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Semana de Oración Joven 2010
Semana de Oración Joven 2010
DANIEL
“Daniel... se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de
su Dios, como lo solía hacer antes” (Daniel 6:10 up).
A. Daniel oraba tres veces al día. Era su costumbre orar tres veces
por día. Y aquí no estamos hablando de las oraciones que se hacen
antes de las comidas. Daniel desarrolló una profunda intimidad es-
piritual con Dios.
NEHEMÍAS
Introducción:
I. ¿Dónde colocaste tu corazón?
• ¿Cuáles son tus sueños?
• ¿Tus pensamientos?
A. Nehemías estaba en el exilio, en una buena condición pero su corazón
estaba en Jerusalén.
B. Tenemos que tener nuestros pensamientos, planes y sueños unidos al
éxito y crecimiento de la iglesia.
C. Debemos hacer las preguntas: Ne. 1:2 “Les pregunté”
• ¿Cómo te va?
• ¿Cómo está yendo?
• ¿Cómo estamos?
D. Pregunta y espera la respuesta.
Pensamiento de George Bernard Shaw: “El peor pecado que podemos
cometer contra otros seres humanos no es odiarlos, sino ser indiferentes
con ellos: esa es la esencia de la inhumanidad.”
E. La niña de los ojos de Dios es su iglesia: “Testifico ante mis hermanos y
hermanas que la iglesia de Cristo, por debilitada y defectuosa que sea, es
el único objeto en la tierra al cual él concede su suprema consideración”.
(White, Testimonios para ministros, p. 15).
• Piense en lo que piensa Dios.
• Sueñe lo que Dios sueña.
• Luche por lo que lucha Dios.
• Ame lo que Dios ama.
• De atención a lo que Dios da atención.
II. Ver lo que Dios ve. Neh. 1:6 “Esté ahora atento tu oído, y tus
ojos abiertos…”.
A. Nehemías podía ver lo que Dios veía. Conseguía ver lo que Dios quería
que vea.
“Los diez santos preceptos pronunciados por Cristo sobre el Monte Sinaí,
eran una revelación del carácter de Dios, y dan a conocer al mundo el
hecho de que él tiene jurisdicción sobre toda la heredad humana. La ley de
los diez preceptos del mayor amor que pueda presentarse al hombre, es la
voz de Dios que habla desde el cielo al alma prometiéndole:
JOSÉ
Aquí tenemos una de las historias bíblicas más queridas por los jóvenes
cristianos. ¿Qué llevó a este joven, aún lejos de sus parientes más cerca-
nos a mostrar entereza de carácter, en una tierra donde nadie lo conocía?
¿Dónde estaba el secreto de sus sucesivas victorias contra el preconcepto,
el desprecio, la venganza y la injusticia de sus hermanos? ¿Qué diferenciaba
a José de entre los demás?
José, como cualquier persona, tuvo todas las oportunidades para ser un
fracasado: la traición de sus hermanos, su secuestro y su esclavitud, el ase-
dio de una mujer linda y rica, su reclusión en una prisión. Sin embargo, él
prefirió elegir una dirección opuesta, un camino donde la fidelidad a Dios
recompensaba todos los sufrimientos y tragedias. Por ese motivo, José fue
un vencedor en cada batalla espiritual.
F. Dios llama hoy a los jóvenes a que sean de confianza, confiables y con-
fiados en las infalibles promesas de Dios.
C. Hoy existe solo una salida para la juventud, volver a ser el pueblo de la
esperanza.
a. Sólo existe un medio de comenzar bien en todo (Sal. 37:4, 5).
b. Sólo existe un medio para tener éxito en los estudios (Sant. 1:5).
c. Sólo existe un medio para alcanzar un buen casamiento (Prov. 18:22).
d. Sólo existe un medio para vencer el miedo a la realidad (Sal. 34:4).
e. Sólo existe un medio para conocer la voluntad de Dios (Sal. 25:14).
f. Sólo existe un medio para no pecar contra Dios (Sal. 119:9-11).
B. José fue llevado a Egipto para ser el gobernador, fue para ser la cabeza
y no la cola, para ser el primero y no el último (Sal 105:20-22).
CLEOFAS
“Dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a
sesenta estadios de Jerusalén” Lucas 24:13.
