Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Apuntes
Apuntes
Pedro Alegrı́a
pedro.alegria@ehu.es
Departamento de Matemáticas
Universidad del Paı́s Vasco
Bilbao - España
Apuntes elaborados especialmente para mis alumnos del curso de Maestrı́a en Matemáticas
de la Universidad Nacional de Asunción (Paraguay), en agosto de 2007.
Índice general
1. Integral de Lebesgue en R 7
1.1. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
1.1.1. Deficiencias de la integral de Riemann . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.1.2. Nueva forma de contar rectángulos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
1.2. Conceptos previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
1.3. Tres principios de Littlewood . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
1.3.1. Todo conjunto medible es casi unión finita de intervalos . . . . . . . . 12
1.3.2. Toda función medible es casi continua . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.3.3. Toda sucesión convergente de funciones medibles es casi uniformemente
convergente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.4. Integral de Lebesgue . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.4.1. Definiciones y primeros resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.4.2. Teoremas de convergencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
1.4.3. El espacio L1 de funciones integrables . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
1.4.4. Convergencia en medida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.5. Derivación e integración de funciones medibles . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.5.1. Diferenciación de funciones monótonas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
1.5.2. Funciones de variación acotada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1.5.3. Derivación de una integral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
1.5.4. Continuidad absoluta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
1.5.5. Funciones convexas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
1.6. Cálculo integral de funciones integrables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.6.1. Fórmulas de integración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
1.6.2. Integrales dependientes de un parámetro . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
1.7. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
3
4 ÍNDICE GENERAL
3. Espacios Lp 97
3.1. Espacios normados. Definición y ejemplos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
3.3. Espacios Lp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
3.4. Propiedades de los espacios normados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
3.5. Funcionales lineales acotados en Lp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
3.5.1. Teorema de representación de Riesz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
3.5.2. Espacio dual . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
3.6. Ejercicios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
5
Capı́tulo 1
Integral de Lebesgue en R
Lo que el análisis te da con una mano te lo quita con la otra. Retrocedo con pánico
frente a esta lamentable plaga de funciones continuas que no tienen derivada.
C. Hermite
1.1. Motivación
n
X
S= f (tk )(xk − xk−1 ),
k=1
7
8 1.1. Motivación
El nuevo concepto de integral que desarrollamos en este curso tratará de solventar las defi-
ciencias que presentaba la integral de Riemann y que se hicieron patentes a partir de 1890.
Básicamente, deseamos que la integral de Lebesgue resuelva alguna de las limitaciones que
enumeramos a continuación.
Ejemplo 1.
Si definimos la sucesión fn : [0, 1] → R por
(
2n si 1/2n ≤ x ≤ 1/2n−1
fn (x) =
0 en el resto,
Z 1 Z 1
entonces 1 = lı́m fn (x) dx 6= lı́m fn (x) dx = 0.
0 0
Ejemplo 2.
Si definimos la sucesión fn : [0, 1] → R por
(
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
fn (x) =
0 en el resto,
donde rn es el n-ésimo número racional en [0, 1], entonces fn son integrables Riemann (porque
tienen una cantidad finita de puntos de discontinuidad) pero lı́m fn (x), la función de Dirichlet,
no es integrable Riemann (es discontinua en todo [0, 1]).
Este ejemplo pone de manifiesto que los teoremas de la convergencia monótona y convergencia
dominada (ver sección 1.4.2) no son ciertos para la integral de Riemann.
Los Geómetras del siglo XVII consideraban la integral de f (x) - el término inte-
gral no se habı́a inventado aún, pero esto no tiene ninguna importancia - como la
suma de una infinidad de indivisibles cada uno de ellos siendo la ordenada, positiva
o negativa, de f (x). Y bien, nosotros simplemente hemos agrupado los indivisi-
bles de tamaño comparable; hemos hecho, como se dice en álgebra, la reunión, la
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 9
reducción de los términos semejantes. Se puede decir que, con el método de Rie-
mann, se intentaba sumar los indivisibles tomándolos en el orden suministrado
por la variación de x, se procedı́a como lo harı́a un comerciante desorganizado que
contara monedas y billetes según fueran cayendo estos en sus manos; en cambio
nosotros procedemos como el comerciante metódico que dice:
Tengo m(E1 ) monedas de 1 corona lo que hace 1 × m(E1 ), tengo m(E2 ) monedas
de 2 coronas lo que hace 2×m(E2 ), tengo m(E3 ) monedas de 5 coronas lo que hace
5 × m(E3 ), etc. Ası́ tengo en total: S = 1 × m(E1 ) + 2 × m(E2 ) + 5 × m(E3 ) + . . . .
Ambos procedimientos conducirán al comerciante, sin ninguna duda, al mismo
resultado ya que, por muy rico que sea, no hay más que un número finito de
billetes que contar; pero para nosotros que tenemos que sumar una infinidad de
indivisibles, la diferencia entre los dos métodos es capital.
“Sobre el desarrollo de la noción de integral”
H. Lebesgue, conferencia en Copenhague 1926.
Ası́, el nacimiento de medida puede ser atribuı́do a Émile Borel. Antes de que, en 1904,
Lebesgue publicara sus trabajos, Émile Borel publicó en 1898 el libro “Leçons sur la théorie
des fonctions”, donde investigaba sobre ciertos conjuntos del intervalo [0, 1]. Pretendı́a asig-
nar medidas a subconjuntos más generales que los subintervalos, especialmente a aquellos
engendrados mediante uniones numerables o paso al complementario de intervalos. De forma
paralela pedı́a que estos subconjuntos cumplieran la propiedad de que la medida de la unión
de cualquier familia finita o numerable de tales conjuntos disjuntos dos a dos es igual a la
suma de sus medidas; y por otra parte, todos los subintervalos tienen como medida su longi-
tud. Como podemos observar, esta definición de Borel es la definición de premedida, nombre
que más adelante asignarı́a Lebesgue. Borel no probó la existencia y unicidad de dicha defini-
ción. Afirma que “el lema fundamental demostrado [...] nos asegura que estas definiciones
nunca serán contradictorias entre sı́”, y anotó en el pie de página de ese mismo libro que “He
omitido toda demostración ya que la redacción me pareció tener que ser larga y fastidiosa
[...]”. Por otra parte, Borel no hace absolutamente ninguna referencia o insinuación sobre una
posible conexión entre su concepto de medida y la teorı́a de integración. Aunque Borel no fue
capaz de probar dicho resultado, gracias a las aportaciones de Lebesgue el resultado de Borel
queda incluido en la construcción de la integral de Lebesgue. Más adelante, a esos conjuntos
a los que se referı́a Borel, Lebesgue los llamó borelianos por deferencia a su amigo.
Proposición 1.2.1. Dada cualquier colección de conjuntos C, existe la mı́nima σ-álgebra que
contiene a C.
Demostración.
T Llamamos F a la familia de todas las σ-álgebras que contienen a C y definimos
A = {B : B ∈ F }. Por definición, C ⊂ B, para todo B ∈ F, de modo que C ⊂ A. Además A
es una σ-álgebra (por serlo B, para todo B ∈ F).
Por último, si B es una σ-álgebra que contiene a C, entonces B ⊃ A.
Demostración. Definimos
B1 = A1
Bn = An \ (A1 ∪ . . . An−1 ) = An ∩ Ac1 ∩ . . . Acn−1 .
S S
Es evidente que Bn ∈ A y que Bn ⊂ An para todo n. Por tanto, Bi ⊂ Ai .
Además, si suponemos m < n,
Bm ∩ Bn ⊂ Am ∩ Bn = Am ∩ An ∩ Ac1 ∩ · · · ∩ Acn−1 = ∅.
S
Por último, si x ∈ AiS , supongamos que n0 es el menor valor de i ∈ N tal que x ∈ Ai .
Ası́ pues, x ∈ Bn0 y x ∈ Bi .
Teorema 1.3.1. Todo conjunto abierto A ⊂ R se puede escribir de forma única como unión
numerable de intervalos abiertos disjuntos.
Demostración. Caso 1. Dado el intervalo [a, b], para cualquier ε > 0, [a, b] ⊂ (a − ε, b + ε).
Entonces m∗ ([a, b]) ≤ b − a + 2ε, de modo que m∗ ([a, b]) ≤ b − a.
Falta ver que m∗ ([a, b]) ≥ b − a lo cualP
equivale a probar que, si (In )n∈N es una sucesión de
intervalos que cubren a [a, b], entonces n∈N m(In ) ≥ b − a.
Por la compacidad de [a, b], podemos aplicar el teorema de Heine-Borel. Ası́ pues, basta
N
X
probar que m(In ) ≥ b − a, donde {I1 , . . . , IN } es un cubrimiento finito de [a, b].
n=1
Podemos suponer que a ∈ I1 = (a1 , b1 ). Si b1 ≤ b, como b1 ∈ [a, b], debe existir I2 = (a2 , b2 )
tal que b1 ∈ I2 .
Siguiendo este proceso, obtenemos una familia (a1 , b1 ), . . . , (ak , bk ) contenida en (Ii )N
i=1 tal
que ai < bi−1 < bi (i = 2, . . . , k).
Como el conjunto (Ii )N
i=1 cubre al intervalo [a, b], necesariamente b ∈ (ak , bk ). Entonces
N
X k
X
m(In ) ≥ m(ai , bi ) = bk − ak + bk−1 − ak−1 + · · · + b1 − a1 > bk − a1 > b − a
n=1 i=1
C0 = [0, 1].
C0
0 1
C1 1 2
0 1
3 3
C2
0 1 2 1 2 7 8 1
9 9 3 3 9 9
Con este procedimiento, obtenemos una sucesión (Ck )k≥0 de conjuntos cerrados tales que
Ck+1 ⊂ Ck (k ≥ 0).
T
Por definición, el conjunto de Cantor es C = k≥0 Ck .
Sus propiedades más importantes son las siguientes:
Es compacto.
Basta observar que es cerrado y está contenido en [0, 1].
Es perfecto (todo punto de C es de acumulación).
Cada Ck es unión de 2k intervalos cerrados disjuntos cuyos extremos están en C (pues
un extremo de cualquier intervalo de Ck es extremo de algún intervalo de Ck+1 . Ası́ pues,
si x ∈ C, para cualquier k ∈ N, x ∈ Ck . Por tanto x está contenido en alguno de los
2k intervalos de longitud 3−k . Basta elegir xk 6= x como uno de los extremos de dicho
intervalo para que |x − xk | ≤ 3−k .
Es denso en ninguna parte (int C = ∅).
Esto es consecuencia de que m∗ (C) = 0 pues, si existe (a, b) ⊂ C, entonces b − a ≤
m∗ (C) = 0.
Es totalmente disconexo (∀x, y ∈ C, x < y, ∃z ∈ (x, y) con z 6∈ C).
Se deduce de la propia construcción.
Es no numerable.
En primer lugar, establecemos la biyección entre el conjunto de sucesiones de ceros y
unos quitando aquellas sucesiones que tienen todos los términos iguales Pa uno a partir
xk
de un cierto elemento, y el conjunto [0, 1), definida por (xk )k∈N 7→ x = k∈N 2k (lo que
equivale a escribir x mediante su representación binaria). A continuación establecemos la
biyección
P que a cada
P sucesión anterior le asigna el punto de C \ {1} mediante (xk )k∈N 7→
2xk yk
y = k∈N 3k = k∈N 3k . De este modo 0, y1 y2 . . . es la representación ternaria de y,
la cual corresponde a un punto de C si y sólo si yk = 0 ó yk = 2.
Tiene medida exterior cero.
Por construcción, C ⊂ Ck , donde Ck es unión disjunta de 2k intervalos cerrados, de
longitud 3−k . Por tanto, m∗ (C) ≤ (2/3)k , ∀k, con lo que m∗ (C) = 0.
Proposición 1.3.3. Si (An )n∈N es una sucesión de conjuntos en R, entonces
[ X
m∗ ( An ) ≤ m∗ (An ).
n∈N n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 15
X
Ası́, m∗ (A) ≤ m(xk − εk , xk + εk ) < ε.
k∈N
b) Por el apartado a), dado n ∈TN, existe An un abierto tal que m∗ (E) + 1/n ≥ m∗ (An ),
con E ⊂ An . Si llamamos G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y m∗ (G) ≤ m∗ (An ) ≤
m∗ (E) + 1/n. Además m∗ (E) ≤ m∗ (G).
c) Si E ⊂ A, m∗ (E) ≤ m∗ (A), de donde m∗ (E) ≤ ı́nf m∗ (A).
Por otro lado, según el apartado a), m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Entonces ı́nf m∗ (A) ≤ m∗ (E).
Además elegimos la sucesión para que la longitud de cada intervalo sea menor que δ. De
este modo, cada intervalo sólo puede cortar a uno de los conjuntos E1 ó E2 . Simbólicamente,
podemos escribir [ [
E1 ⊂ Ij , E2 ⊂ Ij ,
j∈J1 j∈J2
donde J1 ∩ J2 = ∅. Entonces
X X X
m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ) ≤ m(Ij ) + m(Ij ) ≤ m(Ij ) ≤ m∗ (E) + ε.
j∈J1 j∈J2 j∈N
Se puede probar también que, si E = n∈N In , con In intervalos disjuntos, entonces m∗ (E) =
S
X
m(In ). A pesar de ello, no podemos concluir que, si E = E1 ∪ E2 , con E1 ∩ E2 = ∅,
n∈N
entonces m∗ (E) = m∗ (E1 ) + m∗ (E2 ). Hará falta que dichos conjuntos sean medibles.
m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ).
m∗ (A) ≥ m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (A ∩ E c ) + m∗ (A ∩ E).
Demostración. Hay que demostrar, en primer lugar, que, si E1 y E2 son medibles, entonces
E1 ∪ E2 es medible.
Por una parte, m∗ (A ∩ E1c ) = m∗ (A ∩ E1c ∩ E2 ) + m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ).
Por otra parte, m∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) ≤ m∗ (A ∩ E1 ) + m∗ (A ∩ E2 ∩ E1c ). Por tanto,
Para que M sea un álgebra de conjuntos, falta probar que, si A es medible, entonces Ac es
medible, pero esto es consecuencia de la propia definición.
resulta
n
[ n−1
[ Xn
∗ ∗ ∗
m A∩( Ei ) = m (A ∩ En ) + m A ∩ ( Ei ) = m∗ (A ∩ Ei ).
i=1 i=1 i=1
de modo que
n
X
∗
m (A) ≥ m∗ (A ∩ Ei ) + m∗ (A ∩ E c ).
i=1
Ası́ pues,
X X
m∗ (A1 ) + m∗ (A2 ) ≤ (m∗ (In,1 ) + m∗ (In,2 )) ≤ m(In ) ≤ m∗ (A) + ε.
n∈N n∈N
Proposición 1.3.13. Todo conjunto de Borel es medible. En particular todos los conjuntos
abiertos y cerrados son medibles.
Observación. No todos los conjuntos medibles son de Borel (una demostración constructiva
puede verse en [AB]).
Definición. Dado un conjunto medible E, se define la medida de Lebesgue de E como
m(E) = m∗ (E). De este modo, m es la restricción de m∗ a la familia M.
Proposición 1.3.14. Si (En )n∈N es una sucesión de conjuntos medibles, entonces
[ X
m( En ) ≤ m(En ).
n∈N n∈N
Si Ei ∩ Ej = ∅, para i 6= j, entonces
[ X
m( En ) = m(En ).
n∈N n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 19
Por último, si (Ei )i∈N es una sucesión infinita de conjuntos medibles disjuntos, entonces
[ [n
Ei ⊃ Ei , de modo que
i∈N i=1
[ n
[ n
X
m( Ei ) ≥ m( Ei ) = m(Ei ).
i∈N i=1 i=1
Proposición 1.3.15. Si (Ei )i∈N es una sucesión de conjuntos medibles y Ek ⊂ Ek+1 , para
todo k ∈ N, entonces [
m( Ei ) = lı́m m(En ).
n→∞
i∈N
Proposición 1.3.16. Si (En )n∈N es una sucesión infinita de conjuntos medibles, tal que
Ek+1 ⊂ Ek , para todo k, y m(E1 ) es finita, entonces
\
m( Ei ) = lı́m m(En ).
n→∞
i∈N
T
Demostración. Llamamos E = i∈N Eiy Fi = Ei \ Ei+1 . Entonces
[
E1 \ E = Fi ,
i∈N
Ahora bien,
Ası́ pues,
X n
X
m(E1 ) − m(E) = [m(Ei ) − m(Ei+1 )] = lı́m [m(Ei ) − m(Ei+1 )]
n→∞
i∈N i=1
= lı́m[m(E1 ) − m(En )] = m(E1 ) − lı́m m(En ).
Observemos que el resultado puede ser falso si m(E1 ) = ∞. Basta considerar los conjuntos
En = (n, ∞).
Veremos a continuación lo establecido por el primer principio de Littlewood, que todo con-
junto medible es casi unión finita de intervalos.
a) E es medible.
f ) Dado ε > 0, existe U unión finita de intervalos abiertos tal que m∗ (U ∆E) < ε.
Demostración. a) =⇒ b): Si m(E) < ∞, por el lema 1.3.6, dado ε > 0, existe un abierto A
tal que E ⊂ A y m∗ (A) ≤ m∗ (E) + ε. Como E es medible,
m∗ (A) = m∗ (A ∩ E) + m∗ (A ∩ E c ) = m∗ (E) + m∗ (A \ E)
=⇒ m∗ (A \ E) = m∗ (A) − m∗ (E) ≤ ε.
Si m(E) = ∞, sea En = E ∩ {x : n − 1 ≤ |x| < n}. Dado ε > 0, como m(En ) < ∞,Spara cada
n existe un abierto An ⊃ En tal que m∗ (An \ En ) < ε/2n . Ahora el conjunto A = n∈N An es
X
abierto y E ⊂ A. Como A \ E ⊂ n∈N (An \ En ), entonces m∗ (A \ E) ≤ m∗ (An \ En ) < ε.
S
n∈N
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 21
∗
T d): Para cada n ∈ N, existe An abierto, con E ⊂ An , tal que m (An \ E) < 1/n. Si
b) =⇒
G = n∈N An , entonces G ∈ Gδ , E ⊂ G y
Por tanto, m∗ (G \ E) = 0.
d) =⇒ a): Si m∗ (G\E) = 0, entonces G\E es medible. Como G es medible y E = (G\E)c ∩G,
entonces E es medible.
a) =⇒ c): Como E c es medible, existe A abierto tal que E c ⊂ A y m∗ (A \ E c ) < ε. Entonces
Ac es cerrado y Ac ⊂ E. Además
m∗ (E \ Ac ) = m∗ (E ∩ A) < ε.
∗
S e): Para cada n ∈ N, existe Fn cerrado, con E ⊃ Fn , tal que m (E \ Fn ) < 1/n. Si
c) =⇒
F = n∈N Fn , entonces F ∈ Fσ , F ⊂ E y
m∗ (E \ F ) ≤ m∗ (E \ Fn ) < 1/n, ∀n ∈ N.
