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Ensayo Derechos Humanos
Ensayo Derechos Humanos
CICLO: V
2021
INTRODUCCIÓN
La pena de muerte es una de las primeras penas creadas por la humanidad, consiste en
quitarle la vida a otra persona, cuando se ha verificado que ha cometido algún delito
que la sanciona de tal manera. Lo que significa que para hablar de pena de muerte es
necesario hacer mención una serie de conductas que están sancionadas con esta pena.
La existencia de una penalidad supone que se esté frente a un sistema normativo, esto
es de un Estado que posee el monopolio de las penas, por lo cual se ha eliminado la
venganza privada, suplantada por un Derecho Penal que trata de proteger a la
sociedad. El derecho penal inca era intimidatorio y cumplía una finalidad
aleccionadora, motivo por el cual sus penas eran severas.
El Inca era el encargado de decretar las leyes y dentro de éstas se encontraban las
correspondientes a la pena de muerte. Prescott, señala que “violar la ley no era tan
sólo insultar a la majestad del trono, sino cometer un sacrilegio. Así considerado el
menor delito merecía la pena de muerte”, esto lleva a pensar que cualquier ley dada
por el Inca, al no ser obedecida, merecía la pena de muerte.
En realidad, existieron normas específicas para la pena de muerte, así tenemos que
Manco Capac castigó con la pena de muerte a los adúlteros, homicidas y ladrones.
Maita Capac a los sodomitas.
A continuación, se presentará una breve lista de los delitos que eran penados con la
muerte.
1. El homicidio (simple y agravado).
2. El robo (dentro de éste se encontraba el cohecho de jueces).
3. La rebeldía, traición y conspiración.
4. La sodomía.
5. El adulterio.
6. La violación.
7. El incesto.
8. La holgazanería, el hurto y la embriaguez reiterada.
También, señalan las crónicas, que cuando el Inca lo deseara podía mandar a matar a
cualquiera. Estos “homicidios” cometidos por los Incas no se encuentran enmarcados
dentro del Derecho, tuvieron fines políticos o militares.
Se debe aclarar que, conforme al concepto de pena de muerte dado antes, muchos
comportamientos descritos en las crónicas no pueden ser considerados como pena de
muerte. Estas conductas, que podrían muy bien ser calificadas como “homicidios”, no
se encuentran enmarcadas dentro del derecho, tuvieron fines políticos o militares, e
incluso religiosos, como los sacrificios.
En la milicia es muy importante la valentía, el pundonor y el coraje, por eso, los códigos
internos de ellos suelen ser más rígidos. En tiempo de guerra la muerte del enemigo es
la consigna del soldado, “matarte he o matarme has” así es que este tipo de muerte no
es el que nos interesa aquí, porque es el criterio común de toda guerra. Acá interesa
hacer notar que, dentro de la formación militar inca, la ausencia de valentía era
penada con la muerte, a solo petición del Inca.
Es pertinente recordar en este punto lo sucedido con Atahualpa en Pultumarca (actual
Baños del Inca). Es de conocimiento que el Inca mandó matar a quienes se asustaron
ante las cabriolas de Hernando de Soto, pagaron con sus vidas y sus cuerpos
permanecieron exhibidos como ejemplo para el resto. Así los hallaron los españoles,
una vez capturado el Inca, “otro día después del desbarate los hallamos muertos.
Recordemos que el encuentro entre Atahualpa y Pizarro ya había sido pactado para el
día siguiente, y era muy importante tener las tropas bien dispuestas para lo que
pudiera acontecer. El suceso puede muy bien ser calificado de un acto político-militar,
mas no como suceso jurídico en esos tiempos, hoy sí lo sería (por las consecuencias
que traería). De todos modos, estaba en la facultad del Inca decidir la mejor forma de
dar ejemplo a sus tropas.
