Ensayo2doCorte HistoriaIglesiaModernaContemporanea JuanPulido

Universidad De San Buenaventura Bogotá.
Licenciatura En Teología. 5to Semestre.2021.

Materia: Historia De La Iglesia Moderna Y Contemporánea
Por: Juan David Pulido Caicedo.
Para: José Fernando Rubio
Ensayo Final 2do Corte
Los Escritos Políticos de Martin Lutero respuesta epocal
Para la actual crisis social.
Ante la crisis actual que estamos viviendo como sociedad colombiana parece imposible
llegar a concesos que permitan la solución de problemas estructurales que permean todos
los ámbitos de nuestra nación; dichos problemas tienen que ver con la corrupción, la
desigualdad social, la pobreza y una total desconexión de los gobiernos con las realidades
del pueblo. Todas estas problemáticas han llegado a su punto de ebullición durante esta
pandemia ya que nuestro gobierno parece no conectarse con las demandas sociales de la
mayoría de colombianos. Para el 2020 según estadísticas del Departamento
Administrativo Nacional de Estadistica DANE la pobreza respecto del 2019 aumento del
35,7% de la población al 42,5% lo cual implica que actualmente hay 21,02 millones de
colombianos en la pobreza y en cuanto a la pobreza extrema se pasó de 9,6% de la
población en 2019 a 15,1% en 2020 lo que significa que hay 7,47 millones de colombianos
en esta condición1. Teniendo solo estos datos como referencia es más que suficiente que
estamos ante una realidad de desigualdad y pobreza que aumento en mayor medida por el
Covid pero que igualmente antes del Covid ya eran altos dichos niveles de pobreza. La
respuesta del gobierno a la situación de la pandemia ante la salud financiera del país era
una reforma tributaria que iba a gravar con impuestos alimentos básicos, servicios
esenciales entre otros, en este sentido no quiero profundizar demasiado porque no solo es la
reforma tributaria sino muchas otras propuestas y políticas erráticas de este gobierno en
términos de salud, educación, implementación de los acuerdos de paz entre muchos otros
temas.
Ante este sombrío panorama me surge la pregunta de cómo podría aportarnos Martin
Lutero un reformador sin precedentes que marco su época como plantea Thomas Kaufmann
1
<< En 2020, la pobreza en Colombia llegó al 42,5% de la población: Dane>>, Forbes Colombia, economía y
finanzas, consultada en Mayo 14 de 2021, https://forbes.co/2021/04/29/economia-y-finanzas/en-2020-la-
pobreza-en-colombia-llego-al-425-de-la-poblacion-dane/#
Lutero fue un personaje público, una persona a cuyo paso surgía lo público y tenían
confrontaciones públicas, una persona que, como ninguna otra figura histórica anterior
a él, supo generar, movilizar, instrumentalizar lo público y, al mismo tiempo,
convertirse en víctima de lo público…Lutero es la primera estrella mediática de la
historia, alguien que supo usar la revolución mediática de la época y que, al mismo
tiempo, fue utilizado por los nuevos medios surgidos de la imprenta2
Esta descripción o definición de Lutero es tan pertinente ante la crisis actual en la que
todos podemos participar en voz de protesta ante las injusticias y que particularmente en
esta sociedad postmoderna se caracteriza por la hiperconexion y lo mediático que juega un
papel fundamental en nuestras percepciones de los acontecimientos sociales, culturales,
políticos y religiosos. Hoy con un celular se pueden hacer denuncias a través de videos,
audios, fotos, cualquier ciudadano puede ser protagonista de lo público, de lo que nos
afecta a todos como sociedad.
Las estructuras hegemónicas, tradicionales y déspotas son cuestionadas, criticadas, pierden