Por tanto, m∗ (E \ F ) = 0.
e) =⇒ a): Como m∗ (E \ F ) = 0, entonces E \ F es medible. Escribiendo E = (E \ F ) ∪ F ,
deducimos que E es medible.
a) =⇒ f): Sea (Ij )j∈N una sucesión de intervalos abiertos tal que E ⊂ j∈N Ij y m∗ (E)+ε/2 ≥
S
P
j∈N m(Ij ).
Como m∗ (E) < ∞, la serie es convergente y existe n0 ∈ N tal que ∞
P
j=n0 +1 m(Ij ) < ε/2.
Sn0
Si llamamos U = j=1 Ij , entonces
[ ∞
[
m∗ (U ∆E) = m∗ (U \ E) + m∗ (E \ U ) ≤ m∗ ( Ij \ E) + m∗ ( Ij )
j∈N j=n0 +1
X ∞
X
∗
≤ m(Ij ) − m (E) + m(Ij ) < ε.
j∈N j=n0 +1
Corolario 1.3.18. Todo conjunto medible con medida positiva contiene un conjunto cerrado
con medida positiva.
Una vez establecida la noción de conjunto medible, vamos a utilizarla para definir las funciones
medibles. En primer lugar, estableceremos algunas propiedades equivalentes.
Proposición 1.3.20. Sea f : R → R una función cuyo dominio D es medible. Son equiva-
lentes:
i) ∀α ∈ R : {x : f (x) > α} es medible.
ii) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≥ α} es medible.
iii) ∀α ∈ R : {x : f (x) < α} es medible.
iv) ∀α ∈ R : {x : f (x) ≤ α} es medible.
Todas estas proposiciones implican
v) ∀α ∈ R : {x : f (x) = α} es medible.
Observación. En el caso de que la función sólo tome valores reales, las propiedades ante-
riores son equivalentes a que la imagen inversa de cualquier abierto sea medible y a que la
imagen inversa de cualquier cerrado sea medible.
A = {A ⊂ R : f −1 (A) es medible}.
24 1.3. Tres principios de Littlewood
entonces (a, b) ∈ A.
Por tanto, A contiene todos los conjuntos abiertos, con lo que contiene también a todos los
conjuntos de Borel.
El recı́proco es trivial.
Demostración. a) Dado α ∈ R, sea x ∈ D tal que f (x) + g(x) < α. Entonces f (x) < α − g(x)
y, como consecuencia de la propiedad arquimediana de los números reales, existe r ∈ Q tal
que f (x) < r < α − g(x). Por tanto,
[
{x : f (x) + g(x) < α} = {x : f (x) < r} ∩ {x : g(x) < α − r}.
r∈Q
y, si α < 0, entonces
{x : f 2 (x) > α} = D.
En ambos casos, se deduce que f 2 es medible.
Como f · g = 12 (f + g)2 − (f 2 + g 2 ) , entonces f · g es medible.
Teorema 1.3.23. Para cada n ∈ N, sea fn : D → R medible. Entonces supn∈N fn , ı́nf n∈N fn ,
lı́m sup fn y lı́m inf fn son medibles.
de modo que g es medible (análogamente con el ı́nfimo pues ı́nf fn = − sup(−fn )).
Como lı́m sup fn = ı́nf k∈N supn≥k fn , entonces es una función medible (análogamente con el
lı́mite inferior).
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 25
Corolario 1.3.24. Si (fn )n∈N es una sucesión de funciones medibles y f (x) = lı́m fn (x),
entonces f es medible.
Ejemplo. Para probar ( que la función de Dirichlet f = χQ es medible en [0, 1], consideramos
1 si x ∈ {r1 , . . . , rn }
la sucesión fn (x) = donde {r1 , . . . , rn , . . . } es una ordenación de los
0 en el resto,
racionales en [0, 1]. Es fácil comprobar que cada fn es medible (basta determinar el conjunto
{x : fn (x) > r} en los casos r ≥ 1, 0 ≤ r < 1 y r < 0). Como lı́m fn (x) = f (x), ∀x ∈ [0, 1],
entonces f es medible.
Definición. Decimos que una propiedad se cumple en casi todo punto (o casi seguramente,
abreviadamente c.s.) cuando el conjunto donde no es cierta tiene medida cero.
En particular se dice que f = g c.s. cuando ambas funciones tienen el mismo dominio y
m({x : f (x) 6= g(x)}) = 0. Del mismo modo, decimos que fn → f c.s. cuando existe un
conjunto E de medida cero tal que fn (x) → g(x), para todo x 6∈ E.
Proposición 1.3.25. Si f es medible y f = g c.s., entonces g es medible.
Demostración. Sean A = {x : f (x) > α} y B = {x : g(x) > α}. Por hipótesis, A es medible
y m(A \ B) = m(B \ A) = 0. Entonces
B = (B \ A) ∪ (B ∩ A) = (B \ A) ∪ (A \ (A \ B))
es medible.
Los ejemplos básicos de funciones medibles son las funciones escalonadas y las funciones sim-
ples: las primeras son los elementos básicos en la teorı́a de integración de Riemann mientras
las segundas lo serán en la teorı́a de integración de Lebesgue.
Definición. Se llama función escalonada a una función que se puede escribir como combi-
nación lineal de funciones caracterı́sticas de intervalos en R. Ası́, si f es escalonada, existen
constantes {a1 , . . . , , aN } e intervalos {I1 , . . . , IN } tales que
N
X
f (x) = ai χIi (x).
i=1
Veamos que las funciones medibles pueden aproximarse por funciones simples.
Proposición 1.3.26. Sea f : D → R.
a) Existe una sucesión de funciones simples que converge puntualmente a f .
b) Si f es acotada, se puede elegir la sucesión para que converja uniformemente a f .
Definimos n
n·2
X i−1
ϕn (x) = · χEni + n · χEnc , n ≥ 1,
2n
i=1
Observación. También es posible aproximar una función medible por una sucesión de fun-
ciones escalonadas. En este caso, sin embargo, la convergencia sólo será en casi todo punto. El
caso particular de las funciones continuas en un intervalo cerrado sı́ permite la convergencia
uniforme mediante funciones escalonadas como veremos a continuación.
Si f es continua en [a, b], entonces es uniformemente continua. Por tanto, para cada m ∈ N,
existe δ > 0 tal que, ∀x, y ∈ [a, b],
Definimos gm (x) = ni=1 f (ai−1 ) · χ[ai−1 ,ai ) (x), ∀x ∈ [a, b), gm (b) = f (b). Entonces (gm ) es
P
una sucesión de funciones escalonadas que converge uniformemente a f .
Esquema de la prueba.
Paso 1. Sea f : [a, b] → R una función medible tal que {x : f (x) = ±∞} tiene medida cero.
Entonces, dado ε > 0, existe M ∈ R tal que |f | ≤ M excepto en un conjunto de medida
menor que ε/3.
Paso 2. SeaPf : [a, b] → R una función medible. Dados ε > 0 y M ∈ R, existe una función
simple ϕ = ni=1 αi χAi , con Ai = {x : ϕ(x) = αi }, tal que |f (x) − ϕ(x)| < ε excepto donde
|f (x)| ≥ M .
Si m ≤ f ≤ M , podemos elegir ϕ de modo que m ≤ ϕ ≤ M .
Paso 3. Dada una función simple ϕ en [a, b], existe una función escalonada g en [a, b] tal que
ϕ(x) = g(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3 (usar la proposición 1.3.17).
Si m ≤ ϕ ≤ M , podemos elegir g de modo que m ≤ g ≤ M .
Paso 4. Dada una función escalonada g en [a, b], existe una función continua h tal que
g(x) = h(x), excepto en un conjunto de medida menor que ε/3.
Si m ≤ g ≤ M , podemos elegir h de modo que m ≤ h ≤ M .
Demostración. Sin pérdida de generalidad, podemos suponer que fn (x) → f (x) para todo
x ∈ E. Esto asegura que la función f es medible.
Sea Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε} y, para cada N ∈ N, llamamos
∞
[
EN = Gn = {x ∈ E : |fn (x) − f (x)| ≥ ε, para algún n ≥ N }.
n=N
28 1.4. Integral de Lebesgue
Ası́, EN +1 ⊂ ENTy, si x ∈ E, existe n0 tal que x 6∈ En0 (debido a que fn (x) → f (x)). Esto
quiere decir que N ∈N EN = ∅, de donde lı́m m(EN ) = 0 (por la proposición 1.3.16).
De este modo, dado δ > 0, existe N tal que m(EN ) < δ, o bien
Definición. Si ϕ es una función simple que se anula fuera de un conjunto de medida finita,
se define su integral de Lebesgue como
Z Z n
X
ϕ= ϕ(x) dx = ai · m(Ai )
i=1
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 29
n
X
si ϕ = ai · χAi es la representación canónica de ϕ.
i=1
Si E es un conjunto medible, definimos
Z Z
ϕ= ϕ · χE .
E
Demostración. Llamamos [
Ea = {x : ϕ(x) = a} = Ei .
ai =a
X
Entonces los conjuntos Ea son disjuntos y a · m(Ea ) = ai · m(Ei ) por la aditividad de m.
P ai =a
Además, ϕ = a a · χEa , de donde
Z X X
ϕ= a · m(Ea ) = ai · m(Ei ).
de modo que
N
X
aϕ + bψ = (a · ak + b · bk ) · χEk .
k=1
Z Z Z
Por el lema anterior, (aϕ + bψ) = a ϕ+b ψ.
N
X N
X
d) Si ϕ(x) = ak ·χEk (x) es la representación canónica de ϕ, entonces |ϕ(x)| = |ak |·χEk .
k=1 k=1
Por tanto,
Z N
X N Z
X
ϕ = ak · m(Ek ) ≤ |ak | · m(Ek ) = |ϕ|.
k=1 k=1
El siguiente paso del proceso consiste en definir la integral para funciones acotadas. Para ello,
necesitaremos el siguiente resultado previo.
Proposición 1.4.3. Sea f : E → R acotada con m(E) finita. Son equivalentes:
Z Z
a) ı́nf ψ = sup ϕ, para todas las funciones simples ϕ, ψ.
f ≤ψ E f ≥ϕ E
b) f es medible.
Por tanto,
Z Z n
M X M
0 ≤ ı́nf ψ − sup ϕ≤ m(Ek ) = m(E).
ψ≥f E ϕ≤f E n n
k=−n
Z Z
Como n es arbitrario, ı́nf ψ = sup ϕ.
ψ≥f E ϕ≤f E
Z Z
Recı́procamente, supongamos que ı́nf ψ = sup ϕ. Dado n ∈ N, existen ϕn y ψn tales
ψ≥f E ϕ≤f E
Z Z
que ϕn (x) ≤ f (x) ≤ ψn (x) y ψn − ϕn < 1/n.
Entonces las funciones ψ ∗ = ı́nf ψn y ϕ∗ = sup ϕn son medibles y ϕ∗ (x) ≤ f (x) ≤ ψ ∗ (x).
Por otra parte, el conjunto ∆ = {x : ϕ∗ (x) < ψ ∗ (x)} es unión de los conjuntos ∆ν = {x :
ϕ∗ (x) < ψ ∗ (x) − 1/ν}. Como ∆ν ⊂ {x : ϕn (x) < ψn (x) − 1/ν} y la medida de este último
conjunto es menor que ν/n, entonces m(∆ν ) = 0.
En consecuencia, m(∆) = 0, lo que significa que ϕ∗ = ψ ∗ excepto en un conjunto de medida
cero, y ϕ∗ = f excepto en un conjunto de medida cero, con lo que f es también medible.
Proposición 1.4.4. Sea f : [a, b] → R acotada. Si f es integrable Riemann en [a, b], entonces
Z b Z Z b
es medible y R f= f (donde indicamos por R f a la integral de Riemann de f ).
a [a,b] a
Z Z Z Z
iii) Si f ≤ g, c.s., f≤ g. En consecuencia, f ≤ |f |.
E E E E
Z
iv) Si α ≤ f (x) ≤ β, α · m(E) ≤ f ≤ β · m(E).
E
Z Z Z
v) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos de medida finita, f= f+ f.
A∪B A B
Las cuestiones básicas son las siguientes: dada una sucesión (fn ) de funciones integrables
Lebesgue en [a, b], tal que fn converge puntualmente a f c.s. en [a, b], ¿es f integrable Lebesgue
en [a, b]? En caso afirmativo, ¿es cierto que el lı́mite de la integral es igual a la integral del
lı́mite? Veamos un par de ejemplos que responden negativamente a estas preguntas.
(
x−1 si 1/n ≤ x ≤ 1
1) Si, para cada n ∈ N, fn (x) = entonces fn converge puntualmente
0 en el resto,
(
x−1 si 0 < x ≤ 1
a f (x) = Sin embargo, fn es integrable Lebesgue en [0, 1], para todo n,
0 si x = 0.
pero f no lo es.
(
n si 0 < x < 1/n
2) Si gn (x) = entonces gn converge puntualmente a f (x) = 0 en [0, 1].
0 en el resto,
Z 1 Z 1
En este caso, g es integrable Lebesgue en [0, 1], pero g = 0 6= 1 = lı́m gn .
0 n→∞ 0
Los siguientes resultados proporcionan condiciones para responder afirmativamente a las
cuestiones citadas.
Teorema 1.4.6 (convergencia acotada). Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles
definidas en un conjunto E de medida finita. Supongamos queZexiste M ∈Z R tal que |fn (x)| ≤
M , para todos n y x. Si f (x) = lı́m fn (x), ∀x ∈ E, entonces f = lı́m fn .
E E
Observación. Veamos que la hipótesis m(E) < ∞ es esencial. Para ello, supongamos que
1
E = R y fn = · χ[n,∞) . Entonces |fn (x)| ≤ 1 y fn → 0 uniformemente. Sin embargo,
n
Z Z
0= f 6= lı́m fn = ∞.
R R
Corolario
Z 1.4.7. Si f ≥ 0 es acotada y definida en un conjunto E de medida finita y
f = 0, entonces f = 0 c.s.
Z h es una función medible acotada tal que m({x : h(x) 6= 0}) es finita. En el caso de
donde
que f < ∞, diremos que f es integrable Lebesgue sobre E.
E
Ejemplos.
(
|x|−α si |x| ≤ 1,
1) La función fα (x) = es integrable si y sólo si 0 ≤ α < 1.
0 si |x| > 1,
1
2) La función gα (x) = es integrable si y sólo si α > 1.
1 + |x|α
Proposición 1.4.8. Si f, g son funciones medibles no negativas,
Z Z
i) c·f =c f , c > 0.
E E
Z Z Z
ii) (f + g) = f+ g.
E E E
Z Z
iii) Si f ≤ g c.s., f≤ g.
E E
Z Z Z
iv) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos de medida finita, f= f+ f.
A∪B A B
Z Z Z
v) Si g es integrable y 0 ≤ f ≤ g, entonces f es integrable y (g − f ) = g− f.
E E E
vi) Si f es integrable, entonces f (x) < ∞ c.s.
Z
vii) Si f = 0, entonces f = 0 c.s.
de donde Z Z Z
f+ g≥ (f + g).
E E E
Z Z Z
Para probar v), aplicamos ii) para concluir que g = (g − f ) + f. Como el lado
E E E
izquierdo es finito, también lo será el lado derecho, con lo que f es integrable.
Veamos ahora el apartado vi). Sean Ek = {x : f (x) ≥ k} y E∞ = {x : f (x) = ∞}. Entonces
Z Z
f ≥ χEk · f ≥ k · m(Ek ).
Por tanto, lı́mk→∞ m(Ek ) = 0. Como (Ek )k∈N es una sucesión decreciente que converge a
E∞ , entonces m(E∞ ) = 0.
Veamos
Z a continuación
Z un importante resultado que no permite asegurar en general que
lı́m fn = lı́m fn . De hecho, si consideramos la sucesión
(
n si 0 < x < 1/n,
fn (x) =
0 en el resto,
Z
entonces lı́m fn (x) = 0, pero fn = 1 para todo n.
Demostración. Podemos suponer que la convergencia es en todo punto, pues las integrales
sobre conjuntos de medida cero son nulas.
Sea h una función medible acotada tal que h ≤ f y h(x) = 0 cuando x 6∈ E 0 , con m(E 0 ) < ∞.
Definimos hn (x) = mı́n{h(x), fn (x)}. Entonces hn es medible y acotada (con la misma cota
que h) y h(x) = 0, ∀x 6∈ E 0 . Veamos que, además, hn (x) → h(x), ∀x ∈ E 0 :
Dado ε > 0, como h ≤ f , existe n0 ∈ N tal que h(x) − ε < fn (x), ∀n ≥ n0 . Ası́,
Observaciones.
Teorema 1.4.10 (convergencia monótona). Sean (fn ) una sucesión creciente de fun-
ciones medibles no negativas y f = lı́m fn . Entonces
Z Z
f = lı́m fn .
Z Z
Demostración. Por el lema de Fatou, sabemos que f ≤ lı́m inf fn . Pero como fn ≤ f ,
Z Z Z Z Z Z
entonces fn ≤ f , de donde lı́m sup fn ≤ f . En definitiva, f = lı́m fn .
Corolario 1.4.11 (teorema de Beppo Levi). Sea (un ) una sucesión de funciones medibles
Z ∞ Z
P∞ X
no negativas y f = n=1 un . Entonces f= un .
n=1
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 37
Proposición 1.4.12.
S Sea f ≥ 0 y (Ei )i∈N una sucesión de conjuntos medibles disjuntos dos
a dos. Si E = i∈N Ei , entonces Z XZ
f= f.
E i∈N Ei
P
Demostración. Llamamos ui = f · χEi . Entonces f · χE = i∈N ui , de modo que basta aplicar
el corolario anterior.
(
|x|−2 si x 6= 0
Ejemplo. Consideramos la función f (x) = Veamos que f es integrable
0 si x = 0.
en cualquier conjunto {x : |x| ≥ ε}.
∞
X 1
Definimos Ak = {x : 2k ·ε < |x| ≤ 2k+1 ·ε} y g(x) = ak (x), donde ak (x) = k ·χAk (x).
(2 · ε)2
Z Z k=0
Proposición Z1.4.13. Sea f una función no negativa integrable sobre E. Dado ε > 0, existe
δ > 0 tal que f < ε, ∀A ⊂ E con m(A) < δ.
A
Z
Corolario 1.4.14. La función F (t) = f es uniformemente convergente en R.
(−∞,t]
Por otra parte, teniendo en cuenta el apartado vi) de la proposición 1.4.8, dos funciones
integrables no negativas f y g sólo toman el valor +∞ en un conjunto de medida nula, de
modo que está definida f − g en casi todo punto.
Proposición 1.4.16. Sean f y g integrables sobre E. Entonces
Z Z
i) c · f es integrable sobre E y c·f =c f.
E E
Z Z Z
ii) f + g es integrable sobre E y (f + g) = f+ g.
E E E
Z Z
iii) Si f ≤ g c.s., f≤ g.
E E
Z Z Z
iv) Si A y B son conjuntos medibles disjuntos contenidos en E, f= f+ f.
