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Lengua totonaca

Las lenguas totonacas o totonaco-tepehuas son una familia de lenguas de Mesoamerica. Es


hablado por los indígenas totonacos, que habitan en la sierra Madre Oriental entre los estados
mexicanos de puebla y Veracruz, principalmente. La comunidad lingüística del totonaco llega a
los 282 mil 120 hablantes, que la convierten en una de las más amplias de México.

Cultura totonaca
Idioma
La Civilización Totonaca fue un pueblo indígena mesoamericano que habitó principalmente en
el Estado de Veracruz y el norte de Puebla y la región de la costa. Su ubicación temporal se
refiere al año 800 d. C en el clásico tardío. Originalmente, formaron una confederación de
ciudades, pero, en épocas posteriores, parece que se organizaron en tres señoríos: norte, sur y
Serrano. Su economía era agrícola y comercial. Tuvieron grandes centros urbanos como: El
Tajín (300-1200), máximo exponente del esplendor de la cultura totonaca, Papantla (900-1519)
y Cempoala (900-1519).

Los tres centros o tres corazones de su cultura destacan por la cerámica muy variada, la
escultura en piedra, la arquitectura monumental de barro.

Cultura totonaca

Concepto: La Cultura totonaca existía en las regiones costeras y montañosas del este de
México en el momento de la llegada de los españoles en el año 1519.

La Cultura totonaca, representa al pueblo indígena que residía en las regiones costeras y
montañosas del este de México en el momento de la llegada de los españoles en el año 1519.
En la actualidad sus descendientes habitan en los estados mexicanos de Veracruz, Puebla e
Hidalgo. Ellos fueron los posibles constructores de la ciudad precolombina de El Tajín. La
cultura totonaca sobresale por su cerámica variada, escultura en piedra, arquitectura colosal y
por su avanzada percepción urbanística.

Historia de la cultura totonaca


La región de Totonacapan, lugares donde habitaban los totonacas, fue objeto de muchas
incursiones militares de los aztecas a mediados del siglo XV hasta la llegada de los españoles,
a pesar de la creación de fortificaciones aztecas en toda la región la rebelión era endémica, los
principales centros totonacas fueron Papantla, con una población estimada de 60.000 en el año
1519, Xalapa con unos 120.000 habitantes y Cempoala con unos 80.000 totonacas. Cempoala
fue el primer estado totonaca visitado por Hernán Cortés en su marcha a la capital azteca de
Tenochtitlán. Los totonacas de Cempoala se unieron a Cortés y junto con los indios tlaxcaltecas
contribuyeron significativamente a la conquista española del Imperio Azteca. La región de
Totonacapan se incorporó al régimen español con relativamente poca violencia, pero la región
sería devastada por las enfermedades epidémicas del siglo XVI traídas por los conquistadores
españoles al nuevo mundo, hoy en día, aproximadamente 90.000 hablantes totonacas residen
en la región de México.

Geografía
La región de Totonacapan tuvo en gran medida un clima caliente y húmedo, junto con los
cultivos agrícolas normales de maíz, yuca o mandioca, calabaza, frijol y chile, la región se
destacó por su producción de ámbar líquido y de algodón, incluso durante la desastrosa
hambruna del centro de México en los años 1450 a 1454, la región siguió siendo un centro
agrícola fiable, en esos momentos muchos aztecas se vieron obligados a venderse a sí mismos
o a sus familiares como esclavos a los totonacas a cambio de maíz para su subsistencia.

Idioma
Los idiomas conocidos como totonaco y tepehua forman una familia lingüística aislada, es
decir, que no son conocidos por estar relacionado con otros idiomas o familias lingüísticas. Las
primeras descripciones gramaticales y léxicas del totonaco hechas por los europeos (por
desgracia hoy perdidas) fueron hechas por Fray Andrés de Olmos, quien también escribió las
primeras descripciones de las lenguas náhuatl y huastecos.

Religión
La mayoría de los totonacos actuales son católicos romanos. Sin embargo, su práctica cristiana
se mezcla a menudo con vestigios de su religión tradicional, un ejemplo notable es la
costumbre, una supervivencia de un antiguo rito de sacrificio en el que varias semillas se
mezclan con la tierra y la sangre de aves de corral y se dispersan a través de los campos de
siembra.

