E - 26-200-A-10

Discapacidad y deporte
18 Piera
D Pailler
IC Druvert
Resumen. 2014 Para las personascon discapacidades físicas y visuales el deporte adopta múltiples
aspectos objetivos complementarios. Para la mayoría se trata de aprovechar beneficios físi-
con
cos, psicológicos y sociales determinantes. Con respecto a los niños con discapacidades físicas,
en numerosos países la integración prevista por la ley en medio escolar normal se aplica cada
vez mejor. Tras la aparición de una discapacidad, la actividad física y deportiva es una exce-
lente herramienta de rehabilitación y readaptación. Todas las personas con discapacidad pue-
den practicar deportes, ya sean de ocio o de competición. Algunos logran alcanzar un alto nivel
deportivo. Hablar de competición implica hablar de clasificación previa para armonizar las posi-
bilidades. Las personas con discapacidad visual y las personas con discapacidades importantes
también pueden practicar actividades adaptadas.
C 2003, Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS, París. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: discapacidad, discapacitado físico, discapacitado visual, amputado, deporte,

silla de ruedas.

Introducción hazañas logradas, en estos encuentros

Practicar deportes es tan normal para
los discapacitados físicos como para las
personas no discapacitadas, y los moti-
vos son los mismos: satisfacer la necesi-
dad de movimiento, integrarse en un
equipo, sentir satisfacción y valorizar la
propia imagen.
Los discapacitados físicos no practican
deportes porque están discapacitados
sino porque tienen ganas de hacerlo, y
perseveran en la práctica porque logran
buenos resultados. Saben además que
la práctica deportiva les permite mejo-
rar su forma física y psicológica, lo cual
los sitúa en buenas condiciones para
vencer los obstáculos debidos a su defi-
ciencia o al entorno, y alcanzar su inser-
ción social.
Jean-8ernard Piera : Professeur des Universités, président de la
commission médicale Handisport.
Dominique Pailler : Médecin fédéral national Handisport.
lean-Claude Druvert : Médecin du suivi des sportifs de haut
niveau Hondisport.
Fédération française Handisport, 42, rue Louis-Lumiére, 75020
Paris, France.
Aspectos diferentes
con objetivos
complementarios
El aspecto mejor conocido en el ámbito
de la medicina física y de readaptación
es el «deporte-rehabilitación». En los cen-
tros de rehabilitación, la iniciación a las
actividades deportivas ocupa un lugar
primordial entre los medios de readap-
tación, de modo que puede hablarse de
«deporte-terapia» igual que se habla de
kinesiterapia o ergoterapia.
Actualmente, gracias a su amplia difu-
sión en los medios de comunicación,
también se conoce bien el deporte de com-
petición para discapacitados,
cuentros internacionales de alto
sus múltiples disciplinas apasionantes y,
sobre todo, sus auténticos grandes cam-
peones. La máxima expresión del depor-
te de competición para discapacitados
tiene lugar durante los Juegos Paralím-
picos ; los Juegos de Sydney del año 2000
tuvieron un éxito clamoroso. Estos
Juegos reunieron a más de 4 000 atletas
procedentes de 128 países y fueron trans-
mitidos a todo el mundo. Además de las
del más alto nivel técnico se destacan los
progresos excepcionales obtenidos en el
material deportivo para discapacitados,
ya se trate de aparatos para rodar o de
prótesis de restitución de energía. Por
último, cabe mencionar la integración
necesaria con los deportistas no discapa-
citados, aunque sólo sea para los entre-
namientos de alto nivel.
Otro aspecto lo constituye el deporte de
ocio, en particular los deportes en con-
tacto con la naturaleza. Estos deportes
suscitan cada vez más entusiasmo, ya
que se practican sin exigencias de
resultados y permiten aprovechar los
progresos técnicos realizados en el
con sus en- material adaptado. En el ámbito de las
nivel, actividades de ocio, la integración con
personas no discapacitadas se realiza
más fácilmente, y el deportista disca-
pacitado, aunque no pasa desapercibi-
do, suscita menos asombro. Aun así,
deben tomarse las máximas precaucio-
nes específicas de la discapacidad para
evitar los accidentes, y la ayuda mate-
rial humana sigue siendo indispensa-
ble para los discapacitados menos
autónomos.
El aspecto deporte en medio escolar es
menos conocido por el profesorado y
los terapeutas en general, y también por
el gran público. La práctica de la educa-
ción física y deportiva es, sin embargo,
un derecho y una obligación para los
jóvenes discapacitados. Esta enseñanza
debe estar garantizada en todos los
establecimientos escolares, siguiendo
modalidades precisas para favorecer la
integración cotidiana en el programa
escolar.
Beneficios físicos,
psicológicos y sociales
determinantes
BENEFICIOS FÍSICOS
