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Sistema Circulatorio:

Es un sistema de transporte interno que utilizan los seres vivos para mover
dentro de su organismo elementos nutritivos, metabolitos, oxígeno, dióxido de
carbono, hormonas y otras sustancias. Existe tanto en los vertebrados como en la
mayoría de los invertebrados aunque su estructura y función tiene considerables
variaciones dependiendo del tipo de animal.

En el ser humano el sistema circulatorio está constituido por un fluido que se


llama sangre, un conjunto de conductos (arterias, venas, capilares) y una bomba
impulsora que es el corazón. El corazón es una estructura muscular que se
contrae regularmente y mantiene la sangre en constante movimiento dentro de los
vasos sanguíneos. La sangre contiene glóbulos rojos ricos en hemoglobina que
transportan el oxígeno hasta todas las células del cuerpo. El sistema linfático
formado por los vasos linfáticos que conducen un líquido llamado linfa desde el
espacio intersticial hasta el sistema venoso también forma parte del sistema
circulatorio.

Las personas y todos los mamíferos disponen de un sistema circulatorio doble,


la parte derecha del corazón impulsa la sangre pobre en oxígeno a través de la
arteria pulmonar hacia los pulmones para que se oxigene (circulación pulmonar),
mientras la parte izquierda del corazón distribuye la sangre oxigenada hasta los
tejidos a través de la arteria aorta y sus múltiples ramificaciones (circulación
sistémica).

El corazón humano tiene el tamaño aproximado de un puño cerrado y pesa


alrededor de 300 gramos, dispone de 4 cavidades, dos aurículas y dos ventrículos.
La aurícula derecha se conecta con el ventrículo derecho a través de la válvula
tricúspide, mientras que la aurícula izquierda se conecta con el ventrículo
izquierdo mediante la válvula mitral. El corazón se sitúa en el centro del tórax, por
encima del diafragma, entre el pulmón derecho y el izquierdo, está desviado hacia
el lado izquierdo, por lo que alrededor de las dos terceras partes del órgano se
localizan en el hemitórax izquierdo y solo un tercio está ubicado en el hemitórax
derecho.

Ciclo Cardiaco:

Las venas principales que devuelven la sangre de la cabeza y los brazos se


juntan para formar la vena cava superior. La sangre de la parte inferior del cuerpo
es llevada hacia el corazón por la vena cava inferior, tanto la vena cava superior
como la vena cava inferior desembocan en la aurícula derecha. La arteria
pulmonar surge del ventrículo derecho y se divide en dos ramas que llevan la
sangre hacia los vasos capilares de cada pulmón, donde el oxígeno entra en la
sangre y el dióxido de carbono sale de ella. Después, la sangre regresa por las
venas pulmonares hasta la aurícula izquierda y de allí, pasando por la válvula
mitral, llega al ventrículo izquierdo. El ventrículo izquierdo empuja la sangre a
través de la válvula aórtica hacia la arteria aorta, quien lleva la sangre nuevamente
oxigenada a todos los capilares de nuestro cuerpo y así se completa el ciclo.

Circulación sistémica:

Es la parte del sistema cardiovascular que transporta la sangre oxigenada


desde el ventrículo izquierdo al resto del cuerpo a través de la arteria aorta y sus
ramas. La circulación sistémica es, en términos de distancia, mucho más larga que
la circulación pulmonar. El recorrido de la sangre comienza en el ventrículo
izquierdo del corazón, continúa por la arteria aorta y sus ramas hasta el sistema
capilar. A partir de los capilares la sangre pobre en oxígeno es conducida por
diferentes venas que convergen en la vena cava superior y la vena cava inferior
que desembocan en la aurícula derecha del corazón.

Circulación Pulmonar:

La circulación pulmonar es la parte del sistema cardiovascular en la que la


sangre pobre en oxígeno se bombea desde el corazón derecho, a través de la
arteria pulmonar, a los pulmones y vuelve, oxigenada, al corazón a través de la
vena pulmonar. La sangre pobre en oxígeno parte desde el ventrículo derecho del
corazón por la arteria pulmonar que se bifurca en sendos troncos para cada uno
de los pulmones. En los capilares situados en los alveolos pulmonares la sangre
se oxigena a través de un proceso conocido como hematosis y se reconduce por
las cuatro venas pulmonares que dirigen la sangre rica en oxígeno hasta la
aurícula izquierda del corazón.

Funciones del Sistema Circulatorio:

El sistema circulatorio es sobre todo un sistema de transporte que facilita el


desplazamiento por el organismo de diferentes sustancias, principalmente el
oxígeno y los nutrientes. No obstante, la lista de funciones es muy amplia e incluye
las siguientes:

*Transportar oxígeno desde los pulmones a los tejidos y dióxido de carbono desde
los tejidos a los pulmones para su eliminación a través del aire espirado.

*Distribuir los nutrientes a todos los tejidos y células del organismo.

*Transportar productos de desecho que son producidos por las células hasta el
riñón para que sean eliminados a través de la orina.

*Transportar sustancias hasta el hígado para que sean metabolizadas por este
órgano.

*Distribuir las hormonas que se producen en las glándulas de secreción interna.

*Proteger al organismo frente a las agresiones externas de bacterias y virus


haciendo circular por la sangre leucocitos y anticuerpos.

Gracias al sistema circulatorio las sustancias hormonales pueden actuar en


lugares muy alejados al sitio en el que han sido producidas.
Enfermedades del Sistema Circulatorio:

Las enfermedades cardiovasculares son todas aquellas que afectan al sistema


cardiovascular, sobre todo al corazón y los vasos sanguíneos. Las enfermedades
que causan mayor número de muertes son la cardiopatía isquémica incluyendo el
infarto agudo de miocardio, la insuficiencia cardiaca y el accidente vascular
cerebral. En muchas ocasiones el origen de estos trastornos es la arterioesclerosis
en cuya génesis tiene gran importancia los hábitos de vida no saludable,
incluyendo la falta de ejercicio físico, el tabaquismo, la alimentación inadecuada
con exceso de sal y grasas saturadas que conduce a la obesidad. También tiene
gran importancia el control médico de los factores de riesgo vascular entre los que
se incluyen la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y los niveles elevados de
colesterol en sangre (hipercolesterolemia).Las enfermedades cardiovasculares
son aquellas que afectan tanto al sistema circulatorio, como al corazón.

Causas:

La patología de base de las enfermedades cardiovasculares es la ateroesclerosis,


una enfermedad inflamatoria que se caracteriza por la acumulación de lípidos,
células inflamatorias y tejido fibroso en las arterias.

Su etiología es multifactorial y compleja, interviniendo tanto factores ambientales


como genéticos. Estos factores de riesgo suelen presentarse asociados entre sí,
potenciando el riesgo cardiovascular.

Prevención:

Los únicos factores de riesgo que se pueden prevenir son los modificables, como
la obesidad o el colesterol elevado. Para conseguirlo el paciente tendrá que
intentar tener controlados estos factores modificando su estilo de vida para llevar
una rutina más saludable. Para ello tendrá que cuidar la alimentación, incorporar la
actividad física a su día a día o dejar de fumar y de consumir bebidas alcohólicas,
entre otros.
Sistema Respiratorio:

Es el conjunto de órganos que poseen los seres vivos, con la finalidad de


intercambiar gases con el medio ambiente. Su estructura y función es muy
variable dependiendo del tipo de organismo y su hábitat.

El órgano principal del aparato respiratorio humano y de los animales


mamíferos es el pulmón. En los alveolos pulmonares se produce mediante difusión
pasiva el proceso de intercambio gaseoso, gracias al cual la sangre capta el
oxígeno atmosférico y elimina el dióxido de carbono (CO2) producto de desecho
del metabolismo. El aparato respiratorio humano está constituido por las fosas
nasales, boca, faringe, laringe, tráquea y pulmones. Los pulmones constan de
bronquios, bronquiolos y alveolos pulmonares.

