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Este orden está establecido por el art. 31 de la ley 20.266 que dice: “Sin perjuicio de las
disposiciones del Código Civil y de la legislación local, es aplicable al ejercicio del corretaje lo
dispuesto en esta ley respecto de los martilleros, en todo lo que resulte pertinente y no se
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encuentre modificado en los artículos siguientes”. Por lo tanto, el orden sería el siguiente, luego
de la unificación civil y comercial
1°) La ley 20.266 (con la modificación de la 25.028), en la parte de corredores (capitulo
12); lo relativo al contrato de corretaje (arts.1345 al 1355, del Código Civil y Comercial) y la
ley provincial si existiere. Si la legislación nacional y provincial, son coincidentes o
complementarias, se aplican ambas, pero si no lo son hay que considerar que si la cuestión es de
fondo predomina la ley legislación nacional, pero cuando se trata de materia procesal o de forma,
predomina la ley provincial. Esto es en consideración de los derechos reservados y delegados,
efectuados por las provincias en la Constitución Nacional.
2º) La ley 20.266 (con la modificación de la 25.028) en su parte de martilleros.
3º) Código Civil y Comercial.
Los usos y costumbres, son aplicables en caso de que la ley o las partes se refieran a ellos
o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios al orden público. La
jurisprudencia, la doctrina, los principios generales del derecho, las leyes análogas y las leyes
extranjeras, son fuentes materiales, es decir pueden ser tenidas en cuenta, aunque no tengan
carácter obligatorio.
El contrato de corretaje
Es el contrato, por el cual un sujeto llamado corredor se compromete a realizar una mediación o
acercamiento entre su comitente, y un tercero, para que entre ambos celebren directamente otro
contrato. El art. 1345 del código unificado que señala “Definición. Hay contrato de corretaje
cuando una persona, denominada corredor, se obliga ante otra, a mediar en la negociación y
conclusión de uno o varios negocios, sin tener relación de dependencia o representación, con
ninguna de las partes”. Pudiendo esquematizarse la relaciones que se crea de la siguiente manera:
Contrato de corretaje
Corredor
Matrícula de Corredores
Art. Nº 33 “Quien pretenda ejercer la actividad de corredor deberá inscribirse en la matrícula de
la jurisdicción correspondiente. Para ello, deberá cumplir los siguientes requisitos:
a- Acreditar mayoría de edad;
b- Poseer título previsto en el inciso b) del artículo 32.
c- Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar donde pretende ejercer
como corredor.
d- Constituir la garantía prevista en el artículo 3º inciso d), con los alcances que determina
el artículo 6º;
e- Cumplir los demás requisitos que exija la reglamentación local.
Los que sin cumplir estas condiciones sin tener las calidades exigidas ejercen el corretaje, no
tendrán acción para cobrar la remuneración prevista en el artículo 37, ni retribución de
ninguna especie.
Corredor
Requisitos extrínsecos- no debe tener borrones: Art. 53 del Código de Comercio: Los libros que
sean indispensables conforme a las reglas de éste código, estarán encuadernados y foliados, en
cuya forma los presentara cada comerciante al Tribunal de Comercio de su domicilio para que se
los individualice en la forma que determine el respectivo tribunal superior y se ponga en ellos
nota datada y firmada del destino del libro, del nombre de aquel a quien pertenezca y del número
de hojas que contenga. En los pueblos donde no haya tribunal de Comercio se cumplirán estas
formalidades por el Juez de Paz.
Requisitos intrínsecos; son los que figuran en el Art.324, por sentido contrario, ya que allí se
señala lo que se prohíbe:
a) Alterar el orden en que en los asientos deben ser hechos;
b) Dejar blancos que puedan utilizarse para intercalaciones o adiciones entre los asientos
c) Interlinear, raspar, emendar o tachar. Todas las equivocaciones y omisiones deben
salvarse mediante un nuevo asiento hecho en la fecha en que se advierta la omisión o el
error;
d) Mutilar parte alguna del libro, arrancar hojas o alterar la encuadernación y foliatura;
e) Cualquier otra circunstancia que afecte la inalterabilidad de las registraciones.