Son los mismos que para los no disca-
pacitados : ganancia de fuerza muscular
y de flexibilidad articular, mejor coordi-
nación de movimientos y, sobre todo,
mayor resistencia a la fatiga. Estos
logros permiten a su vez realizar en
mejores condiciones las actividades
cotidianas y todas las tareas físicas. El
aumento de la fuerza en los miembros
superiores y el tronco es especialmente
útil para quienes se ven obligados a uti-
lizar muletas o una silla de ruedas y a
movilizarse con la fuerza de sus brazos.
En otro ámbito de la discapacidad, el de
la deficiencia visual congénita, los estu-
dios han demostrado que todos los
invidentes sedentarios tienen una insu-
ficiencia muscular, mientras que los
invidentes que practican deportes regu-
larmente poseen una fuerza similar a la
de los videntes.
El ejercicio físico es también una forma
de evitar los perjuicios del sedentaris-
mo y la inmovilidad, como el exceso de
peso, la desadaptación cardiovascular y
la osteoporosis por falta de utilización.
Además, la práctica deportiva contribu-
ye a equilibrar determinadas patologías
como la diabetes.
Más allá del beneficio físico, la práctica
deportiva puede llevar a la adquisición
de nuevas habilidades, ya sea aprender
a desplazarse por todo tipo de terreno
en silla de ruedas, aprender a nadar,
aprender a esquiar después de una
amputación, a montar a caballo a pesar
de una parálisis cerebral, a escalar,
navegar, etc. A las ventajas físicas se
suman beneficios psicológicos y socia-
les evidentes, derivados del «saber
hacer como los otros», y a menudo
mejor incluso que los no discapacitados
sedentarios.
BENEFICIOS PSICOLÓGICOS
El deporte favorece la reestructuración
de la imagen corporal y el manteni-
miento de la autoestima. Esta constata-
2
ción es la conclusión a la que
llegan
todos los autores, y especialmente quie-
nes estudian poblaciones de pacientes
con lesiones medulares.
En un estudio realizado entre 1987 y
1993 en el centro de rehabilitación de
Montpellier[2] se efectuó el seguimiento
de 134 pacientes, parapléjicos o tetra-
pléjicos, a quienes se propusieron 3
horas semanales de actividades depor-
tivas como natación, tiro con arco,
baloncesto y musculación, dirigidas por
profesores de educación física y depor-
tiva, durante 4 meses. Al comienzo del
estudio la vivencia del propio cuerpo
estaba desvalorizada en todos los
pacientes, pero especialmente en los
varones. Los pacientes tetrapléjicos
expresaban desinterés por su cuerpo y
una gran ansiedad ante la pérdida de
todo control sobre el mismo. En cambio,
la autoestima no estaba modificada y
los pacientes se consideraban los mis-
mos que antes del accidente.
Al final del estudio:
-
Los pacientes con lesiones medula-
res que habían practicado regularmente
las actividades deportivas presentaban
una mejor vivencia corporal (cuerpo
más activo y más deseable, tanto en
varones como en mujeres, y buena inte-
gración psíquica de las deficiencias) y
mayor autoestima (valorización por el
entorno).
Los
-
pacientes que rechazaron parti-
las actividades físicas seguían
cipar en
desvalorizando su cuerpo. Paralela-
mente se observaba una actitud pasiva
y un interés mínimo por la rehabilita-
ción, junto con una disminución de la
autoestima.
En otro trabajo publicado en el año
2000 ~Z9~ se estudiaron los efectos psico-
lógicos de la práctica deportiva en
pacientes con lesiones medulares. Se
buscaba determinar si los beneficios
son diferentes para los parapléjicos y
los tetrapléjicos, es decir, según el nivel
lesional, si varían según el deporte
practicado (baloncesto, carreras en silla
de ruedas, tenis) o la intensidad de la
práctica (de una vez a más de tres veces
por semana).
Se estudiaron 116 parapléjicos y 53 tetra-
pléjicos, que fueron evaluados mediante
autovaloración de la depresión, la ansie-
dad, el humor y la energía. Los resulta-
dos muestran que la actividad deporti-
va mejora el estado psicológico, y que
los beneficios son mayores cuanto más
intensa es la actividad física.
El grupo de practicantes más asiduos
obtuvo las puntuaciones más bajas de
depresión y ansiedad y las más altas de
«vigor energético». No se observaron
diferencias significativas entre paraplé-
jicos y tetrapléjicos, ni según los depor-
tes practicados.
BENEFICIOS SOCIALES
A partir de la experiencia acumulada
con el seguimiento de los deportistas de
la federación francesa Handisport du-
rante los entrenamientos, los desplaza-
mientos y las competiciones de todos
los niveles, se puede afirmar que estos
atletas están mejor insertados en la
sociedad y son más competentes, ya sea
física o socialmente: mejor inserción en
el mundo laboral, hábito de mostrarse
tal y como son, orgullo de su condición
de deportistas.
En un estudio publicado en el año 2000
se informa del seguimiento efectuado
