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debe descontar del importe total de la factura de compra de algunos servicios profesionales,
nóminas de trabajadores y otras operaciones concretas que la normativa fiscal exige.
El pagador es el obligado a aplicar la retención, para ello le deja de pagar al prestador del
servicio un porcentaje del importe total de los servicios que figura en la factura o en la
nómina. Esta retención debe ser luego ingresada por el pagador a la Agencia Tributaria, al
final de cada trimestre natural en nombre del profesional al que se le descontó.
El efecto final de la retención es neutro, tanto para el pagador que la aplica como para el
que la soporta:
El primer paso para aplicar una retención es documentarla. Debe figurar en el documento
correspondiente:
Esto supone que, excepto en el caso de las nóminas y de los recibos de liquidación de
dividendos y préstamos, que son hechas por el propio pagador, en el resto de casos el
documento donde se refleja y calcula la retención lo emite el propio cobrador.
De esta forma, si el cliente recibe una factura de un proveedor con una retención mal
calculada o sin incluir retención cuando debería llevarla, el responsable ante la
administración tributaria es el que recibe la factura y no quien la ha emitido.
Por ello, y para evitar problemas, o que luego Hacienda exija al receptor de la factura
los importes no ingresados por un error del vendedor, cuando se recibe una factura de este
tipo hay que comprobar siempre:
Cálculo de la retención
El importe de la retención se calcula aplicando el porcentaje de retención que corresponde
a cada tipo de operación sobre el importe bruto total de la nómina o de la factura. En el caso
de las facturas se aplica sobre el importe antes de aplicar el IVA correspondiente. Sólo en el
caso de las facturas de agricultores en módulos la retención se aplica sobre el total de la
factura incluyendo el IVA.
Desde aquí puedes ver todos los porcentajes de retenciones para 2015 y 2016.
Las retenciones practicadas deben ser ingresadas al final de cada trimestre natural en el
que se han practicado.
Modelo 111:
o Retenciones de trabajo (trabajadores y administradores).
o Retenciones a profesionales.
o Retenciones de actividades económicas.
Modelo 115:
o Retenciones de alquileres urbanos.
Modelo 123:
o Retenciones de dividendos y préstamos.
Al final del último trimestre, junto con la declaración trimestral, se debe presentar también
un resumen anual de cada tipo de retención aplicada, detallando en este momento el
importe total del ejercicio de las retenciones aplicadas a cada persona física o sociedad, que
se debe identificar en ese momento.
Este es el certificado que reciben los trabajadores y profesionales todos los años para que
les sirva para elaborar su declaración de la renta.
Todos los casos de retenciones están recogidos en el cuadro resumen de la Agencia
Tributaria.