A∪B A B
Como |f | ≤ g, f es integrable y
Z Z Z Z
g− f≤ g − lı́m sup fn ,
E E E E
Z Z
de donde f ≥ lı́m sup fn .
E E
Z Z
Análogamente, con g + fn llegamos a f ≤ lı́m inf fn .
E E
Este resultado puede generalizarse debido a que la demostración no necesita condiciones tan
fuertes. En concreto, el siguiente resultado también es válido.
Teorema 1.4.18. Sea (gn )n∈N una sucesión de funciones integrables que converge c.s. a una
Z medibles tal que |fn | ≤ gn y fn
función integrable g.ZSea (fn )n∈ZN una sucesiónZde funciones
converge a f c.s. Si g = lı́m gn , entonces f = lı́m fn .
Demostración. Supongamos, para simplificar la notación, que fn (x) ≥ 0, para todo n. En-
tonces, como (g − fn )+ ≤ g, por el teorema de la convergencia dominada,
Z Z
lı́m (g − fn )+ = (g − f )+ .
Observación. El lema de Fatou tiene las hipótesis Z más débiles,Z fn acotadas inferiormente
por cero, de modo que la conclusión es más débil: f ≤ lı́m inf f .
La construcción dada en las secciones anteriores nos permite concluir que la familia de fun-
ciones integrables en un conjunto medible E es un espacio vectorial. Por otra parte, si iden-
tificamos las funciones que son iguales en casi todo punto, obtenemos el espacio L1 (E) de las
clases de equivalencia de funciones integrables en E. También es fácil comprobar que se trata
de un espacio normado1 si definimos la norma
Z
kf k = kf k1 = |f |.
E
Como una aplicación directa de los teoremas de convergencia demostraremos que dicho espa-
cio es completo, es decir que toda sucesión de Cauchy de funciones en L1 (E) es convergente.
Para ello, sea (fn )n∈N ⊂ L1 (E) una sucesión de Cauchy. Entonces, dado cualquier k ∈ N,
existe nk tal que
kfnk+1 − fnk k ≤ 2−k .
Definimos ahora
∞
X ∞
X
f (x) = fn1 (x) + (fnk+1 (x) − fnk (x)) y g(x) = |fn1 (x)| + |fnk+1 (x) − fnk (x)|.
k=1 k=1
Proposición 1.4.19. Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles que converge en medida
a f . Entonces existe una subsucesión (fnk )k∈N que converge a f c.s.
¿Bajo qué condiciones existe la derivada de una función f (al menos c.s.) y cuándo
Z b
f 0 (x) dx = f (b) − f (a)?
a
Veremos que la primera igualdad es cierta sólo para una cierta clase de funciones (por ejemplo,
2
la función f (x) = x2 · sen(x · e1/x ), si x 6= 0, y f (0) = 0, es derivable pero f 0 no es integrable
en un entorno que contiene al cero) pero la segunda será cierta en casi todo punto. Para el
desarrollo de este tema serán fundamentales las nociones de variación acotada y continuidad
absoluta de funciones.
Lema 1.5.1 (Vitali). Sea E un conjunto con m∗ (E) < ∞ e I una familia de intervalos que
cubre a E en el sentido de Vitali. Entonces, dado ε > 0, existe {I1 , . . . , IN } ⊂ I disjuntos dos
[N
∗
a dos, tal que m (E \ In ) < ε. En consecuencia, existe una sucesión (In )n∈N de intervalos
n=1
∞
[
disjuntos en I tal que m∗ (E \ In ) = 0.
n=1
Demostración. Basta probar el lema para el caso en que cada I ∈ I es cerrado (si no, se
puede sustituir cada intervalo por su clausura ya que el conjunto de puntos extremos de
{I1 , . . . , IN } tiene medida cero).
Sea A un conjunto abierto de medida finita tal que E ⊂ A. Podemos suponer también que
cada I ∈ I está contenido en A.
Sea I1 ∈ I arbitrario. Una vez elegidos I1 , . . . , In intervalos de I disjuntos, si E ⊂ ni=1 Ii , el
S
teorema está demostrado. Si no, llamamos
n
[
In = {I ∈ I : I ∩ Ii = ∅}
i=1
y kn = sup{m(I) : I ∈ In }.
Como ni=1 Ii es cerrado, In 6= ∅, con lo que kn > 0. Además, como I ⊂ A, kn ≤ m(A) < ∞.
S
Mientras que no sea E ⊂ ni=1 Ii , existe In+1 ∈ In tal que m(In+1 ) > kn /2.
S
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 43
Continuando este proceso, se define una sucesión (In )n∈N de intervalos disjuntos en I. Co-
∞
X
S
mo n∈N In ⊂ A, entonces m(In ) ≤ m(A) < ∞. Existe entonces N ∈ N tal que
n=1
∞
X
m(In ) < ε/5.
n=N +1
N
[
Llamamos F = E \ In . Dado cualquier x ∈ F , existe I ∈ I tal que x ∈ I e I ∩ In = ∅
n=1
(n = 1, . . . , N ).
Si I ∩ Ii = ∅, i ≤ n, entonces m(I) ≤ kn < 2m(In+1 ). Como lı́m m(In ) = 0 (por ser el término
general de una serie convergente), debe existir n ∈ N tal que I ∩ In 6= ∅. Sea n0 el menor
entero tal que I ∩ In 6= ∅. Entonces n0 > N y m(I) ≤ kn0 −1 ≤ 2m(In0 ). Como x ∈ I, la
distancia de x al punto medio de In0 es menor o igual que m(I) + 21 m(In0 ) ≤ 52 m(In0 ), de
modo que x está en el intervalo Jn0 que tiene el mismo punto medio que In0 y cinco veces su
longitud.
Con eso probamos que F ⊂ ∞
S
n=N +1 Jn , de donde
∞
X ∞
X
m∗ (F ) ≤ m(Jn ) = 5 m(In ) < ε,
n=N +1 n=N +1
Observación. El lema de Vitali suele expresarse de la siguiente manera: dado ε > 0, existe
n
X
una colección finita {I1 , . . . , In } de intervalos disjuntos de I tal que m(Ii ) > m∗ (E) − ε.
i=1
Sn
Para comprobarlo, llamamos F = i=1 Ii , el cual es medible, y observamos que
n
X
m∗ (E) = m∗ (E ∩ F ) + m∗ (E \ F ) ≤ m(F ) + m∗ (E \ F ) < m(Ii ) + ε.
i=1
Definición. Dada una función f , se definen sus derivadas (llamadas también números de
Dini) como
f (x + h) − f (x) f (x) − f (x − h)
D+ f (x) = lı́m sup , D− f (x) = lı́m sup ,
h→0+ h h→0+ h
f (x + h) − f (x) f (x) − f (x − h)
D+ f (x) = lı́m inf , D− f (x) = lı́m inf .
h→0 + h h→0 + h
Es evidente que D+ f (x) ≥ D+ f (x) y D− f (x) ≥ D− f (x). También es sencillo probar que al
menos una de las derivadas es infinita si f no es continua en x.
Si D+ f (x) = D+ f (x) = D− f (x) = D− f (x) 6= ±∞, decimos que f es diferenciable en x y
su valor común se denota por f 0 (x).
Teorema 1.5.2. Sea f : [a, b] → R creciente. Entonces f es diferenciable en casi todo punto.
Su derivada f 0 es integrable y
Z b
f 0 (x) dx ≤ f (b) − f (a).
a
Demostración. Veremos que los conjuntos donde dos de las derivadas son distintas tienen
medida cero. Consideraremos sólo el caso en que D+ f (x) > D− f (x) pues el resto de combi-
naciones se maneja de forma similar.
Sea E la unión de los conjuntos
Bastará probar que m∗ (Eu,v ) = 0. Si llamamos s = m∗ (Eu,v ), dado ε > 0, existe un abierto
A tal que Eu,v ⊂ A y m(A) < s + ε.
Para cada x ∈ Eu,v , existe un intervalo [x − h, x] ⊂ A tal que f (x) − f (x − h) < v · h.
Por el lema de Vitali, podemos encontrar una familia finita {I1 , . . . , IN } de tales intervalos
cuyos interiores cubren un subconjunto F de Eu,v cuya medida exterior es mayor que s − ε.
Entonces
XN N
X
[f (xn ) − f (xn − hn )] < v · hn < v · m(A) < v · (s + ε).
n=1 n=1
Cada Ji está contenido en algún In , de modo que, sumando sobre aquellos i para los que
Ji ⊂ In , resulta X
[f (yi + ki ) − f (yi )] ≤ f (xn ) − f (xn − hn )
pues f es creciente. Ası́
N
X M
X
[f (xn ) − f (xn − hn )] ≥ [f (yi + ki ) − f (yi )]
n=1 i=1
Esto prueba que g es integrable y, por tanto, finita c.s. En definitiva, f es diferenciable c.s. y
g = f 0 c.s.
Observaciones.
1. Veamos con un ejemplo que la desigualdad no puede mejorarse en el caso de las funciones
continuas. Recordamos que el conjunto de Cantor C ⊂ [0, 1] se define como intersección
de cierta sucesión (Ck ), donde Ck es unión de 2k intervalos cerrados.
0
si x = 0,
Definimos f1 (x) = 1/2 si 1/3 ≤ x ≤ 2/3, y lineal y continua en [0, 1]. De forma
1 si x = 1,
similar definimos,
0 si x = 0,
1/4 si 1/9 ≤ x ≤ 2/9,
f2 (x) = 1/2 si 1/3 ≤ x ≤ 2/3,
3/4 si 7/9 ≤ x ≤ 8/9,
1 si x = 1,
3
4
1
2
1
4
1 2 1 2 7 8 1
9 9 3 3 9 9
Es fácil probar que |fn+1 (x) − fn (x)| ≤ 2−n−1 . Por tanto, dicha sucesión converge
uniformemente a una función continua y creciente, llamada función de Cantor-
Lebesgue. Además, f (C) = [0, 1]. Como f es constante en cada intervalo del com-
plementario del conjunto de Cantor y m(C) = 0, entonces f 0 (x) = 0 c.s. aunque
f (1) − f (0) = 1.
Posteriormente veremos que la igualdad se alcanza en el caso de funciones absolutamente
continuas.
2. El resultado anterior también es válido si la función es decreciente. Durante mucho
tiempo se pensaba que la continuidad era condición suficiente para la diferenciabilidad
en casi todo punto. Sin embargo, Karl Weierstrass encontró en 1872 un ejemplo, el cual
fue publicado por su alumno Emil du Bois-Reymond en 1875, de una función continua
en todo punto y diferenciable en ninguno. Dicha función está definida por
∞
X
f (x) = an cos(bn πx), a ∈ R, 0 < a < 1, b entero impar, ab > 1 + 3π/2.
n=0
Actualmente se reconoce que la mayorı́a de las funciones continuas no son derivables
en ningún punto. Mostramos a continuación el ejemplo obtenido por Bartel van der
Waerden en 1930, considerado uno de los más elementales.
∞
X {10n x}
Definimos la función f (x) = , donde {t} representa la distancia de t al entero
10n
n=0
más próximo.
0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0.5 1
{10n x} 1 1 1X
Como 0 ≤ ≤ · n y la serie 10−n es convergente, la serie que define f
10n 2 10 2
converge uniformemente en R (por el criterio de comparación). Como todos los términos
de la serie son funciones continuas, f es continua en R.
Teniendo en cuenta que f es 1-periódica, basta probar que f no es derivable en el
intervalo [0, 1). Para ello, consideramos la expresión decimal de x, x = 0.a1 a2 . . . , donde
convenimos en que la sucesión no termina en una cantidad infinita de nueves. Ası́,
(
0.an+1 an+2 . . . si 0.an+1 an+2 · · · ≤ 1/2,
{10n x} =
1 − 0.an+1 an+2 . . . si 0.an+1 an+2 . . . > 1/2.
(
−10−m si am es igual a 4 ó 9,
Llamamos hm = Entonces x+hm = 0.a1 a2 . . . a0m . . . ,
10−m en el resto.
(
0 am − 1 si am es igual a 4 ó 9,
donde am =
am + 1 en el resto.
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 47
donde P = {t0 , t1 , . . . , tk } recorre el conjunto de particiones del intervalo [a, b]. Cuando L < ∞
se dice que la curva es rectificable. Esta condición es el punto de partida para definir las fun-
ciones de variación acotada.
k
X
y t=n+p= |f (xi ) − f (xi−1 )|. Ası́, f (b) − f (a) = p − n.
i=1
Llamamos P = sup p, N = sup n y T = sup t, sobre todas las particiones de [a, b]. Es evidente
que P ≤ T ≤ P + N.
Los números P = Pab , N = Nab y T = Tab reciben el nombre de variación positiva, negativa
y total de f en [a, b], respectivamente. Si T < ∞, decimos que f es de variación acotada
en [a, b] y escribimos f ∈ VA[a, b].
De la definición se deduce que la suma y el producto de funciones de variación acotada es de
variación acotada. Es fácil verificar que toda función de variación acotada es acotada (basta
elegir x ∈ [a, b] tal que f (x) > n y calcular la variación de f con respecto a la partición
{a, x, b}) pero el recı́proco es falso, como se comprueba con el siguiente ejemplo:
La función f (x) = χQ es acotada en [0, 1]. Para ver que no es de variación acotada, para cada
n ∈ N, sea an un número irracional en el intervalo (1/(n + 1), 1/n). Entonces, fijado N ∈ N,
N
X N
X
|f (1/n) − f (an )| = 1 = N,
n=1 n=1
48 1.5. Derivación e integración de funciones medibles
2. Todas las funciones diferenciables con derivada acotada son de variación acotada.
En efecto, si f es diferenciable en [a, b] y |f 0 (x)| ≤ M , por el teorema del valor medio,
|f (x) − f (y)| ≤ M |x − y|, de donde
k
X k
X
|f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ M |xi − xi−1 | = M (b − a).
i=1 i=1
(
xα sen(x−β ) si 0 < x ≤ 1,
3. Sea f (x) =
0 si x = 0.
Entonces f es de variación acotada en [0, 1] si y sólo si α > β.
Es evidente que la suma de dos funciones crecientes es creciente y, por tanto, derivable en casi
todo punto. Sin embargo, la resta de dos funciones crecientes no necesariamente es creciente.
Veremos a continuación (después de un lema previo) que las funciones de variación acotada
se caracterizan precisamente por ser resta de dos funciones crecientes.
Lema 1.5.3. Si f es de variación acotada en [a, b], entonces Tab = Pab + Nab y f (b) − f (a) =
Pab − Nab .
Demostración. Sea f ∈ VA[a, b] y llamamos g(x) = Pax , h(x) = Nax . Entonces g y h son
funciones crecientes con valores reales pues
Corolario 1.5.5. Si f ∈ VA[a, b], existe f 0 (x) en casi todo x ∈ [a, b].
Como A es unión disjunta de una familia numerable {(an , bn )}n∈N de intervalos abiertos,
Z X Z bn Z bn
por la proposición 1.4.8, f = f . Por tanto, para algún n, f 6= 0 con lo que
A n∈N an an
Z an Z bn
f 6= 0 ó f 6= 0.
a a
En cualquier caso, vemosZ x que, si f es positiva en un conjunto de medida positiva, para algún
x ∈ [a, b] se tiene que f 6= 0.
a
Análogamente se prueba que f no puede ser negativa en un conjunto de medida positiva,
ası́ que debe ser nula.
Z x
Lema 1.5.8. Si f es acotada y medible en [a, b] y F (x) = f (t) dt + F (a), entonces
a
F 0 (x) = f (x) para casi todo x ∈ [a, b].
Demostración. Por el lema 1.5.6, F ∈ VA[a, b] de modo que existe F 0 (x) en casi todo x ∈ [a, b].
Sea |f | ≤ K.
Z x+1/n
Si llamamos fn (x) = n F (x + 1/n) − F (x) , entonces fn (x) = n f (t) dt, de donde
x
|fn | ≤ K.
Como fn (x) → F 0 (x) c.s., por el teorema de la convergencia acotada 1.4.6, tenemos
Z c Z c Z c
F 0 (x) dx = lı́m fn (x) dx = lı́m n [F (x + 1/n) − F (x)] dx
a n→∞ a n→∞ a
" Z #
c+1/n Z a+1/n Z c
= lı́m n F (x) dx − n F (x) dx = F (c) − F (a) = f (x) dx
n→∞ c a a
Z c
pues F es continua. Por tanto, [F 0 (x) − f (x)] dx = 0, ∀c ∈ [a, b] de donde F 0 (x) = f (x)
a
c.s. por el lema anterior.
Z x
Teorema 1.5.9. Sea f integrable en [a, b] y supongamos que F (x) = F (a) + f (t) dt.
a
Entonces F 0 (x) = f (x) c.s. en [a, b].
Ya hemos comprobado (corolario 1.5.5 y teorema 1.5.2) que, si f es una función R x de variación
acotada en [a, b], entonces f 0 existe y es integrable en [a, b]. Incluso, si g(x) = a f 0 , entonces
g 0 (x) = f 0 (x) en casi todo punto x ∈ [a, b] (teorema 1.5.9). Sabemos también que, si f ∈
C (1) ([a, b]), entonces g(x) = f (x) − f (a). Esta igualdad no siempre es cierta como se muestra
en las observaciones posteriores al teorema 1.5.2. En esta sección queremos obtener esta
relación entre f y g bajo condiciones más generales.
Definición. Una función f : [a, b] → R es absolutamente continua en [a, b] cuando
n
X
∀ε > 0, ∃δ > 0 : |f (x0i ) − f (xi )| < ε
i=1
n
X
para toda colección finita {(xi , x0i )}ni=1 de intervalos disjuntos con |x0i − xi | < δ.
i=1
Es evidente que toda función absolutamente continua es uniformemente continua, pero el
recı́proco no es cierto. Para comprobarlo, consideramos la función f (x) = x sen(π/x), si x 6= 0,
y f (0) = 0, la cual es uniformemente continua en [0, 1]. Para ver que no es absolutamente
continua, sean n ∈ N y δ > 0 arbitrarios,P y definimos an = 2/(4n+1) y bn = 2/(4n) y elegimos
M, N ∈ N tales que M < N , 1/M < δ y N n=M an > 1. Ası́, la familia {(an , bn ) : M ≤ n ≤ N }
PN
de intervalos disjuntos en [0, 1] verifica n=M (bn − an ) < δ pero
N
X N
X
|f (bn ) − f (an )| = an > 1.
n=M n=M
Sea M un entero positivo tal que M δ > b − a. Dada cualquier partición P de [a, b], sea P 0
el refinamiento de P que consiste en añadir los puntos a + i(b −h a)/M (i = 1, . . . , M − 1). i
(k−1)(b−a) k(b−a)
Entonces P 0 = M
S
k=1 Pk , donde P k es una partición del intervalo a + M , a + M .
verifica que Pk |x0i − xi | < δ. Por tanto,
P
Por
P la definición de M , en cada partición Pk se P
0 0
Pk |f (xi )−f (xi )| < 1. Ası́ pues, a lo largo de P , P |f (xi )−f (xi )| < M y, en consecuencia,
f es de variación acotada.
