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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
UNELLEZ
VICERRETORADO DE PLANIFICACIÓN
Y DESARROLLO REGIONAL
PROGRAMA DE CIENCIAS POLITICAS Y JURIDICAS
SUBPROGRAMA DERECHO

SUBPROYECTO
MEDICINA LEGAL Y PRÁCTICA FORENSE
FACILITADOR
PROFESOR RUBÉN FONTAINES

ANÁLISIS ARGUMENTATIVO SOBRE PERITAJE MÉDICO LEGAL


MODULO I

Autor
Yorman Guillermo Mantillas
V-5687119

San Fernando de Apure, Mayo de 2021


PERITAJE MÉDICO LEGAL
Yorman Guillermo Mantilla
yormanderecho@gmail.com

Resumen

El escrito contiene el argumento del autor en cuanto a la noción de peritaje


médico legal, partiendo de la aproximación al concepto de peritaje médico
legal en Venezuela, así como la descripción de la figura del perito en cuanto
al contexto legal que dispone sus clases, nombramiento, condiciones para el
ejercicio y excusas para no ejercer el cargo y, la recusación del perito.
Igualmente, se reseña lo que es la experticia médico legal; su estructura y
sus clases. También se ha argumentado los elementos que deben contener
el informe médico legal, la importancia y valor de la experticia y las
diferencias entre experticia y inspección ocular. La actividad argumentativa
se ha desarrollado en cumplimiento de la evaluación correspondiente al
módulo I del subproyecto Medicina legal y practica forense que el autor
cursa en la carrera Derecho bajo la modalidad semipresencial en el
Vicerrectorado de Planificación y Desarrollo Regional de la Universidad
Nacional Experimental de los Llanos Occidentales “Ezequiel Zamora”
(UNELLEZ-Apure).

Palabras clave: “peritaje médico legal”, Experticia, Perito.

1. Introducción

Para quien aquí escribe, la mención “peritaje médico legal”, se refiere en el


campo de la medicina legal a aquella actividad por la cual, la “prueba” en un
proceso judicializado resulta avalada o rechazada con fundamento en el
dictamen que un especialista realiza a solicitud previa de una de las partes,
sobre determinados hechos y/o elementos con el objetivo de esclarecerlos.
Dicha actividad requiere de conocimientos especializados por parte de quien
la realiza.
En ese contexto el Derecho Probatorio, como disciplina jurídica multi-inter-
transdisciplinar auxiliada por otras ciencias, se vale del “peritaje médico legal”
para orientar la identificación de indicios, así como la fijación, obtención y
análisis de información y datos cuanti-cualitativos, como forma de alcanzar
su vinculación práctica con el hecho investigado, permitiendo así construir
en el proceso judicial, bien, una imputación por parte del órgano instructor
(En Venezuela el Ministerio Público) o ya una defensa técnica del imputado.
La legislación venezolana dispone que básicamente el “peritaje médico
legal”” como actividad técnico-especializada deberá realizarse resguardando
los derechos y garantías establecidos en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela (CRBV. 1999) y en el resto del ordenamiento
jurídico nacional. En tanto, todo informe médico-legal; que se presente ante
los órganos jurisdiccionales, además del carácter formal escrito, deberá
contener, una serie de requisitos, entre los cuales, se tiene el nombre o
identificación del perito actuante, la fecha de su nombramiento y de haber
tomado juramento., dado que una vez que un perito acepta su nombramiento
está impedido de separarse de esta función, salvo que prime una causa de
fuerza mayor.
Ahora bien, “a priori” al análisis sucinto acerca del ““peritaje médico legal””
resulta trascendental aproximarse a un concepto imbricado por imperativo al
tema “in comento”, esto es, la noción de “perito”, con la cual, la doctrina
jurídica designa a la “Persona que posee conocimientos científicos, artísticos,
técnicos o prácticos para valorar hechos o circunstancias relevantes en un
proceso o adquirir certeza de ellos” (Diccionario Jurídico Espasa 2000). Tal
definición permite colegir entonces que cuando se habla de un “perito
médico”, se hace referencia al profesional de la medicina que por su
formación y experiencia, aplica conocimientos multi-inter-transdisciplinarios a
las investigaciones científicas penales y criminalísticas dentro del campo de
la medicina legal.