Alimentación de los totonacas


Aunque cultivaron grandes extensiones de maíz, este alimento no formó parte esencial de su
dieta, estos comían en mayor proporción frutas como zapotes o mamey, guayabas, papayas,
plátanos y aguacates o palta. Los hombres totonacas cazaban y pescaban tiburones, tortugas,
venados, armadillos, zarigüeyas y ranas. Las mujeres totonacas se encargaron de la crianza de
pavos y perros. Los campesinos, así como los nobles comían gachas de maíz en la mañana. El
almuerzo era la comida principal del día y consistió en estofado de mandioca y frijol o incluso
una rica salsa de carne para los nobles.

Estilo de Vida

Las casas eran de paja en general y había un saliente en ellas. Se construían de forma
rectangular.
Vestimenta
Las mujeres totonacas eran expertas tejedoras y bordadoras, se vestían con grandilocuencia y
trenzando sus cabellos con plumas, el fraile franciscano Bernardino de Sahagún dijo que, en
todos los aspectos de su apariencia las mujeres eran muy elegantes, vestían faldas, bordado
para los nobles y un poncho pequeño de forma triangular que les cubría los pechos. Las
mujeres nobles usaban collares de concha y jade además de pendientes y a menudo se
pintaban el rostro con tinta roja. Del mismo modo los hombres nobles se adornaban con capas
multicolores, taparrabos, collares, brazaletes, bezotes y productos hechos de plumas del
preciado Quetzal.

Actividades
Arquitectura
Conocida por los mexicas como Totonacapan, el antiguo perímetro de influencia totonaca se
extendía desde El Tajín y Papantla, en el norte y vía Xalapa, hasta la sureña Cempoala. Con
ciudades de gran magnitud —Xalapa llegó a tener 120 mil habitantes—, esta región es
trágicamente célebre por ser la primera que pisó el conquistador español. Cempoala y Tlaxcala
marcharían con sus huestes hacia Tenochtitlan y lo demás, como se dice, es historia. Hoy
sobrevive agreste El Tajín y en el “lugar de las veinte aguas” vestigios de piedra recuerdan la
gloria totonaca.

Ecoturismo
Turismo

Al sureste de Papantla se encuentra la mejor versión del Golfo de México, en las pardas arenas
y verde azules aguas de la Costa Esmeralda. Ahí, desde el pueblo de Tecolutla, se pueden
concertar paseos en lancha por el río homónimo y por el estero Lagartos. Más hacia el sur
estarán los esteros Tres Encinos y Barra Nueva, ya muy cerca de Nautla. Tierra adentro desde
aquí se localiza la reserva eco arqueológica de Filobobos, famoso destino para rafting y turismo
de aventura. Si no le apetece descender por los rápidos, la cascada El Encanto justificará su
viaje haciendo honor a su nombre.

Gastronomía
En el Totonacapan la tradición culinaria mana de una cultura antiquísima y de fuerte
idiosincrasia. La base de la comida popular es el frijol negro y sus platillos derivados ya sea con
alchuchut, con ejote recio hervido, como huatape o en forma de púlakles con pipián, chilchotes,
acoyo y sal. Los guisos de gallina, el taxwayahun —un platillo de cerdo—, la carne de monte y
el mole de camarón o el de flor de izote complementan la oferta. El mole de guajolote, las
patitas de puerco secas y el tamal de pescado se cuecen aparte, pues son las verdaderas
joyas de la cocina totonaca.

Música y Bailes
Bailes

El huapango —o son huasteco— es el género musical nativo de la zona comprendida por el


norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas, la Sierra Gorda de Querétaro y partes de los estados
de San Luis Potosí, Hidalgo y Puebla. Cada región le aporta un matiz especial, pero
esencialmente se trata del concierto de guitarras, jaranas, violines y quintas huapangueras al
fragor del zapateado y el canto melódico. De extraordinaria belleza, esta música y su baile
manifiestan hondas raíces indígenas, españolas y acaso africanas.

Sitios Naturales
En la región totonaca descuellan, por sobre todos los demás atractivos naturales, la bucólica
belleza de la Costa Esmeralda y el accidentado discurrir del río Bobos. En la primera nos
esperan 20 kilómetros de arena recortados contra un mar de aguas traslucidas hacia el verde, y
de ahí su nombre. En el segundo, corriendo ladera abajo desde las cimas más altas de México,
un paisaje de gargantas, cascadas y meandros de piedra atraviesan la fecunda flora tropical —
y varios vestigios arqueológicos— hasta desembocar en Nautla.

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