Exhibición de la contabilidad: Dice el art. 331. Investigaciones. Excepto los supuestos
previstos en leyes especiales, ninguna autoridad, bajo pretexto alguno, puede hacer pesquisas de
oficio para inquirir si las personas llevan o no registros arreglados a derecho. La prueba de la
contabilidad debe hacerse en el lugar previsto en el art. 325, aun cuando esté fuera de la
competencia territorial del juez que la ordena. La exhibición general de registros o libros
contables solo puede decretarse a instancia de parte en los juicios de sucesión, todo tipo de
comunión, contratos asociativos o administración por cuenta ajena y en caso de liquidación,
concurso o quiebra. Fuera de estos casos, únicamente puede requerirse la exhibición de registros
o libros en cuanto tenga relación con la cuestión controvertida de que se trata, así como para
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establecer si el sistema contable del obligado cumple con las formas y condiciones establecidas
en los arts. 323, 324 y 325.-
O sea que hay dos tipos de exhibición:
General: donde se debe exhibir toda la contabilidad. En algunas circunstancias taxativas. Se
puede llegar al desapoderamiento de los libros. Solo se hace a pedido de parte.
Parcial: Se exhibe solo los asientos que hagan a la cuestión. No se puede llegar al
desapoderamiento, y la no exhibición solo crea una presunción en contra del que no los presenta.
La puede ofrecer el dueño de los libros, solicitar la exhibición la contraria o solicitar el juez,
como medida para mejor proveer.
Valor probatorio de los libros: El valor que tienen los libros, difiere según diferentes
supuestos, y que surgen de la interpretación del art. 330:
a)Litigio entre el corredor y otra persona que tiene la obligación de llevar registros
contables comercio
- Ambos llevan sus libros conforme a derecho, y coinciden los asientos = plena prueba
- Ambos llevan sus libros conforme a derecho, pero no coinciden= debe desecharse como prueba (porque
no se puede saber cuál es el verdadero)
-Solo uno tiene sus libros conforme a derecho, y el otro no, o solo uno presenta los libros: se considera los
asientos del que está conforme a la ley, o del que los presentó (siempre que estén llevados en legal forma)
b) Litigio entre los contratantes: El libro tiene un valor probatorio especial, por la calidad del
corredor, que intervino directamente en la negociación. Es una prueba documental.
El corredor puede ser obligado a exhibir sus libros.
c)Litigio entre terceros (contratos en los que el corredor no ha actuado). No puede ser obligado a
exhibir los libros.
*Obligación de convenir por escrito. Actualmente ya no se exige que el corredor celebre el contrato de
corretaje por escrito, pero indudablemente es conveniente que lo haga, por cuanto evitará conflictos sobre
la forma de disponer del bien, los gastos y la forma de satisfacerlos, las condiciones de la
operación en la que intervendrá y demás instrucciones relativas al negocio; si tiene o no
autorización para suscribir el instrumento que documenta la operación o realizar otros actos de
ejecución del contrato en nombre de aquél. Este convenio es referido a la prueba ya que no es
esencial porque es una prueba del contrato de corretaje que es básicamente, no formal.
*Cumplir las demás obligaciones que impongan las leyes especiales y la reglamentación
local. Actualmente ya no existe específicamente esta obligación, por lo que pueden presentarse
problemas interpretativos. Se entiende que la legislación provincial, puede establecer otras
obligaciones para los corredores, pero siempre que respete la naturaleza del corretaje y no
colisione con la ley de fondo o sea la ley nacional.
Prohibiciones
El art. 1348, establece que está prohibido al corredor:
a- Adquirir por sí, o por interpósita persona efectos cuya negociación le
ha sido encargada. En realidad, puede adquirirlas, pero en carácter de
contratante directo, y sin actuar como corredor.
b- Tener cualquier clase de participación o interés en la negociación o en
los bienes comprendidos en ella. Los corredores no pueden participar en
el precio de la transacción, esto quiere decir que únicamente están
habilitados para cobrar sus honorarios y que no podrá pactarse que si se
obtiene una suma mayor a la esperada por el comitente, será del corredor.
