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Medios de

comunicación
y salud
Construir una
democracia
saludable
La influencia de los medios masivos de
comunicación en la vida cotidiana permite que
a través de ellos se impongan medicamentos,
enfermedades y tratamientos. La promulgación
de la Ley de Medios es la principal herramienta
para revertir este fenómeno
por Marcos A. Ordóñez1 y Laura Saiz2

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(1) Médico, especialista en Medicina General y


Familiar. Director de la Revista Cuadernos para
la Emancipación Salud y Educación.
(2) Licenciada en Comunicación Social.
Productora de contenidos para gráfica y TV.
Secretaria de Redacción de la Revista Cuadernos
para la Emancipación Salud y Educación.

L a sociedad, la cultura, la economía,


la subjetividad colectiva e inevi-
tablemente la salud, se encuentran
atravesadas por los medios de comunicación y sus
mensajes, en un tiempo que se caracteriza por su
ineludible omnipresencia.
En un paralelismo con espíritu didáctico, podría-
mos decir que los medios masivos de comunicación,
por su coherencia discursiva y su presencia instalada
permanente e incuestionable, se asemejan al llamado
modelo médico hegemónico, con el que comparten
claramente estas características. Lo cual no habla de
casualidades sino de un preocupante trasfondo que
los une y los vuelve funcionales entre sí.
Distintos ejemplos dan cuenta del impacto de
los medios sobre la salud pública, pero todos en
definitiva nos hablan de un vínculo indisoluble
entre los grandes medios de comunicación y el
mercado. A través de ellos, se imponen medica-
mentos, enfermedades, tratamientos, se maneja la
opinión pública de las necesidades en salud y hasta
se fabrican epidemias. Ejercen de esta manera un
efectivo método de control social, generan enormes
ganancias y alejan a la población de la salud.

¿Sin remedio?
Si hay algo que la industria de los medicamentos
ha logrado instalar en la sociedad en general y en la
comunidad médica en particular, es la idea de que
todo tiene una respuesta y una solución farma-
cológica, que todo puede ser mejorado, corregido,
disimulado o por lo menos enmascarado, por la
mágica química de un fármaco producto del avance
de la ciencia y la tecnología. Para este cometido
los medios de comunicación funcionan de soporte
indispensable de este pensamiento mágico con ar-
gumentos “científicos”, que generan los laboratorios
y el marketing farmacéutico.
Alimentar la enfermedad
Si hay algo que la Si hay una capacidad en los medios de comuni-
industria de los cación es la de transmitir cultura e imponer hábitos,
costumbres y valores. Elementos fundamentales
medicamentos ha logrado para generar mercados. Pero en esto de las ganan-
instalar en la sociedad en cias a cualquier precio, la salud de los consumidores
parece importar poco; es así como la industria de la
general y en la comunidad alimentación ha desarrollado una multiplicidad de
médica en particular, es la productos, energéticamente muy densos, ricos en
grasas y en azúcares, carentes de nutrientes, pero de
idea de que todo tiene una altísima rentabilidad. Estos productos han logrado
respuesta y una solución instalarse a través de la publicidad y el marke-
ting, mediante tácticas sofisticadas que apuntan
farmacológica. fundamentalmente a los niños. No sólo por el gasto
directo que ellos realizan, sino también por la
influencia que generan en las compras y consumos
familiares. Además de garantizar una adherencia de
por vida a un estilo de consumo y una transmisión
generacional de gustos. Negocio más que redondo.
Por otra parte, la cultura dominante ha impuesto
como ideal de vida el descanso. La familia en un si-
La publicidad a cada instante y en cada espacio deja mensajes directos, llón mirando televisión parece una postal de
indirectos y subliminales, que incitan de manera permanente al consumo de nuestra época. Todo se promueve para estar más
medicamentos, exagerando beneficios y ocultando consecuencias. “cómodos” y “seguros”. Así, nuestros niños fueron
Es así como cotidianamente vivimos entre analgésicos, descongestivos, abandonando los espacios del deporte y la recre-
antiespasmódicos, antiácidos, ansiolíticos, antidepresivos, digestivos, laxan- ación colectiva por los juegos virtuales y la TV.
tes, jarabes y otros. Se ha logrado medicalizar la vida y la existencia de las El impacto sanitario es por todos conocido. La
personas, adquiriendo esta tendencia un carácter naturalizado. obesidad infantil se ha instalado como una preocu-
Como ejemplo de este exceso, recientemente un trabajo de la ANMAT pante realidad, con toda su potencialidad de gene-
develó que una de cada diez publicidades emitidas por televisión, referi- rar enfermedad y condicionar el futuro. Producto de
das a medicamentos, presentaba objeciones. Casi siempre por exagerar los esta obesidad, la diabetes tipo II, la hipertensión, el
resultados del producto o prometer beneficios inmediatos. Una importante colesterol y los triglicéridos altos han dejado de ser
cantidad de objeciones en un país como el nuestro, donde las regulaciones a patrimonio de los adultos y hoy aparecen cada vez
la publicidad y sus mensajes son demasiado tenues. con más frecuencia entre los niños.