Los músculos respiratorios son el diafragma y los músculos intercostales. En la


inspiración el diafragma se contrae y desciende, por lo cual la cavidad torácica se
amplía y el aire entra en los pulmones. En la espiración o exhalación, el diafragma
se relaja y sube, la cavidad torácica disminuye de tamaño provocando la salida del
aire de los pulmones hacia el exterior.

Además del intercambio de gases, el aparato respiratorio juega un importante


papel en mantener el equilibrio entre ácidos y bases en el cuerpo a través de la
eficiente eliminación de dióxido de carbono de la sangre.

Partes del Sistema Respiratorio:

El aparato respiratorio humano consta de los siguientes elementos:

Fosas nasales: Son dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada
y salida del aire, el cual se humedece, filtra y calienta a través de unas estructuras
llamadas cornetes.
Faringe: Estructura con forma de tubo situada en el cuello y revestido de
membrana mucosa; conecta la cavidad bucal y las fosas nasales con el esófago y
la laringe.

Laringe: Es un conducto que permite el paso del aire desde la faringe hacia la
tráquea y los pulmones. En la laringe se encuentran las cuerdas vocales que dejan
entre sí un espacio llamado glotis.

Tráquea: Es un conducto en forma de tubo que tiene la función de hacer


posible el paso del aire entre la laringe y los bronquios. Su pared está reforzada
por un conjunto de cartílagos con forma de C que dificultan que la vía se colapse
por compresión externa sobre el cuello.6

Pulmones: Órganos cuya función es realizar el intercambio gaseoso con la


sangre. Dentro de cada pulmón, el árbol bronquial se divide progresivamente
dando ramificaciones cada vez más pequeñas. La tráquea da origen a los dos
bronquios principales que se dividen en bronquios secundarios o lobares. Cada
bronquio lobar se divide en bronquios terciarios o segmentarios que se dividen en
bronquiolos. El bronquiolo continúa el proceso de ramificación y da origen al
bronquiolo terminal de donde parten los bronquiolos respiratorio que es donde se
encuentran los sacos alveolares.

Bronquio: Conducto tubular fibrocartilaginoso que conduce el aire desde la


tráquea hasta los bronquiolos.

Bronquiolo: Conducto que conduce el aire desde los bronquios hasta los
alvéolos.

Alvéolo: Los alveolos están situados al final de las últimas ramificaciones de


los bronquiolos. Tienen la forma de pequeños sacos y son el lugar en el que se
produce el intercambio de gases con la sangre. Su pared es muy delgada, pues
está constituida por una capa unicelular, es decir formada por una única célula.
Sumando los dos pulmones, el organismo humano dispone de alrededor de 300
millones de alveolos que si se desplegaran en su totalidad ocuparían una
superficie de 60 m², esta enorme superficie es la que hace posible obtener la
cantidad de oxígeno necesaria para las funciones vitales.6

Músculos intercostales: Músculos situados en el espacio existente entre dos


costillas consecutivas. Tienen un importante papel para movilizar el tórax durante
la inspiración.

Diafragma: Músculo que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal.


Cuando se contrae baja y aumenta el tamaño de la cavidad torácica provocando la
inspiración. Cuando se relaja sube, disminuye el tamaño de la cavidad torácica y
provoca la espiración.

Pleura y cavidad pleural: La pleura es una membrana serosa que recubre


ambos pulmones. Consta de dos capas, la pleura parietal en contacto con la pared
del tórax y la pleura visceral en contacto con los pulmones. Entre ambas capas
queda un espacio que se llama cavidad pleural. La presión en la cavidad pleural
es menor que la presión atmosférica lo cual hace posible la expansión de los
pulmones durante la inspiración.

Funcion del Sistema Respiratorio:

La función del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes de aire


desde la atmósfera a los pulmones y viceversa. Lo anterior es posible gracias a un
proceso conocido como ventilación.

La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas: la inspiración, que


es la entrada de aire a los pulmones, y la espiración, que es la salida. La
inspiración es un fenómeno activo, caracterizado por el aumento del volumen
torácico que provoca una presión intrapulmonar negativa y determina el
desplazamiento de aire desde el exterior hacia los pulmones. La contracción de
los músculos inspiratorios principales, diafragma e intercostales externos, es la
responsable de este proceso. Una vez que la presión intrapulmonar iguala a la
atmosférica, la inspiración se detiene y entonces, gracias a la fuerza elástica de la
caja torácica, esta se retrae, generando una presión positiva que supera a la
atmosférica y determinando la salida de aire desde los pulmones.

Transporte de Oxígeno por la Sangre:

Cada glóbulo rojo dispone de 250 millones de moléculas de hemoglobina para


transportar oxígeno.

Una vez que el oxígeno pasa a la sangre capilar en los alveolos pulmonares,
debe distribuirse por todo el organismo para satisfacer los requerimientos de las
células, las cuales necesitan este elemento de forma prioritaria. La presión parcial
de oxígeno es más alta en los alveolos pulmonares que en la sangre capilar por lo
que se produce el proceso de difusión simple entre ambos medios. Por otra parte
la presión parcial de oxígeno es más baja en las células de los tejidos que en la
sangre, por lo que cuando la sangre oxigenada llega a los tejidos de todo el
cuerpo se desprende de parte de su oxígeno, que se incorpora por difusión simple
a través de la membrana hacia el interior de la célula para hacer posible la
respiración celular que tiene lugar en la mitocondria.

La capacidad de la sangre para transportar oxígeno disuelto directamente es


muy baja, puesto que este elemento es poco soluble en agua. Por este motivo el
organismo ha desarrollado una proteína llamada hemoglobina que tiene la
capacidad de captar el oxígeno y transportarlo con gran eficacia. Si no existiera
hemoglobina, el corazón tendría que bombear unos 80 de litros de sangre por
minuto, lo que resultaría completamente imposible. Gracias a la hemoglobina el
gasto cardiaco es solo de 5 litros de sangre por minuto, siendo esta cifra suficiente
para mantener oxigenadas todas las células del cuerpo en situación de reposo.
Cada molécula de hemoglobina tiene capacidad para transportar cuatro moléculas
de oxígeno, un solo glóbulo rojo dispone de 250 millones de moléculas de
hemoglobina y en un mililitro de sangre existen alrededor de 5 millones de
glóbulos rojos.
Enfermedades del Aparato Respiratorio más comunes:

El humo del tabaco es responsable de gran parte de las enfermedades del


aparato respiratorio.

Algunas enfermedades respiratorias son causadas por virus y bacterias. Si no


se previenen y tratan adecuadamente pueden ser mortales. Las enfermedades
pulmonares pediátricas causan el 50 % de las muertes de niños menores de 1 año
de edad y aproximadamente el 20 % de todas las hospitalizaciones de los
menores de 15 años17

Resfriado común: Es la enfermedad infecciosa más común. La incidencia es


mayor en la niñez temprana que en cualquier otro periodo de la vida. Los niños
menores de 5 años tienen de 6 a 12 episodios de resfriado por año.

Rinitis. Se presenta como resfriados nasales constantes. Tiene una morbilidad


significativa y puede contribuir al desarrollo de exacerbaciones de sinusitis y asma.

Rino-sinusitis. Se define como episodios sucesivos de infecciones


bacterianas de los senos paranasales, cada uno con duración menor de 30 días y
separados por periodos de al menos 10 días, durante los cuales el paciente está
sin síntomas.

Faringiti: Más del 90 % de los casos de dolor de garganta y fiebre son


debidos a infecciones virales. La mayoría de las personas desarrollan rinorrea y
tos leve.

Amigdalitis: Se debe a un proceso infeccioso que afecta a la amígdala


palatina.

Traqueitis: inflamación aguda de la tráquea, que es la vía respiratoria que une


la laringe con los bronquios. La traqueítis bacteriana afecta con mayor frecuencia
a niños en edad escolar (en torno a los 5 años).

Bronquitis: Es la inflamación de los bronquios, principales vías respiratorias de


conducción dentro del pulmón. Puede estar producida por infecciones virales o
bacterianas del sistema respiratorio inferior favorecida por exposición a irritantes
del ambiente incluyendo humo de tabaco.