durante 2 años, desde una perspectiva
física, psicológica y social (exploración
física, evaluación kinesiterapéutica, índi-
ce de Barthel, perfil psicológico, valora-
ción social, clasificación funcional para
la práctica de un deporte, etc.), de 30
personas discapacitadas físicas que ha-
bían dejado de beneficiarse con un pro-
grama de readaptación. Estas personas
participaron en una actividad deportiva
elegida según sus aptitudes y sus gus-
tos : baloncesto en 15 casos y natación en
los 15 restantes. Al cabo de 2 años de
seguimiento no se observaron ganancias
notables en cuanto a la capacidad de
desplazamiento, pero sí una clara mejo-
ría de las actividades sociales, principal-
mente en las relaciones con los demás,
así como de las actividades cotidianas,
domésticas y de ocio. El perfil psicológi-
co de los deportistas mostraba un nivel
bajo de depresión y un alto nivel de
vigor anímico. Este estudio confirma
que la práctica deportiva puede aportar
a las personas discapacitadas no sólo
una mejor condición física, sino también
una mejor integración social.
No obstante, queda por analizar una
cuestión de fondo: ¿los discapacitados
mejoran sus condiciones físicas, psicoló-
gicas y sociales gracias a la práctica
deportiva, o simplemente son los más
emprendedores quienes empiezan o rea-
nudan más fácilmente la práctica depor-
tiva ? La respuesta está probablemente
en la asociación de estos dos factores. Es
cierto que el hecho de ser deportista
antes de la aparición de la discapacidad
favorece la reanudación de la actividad
deportiva. Así lo confirma un estudio
publicado en el año 2001 [57], realizado
con 143 parapléjicos que practicaban
baloncesto, tenis, atletismo o rugby en
silla de ruedas. Entre ellos, 112 ya prac-
ticaban deportes antes de la aparición
de las lesiones. Las razones determi-
nantes de la reanudación de las activi-
dades deportivas fueron:
que estas prácticas deportivas forma-
-
parte del programa de readaptación;
ran
-
que las posibilidades de practicar
deportes estuvieran ofrecidas por clu-
bes para discapacitados;
 que dichas actividades aportaran sa-
-
tisfacción, diversión y mejor forma físi-
ca, y que permitieran las competiciones.
Como conclusión de su trabajo, los
autores abogan por una mejora de los
programas de readaptación en los esta-
blecimientos dedicados a pacientes con
lesiones medulares, y por el desarrollo
de estrategias prácticas para incitarlos a
realizar actividades deportivas y de
ocio: aumento del número de clubes,
mejora de la accesibilidad, etc.
Integración
de los discapacitados
físicos en medio
escolar
En Francia, ungrupo de estudio inter-
ministerial tiene como objetivo desde
1972 la participación de los discapacita-
dos en las pruebas escolares de educa-
ción física y deportiva. En 1981 se lleva-
ron a cabo las primeras sesiones en los
exámenes del bachillerato, con paráme-
tros adaptados.
En 1987, la carta europea del deporte
para todos reconoce la práctica deporti-
va como «factor esencial de readapta-
ción y de integración», y destaca para
los jóvenes discapacitados «el derecho a
no ser excluidos y a ver sus esfuerzos
recompensados».
En 1988, la educación física y deportiva
fue reconocida en Francia como discipli-
na educativa de pleno derecho, lo cual la
hace obligatoria para todos, incluidos los
discapacitados. Desde entonces forma
parte de todos los exámenes: obtención
de certificados de aptitud profesional,
títulos de técnico, bachillerato.
APTITUD DEPORTIVA
DE LOS DISCAPACITADOS
El sistema educativo francés se basa en
el principio de la aptitud a priori de
todos los alumnos para la práctica de
actividades físicas y deportivas. Con
ello desaparece la noción de dispensa
de educación física y deportiva, que es
reemplazada por la de inaptitud parcial y
discapacidad física.
Cuando esta aptitud debe cuestionarse,
el alumno es sometido a un examen
médico por el médico de familia o el
médico escolar. Éste establece un certifi-
cado médico que justifica una inaptitud
parcial. Una inaptitud parcial es una
contraindicación que impide al alumno
realizar determinados ejercicios que
podrían ser perjudiciales para su salud.
Por ejemplo, una persona con escoliosis
puede realizar saltos de altura, pero los
choques repetidos son perjudiciales
para columna vertebral. En cambio,
su
puede realizar muchas otras activida-
des como la natación o el tiro con arco.
En el certificado de inaptitud parcial
debe mencionarse la incapacidad fun-
cional y debe precisarse, respetando
siempre el secreto médico, si la inapti-
tud está vinculada con tipos de movi-
miento (amplitud, velocidad, cargas,
posturas), tipos de esfuerzo (muscular,
cardiovascular, respiratorio), la capaci-
dad de esfuerzo (intensidad, duración),
situaciones de ejercicios y de entorno
(trabajo en altura, medio acuático, con-