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Ley de Medios y la
salud de los contenidos
Frente al panorama desarrollado, hoy tenemos una
herramienta fundamental, hasta hace poco impen-
sada por los más osados: la nueva Ley de Medios.
Esta ley puso blanco sobre negro. Hizo visibles
a los protagonistas reales de la comunicación, des-
nudó la hegemonía unidireccional de los mensajes
y diagnosticó la falta total de libertad de expresión,
condición sine qua non para tener una democracia
“saludable”.
Un protagonista esencial fue el pueblo en las
calles, haciéndose cargo de un derecho enunciado,
poniéndoselo al hombro y defendiéndolo hasta las
últimas consecuencias. La actuación del Estado, los
El juego del miedo profesionales y la gente común fue la combinación
Nuestra capacidad de simbolizar, propia de los seres explosiva que iluminó una nueva dimensión comu-
humanos, hace a la comunicación un elemento nicacional. Cada uno ocupa un lugar con respon-
central de nuestra existencia. Sobre este hecho los sabilidades propias.
medios suelen utilizar sus mensajes para construir El camino está iniciado, falta mucho por transi-
representaciones en el colectivo social, anulando tar. Pero en términos de salud, podemos aprender
su capacidad crítica. Los argentinos somos testi- de esta experiencia positiva. La ley fue apropiada
gos de la forma en que los medios masivos de por la gente, no sólo fue declamada por políticos y
comunicación recortan informaciones para crear
“realidades” que aparecen después como miradas
objetivas de los hechos. Por lo general siempre La publicidad a
afines a sus intereses.
En el terreno de la salud el último gran montaje
cada instante y
mediático a escala global fue la llamada “pandemia en cada espacio
de gripe A”. Un verdadero escándalo donde organis-
mos internacionales de salud como la OMS, labora- deja mensajes
torios y medios de comunicación (en alianza estra- directos, indirectos
tégica) supieron instalar el pánico a nivel mundial y
un escenario dramático de riesgo. Bajo este miedo y subliminales,
generalizado se pudo imponer a distintos gobier-
nos la compra de enormes cantidades de vacunas
que incitan de
y antivirales. Después los hechos y las verdaderas manera permanente
cifras pusieron en evidencia esta verdadera estafa
montada desde una falacia epidemiológica. Pero
al consumo de
el negocio fue un verdadero éxito y lo sigue siendo. medicamentos,
En nuestro país esta vacuna se sigue colocando,
en algunas provincias casi de manera obligatoria.
exagerando
A pesar de la falta de información concreta de su beneficios y
efectividad, de la ausencia de una epidemia real y de
los comprobados riesgos que implica su aplicación.
ocultando
Una vergüenza sanitaria y la muestra concreta de consecuencias.
un ensayo global de la mentira.
En el terreno de la especialistas. El ejercicio del pensamiento crítico,
invitado especial en el debate, es un componente
salud el último gran fundamental para cualquier “remedio” que quera-

montaje mediático mos experimentar, en esto de darles salud a la


democracia y a la sociedad. Entendiendo remedio
a escala global fue la como todo lo que nos saca de un estado de males-

llamada “pandemia tar, de enfermedad.


El pensamiento crítico es esencial para todo, no
de gripe A”. Un sólo para entender cómo se da el juego de poder en
los medios masivos de comunicación. El pensa-
verdadero escándalo miento crítico es el cristal que nos da la posibilidad
donde organismos de dimensionar en su justa medida a los actores
y los intereses reales que los mueven en todos los
internacionales de procesos sociales, en comunicación, en salud, en su
salud como la OMS, encuentro o desencuentro en los medios.
Hoy comenzamos a leer entre líneas, si lo
laboratorios y medios dice Clarín, u otros representantes de los medios
de comunicación (en monopólicos, sabemos (o ya deberíamos saber) qué
intereses representa y podemos tomar partido por
alianza estratégica) uno o por otro, pero con conocimiento de causa, no
supieron instalar el por ejercicio de una objetividad mentirosa e irreal en
el tratamiento de la información. Con respecto a la
pánico a nivel mundial comunicación en salud, pasa exactamente lo mismo.