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC): La causa principal es el


tabaquismo.

Enfisema. La principal causa es la inhalación de humo de tabaco.

Asma: Obstrucción reversible de las vías aéreas menores que puede progresar
a insuficiencia respiratoria si no se lleva a cabo una intervención inmediata.

Tuberculosis Pulmonar: Enfermedad infecciosa causada por el bacilo de


Koch.

Neumonía: La neumonía es la inflamación del pulmón. La causa más habitual


son microorganismos infectantes, sobre todo bacterias y virus. Aparece con más
facilidad cuando uno o más de los mecanismos de defensa que protege al pulmón
son inadecuados.

Silicosis: Causadas por la inhalación prolongada de compuestos químicos que


contienen sílice cristalina, se produce con frecuencia en trabajadores de minas.

Cáncer de Pulmón: Aunque puede producirse en no fumadores o fumadores


pasivos, la principal causa es la aspiración directa del humo del tabaco.

Fibrosis quística: Enfermedad de origen genético que afecta principalmente a


los pulmones.

Medidas preventivas

Cáncer de pulmón. Dentro de las enfermedades del aparato respiratorio


destaca por su frecuencia y gravedad el cáncer de pulmón. A pesar de los
avances actuales en los tratamientos médicos, sigue provocando la muerte de la
persona afectada en muchas ocasiones. Por ello las medidas preventivas son
fundamentales, destacando entra ellas evitar la exposición al humo del tabaco,
tanto como fumador activo como pasivo. Cuanto mayor sea la exposición al tabaco
más alta es la probabilidad de contraer esta enfermedad. Otras sustancias que se
han relacionado con la aparición del cáncer de pulmón son el amianto y el gas
radón.

Gripe: La gripe es una importante causa de mortalidad cuando afecta a


personas de edad avanzada o que presentan factores de riesgo, como
enfermedades del corazón, déficit de inmunidad u otras alteraciones pulmonares.
Por ello se recomienda la vacunación antigripal anual como medida eficaz para
prevenir la gripe en las personas con algunos de los factores de riesgo antes
citados.

Sistema Endocrino:

Sistema de glándulas de secreción interna, es el conjunto de órganos y tejidos


del organismo, que segregan un tipo de sustancias llamadas hormonas. Las
hormonas, también conocidas como mensajeros químicos, son liberadas al
torrente sanguíneo y regulan algunas de las funciones del cuerpo en puntos muy
alejados de donde son producidas, una vez capturadas por el receptor específico,
conocido como célula/receptor blanco. Es un sistema de señales que guarda
algunas similitudes con el sistema nervioso, pero en lugar de utilizar impulsos
eléctricos a distancia, funciona exclusivamente por medio de sustancias (señales
químicas) que se liberan a la sangre. Las hormonas regulan muchas funciones en
el organismo, incluyendo entre otras la velocidad de crecimiento, la actividad de
los tejidos, el metabolismo, el desarrollo y funcionamiento de los órganos sexuales
y algunos aspectos de la conducta. El sistema endocrino actúa como una red de
comunicación celular que responde a los estímulos liberando hormonas.

Los órganos endocrinos también se denominan glándulas sin conducto o


glándulas endocrinas, debido a que sus secreciones se liberan directamente en el
torrente sanguíneo,mientras que las glándulas exocrinas liberan sus secreciones
sobre la superficie interna o externa de los tejidos cutáneos, la mucosa del
estómago o el revestimiento de los conductos pancreáticos. Las glándulas
endocrinas en general comparten características comunes, entre ellas la carencia
de conductos, alta irrigación sanguínea y la presencia de vacuolas intracelulares
que almacenan las hormonas. Esto contrasta con las glándulas exocrinas como
las salivales y las del tracto gastrointestinal que tienen escasa irrigación y poseen
un conducto o liberan las sustancias a una cavidad. Las glándulas más
representativas del sistema endocrino son la hipófisis, la glándula tiroides y las
suprarrenales.

Además de las glándulas endocrinas especializadas para tal fin, existen otros
órganos como el riñón, hígado, corazón y las gónadas, que tiene una función
endocrina secundaria. Por ejemplo el riñón segrega hormonas endocrinas como la
eritropoyetina y la renina.

Hormonas:

Las hormonas son sustancias químicas segregadas por las glándulas


endocrinas que al llegar a través de la sangre a las células diana, hacen que estas
realicen determinadas funciones. Actúan como coordinadores y reguladores de
numerosas funciones del organismo con la finalidad de lograr que todos los
sistemas funcionen correctamente. Básicamente funcionan como mensajeros
químicos que transportan información de una célula a otra. Por lo general son
liberadas directamente dentro del torrente sanguíneo, solas o asociadas a
proteínas transportadoras que alargan su vida media. Hacen su efecto en
determinados órganos o tejidos a distancia de donde se sintetizaron. Las
hormonas actúan generalmente vertiéndose a la sangre y provocando acciones en
órganos situados a distancia (comunicación endocrina), en algunos casos pueden
actuar sobre la misma célula que la sintetiza (acción autocrina) o sobre células
contiguas (acción paracrina).

Propagación y modos de acción:

*Se liberan al espacio extracelular.

*Se difunden a los vasos sanguíneos y son transportadas por la sangre.


*Afectan tejidos que pueden encontrarse lejos del punto de origen de la
hormona.

*Su efecto es directamente proporcional a su concentración.

*Independientemente de su concentración, requieren de adecuada


funcionalidad del receptor para ejercer su efecto.

Efectos:

*Estimulante: promueve la actividad en un tejido. Por ejemplo la prolactina


estimula la producción de leche por la glándula mamaria.

*Inhibitorio: disminuye la actividad en un tejido. (ejemplo, somatostatina).

*Trópico: esta es una hormona que altera el metabolismo de otro tejido


endocrino. Por ejemplo la tirotropina actúa sobre el tiroides y la ACTH sobre la
corteza de glándula suprarrenal.

Se dice que dos hormonas son antagonistas cuando tienen efectos opuestos. Por
ejemplo la insulina disminuye la concentración de glucosa en sangre y el glucagón
la aumenta. Dos o más hormonas son sinergistas cuando en conjunto tienen un
efecto más potente que por separado.

Glándulas Endocrinas:

Hipotálamo e Hipófisis: La hipófisis es una pequeña glándula que se


encuentra situada en el interior del cráneo, en la región denominada silla turca,
consta de dos partes que se llaman adenohipofisis y neurohipofisis. La hipófisis se
encuentra unida al hipotálamo que es una parte del cerebro situada debajo del
tálamo. El hipotálamo secreta 8 hormonas diferentes y la hipófisis 7, la mayoría de
las cuales controlan a su vez el funcionamiento de otras glándulas endocrinas. El
conjunto formado por el hipotálamo y la hipófisis se llama eje hipotálamo-
hipofisario y es de importancia crucial para el control de muchas funciones del
organismo reguladas por hormonas.
Hormona del crecimiento. La hormona del crecimiento es secretada por la hipófisis
anterior o adenohipófisis, 10 es un polipéptido formado por una cadena de 191
aminoácidos. Favorece el aumento de tamaño de las células y su división
(mitosis), por lo que induce el crecimiento de los diferentes órganos y tejidos, su
acción es especialmente destacada sobre el crecimiento óseo y muscular.

Hormonas trópicas. Son un conjunto de cuatro hormonas secretadas por la


adenohipófisis que poseen efectos estimulantes sobre otras glándulas endocrinas.
Incluyen las siguientes:9

TSH, también llamada tirotropina. Actúa promoviendo la secreción de hormonas


tiroideas.

ACTH, también llamada hormona adrenocorticotropa. Estimula el crecimiento de la


corteza de la glándula suprarrenal y favorece la producción de las hormonas que
se sintetizan en la misma.

FSH, también llamada hormona folículo estimulante. En la mujer actúa


favoreciendo la maduración de los folículos ováricos y estimulando la secreción de
estrógenos. En el hombre favorece el desarrollo de los testículos y el proceso de
formación de espermatozoides (espermatogénesis).