su legitimidad ante la unión de la ciudadanía que es más consciente de su participación
activa en los espacios que promueven las democracias en el marco de un estado social de
derecho, un claro ejemplo son las movilizaciones que iniciaron el 28 de abril y que a la
fecha de hoy 14 de Mayo siguen en pie de lucha, a pesar del Covid que está en su punto
cúspide de transmisibilidad y que tiene al borde del colapso el sistema sanitario. Las
personas le tienen más miedo al gobierno y sus políticas que a esta pandemia, esto merece
un análisis profundo porque refleja el nivel de inconformidad social que excede cualquier
preocupación por el virus. Si Lutero fue la primera estrella mediática de la historia por la
rápida difusión de sus ideas que se matizaban entre su experiencia personal con la sagrada
escritura además de la oración y su interés por la sociedad que era genuino y demandaba
de él una respuesta activa que promoviera la trasformación de una sociedad marcada por la
corrupción, las protestas de los protestantes contemporáneos en Colombia durante este
2021 serán las más históricas de este país por sus alcances y las consecuencias posteriores
del mismo, que al igual que Lutero cuentan con todos los elementos para trascender de una
simple manifestación a una reforma profunda en la sociedad y lo planteo así porque así
2
Thomas Kaufmann, Martín Lutero. Vida, mundo, palabra (Madrid: Editorial Trotta, 2017), 10
como Lutero con sus 95 tesis que publico en Wittenberg logro su difusión rápida y acogida
por sus sólidos argumentos y lo oportuno de su pronunciamiento, así esta manifestación
también presenta argumentos y propuestas de altura para darle solución a temas
estructurales que reventaron en estos complejos momentos.
Lo mencionado anteriormente constituye apenas la introducción de este ensayo ya que mi

propuesta parte del análisis de algunos escritos políticos de Martin Lutero recogidos por
Joaquín Abellán doctor en Ciencias Políticas y licenciado en Filosofía y Letras quien ejerce
la docencia en la Universidad Complutense de Madrid.
Para entender el pensamiento político de Martin Lutero presentare en primer lugar una
breve reseña de la sociedad, política y religión a comienzos del siglo XVI en Alemania.
A comienzos del siglo XVI Alemania era el país más extenso de Europa y con unos 20
millones de personas, era también el más poblado. No existía una unidad política como tal
y esto se refleja en que el Sacro imperio Romano de la Nación Alemana vivía en una
tensión continua entre la voluntad centralizadora del emperador y las tendencias
centrigugas de los territorios. El registro imperial de 1495 daba cuenta de más de 350
territorios, entre principados, condados, abadías, obispados, territorios de los caballeros y
otros. El desgarramiento de la situación política entre el emperador y los territorios en los
últimos años de la Edad Media fue haciéndose más profundo. Mientras los territorios se
fueron transformando en estados territoriales, el imperio, en cambio, como conjunto, no
lograba una vida política común3.
El reparto de la población en Alemania a comienzos del siglo XVI era bastante desigual. La
densidad mayor se daba en el valle del Rin y en el sur; menor densidad tenían Turingia y
Sajonia y la densidad más débil se registraba en el noreeste del alba 4.
El grupo social de los caballeros que habían tenido un esplendor inicial entre los años 1100
y 1250 perdieron su influencia en los siglos finales de la edad media careciendo incluso de
3
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos (Madrid: Editorial Tecnos, 2001),X
4
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, XI
representación en la Dieta Imperial que les privaba de influencia política. Por tanto la
llamada de Lutero en 1520 a los nobles alemanes despertaría en muchos caballeros el deseo
de mejorar su situación con la secularización de los bienes eclesiásticos. Lutero se
distanciaría de las pretensiones y acciones de los caballeros 5.
Por ultimo en esta breve contextualización debo mencionar la situación religiosa que para
este caso se enmarca en el papado de la iglesia católica el cual se había convertido
progresivamente en una institución que acentuaba su carácter nacional-italiano, más
preocupado por los estados pontificios y sus propias familias que por los asuntos
eclesiásticos universales. Un asunto interno de la iglesia católica tenía especial repercusión
en Alemania: el de las finanzas. Los papas tenían grandes necesidades de dinero para el
mantenimiento del estado de la iglesia. El aumento de las indulgencias a finales del siglo
XV y comienzos del XVI tenía ante todo una motivación financiera. La venta de cargos
eclesiásticos reflejaba la inmoralidad y arbitrariedad intra iglesia 6.
El contexto de la época de Lutero podría decir que se asemeja a nuestra situación actual,
una Colombia diversa con los más altos índices de desigualdad territorial, que además
cuenta con extensas regiones geográficas rurales, agrícolas e inhóspitas como la inminente
sociedad agrícola de la Alemania de Lutero; con un desgaste de los presidentes y sus
gobiernos que entran en constante tensión con los senadores, congresistas, alcaldes,
diputados, todos con un mismo fin obtener el poder que en muchos casos responden más a
intereses personales y egoístas que realmente a un interés genuino por quienes dicen que
van a representar. Por ultimo ya en este caso no una iglesia con fines expansionistas y
nacionalistas sino un gobierno con fines de convertir a la nación en una fuente de recursos
para las grandes corporaciones, millonarios que cada vez monopolizan todos los sectores
como el comercio, la salud, las comunicaciones, la banca entre otros tantos, y que por tanto
sus chequeras se incrementan aún más, dejando enormes brechas entre los millonarios, la
clase media y una gran clase baja.
5
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, XII
6
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, XVI
Lutero ante todo es un teólogo cristiano y no un pensador político moderno. Las