y un escenario Si lo dice un laboratorio… lo dice un grupo de poder


económico con intereses específicos, generalmente
dramático de riesgo. vinculado a la enfermedad y no a la salud.
Desde los medios masivos de comunicación
proliferan mensajes en los que circulan libremente,
sin ser sometidos al juicio del pensamiento crítico,
infinidad de mensajes vinculados a medicamentos,
modos de vida, usos y costumbres que van en con-
tra de un estado saludable de la población. Además
de la mentira (por ejemplo: que una aspirineta hace
el milagro de evitar un infarto, sin hacer referencia
a los estilos de vida que lo propician), se instala el
consumo de productos, alimenticios y medicamen-
tosos, a partir del mecanismo de generar ilusiones y
falsas expectativas.
Ahora bien, los medios emergentes, orientados
en la nueva ley, que deberían ofrecer una construc-

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Desde los medios masivos


de comunicación proliferan
mensajes en los que circulan
libremente, sin ser sometidos
al juicio del pensamiento
crítico, infinidad de Los desafíos en
comunicación y salud
mensajes vinculados a Los desafíos son múltiples. Proponemos algunos
medicamentos, modos de que consideramos fundamentales, como un ensayo
para el debate.
vida, usos y costumbres que Generar contenidos saludables que rompan el
van en contra de un estado modelo médico hegemónico con el mismo razona-
miento que rompemos el modelo comunicacional
saludable de la población. hegemónico: con sentido crítico, desentrañando
cada concepto, develando de dónde viene, cuáles
son sus intereses, a quiénes beneficia.
Socializar el desafío con debate de todos los ac-
tores: construir una comunicación saludable es una
responsabilidad que debemos plantearnos como
sociedad.
Generar un marco legal que controle con firmeza
la veracidad y pertinencia de la comunicación pu-
blicitaria de alimentos, fármacos o sustancias cuyo
consumo impacta en la salud de la población.

ción de sentido diferente, contrahegemónico, siguen repitiendo, en térmi- Nuevos escenarios


nos generales, los mismos conceptos referenciados en el modelo médico Hoy tenemos un problema menos, al menos eso
hegemónico, conceptos que están lejos de los valores vinculados a una parecería, tenemos medios públicos permeables a la
concepción integral de la salud. construcción de sentido desde lo popular, con iden-
Los comunicadores bien intencionados aún no tienen identificada tidad propia. Hay objetivos explícitos en la ley que
la “fuente” en la cual abrevar un conocimiento sanitario diferente al estimulan una comunicación que proyecte valores
hegemónico. Así de internalizado está el modelo, no se visualiza como que impulsen la inclusión social, la federalización.
hegemónico, sólo es único, incuestionable. El derecho a la comunicación, como una realidad
Tal vez sea porque no nos hemos dado un debate popular sobre la salud palpable y no como una entelequia discursiva, es
en las dimensiones necesarias que nos trasciendan como especialistas, que una herramienta fundamental para construir de-
hagan visible por lo menos la contradicción y la existencia de por lo menos mocracia saludable.
dos modelos. Mucho menos hemos debatido cómo comunicar esto. ¿Desde dónde asumimos ejercer el derecho a
Los medios masivos de comunicación son una herramienta funda- una comunicación saludable? ¿Cómo gestionamos
mental, casi es innecesario demostrar esta afirmación, pero si para estos espacios en el nuevo escenario? ¿Cuál es el rol
prueba basta un botón, tengamos en cuenta cómo se han modificado los que deben asumir los médicos y los comunicado-
hábitos alimentarios gracias, o desgracias, a la publicidad. res? ¿Cómo articular proyectos sanitarios y comu-
Ese valor, esa capacidad puede y debe estar orientada a la salud. nicacionales? Son algunas de las preguntas que
Para ello debemos ser conscientes de que el poder a vencer es más debemos empezar a contestar.
grande que el del Grupo Clarín, por peso propio y porque aún no se ha La decisión política de asumir la búsqueda de
hecho visible, porque los profesionales muchas veces no lo ven y no se respuestas, más la discusión colectiva que genere-
han organizado colectivamente para denunciarlo y, fundamentalmente, mos en ese camino, son el comienzo de una posible
porque aún no tiene carnadura popular. solución.

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