2. El concepto de peritaje legal en Venezuela

A la luz del ordenamiento jurídico venezolano, señala Rojas (citado por


Guanare 2013) que la doctrina nacional muestra coincidencia en cuanto a
que el “peritaje legal” es:
el trabajo efectuado por los peritos, siguiendo determinados
procedimientos para los que se deben de contar con los
determinados conocimientos científicos, artísticos, técnicos o
prácticos, informa, bajo juramento, al juzgador sobre puntos
litigiosos en cuanto se relacionan con su especial saber o
experiencia. Es por ello que autores definen al perito como toda
persona a quien se atribuye capacidad técnico-científica, o
practica en una capacidad o arte. (p. 1)

En virtud de lo expuesto por el autor citado, se tiene que el “peritaje legal”,


supone la operación del perito especialista, explanada de manera concreta,
mediante inducciones razonadas y opiniones que de acuerdo con su
“prudentia”, lleva a conclusiones relevantes. De allí que, el “peritaje legal”,
implica un acto metodológico indagatorio, por el cual, el perito, “...previo
examen de una persona, de una conducta o hecho, cosa, circunstancias,
efectos, etc., emite un dictamen, conteniendo su parecer, basado en
razonamientos técnicos sobre aquello en lo que se ha pedido su
intervención” (Guanare. 2013. p. 1).
En Venezuela según se desprende del Código Orgánico Procesal Penal
(COPP. 2012) la noción de peritaje, se ha asociado a la de “Experticia” como
sinónima para referir “…el examen de una persona u objeto, o para descubrir
o valorar un elemento de convicción, [...cuando...] se requieran conocimiento
o habilidades especiales en alguna ciencia, arte u oficio”. (Artículo 223).
Caso similar ocurre con el Código Civil venezolano (CCV. 1982), donde se
define como “…una comprobación o…una aprobación que exija
conocimientos especiales” (Articulo 1422). De allí que la voz, para señalar el
trabajo del perito en Venezuela sea la de “Experticia”.

2. Descripción de la figura del perito en cuanto al contexto legal


venezolano: clases, condiciones para el ejercicio pericial,
nombramiento y, causales de inhibición o recusación de la
responsabilidad pericial

El COPP (2012) dispone que se “...realizará u ordenara la práctica de


experticias…para descubrir o valorar un elemento de convicción
[…mediante…] conocimiento o habilidades especiales en alguna ciencia,
arte u oficio” (Articulo 223), ello implica la existencia de distintas clases de
peritos. Es decir, los peritos judiciales pueden ser: médicos, biólogos,
antropólogos, informáticos, calígrafos, tasadores u, otros a los cuales se les
considera esenciales por su formación certificada y su experiencia en la
materia sobre la que debe versar la pericia para la realización de la
experticia. Cabe señalar que cuando la materia objeto de indagación y
experticia no requiere de una formación reglamentada por la ley (artes,
técnicas, prácticas), se exige de los peritos contar con la experiencia
suficiente para analizar adecuadamente el elemento u objeto requerido de
conocimiento.
Es por ello, que en el COPP (2012) se plantea como condiciones para el
ejercicio pericial que “Los o las peritos deberán poseer título en la materia
relativa al asunto sobre el cual dictaminarán, siempre que la ciencia, el arte u
oficio estén reglamentados. En caso contrario, deberán designarse a
personas de reconocida experiencia en la materia” (Articulo 224), esto en
virtud que puedan dictaminar “…los aspectos más relevantes que deben ser
objeto de la peritación…” (COPP. 2012. Articulo. 223).
El nombramiento de los peritos, es una mención que en el Derecho
venezolano informa sobre la designación y juramentación de peritos, acción
está que es facultad y competencia exclusiva del juzgador que conoce la
causa, pero, si el perito es funcionario público, bastará con la notificación
que del asunto le haga su superior inmediato. En este sentido, el COPP
(2012), señala:

Los o las peritos serán designados o designadas y


juramentados o juramentadas por el Juez o Jueza, previa
petición del Ministerio Público, salvo que se trate de
funcionarios adscritos o funcionarias adscritas al órgano de
investigación penal, caso en el cual, para el cumplimiento de
sus funciones bastará la designación que al efecto le realice su
superior inmediato. (Articulo. 224)
Mientras que en la materia civil “…Los expertos serán nombrados por
las partes, de común acuerdo y a falta de acuerdo de las partes, cada una
de ellas nombrará un experto y el Tribunal nombrará el otro”. (CCV. 1982.
Articulo 1424).
Las personas llamadas a ser designadas como “peritos” en el campo del
Derecho Penal, en ocasiones pueden no asumir tal rol, ya en virtud de su
abstención espontanea (inhibirse) o bien en virtud de ser recusados por una
de las partes en juicio. Al respecto, las causales de inhibición o
recusación de la responsabilidad pericial, han sido dispuestas
expresamente en el Artículo 89 de COPP (2012) que señala:

Los jueces y juezas, los o las fiscales del Ministerio Público,


secretarios o secretarias, expertos o expertas e intérpretes, y
cualesquiera otros funcionarios o funcionarias del Poder
Judicial, pueden ser recusados o recusadas por las causales
siguientes:
1. Por el parentesco de consanguinidad o de afinidad dentro
del cuarto y segundo grado respectivamente, con cualquiera de
las partes o con el o la representante de alguna de ellas.
2. Por el parentesco de afinidad del recusado o recusada con
el o la cónyuge de cualquiera de las partes, hasta el segundo
grado inclusive, caso de vivir el o la cónyuge que lo cause, si
no el divorciado o divorciada, o caso de haber hijos o hijas de
él o ella con la parte aunque se encuentre divorciado o
divorciada o se haya muerto.
3. Por ser o haber sido el recusado padre adoptante o hijo
adoptivo o hija adoptiva de alguna de las partes.
4. Por tener con cualquiera de las partes amistad o enemistad
manifiesta.
5. Por tener el recusado, su cónyuge o alguno de sus afines o
parientes consanguíneos, dentro de los grados requeridos,
interés directo en los resultados del proceso.
6. Por haber mantenido directa o indirectamente, sin la
presencia de todas las partes, alguna clase de comunicación
con cualquiera de ellas o de sus abogados o abogadas, sobre
el asunto sometido a su conocimiento.
7. Por haber emitido opinión en la causa con conocimiento de
ella, o haber intervenido como fiscal, defensor o defensora,
experto o experta, intérprete o testigo, siempre que, en
cualquiera de estos casos, el recusado se encuentre
desempeñando el cargo de Juez o Jueza.
8. Cualquiera otra causa, fundada en motivos graves, que
afecte su imparcialidad.

Además de exponerse de manera expresa en los Artículos siguientes las


figuras de: la legitimación activa (Artículo 88); la ”inhibición obligatoria” y la
negativa de recurso contra los actos de inhibición (Articulo 90); la sanción
(Articulo 91); la constancia (Articulo 92); la prohibición (Articulo 93); el limite
(Articulo 94); la inadmisibilidad (Articulo 95); el procedimiento (Articulo 96);
y, la continuidad (Articulo 97). Por su parte, en materia civil, el libro I, sección
VIII, Artículo 82 y siguientes del Código de Procedimiento Civil (CPC. 1990),
se establece en términos bastante análogos a las del COPP las causas de
excusa y recusación de los peritos.

3. La experticia médico legal; su estructura y sus clases

Una aproximación al concepto de “experticia médico legal” puede sugerirse


desde la definición de Manzini (1947. Citado por Casado 2000) para este tipo
de experticia, representa:

una declaración jurada, útil para la valoración de un elemento


de prueba de la imputación, o para los fines del procedimiento
de ejecución, ordenada por el magistrado penal y dada a él por
persona (perito) diversa de aquella que por otros títulos
intervienen en el proceso penal, sobre observaciones técnicas
cumplidas por ella por encargo de la autoridad judicial y
durante el proceso, en torno a hechos, a personas o cosas que
se examinan después de la perpetración del hecho punible, con
referencia al momento del mismo por el cual se procede y a los
efectos causados por dicho hecho punible” (p. 59).