Definición. Una función f : [a, b] → R se dice que es singular cuando f 0 = 0 c.s. en [a, b].
En cálculo elemental se prueba que, si f 0 (x) = 0, ∀x ∈ [a, b], entonces f es constante. Sin
embargo, no toda función singular es constante (como por ejemplo la función de Cantor-
Lebesgue). El siguiente resultado proporciona condiciones suficientes para que una función
singular sea constante.
Lema 1.5.12. Si f es absolutamente continua en [a, b] y f 0 (x) = 0 c.s., entonces f es
constante.
Teorema 1.5.13. Una función es una integral indefinida si y sólo si es absolutamente con-
tinua.
Terminamos este capı́tulo estudiando las funciones convexas, las cuales constituyen un ejem-
plo sencillo de funciones absolutamente continuas.
Definición. Una función ϕ : (a, b) → R es convexa si
Geométricamente, esto significa que todos los puntos de la cuerda que une (x, ϕ(x)) con
(y, ϕ(y)) quedan por encima de la gráfica de ϕ.
54 1.5. Derivación e integración de funciones medibles
continua. Como una función monótona sólo puede tener una cantidad numerable de discon-
tinuidades, deben ser iguales excepto en un conjunto numerable.
Definición. Dada una función ϕ convexa en (a, b), si x0 ∈ (a, b), la recta y = m(x−x0 )+ϕ(x0 )
se llama soporte en x0 si queda siempre por debajo de la gráfica de ϕ, es decir si ϕ(x) ≥
m(x − x0 ) + ϕ(x0 ).
Del lema 1.5.15 se deduce que la recta es soporte si y sólo si su pendiente está comprendida
entre las derivadas por la izquierda y por la derecha en x0 . En particular, sabemos que siempre
existe una recta soporte en cada punto.
R
Demostración. Llamamos α = f (t) dt y sea y = m(x − α) + ϕ(α) la ecuación de una recta
soporte en α. Entonces
ϕ(f (t)) ≥ m(f (t) − α) + ϕ(α).
Basta integrar ambos lados para obtener el resultado.
Proposición 1.6.1 (cambio de variables). Sean g : [c, d] → R una función derivable con
derivada acotada y f : g[c, d] → R una función continua. Si llamamos a = g(c), b = g(d),
entonces Z Z b d
f= (f ◦ g) · g 0 .
a c
56 1.6. Cálculo integral de funciones integrables
Z x Z b
Demostración. Sea F (x) = f . Entonces f = F (b) − F (a).
a a
La función G(t) = F (g(t)) es derivable en [c, d] y G0 (t) = F 0 (g(t)) · g 0 (t) = f (g(t)) · g 0 (t).
Como G0 es acotada,
Z d
f (g(t)) · g 0 (t) dt = G(d) − G(c) = F (b) − F (a).
c
Z x
Demostración. Las funciones F, G, f, g son acotadas y (F · G)(x) = F · g + G · f . Por la
a
regla de Barrow,
Z b
(F · G)(b) − (F · G)(a) = (F · g + G · f ).
a
Demostración. Definimos la sucesión fn (x) = f (x) · χ[a,a+n] (x). Entonces lı́m fn (x) = f (x),
∀x > a y |fn (x)| ≤ |f (x)|. Por el teorema de la convergencia dominada,
Z ∞ Z ∞ Z a+n Z ∞
lı́m fn = f =⇒ lı́m f= f.
n→∞ a a n→∞ a a
α
Ejemplo. Dado
Z b ( a > 0, sea f : [a, ∞) → R la función definida por f (x) = 1/x . Entonces
1 ln b − ln a si α = 1,
α
dx = 1 1−α 1−α
Ası́, f es integrable en (a, ∞) si y sólo si α > 1.
a x 1−α (b −a ) si α 6= 1.
a1−α
La integral vale .
α−1
Proposición 1.6.4 (criterio de comparación). Sean f, g : (a, ∞) → [0, ∞) funciones
f (x)
medibles y g > 0. Si f, g son integrables en (a, b), ∀b > a y existe lı́m = λ, entonces:
x→∞ g(x)
b) Si λ = 0,
f (x)
g(x) < ε ⇐⇒ |f (x)| < ε|g(x)|.
c) Si λ = ∞,
f (x)
g(x) > k ⇐⇒ |f (x)| > k|g(x)|.
x2 + 5
Ejemplo. La función f (x) = · sen x es integrable en (1, ∞).
3x4 + 7x
x2 + 5 x2 + 5 1
Basta observar que |f (x)| ≤ 4 y que lı́m / = 1/3.
3x + 7x x→∞ 3x4 + 7x x2
Z b
Observación. Si f tiene signo variable, puede existir lı́m f y no ser integrable. Por
b→∞ a
Z b
sen x
ejemplo, la función f (x) = sen x/x no es integrable en (0, ∞) pero existe lı́m dx <
b→∞ 0 x
∞.
sen x
En efecto, como lı́m = 1, entonces f es integrable en (0, b), para todo b > 0. Sin
x→0+ x
embargo,
Z nπ sen x n−1
X Z (k+1)π sen x n−1 Z (k+1)π n−1
X 1 2X 1
dx = dx ≥ | sen x| dx = .
x x (k + 1)π kπ π k+1
π k=1 kπ k=1 k=1
Z ∞
sen x
Esto implica que dx = ∞, de modo que f no es integrable en (0, ∞).
x
π
58 1.6. Cálculo integral de funciones integrables
En los siguientes resultados, supondremos que f : R × I → R es una Zfunción tal que, para
cada t ∈ I, la función f (·, t) es integrable. Esto permite definir F (t) = f (x, t) dx.
R
Teorema 1.6.5. Sea t0 punto de acumulación de I. Si existe lı́mt→t0 f (x, t) para casi todo
x ∈ R y existe un función integrable g tal que |f (x, t)| ≤ g(t), ∀t ∈ I, t 6= t0 , y para casi todo
x ∈ R, entonces Z
lı́m F (t) = lı́m f (x, t) dx.
t→t0 R t→t0
∂f
Teorema 1.6.6 (fórmula de Leibniz). Si existe (x, t), ∀t ∈ I y casi todo x ∈ R, y
∂t
∂f
existe g integrable en R tal que (x, t) ≤ g(x), ∀t ∈ I y casi todo x ∈ R, entonces F es
Z ∂t
0 ∂f
derivable en I y F (t) = (x, t) dx.
R ∂t
Por tanto, ∀x 6∈ E1 ∪ E2 ,
f (x, t) − f (x, t0 ) ∂f
= (x, s) ≤ g(x).
t − t0 ∂t
f (x, t) − f (x, t0 )
Z Z
0 ∂f
Por el teorema anterior, F (t0 ) = lı́m dx = (x, t0 ) dx.
R t→t0 t − t0 R ∂t
1.7. Ejercicios
1. Si A es un conjunto medible Lebesgue con m(A) > 0, probar que el conjunto
{x − y : x, y ∈ A} contiene un intervalo centrado en el origen.
Solución. Podemos suponer, sin pérdida de generalidad, que A ⊂ [0, 1] y A cerrado.
Veamos por qué:
Como A = ∞
S
n=−∞ (A ∩ [n, n + 1]), existe q ∈ Z tal que m(A ∩ [q, q + 1]) > 0. Entonces
m(A ∩ [q, q + 1] − q) > 0 y C = A ∩ [q, q + 1] − q ⊂ [0, 1]. Por un teorema conocido, C
contiene un subconjunto cerrado de medida positiva.
S
Hecha la suposición inicial, definimos
T U n = a∈A (a − 1/n, a + 1/n), n ∈ N. Ası́, Un es
abierto, A ⊂ Un y A = A = n∈N Un . Entonces m(A) = lı́mn→∞ m(Un ).
Sea q ∈ N tal que m(Uq ) < (3/2)m(A), y elegimos δ tal que 0 < δ < 1/q. Basta ver que
(−δ, δ) ⊂ {x − y : x, y ∈ A}.
Dado z ∈ (−δ, δ), sea B = A − z. Entonces B ⊂ Uq y m(A) = m(B), de donde
son medibles.
Solución. Basta observar que
[
{x ∈ Ω : h(x) < g(x)} = ({h(x) < r} ∩ {r < g(x)}).
r∈Q
( intervalo I = [a, b], con a < b no pertenece a A. Por tanto, la función f (x) =
El
1 si x ∈ I
no es medible. Sin embargo, |f (x)| = 1, ∀x ∈ R, de modo que |f | es
−1 si x ∈ I c ,
medible.
Basta por tanto elegir una sucesión fn (x) = x12 · χ[εn ,1] (x), donde 0 < εn < 1 y εn → 0
y aplicar el teorema de la convergencia monótona para obtener
Z Z
1 1 1
· χ[0,1] (x) dx = lı́m · χ[0,εn ] (x) dx = lı́m − 1 = ∞.
x2 x2 ε→0 ε
14. Calcular
1 1 + nx2
Z
lı́m dx.
n→∞ 0 (1 + x2 )n
1 + nx2 1 + nx2
≤ → 0.
(1 + x2 )n 1 + nx2 + n(n − 1)x4 /2
Por el teorema de la convergencia monótona, el lı́mite de la integral es cero.
x n ax
Z n
15. Calcular lı́m 1+ e dx, con a < −1.
n→∞ 0 n
x n ax
Solución. Consideramos la sucesión fn (x) = 1 + e · χ[0,n] (x) de funciones medi-
n
bles no negativas en (0, ∞).
Además fn (x) ≤ fn+1 (x), ∀x > 0, y lı́m fn (x) = e(a+1)x .
Podemos aplicar el teorema de la convergencia monótona:
Z ∞ Z ∞
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx.
n→∞ 0 0
Por tanto, Z n Z ∞
1
lı́m fn (x) dx = e(a+1)x dx = − .
n→∞ 0 0 a+1
16. Demostrar que
t n
Z n Z ∞
a) lı́m 1− ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 1 n 1
t n
Z 1 Z 1
b) lı́m 1− ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 0 n 0
64 1.7. Ejercicios
n
t
Solución. Veamos primero que la sucesión fn (t) = 1− es creciente, es decir que
n
n n+1
(n − t)n nn
t t
1− ≤ 1− ⇐⇒ ≤ .
n n+1 (n + 1 − t)n+1 (n + 1)n+1
(n − x)n
Para verlo, consideramos la función f (x) = . Teniendo en cuenta que
(n + 1 − x)n+1
nn
f (0) = , lo único que necesitamos es probar que f (x) ≤ f (0), para 0 ≤ x ≤ n,
(n + 1)n+1
es decir que f es decreciente en [0, n]. Se puede comprobar por cálculo directo que
f 0 (x) ≤ 0, si x ∈ [0, n].
Ası́ pues, 0 ≤ χ(1,n) (t) · fn (t) · ln t y, por el teorema de la convergencia monótona,
t n t n
Z n Z ∞ Z ∞
lı́m 1− ln t dt = lı́m 1 − ln t dt = e−t ln t dt.
n→∞ 1 n 1 n→∞ n 1
La segunda parte es similar. En este caso se trata de una sucesión decreciente de fun-
ciones negativas.
R
17. Sea f ≥ 0 integrable, con 0 < f = c < ∞ y sea 0 < α < ∞. Demostrar
Z ∞
si 0 < α < 1
que lı́m n · ln (1 + (f /n)α ) = c si α = 1
n→∞
0 si 1 < α < ∞.
18. Calcular
Z ∞
a) lı́m (1 + (x/n))−n · sen(x/n) dx.
n→∞ 0
Z ∞
b) lı́m n · sen(x/n) · (x(1 + x2 ))−1 dx.
n→∞ 0
Z ∞
c) lı́m n(1 + n2 x2 )−1 dx según los valores de a.
n→∞ a
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 65
b) Si x > 0,
20. Demostrar:
Z ∞ √
2n −x2 (2n)! π
a) x e dx = .
−∞ 4n · n!
Z ∞
2 √ 2
b) Si a ≥ 0, e−x cos ax dx = π · e−a /4 .
−∞
1 ∞
1
Z X
p−1 −1
c) Si p > 0, x (x − 1) ln x dx = .
0 n=0
(p + n)2
Solución. Probaremos la primera parte por inducción.
El caso n = 0 está resuelto en el ejercicio anterior.
Si suponemos la igualdad cierta para n, entonces, integrando por partes:
∞ Z ∞
x2n+1 2 ∞ x2n+1 −x2
Z
2
x2n e−x dx = · e−x + 2x · e dx
−∞ 2n + 1 −∞ −∞ 2n + 1
Z ∞
2 2
= x2(n+1) e−x dx.
2n + 1 −∞
Z ∞ √
2(n+1) −x2 (2n + 2)! π
Por tanto, x e dx = n+1 .
−∞ 4 · (n + 1)!
∞
X (−1)n (ax)2n
b) Utilizamos el desarrollo en serie cos ax = y aplicamos el apartado
(2n)!
n=0
a). Entonces,
∞ ∞
∞ X
(−1)n a2n −x2 2n
Z Z
2
e−x cos ax dx = e · x dx
−∞ −∞ n=0 (2n)!
∞ √
X (−1)n a2n (2n)! π √ 2
= · n = π · e−a /4 .
(2n)! 4 · n!
n=0
∞
1 X
c) En este caso, utilizamos el desarrollo = xn , con lo que:
1−x
n=0
Z 1 ∞ Z
X 1
p−1 −1
x (x − 1) ln x dx = − xn+p−1 · ln n dx.
0 n=0 0
Z ∞
21. Demostrar que la función Γ(y) = e−x ·xy−1 dx es de clase C (∞) en (0, ∞)
0
y verifica
i) Γ(y + 1) = y · Γ(y), y > 0.
ii) Γ(n + 1) = n!, n ≥ 0.
√
iii) Γ(1/2) = π.
∂kf
Solución. Veamos que f (x, y) = e−x · xy−1 y sus derivadas parciales = e−x ·
∂y k
xy−1 · (ln x)k están acotadas por una función integrable, para todo y ∈ (a, b), con
0 < a < b < ∞.
Si 0 < x < 1, y = xr es decreciente en r y, si x > 1, la función y = xr es creciente en r.
Por tanto, para todo y ∈ (a, b):
(
−x y−1 xa−1 si 0 < x ≤ 1
f (x, y) = e · x ≤ g(x) = −x/2
M ·e si 1 ≤ x
(pues e−x/2 · xy−1 ≤ M < ∞ cuando x ≥ 1 ya que lı́mx→∞ e−x/2 · xb−1 = 0).
Además la función g es integrable.
Al ser f (x, y) continua, también lo es Γ(y).
Análogamente, como
(
a−1 · | ln x|
= e−x · xy−1 · | ln x| ≤ h(x) = x
∂f si 0 < x ≤ 1
∂y N · e−x/2 si 1 ≤ x
Z ∞
0
(pues lı́mx→∞ e−x · xb−1 · | ln x| = 0) y h es integrable, entonces Γ (y) = e−x · xy−1 ·
0
ln x dx, con lo que Γ0 es continua.
El mismo procedimiento permite demostrar que las demás derivadas son continuas.
Las demás propiedades se demuestran por integración y utilizando los ejercicios ante-
riores.
x n −x
Z n
22. Calcular lı́m 1− e dx.
n→∞ 0 n
x n −x
Solución. Consideramos la sucesión fn (x) = 1 − e · χ[0,n] (x) de funciones medi-
n
−2x
bles en (0, ∞). Entonces lı́m fn (x) = e .
Como |fn (x)| ≤ e−x y la función g(x) = e−x es medible e integrable en (0, ∞), se puede
aplicar el teorema de la convergencia dominada. Ası́ pues,
Z n Z ∞ Z ∞ Z ∞
1
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = e−2x dx = .
n→∞ 0 n→∞ 0 0 0 2
Z ∞ 1
23. Calcular lı́m x n
dx.
n→∞ 0 1+ n
x1/n
68 1.7. Ejercicios
1
Solución. Para cada n ∈ N, la función fn (x) = x n 1/n
es positiva y continua.
1+ n x
Por tanto es medible e integrable en (0, ∞).
Queremos encontrar una función g medible e integrable en (0, ∞) tal que fn (x) ≤ g(x),
∀x > 0 y ası́ aplicar el teorema de la convergencia dominada.
Sabemos que, para todo n ≥ 2,
1 1
fn (x) = fn (x) · χ(0,1] (x) + fn (x) · χ[1,∞) (x) ≤ · χ(0,1] (x) + · χ[1,∞) (x)
x1/2 (1 + x/2)2
1 1
y la función g(x) = ·χ(0,1] (x)+ ·χ (x) es medible porque las funciones
x1/2 (1 + x/2)2 [1,∞)
1 1
g1 (x) = y g2 (x) = son continuas en (0, ∞).
x1/2 (1 + x/2)2
R1 R∞
Además, 0 g1 (x) dx = 2 y 1 g2 (x) dx = 4/3 con lo que g1 y g2 son integrables.
Por el teorema de la convergencia dominada,
Z ∞ Z ∞ Z ∞
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = e−x dx = 1.
n→∞ 0 0 n→∞ 0
n n
x
Z
24. Calcular lı́m 1− · ex dx.
n→∞ 0 2n
x n x
Solución. La sucesión fn (x) = 1 − · e · χ[0,n] (x) de funciones medibles no nega-
2n
tivas tiene lı́mite puntual lı́m fn (x) = ex/2 .
Por el lema de Fatou,
Z n Z ∞ Z ∞
lı́m inf fn (x) dx ≥ lı́m inf fn (x) dx = ex/2 dx = ∞.
0 0 0
Z n
Por tanto, lı́m fn (x) dx = ∞.
n→∞ 0
Z 1 nx sen x
25. Calcular lı́m dx, con 1 < p < 2.
n→∞ 1 + (nx)p
0
Solución. Como 0 < x < 1,
nx sen x nx 1 1
1 + (nx)p ≤ 1 + (nx)p ≤ (nx)p−1 ≤ xp−1 .
Z
1
La función g(x) = es continua y, por tanto, medible. Además, como g(x) dx <
xp−1
∞, g es integrable.
Podemos aplicar el teorema de la convergencia dominada, con lo que
Z 1 Z 1 Z 1
nx sen x nx sen x sen x
lı́m dx = lı́m dx = lı́m 1 dx = 0.
n→∞ 0 1 + (nx)p 1 + (nx) p p−1
nx + (nx)
0 n→∞ 0 n→∞
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 69
Z 1 ln(n + x)
26. Calcular lı́m · e−x cos x dx.
n→∞ 0 n
ln(n + x) −x
Solución. Si llamamos fn (x) = · e cos x, como 0 < x < 1,
n
ln(n + 1) n + 1 −x
|fn (x)| ≤ · · e ≤ 1 + 1/n ≤ 2.
n+1 n
Basta pues definir g(x) = 2, que es medible e integrable, y aplicar el teorema de la
convergencia dominada. Ası́,
Z 1 Z 1 Z 1
lı́m fn (x) dx = lı́m fn (x) dx = 0 dx = 0.
n→∞ 0 0 0
29. Dada una función f ∈ V A[a, b], se define g(x) = Tax (f ), x ∈ (a, b], g(a) = 0
(donde Tax (f ) representa la variación total de f en [a, x]). Probar:
a) g es creciente.
b) Si g es continua en x, entonces f es continua en x.
c) Si f es continua en x, entonces g es continua en x.