coordenadas de su reflexión sobre la autoridad son bíblicas y teológicas. Lutero platea la
doctrina de los dos reinos, pieza central de su pensamiento y de su posición ante lo político.
La propuesta consiste en distinguir el reino de Dios y el reino de mundo, que por tanto, son
dos comunidades de personas con una cabeza que se van a diferenciar también por tener
cada uno una manera distinta de gobernarse. El gobierno de Dios es espiritual que se da por
medio de la palabra encomendada a los predicadores que hace justo a los hombres a fin de
obtener la vida eterna. El gobierno secular es espada que obliga a ser buenos y justos ante
todo el mundo, pero sin serlo ante los ojos de Dios 7.
En su obra llamada Sobre la autoridad Secular: Hasta donde se le debe obediencia (1523)
que corresponde a una preocupación de Lutero por la prohibición de la venta del Nuevo
Testamento por parte del duque Georg de Sajonia lo cual representaba un exceso de poder
secular, me llama la atención lo planteado en la tercera parte refiriéndose a los príncipes
con una connotación de consejo hacia ellos
Sólo quiero instruir su corazón, cuál ha de ser su disposición y su actitud en todas sus
leyes, consejos, juicios y actuaciones; si se comporta así, Dios le concederá con toda
seguridad el poder organizar sabia y divinamente todas sus leyes, consejos y
actuaciones. En primer lugar, debe estimar a sus súbditos y poner en ello todo su
corazón. Hará esto si orienta todos sus sentidos a serles útil y servicial y si no piensa el
país y la gente son míos y voy hacer lo que me plazca, sino, por el contrario,
pertenezco al país y a su gente y debo hacer lo que sea útil y bueno para ellos. No he de
buscar como elevarme y dominar sino como protegerlos y defenderlos con una buena
paz…en segundo lugar, el príncipe ha de prestar atención a los grandes señores y a sus
consejeros, y estar con ellos en la actitud de no despreciar a nadie, pero tampoco de
confiarlo todo a uno solo; pues Dios no tolera ni puede tolerar lo uno ni lo otro. Una
vez habló Dios a través de un asno, por lo que no hay que despreciar a ningún hombre
por pequeño que sea. Asimismo dejó caer del cielo al más grande de los ángeles, por lo
que no hay que confiarse a ningún hombre por muy inteligente, santo y grande que sea;
es preciso escuchar a todos y esperar a ver a través de quien quiere Dios hablar y
actuar. Este es, sin duda, el mayor daño de las cortes principescas, que un príncipe
confíe sus sentimientos a los grandes señores y aduladores y deje el control, habida
cuenta de que cuando un príncipe comete errores o una locura no afecta a un hombre
7
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, XXVI
solo sino que son el país y su gente los que han de soportar las consecuencias de esa
locura. Un príncipe ha de confiar en sus poderosos y dejarles hacer, pero conservando
él las riendas en las manos y no estando confiado o dormido sino vigilando y
recorriendo el país, como hizo Josafat, examinando por doquier cómo se gobierna y se
ejerce la justicia8 .
Es sorprendente como este escrito de Lutero resulta tan pertinente y actual ante las acciones
de un gobierno que en primer lugar no piensa en la mayoría de colombianos sino en una
pequeña clase empresarial que tiene intereses de expandirse acosta de las políticas que más
les beneficien como corporaciones privadas. La actitud del gobierno actual encabezado por
nuestro presidente Iván Duque que no le dio la prioridad a los representantes de las
manifestaciones sino que resultado del desgaste de una semana recién accede a un supuesto
dialogo que no llega a acuerdos, porque no se reconocen los errores en la forma de referirse
a las manifestaciones siempre destacando los actos vandálicos por encima de las demandas
sociales que son realmente el quid de esta crisis social, además de una desproporcionada
acción policial que genera más violencia, muerte e irritación en los manifestantes y en
quienes analizan dichos acontecimientos.
Este gobierno hace lo que bien le parece y no tiene en cuenta las distintas voces que