LH, también llamada hormona luteinizante. Su acción principal es favorecer la


formación y actividad del cuerpo lúteo situado en el ovario. Como consecuencia de
su estimulación el cuerpo lúteo produce estrógenos y progesterona.

Hormona antidiurética. Se llama también vasopresina, es producida por el


núcleo supraóptico 11 y el núcleo paraventricular del hipotálamo, pero se
almacena y libera a través de la neurohipófisis. Su efecto principal es aumentar la
concentración de la orina y disminuir su volumen.

Oxitócina. Al igual que la hormona antidiurética, es producida por el hipotálamo


pero secretada por la hipófisis. Estimula la contracción del útero durante el parto y
favorece la eyección de leche en el periodo de lactancia. La estimulación del
pezón por la succión del bebé favorece la secreción de oxitocina.
Tiroides: La glándula tiroides pesa aproximadamente 30 gramos y se
encuentra situada en el cuello, debajo de la laringe. Está formada por dos lóbulos,
derecho e izquierdo. Produce dos hormonas principales que reciben el nombre en
conjunto de hormonas tiroideas, la triyodotironina o T3 y la tetrayodotironina o T4.
La acción de las hormonas tiroideas consiste en aumentar el índice metabólico
basal, incrementan por tanto el consumo de oxígeno por la célula para formar ATP
y aumentan el metabolismo celular de hidratos de carbono, lípidos y proteínas. Los
efectos de la T3 en los tejidos son alrededor de cuatro veces más potentes que los
de su prohormona T4, ya que se une con mayor afinidad a los receptores. El
exceso de producción de hormonas tiroideas conduce a hipertiroidismo que se
caracteriza por tendencia al nerviosismo y pérdida de peso, el déficit de hormonas
tiroideas provoca hipotiroidismo que se caracteriza por enlentecimiento y
tendencia al aumento de peso.

Paratiroides: Son cuatro pequeñas glándulas que miden aproximadamente 6


mm x 4 mm x 2 mm cada una. Tienen la función de secretar la hormona
parathormona que cumple importantes funciones en la regulación del nivel de
calcio en la sangre. El exceso de producción de parathormona provoca la
enfermedad llamada hiperparatiroidismo, mientras que la deficiencia recibe el
nombre de hipoparatiroidismo.

Glándulas suprarrenales: Son dos pequeñas estructuras situadas cada una


de ellas sobre un riñón. Están formadas por la médula suprarrenal en el centro y la
corteza suprarrenal en el exterior. La médula suprarrenal secreta adrenalina en
respuesta a situaciones estresantes como un peligro inminente o ejercicio físico.
La corteza suprarrenal secreta tres tipos de hormonas: glucocorticoides como el
cortisol, mineralocorticoides como la aldosterona y andrógenos como la
testosterona.

Epífisis: La epífisis, también llamada glándula pineal está situada en una


región del encéfalo llamada diencéfalo. La hormona principal que produce se llama
melatonina y es muy importante para el mantenimiento y ajuste del reloj biológico
del organismo. La secreción de melatonina varía dependiendo del ciclo de luz-
oscuridad relacionado con el día o la noche, de tal forma que su concentración en
sangre aumenta por la noche y disminuye durante las horas de luz.

Páncreas: El páncreas es una glándula exocrina y endocrina. Produce varias


hormonas, las más importantes son la insulina y el glucagón.

Insulina: La insulina es una hormona producida por las células beta del
páncreas. Tiene un papel clave para mantener los niveles adecuados de glucosa
en sangre, facilita que la glucosa ingrese en el interior de las células y disminuye
por tanto la glucemia. Los principales lugares sobre los que actúa son el músculo
estriado, hígado y tejido graso. Su acción es anabolizante pues promueve el
almacenamiento de glucosa en forma de glucógeno. El déficit de producción de
insulina provoca la enfermedad conocida como diabetes mellitus.

Glucagón: Es producido por las células alfa del páncreas. Tiene un efecto
contrario a la insulina, aumenta el nivel de glucosa en sangre, activa la
glucogenólisis y la gluconeogénesis.

Ovario y testículo: Ovario y testículo tienen la función de producir óvulos o


espermatozoides, pero actúan también secretando diferentes hormonas.

El ovario produce hormonas femeninas, principalmente estrógenos y


progesterona. Los estrógenos estimulan el crecimiento y desarrollo del aparato
reproductor femenino, la mama y los caracteres sexuales secundarios femeninos.

El testículo fabrica hormonas masculinas, sobre todo testosterona. La testosterona


estimula la maduración de los órganos sexuales masculinos, la formación del
escroto, el crecimiento de la laringe y la aparición de la barba y el vello
androgénico, también aumenta la masa muscular y la densidad del hueso.

Las células que producen hormonas pueden agruparse como ya se ha visto


formando órganos independientes, por ejemplo las glándulas suprarrenales,
tiroides y paratiroides. Sin embargo, en muchos casos varias células formadoras
de hormonas se agrupan en el interior de un órgano que tiene otra función. Por
ello diferentes órganos y tejidos que no son considerados glándulas endocrinas
disponen de células que producen hormonas. A continuación se citan algunos de
los más importantes:

*Riñón: Produce: eritropoyetina y renina.

*Corazón: Produce el péptido natriurético atrial.

*Aparato digestivo: Produce secretina, gastrina, colecistocinina, GLP-1 y


oxintomodulina

*Hígado: Produce: trombopoyetina y factor de crecimiento insulínico tipo 1.

*Médula ósea: Produce trombopoyetina.

*Tejido adiposo: Produce lectina y pequeñas cantidades de estrógenos.

*Placenta: Produce gonadotropina corionica humana.

Enfermedades endocrinológicas:

Existen diversas enfermedades originadas por un funcionamiento defectuoso del


sistema endócrino. Pueden deberse a una excesiva producción de hormonas
(hiper) o una producción insuficiente (hipo ). Algunas de las más usuales son las
siguientes:

Diabetes mellitus: trastorno metabólico que se caracteriza por un aumento de


los niveles de glucosa en la sangre. Está causado por baja producción de insulina
por el páncreas o resistencia de las células a su acción.

Hipertiroidismo: la glándula tiroides produce demasiada hormona tiroidea y


esto provoca pérdida de peso, ritmo cardíaco acelerado, sudoración y
nerviosismo.

Hipotiroidismo: la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea y


esto ocasiona fatiga, estreñimiento, piel seca, enlentecimiento y aumento de peso.
Hiperparatiroidismo: se debe a excesiva producción de parathormona por la
paratiroides.

Hipoparatiroidismo: se debe a baja producción de parathormona por la


paratiroides.

Insuficiencia suprarrenal: la glándula suprarrenal libera muy poca cantidad de


hormona cortisol y aldosterona. Los síntomas incluyen malestar, fatiga,
deshidratación y alteraciones en la piel.

Enfermedad de Cushing: Causada por hiperactividad en la glándula


suprarrenal.

Acromegalia: está producida por una secreción excesiva de la hormona del


crecimiento por la hipófisis.

Enanismo hipofisario: la producción de hormona del crecimiento por la


hipófisis es baja y en consecuencia la velocidad de crecimiento disminuye y se
produce talla baja.

Diabetes insípida. Se debe a falta de secreción de hormona antidiurética por


la hipófisis.

Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética. Se debe a


exceso de producción de hormona antidiurética.

Neoplasia endocrina múltiple I y II (MEN I y MEN II): Consiste en una


predispocición genética al desarrollo de tumores en diferentes tejidos,
principalmente en las glándulas endocrinas.

Pubertad precoz: se produce cuando se liberan hormonas sexuales a edades


tempranas.
Sistema Renal:

Conjunto de órganos encargados de la producción, almacenamiento y


expulsión de la orina. A través de la orina se eliminan del organismo los desechos
nitrogenados del metabolismo (urea, creatinina, ácido úrico) y otras sustancias
tóxicas. El aparato urinario humano se compone de dos riñones y un conjunto de
vías urinarias. El riñón produce la orina y se encarga del proceso de
osmorregulación. La orina formada en los riñones es transportada por los uréteres
hasta la vejiga urinaria donde se almacena hasta que sale al exterior a través de la
uretra durante el proceso de la micción. La unidad básica de filtración se denomina
nefrona, cada riñón tiene alrededor de 1 000 000 de nefronas.