Solución. El apartado a) es evidente por definición de g.
b) Si x < y, 0 ≤ |f (y) − f (x)| ≤ g(y) − g(x). Por tanto, lı́my→x+ |f (y) − f (x)| = 0.
Análogamente se procede con el lı́mite por la izquierda.
c) Sean x ∈ [a, b) y ε > 0. Existe P = {x0 , x1 , . . . , xn } partición de [a, b] tal que
n
X
Tab (f ) − ε < |f (xi ) − f (xi−1 )| ≤ Tab (f ).
i=1
Supongamos que xk−1 ≤ x < xk y elegimos y ∈ [a, b] tal que x < y < xk . Llamamos
P 0 = {x0 , x1 , . . . , xk−1 , x, y, xk , . . . , xn }. Entonces
X
Tab (f ) − ε < |∆f | ≤ Tab (f ).
P0
En particular, 0 ≤ g(y) − g(x) − |f (y) − f (x)| < ε. Como lı́my→x |f (y) − f (x)| = 0,
entonces lı́my→x (g(y) − g(x)) = 0.
Rx Rb
30. Sea f integrable en [a, b]. Si F = a f , probar que Tab (F ) = a |f |.
Rb
Solución. La desigualdad Tab (F ) ≤ a |f | está probada en teorı́a.
Sea (gn ) una sucesión de funciones escalonadas en [a, b] tal que lı́m gn (x) = f (x) c.s.
1
si n · gn (x) > 1
Definimos hn (x) = −1 si n · gn (x) < −1 Entonces hn es escalonada,
n · gn (x) si − 1 ≤ n · gn (x) ≤ 1.
|hn (x)| ≤ 1 y lı́m hn (x) = 1 c.s. si f (x) > 0, y lı́m hn (x) = −1 c.s. si f (x) < 0.
Como |hn · f | ≤ |f |, lı́m hn (x) · f (x) = |f (x)| c.s.
Rb Rb
Por el teorema de la convergencia dominada, lı́m a hn · f = a |f |.
Si hn (x) = ni=1 ci · χ(xi−1 ,xi ) , donde {x0 , x1 , . . . , xn } es una partición de [a, b], entonces
P
Z b n Z
X xi n
X n
X
hn · f = hn · f = ci · (F (xi ) − F (xi−1 )) ≤ |F (xi ) − F (xi−1 )| ≤ Tab (F ).
a i=1 xi−1 i=1 i=1
Rb
Esto implica que a |f | ≤ Tab (F ).
Capı́tulo 1. Integral de Lebesgue en R 71
33. Sea f absolutamente continua en [a, b]. Probar que g(x) = Tax (f ) es absolu-
tamente continua en [a, b].
Xn
Solución. Dado ε > 0, existe δ > 0 tal que |f (x0i ) − f (xi )| < ε si {(xi , x0i )}ni=1 es una
i=1
familia de intervalos disjuntos, con ni=1 |x0i − xi | < δ.
P
72 1.7. Ejercicios
Para cada i = 1, . . . , n, sea Pi = {z0i , . . . , zri i } una partición de [xi , x0i ]. Entonces
X ri
n X n
X
|zji − i
zj−1 | = |x0i − xi | < δ.
i=1 j=1 i=1
Por tanto,
ri
n X
X
|f (zji ) − f (zj−1
i
)| < ε.
i=1 j=1
Pn x0i
Tomando
Pn supremos sobre las particiones de [xi , x0i ], resulta i=1 Txi (f ) ≤ ε de donde
0
i=1 |g(xi ) − g(xi )| ≤ ε.
Capı́tulo 2
Fue Fréchet en 1915 el primero en observar que los conjuntos medibles Lebesgue no jugaban
un papel esencial en la definición de integral. Lo importante es que la familia de dichos
conjuntos forme una σ-álgebra.
Recordamos que una σ-álgebra definida en un conjunto X es una familia Ω de subconjuntos
de X que verifica
i) ∅ ∈ Ω.
ii) A ∈ Ω =⇒ Ac ∈ Ω.
[
iii) (Ai )i∈N ⊂ Ω =⇒ Ai ∈ Ω.
i∈N
Definición. Un espacio medible es un par (X, Ω) formado por un conjunto X y una σ-
álgebra Ω de subconjuntos de X. Un subconjunto A ⊂ X es medible si A ∈ Ω.
Definición. Dado un espacio medible (X, Ω), una medida µ es una función µ : Ω → R tal
que
i) µ(A) ≥ 0, ∀A ∈ Ω.
ii) µ(∅) = 0.
[ X
iii) µ( Ai ) = µ(Ai ), si Ai ∈ Ω, Ai ∩ Aj = ∅ (i 6= j).
i∈N i∈N
Un espacio de medida es una terna (X, Ω, µ) formada por un espacio medible (X, Ω) y una
medida definida en él.
73
74 2.1. Espacios de medida
Ejemplos.
Demostración. Basta escribir B = A∪(B \A), con lo que µ(B) = µ(A)+µ(B \A) ≥ µ(A).
S P
Proposición 2.1.2. Si (Ai )i∈N ⊂ Ω, µ( i∈N Ai ) ≤ i∈N µ(Ai ).
Sn−1
Demostración. Sea En = An \ i=1 Ai . Entonces En ⊂ An y Ei ∩ Ej = ∅ (i 6= j).
S S P P
Por tanto, µ(En ) ≤ µ(An ) y µ( i∈N Ai ) = µ( i∈N Ei ) = i∈N µ(Ei ) ≤ i∈N µ(Ai ).
T
b) Llamamos A = i∈N Ai . Ası́
[
A1 = A ∪ (Ai \ Ai+1 )
i∈N
S Una medida µ es finita si µ(X) < ∞ y es σ-finita si existe (Xn )n∈N ⊂ Ω tal
Definición.
que X = n∈N Xn y µ(Xn ) < ∞, ∀n. Una medida de probabilidad es aquella que verifica
µ(X) = 1.
Por ejemplo, la medida de Lebesgue en [0, 1] es finita pero la medida de Lebesgue en R es
σ-finita. La medida de contar en un conjunto no numerable no es σ-finita.
Un conjunto A tiene medida finita si AS∈ Ω y µ(A) < ∞ y tiene medida σ-finita si existe
(An )n∈N ⊂ Ω tal que µ(An ) < ∞ y A = n∈N An .
Si µ es una medida σ-finita, todo conjunto medible tiene medida σ-finita.
Definición. Un espacio de medida (X, Ω, µ) es completo si Ω contiene todos los subconjun-
tos de conjuntos de medida cero. Por ejemplo, la medida de Lebesgue es completa pero su
restricción a la σ-álgebra de los conjuntos de Borel no es completa.
Esquema de la prueba.
Definición.
Pn Toda combinación lineal de funciones caracterı́sticas de conjuntos medibles
f (x) = i=1 ci · χEi (x) es una función simple.
Es fácil probar que las funciones simples forman un álgebra. Basta comprobar que χA + χB =
χA\B + 2χA∩B + χB\A y que χA · χB = χA∩B .
Proposición 2.2.3. Sea f ≥ 0 medible. Entonces existe una sucesión (ϕn )n∈N creciente de
funciones simples no negativas tal que f (x) = lı́mn→∞ ϕn (x), ∀x ∈ X. Si f está definida en
un espacio de medida σ-finito, podemos elegir ϕn para que se anule fuera de un conjunto de
medida finita.
Corolario 2.2.4. Si f es una función medible real, entonces es lı́mite de una sucesión de
funciones simples.
Z Z
Del mismo modo, se define f dµ = f · χE dµ si E ∈ Ω.
E
Z
iii) f (x) = 0 para casi todo x ∈ A =⇒ f dµ = 0.
A
Z
iv) µ(A) = 0 =⇒ f dµ = 0.
A
Demostración. La primera parte es evidente. Para probar ii), basta observar que f ·χA ≤ f ·χB
y aplicar i).
Z evidente porque, si ϕ es una función simple tal que 0 ≤ ϕ ≤ f , entonces
El apartado iii) es
ϕ = 0, de donde ϕ dµ = 0.
A
P
Por último, si ϕ = k∈N ck · χEk es una función simple tal que 0 ≤ ϕ ≤ f , entonces
Z X
ϕ dµ = ck · µ(Ek ∩ A) = 0
A k∈N
ya que Ek ∩ A ⊂ A y µ(A) = 0.
b) Para cualquier n ∈ N,
Z Z
µ({x : f · χE ≥ 1/n}) ≤ n f · χE dµ = n f dµ = 0.
E
Como [
{x : f · χE > 0} = {x : f · χE ≥ 1/n},
n∈N
El primero de estos conjuntos es medible por serlo f y el segundo también es medible por
estar contenido en B y por ser el espacio completo.
b) Sea B ∈ Ω con µ(B) = 0 y fk (x) → f (x), ∀x ∈ B c .
Si gk = fk · χB c , entonces gk es medible y gk → f · χB c . Entonces f · χBc es medible. Como
f · χB c = f c.s., entonces f es también medible.
Teorema 2.3.4 (lema de Fatou). Sea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles no
negativas que converge a f c.s. en E. Entonces
Z Z
f dµ ≤ lı́m inf fn dµ.
E E
Z
Si ϕ dµ = ∞, entonces existe A medible, con A ⊂ E y µ(A) = ∞, tal que ϕ > M > 0
E
en A, ∀M > 0.
\
Llamamos An = {x ∈ E : fk (x) > M }. Ası́, (An )n∈N es una sucesión creciente de
k≥n S
conjuntos medibles tal que A ⊂ n∈N An (pues ϕ ≤ lı́m fn ) y, si x ∈ A, ϕ(x) > M .
Entonces lı́m µ(An ) ≥ µ(A) = ∞.
Z Z Z Z
Como fn dµ ≥ fn dµ > M · µ(An ), entonces lı́m fn dµ = ∞ = ϕ dµ.
E An E E
Z
Si ϕ dµ < ∞, existe un conjunto medible A ⊂ E con µ(A) < ∞, tal que ϕ se anula
E
en E \ A. Si M = máx ϕ, dado ε > 0, definimos
\
An = {x ∈ A : fk (x) ≥ (1 − ε)ϕ(x)}.
k≥n
80 2.3. Integración de funciones medibles
S
Ası́ (An )n∈N es una sucesión creciente de conjuntos medibles
T tal que A ⊂ n∈N An de
modo que (A \ An )n∈N es una sucesión decreciente con n∈N (A \ An ) = ∅.
T
Como µ( n∈N A \ An ) = lı́m µ(A \ An ) = 0, existe n0 ∈ N tal que µ(A \ Ak ) < ε,
∀k ≥ n0 . Por tanto,
Z Z Z Z Z
fk dµ ≥ fk dµ ≥ (1 − ε) ϕ dµ = (1 − ε) ϕ dµ − (1 − ε) ϕ dµ
E Ak Ak E A\Ak
Z Z Z Z
≥ (1 − ε) ϕ dµ − ϕ dµ ≥ ϕ dµ − ε ϕ dµ + M ,
E A\Ak E E
Z Z Z
de donde lı́m inf fn dµ ≥ ϕ dµ − ε( ϕ dµ + M ).
E E E
Z Z
Com ε es arbitrario, lı́m inf fn dµ ≥ ϕ dµ.
E E
Teorema 2.3.5 (convergencia monótona). Sea (fn )n∈N una sucesión creciente de fun-
ciones medibles no negativas que converge c.s. a f . Entonces
Z Z
f dµ = lı́m fn dµ.
Z Z Z
Demostración. Como fn ≤ fn+1 , fn dµ ≤ fn+1 dµ. Por tanto, la sucesión fn dµ
n∈N
tiene lı́mite (finito o infinito).
Z Z Z Z
Como fn dµ ≤ f dµ, entonces lı́m sup fn dµ ≤ f dµ.
Demostración. a) Sean (ϕn )n∈N y (ψn )n∈N sucesiones crecientes de funciones simples no ne-
gativas que convergen a f y g, respectivamente. Entonces (aϕn + bψn )n∈N es una sucesión
creciente de funciones simples no negativas que converge a af + bg. Por el teorema anterior,
Z Z Z Z Z Z
(af + bg) dµ = lı́m (aϕn + bψn ) dµ = lı́m a ϕn dµ + b ψn dµ = a f dµ + b g dµ.
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 81
Z Z
b) Es evidente que f dµ ≥ 0. Si f dµ = 0, llamamos An = {x : f (x) ≥ 1/n}. Entonces
Z
1 S
f ≥ n · χAn y µ(An ) = χAn dµ = 0. Como {x : f (x) > 0} = n∈N An , entonces dicho
conjunto tiene medida cero.
Corolario 2.3.7. ZSea (fn )n∈N una sucesión de funciones medibles no negativas. Entonces
Z X X
fn dµ = fn dµ.
n∈N n∈N
S
Corolario 2.3.8. Si A = n∈N An ,
donde (An )n∈N Zes una sucesión de conjuntos medibles
XZ
disjuntos, y f ≥ 0 es una función medible, entonces f dµ = f dµ.
A n∈N An
Corolario 2.3.10. Sean E un conjunto medible y f una función real y medible. Entonces f
es integrable en E si y sólo si existe h integrable, con |f | ≤ h c.s.
Proposición 2.3.11. Sean f , g funciones reales y medibles y E un conjunto medible. En-
tonces Z Z
i) Si f, g son integrables y f ≤ g, entonces f dµ ≤ g dµ.
[
ii) Si f es integrable en un conjunto medible E, con E = Ak (unión disjunta), entonces
Z k∈N
XZ
f dµ = f dµ.
E k∈N Ak
Z
iii) Si f dµ = 0, para todo E ∈ Ω, entonces f = 0 en casi todo x ∈ X.
E
Z Z
Demostración. iii) Como f + dµ = f dµ = 0, entonces f + = 0 c.s. Análogamente
{x:f (x)≥0}
se prueba que f − = 0 c.s.
Proposición 2.4.1. Si (µn )n∈N es una sucesión de medidas en (X, Ω) que converge a una
medida µ y (fn )n∈N es una sucesión de funciones medibles que converge puntualmente a f ,
entonces Z Z
f dµ ≤ lı́m inf fn dµn .
Z Z
Demostración. Si ϕ es simple, por hipótesis ϕ dµn = lı́m ϕ dµ.
Z Z Z
Por la definición de f dµ, basta probar que ϕ dµ ≤ lı́m inf fn dµn para cualquier
función simple ϕ ≤ f .
Z
• Caso ϕ dµ < ∞.
Análogo al anterior.
Proposición 2.4.2. Si (µn )n∈N es una sucesión de medidas en (X, Ω) que converge a una
Z que |fn | ≤ |gn |, que
medida µ, y (fn )n∈N y (gn )n∈N dos sucesiones de funcionesZmedibles, tales
convergen puntualmente a f y g, respectivamente, y lı́m gn dµn = g dµ < ∞, entonces
Z Z
lı́m fn dµn = f dµ.
[ X [ X
entonces ν( Ei+ ) = ν(Ei+ ) y ν( Ei− ) = ν(Ei− ). Como los términos de estas series
i∈N i∈N i∈N i∈N
tienen signo constante y ν sólo puede tomar uno de los valores +∞ ó ! −∞, al menos una de
X X [ X
estas series converge. Ahora bien, ν(Ei+ ) + ν(Ei− ) = ν Ei = ν(Ei ), la cual
i∈N i∈N i∈N i∈N P
es convergente por hipótesis. Por tanto, ambas series son convergentes y la serie i∈N ν(Ei )
es absolutamente convergente.
Ejemplos. 1) Si (X, Ω, µ) es un espacio de medida yZf es medible con al menos uno de los
valores f + dµ ó f − dµ finito, la función ν(E) =
R R
f dµ, ∀E ∈ Ω, es una medida con
E
signo.
2) Si µ1 y µ2 son dos medidas en (X, Ω) y al menos una de ellas es finita, entonces µ1 − µ2
es una medida con signo.
Proposición 2.5.2 (continuidad monótona). Sea ν una medida con signo en un espacio
medible (X, Ω) y (An )n∈N una sucesión de conjuntos medibles.
[
a) Si (An )n∈N es creciente, entonces ν( An ) = lı́m ν(An ).
n→∞
n∈N
\
b) Si (An )n∈N es decreciente y |ν(A1 )| < ∞, entonces ν( An ) = lı́m ν(An ).
n→∞
n∈N
S
n )n∈N ⊂ Ω una sucesión de conjuntos disjuntos
Demostración. Sea (AS tal que A = n∈N An ∈
Ω. Si definimos Bn = ni=1 Ai , entonces (Bn )n∈N es creciente y n∈N Bn = A, con lo que
S
n
X n
[
µ(Ai ) = µ( Ai ) = µ(Bn ).
i=1 i=1
Capı́tulo 2. Teorı́a de la medida abstracta 85
En caso de que se verifique b), como (A\Bn )n∈N es una sucesión decreciente cuya intersección
es vacı́a, y como µ(A) = µ(A \ Bn ) + µ(Bn ), entonces
∞
X
µ(A) = lı́m µ(Bn ) = µ(Ai ).
n→∞
i=1
Lema 2.5.5. Sea E un conjunto medible con 0 < ν(E) < ∞. Entonces existe A ⊂ E conjunto
positivo tal que ν(A) > 0.
Demostración. O bien E es un conjunto positivo (con lo cual no hay nada que probar) o
contiene conjuntos de medida negativa. En este caso, sea n1 el menor entero positivo tal que
existe E1 ⊂ E medible con ν(E1 ) < −1/n1 .
Por inducción, llamamos nk al menor entero positivo para S∞el cual existe Ek medible S∞tal que
Ek ⊂ E \ k−1
S
j=1 E j y ν(E k ) < −1/n k . Si hacemos
P∞A = E \ k=1 E k , entonces E = A∪ k=1 Ek .
Como es una unión disjunta, P ν(E) = ν(A) + k=1 ν(E k ) y la serie converge absolutamente
pues ν(E) < ∞. Entonces 1/nk < ∞ y nk → ∞. Como ν(Ek ) ≤ 0 y ν(E) > 0, debe ser
ν(A) > 0.
Para ver que A es un conjunto positivo, sea ε > 0 arbitrario. Como nk → ∞, podemos elegir
k tal que nk1−1 < ε.
Como A ⊂ E \ kj=1 Ej , A no contiene subconjuntos medibles con medida menor que n−1
S
k −1
,
la cual es mayor que −ε.
86 2.5. Medidas con signo
de donde ν(E) = 0, pues 0 ≤ λ < ∞. Ası́ que B no contiene subconjuntos positivos de medida
positiva y, en consecuencia, no contiene subconjuntos de medida positiva. Entonces B es un
conjunto negativo.