permitan traer consensos a los enormes retos que tenemos como país en el marco de un
postconflicto que se agudiza por falta de compromiso estatal con el mismo, un aumento de
la pobreza, el desempleo, un sistema de salud cruel y desinteresado con las personas, entre
otras tantas cosas.
Se necesita que este gobierno haga presencia como bien lo manifiesta Lutero en esta carta,
el presidente debe recorrer el país estando vigilante, no con consejos de seguridad que
militarizan regiones azotadas por la violencia, sino analizando a profundidad por medio de
la escucha de las poblaciones y sus propuestas para así promover políticas públicas que
tengan en cuenta las realidades propias de cada contexto, que solo quien lo vive puede
también proponer las soluciones para la solución de sus propios conflictos.
8
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, 56-58
El segundo y último escrito de Martín Lutero que pretendo desarrollar en este ensayo se
enmarca en la conversación que tuvo el reformador con Assa von Kram, oficial del príncipe
lector de Sajonia. La ocasión en la que ambos hablaron sobre la contraposición del orden
eclesiástico y el laico fue la entrada en la ciudad de Wittenberg del príncipe elector después
del final de la guerra de los campesinos. Lutero prometió a Assa escribir sobre las
cuestiones que habían hablado, concretamente si el oficio de la guerra es compatible con la
condición cristiana. El escrito trata directamente la cuestión de la resistencia a la autoridad.
Esta carta se llama Si los hombres de armas también pueden estar en gracia (1526). Es
interesante porque trayéndolo a la actualidad de esta crisis seria como si un cristiano se
sentara a dialogar con un policía, un militar, mejor dicho con un agente del Esmad.
De acuerdo a lo anterior decimos lo siguiente acerca del derecho de la guerra y del uso
de la guerra por parte de las personas: primero, que la guerra puede darse entre tres
clases de personas, a saber: un igual lucha contra su igual… otro supuesto; un superior
combate contra su subordinado; otro supuesto; un subordinado combate contra su
superior. Nos vamos a ocupar en primer lugar del tercer caso. El derecho dice que
nadie debe luchar ni combatir contra su superior, pues a la autoridad se le debe
obediencia, honor y temor, Romanos 13,1…Esto es, brevemente, el derecho en sí
mismo tal como Dios lo ha instituido y ha sido aceptado por los hombres. No es
compatible obedecer y oponerse, ser súbdito y no querer soportar al señor. Acabamos
de decir que la equidad debe ser la maestra de derecho, y cuando las circunstancias lo
exijan debe guiarlo, ordenarlo y permitir que se actué contra él: hay que preguntarse
ahora si se puede ser equitativo, es decir, si se puede permitirse la desobedienc ia a la
autoridad, si se la puede combatir, destruir o someter en contra de ese derecho. Hay
con nosotros, los seres humanos, un vicio que se llama Fraus, es decir, astucia o
artimaña; sí esta escucha que la equidad está por encima del derecho, como se ha
dicho, ser mostrará totalmente hostil al derecho y cavilara e intentara día y noche como
llegar al mercado y venderse bajo el nombre y apariencia de la equidad a fin de
aniquilar al derecho y ser ella la amante desposada que todo lo ha hecho bien….si
todavía hoy o mañana se levantara un pueblo y destituyera a su señor o lo estrangulara,
sería una realidad que habría sucedido y los señores tendrían que atenerse a ella…pero
no se deduce de aquí que sea justo y equitativo. Es equitativo, sin duda, destruir y
arrestar a un príncipe, rey o señor que se vuelva loco, pues en adelante ya no se le
podría considerar como un hombre porque se le ha ido la razón. Claro que, dices tú, a
un tirano furioso hay que considerarlo también como un loco, o incluso peor que un
loco, pues causa un daño mucho mayor, etc. En este punto se hace difícil la respuesta,
pues la objeción tiene una fuerte apariencia de razón y quiere forzar la equidad…el
tirano, en cambio, obra muy racionalmente: sabe si comete injusticia, tiene conciencia
y conocimiento y existe también la esperanza de que se corrija, de que se deje decir