Riñón:

El riñón está cubierto por una cápsula de tejido conectivo denso denominada
cápsula renal, sobre su borde medial se encuentra una incisura denominada hilio
renal en donde se puede apreciar la entrada de la arteria renal y la salida de la
vena renal y el uréter.

Si se corta el riñón paralelamente a sus dos caras, se puede observar que está
compuesto por dos zonas de color distinto, a las que se ha llamado medular o
interna, y cortical o externa. En la zona medular son visibles unas estriaciones de
forma piramidal que se llaman pirámides de Malpighi (o renales) que presentan un
vértice orientado hacia los cálices (papilas).

Zona cortical o corteza: Está situada en la parte externa y es de color rojo


claro. Presenta en su parte más externa pequeños puntitos rojos que
corresponden a los corpúsculos de Malpighi. La sustancia cortical cubre a la
medular y rellena también los espacios que dejan entre sí las pirámides de
Malpighi.

Zona medular: Ocupa la parte interna y es de color rojo oscuro. Está


compuesta por entre 8 y 18 formaciones triangulares que reciben el nombre de
pirámides renales de Malpighi. Su base está en contacto con la sustancia cortical y
su vértice, que presenta 15 a 20 pequeños orificios, se halla en comunicación con
un cáliz renal, que lleva la orina a la pelvis renal.

Uréter:

Los uréteres son dos conductos o tubos de unos 21 a 30 cm de largo, y entre 3 y 4


milímetros de diámetro, aunque su anchura no es uniforme y presentan varios
estrechamientos. Transportan la orina desde la pelvis renal a la vejiga, en cuya
base desembocan formando los meatos ureterales, los cuales tienen una
estructura en válvula que permite a la orina pasar gota a gota del uréter a la vejiga,
pero no en sentido contrario. La pared del uréter está formada por varias capas,
una de ellas contiene músculo liso que al contraerse provoca el peristaltismo
ureteral que facilita el avance de la orina.7

Vejiga urinaria:

La vejiga urinaria es un órgano hueco situado en la parte inferior del abdomen y


superior de la pelvis, destinada a contener la orina que llega de los riñones a
través de los uréteres. La vejiga es una bolsa compuesta por músculos que se
encarga de almacenar la orina y liberarla. Cuando está vacía, sus paredes
superior e inferior se ponen en contacto, tomando una forma ovoidea cuando está
llena. Su capacidad es de unos 300 a 450 ml. Su interior está revestido de una
mucosa con un epitelio poliestratificado impermeable a la orina. Su pared contiene
un músculo liso llamado músculo detrusor, que contrayéndose y con la ayuda de
la contracción de los músculos abdominales, produce la evacuación de la orina a
través de la uretra. A esto se llama micción. La parte de la vejiga que comunica
con la uretra está provista de un músculo circular o esfínter que impide la salida
involuntaria de la orina. En la base de la vejiga se abre a la uretra conducto que
lleva la orina al exterior durante la micción.
Uretra:

La uretra es el conducto que transporta la orina desde la vejiga urinaria hasta el


exterior. Es marcadamente diferente entre los dos sexos. La uretra masculina
mide alrededor de 20 cm de largo, tiene doble función, pues sirve para la
expulsión del semen y la orina, se divide en varios segmentos: uretra prostática,
uretra membranosa, uretra bulbar y uretra peneana. Esta última porción atraviesa
el pene rodeada por los cuerpos cavernosos y esponjosos, desembocando al
exterior en el meato uretral. La uretra femenina es más corta que la masculina,
mide entre 3 y 4 cm de largo y termina en la vulva, por delante del orificio vaginal,
su funciEnfermedades del aparato urinario

Enfermedades Renales:

Existen diferentes enfermedades que pueden afectar al sistema urinario,


algunas de las más comunes se citan a continuación.

Uretritis: Consiste en la inflamación de las paredes de la uretra debido a una


infección bacteriana o a sustancias irritativas como jabones y detergentes.
Provoca molestias o dolor al orinar (disuria) y secreción uretral.9

Cistitis: Es la inflamación aguda o crónica de la vejiga urinaria. Puede tener


distintas causas, la más frecuente es una infección por bacterias gram negativas.
Los síntomas más comunes son: aumento de la frecuencia de las micciones,
presencia de turbidez de la orina y sensación de quemazón al orinar (disuria).

Pielonefritis: Es una infección urinaria alta que afecta al riñón.

Insuficiencia renal : Se define como la disminución de la filtración glomerular. Si


aparece de forma brusca se denomina insuficiencia renal aguda, en caso contrario
se llama insuficiencia renal crónica. Las causas pueden ser muy variadas, una de
las más frecuentes es el deterioro de la función renal provocada por la diabetes
mellitus (nefropatía diabética).
Cólico nefrítico. Es un intenso dolor en la zona de los riñones y de los órganos
genitales que en ocasiones va acompañado de pérdidas de sangre por la orina. Se
debe a cálculos renales formados por precipitados de distintas sales como
fosfatos, uratos y oxalatos que obstruyen la vía urinaria e impiden el flujo normal
de orina.

Cálculo renal. Es un trozo de material sólido que se forma dentro del riñón a partir
de sustancias que están en la orina. El cálculo renal, llamado en ocasiones piedra,
puede quedarse en el riñón o ir bajando a través del tracto urinario. La intensidad
de la sintomatología que provoca está generalmente relacionada con el tamaño
del cálculo. En ocasiones se produce su expulsión casi sin sintomatología.ón es
únicamente urinaria.

Sistema Digestivo:

Conjunto de órganos encargados del proceso de la digestión, es decir, la


transformación de los alimentos para que puedan ser absorbidos y utilizados por
las células del organismo.1 Las funciones que realiza son: transporte de
alimentos, secreción de jugos digestivos, absorción de nutrientes y excreción de
desechos mediante el proceso de defecación. El proceso de la digestión consiste
en transformar los glúcidos, lípidos y proteínas contenidos en los alimentos en
unidades más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser
absorbidos y transportados por la sangre.

El aparato digestivo está formado por el tubo digestivo y las glándulas anexas
(glándulas salivales, hígado y páncreas). El tubo digestivo procede
embriológicamente del endodermo, al igual que el aparato respiratorio y presenta
una sistematización prototípica, comienza en la boca y se extiende hasta el ano.
Su longitud en el hombre es de 10 a 12 metros, siendo seis o siete veces la
longitud total del cuerpo. En su trayecto a lo largo del tronco, discurre por delante
de la columna vertebral. Comienza en la cara, desciende por el cuello y atraviesa
las tres grandes cavidades del cuerpo: torácica, abdominal y pélvica. En el cuello
está en relación con el conducto respiratorio, en el tórax se sitúa en el mediastino
posterior entre los dos pulmones y el corazón, y en el abdomen y pelvis se
relaciona con los diferentes órganos del aparato genitourinario.

El tubo digestivo mide aproximadamente once metros de longitud, se inicia en


la cavidad bucal y terminan en el ano. En la boca empieza propiamente la
digestión, los dientes trituran los alimentos y las secreciones de las glándulas
salivales los humedecen e inician su descomposición química transformándose en
el bolo alimenticio. Más tarde el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el
esófago y llega al estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad
cuya mucosa segrega el potente jugo gástrico. En el estómago el alimento es
agitado hasta convertirse en el quimo.

A la salida del estómago se encuentra el intestino delgado que mide seis


metros de largo y se encuentra muy replegado sobre sí mismo. En su primera
porción o duodeno recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis
procedente de la vesícula biliar y los jugos del páncreas. Todas estas secreciones
contienen gran cantidad de enzimas que degradan los alimentos y los transforman
en sustancias solubles simples como aminoácidos. El tubo digestivo continúa por
el intestino grueso, de algo más de metro y medio de longitud. Su porción final es
el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al exterior los restos
indigeribles de los alimentos.