los incas, tenían sus propios rituales religiosos, lo cual consistía en hacer sacrificios
humanos para su dios, los sacrificios, vistos con ojos actuales, son merecedores de
reproche, muchas veces por su crueldad o simplemente por sus fines. Sin embargo,
estuvieron presentes en las culturas de diversas partes del mundo, no siendo los incas
la excepción, sacrificaban al sol; y enterraba al sacrificio llamado Capacocha, que
enterraban a los niños inocentes, quinientos, hacían juntar quinientos niños de todo el
reino y sacrificaban en el templo de Coricancha, Este sacrifico lo conocemos hasta
nuestros días como el de Capacocha y es aplicado a todo vestigio que involucre niños
en él, no necesariamente de la forma en que fuera descrito por Poma, podría actuar en
dos niveles: EL PRIMERO, como parte de un sofisticado sistema de creencias en el que
la existencia de dioses no estaba en duda; y, EL SEGUNDO, en un nivel más atávico,
como una operativa exitosa de la idea de Maquiavelo de que el miedo, unido al
respeto, es la herramienta más efectiva de gobierno dentro de un sistema estatal. […]
funcionan de diferentes maneras según la necesidad y la estación, apaciguando las
fuerzas destructivas de los dioses de la montaña y asegurando la buena voluntad del
dios del clima, Illapa, y / o las deidades meteorológicas regionales que se cree residen
en las montañas, los sacrificios no cumplen la función de generar miedo y respeto al
líder, sino al Dios: los apus o la pachamama, por ejemplo. Los sacrificios no son una
pena por lo que tampoco pueden cumplir sus fines. El sacrificio siempre va enlazado a
una concepción religiosa que no responde al miedo militar, basta recordar el texto
bíblico de lo acontecido con Abraham y su hijo Issac.
En el aspecto del código moral y los valores de la sociedad; los incas tuvieron un
gobierno ejemplar. Sus reglas estaban fundadas en el trabajo y el buen
comportamiento de su población. Las leyes básicas para mantener el orden social
eran: no robar, no mentir y no ser ocioso. El adulterio, la violación y la embriaguez
eran castigados con severidad. Gracias a este código de conducta, según los cronistas,
el inmenso imperio de los incas mantuvo el orden social por muchos años.
Las 3 leyes que regían de manera primordial la convivencia de los incas fueron:
Ama sua – No seas ladrón.
Ama llulla – No seas mentiroso.
Ama quella – No seas ocioso.
Según los cronistas, además del trabajo, los incas enseñaban 3 principales valores a la
sociedad:
El yachay – El saber.
El munay – El amor.
El llank’ay – El trabajo.
Los incas creían que los dioses eran los encargados de impartir justicia y que los
hombres solo eran un medio para hacer llegar la voluntad de los dioses. Uno de los
castigos más impartidos en el incanato era el llamado ‘Hiwaya’, el cual consistía en
dejar caer sobre el infractor varias piedras desde una pendiente. Se creía que, si el
acusado sobrevivía, los dioses lo protegerían.
El homicidio – Las personas que asesinaban eran castigadas con la muerte. Ya sea que
lo haya hecho por querer robar, traicionar o mediante hechizos. En este último caso, la
sanción se extendía a la familia del acusado. Así, podían evitar la posibilidad de que
alguien más pudiera practicar la hechicería.
El adulterio – Solo el inca y las élites gobernantes podían tener varias esposas y
convivir con ellas. El pueblo no podía tener un conyugue. Esto se explica por la
capacidad de poder de tierras que tenía la clase privilegiada y no el pueblo. El adulterio
era penalizado con castigos físicos, tanto para hombres como para mujeres.
Sublevación – Los delitos contra el Estado eran severamente castigados. Los curacas
(gobernantes de las provincias) que se rebelaban contra la máxima autoridad eran
castigados, así como la población de su jurisdicción. El único que podía perdonar estas
conductas era el propio inca.
Los incas fueron un imperio ejemplar en el aspecto social. Con la llegada de los
españoles a Cusco en 1533, muchos aspectos del código moral y los valores incas
fueron violados.
Los españoles y su visión cristiana condenaron algunas de las prácticas más antiguas de
los incas como la poligamia y el incesto.
Sin embargo, el trauma social que significó la conquista del Perú también eliminó
algunas de las prácticas más positivas de los incas como sus tres leyes básicas: ama sua
(no ser ladrón), ama llulla (no ser mentiroso) y ama quella (no ser ocioso).
Hasta hoy, principalmente en las regiones andinas, sobreviven algunas prácticas muy
antiguas instituidas por los incas. Un ejemplo es la minka, el cual consiste en un trabajo
comunitario en beneficio de un pueblo o familia.
CONCLUSION
SUGERENCIAS
Tener en cuenta siempre que todas las personas no importando su nivel económico,
educativo, cultural o social, tenemos los mismos derechos, y no debemos de permitir
que nadie vaya por encima de ellos.
Para ciertos aspectos, tratemos de cumplir a cabalidad nuestros deberes, para poder
reclamar con mucha autoridad nuestros derechos.