1. La fiesta había tenido un fin amargo. Caía la tarde del domingo. Cansa-
dos y taciturnos, dos viajeros volvían para su casa. Entre los fragmentos
de su diálogo, entrecortado por frases inconclusas, suspiros y silencios,
afloraban los golpes de la realidad de un acontecimiento insoportable.
2. Cleofas y su amigo no podían apartar de sus mentes, en el camino a
Emaús, la muerte brutal de su querido Maestro, el viernes de tarde. Sus
últimas palabras, su arresto, su condenación, su tortura, y aquel fin humil-
lante en la cruz.
3. Más lacerante que indignación por la muerte de un inocente, más que el
dolor por la pérdida de un ser querido, más que el temor de ser también
juzgados, era el dolor de haber perdido la fe y la esperanza en un Mesías.
4. Todo lo que había dado sentido a sus vidas estaba sepultado bajo el lacre
de una tumba en un pequeño cementerio (por lo menos así pensaban el-
los).
5. Aquel final, tan infame, tan absurdo, sin resistencia y sin gloria, era in-
comprensible. Que el enviado de Dios fuese humilde, comprensivo con
los niños y las mujeres, amigo de los pobres y amable con sus enemigos, a
duras penas se podía creer.
MOISÉS
Introducción:
El camino en el desierto
Cuántos acontecimientos marcaron esos 40 años de jornada. Cada uno de
nosotros podría recordar con seguridad algún episodio.
.
32 | Ellos fueron la Generación Esperanza… ¿Y tú?
Pero observemos a Moisés: ¿Cómo habrá sido para él despertarse todos
los días en este período y mirar para aquella multitud en medio de la nada,
en aquel desierto asustador? ¿Qué significaba para ese líder confiar en que
ellos llegarían a algún lugar? ¿Tendrían agua y comida todos los días?
Todo eso solamente podría funcionar con la bendición de Dios, su provi-
dencia era la única seguridad real de Moisés y él confiaba en eso. Las lec-
ciones de fe estaban diariamente delante del pueblo. El maná los alimentó
todos los días (Éxo. 16:1-10). Hasta aparecieron codornices por millares
(Éxo. 16:11-31). En Refidim salió agua de la roca (Éxo. 17:1-7). En todo
el tiempo las ropas no se gastaron y ni sus sandalias lastimaron sus pies
(Deut. 8:4). De día una nube del Señor los guiaba y protegía del calor, a
la noche la columna de fuego también los guiaba y calentaba (Éxo. 13:21-
22). Dios lo llamó al Sinaí y lo orientó en todo (Éxo. 19-32), dio los Diez
Mandamientos, instruyó la construcción del Santuario, dio leyes en las más
diversas áreas de la vida y mucho más. Cuánta dirección le fue transmitida,
y podemos conocerla en los libros de Éxodo, Levítico, Números y Deu-
teronomio.
En todo eso el pueblo podría haber conocido del cuidado y bondad de
Dios. No todos aprovecharon y vivieron esta confianza en el Señor. Pero
mira lo que eso realizó en el corazón de Moisés. El se convirtió en el hom-
bre más manso. Lea Números 12:3 “Y aquel varón Moisés era muy manso,
más que todos los hombres que había sobre la tierra”.
¿Qué se aprende en medio del desierto? ¿Cuántas cosas ha realizado Dios
delante de tus ojos? ¿Ya imaginaste estar en la piel de Moisés? ¿Qué acti-
tudes tuvo delante de los desafíos y cuáles son las que tú has tenido?
Recuerda que la mayor liberación del pueblo no fue simplemente haber
salido de Egipto, si no que Egipto debía salir de ellos. Y es en nuestro
desierto que Dios resuelve eso. Solamente los que confían en él, los que
alimentan una fe viva en su poder, atraviesan el desierto y viven sus bendi-
ciones. Piensa en eso.
Amén.
CALEB
A. Recuerdo el día que fue abierto el Mar Rojo para que pase el
pueblo de Dios.
a. Durante toda esa noche los israelitas lloraron (Núm. 14:1), y a la ma-
ñana siguiente se levantaron para rebelarse contra sus líderes Moisés y
Aarón.
b. Josué y Caleb rasgaron sus vestidos y hablaron con el pueblo pero nada
consiguieron a cambio, si no amenazas. La congregación prometió ape-
drearlos (Núm. 14:10).
c. Así Dios sentenció a toda aquella generación a una condenación apro-
piada para su pecado. No entrarían en Canaán y morirían en el desierto,
excepto Caleb y Josué.
d. El distinguió al leal Caleb con una mención especial: “Pero a mi siervo
Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le
meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”
(Núm. 14:24).
