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El arreglo de la fuente utilizada en el experimento sigue una distribución estadística de Poisson, lo

que indica luz en un estado coherente. Se trata, además, de una fuente cuántica, donde la
probabilidad de encontrar un fotón es poissoniana. En una fuente así, las fluctuaciones de energía
están correlacionadas, de forma que la detección de fotones no es una serie de eventos
independientes.

Por otro lado, el otro experimento mide la función de correlación de segundo orden normalizada
entre los fotones de los dos brazos del divisor de haz. Cuando el tiempo de integración (que en
nuestro caso es del orden de ns) es suficientemente corto, sólo un fotón es detectado, lo que nos
permite conocer la naturaleza de la fuente. Con dos detectores se encontró una función de
correlación de $g^{(2)} _{2D}(0)=1.29679\pm0.37455$ que indica una fuente coherente. Esta
función de correlación tiene un análogo clásico a la luz coherente.

Entonces, de cierta forma los estados coherentes cuánticos son un análogo a la luz clásica coherente donde
la luz emitida es constante a lo largo del tiempo y la coherencia se refiere a una correlación entre dos puntos
espaciales. En la concepción de la luz clásica, sin embargo, la probabilidad de detectar un fotón aumenta
conforme la ventana de detección se cierra, por lo que se tiene una función de correlación de segundo grado
mayor a 1.

El número de fotones detectados tiene un análogo clásico a la intensidad de la luz detectada y los
coeficientes de transmisión y reflexión, pero en el caso cuántico se trata de la norma al cuadrado de
los estados R y T. En el segundo caso, sin embargo, se tiene una correlación de los fotones de salida
gracias a que el divisor de haz convierte el estado incidente en una superposición lineal de estados
cuánticos. Introducir el tercer detector testigo permite distinguir una salida cuántica debido a la
correlación entre los fotones incidentes. Como consecuencia se tiene que, si se detecta un fotón en
un brazo, no se detecta uno en el otro.

Estas superposiciones sólo pueden ocurrir en mecánica cuántica. La correlación de estados


desaparece solo cuando un brazo está en el estado vacío $\ket{o}$, el $\ket{1}$ o una
superposición de los dos. Al introducir el detector testigo, la función de correlación para tres
detectores con un valor medido de $g^{(2)} _{3D}(0)=0.04323\pm0.05051$ permite concluir que
la fuente es cuántica.

Finalmente se observa que debido al tiempo muerto del detector después de una medición, se utiliza un
detector para cada observación.

A pesar de que su interpretación sigue a discusión, como se puede ver de este reporte, no se puede
discutir que sus conclusiones son exitosas en su concordancia con muchas las mediciones
experimentales.

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