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Normas prudenciales.

Las normas prudenciales siempre procuran que el sistema financiero opere


de manera saludable sobre la base de cumplir los requisitos normativos y
presentar los mismos ante la prioridad supervisora ya que una
superintendencia de bancos tiene que velar por que las entidades bancarias
cumplan de manera fiel con las normas que estén contempladas en la Ley y
los reglamentos que estén vigente, pues la evaluación de las operaciones
activas y las buenas o malas prácticas bancarias les corresponden a la banca y
si estas no son  amigable con el marco normativo, entonces la
superintendencia de bancos aplica de manera rígida lo que manda la
legislación y los reglamentos. 

Las normas prudenciales que  asumen las entidades bancarias emanan del
comité de supervisión bancaria de Basilea, impulsado en 1975 por el banco
internacional de pagos como resultados de la frecuencia de crisis que se
producían en diferentes países. El comité de Basilea solo diseña las líneas
generales y recomendatorias que deben aplicarse a las mejores prácticas
bancarias, pero no son obligatorios sino que cada país la asume de manera
voluntaria. Pero la formalidad de los lineamientos generales de supervisión
bancaria por parte del comité de Basilea se produjo en 1988 cuando se
estableció el acuerdo de capital conocido como Basilea I y en él se definieron
los principios básicos para que la autoridad de supervisión bancaria pueda
lograr un sistema de supervisión efectiva.

Las evidencias empíricas ponen de manifiesto que el perímetro de la


supervisión bancaria está subordinada a la legislación que en la materia este
vigente, los reglamentos que manda esta, así como la adopción de las
normas internacionales asumida de manera voluntaria para lograr aplicar una
supervisión eficaz y, por tanto, que las entidades de intermediación
financiera operen bajo las mejores prácticas bancarias en el marco de los
estándares internacionales.
Marco Normativo de la ley 183-02.

La regulación de los sistemas monetario y financiero está compuesta por las


disposiciones de la Constitución y por la Ley Monetaria y Financiera.
Adicionalmente, pero de manera subordinada, forman parte del marco legal
los reglamentos, instructivos y demás regulaciones que dicten los órganos de
la Administración Monetaria y Financiera. De modo complementario, se
aplicarán las disposiciones del Derecho Administrativo y del Derecho Común.

La Ley Monetaria y Financiera contiene un conjunto de regulaciones que


atañen al sistema monetario, con el objetivo de mantener la estabilidad de
precios, y un conjunto de disposiciones que regulan el sistema financiero,
cuyos objetivos incluyen velar por el cumplimiento de las condiciones de
liquidez, solvencia y gestión aplicables a las Entidades de Intermediación
Financiera y procurar el normal funcionamiento del sistema en un entorno de
competitividad, eficiencia y libre mercado.

Es importante resaltar dos elementos trascendentales de la Ley 183-02; por


un lado, es que en el artículo 77 se establece la conformación del tribunal
Contencioso-Administrativo de lo monetario y financiero, el cual nunca se ha
conformado y siendo una tarea pendiente. En tanto, que a partir de esta
legislación se logra la independencia financiera, personalidad jurídica e
identificación de las fuentes de ingresos de la Superintendencia de Bancos y
que la ley establece que los mismos son un 1/6 del 1% de los activos de las
entidades supervisadas, tal como manda el  literal del artículo 20, aunque en
la realidad es de 1/5 del 1%, según la 3ra. Resolución de la Junta Monetaria
del 20 de diciembre de 2007 ya que este órgano está facultado para tales
modificaciones.

La Ley 183-02 es la legislación más avanzada en materia bancaria que se ha


conocido en el país desde que en 1909 se promulgó la primera Ley de
Bancos, y que permaneció 10 años  en el Congreso. No obstante lo avanzado
e innovador que ha sido esta ley, creo que la misma requiere fuertes
modificaciones importantes ya que el proyecto original fue mutilado en las
discusiones previo a su aprobación, y que en la actualidad se aprecia la
necesidad de una reforma. Tal criterio lo he planteado en múltiples
escenarios ya que pude notar ciertas debilidades desde el mismo momento
de su promulgación.

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