La descomposición de Hahn de una medida con signo no es única. Sin embargo, se puede ver
que la descomposición es única excepto para conjuntos nulos.
Proposición 2.5.7. Sea ν una medida con signo en un espacio (X, Ω). Entonces existe un
único par de medidas ν + y ν − mutuamente singulares tales que ν = ν + − ν − .
Entonces ν(E ∩ (A1 \ A2 )) = 0 y, por simetrı́a, ν(E ∩ (A2 \ A1 )) = 0. Por tanto, ν(E ∩ A1 ) =
ν(E ∩ A1 ∩ A2 ) = ν(E ∩ A2 ).
De forma análoga se obtiene que ν(E ∩ B1 ) = ν(E ∩ B2 ).
Las medidas ν + y ν − son mutuamente singulares debido a que ν + (B) = ν(A ∩ B) = 0 y
ν − (A) = −ν(A ∩ B) = 0.
Para probar la unicidad, hay que ver que cualquier par de medidas mutuamente singulares
determina una descomposición de Hahn.
Demostración.
Z Por un lado, si f es integrable,
Z entonces es finita c.s. con lo que ν(E) =
f · χE dµ es finita. Además, ν(∅) = f dµ = 0.
X ∅
Para ver que ν es numerablemente aditiva, sea (En )n∈N una sucesión de conjuntos medibles
disjuntos dos a dos y supongamos que f ≥ 0.
[ k
[
Llamamos A = E n y Ak = En . Ası́ pues, (f · χAk )k∈N es una sucesión creciente de
n∈N n=1
funciones integrables no negativas tal que lı́mk→∞ f · χAk = f · χA . Por el teorema de la
88 2.6. Teorema de Radon-Nikodym
convergencia monótona,
Z k
X X
ν(A) = lı́m f · χAk dµ = lı́m ν(En ) = ν(En ).
k→∞ X k→∞
n=1 n∈N
El recı́proco de este resultado necesita alguna hipótesis adicional y algún resultado previo.
Lema 2.6.2. Sea D ⊂ R un conjunto numerable y supongamos que, para cada α ∈ D, existe
Bα ∈ Ω tal que Bα ⊂ Bβ si α < β. Entonces existe f : X → R medible tal que f ≤ α en Bα
y f ≥ α en X \ Bα (es decir, {x : f (x) < α} ⊂ Bα ⊂ {x : f (x) ≤ α}).
Lema 2.6.3. Sea D ⊂ R un conjunto numerable y supongamos que, para cada α ∈ D, existe
Bα ∈ Ω tal que µ(Bα \ Bβ ) = 0, α < β. Entonces existe f medible tal que f ≤ α c.s. en Bα
y f ≥ α c.s. en X \ Bα .
S
Demostración. Sea C = α<β Bα \ Bβ . Entonces µ(C) = 0.
Llamamos Bα0 = Bα ∪ C. Si α < β, entonces
Bα0 \ Bβ0 = (Bα \ Bβ ) \ C = ∅.
Por el lema anterior, existe f medible tal que f ≤ α en Bα0 y f ≥ α en X \ Bα0 . De este modo,
f ≤ α en Bα y f ≥ α en X \ Bα , excepto si x ∈ C.
El resultado final de esta sección muestra que toda medida con signo puede descomponerse
en una parte absolutamente continua y una parte singular respecto a otra medida con signo.
Proposición 2.6.5 (descomposición de Lebesgue). Sea (X, Ω, µ) un espacio de medida
σ-finito y ν una medida σ-finita definida en Ω. Entonces existen ν0 ⊥µ y ν1 << µ tales que
ν = ν0 + ν1 . Dichas medidas son únicas.
2.7. Ejercicios
1. Dada una aplicación F : Ω → Ω0 , demostrar que:
(a) Si A es una σ-álgebra de Ω, A0 = {B ⊂ Ω0 : F −1 (B) ∈ A} lo es de Ω0 .
(b) Si A0 es una σ-álgebra de Ω0 , A = F −1 (A0 ) = {F −1 (B) ⊂ Ω : B ∈ A0 }
lo es de Ω.
(c) Si C ⊂ P (Ω0 ), σ[F −1 (C)] = F −1 [σ(C)] (σ(C) representa la σ-álgebra
generada por C).
C1 = {A ⊂ Ω : A ∈ C ó Ac ∈ C};
C2 = {A1 ∩ · · · ∩ An : Ai ∈ C1 , n ∈ N};
C3 = {A1 ∪ · · · ∪ An : Ai ∈ C2 , n ∈ N}.
donde Bij ∈ C1 .
Por último, por su propia definición es evidente que C3 es cerrado para uniones finitas.
Solución. Sea Dn = ∞
S
i=n Ci . Ası́, (Dn ) es una sucesión decreciente tal que µ(D1 ) < ∞,
µ(Dn ) → 0 y Dn → lı́m sup Cn .
[ X 1
µ Ak ≤ µ(Ak ) ≤ n
2
k>n k>n
S S
de donde ν k>n Ak > ε. Ası́ pues, µ(B) = lı́mn→∞ µ( k>n Ak = 0 pero ν(B) ≥ ε
lo que contradice la suposición inicial.
b) =⇒ a): Es evidente.
Solución. a) =⇒ b): Sea E medible tal que |µ| = 0 y consideramos una descomposición
de Hahn X = A ∪ B respecto a µ. Entonces
Por tanto,
ν + (E) = ν(E ∩ A) = 0 y ν − (E) = ν(E ∩ B) = 0.
11. Sean λ y µ medidas σ-finitas en (Ω, A). Demostrar la equivalencia entre las
proposiciones siguientes.
a) µ << λ y λ << µ.
b) {A ∈ A : µ(A) = 0} = {A ∈ A : λ(A) = 0}.
R
c) Existe g : Ω → (0, ∞) medible tal que λ(A) = A g dµ.
Solución. La equivalencia entre a) y b) es evidente.
dλ
a) =⇒ c): Por el teorema de Radon-Nikodym, 0 ≤ < ∞. Por el ejercicio anterior,
dµ
dµ dµ dλ
1= = · .
dµ dλ dµ
dλ
Por tanto, es invertible c.s. y, en consecuencia, positiva c.s.
dµ
Z
c) =⇒ a): Como existe g −1 ≥ 0, es integrable y, si llamamos ν(A) = g −1 dλ, entonces
A
dν dν dλ
= · = g −1 · g = 1 =⇒ ν = µ.
dµ dλ dµ
94 2.7. Ejercicios
12. Sea (Ω, A, µ) un espacio de medida σ-finita. Probar que existe una medida
finita λ con los mismos conjuntos nulos que µ.
S
Solución. Sea Ω = An , con 0 < µ(An ) < ∞ (si alguno tiene medida nula, lo unimos
con otro de medida positiva).
P 1
Si g =
R 2n ·µ(An ) · χAn , el resultado es consecuencia del ejercicio anterior para λ(A) =
A g dµ.
lo que es absurdo.
Sea (fn )n∈N una sucesión creciente de Zfunciones simples Z no negativas Zque converge
a f . Entonces, para todo E ∈ Ω, lı́m fn dµ2 = lı́m fn dµ2 y lı́m fn g dµ1 =
Z E E E
lı́m fn g dµ1 .
E
Z Z
Teniendo en cuenta que fn dµ2 = fn g dµ1 (basta probarlo para funciones carac-
R E RE R
terı́sticas: E χB dµ2 = µ2 (E ∩ B) = E∩B g dµ1 = E χB g dµ1 ), resulta que, tomando
lı́mites:
Z Z Z
µ3 (E) = f dµ2 = lı́m fn dµ2 = lı́m fn dµ2
E Z E Z E Z
R
c) Basta escribir λ(E) = E f dν y aplicar el apartado b) para obtener
Z Z
λ(E) = f dν = f g dµ,
E E
dν
con g = dµ .
dν1 dν2
Sean ahora f = ,g= y h(x, y) = f (x) · g(y). Entonces
dµ1 dµ2
Z Z Z
ν(E) = ν2 (Ex ) dν1 = g dµ2 dν1
Ex
Z Z Z Z Z
= g dµ2 f dµ1 = hx · χEx dµ2 dµ1 = h dµ.
Ex E
Capı́tulo 3
Espacios Lp
pues basta conocer d(x, 0), ∀x ∈ X para determinar completamente la distancia entre dos
elementos cualesquiera, ya que d(x, y) = d(x−y, 0). Definimos entonces la longitud o norma de
un vector x por kxk = d(x, 0). Esto sugiere, en un contexto abstracto, la siguiente definición
axiomática.
Definición. Un espacio normado es un par (X, k · k) formado por un espacio vectorial X
y una aplicación k · k : X → R, llamada norma, con las siguientes propiedades:
(i) kxk ≥ 0, ∀x ∈ X.
(ii) kxk = 0 ⇐⇒ x = 0.
(iii) kαxk = |α| · kxk, ∀x ∈ X, α ∈ C.
(iv) kx + yk ≤ kxk + kyk, ∀x, y ∈ X (desigualdad triangular).
Si no se exige la condición (ii), la aplicación k · k se llama seminorma.
Observaciones. 1) Todo espacio normado es a su vez un espacio métrico, pues basta, da-
do (X, k · k), definir d(x, y) = kx − yk. Ası́ todas las nociones de espacios métricos están
97
98 3.1. Espacios normados. Definición y ejemplos
definidas también para los espacios normados. En particular, los conjuntos B(0, 1) = {x ∈
X : kxk < 1}, B(0, 1) = {x ∈ X : kxk ≤ 1} son las bolas unitarias abierta y cerrada de X,
respectivamente.
2) El recı́proco de lo anterior no es cierto, es decir, no todo espacio métrico es normado.
Por ejemplo, X = {(a1 , . . . an , . . . ) : an ∈ C} sobre el cuerpo C es espacio vectorial; si
∞
X 1 |ai − bi |
definimos d(x, y) = i
· , se puede ver que es espacio métrico, pero, dado
2 1 + |ai − bi |
i=1
λ ∈ C, d(λx, λy) 6= |λ| d(x, y) con lo que, si definiéramos la “norma” a partir de la distancia,
obtendrı́amos kλx − λyk = 6 |λ| · kx − yk y X no serı́a espacio normado de esa forma.
Otro ejemplo sencillo es la métrica discreta pues k2xk = d(2x, 0) = 1 pero |2| · kxk =
2 · d(x, 0) = 2.
Sin embargo, la motivación dada al principio permite probar lo siguiente.
Proposición 3.1.1. Si (X, k·k) es un espacio normado, la aplicación d : X ×X → R definida
por d(x, y) = kx − yk, ∀x, y ∈ X verifica
i) d(x + z, y + z) = d(x, y);
ii) d(λx, λy) = |λ| · d(x, y).
Recı́procamente, si X es un espacio vectorial y (X, d) es un espacio métrico en el que se
verifican i) y ii), entonces (X, k · k) es un espacio normado, donde kxk = d(x, 0).
La demostración es evidente.
Definición. Sea X un espacio vectorial normado, en el que se define la métrica d(x, y) =
kx − yk. Si (X, d) es completo, X se dice espacio de Banach.
Ejemplos.
2. X = Rn ó Cn con la norma kxk = ( ni=1 |xi |p )1/p ( p ≥ 1) es de Banach. Los axiomas i),
P
ii) y iii) de norma son evidentes y la desigualdad triangular se deduce de la desigualdad
de Minkowski (ver sección 3.2). Veamos que es completo:
Sea {xk = (xk1 , . . . , xkn ), k ∈ N} una sucesión de Cauchy en Rn . Entonces
P∞
3. Sea `p = {x = (xn )n∈N : xn ∈ C, p
n=1 |xn | < ∞} (p ≥ 1), y definimos kxkp =
p 1/p .
P∞
n=1 |xn |
Al igual que en el ejemplo 2, la desigualdad de Minkowski (para sumas infinitas) per-
mite probar que es una norma. La completitud de este espacio será consecuencia de la
completitud del espacio Lp (ver sección 3.3).
4. Sea `∞ = {x = (xn )n∈N : xn ∈ C, {xn }n∈N acotada}, y definimos kxk∞ = supn |xn |.
Ası́ definido, (X, k · k∞ ) es un espacio de Banach, como veremos en la sección 3.3.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 99
Lema 3.2.1. Sean α, β > 0, 0 < λ < 1. Entonces αλ β 1−λ ≤ λα + (1 − λ)β. Además la
igualdad es cierta si y sólo si α = β.
α+ .(k)
. . +α + β+ (n−k)
q
n . . . +β
α .(k)
. . α · β (n−k)
... β ≤ .
n
2) Si α = ex1 , β = ex2 , el lema indica que
eλx1 +(1−λ)x2 = eλx1 e(1−λ)x2 ≤ λex1 + (1 − λ)ex2 ,
es decir que la función exponencial es convexa.
Teorema 3.2.2. Sean (X, S, µ) un espacio medible, f, g : X → [0, ∞] funciones medibles,
1 < p < ∞ y 1/p + 1/q = 1. Entonces:
a) (desigualdad de Hölder)
Z Z 1/p Z 1/q
p q
(f g) dµ ≤ f dµ · g dµ .
X X X
b) (desigualdad de Minkowski)
Z 1/p Z 1/p Z 1/p
p p p
(f + g) dµ ≤ f dµ + g dµ .
X X X
Z 1/p Z 1/q
p q
Demostración. a) Llamamos A = f dµ , B = g dµ y distinguimos tres
X X
casos:
♦ A p
Z = 0 (ó B = 0). Como f ≥ 0, f = 0 c.s. =⇒ f = 0 c.s. =⇒ f · g = 0 c.s. Ası́ pues
f g dµ = 0.
X
Z
♦ A = ∞ (ó B = ∞). Es evidente que f g dµ ≤ ∞.
X
Z Z
f g
♦ 0 < A, B < ∞. Debemos probar que f g dµ ≤ A · B, o bien · dµ ≤ 1.
X X A B
Si aplicamos el lema anterior a α = f p /Ap , β = g q /B q , λ = 1/p, 1 − λ = 1/q, resulta:
f g 1 fp 1 gq
· ≤ · p + · q,
A B p A q B
desigualdad válida ∀x ∈ X. Integrando miembro a miembro,
Z
f g 1 1
· dµ ≤ p
· Ap + · B q = 1, c.q.d.
X A B p·A q · Bq
Capı́tulo 3. Espacios Lp 101
Z 1/q
p
debido a que q(p − 1) = p. Si llamamos ahora C = (f + g) dµ , caben los siguientes
X
casos:
Z
C = 0 =⇒ (f + g)p dµ = 0 y la desigualdad es evidente.
X
Z f (x) g(x) p
C = ∞ =⇒ (f + g)p dµ = ∞. Como la función y = xp es convexa, + ≤
X 2 2
f (x)p g(x)p
+ , de donde:
2 2
Z Z Z
1 1 1 1
(f + g)p ≤ (f p + g p ) =⇒ p (f + g)p dµ ≤ f p dµ + g p dµ .
2p 2 2 X 2 X X
Z Z Z
Como (f + g)p dµ = ∞, debe ser f p dµ = ∞ ó g p dµ = ∞.
X X X
Corolario 3.2.3. Si f, g : X → [0, ∞] son medibles y 0 < p < 1, 1/p + 1/q = 1, entonces
Z Z 1/p Z 1/q
p q
a) f g dµ ≥ f dµ g dµ .
X X X
Z 1/p Z 1/p Z 1/p
b) (f + g)p dµ ≥ f p dµ + g p dµ ,
X X X
Z 1/q
q
donde suponemos que las integrales involucradas son finitas y g dµ 6= 0.
X
102 3.2. Desigualdades de Hölder y Minkowski
0 0
Demostración. a) Sea p0 = 1/p y llamamos ψ = (f g)p = (f g)1/p , ϕ = g −p = g −1/p . De este
modo, 1 < p0 < ∞, f p = ψϕ y ψ, ϕ son medibles. Entonces
Z Z Z 1/p0 Z 1/q0
p p0 q0
f dµ = ψϕ dµ ≤ ψ dµ ϕ dµ ,
X X X X
0 0
donde 1/p0 + 1/q 0 = 1. Debido a que = y ϕq gq ψp
= f g, obtenemos:
Z Z 1/p0 Z 1/pq0
p q
f dµ ≤ f g dµ g dµ .
X X X
Corolario 3.2.4. En las condiciones del teorema 3.2.2, la desigualdad de Hölder se convierte
en igualdad si y sólo si existen λ1 , λ2 constantes no nulas a la vez tales que λ1 f p = λ2 g q c.s.
Esto permite escribir las desigualdades de Hölder y Minkowski para sumas finitas o series
numéricas. Estas serı́an:
∞ ∞
!1/p ∞
!1/q
X X X
|xi yi | ≤ |xi |p · |yi |q ,
i=1 i=1 i=1
∞
!1/p ∞
!1/p ∞
!1/p
X X X
p p p
|xi + yi | ≤ |xi | + |yi | .
i=1 i=1 i=1
3.3. Espacios Lp
Los ejemplos más útiles de espacios normados corresponden a los llamados espacios Lp . Fueron
además los que dieron impulso al desarrollo de la teorı́a de espacios de Hilbert y espacios
normados.
Supondremos en esta sección que (X, Ω, µ) es un espacio de medida. Es conocido el espacio
de funciones de módulo integrable, representado por
Z
L1 (µ) = {f : X → C : f medible y |f | dµ < ∞}.
X
En efecto, si existiera α ∈ S tal que α < 0, entonces de la inclusión [0, ∞] ⊂ (α, ∞] se deduce
que
|g|−1 [0, ∞] ⊂ |g|−1 (α, ∞] =⇒ µ(X) = µ(|g|−1 [0, ∞]) ≤ µ(|g|−1 (α, ∞]) = 0
=⇒ µ(X) = 0,
lo cual es absurdo.
Lo anterior permite definir el espacio
L∞ (µ) = {f : X → C : f medible y kf k∞ < ∞}
que llamaremos espacio de las funciones medibles esencialmente acotadas.
Una caracterización del supremo esencial la proporciona el siguiente lema:
Lema 3.3.1. Dada f : X → C medible, se tiene
|f (x)| ≤ λ para casi todo x ⇐⇒ kf k∞ ≤ λ.
En consecuencia, |f (x)| ≤ kf k∞ para casi todo x (haciendo λ = kf k∞ ) y kf k∞ es la mı́nima
cota superior (c.s.) de |f |.
Si p = ∞, q = 1, entonces |f (x)| ≤ kf k∞ c.s., con lo que existe A de medida nula tal que
|f (x)| ≤ kf k∞ , ∀x ∈ Ac . De este modo,
Z Z Z Z
|f g| dµ = |f | · |g| dµ = |f | · |g| dµ ≤ kf k∞ |g| dµ
X X Ac Ac
Z Z
= kf k∞ |g| dµ ≤ kf k∞ |g| dµ = kf k∞ kgk1 < ∞.
