Esté capítulo inicia con Dahmer hablando con los policías y declarando qué quiere cooperar para

terminar cuanto antes su proceso, luego de esto vemos un poco del pasado de Dahmer en el cual
se nota bastante la mala relación que tenían sus padres cuando el apenas era un niño, de igual
manera se nos deja ver el interés del asesino por diseccionar cuerpos de animales muertos, esto
siendo apoyado por su padre y posterior a esta escena se nos presenta otra etapa de Dahmer; su
adolescencia, en la cuál somos testigos del robo de un maniquí de hombre a una tienda de ropa
para luego tener intimidad con este objeto.

Después de esto hacemos una transición al año de 1991 dónde vemos al asesino dirigirse a una
tienda de licor para encontrar a su víctima, justamente se encontraba un chico de 14 años afuera
de dicha tienda y Dahmer le ofrece comprarle un poco de licor sí se va con el a su apartamento
para tomarle fotos por 100 dólares, el chico acepta y se va con Dahmer.

Al estar ambos en el apartamento tienen una plática donde el adolescente le comenta que es
hermano de un chico del que el asesino supuestamente había abusado antes, Dahmer niega haber
hecho algo parecido y la plática se calma de momento, luego de unos minutos Dahmer droga al
chico y le coloca ácido en el cerebro para de esta manera facilitar la violación sexual del chico.

Después podemos ver al chico bastante afectado por lo que le hizo el asesino, pero a pesar de esto
logra salir del apartamento y posteriormente ser ayudado por los vecinos de Dahmer, en este
proceso vemos que va llegando el asesino a su edificio y por fortuna para él ni los policías, ni los
vecinos habían podido entender lo que le estaba pasando al chico, entonces Dahmer le miente los
policías diciendo que es su pareja, pero como a veces se pone un poco violento cuando toma lo
había mandado a comprar más licor y de momento no era capaz de hablar porque estaba en
estado de ebriedad.

Las vecinas no creen en esta versión, pero desafortunadamente los policías sí y solo acompañan a
Dahmer y al chico de vuelta a la puerta de su apartamento.

En esta escena podemos notar el racismo y la homofobia de los policías, por ende concluyendo de
manera rápida la situación.

El capítulo cierra presentando una llamada real de las vecinas del asesino que fueron testigos de
esto.