diciones atmosféricas), etc. Los datos
aportados por el médico deben ser cla-
ros para que el profesor pueda adaptar
su programa y proponer al alumno
niveles de dificultad compatibles con
sus posibilidades.
Deporte
y readaptación
El valor de las actividades deportivas
como herramienta de readaptación ha
sido demostrado desde hace años por
diferentes " ID="I35.87.2">estudios [24.26.561. La integración
en un medio deportivo normal depende
en gran parte del grado de autonomía
funcional observado tras la fase de reha-
bilitación inicial; las personas más acti-
vas durante esta fase serán las más inde-
pendientes en su vida cotidiana.
Un estudio publicado en 1999 por JM
Barbin [2J trata del seguimiento de para-
pléjicos, algunos no deportistas y otros
deportistas que practicaban regular-
mente y de forma ininterrumpida des-
de la fase inicial. Los deportistas desa-
rrollaron una independencia funcional
en las actividades de la vida cotidiana
superior a la de los no deportistas. La
diferencia más marcada se observa en la
rúbrica «Cuidados personales». El 42 %
de los parapléjicos deportistas son total-
mente independientes, contra sólo el
18 % en el grupo de los no deportistas.
Conociendo la eficacia de la práctica
deportiva, algunos centros se han equi-
pado adecuadamente: gran gimnasio,
piscina, campo de tiro, pista de tenis,
pista al aire libre. Algunos presentan
además la ventaja de tener una ubica-
ción geográfica privilegiada: al borde
del mar, en la montaña cerca de las pis-
tas de esquí o en el campo en una zona
acogedora. Inversamente, otros centros
tropiezan con dificultades por falta de
espacio, recursos financieros o personal
suficiente. Sin embargo, algunos equi-
pamientos son fáciles de instalar: una
sala para tenis de mesa, un pequeño
gimnasio con material de halterofilia, un
recorrido de obstáculos para sillas de
ruedas, un terreno con una canasta para
baloncesto, etc. Dotarse de instalaciones
deportivas debería formar parte del pro-
yecto de todo centro de readaptación.
El material deportivo no es muy dife-
rente del que utilizan las personas no
discapacitadas. Los ergoterapeutas
pueden realizar algunas adaptaciones:
mango especial y férula de fijación para
una raqueta de tenis de mesa o para un
florete, férula para mantener rígido el
brazo del arco en un tetrapléjico, sopor-
te de miembro superior para una perso-
na con miopatía. El material deportivo
es a veces oneroso, pero sólo la utiliza-
ción de material de buena calidad
puede permitir al discapacitado físico
mejorar su rendimiento y su satisfac-
ción. Tomando el ejemplo de la silla de
ruedas, es preferible elegir de entrada
un modelo liviano, manejable y estético
que permita una práctica deportiva de
calidad. Dicha silla será también mucho
más fácil de manejar en la vida cotidia-
na. Algunos modelos, que ofrecen todas
las ventajas de la silla tradicional, tie-
nen un precio abordable, aunque supe-
rior a la tarifa de reembolso de las pres-
taciones sanitarias.
Para evitar los accidentes, las precau-
ciones que deben tomarse son siempre
las mismas:
-
competencia del iniciador (educa-
dor deportivo, kinesiterapeuta o ergote-
rapeuta especialmente formado para la
práctica de un deporte);
-
respeto de las reglas de cada disci-
plina deportiva y de las consignas de
seguridad (un ejemplo típico es el tiro
con arco);
-
comprensión y aceptación de las
consignas por la persona discapacita-
da ; deben tenerse en cuenta las perso-
de riesgo,
nas temperamentales o irres-
ponsables ;
conocimiento de las defi-
-
perfecto
ciencias, sobre todo neuropsicológicas
(traumatismos craneales), y de las con-
traindicaciones que requieren una vigi-
lancia especial, como la epilepsia.
En el centro de rehabilitación, es conve-
niente que el responsable de las activi-
dades deportivas sea un educador
especialmente preparado para ello y
que posea un diploma de educador
deportivo para discapacitados físicos.
El educador deportivo puede ser él
mismo un discapacitado físico.
En la práctica, los kinesiterapeutas
desempeñan un papel importante en la
fase de iniciación para determinar las
actividades físicas útiles para la rehabi-
litación : refuerzo de los miembros supe-
riores, equilibrio del tronco, manejo de
la silla de ruedas, ejercicios de lanza-
miento, juegos con balón, etc.
Por su parte, el médico debe en primer
lugar detectar las contraindicaciones
excepcionales, presentar al paciente los
beneficios que pueden esperarse con
una práctica moderada y vencer las reti-
cencias psicológicas. También es el
médico quien garantiza la coordinación
necesaria entre los diferentes profesio-
nales que intervienen. Por último, es él
quien orienta al paciente discapacitado
3
Cuadro 1. -
Orientación deportiva según la discapacidad y el valor rehabilitador de los deportes.