Ac X
Capı́tulo 3. Espacios Lp 105
x ∈ |αf |−1 (β, ∞] ⇐⇒ |αf |(x) > β ⇐⇒ |αf (x)| > β ⇐⇒ |α| · |f (x)| > β
⇐⇒ |f (x)| > β/|α| ⇐⇒ x ∈ |f |−1 (β/|α|, ∞]
con lo que
Probaremos por último la completitud de los espacios recién definidos, resultado obtenido de
forma simultánea e independiente por F. Riesz y E. Fischer en 1907.
Z 1/p "Z k
!p #1/p
X
p
kgk kp = |gk | dµ = |fni+1 − fni | dµ
X X i=1
k Z 1/p Xk k
X
p
X 1
≤ |fni+1 − fni | dµ = kfni+1 − fni kp < < 1.
X 2i
i=1 i=1 i=1
S = {x : |fn (x) − fm (x)| ≥ kfn − fm k∞ + ε}, resulta que µ(Am,n ) = 0, con lo que, si
Si Am,n
A = m,n Am,n , entonces µ(A) = 0. Esto prueba que (fn (x))n∈N converge uniformemente en
E \ A.
(
lı́mn fn (x) si x ∈ E \ A
Si definimos f (x) = , se ve inmediatamente que lı́mn kfn − f k∞ =
0 si x ∈ A
Capı́tulo 3. Espacios Lp 107
0, pues
∞
Xm
Xm X
kSm − Sn k =
ak
≤ kak k ≤ kak k < ε.
k=n+1 k=n+1 k=n+1
108 3.4. Propiedades de los espacios normados
∞
X h
X
a= (ank − ank−1 ) = lı́m (ank − ank−1 ) = lı́m anh ,
h→∞ h→∞
k=1 k=1
Demostración. Es fácil comprobar que la métrica producto verifica los axiomas de norma.
De este modo:
Como kx + y − (x0 + y0 )k ≤ kx − x0 k + ky − y0 k, la primera es continua.
Para demostrar que la aplicación (α, x) 7→ αx es continua en (α0 , x0 ), elegimos α, x tales que
ε ε
|α − α0 | < mı́n{1, 2(1+1+kx 0 k)
} y kx − x0 k < 2(1+1+|α 0 |)
. Entonces
Además,
Como {ynN }n∈N es convergente, es de Cauchy y |ypN − yqN | < ε/3, ∀p, q ≥ N1 . Entonces
Un hecho importante de la completitud es que todo espacio normado puede verse como
subespacio de un espacio normado completo.
Demostración. En primer lugar, veamos que existe un espacio métrico (X ∗ , d) y una isometrı́a
A : X → W , donde W ⊂ X ∗ es un subespacio denso.
Sea X ∗ el conjunto de las clases de equivalencia de sucesiones de Cauchy en X, mediante la
relación:
{xn }n∈N ∼ {yn }n∈N ⇐⇒: lı́m d(xn , yn ) = 0.
n
a) Dicho lı́mite existe (para ello basta que {d(xn , yn )} sea de Cauchy en R).
c) d∗ es una métrica.
X0 = {x∗ ∈ X ∗ : (x, x, . . . ) ∈ x∗ }
y f : X → X0 como f (x) = x∗ .
e) X0 = X ∗ .
f) X ∗ es completo.
Falta probar que podemos dotar a X ∗ de una estructura de espacio vectorial normado.
Recordando que x∗ e y ∗ son clases de equivalencia de sucesiones de Cauchy en X, elegimos
{xn }n∈N ∈ x∗ , {yn }n∈N ∈ y ∗ , y hacemos zn = xn + yn . Ası́, {zn }n∈N es de Cauchy en X
pues kzn − zm k ≤ kxn − xm k + kyn − ym k. Por tanto, definimos z ∗ = x∗ + y ∗ como la clase
de equivalencia que contiene a {zn }n∈N (esta definición no depende de la elección de los
representantes).
También definimos αx∗ ∈ X ∗ como la clase que contiene a {αxn }n∈N (de nuevo esta definición
no depende de los representantes).
Ası́ obtenemos un espacio vectorial. En W las operaciones inducidas por X ∗ coinciden con
las inducidas por X a través de A.
Además A induce en W una norma k · k1 ası́: si y ∗ = Ax ∈ W, ky ∗ k1 = kxk.
Como la métrica en W es la restricción de d∗ a W (ya que A es isométrico), podemos extender
la norma k · k1 a X ∗ ası́ :
kx∗ k2 = d∗ (0∗ , x∗ ), ∀x∗ ∈ X ∗ .
Para comprobar los axiomas, basta aplicar a k · k1 un proceso de lı́mite.
Rb
|f (x0 )| dt
Si elegimos en particular x0 = 1, kf k ≥ kx0 k = a
1 = b − a. De aquı́ se deduce que
kf k = b − a.
acotado y kF k = kgkq .
Lema
Z 3.5.3. Sea g una función integrable en [0, 1] y supongamos que existe M > 0 tal que
f g ≤ M · kf kp , para toda f medible y acotada. Entonces g ∈ Lq y kgkq ≤ M .
Demostración.
( Caso 1 < p < ∞. Definimos la sucesión de funciones medibles y acotadas
g(x) si |g(x)| ≤ n q/p
gn (x) = y llamamos fn = |gn |q/p · sign(gn ). Entonces kfn kp = kgn kq
0 si |g(x)| > n
y |gn |q = fn · gn = fn · g de donde
Z
q
kgn kq = fn · g ≤ M kfn kp = M · kgn kq/p q .
|gn |q ≤ M q .
R
Como q − q/p = 1, resulta que kgn kq ≤ M y
Como |gn |q converge a |g|q c.s., tenemos (por el lema de Fatou):
Z Z
|g| ≤ lı́m |gn |q ≤ M q .
q
Ası́, g ∈ Lq y kgkq ≤ M .
Caso p = 1. Sea E = {x : |g(x)| ≥ M + ε} y llamamos f = (sign g) · χE . Entonces
kf k1 = m(E) y Z
M · m(E) = M · kf k1 ≥ f g ≥ (M + ε) · m(E).
Demostración. Para cada s ∈ [0, 1], denotaremos por χs a la función caracterı́stica de [0, s] y
definimos la función Φ(s) = F (χs ). Veamos que Φ es absolutamente continua:
Dado cualquier ε > 0, sea {(si , s0i ) : i = 1, . . . , n} una familia finita de intervalos disjuntos en
X n
[0, 1] con longitud total menor que δ. Si f = (χs0i − χsi ) · sign(Φ(s0i ) − Φ(si )), entonces
i=1
X
|Φ(s0i ) − Φ(si )| = F (f ).
i
Z 1 n Z
X 1 n
X
Como kf kpp = p
|f | ≤ |χs0i − χsi |p = |s0i − si | < δ, resulta
0 i=1 0 i=1
X
|Φ(s0i ) − Φ(si )| = F (f ) ≤ kF k · kf kp < kF k · δ 1/p
i
Capı́tulo 3. Espacios Lp 113
g · χs .
0
Sea ahora ψ una función escalonada. Como es combinación lineal de funciones caracterı́sticas,
Z 1
es fácil deducir que F (ψ) = g · ψ.
0
Si f es ahora una función medible y acotada en [0, 1], sabemos que f es lı́mite c.s. de una
sucesión (ψn ) de funciones escalonadas.
La sucesión (|f − ψn |p ) es uniformemente acotada y tiende a cero c.s. Por el teorema de la
convergencia acotada, kf − ψn kp → 0. Como además
|F (f ) − F (ψn )| = |F (f − ψn )| ≤ kF k · kf − ψn kp ,
Z Z Z
F (f ) − f g ≤ |F (f ) − F (ψ)| + F (ψ) − f g = |F (f − ψ)| + (ψ − f )g
≤ kF k · kf − ψkp + kgkq · kf − ψkp < ε(kF k + kgkq ).
R
Por tanto, F (f ) = f g.
De la proposición 3.5.10 se deduce que kF k = kgkq .
Proposición 3.5.5. Si f ∈ Lp (µ) (1 ≤ p < ∞), dado ε > 0, existe ϕ simple, que se anula
fuera de un conjunto de medida finita, tal que kf − ϕkp < ε.
Lema 3.5.6. Si (X, Ω, µ) es un espacio de medida finito y g una función integrable tal que
existe M > 0 con Z
gϕ dµ ≤ M kϕkp , ∀ϕ función simple,
entonces g ∈ Lq .
Demostración. Supongamos que p > 1 y sea (ψn ) una sucesión creciente de funciones simples
no negativas que converge a |g|q . Llamamos ϕn = (ψn )1/p sign g.
114 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp
R 1/p
Entonces ϕn es una función simple y kϕn kp = ψn dµ . Como
resulta Z Z Z 1/p
ψn dµ ≤ ϕn · g dµ ≤ M kϕn kp ≤ M ψn dµ ,
1/q
≤ M o bien ψn dµ ≤ M q .
R R
de donde ψn dµ
Queda como ejercicio el caso p = 1.
Lema 3.5.7. Sea (En ) una sucesión de conjuntos medibles disjuntos y (fn ) una sucesión de
p
P
funciones en L (1 ≤ p < ∞), tal que fn (X \ En ) = 0. Si f = fn , entonces
X
f ∈ Lp ⇐⇒ kf kp < ∞.
P∞
En este caso, kf kp = n=1 kfn k
p.
Además kF k = kgkq .
ν(E) = F (χE ).
S
Si (En ) es una sucesión
P de conjuntos medibles disjuntos y E = En , llamamos αn =
sign F (χEn ) y f = αn χEn .
Por el lema anterior y la acotación de F , tenemos
∞
X ∞
X
|ν(En )| = F (f ) < ∞ y ν(En ) = F (χE ) = ν(E).
n=1 n=1
Como |F (ϕ)| ≤ kF k · kϕkp , entonces g ∈ Lq (por el lema 3.5.6). Definimos el funcional lineal
acotado Z
G(f ) = f g dµ.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 115
y g ∈ Lq .
Si f ∈ Lp , definimos fn = f en Xn y fn = 0 fuera de Xn . Entonces fn → f puntualmente y
en Lp . Como |f g| es integrable y |fn g| ≤ |f g|, por el teorema de la convergencia dominada
de Lebesgue,
Z Z Z
f g dµ = lı́m fn g dµ = lı́m fn gn dµ = lı́m F (fn ) = F (f ).
Teorema 3.5.9. Sea F un funcional lineal acotado en Lp (µ) (1 < p < ∞). Entonces existe
un único g ∈ Lq tal que Z
F (f ) = f g dµ
y kF k = kgkq .
kF kq .
116 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp
Sea (En ) una sucesión de conjuntos de medida σ-finita tal que λ(En ) tiende al valor máximo
m de λ. Entonces H = ∪En es un conjunto de medida σ-finita y λ(H) = m.
Si g = gH en H y g = 0 en el resto, entonces g ∈ Lq y, si H ⊂ E y E es un conjunto de
medida σ-finita, entonces gE = gH c.s. en H.
Como Z Z
q
|gE | = λ(E) ≤ λ(H) = |gH |q ,
X 0 = {f : X → R : f es lineal y acotado}.
Demostración. Debemos ver que toda sucesión de Cauchy en X 0 converge en el mismo espacio.
Consideramos para ello una sucesión {fn }n∈N de Cauchy en X 0 , es decir, tal que kfn −fm k < ε,
si n, m > N (ε). Entonces
f es lineal (evidente).
f es acotado: Si n > N ,
kfn (x) − f (x)k = kfn (x) − lı́m fm (x)k = lı́m kfn (x) − fm (x)k ≤ ε · kxk.
m
Capı́tulo 3. Espacios Lp 117
n n
!1/2 n
!1/2 n
!1/2
X X X X
|f (x)| ≤ |αi f (ei )| ≤ |αi |2 |f (ei )|2 = kxk · |f (ei )|2 ,
i=1 i=1 i=1 i=1
2 1/2 .
Pn
de donde kf k ≤ i=1 |f (ei )|
Tomando en particular x = (f (e1 ), . . . , f (en )), se obtiene la igualdad. Ası́, kf k =
2 1/2 coincide con la norma euclı́dea y la aplicación definida por f 7→
Pn
i=1 |f (ei )|
(f (e1 ), . . . , f (en )) es un isomorfismo isométrico de (Rn )0 en Rn .
2. El dual de `1 es `∞ .
P∞ ∞
∀x ∈ `1 , podemos escribir x = k=1 αk ek , donde ek = (δkj )j=1 forma una base de
Schauder de `1 , porque x − nk=1 αk ek = (0, .(n)
P
. ., 0, αn+1 , . . . ) y
∞
n
X
X
x − αk ek
=
αk ek
→ 0
k=1 k=n+1
P
Además, como g(ek ) = j∈N δkj βj = βk , T g = (g(ek ))k∈N = (βk )k∈N = b.
118 3.5. Funcionales lineales acotados en Lp
P
? T es inyectiva:
P Si T f1 = T f2 , entonces f1 (ek ) = f2 (ek ), ∀k. Como f1 (x) = k∈N xk f1 (ek )
y f2 (x) = k∈N xk f2 (ek ), entonces f1 = f2 .
? T es isometrı́a:
Por una parte, kT f k∞ = supk |f (ek )| ≤ kf k y de
X X
|f (x)| = | αk f (ek )| ≤ sup |f (ek )| · |αk | = kxk · sup |f (ek )|
k∈N k k∈N k
Como además,
n
!1/p
(n)
X
f (x(n) ) ≤ kf k · kx(n) kp = kf k |ξk |p
k=1
n
!1/p n
!1/p
X X
= kf k |f (ek )|pq−p = kf k |f (ek )|q ,
k=1 k=1
n
1− 1 n
1/q
p
)|q )|q
P P
resulta que |f (ek = |f (ek ≤ kf k.
k=1 k=1
∞
1/q
|f (ek )|q ≤ kf k de donde (f (ek ))k∈N ∈ `q .
P
Haciendo n → ∞,
k=1
q
T es sobre: Dado b = (βP k )k∈N ∈ ` , podemos asociarle un funcional lineal y acotado g
∞
en `p , mediante g(x) = k=1 αk βk con x = (αk )k∈N ∈ `p (la acotación se deduce de la
desigualdad de Hölder). Entonces g ∈ (`p )0 .
Se ve fácilmente que T es también inyectiva.
Por último veamos que la norma de f es la norma en `q de T f :
!1/p !1/q
X X X
|f (x)| = αk f (ek ) ≤ |αk |p |f (ek )|q
k∈N k∈N k∈N
!1/q
X
= kxk |f (ek )|q .
k∈N
Capı́tulo 3. Espacios Lp 119
q 1/q
P
Tomando el supremo sobre los x de norma 1, sale que kf k ≤ k∈N |f (ek )| .
q 1/q
P
Como la otra desigualdad también es cierta, se deduce la igualdad kf k = k∈N |f (ek )| ,
con lo que se establece el isomorfismo f 7→ (f (ek ))k∈N deseado.
• Eligiendo x = (x1 , . . . , xN , 0, . . . ),
N
X N
X
|fe(x)| ≤ |fn xn | ≤ máx |xn | · |fn |.
n=1 n=1
N
X
|fe(g (N ) )| = |fn | ≤ kfek · kg (N ) k∞ = kfek < ∞.
n=1
N N
X X fe(en ) e
|fe(en )| = · f (en ) = fe(x(N ) ) ≤ kfek.
n=1 |f (en )|
n=1
e
P∞
Si hacemos N → ∞, n=1 |f (en )|
e < ∞.
3.6. Ejercicios
1. Supongamos que µ(X) = 1R y sean
fR y g funciones
medibles no negativas,
con f · g ≥ 1. Probar que f dµ · g dµ ≥ 1.
Solución. Basta aplicar la desigualdad de Jensen a la función convexa ϕ(t) = 1/t.
Ası́ pues, Z Z Z
1 1
φ(f ) ≥ ϕ f =⇒ ≥R .
f f
R R R R
Como 1/f ≤ g, entonces 1/f ≤ g, de donde f · g ≥ 1.
c) kf kp ≤ máx{kf kr , kf ks }.
Solución. El apartado a) está resuelto en el ejercicio anterior.
Para que φ sea convexa, debemos probar que, si t ∈ [0, 1] y r ≤ a < b ≤ s, entonces
eφ[ta+(1−t)b] ≤ etφ(a)+(1−t)φ(b) ,
es decir Z Z t Z 1−t
c a b
|f | ≤ |f | |f | ,
donde c = ta + (1 − t)b.
1 1
Si llamamos p = 1/t y q = 1/(1 − t), entonces + = 1. Como además g = |f |a/p ∈ Lp
p q
y h = |f |b/q ∈ Lq , por el teorema de Hölder,
Z Z Z 1/p Z 1/q Z t Z 1−t
c p q a b
|f | = g·h≤ |g| · |h| = |f | · |f | .
Por último,
b(1−t) b(1−t)/c
kf kcc ≤ kf kat
a · kf kb =⇒ kf kc ≤ kf kat/c
a · kf kb ≤ máx{kf ka , kf kb }.
Capı́tulo 3. Espacios Lp 121
Solución.
Z Si f ∈ Ls , llamamos p = s/r > 1 y q el conjugado de p. Por hipótesis,
|f |pr < ∞. Por la desigualdad de Hölder,
Z Z 1/p Z 1/q
r pr q
|f | · 1 ≤ |f | · 1 = kf krs · (µ(Ω))1/q .
1
Z h
lı́m |f (x + t) + f (x − t) − 2f (x)| dt = 0 c.s.
h→0+ h 0
[El conjunto de los puntos x ∈ (a, b) para los cuales se cumple lo anterior
se llama conjunto de Lebesgue de f .]
Solución. Si r ∈ Q, definimos
1 h
Z
Er = {x ∈ [a, b] : lı́m |f (x + t) − r| dt 6= |f (x) − r|
h→0+ h 0
1 h
Z
ó lı́m |f (x − t) − r| dt 6= |f (x) − r|}.
h→0+ h 0
Rx
Si G(x) = 0 |f (u) − r| du, entonces G0 (x) = |f (x) − r| c.s. Además
G(x + h) − G(x)
(∗) = .
h
Rh
Tomando lı́mites, lı́mh→0+ 1
h 0 |f (x + t) − r| dt = G0 (x) = |f (x) − r| c.s.
Si x 6∈ E, dado ε > 0, existe r ∈ Q tal que |f (x) − r| < ε/4. Además
1 h 1 h
Z Z
lı́m |f (x + t) − r| dt = |f (x) − r| y lı́m |f (x − t) − r| dt = |f (x) − r|.
h→0+ h 0 h→0+ h 0
Por tanto,
1 h
Z
0 ≤ lı́m |f (x + t) + f (x − t) − 2f (x)| dt
h→0+ h 0
Z h
1 h
Z
1
≤ lı́m |f (x + t) − f (x)| dt + |f (x − t) − f (x)| dt
h→0+ h 0 h 0
Z h
1 h
Z
1
≤ lı́m |f (x + t) − r| dt + |r − f (x − t)| dt
h→0+ h 0 h 0
1 h 1 h
Z Z
+ |f (x − t) − r| dt + |r − f (x)| dt
h 0 h 0
= |f (x) − r| + |f (x) − r| + |f (x) − r| + |f (x) − r| < ε.