Las palabras del autor en referencia permiten formular una definición para
señalar a la experticia médico legal como el proceso científico cuyo resultado
se expresa en una exposición motivada sobre una o más cuestiones de
índole técnico-científico, relacionadas con la actuación promovida por los
organismos policiales y/o judiciales que se informa mediante un examen que
por su propia naturaleza exige que los peritos actuantes sean y deben ser
médicos. Así las cosas, se debe considerar a la “experticia médico legal”
como el medio constructivo por el cual, la medicina se imbrica al mundo del
Derecho. La experticia médico legal, posee una estructura compuesta por
unos requisitos formales que orientan el cómo procede, a saber:
(1) Mandato: Consiste en la atribución que tiene el Ministerio Público de
ordenar y dirigir la investigación científica, penal y criminalística de la
perpetración de hechos punibles para hacer constar su comisión. La base
legal de este requisito se encuentra en el Artículo 285, ordinal 3° de la CRBV
y en el Artículo 223 del COPP.
(2) Aceptación: Este requisito postula a todo médico cirujano como adjunto
del juzgado dentro de la jurisdicción del mismo cuando el galeno resida en
dicho territorio, por lo cual, el profesional de la medicina esta constreñido a
acudir, cuando el juez de la circunscripción le llame (Artículo 1, del Código de
Instrucción Médico Forense [CIMF. 1878], actualmente en revisión su
proyecto de reforma). El requisito, implica también la citación de la víctima,
los expertos, los intérpretes y los testigos (Articulo 184 de COPP, Articulo
238 del Código Penal);
(3) Juramentación: Requisito formal que establece la obligación de los
médicos que al actuar como peritos lo hagan bajo juramento, cumpliendo
todas las prescripciones de ley (Articulo 224 COPP);
(4) Realización: Requisito por el cual, los médicos llamados a declarar desde
su conocimiento profesional en causas de delitos contra las personas,
podrán solicitar “…que se les agregue el número de comprofesores que
crean conveniente y llamar en su ayuda a cualquiera de los médicos que por
sus conocimientos especiales puedan contribuir más eficazmente a la
ilustración de la causa” (Articulo 7° CIMF) y,
(5) Dictamen pericial o informe: El requisito esencial, pues representa la
postura del médico-perito ante el fenómeno por el cual se le ha interpelado
en el tribunal, el dictamen pericial o informe constituye las respuestas, la
forma de contestar del perito a las preguntas que los actores del proceso (El
juez, el Fiscal del Ministerio Publico, el Defensor) le han hecho a su
“prudentia” sobre asuntos generales y/o complementarios de la causa. Por
ejemplo ¿Cuál fue la causa de la muerte de la víctima? o ¿Qué grado de
incertidumbre tenía la víctima con respecto al modo de actuar del victimario?
Ya sea que el perito declare mediante oralidad (de viva voz) o por escrito en
ambos discursos deberá hacerse saber en detalle aquello por lo que se le ha
preguntado, la formalidad del informe escrito supone un contenido
estructurado de la siguiente manera:
- Introducción: acápite del dictamen donde el perito expone mediante la
descripción detallada todo cuanto se ha comprobado durante la experticia.
indicando específicamente los elementos cualitativos, cuantitativos, así como
el método empleado para develar los hallazgos. Por ejemplo: si se ha
estudiado traumatismos corporales, laceraciones, ulceras, heridas, se debe
indicar el número; la ubicación anatómica; el tipo de arma, sustancia u objeto
con que se ocasionaron; tejidos y/u órganos afectados, otros.
- Discusión: parte del informe en la cual el experto produce una narrativa con
la cual, enumera y explica la naturaleza de los procedimientos técnicos
llevados a cabo para identificar los elementos cualitativos y cuantitativos de