I. Algunos imaginaban que podría ser esta la gran apoteosis de su vida,
pero no había llegado el momento.
e. Llevó tiempo para que los israelitas aprendieran a seguir al Señor. Él los
educó llevándolos por el desierto, lejos de las distracciones.
D. Llegó el momento apoteótico
DAVID
Introducción:
Kit Carson era un gran cazador.
- “Nuestras reservas de comida casi se acabaron” –anunció Kit al grupo de
amigos reunidos alrededor de la fogata, cerca del río Piedra Amarilla. – Los
dejaré haciendo las trampas mientras yo voy a cazar para nuestra cena.
- No les tiraré a ustedes, fieras. – Dijo Kit corriendo para el árbol más
próximo. Largando el rifle, subió al árbol, dejando caer su zapato.
Hoy vamos a hablar sobre David. El era de tamaño pequeño, pero grande
en su coraje. Tenía buena puntería como Kit, pero tenía más coraje que él,
porque cuando se encontró con un oso no corrió. Lo enfrentó. Cuando
encontró un gigante, no huyó, sino que luchó. Era alguien que ponía su
esperanza en la victoria.
I. Conociendo a David.
4. Pero, ¿quién sería esa persona? ¿Dónde estaría? Dios indicó al profeta
Samuel que el nuevo rey sería uno de los hijos de Isaí. Entonces Samuel
fue a la casa de Isaí. Cuando llegó siete hijos de Isaí estaban esperando.
Uno por uno los jóvenes fueron pasando frente al profeta. Dios no eligió a
ninguno de ellos. Sin embargo, todavía faltaba uno: David. Samuel mandó
llamar al pequeño David que estaba apacentando las ovejas, y cual no fue la
sorpresa del anciano profeta: David debería ser el elegido. Samuel pensó:
debe haber algún error, los otros son mucho más bonitos, fuertes y de
más edad que David. Pero Dios le mostró una gran lección. “Y Jehová
respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura,
porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el
corazón” 1 Samuel 16:7.
5. David no fue elegido por ser alto o por ser bajo. O por ser blanco o ne-
gro. Por tener ojos azules, o grises. No. Fue elegido porque su corazón era
de Jesús. A Dios no le importa si las personas son feas o bonitas. Además
de amarte de la manera que eres, Dios valoriza otras cosas. El no valoriza
lo que tú tienes exteriormente, sino lo que tienes en tu interior. Todos
podemos agradar a Dios. Todos podemos desarrollar las características
que Dios busca en una persona.
1. Este era David. Un joven según el corazón de Dios. El hizo muchas co-
sas buenas durante su vida, pero entre los muchos hechos maravillosos de
David, ¿cuál es el hecho más famoso? (espere que alguien responda). Así
es, el encuentro con un hombre llamado Goliat. ¿Saben cómo sucedió? Sus
hermanos estaban participando en una guerra contra los filisteos. Como
David era muy joven, no fue a la guerra, pero un día su padre lo mandó al
campamento para llevar comida a sus hermanos y ver cómo estaban.
2. Mientras conversaba con sus hermanos, un grito rompió el silencio del
lugar. Era un hombre gigantesco, llamado Goliat. Un hombre de tres me-
tros de altura, con una ropa de bronce que pesaba sesenta kilos y una
lanza que pesaba once kilos. Gritaba insultos contra el pueblo y contra
Dios. Era un verdadero tanque de guerra (para ilustrar el tamaño de Goliat
el predicador puede buscar en Internet la foto del hombre más grande del
mundo y mostrarla a la congregación).
3. Esto ya estaba sucediendo hacía 40 días. Todos los días Goliat gritaba
insultos y pedía que un representante del pueblo de Israel lo enfrentase.
Esta era una de las formas de guerrear en el pasado. Un representante
de cada lado, y la batalla se decidía en esa lucha entre dos hombres. Du-
rante cuarenta días esperaba que alguien lo enfrentara y ningún guerrero
tenía coraje. Todos preferían quedar escuchando las blasfemias antes que
46 | Ellos fueron la Generación Esperanza… ¿Y tú?
enfrentar a Goliat.