Con fondo gris: recomendado para la rehabilitación; +: posible; ++: eficaz; PC: parálisis cerebral.

hacia los deportes que le convienen y
que pueden aportarle más beneficios en
términos de autonomía (cuadro I).
En materia de seguridad, los problemas
de responsabilidad son bastante com-
plejos. El centro es responsable de las
actividades deportivas practicadas den-
tro del establecimiento, especialmente
durante los horarios de prestación de
cuidados. En cambio, el paciente disca-
pacitado es responsable de las activida-
des realizadas libremente fuera del cen-
tro, en el seno de una asociación o de
forma individual.
Organización
de la práctica deportiva
para personas
los atletas seleccionados participan en
competiciones internacionales y en los
Juegos Paralímpicos, y pueden recibir
el apoyo financiero de los gobiernos, lo
que les permite adaptar su actividad
profesional (cuadro JI).
RESULTADOS Y HAZAÑAS
DEPORTIVAS
Los grandes logros deportivos son
excepcionales en sí mismos y son obra
de grandes campeones, tan ejemplares
entre los discapacitados como entre los
no discapacitados. Las técnicas se han
afinado, el material se ha perfeccionado
y la selección internacional se realiza
sin concesiones. En el cuadro III se indi-
can algunos récords mundiales.
En los deportes tradicionales el nivel de
resultados ha aumentado de forma tan
hace sentirse parte integrante del grupo.
La discapacidad queda olvidada.
En los deportes no tradicionales, cada
vez son más numerosos los discapacita-
dos que emprenden aventuras deporti-
vas buscando cumplir un sueño, una
valorización o, de manera más prosaica,
la fama. Todos los discapacitados (visua-
les, amputados, parapléjicos) participan
en estas hazañas:
rallyes automovilísticos
como el París-Dakar, travesías oceánicas
en velero o escalada de cumbres en los
Andes. Algunas proezas conseguidas en
equipo y preparadas durante largo tiem-
po son muy interesantes, pero otras sus-
citan algunas interrogaciones en cuanto
a los riesgos tomados. Así ocurre con la
práctica de ala delta en silla de ruedas, el
salto con cinta elástica para los parapléji-
el buceo para ciegos.
cos o

con discapacidades impresionante que puede hablarse de

físicas, deportes verdadera hazaña. En cada campeonato DEPORTES DE OCIO
de competición mundial o en los Juegos Paralímpicos Es evidente que los deportes de compe-
pueden presenciarse logros deportivos tición mencionados en la sección prece-
y de ocio en donde la deficiencia física pasa a un dente pueden practicarse sin la noción
DEPORTES DE COMPETICIÓN segundo plano. El entrenamiento de los de competición. Por otra parte, las activi-
mejores atletas discapacitados junto con dades deportivas durante el tiempo libre
Los deportes de competición se practi- deportistas no discapacitados es una y las vacaciones ofrecen posibilidades
can en el de encuentros regiona-
marco muestra de su integración y facilita la excepcionales de acercamiento entre los
les y campeonatos nacionales. Además, mejora de su nivel, lo cual a su vez los discapacitados y los no discapacitados,
4
Cuadro II. - Los 17 deportes paralímpicos. Cuadro III. - Récords del mundo.

al menos en teoría. En la práctica, un

estudio realizado mediante cuestionario
entre usuarios de silla de ruedas indica
que la oferta de este tipo de actividades
para los discapacitados sigue siendo
poco importante, aunque en el fondo
están bien adaptadas para responder a
su principal demanda, la integración 156].
m inf: miembros inferiores.

~ Buceo
Esta disciplina es practicada por para-
pléjicos, algunos tetrapléjicos, personas
con amputación de miembro inferior o

superior, y personas con secuelas neuro-

lógicas o articulares 112.361. Varias decenas
de miles de inmersiones en el mar han
tenido lugar sin accidentes, confirman-
do así la necesidad de respetar las con-
signas de seguridad, especialmente en lo
que se refiere a la duración y la profun-
didad de la inmersión, que varían según
la etiología de la discapacidad (fig. 1).
>. 1 Tetrapléjico sumergido junto a un monitor
que le ayuda a propulsarse. Inmersión limitada
en el tiempo y en profundidad (10 minutos, 10 m).
a «Hand-bike»
Riesgo de descenso de la temperatura central: es
Se trata de un vehículo constituido por indispensable llevar un traje de buceo.
un asiento y tres ruedas de tipo bicicle-
ta, que el usuario propulsa mediante
pedaleo manual sincronizado que trac-
ciona la rueda delantera. La iniciación a
este deporte permite en poco tiempo
desplazarse deprisa y pasear en familia.
Utilizado por algunos como medio para
desarrollar la musculatura de los miem- 3 La escalada, en la foto en medio natural, se
bros superiores y por otros como medio practica también en muro artificial, incluso en
habitual de locomoción, el hand-bike centros de rehabilitación, por ejemplo para las
está en pleno desarrollo y ya se realizan personas con PC.
competiciones en carretera (fig. 2).).
a Escalada parálisis del plexo braquial (fig. 4), aun-
que sólo quienes son capaces de sacar
La escalada es practicada en medio rápidamente su vehículo de la pista, en
natural esencialmente por amputados y caso de inmovilización, tienen la posibi-
también por jóvenes parapléjicos o invi- 2 El hand-bike, triciclo de propulsión manual, lidad de correr con no discapacitados.
dentes (fig. 3). Asimismo, se ha desarro- permite realizar paseos en familia. Las fracturas de costillas en territorio
llado en muchos centros que han insta- paralizado son bastante frecuentes
lado un muro de escalada en un gimna- (desmineralización) y están provocadas
sio. Este deporte está desprovisto de
a Karting por los choques contra el asiento a
riesgos con el material actualmente uti- Esta actividad representa el medio más causa de la fuerza centrífuga. Pronto
lizado, y es muy apreciado por los jóve- sencillo y menos costoso de acceder a será posible iniciarse en este deporte y
nes. Algunos muros son inclinables, un deporte mecánico. Puede ser practi- utilizarlo como distracción, gracias a la
permitiendo así el acceso a los niños cada por parapléjicos y discapacitados difusión de un vehículo con mandos
que sólo practican la cuadrupedia 110]. de miembro superior, amputados o con manuales móviles.