lo investigado, y expone los resultados y hallazgos a los que ha llegado a los
efectos de formular las premisas que fundamenten las conclusiones.
- Conclusiones: constituidas por la narrativa donde se exponen las
consecuencias derivadas de la experticia del asunto en cuestión, son una
comprobación sustentada en las apreciaciones definitivas o, en el caso más
comprometedor la manifestación de imposibilidad de precluir las inferencias
y/o deducciones que se había propuesto con la realización de la experticia.
Las conclusiones del informe contienen: (a) El estado general de la situación
indagada; (b) el tiempo transcurrido entre uno y otro estado; (c) la privación
de ocupaciones; (d) la asistencia médica; (e) Los trastornos de función; (f)
cicatrices, traumatismos, heridas, maracas, tatuajes, otros; (g) el carácter; y,
(h) las respuestas a las preguntas directamente realizadas al galeno en su
condición de testigo experto.
En este orden y dirección, la experticia médico legal practicada por el
médico-perito en apoyo a las causas jurídicas, se practica según a la
instancia que de ella se requiera, pudiendo ser administrativa y judicial,
según el ámbito del Derecho que le corresponde (civil, laboral, penal), y en
atención a la especialidad médica que se practique, entre otras: ginecología;
obstetricia; odontología, psiquiatría, toxicología. La experticia médico legal,
deviene en diversas clases entre las cuales se mencionan:
(1) Experticia Física: examen por el cual se investiga a partir de las
manchas encontradas en objetos y superficies;
(2) Experticia de Acoplamiento Físico: por la cual se determina si dos
segmentos pertenecen a un mismo cuerpo, considerando las líneas y bordes
de fractura, deformaciones dejadas por un objeto sobre otro o sobre una
superficie y las formas de las piezas que originalmente estaban unidas entre
sí.
(3) Experticia Traumatológica: aquellos exámenes que realizan a las
víctimas en las zonas donde presentan heridas, hematomas y lesiones.
(4) Experticia Ginecológica: el protocolo de observación en los órganos
genitales de la víctima femenina.
(5) Experticia Ano Rectal: el examen realizado en la región anal, cuando se
presume agravio o heridas este examen es realizado en la zona anal de la
víctima.
(6) Experticia Tanatológica: revela la causa de la muerte del occiso.
(7) Experticia Psiquiatra: examen por el cual, se revela la capacidad mental
tanto de la víctima como del victimario.
(8) Experticia Sexológica: es la evaluación de la víctima para determinar
sus capacidades y limitaciones sexuales, virginidad o casticidad.
(9) Experticia Toxicológica: examen que se realiza para indagar el
consumo de sustancia psicotrópicas o estupefacientes.
(10) Experticia Odontológica: la evaluación que se realiza mayormente
para la identificación del cadáver cuando no existen evidencias para su
reconocimiento.
La experticia médico legal, se materializa mediante un informe o dictamen,
del cual, ya se hizo referencia en precedente y el cual, que tiene por finalidad
comunicar los resultados de los exámenes por los cuales se analizó los
hechos, las personas, las sustancias, los objetos y/o los lugares relacionadas
directamente en el evento que se ha judicializado, siendo que sus
conclusiones representan el esclarecimiento de una situación compleja.
Dicho informe, por imperativo protocolar, se considera como una declaración
jurada, por tanto, es de gran utilidad para el derecho procesal sobre todo en
los campos penal, civil y laboral, dado su importancia para la valoración de la
prueba.
El informe de experticia médico legal, taxativamente debe reunir ciertas
formalidades de Ley (ya explicadas en el punto 5 de la estructura de la
experticia), que en el caso venezolano, se encuentran dispuestas en el
Artículo 225 del COPP que textualmente reza:

El dictamen pericial deberá contener; de manera clara y


precisa, el motivo por el cual se practica, la descripción de la
persona o cosa que sea objeto del mismo, en el estado o del
modo en que se halle, la relación detallada de los exámenes
practicados, los resultados obtenidos y las conclusiones que se
formulen respecto del peritaje realizado, conforme a los
principios o reglas de su ciencia o arte.

La interpretación del Artículo precedido, justifica la estructura “supra”


señalada del dictamen pericial o informe emitido por el perito, pues, menester
es a la causa de la justicia que con la alocución motivada por el especialista
se facilite al juzgador la interpretación de los hechos en aras administrar
justicia respetando la verdad y dando a cada uno lo que le corresponde.
4. Importancia y valor de la experticia

Resulta obvio que toda experticia médico legal, se considere significativa; de


no serlo, no tendría sentido que se le considerara como un campo científico
capaz de arrojar luces a la noesis del ser humano, y más aún al ´ámbito de la
justicia, donde se le aprecia como elemento de prueba indispensable por
parte de los juzgadores “ad hoc”, en aquellos procesos judiciales donde el fin
es administrar justicia. En ese sentido se denota la importancia y el valor
de la experticia médico legal, sustentados en el testimonio del médico-perito
que ha realizado un examen enriquecedor del sumario y que por sus
aportaciones contundentes, se traduce en resultados certeros que conducen
a un manejo más eficiente del sistema judicial.
En este sentido, se señala la importancia de la experticia como proceso
investigativo y de los peritos como auxiliares del proceso penal, dado el
carácter que esta dupla (investigación-perito) reviste como generador de
elementos de prueba. No cabe duda que la expositiva del perito constituye
un componente de valor a la hora de formular elementos de convicción y
prueba, basado en la investigación científica penal y criminalística, donde la
prueba personal reviste importancia vital para el proceso.
En consecuencia, la regulación del rol de experto-perito señala dos vertientes
dentro del proceso judicial, primero la que refiere a la cualidad de ser testigo,
en tanto, figura procesal, que señala a todas las personas que pueden ser
llamadas y comparecer para atestiguar en el proceso y segundo la
voluntariedad y obligatoriedad de su comparecencia, cuando es llamado para
actuar como develador de la verdad en función de su “prudentia”.
En efecto, el médico-perito, no solo es poseedor de la percepción sobre un
hecho punible ya sea este un delito o una falta, si no que tiene la facultad de
dictaminar verazmente, produciendo evidencias e indicios, con la información
que brinda el lugar y el objeto material del hecho criminal, por ser conocedor
de las circunstancias sometidas a indagación, ya sea por su formación
académica o empírica en la materia por la cual, ha sido requerida su opinión.
Relacionado con lo descrito antes, en el Artículo. 22 del COPP (2012) se
dispone que “Las pruebas se apreciarán por el tribunal según su libre
convicción, observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y
las máximas de experiencia”. Esto es, que la prueba construida por
conocimiento pericial, adquiere ante el órgano jurisdiccional importancia
como medio probatorio fundamentado en el conocimiento científico que en su
momento aporta un especialista (en este caso el médico) sobre la base del
conocimiento construido mediante su formación académica especifica, o
bien, cimentando en su experiencia práctica.
En razón de esto, es que en los procesos judiciales donde los sujetos están
involucrados en muertes, lesiones y/o trastornos mentales, se recurre a la
“prudentia” del médico-perito para la comprobación y constatación hechos
concretos relacionados directamente con la causa y que demandan de un
análisis especial. En el mismo orden y dirección, vale referir que la
valoración de experticia, la lleva a cabo el juzgador, precisamente por ser
el encargado de la aplicación de la norma, y en ese sentido, mediante la
valoración de la experticia es que le otorga o no el poder probatorio dentro de
la dispositiva judicial, que estime en su condición de imparcial en el proceso.
Para alcanzar lo precedido, el juzgador considera con precisión meridiana la
personalidad del médico-perito, sus fundamentos científicos, la uniformidad o
disconformidad de éste con otros expertos que se hubieren pronunciado en
el proceso, y su concordancia con el resultado de las preguntas que se le
hubieren hecho tanto por el Juez como por, el Fiscal del Ministerio Público o
las partes, además de hacer cotejo con las demás pruebas contenidas
existentes en autos. Siempre deberá el juzgador exponer de modo claro y
con exactitud en la parte motiva de la sentencia, las razones que le han
hecho adherirse al dictamen del perito de manera total, parcial o, por qué
discrepa de él en su totalidad o en parte.
Un comentario final del autor en este acápite, para afirmar que el legislador
nacional, ha dispuesto que la norma sobre la materia de la experticia judicial
se dovele en la máxima “Judex peritum peritorum” (el juez es perito de
peritos) y en tal realidad (Artículo 427 del COPP) le seguirá correspondiendo
a los juzgadores establecer la valoración de la experticia médico legal. En
tanto, si la convicción del juez resulta en contraposición a la locución del
perito; no necesariamente el juzgador deberá seguir el dictamen del perito.