4. La motivación de David de ir contra Goliat fue defender el nombre de
Dios y de su pueblo. 1 Samuel 17:26.
a. Su objetivo no fue mostrar que tenía buena puntería.
b. Su objetivo no fue conseguir honra o dinero.
c. Su objetivo fue defender el nombre de Dios, aún delante de una situ-
ación tan hostil como la que estaba viviendo. ¿Será que todavía tenemos
jóvenes como David, dispuestos a defender a su Dios y a su fe aún ante
situaciones complicadas? ¿A defender su fe en la facultad, en el trabajo o
delante de los amigos? Muchas veces lo más fácil es esconderse. Dejar que
las cosas acontezcan es la opción que generalmente se elije. Es más fácil...
pero, ¿es lo correcto? Dios busca jóvenes y señoritas con el “espíritu” de
David. ¿Puede contar contigo?
d. Cuente la historia de algún joven de la iglesia que fue fiel en la facultad
o en el trabajo enfrentando una situación difícil.
5. David se ofreció para enfrentar a Goliat. Ya que nadie va, yo voy, dijo
David. Sus hermanos comenzaron a decirle que él solo quería figurar. El
rey Saúl se rió, pero en su corazón David pensaba: “¿qué gigante? El único
gigante en mi vida es Dios. Ese de ahí es un enano. Di Dios está a nuestro
lado, nosotros somos gigantes. David entonces le contó a Saúl cómo Dios
fue fiel en el pasado cuando él mató un oso y un león. “Jehová, que me ha
librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará
de la mano de este filisteo”. 1 Samuel 17:37.
a. Cuando surjan los problemas de la vida, mira hacia atrás y recuerda
cómo Dios ha dirigido tu vida. La reflexión sobre el pasado te dará fuerzas
para enfrentar el presente y el futuro. Cuando vio a Goliat, la memoria de
David se refrescó. Mientras todos temían David recordaba cómo el Señor
había hecho milagros en favor de su pueblo y en favor de él mismo. Tenía
bien nítido en su recuerdo la fuerza que Dios le había dado para luchar
contra el león y atacar a un oso. ¿Acaso no haría lo mismo ahora?
47 | Ellos fueron la Generación Esperanza… ¿Y tú?
Una buena memoria hace héroes, una pésima memoria hace cobardes.
Debemos fijar los ojos en las victorias de Dios.
Conclusión:
1. La victoria de David fue la victoria del pueblo de Israel. Dios tuvo que
usar a un joven para mostrar a los adultos de la nación de Israel que él
es Dios de dioses y todopoderoso. El pueblo de Israel estaba perdido en
medio del miedo y la desesperación de la derrota, pero David trajo la es-
peranza de la liberación y la esperanza de días mejores para el pueblo.
ESTER
A. Flor de mirto
• Llamada flor de la paz o flor de esperanza
• Tiene aroma tan suave, un encanto tan especial que hace cualquier en-
cuentro simplemente inolvidable.
D. ¿Sueño o realidad?
C. Cuántas veces hemos cambiado las cosas de Dios por cosas ba-
nales y pasajeras, como los productos de belleza que Ester usaba, cos-
méticos y adornos que ganaron lugar en la sociedad moderna, y hasta a
veces, dentro de la iglesia.
Esaú cambió la bendición de la primogenitura por una comida apetitosa.
A veces cambiamos las bendiciones de Dios, por una copa de cerveza, un
sitio en Internet, un juego electrónico ilícito, una amistad colorida, una
55 | Ellos fueron la Generación Esperanza… ¿Y tú?
película indebida, una música satánica, un lugar inapropiado para un cris-
tiano.
“En esta época del mundo, cuando, mediante múltiples instrumentos, Sa-
tanás procura cegar los ojos de hombres y mujeres para que no vean lo
que exige la ley de dios, se necesitan hombres que harán temblar a muchos
ante “el mandamiento de nuestro Dios” (White, PR, p. 459).
Ester fue literalmente la esperanza para su nación. Ella fue la persona a-
decuada en el lugar y momento apropiados. Mardoqueo dijo: ¿Y quién
sabe si para esta hora has llegado al reino? (Ester 4:4).
“Se necesitan hombres poderosos en las Escrituras: hombres que con cada
palabra y acción exalten los estatutos de Jehová; hombres que procuren
fortalecer la fe” (ibíd.).
Fuimos elegidos para ser la “ESPERANZA PARA UN MUNDO EN CRI-
SIS” en este tiempo de gracia.
¡Y quién sabe si tú no viniste al mundo en el momento exacto!