5

4 Pilotar con una parálisis del plexo braquial.
a
Kayak
Esta disciplina ofrece diversas posibili-
dades, como el descenso de un río o un
recorrido por la costa, incluso para per-
sonas tetrapléjicas, con algunas particu-
laridades como los trajes isotérmicos
para proteger de los golpes y del frío
(fig. 5) [361.
Esguí náutico
Lo practican esencialmente las personas
amputadas, algunas de las cuales acce-
den a la competición.
Esguí alpino
Constituye un deporte de invierno acce-
sible a muchos discapacitados, ya sea en
bipedestación o en sedestación. Para
quienes esquían sentados, la organiza-
ción de clases prácticas permite resolver
dificultades como la utilización de los
telearrastres, sin perturbar el funciona-
miento de las estaciones de esquí.
a Vela
Todas las modalidades de práctica son
accesibles, desde el crucero en velero
sin adaptaciones particulares hasta la
regata en un catamarán concebido para
ser manejado por parapléjicos. En algu-
nos modelos se han realizado modifica-
ciones simples que permiten la conduc-
ción por personas con alto grado de dis-
capacidad, como los tetrapléjicos o las
personas con miopatías.
Deportes aéreos
Algunos aeroclubes poseen aviones
adaptados, con mandos únicamente
manuales. El acceso a la cabina puede
plantear problemas para los parapléjicos.
E SeftdeWstMo
Está organizado por asociaciones cer-
sitios naturales y puede reali-
canas a
zarse en grupos mixtos de personas en
bipedestación y usuarios de silla de
ruedas, y por supuesto con no discapa-
citados.
6
deportivas, donde el valor de los resul-
tados conseguidos es reconocido por el
conjunto del mundo deportivo.
ATLETISMO
Exceptuando las carreras de obstáculos,
el lanzamiento de martillo y el salto con
pértiga, se disputan todas las pruebas,
pero no todas son practicables en todas
las formas de discapacidad.
Durante mucho tiempo sólo fueron
5 El kayak permite olvidarse temporalmente de emblemáticas las carreras en silla de
la silla de ruedas.
ruedas. Con la aparición de las prótesis
de restitución de energía y la mejora de
las prótesis de rodilla, el atletismo ha
Silla todo terreno despertado verdadero entusiasmo entre
los amputados de miembro inferior [5,61.
Las primeras sillas todo terreno fueron Por sus cualidades propias y porque
desarrolladas en Estados Unidos; se uti- hacen posibles los entrenamientos pro-
lizan por ejemplo para descender sen-
deros de montaña.
longados sin lesiones del muñón, estas
prótesis permiten acceder a nuevas
pruebas como el sprint largo y mejoran
a Bádminton los resultados [28]. Personas con amputa-
ción femoral pueden correr los 400 m
Permite jugar con personas no discapa- con las dos curvas de la pista (fig. 6). Los
citadas, y sirve de entrenamiento para récords van cayendo y los tiempos son
otros deportes de raqueta o de destreza. cada vez menores. Así, los cinco prime-
ros amputados tibiales de los 100 m en
Carro de vela los Juegos de Sydney pasaron por deba-
Este vehículo utilizado por jo de la barrera de los 12 segundos.
puede ser
Estas prótesis sólo se utilizan para la
parapléjicos e incluso
tetrapléjicos, sin
modificaciones importantes. La seguri-
práctica deportiva, están montadas en
equino, son reguladas por el atleta o su
dad está garantizada por protecciones entrenador sobre el terreno, y no están
vestimentarias y arneses. recubiertas porque no es necesario. La
lámina del pie está equipada con pun-
Senderismo en trineo de perros tas (fig. 7) y el corredor corre sin calza-
do en ese lado. Los manguitos son de
Este modo de transporte permite a per- silicona y las zonas de engaste del
sonas con alto grado de discapacidad muñón presentan calados (fig. 8). Cada
recorrer parajes montañosos en invierno. atleta utiliza varias prótesis por tempo-
rada lo cual, dada la calidad de los
a
Golf materiales, implica un coste elevado.
Sin embargo, los campeones están
Lo practican personas con deficiencias
visuales, individuos amputados y algu- patrocinados por fabricantes que gra-
cias a ellos prueban su tecnología.
nos parapléjicos. Las mismas prótesis han favorecido la
práctica de saltos de longitud y de altu-
ra (fig. 9) por personas con amputación
de miembro inferior [31]. En los deportis-
Deportes tas que realizan lanzamientos, las opi-
de competición niones están divididas y algunos siguen
utilizando simples piernas de madera.
La mayoría forma parte de los deportes El deportista amputado debe vencer el
denominados paralímpicos, presentes miedo al dolor por los apoyos repetidos
cada 4 años en los Juegos Paralímpicos
y tratar de igualar en cada lado los
que se organizan en los días o semanas tiempos de apoyo y de suspensión.
que siguen a los Juegos Olímpicos, en el El estilo de carrera de los deportistas
mismo lugar. con amputación tibial se asemeja ac-
Los deportes de competición dan lugar tualmente al de los sprinters no discapa-
a campeonatos continentales y mundia- citados, a pesar de la sobreutilización
les. Algunos se practican desde el ori- del miembro sano. En los deportistas
gen del movimiento deportivo para dis- con amputación femoral el estilo es cla-
capacitados físicos. Otros más recientes, ramente diferente: la cadena muscular
como el fútbol para ciegos, aspiran a ser
posterior está muy degradada (ausen-
inscritos en el programa de los Juegos, cia de tríceps, isquiotibiales y glúteos
lo cual constituye una garantía para su disminuidos), con un desequilibrio a
desarrollo. Todos ellos forman la parte favor de los planos anteriores, lo cual
más impresionante de las actividades induce compensaciones " ID="I38.156.3">14 1. Como la