Las enzimas digestivas son sustancias capaces de romper las grandes


moléculas presentes en los alimentos y convertirlas en moléculas más pequeñas
que pueden ser absorbidas a través del intestino. Algunas de las más importantes
son la lipasa producidas por el páncreas, las proteasas producidas por el
estómago y el páncreas que descomponen las proteínas en aminoácidos, la
amilasa, la lactasa secretada por el intestino delgado que descompone la lactosa
presente en la leche y la sacarasa que actúa sobre la sacarosa y la convierte en
glucosa y fructosa.
Boca y glándulas salivales:

La boca o cavidad oral es el lugar por donde los alimentos comienzan su viaje
a través del aparato digestivo, contiene diferentes estructuras, entre ellas los
dientes que hacen posible la masticación y la lengua. Cerca de la boca se
encuentran las glándulas salivales que producen saliva, la cual se mezcla con los
alimentos, facilita la masticación, la deglución y ayuda a mantener los dientes
limpios y buen aliento.

Faringe:

La faringe es una estructura con forma de tubo, está situada en el cuello y


revestida de membrana mucosa; conecta la cavidad bucal y las fosas nasales con
el esófago y la laringe respectivamente. Por ella pasan tanto el aire como los
alimentos, por lo que forma parte del aparato digestivo y del aparato respiratorio.
Ambas vías quedan separadas por la epiglotis, que actúa como una válvula. En el
ser humano la faringe mide unos trece centímetros de largo y se extiende desde la
base externa del cráneo hasta la sexta o séptima vértebra cervical, por delante de
la columna vertebral.

Esófago:

El esófago es un conducto que se extiende desde la faringe hasta el estómago.


De los incisivos al cardias (porción donde el esófago se continúa con el estómago)
hay unos 40 cm. El esófago empieza en el cuello, atraviesa todo el tórax y pasa al
abdomen a través del orificio esofágico del diafragma. Habitualmente es una
cavidad virtual (sus paredes se encuentran unidas y solo se abren cuando pasa el
bolo alimenticio). El esófago alcanza a medir 25 cm y tiene una estructura formada
por dos capas de músculos, que permiten la contracción y relajación en sentido
descendente del esófago, estas ondas reciben el nombre de movimientos
peristálticos y son las que provocan el avance del alimento hacia el estómago.
Estómago:

El estómago es un órgano en el que se acumula comida. Varía de forma según


el estado de repleción (cantidad de contenido alimenticio presente en la cavidad
gástrica) en que se halla, habitualmente tiene forma de "J". Consta de varias
partes que son: fundus, cuerpo, antro y píloro. Su borde menos extenso se
denomina curvatura menor y la otra, curvatura mayor. El cardias es el límite entre
el esófago y el estómago y el píloro es el límite entre el estómago y el intestino
delgado. En un individuo de tamaño medio mide aproximadamente 25 cm del
cardias al píloro y el diámetro transverso es de 12 cm.

En su interior encontramos principalmente dos tipos de células:

Células parietales: que secretan el ácido clorhídrico (HCl) y el factor


intrínseco, una glucoproteína necesaria para la absorción de la vitamina B12 en el
intestino delgado.

Células principales u oxínticas: que secretan pepsinógeno, precursor


enzimático que se activa con el HCl formando pepsina.

La secreción de jugo gástrico: está regulada tanto por el sistema nervioso


como el sistema endocrino, proceso en el que actúan varias sustancias: gastrina,
colecistoquinina, secretina y péptido inhibidor gástrico. Cuando la comida llega al
estómago, actúa sobre ella el ácido clorhídrico. El ácido clorhídrico degrada las
proteínas de los alimentos y activa la pepsina que es una enzima que actúa
también sobre las proteínas. En el estómago se secreta también una enzima
lipasa que interviene en la degradación de las grasas, pero su papel es muy
escaso. Los alimentos mezclados con los jugos gástricos y el moco producido por
las células secretoras del estómago forman una sustancia semilíquida que se
denomina quimo, la cual avanza hacia el intestino delgado para continuar el
proceso de digestión.
Páncreas:

Es una glándula íntimamente relacionada con el duodeno, produce jugo


pancreático que se vierte al intestino a través del conducto pancreático, sus
secreciones son de gran importancia en la digestión de los alimentos. El páncreas
segrega también hormonas como la insulina que pasan directamente a sangre y
ayudan a controlar el metabolismo de los azúcares.

Hígado:

El hígado es la mayor víscera del cuerpo. Pesa 1500 gramos. Consta de cuatro
lóbulos, derecho, izquierdo, cuadrado y caudado; los cuales a su vez se dividen en
segmentos.

Las vías biliares son las vías excretoras del hígado, por ellas la bilis es
conducida al duodeno. Normalmente los conductos hepáticos derecho e izquierdo
confluyen entre sí formando el conducto hepático común. El conducto hepático
común, recibe un conducto más fino, el conducto cístico, que proviene de la
vesícula biliar. De la reunión de los conductos císticos y el hepático común se
forma el colédoco que desemboca en el duodeno junto con el conducto excretor
del páncreas.

Vesícula Biliar:

La vesícula biliar es una víscera hueca pequeña situada en la cara inferior del
hígado. Su función es la de almacenar y concentrar la bilis segregada por el
hígado, hasta ser requerida por los procesos de la digestión. Cuando se contrae
expulsa la bilis concentrada hacia el duodeno a través del conducto cístico. Es de
forma ovalada o ligeramente piriforme y su diámetro mayor oscila entre 5 y 8 cm.

Intestino Delgado:

El intestino delgado comienza en el duodeno (tras el píloro) y termina en la


válvula ileocecal, donde se une a la primera parte del intestino grueso. Mide entre
6 y 7 metros de longitud y de 2.5 a 3 cm de diámetro. Su calibre disminuye
progresivamente desde su origen hasta la válvula ileocecal.

En el intestino delgado se absorben los nutrientes de los alimentos ya


digeridos. El tubo está repleto de vellosidades que amplían la superficie de
absorción. El intestino delgado se divide en dos partes, la primera es el duodeno
que tiene una longitud de 30 cm y la segunda es el yeyuno-íleon que mide 6
metros y medio.

El duodeno es la primera parte del intestino delgado, mide unos 25-30 cm de


longitud. El duodeno parte del píloro y termina uniéndose al yeyuno. En el
duodeno, se vierten una diversidad de secreciones, como la bilis procedente de la
vesícula biliar y el jugo pancreático procedente del páncreas.

El yeyuno-íleon es una parte del intestino delgado formado por el yeyuno y el


íleon. En conjunto mide entre 6 y 7 metros, de los cuales los 2/5 proximales
corresponden al yeyuno y los 3/5 distales al íleon, no existiendo una separación
clara entre las dos porciones.11 Se caracteriza por presentar unos extremos
relativamente fijos: El primero limita con el duodeno y el segundo con la válvula
ileocecal y primera porción del ciego. Su calibre disminuye lenta, pero
progresivamente en dirección al intestino grueso. El intestino delgado presenta
numerosas vellosidades intestinales que aumentan la superficie de absorción
intestinal de los nutrientes.

Intestino grueso:

Esquema del intestino grueso. 1.Apéndice vermiforme, 2.ciego, 3.Válvula


ileocecal, 4.Íleon, 5.Colon ascendente. 6.Taenia coli, 7.Ángulo hepático del colon,
8.Colon transverso, 9.Ángulo esplénico del colon, 10.Haustras, 11.Colon
descendente, 12. Flexura sigmoidea, 13.Colon sigmoideo, 14.Recto, 15.Ano.

El intestino grueso se inicia a partir de la válvula ileocecal en un fondo de saco


denominado ciego y termina en el recto. Desde el ciego al recto describe una serie
de curvas, formando un marco en cuyo centro están las asas del yeyuno e íleon.
Su longitud es variable, entre 120 y 160 cm, y su calibre disminuye
progresivamente, siendo la porción más estrecha la región donde se une con el
recto o unión rectosigmoidea en la que su diámetro no suele sobrepasar los 3 cm,
mientras que el ciego es de 6 o 7 cm.