Es frecuente que una medida esté definida únicamente en una clase reducida de conjuntos
(por ejemplo, si F : R → R es una función creciente y continua por la derecha, la función
µ(a, b] = F (b) − F (a) es una medida sobre la clase de los intervalos semiabiertos por la
izquierda). En este capı́tulo estudiaremos la forma de extender estas medidas a la σ-álgebra
generada por la clase inicial de conjuntos. El método utilizado generaliza el de construcción de
la medida de Lebesgue a partir de una medida exterior definida sobre los conjuntos abiertos.
Por último aplicaremos este procedimiento en la construcción de medidas producto.
i) µ∗ (∅) = 0.
∞
[ ∞
X
De ii) y iii) se deduce que µ∗ ( Ei ) ≤ µ∗ (Ei ) si (Ei ) es una familia de conjuntos disjuntos.
i=1 i=1
Decimos que µ∗ es finita si µ∗ (X) < ∞.
Ejemplos. 1) La función µ∗ (∅) = 0, µ∗ (A) = 1, en cualquier otro caso, define una medida
exterior en P (X).
2) Si X es un conjunto infinito, la función µ∗ (A) = 0 si A es numerable, y µ∗ (A) = 1 si A no
es numerable, también es una medida exterior en P (X).
En la sección 4.2 veremos un método general de construcción de medidas exteriores.
123
124 4.1. Medida exterior
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E) + µ∗ (A ∩ E c ), ∀A ⊂ X,
∀A ⊂ X, µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c )
y, por otro,
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1c ).
Ahora bien, como A ∩ (E1 ∪ E2 ) = (A ∩ E2 ) ∪ (A ∩ E1 ∩ E2c ),
µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) ≤ µ∗ (A ∩ E2 ) + µ∗ (A ∩ E2c ∩ E1 ),
de donde
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )) + µ∗ (A ∩ (E1 ∪ E2 )c ).
Esto indica que E1 ∪ E2 ∈ B.
Por recurrencia se prueba que la unión finita de conjuntos µ∗ -medibles es µ∗ -medible.
Por último, sea E = ∞
S Sn
i=1 Ei , (Ei )i∈N ⊂ B disjuntos. Si llamamos Gn = i=1 Ei , entonces
Gn ∈ B y ∀A ⊂ X,
µ∗ (A) = µ∗ (A ∩ Gn ) + µ∗ (A ∩ Gcn ) ≥ µ∗ (A ∩ Gn ) + µ∗ (A ∩ E c ).
µ∗ (A ∩ Gn ) = µ∗ (A ∩ En ) + µ∗ (A ∩ Gn−1 ).
con lo que
n
X
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ Ei ), ∀n,
i=1
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 125
de donde
∞
X
µ∗ (A) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ Ei ) ≥ µ∗ (A ∩ E c ) + µ∗ (A ∩ E)
i=1
∞
[
pues A ∩ E ⊂ (A ∩ Ei ).
i=1
Veamos a continuación la aditividad finita de µ.
Sean E1 , E2 ∈ B disjuntos. Entonces
n
[ n
X
µ(E) ≥ µ( Ei ) = µ(Ei ),
i=1 i=1
∞
X
de donde µ(E) ≥ µ(Ei ).
i=1
∞
X
Pero, por la subaditividad numerable de µ∗ , µ(E) ≤ µ(Ei ). Ası́, µ es una medida pues
i=1
es no negativa y µ(∅) = 0.
Para ver que µ es completa, B debe contener todos los subconjuntos de conjuntos de medida
nula.
Sea pues E ∈ B, con µ∗ (E) = 0 y F ⊂ E. Entonces, ∀A ⊂ X,
con lo que F ∈ B.
Lema 4.2.1. Sea µ una medida sobre el álgebra A. Si A ∈ A y (Ai )i∈N ⊂ A es una sucesión
∞
tal que A ⊂ ∞
S X
A
i=1 i , entonces µ(A) ≤ µ(Ai ).
i=1
Demostración.
S∞ Llamamos Bn = A∩An ∩Ac1 ∩· · ·∩Acn−1 . Ası́ Bn ∈ A, son disjuntos, Bn ⊂ An
y A = n=1 Bn . Por la aditividad numerable de µ,
∞
X ∞
X
µ(A) = µ(Bn ) ≤ µ(An ).
n=1 n=1
∞
X
Demostración. Por definición, µ ∗ (A) ≤ µ(A). Por el lema anterior, como µ(A) ≤ µ(Ai ),
i=1
con A ⊂ ∞ ∗
S
i=1 Ai , entonces µ(A) ≤ µ (A).
X ∞
X
µ∗ (E) ≤ µ(Aij ) < µ∗ (Ei ) + ε.
i,j i=1
P∞
Como ε es arbitrario, µ∗ (E) ≤ ∗
i=1 µ (Ei ).
Demostración. Sea E ⊂ SX con µ∗ (E) < ∞ y sea ε > 0 arbitrario. Existe una sucesión
(Ai )i∈N ⊂ A tal que E ⊂ i∈N Ai y
X
µ(Ai ) < µ∗ (E) + ε.
i∈N
Por la aditividad de µ en A,
de donde
∞
X ∞
X
µ∗ (E) + ε > µ(Ai ∩ A) + µ(Ai ∩ Ac ) > µ∗ (E ∩ A) + µ∗ (E ∩ Ac )
i=1 i=1
∩ A) y E ∩ Ac ⊂ c
S S
debido a que E ∩ A ⊂ i∈N (Ai i∈N (Ai ∩ A ).
Como ε es arbitrario, µ∗ (E) ≥ µ∗ (E ∩ A) + µ∗ (E ∩ Ac ), con lo que A es medible.
La medida exterior µ∗ definida antes se llama medida exterior inducida por µ. Dado un
álgebra A, denotaremos por Aσ a la clase de conjuntos que son unión numerable de conjuntos
de A y por Aσδ los conjuntos que son intersección numerable de conjuntos de Aσ .
Proposición 4.2.5. Sea µ una medida sobre un álgebra A, µ∗ la medida exterior inducida
por µ y E ⊂ X arbitrario. Entonces
µ∗ (A) ≤ ∗ ≤ µ∗ (E) + ε.
S P P
Si A = i∈N Ai , i∈N µ (Ai ) = i∈N µ(Ai )
Para demostrar la segunda parte, sabemos que, para cada n ∈ N existe An ∈ Aσ tal que
E ⊂ An y µ∗ (An ) < µ∗ (E) + 1/n.
T
Si B = n∈N An , B ∈ Aσδ y E ⊂ B.
Como B ⊂ An , µ∗ (B) ≤ µ∗ (An ) < µ∗ (E) + 1/n.
Como n es arbitrario, µ∗ (B) ≤ µ∗ (E). Pero E ⊂ B, de donde µ∗ (E) ≤ µ∗ (B).
Demostración. Como los conjuntos medibles forman una σ-álgebra, todo conjunto A ∈ Aσδ
es medible; como además µ es completo (por el teorema 4.1.1), los conjuntos con µ∗ -medida
cero son medibles. Con todo ello, si E = A \ B, con A ∈ Aσδ y µ∗ (B) = 0, entonces E es
µ∗ -medible.
Recı́procamente,
S sea (Xi )i∈N ⊂ A una sucesión de conjuntos disjuntos conSµ(Xi ) < ∞ y
X = i∈N Xi . Si E es medible y llamamos Ei = E ∩ Xi , entonces E = i∈N Ei (unión
disjunta). Por la proposición anterior, para cada n ∈ N, existe Ani ∈ Aσ tal que Ei ⊂ Ani y
1
µ(Ani ) ≤ µ(Ei ) + .
n · 2i
Hacemos An = ∞
S S∞
i=1 Ani , con lo que E ⊂ An y An \ E ⊂ i=1 (Ani \ Ei ). Por tanto,
∞ ∞
X X 1 1
µ(An \ E) ≤ µ(Ani \ Ei ) ≤ i
= .
n·2 n
i=1 i=1
T∞
Como An ∈ Aσ , el conjunto A = n=1 An ∈ Aσδ y, para cada n, A \ E ⊂ An \ E, de donde
µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε.
Pero
e(A) = µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε =⇒ µ
e(B) ≤ µ
µ e(B) ≤ µ∗ (B).
Como la clase de conjuntos µ∗ -medibles es una σ-álgebra que contiene a A, los conjuntos B ∈
S son µ∗ -medibles. Ası́ pues, si B es µ∗ -medible y A ∈ Aσ , con B ⊂ A y µ∗ (A) ≤ µ∗ (B) + ε,
entonces
µ∗ (A) = µ∗ (B) + µ∗ (A \ B),
de donde µ∗ (A \ B) ≤ ε, si µ∗ (B) < ∞.
Por tanto,
µ∗ (B) ≤ µ∗ (A) = µ
e(A) = µ e(A \ B) ≤ µ
e(B) + µ e(B) + ε.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 129
i) A, B ∈ C =⇒ A ∩ B ∈ C.
Sn
ii) A ∈ C =⇒ existen Ai ∈ C disjuntos tales que Ac = i=1 Ai .
Si C es una semiálgebra, la familia A que contiene el conjunto vacı́o y todas las uniones
finitas disjuntas de conjuntos de C es un álgebra, P
llamada álgebra generada por C. Si µ0
está definido en C, se define µ en A por µ(A) = ni=1 µ0 (Ei ), si A = ni=1 Ei , con Ei ∈ C
S
disjuntos.
Para que esta medida esté bien definida sobre A hacen falta algunas condiciones como las
indicadas a continuación.
ii) C ∈ C, C = ∞
S P∞
i=1 Ci , Ci ∈ C disjuntos =⇒ µ(C) ≤ i=1 µ(Ci ).
(A × B) ∩ (C × D) = (A ∩ C) × (B ∩ D)
y
(A × B)c = (Ac × B) ∪ (A × B c ) ∪ (Ac × B c ).
Si A × B es un rectángulo medible, definimos
Lema 4.3.1. Sea (Ai × Bi )i∈N una sucesión de rectángulos medibles disjuntos cuya unión es
un rectángulo medible A × B. Entonces
X
λ(A × B) = λ(Ai × Bi ).
i∈N
o bien X
ν(Bi ) · µ(Ai ) = ν(B) · µ(A).
i∈N
Este lema implica que λ cumple las condiciones de la proposición 4.2.8 de modo que tiene una
única extensión a una medida sobre el álgebra R0 de las uniones finitas disjuntas de conjuntos
de R.
Por el teorema de Carathéodory, λ puede extenderse a una medida completa en una σ-álgebra
S que contiene a R. Esta medida es la llamada medida producto de µ y ν, que se denota
por µ × ν.
Si µ y ν son finitas (o σ-finitas), también lo es µ × ν.
Si X = Y = R y µ = ν es la medida de Lebesgue, µ × ν es la llamada medida de Lebesgue
bidimensional en el plano.
Todas las propiedades relativas a la sección Ex son aplicables a la sección E y de modo que
enunciaremos únicamente las relativas a la primera de ellas.
Es fácil ver que (E c )x = (Ex )c y ( Eα )x = (Eα )x para cualquier familia (Eα ). Además la
S S
función caracterı́sica de Ex verifica que χEx (y) = χE (x, y).
Como Ei es un rectángulo medible, χ(Ei )x (y) es una función medible de y. Por tanto, χEx
también es medible, con lo que Ex es medible.
Sea, por último, E = ∞
T
i=1 Ei , con Ei ∈ Rσ . Entonces
de lo que deducimos que χEx es medible y Ex será medible para todo E ∈ Rσδ .
Lema 4.3.3. Sea E ∈ Rσδ , con µ × ν(E) < ∞. Entonces la función g, definida por g(x) =
ν(Ex ), es una función µ-medible y
Z
g dµ = µ × ν(E).
(
ν(B) si x ∈ A,
Demostración. El resultado es trivial si E ∈ R pues g(x) =
0 en el resto.
S
Sea E = i∈N Ei , con Ei ∈ R disjuntos. Definimos
gi (x) = ν[(Ei )x ].
P
Ası́, cada gi es una función medible no negativa y, si g = i∈N gi , g es medible. Por el teorema
de Beppo Levi, Z XZ X
g dµ = gi dµ = µ × ν(Ei ) = µ × ν(E).
i∈N i∈N
Para cada x con g1 (x) < ∞, {(Ei )x }i∈N es una sucesión decreciente de conjuntos medibles de
medida finita cuya intersección es Ex . Por la proposición 2.1.3, tenemos
Lema 4.3.4. Sea E un conjunto tal que µ × ν(E) = 0. Para casi todo x, ν(Ex ) = 0.
Demostración. Por la proposición 4.2.5, existe F ∈ Rσδ tal que E ⊂ F y µ × ν(F ) = 0. Del
lema anterior deducimos que ν(Fx ) = 0 c.s. Pero Ex ⊂ Fx con lo que ν(Ex ) = 0 c.s. ya que
ν es completa.
Proposición 4.3.5. Sea E un conjunto medible en X × Y tal que µ × ν(E) < ∞. Entonces
Ex es un conjunto medible en Y para casi todo x. La función g(x) = ν(Ex ) es una función
medible definida en casi todo x y
Z
g dµ = µ × ν(E).
Demostración. Por la proposición 4.2.5, existe F ∈ Rσδ tal que E ⊂ F y µ×ν(F ) = µ×ν(E).
Sea G = F \ E, el cual es medible y
Los dos siguientes resultados dan condiciones para calcular de forma explı́cita integrales con
respecto a medidas producto mediante un proceso iterativo.
Teorema 4.3.6 (Fubini). Sean (X, A, µ) e (Y, B, ν) dos espacios de medida completos y f
una función integrable en X × Y . Entonces
i) fx (y) = f (x, y) es una función integrable en Y para casi todo x y fy (x) = f (x, y) es una
función integrable en X para casi todo y.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 133
Z Z
ii) f (x, y) dν(y) es una función integrable en X y f (x, y) dµ(x) es una función inte-
Y X
grable en Y .
Z hZ i Z Z hZ i
iii) f dν dµ = f d(µ × ν) = f dµ dν.
X Y X×Y Y X
Observemos que, para aplicar el teorema de Fubini, hay que verificar primero que f es inte-
grable respecto a µ × ν, lo cual no siempre es fácil.
Ejemplo. Sean X = Y = [0, 1], A = B los borelianos en [0, 1], µ la medida de Lebesgue y ν
la medida de contar. Si llamamos E = {(x, y) ∈ X × Y : x = y} y consideramos la función
Z 1 Z 1
f = χE , entonces fx dν = 1 y fy dµ = 0. Por tanto,
0 0
Z 1 hZ 1 i Z 1 hZ 1 i
fx dν dµ = 1 pero fy dµ dν = 0.
0 0 0 0
Teorema 4.3.7 (Tonelli). Sean (X, A, µ) e (Y, B, ν) dos espacios de medida σ-finitos y f
una función medible no negativa en X × Y . Entonces
i) fx (y) = f (x, y) es una función medible en Y para casi todo x y fy (x) = f (x, y) es una
función medible en X para casi todo y.
Z Z
ii) f (x, y) dν(y) es una función medible en X y f (x, y) dµ(x) es una función medible
Y X
en Y .
134 4.4. Ejercicios
Z hZ i Z Z hZ i
iii) f dν dµ = f d(µ × ν) = f dµ dν.
X Y X×Y Y X
R
En particular, si µ es la medida de Lebesgue en R, m × m(E) = f dm, es decir, la integral
de f es el “área bajo la gráfica de f ”.
4.4. Ejercicios
1. Sean C la familia de intervalos del tipo (−∞, x), −∞ < x < ∞, y µ : C → R+
la función definida por
Z x
1 2
µ(−∞, x) = √ e−t /2 dt.
2π −∞
Obtener una medida que extienda a µ sobre la σ-álgebra de Borel en R.
Solución. Sea A el álgebra generada por C y µ : A → R+ la función definida por
Z
1 2
µ(A) = √ χA (t) · e−t /2 dt, ∀A ∈ A.
2π R
Z n
1 2
e−t /2 dt,
S
Es claro que µ es aditiva. Como además R = n∈N (−∞, n) y µ(−∞, n) = √
2π −∞
entonces µ es σ-finita.
Capı́tulo 4. Construcción de medidas abstractas 135
debido a que |e−xt · sen x| ≤ |x · e−xt | ≤ a en el rectángulo (x, t) ∈ [0, b] × [0, ∞).
Al integrar por partes, obtenemos
∞
b
1 − e−bt cos b − te−bt sen b
Z Z
sen x
dx = dt.
0 x 0 1 + t2
[Go] Russell Gordon, The integrals of Lebesgue, Denjoy, Perron and Henstock. American
Mathematical Society, 1994.
[HS] Norman Haaser y Joseph Sullivan, Real Analysis. Van Nostrand, 1971.
[SS] Elias Stein y Rami Shakarchi, Real Analysis, III. Princeton University Press.
137
Índice alfabético
Fσ , 10 espacio de Banach, 98
Gδ , 10 espacio de medida, 73
Aσ , 127 espacio de medida completo, 75
Aσδ , 127 espacio dual, 116
σ-álgebra, 73 espacio medible, 73
σ-álgebra de Borel, 11 espacio normado, 97
σ-álgebra de conjuntos, 10
álgebra de conjuntos, 10 función absolutamente continua, 51
álgebra generada por una semiálgebra, 129 función convexa, 53
función de Cantor-Lebesgue, 46
c.s., 25 función de variación acotada, 47
conjunto abierto, 10 función diferenciable
conjunto acotado, 10 por la derecha, 54
conjunto cerrado, 10 por la izquierda, 54
conjunto compacto, 10 función escalonada, 25
conjunto de Cantor, 13 función integrable sobre un conjunto med-
conjunto de Vitali, 22 ible, 81
conjunto medible, 16 función medible, 76
conjunto medible (Carathéodory), 123 función medible Lebesgue, 23
conjunto negativo respecto a una medida, función simple, 25, 76
85 función singular, 52
conjunto nulo respecto a una medida, 85 funcional lineal, 110
conjunto positivo respecto a una medida, funcional lineal acotado, 110
85 integral
convergencia de una sucesión de medidas, de funciones medibles no negativas, 77
82 de funciones simples, 77
convergencia en medida, 41 integral de Lebesgue
cubrimiento de Vitali, 42 de funciones medibles, 38
de funciones medibles no negativas, 34
derivada de Radon-Nikodym, 90
de funciones medibles y acotadas, 31
descomposición de Jordan de una medida,
de funciones simples, 28
87
desigualdad de Cauchy-Schwarz, 103 lema de Fatou, 35, 79
desigualdad de Hölder, 100 lema de Vitali, 42
desigualdad de Jensen, 55
desigualdad de Minkowski, 100 medida σ-finita, 75
medida absolutamente continua, 87
espacio Lp , 103 medida abstracta, 73
139
140 ÍNDICE ALFABÉTICO
números de Dini, 43
norma de un funcional lineal acotado, 110