6 Llegada de un atleta con amputación femoral
en la carrera de 200 nt.
7 Salto de longitud de un atleta con amputación
tibial. Obsérvense las puntas del flexfoot. El
récord del mundo es de 6,72 m.
8 En la línea de salida : prótesis fenioral
carrera.
extensión de cadera está limitada por el
engaste de la prótesis, la amplitud de la
zancada está disminuida en compara-
ción con el lado sano. El corredor adop-
ta una posición de hiperlordosis que es
causa de lumbalgias ~55~. La rodilla tiene
un retroceso hidráulico de extensión
9 Salto de altura : la prótesis por amputación
tibial ha dejado de ser un obstáculo suplernentn-
ríoy ayuda a tomar impulso.
acortar la duración de la fase de
para
suspensión y del apoyo contralateral y
prolongar la zancada.
El análisis dinámico de la carrera con
medición de las fuerzas de apoyo en el
suelo muestra que en el deportista con
amputación femoral o tibial estas fuer-
zas aumentan significativamente en el
miembro sano, lo cual podría deteriorar
más rápidamente los cartílagos de la
cadera y la rodilla rZ’-’9l
Las carreras y los saltos no son practica-
dos únicamente por personas amputa-
das de miembro inferior. También pue-
den verse en las pistas deportistas con
amputación de miembro superior, se-
cuelas neurológicas u ortopédicas de
los miembros superiores, parálisis cere-
bral (PC) de forma hemipléjica o atetó-
sica moderada, secuelas de poliomieli-
tis, lesiones medulares de bajo nivel
neurológico o incompletas y deficien-
cias visuales. Los reglamentos, los apa-
ratos y las instalaciones son los mismos
que para el atletismo de personas no
discapacitadas.
Los parapléjicos representan una parte
muy importante de los deportistas en
silla de ruedas. El número de tetrapléji-
también es elevado, al menos hasta
cos
el nivel C8. Los deportistas en nivel C7
sufren discapacidades graves por la
pérdida de función del tríceps " ID="I39.50.6">ru , y los
pocos que pueden correr presentan una
discapacidad incompleta.
De forma general, cuanto más bajo es
el nivel, mejores los resultados
son
(mayores posibilidades musculares y
mejor adaptación cardiovascular al
esfuerzo) [181. La clase Ll permite inte-
grar a personas con niveles neurológi-
cos muy bajos, con afectación muy par-
cial de los miembros inferiores y que
de pueden caminar.
Entrenar a parapléjicos implica conocer
algunas especificidades y tomar ciertas
precauciones:
-
Fragilidad cutánea: la experiencia
demuestra que los parapléjicos no pre-
sentan escaras isquiáticas como conse-
cuencia de la práctica deportiva (pre-
vención mediante el ajuste del asiento a
la pelvis)sino fuera de las competicio-
nes, durante un viaje o al atravesar un
período difícil desde el punto de vista
médico. La presencia de una escara
isquiática contraindica la práctica en
silla de ruedas hasta la curación de la
misma y justifica una verificación del
material de prevención, aunque en la
mayoría de los casos el deportista sea
capaz de elegir la almohadilla de la silla
de uso diario. En la silla de atletismo no
se utiliza almohadilla, pero la duración
de su utilización es breve.
-
Insuficiencia de la circulación venosa
[481: el uso de un traje elástico garantiza
una fuerza de compresión armónica en
los miembros inferiores [3.21.2)1. Además,
este traje aporta una estética deportiva
muy apreciada. Los nuevos tejidos no
impiden la evaporación del sudor, y de
todos modos la transpiración es poco
importante en el territorio sublesional
en los pacientes con lesión medular " ID="I39.92.7">[47].
-
Precariedad de la termorregulación: los
parapléjicos y sobre todo los tetrapléji-
cos son sensibles a las condiciones cli-
máticas. Pueden enfriarse, soportan
mal la lluvia y el viento y su temperatu-
ra central puede aumentar cuando
están expuestos al calor " ID="I39.9 .5">[41.42].
-
Limitación de la adaptación cardiovas-
cular : los tetrapléjicos son propensos a
la taquicardia, más de lo que requeriría
la intensidad del esfuerzo físico, aun-
que nunca pueden alcanzar la frecuen-
cia máxima teórica pues en el ejercicio
con sólo los miembros superiores
interviene una masa muscular insufi-
ciente [521.
-