El intestino grueso se divide en varias porciones que se denominan ciego,


colon ascendente con una longitud de 15 cm, colon transverso con una longitud
media de 50 cm, colon descendente con 10 cm de longitud, colon sigmoideo, recto
y ano. El recto es la parte terminal del tubo digestivo.

Ano:

El ano es la abertura final del tracto digestivo. Consta de una esfínter anal
externo y otro interno que tienen la función de controlar el proceso de expulsión de
las heces al exterior. El funcionamiento inadecuado de los esfínteres del ano
puede provocar incontinencia fecal.

Enfermedades del Aparato Digestivo:

Algunas de las enfermedades que le afectan son las siguientes:

Gastroenteritis aguda: Inflamación del intestino provocada por diversas


causas, la más frecuente son los rotavirus. Los síntomas principales son diarrea,
vómitos y dolores abdominales. Aunque generalmente las manifestaciones son
leves, puede provocar graves consecuencias, entre ellas deshidratación, sobre
todo en niños pequeños.

Síndrome del intestino irritable (SII): No es una enfermedad propiamente


dicha, sino un conjunto de trastornos funcionales del intestino que se caracterizan
por la presencia de episodios recurrentes de dolor abdominal, molestias
acompañadas de hinchazón abdominal y alteraciones en la frecuencia y/o en la
consistencia de las deposiciones. No obstante, actualmente se dispone de
pruebas diagnósticas que hablan a favor de que ya no es apropiado seguir
considerando al SII como un trastorno puramente funcional. No es una
enfermedad psiquiátrica ni psicológica. No se ha demostrado la existencia de
factores psicológicos que provoquen el SII o que influyan en su instalación, si bien
los factores psicológicos pueden contribuir al deterioro de la calidad de vida. Hasta
un 30-60 % de personas tratadas como si tuvieran el síndrome del intestino
irritable son en realidad celíacos y un porcentaje aún no determinado tiene
sensibilidad al gluten no celíaca, cuya prevalencia es muy superior a la de la
enfermedad celíaca.

Enfermedad celíaca (EC): No es una enfermedad únicamente digestiva, sino


un proceso de naturaleza autoinmune que afecta al intestino y a diversos órganos
y sistemas, de difícil diagnóstico. Es producida por una intolerancia permanente al
gluten, en personas con predisposición genética. Los síntomas digestivos suelen
ser leves o incluso ausentes, especialmente a partir de los 2 años de vida, pero
pueden desarrollarse numerosos síntomas y trastornos no digestivos, por lo que
habitualmente no es reconocida ni diagnosticada, a pesar de tratarse de la
enfermedad digestiva crónica más frecuente.

La sensibilidad al gluten no celíaca es la forma más frecuente actualmente de


los trastornos relacionados con el gluten, con una prevalencia estimada 6-10
veces mayor que la de la enfermedad celíaca (hasta un 13 % de la población).

Un número cada vez mayor de personas padece un conjunto de síntomas


gastrointestinales (algunos achacados erróneamente a un síndrome del intestino
irritable) o de otro tipo (que pueden afectar prácticamente a cualquier órgano),
similares a los que se presentan en la enfermedad celíaca, que mejoran o
desaparecen completamente tras eliminar el gluten de la dieta y reaparecen al
volver a ingerirlo. Los pacientes permanecen habitualmente en una "tierra de
nadie", sin reconocer ni diagnosticar por los especialistas, "huérfanos" de la
atención médica y el tratamiento adecuados.

Enfermedad inflamatoria intestinal: Este nombre se emplea para referirse a


una serie de procesos inflamatorios que afectan predominantemente al intestino y
cursan por brotes. Agrupa varias enfermedades, principalmente la enfermedad de
Crohn y la colitis ulcerosa.
Úlcera péptica (UP): Se trata de un defecto o lesión de la mucosa
gastrointestinal, que se perpetúa como consecuencia de la actividad ácido-péptica.
Las áreas de localización son fundamentalmente el estómago y el bulbo duodenal.

Cáncer: Diferentes tipos de cáncer pueden afectar a los órganos del aparato
digestivo. Algunos de los más frecuentes son:

Cáncer de estómago: Más del 90 % de todos los tumores de estómago se


deben al adenocarcinoma gástrico (AG), provocado por una compleja interacción
entre la infección por Helicobacter pylori, la alimentación y la predisposición
genética. Los factores ambientales son responsables del 62 % de los cánceres
gástricos y los factores hereditarios del 28 %.

Cáncer de esófago

Cáncer de colon.

Cáncer de páncreas.

Cáncer de hígado

Sistema Nervioso Central:

Está constituido por el encéfalo y la médula espinal, se encuentra revestido por


tres membranas: duramadre (membrana externa), aracnoides (intermedia),
piamadre (membrana interna), denominadas genéricamente meninges y protegido
por envolturas óseas, que son el cráneo y la columna vertebral respectivamente.

Se trata de un sistema muy complejo, ya que se encarga de percibir estímulos


procedentes del mundo exterior, procesar la información y transmitir impulsos a
nervios y músculos. El sistema nervioso de los animales vertebrados, incluidos los
mamíferos y el humano, puede dividirse en dos partes bien diferenciadas, el
sistema nervioso central, constituido por el encéfalo y la médula espinal y el
sistema nervioso periférico que está formado por los nervios sensitivos y motores
que enlazan el sistema nervioso central con el resto del organismo.

El sistema nervioso central está formado por el encéfalo y la médula espinal.


El encéfalo es la parte del sistema nervioso central que está protegida por los
huesos del cráneo. Está formado por el cerebro, el cerebelo y el tallo cerebral.

El cerebro es la parte más voluminosa. Está dividido en dos hemisferios, uno


derecho y otro izquierdo, separados por la cisura interhemisférica y comunicados
mediante el cuerpo calloso. La superficie se denomina corteza cerebral y está
formada por plegamientos denominados circunvoluciones, constituidas de
sustancia gris. Subyacente a la misma se encuentra la sustancia blanca. En zonas
profundas existen áreas de sustancia gris conformando núcleos como el tálamo, el
núcleo caudado y el hipotálamo. Cada hemisferio cerebral posee varias cisuras
que dividen la corteza cerebral en lóbulos:

Lóbulo frontal. Se localiza en posición anterior.

Lóbulo temporal. Se localiza en una posición lateral detrás del lóbulo frontal.

Lóbulo parietal. Se extiende en la cara externa del hemisferio, debajo del lóbulo
temporal.

Lóbulo occipital. Se sitúa en la parte posterior del cerebro.

El cerebelo está en la parte inferior y posterior del encéfalo, alojado en la fosa


cerebral posterior junto al tronco del encéfalo.

El tallo cerebral compuesto por el mesencéfalo, la protuberancia anular y el


bulbo raquídeo. Conecta el cerebro con la médula espinal.

La médula espinal es una prolongación del encéfalo, como si fuese un cordón


que se extiende por el interior de la columna vertebral. En ella la sustancia gris se
encuentra en el interior y la blanca en el exterior.3En la médula espinal se
establecen los arcos reflejos.

Lóbulo frontal

Lobes of the brain NL.svgLóbulo frontalLóbulo temporalLóbulo parietalLóbulo


occipital

Visión lateral de los lóbulos cerebrales.

Artículo principal: Lóbulo frontal

Se encuentra en la parte anterior del cerebro, su tamaño corresponde


aproximadamente un tercio de la corteza cerebral. Evolutivamente es una de las
partes del cerebro más modernas y está muy desarrollado en la especie humana.
La cisura de Rolando separa al lóbulo frontal del lóbulo parietal situado detrás,
mientras que la cisura de Silvio sirve de límite con el lóbulo temporal ubicado
debajo.