5. Diferencias entre experticia y inspección ocular

Ciertamente que las reflexiones y argumentaciones de los apartes previos


del presente trabajo han conducido a quien aquí escribe a estar convencido
que la experticia, es un medio de prueba contundente con el cual, se
aportan a los procesos judiciales por vía de la investigación científica,
indicadores y variables que verdaderamente resultan útiles y hasta
necesarios para alcanzar la resolución de determinados asuntos cuya
caracterización obliga a su análisis desde la óptica de aquellos que poseen la
gnosis, la aptitud, la habilidad especial y el saber preciso; en virtud de lo cual,
se puedan someter a su consideración el análisis de hechos, personas,
sustancias, objetos y/o lugares relacionadas directamente en el evento que
se ha judicializado.
La inspección ocular por su parte, es a entender del autor una mención
dimensionada como un medio de prueba-diligencia, empleado en el proceso
penal para visualizar alguno de los elementos relacionados con el proceso,
susceptibles de ser aprehendidos por el “sentido de la vista”, aun y cuando
no se prescinda del uso de los otros sentidos. Este procedimiento, ocurre
cuando el Juez de Instrucción, se apersona en el lugar donde se perpetró el
hecho punible con el propósito de consignar cuantas circunstancias puedan
resultar relevantes o de interés para el proceso, además de acumular otros
elementos (huellas, vestigios, restos biológicos) o pruebas materiales de la
comisión del delito, a la vez escuchar, en su caso, el testimonio de personas
capaces, que resulten en testigos presenciales del hecho y que pudiesen
ofrecer datos relevantes que coadyuven la investigación.
En tanto, por este procedimiento, se emitirá instrucciones pertinentes
para que los elementos o pruebas materiales sean recogidos y
conservados para ser analizados por el perito o los peritos, que con ese
propósito acompañan al Juez de instrucción. De seguida se muestra el
cuadro 1, en el que se ilustra de manera general algunas diferencias que
distinguen al proceso de experticia del procedimiento diligencia
inspección ocular.

Cuadro 1, Diferencias entre la experticia y la inspección ocular.


Experticia Inspección ocular
* Es un proceso riguroso de investigación de Es un procedimiento legal con carácter de
índole técnico-científico, relacionado con la diligencia realizado por el Juez de
actuación promovida por los organismos Instrucción el lugar donde se perpetró el
policiales y/o judiciales que informa por hecho punible con el propósito de consignar
medio de un examen que por su propia circunstancias relevantes o de interés para
naturaleza exige que los peritos actuantes el proceso, además de acumular otros
sean y deben ser expertos. elementos (huellas, vestigios, restos
biológicos) o pruebas materiales.

* Emite opinión indirecta sobre determinados * Utiliza como técnica de recolección de


hechos donde el experto se fundamenta en información la observación directa de las
sus conocimientos especiales en la materia. personas, ambiente y/u objeto presentes en
el lugar donde se perpetró el hecho punible,
* Requiere de formalidades especiales tanto a los fines de dejar constancia de sus
para el nombramiento de los peritos como caracteres cualitativos y descriptivos al
en la manera de construir el elemento de momento en que se realiza.
prueba
* No requiere de intermediarios para
* Constituye un hecho técnico.
informar y dejar constancia de lo observado
en cuanto a forma, extensión y
* Va más allá de simple descripción de los
caracterización de lo observado.
fenómenos, ya que persigue de forma
particular y especializada llegar a una
*Es facultad exclusiva del órgano
conclusión basada en la aplicación del
jurisdiccional que conoce la causa.
método científico.
Fuente: Autor (2021)

Reflexiones finales

La experticia médico-legal en Venezuela representa a los procesos


judicializados un elemento auxiliar imprescindible para la resolución de
ciertas circunstancias procesales donde se exige del conocimiento
especializado y/o empírico dentro del campo de la medicina, para aportar al
juzgador el conocimiento que le complemente la comprensión de cierta
materia que precisa para administrar justicia en función de la verdad. Sin
embargo, es al juez, a quien se le atribuye la facultad de su valoración, ya
que aun y cuando él no es experto ni posea la “prudentia” en el asunto (por
esta razón es se practica el peritaje legal), pudiera, valorar las conclusiones
del peritaje legal mediante la aplicando de la sana crítica.

Referencias

________(2004). Diccionario Jurídico Espasa. Madrid. Espasa-Calpe. S. A.


Asamblea Constituyente. (1999). Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. N° 5.453. (Extraordinario). Marzo 24, 2000. Caracas.
Asamblea Nacional (2005) Código Penal. Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 5.768 (Extraordinario), del 13 de abril de
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Casado, J. (2000). La prueba en el proceso penal Salvadoreño. San
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N° 2.990 (Extraordinario), del 26 de julio de 1982.
Congreso de la República de Venezuela. (1990). Código de Procedimiento
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Congreso de los Estados Unidos de Venezuela. (1878). Código de
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Guanare, J. (2013). Peritaje Médico Legal. Rescatado de https://bit.ly/3xJIJjT
Consulta [04 de Mayo 2021]
Presidencia de la República. (2012) Decreto con rango valor y fuerza de Ley
del Código Orgánico Procesal Penal (COPP). Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 6.078 (Extraordinario), del 15 de
junio de 2012.

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