciones posteriores, quizás por la especialidad del autor en estudios
culturales.

A manera de esquema el texto se presenta así: una introducción a manera de cita sobre la
época conectada de Duncan J. Watts en la cual el autor se piensa más allá de las conexiones
reales de las personas la manera cómo se conecta la literatura y su influencia en el mundo,
para ello toma como ejemplo la novela Sab, de la escritora Cubana Gertrudis Gómez de
Avellanada1, para centrarnos en la literatura abolicionista hecha por mujeres.

Primero nos presenta mujeres que escribieron sobre la abolición de manera indirecta o
directa, varias características de esta escritura; la importancia del esclavo, la representación
social y económica, matices anticoloniales. Más tarde el autor se centrará en tres novelas
para ser explicadas más a fondo: Aprah Behn Oroonoko (1688), Claire Duras Sab (1823) y
Sab de Gertrudis Gómez de Avellanada. Aunque, constantemente vemos referencias a
Publica en París Mirza, ou leerte d´un voyegeur (1975) Madame Stadel, para comparar la
forma como se construyen las historias y los personajes.

La presentación de las obras no sólo va desde la diégesis sino que menciona la cantidad de
crítica bibliográfica alrededor de las obras, al tiempo que presenta a sus autoras, mujeres
no tan comunes a su época, más bien una subversivas de algunos de los discursos
moralmente correctos de su contexto, a su vez encontramos preguntas sobre las maneras
como se empezaron las obras, una especie crítica del origen: cómo se da comienzo textos y
las temáticas complejas, para la época, que en las obras se expresan.

El artículo permite una visión amplia y general sobre las maneras de escribir de las mujeres
en un contexto histórico específico, responderme cómo se enfrentan no sólo con la creación

1
Debido a las confusiones creadas por la autora no sabemos la fecha exacta en que la novela fue escrita, así
encontramos que fue terminada en 1831, después publicada en Madrid en 1841 y luego en New York en
1888.
sino a las presuntas intenciones políticas, por tanto deja preguntas abiertas sobre la manera
como se construyen estas escrituras en el Caribe y también muchas de las formas de
percibir y luchar la esclavitud en el presente, pues no sólo me puedo ubicar en estas
apreciaciones del pasado sino en relecturas de la trata y de la esclavitud en sí.

Al presentarme a las mujeres como escritoras y las actitudes tomadas por estas ante la
esclavitud, este artículo me brinda dos líneas que me pueden llevar a documentos de tipo
histórico y literario que me permitan nuevos caminos de investigación, en el que la mujer
no sólo es portadora de una voz propia sino también de otro ser con el que comporte la
condición de subalternizada, a partir una primera visión de lo que significa hablar de
discursos raciales en Europa y América: el abolicionismo.

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