Responsabilidades y sanciones
La responsabilidad puede ser de índole
- Profesional: Es lo relativo a la profesión. El órgano de control de la matrícula y ejercicio de
la profesión, aplica la sanción (multa, suspensión y cancelación de la matrícula.
- Civil: Indemnización por daño económico (reclamo de daños y perjuicios) y pérdida de la
comisión
- Penal: Si hubo delito, como ser: extorsión, estafa , falsificación, etc. - Condena por un delito
que se cometió.
La sanciones que la ley le impone al corredor por cuya culpa se anulare o resolviera un contrato,
es la pérdida de la comisión y el derecho al reintegro de gastos, sin perjuicio de las demás
responsabilidades a las que hubiere lugar.
El corretaje inmobiliario
La ley 2340 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en su art. 2 señala “Definición. Corredor
inmobiliario es toda persona que en forma normal, habitual y onerosa, intermedia entre la oferta
y la demanda, en negocios inmobiliarios ajenos, de administración o disposición, participando en
ellos mediante la realización de hechos o actos que tienen por objeto conseguir su
materialización”.
El corretaje inmobiliario, es tal vez, la especialidad más conocida de corretaje comercial; para
algunos, incluso es algo diferente al mismo.
La responsabilidad directa del corredor, solo existe en lo relativo a la intermediación y a la
celebración del contrato, no en las obligaciones que surgen entre contratantes, porque estas son
entre partes y mutuas.
Para iniciarse adecuadamente en esta profesión, luego de recibirse, es conveniente que se trabaje
un tiempo como empleado o pasante en una empresa inmobiliaria, a fin de adquirir la
experiencia necesaria.
Los rubros más comunes de esta actividad son:
-Ventas: de campos, casas, quintas, departamentos, terrenos, depósitos, fondos de comercios,
instalaciones industriales, etc.
- Tasaciones
- Administración: cobranza de alquileres.
La tarea del corredor inmobiliario comienza, en la práctica con la “autorización de venta” o la
“autorización de alquiler”, que en realidad son una serie de instrucciones o autorizaciones que el
comitente o cliente brinda al corredor. Esta autorización es a veces informal y verbal (a veces
incluso tácita, porque el corredor empieza a realizar actos, conocidos por el comitente, pero sin
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que medie una autorización expresa) y otras formal y escrita. La primera se caracteriza por la
rapidez, la falta de exclusividad y de mayores compromisos; y que al principio parece muy
favorable y conveniente, pero que luego es fuente de innumerables problemas. Entre estos
problemas, dos aparecen como relevantes:
a)La falta de prueba sólida para reclamar los derechos, por parte del corredor, para reclamar sus
honorarios, ni los gastos realizados, si fueron convenidos como a cargo de las partes.
b)La desprotección de las partes, que no se verán respaldados por la figura imparcial del
corredor, en caso de conflictos, relativos al contrato celebrado.
Es por ello muy conveniente que la autorización de venta o alquiler contenga detalladamente:
1)Las condiciones de la relación del propietario o locador con el corredor: honorarios
(porcentaje, forma de satisfacerlo y momento del pago) y gastos (alcance de los autorizados y
forma de pago).
2)Detalles para individualizar el bien: descripción, ubicación, medidas, superficie cubierta,
nomenclatura catastral, número de partida inmobiliaria; número de plano; servicios públicos, etc.
3)Detalles de individualización de cada propietario: nombre completo; documento; domicilio;
estado civil; teléfono y correo electrónico, etc.
4)Condiciones de la negociación: precio, forma de pago, fecha de escrituración; fecha de la toma
de posesión; escribano designado, etc.
5)Vigencia del contrato: es decir el tiempo de duración creada entre el cliente y el corredor;
siendo conveniente establecer una fecha concreta.
Para Corrientes
Colegio de Martilleros y Corredores: Estudiar los Arts. 1; 2; 3; 4;5; 7; 12; 13; 22; 35; 37; y 38.
De la ley provincial 5954. Fundamentar la inconstitucionalidad de los arts. 56 y 65.
Para Chaco
Averiguar las leyes provinciales que rigen el corretaje, el corretaje inmobiliario. Ley que regula
el Colegio de Corredores