algo, de que aprenda y haga caso9
Este último texto escogido sé que va a generar grandes controversias en el marco de la

teología contemporánea, de la posterior exegesis bíblica que cuestionara y ampliara el
sentido teológico de los pasajes bíblicos incluyendo este pasaje que Lutero cita en la carta
a los Romanos capítulo 13 y que interpreta en su sentido literal. Suena dogmático este
discurso, complaciente con los gobernantes, pero más allá de todo lo cuestionable e
inaceptable que pueda sonar en la actualidad deja mucho que pensar a la luz de los
acontecimientos de violencia que se han presentado y aun de las pretensiones que se puedan
tener con este gobierno, como el hecho de considerar que este presidente no deba estar ahí,
que sea destituido el presidente, todas estas cuestiones son plausibles, sin embargo el aporte
que puedo ver es el hecho de que en el fondo parece tener un sentido conciliatorio cuando
plantea que el tirano se le puede hablar, puede pensar y recapacitar y creo que ahí está la
clave de este mensaje, debemos buscar de todas las formas posibles el dialogo, en un país
que se ha caracterizado por la violencia, por la política de acabar con el contrincante, de
aniquilar al que piensa críticamente y por tanto de nunca estar dispuestos a escuchar
primero y ser escuchados. Lutero entendía esto y lo consideraba en su forma de vida
cristiana marcada por dos grandes distinciones de gobierno el secular y el del Reino de
Dios, desde allí surgen sus planteamientos que siempre propiciaran por la paz, el no
levantamiento en armas, esto deja entrever que Lutero más allá de ser un reformista de lo
que el considerara en el marco del gobierno espiritual en el cual son válidas sus posturas
revolucionarias, fue también un pacificador, esta fase de su vida me resulta fascinante.
Quien tiene la capacidad de sentarse con los más desfavorecidos, con los marginados, con
los pobres y escucharlos para responder a sus necesidades y abogar por ello, pero también
es capaz de sentarse y hablar con los gobernantes, los representantes de las fuerzas de
seguridad de un estado, dialogar aconsejarlos y aun generar puentes de diálogo y
consensos que beneficien a todos es un verdadero seguidor de Cristo. Cristo fue ejemplo de
9
Joaquín Abellán, Martín Lutero. Escritos Políticos, 138-140
sentarse a la mesa con los publicanos, los recaudadores de impuestos pero también de
abogar por la mujer, por la prostituta, por el mendigo, el ciego; esto claramente lo entendió
Lutero y lo dejo plasmado a lo largo de sus escritos no solo de tipo teológico sino también
políticos siempre con una mirada evangélica y teológica profunda que trascendió al ámbito
social con propuestas a la altura de su época.
Este es el reto de la iglesia actual poder responder a la altura de las necesidades y

situaciones actuales que demandan de espacios de diálogo constructivo, que además
promuevan la reconciliación ,el perdón, la no repetición de abusos de parte del estado, la
igualdad, las posibilidades de acceso para todos en educación, vivienda, trabajo, salud que
son las demandas de fondo evidenciadas en la actual coyuntura política y social y que
requieren de gobiernos que no estén al mando ni de locos ni de tiranos, sino de hombres y
mujeres que tengan la capacidad de sentir la necesidad del pueblo, de representar no a un
grupo de votantes únicamente sino a todos, sé que no es fácil y jamás lo será pero en la
multitud de consejeros esta la sabiduría.
Bibliografía
 Abellán, Joaquín. Martín Lutero. Escritos Políticos. Madrid: Editorial Tecnos,

2001
 Kaufmann, Thomas. Martín Lutero. Vida, mundo, palabra. Madrid: Editorial
Trotta,2017
Webgrafia
 Forbes Colombia, economía y finanzas. << En 2020, la pobreza en Colombia llegó
al 42,5% de la población: Dane>>. Consultada el 14 de Mayo de 2021.
https://forbes.co/2021/04/29/economia-y-finanzas/en-2020-la-pobreza-en-
colombia-llego-al-425-de-la-poblacion-dane/#

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Para la actual crisis social.

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