Sus funciones son de gran importancia, dentro del lóbulo frontal se encuentra el
área motora primaria que está encargada de emitir órdenes para realizar
movimientos de todos los músculos voluntarios y el área de Broca relacionada con
la producción del lenguaje. Sus circuitos neuronales están muy relacionados con
la capacidad de razonamiento, la solución de problemas complejos y el
pensamiento abstracto.6

Lóbulo parietal

Artículo principal: Lóbulo parietal

El lóbulo parietal forma parte de la corteza cerebral, está situado detrás del lóbulo
frontal, separado de este por la cisura de Rolando. En su porción posterior entra
en contacto con el lóbulo occipital, mientras que la Cisura de Silvio lo separa del
lóbulo temporal situado debajo.7

En el lóbulo parietal se encuentra el área somatosensitiva que capta y procesa las


sensaciones de tacto, dolor y temperatura de todo el cuerpo.7 Cuando existen
lesiones que afectan al lóbulo parietal puede producirse un síntoma que se llama
asomatognosia y consiste en que el paciente no es capaz de reconocer partes de
su cuerpo como una extremidad inferior o superior, lo cual puede ser causa de
gran inquietud y preocupación.8

Lóbulo temporal

En este lóbulo se localiza el área auditiva primaria que recibe y procesa la


información procedente del oído. Por ello una lesión en el lóbulo temporal puede
provocar sordera parcial aunque el oído y el nervio auditivo no estén dañados.
Próxima a la anterior se encuentra el área auditiva secundaria y de asociación en
la que está incluida el área de Wernicke muy importante en la función lingüística y
la comprensión de las palabras.7
Lóbulo occipital

El lóbulo occipital es más pequeño que los anteriores y está situado en la región
posterior del cerebro, separado del cerebelo por la duramadre. Contiene la corteza
visual primaria que recibe la información proveniente de la retina a través del
nervio óptico. Las neuronas de la corteza visual primaria son las encargadas de
procesar los estímulos visuales e interpretar las formas, el movimiento y otros
aspectos de la visión. Por ello cuando existen lesiones que afectan al lóbulo
occipital puede producirse ceguera cortical que se caracteriza porque la persona
no puede ver aunque el ojo no presenta ningún daño aparente.7

Cuerpo calloso

Visión lateral del cerebro. La flecha roja indica la situación del cuerpo calloso
(corpus callosum) que sirve de comunicación entre el hemisferio cerebral derecho
e izquierdo.

El cuerpo calloso es una importante estructura del cerebro que está formada por
fibras que actúan como vía de comunicación entre el hemisferio cerebral derecho
y el izquierdo, con la finalidad de que ambos funcionen de forma conjunta y
complementaria.9

Cápsula interna

La cápsula interna es un grueso conjunto de fibras nerviosas tanto ascendentes


como descendentes que comunican la corteza con las regiones inferiores del
sistema nervioso central, las fibras son de origen diverso, pero muchas de ellas
transportan información motora o sensitiva. En su trayecto pasan cerca de la
región del tálamo y los ganglios basales. La cápsula interna es una región muy
sensible, cualquier lesión en esta zona daña numerosas fibras nerviosas y provoca
en consecuencia déficits neurológicos graves.

Tálamo

Corte frontal del cerebro. El número 2 indica la posición del tálamo.


El tálamo es una porción del cerebro situada por encima del tronco del encéfalo,
casi en el centro del cerebro. Mide alrededor de 3 cm de largo y está formado por
materia gris, es decir, el soma de células neuronales. Cumple la función de
estación de relevo de las señales nerviosas y centro de integración donde se
procesan los impulsos sensoriales antes de continuar su recorrido hasta la corteza
cerebral. También recibe señales que siguen la dirección opuesta y llegan al
tálamo procedente de la corteza cerebral.7

Hipotálamo

El hipotálamo es una pequeña región del cerebro formada por sustancia gris. Esta
situado inmediatamente debajo del tálamo. Tiene el tamaño aproximado de una
almendra y desempeña importantes funciones, entre ellas enlazar el sistema
nervioso con el sistema endocrino a través de la hipófisis.7

Ganglios basales

Esquema con la ubicación de los ganglios basales.

Los ganglios basales en realidad deberían llamarse núcleos basales pues no son
auténticos ganglios. Son unas estructuras cerebrales formadas por cuerpos
neuronales (sustancia gris) situadas en la base del cerebro. Están constituidos por
diferentes núcleos: núcleo caudado, putamen, globo pálido, núcleo accumbens,
núcleo lenticular, cuerpo estriado, amígdala cerebral y sustancia negra. Durante
muchos años se ha considerado que la función de los ganglios basales es
únicamente el control de la motilidad corporal, sin embargo, se ha comprobado
que desempeñan un importante papel en otras funciones como el aprendizaje y la
memoria. La alteración funcional de los ganglios basales causa la enfermedad de
Parkinson.

Sustancia gris y sustancia blanca

Las células que forman el sistema nervioso central se disponen de tal manera que
dan lugar a dos formaciones muy características:

Sustancia gris, constituida por el soma de las neuronas y sus dendritas, además
por fibras amielínicas

Sustancia blanca, formada principalmente por las prolongaciones nerviosas


mielinizadas (axones), cuya función es conducir la información, mediante impulsos
nerviosos a otras neuronas. El color de la sustancia blanca se debe a la mielina de
los axones.
Líquido cefalorraquídeo

El sistema nervioso central dispone de unas cavidades que se llaman ventrículos


cerebrales en el encéfalo y conducto ependimario en la médula espinal. Estos
espacios están llenos de un líquido incoloro y transparente, que recibe el nombre
de líquido cefalorraquídeo. Sus funciones son muy variadas: sirve como medio de
intercambio de determinadas sustancias, como sistema de eliminación de
productos residuales, para mantener el equilibrio iónico adecuado y como sistema
amortiguador mecánico.

El sistema de ventrículos cerebrales está formado por dos ventrículos laterales


que se sitúan de forma simétrica y están conectados con el tercer ventrículo, el
cual a través del acueducto de Silvio se comunica con el cuarto ventrículo.

Enfermedades

Infecciones

El sistema nervioso central puede ser blanco de infecciones, provenientes de


cuatro vías de entrada principales, la diseminación por la sangre que es la vía más
frecuente, la implantación directa del germen por traumatismos o causas
iatrogénicas, la extensión local secundaria a una infección local y el propio sistema
nervioso periférico, como ocurre en la rabia.

Encefalitis y mielitis

La encefalitis en un proceso inflamatorio difuso agudo que produce muerte


neuronal, generalmente de origen infeccioso. Aunque existen muchas causas
posibles, una de las más frecuentes es el virus del herpes (encefalitis herpética).

Esquema del encéfalo en un embrión humano de 6 semanas.

Meningitis

La meningitis es una inflamación o infección de las meninges, bien sea


leptomeningitis que es centrada en el espacio subaracnoideo, o paquimeningitis
que es centrada en la duramadre. La meningitis piógena es causada por bacterias,
sobre todo: Haemophilus influenzae, Neisseria meningitidis y neumococo.
Enfermedades neurodegenerativas

Artículo principal: Enfermedad neurodegenerativa

Esclerosis múltiple: trastorno caracterizado por episodios de déficit neurológico


recurrentes con desmielinización por mecanismos autoinmunes o inmunitarios.
Aparece a cualquier edad, aunque es rara en la infancia o después de los 50 años,
afectando a mujeres en una proporción 2:1 en relación a los hombres.

Enfermedad de Alzheimer: es la más frecuente de las enfermedades


neurodegenerativas y la primera causa de demencia, de aparición esporádica,
aunque entre un 5-10 % son de carácter familiar y la incidencia aumenta con la
edad, haciéndose mayor en personas de más de 85 años de edad. Se caracteriza
por una falta de memoria progresiva por degeneración de la corteza, de asociación
temporal y parietal causando también trastornos afectivos.

Enfermedad de Parkinson: Afectan a los ganglios basales produciendo un


trastorno del movimiento, apreciándose rigidez y lentitud en los movimientos
voluntarios (bradicinesia) y temblor de reposo.

Enfermedad de Huntington: un trastorno de movimientos de tipo coreiforme y


demencia en pacientes entre 20-50 años con un factor genético de herencia
autosómico dominante por un gen causante localizado en el brazo corto del
cromosoma

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