Los deportistas con secuelas de
poliomielitis plantean menos proble-
mas que los parapléjicos ya que no pre-
sentan trastornos de la sensibilidad ni
trastornos vesicoesfinterianos. Los
miembros inferiores afectados, a menu-
do atróficos, pesan poco y se utilizan
todos los músculos restantes.
-
Algunas personas con amputación
de de ambos miembros inferiores
uno o
corren en silla de ruedas. La ausencia
de trastornos neurológicos, el hecho de
poder utilizar la masa muscular restan-
te y un buen equilibrio del tronco son
factores que favorecen la práctica de
esta disciplina.
-
Las personas con PC tienen el incon-
veniente de la lentitud y la incoordina-
ción. Los movimientos anormales y la
hipertonía, aumentados por la fatiga y
la emoción, conllevan un consumo ener-
gético suplementario que no se aprove-
cha. Por último, su afección es a menu-
do asimétrica, lo que no facilita la pro-
pulsión equilibrada de la silla de ruedas.
t Silla de ruedas de atletismo
Su evolución, constante durante los últi-
mos 30 años, actualmente se ha es-
tabilizado. La silla de atletismo se ha
convertido en un vehículo para correr
muy diferente de la silla de uso diario [13].
7
Es unasilla de tres ruedas que se fabri-
ca a medida según la morfología de ca-
da atleta. Tiene un chasis con una viga
central que garantiza la rigidez sin agre-
gar peso a la silla, que pesa de 6 a 8 kg.
La longitud de este chasis (la silla alcan-
za 3 m) le confiere mayor estabilidad
longitudinal, sobre todo en carretera. El
asiento está formado por tejidos tensa-
dos sobre tubos y regulables con velcro,
que envuelven la cintura pélvica. Esta
envoltura garantiza la estabilidad del
tronco y de la cintura escapular necesa-
ria para la eficacia motora de los miem-
bros superiores ~2°~. Algunos corredores
utilizan reposapiés colocados bajo el eje
de las ruedas traseras, mientras que
otros se arrodillan sobre una cincha que
lleva los segmentos de las piernas bajo
los muslos, a su vez replegados bajo el
tronco.
Las ruedas traseras presentan una incli-
nación de 5 a 8° (ángulo abierto hacia el
suelo) para mejorar la estabilidad y res-
petar el trayecto motor eficaz de la
cadena muscular de propulsión (ángulo
de aplicación de las fuerzas sobre los
pasamanos). La rueda delantera posee
un compensador de curva que permite
modificar y mantener su orientación
con respecto al eje de las ruedas poste-
riores, según se esté en curva o en línea
recta. Este compensador puede regular-
se en función de la velocidad, del reves-
timiento de la pista, de la calle conside-
rada y de las condiciones climáticas. En
carretera, es sustituido por un sistema
de retroceso denominado dirección
libre, que lleva siempre la rueda delan-
tera a la posición recta, lo cual requiere
una técnica diferente de inclinación del
tronco para tomar las curvas.
El diámetro de los pasamanos mide
aproximadamente la mitad del diáme-
tro de las ruedas. Cuando es demasiado
grande facilita el arranque pero perjudi-
ca a la velocidad, e inversamente cuan-
do es demasiado pequeño 111. Existen
ayudas técnicas que permiten una
transmisión máxima de energía: el
corredor lleva guantes especialmente
fabricados para proteger las manos y
sobre todo para adherirse mejor a los
pasamanos. Estos últimos están recu-
biertos por un antideslizante, en gene-
ral un tubo flexible previamente recor-
tado y pegado.
La posición del atleta en su silla (fig. 10)
debe tener en cuenta sus características
morfológicas y la prueba practicada:
-
Los hombros deben situarse a la
mayor altura posible respecto al eje de
las ruedas traseras, para favorecer la
amplitud y la velocidad del movimien-
to de las manos.
-
El eje de los hombros debe situarse
ligeramente por delante de la vertical
tangente al pasamanos, para que el
movimiento de propulsión pueda ejecu-
8
10 Llegada del maratón de Londres: los atletas
parapléjicos corren en menos de 1 hora 20
minutos.
tarse con un mínimo de esfuerzo direc-
cional y reclutando el mayor número
posible de grupos musculares [30]. Los
tetrapléjicos adoptan una posición más
posterior que favorece el bloqueo del
tronco, y sólo tocan la parte superior del
pasamanos.
-
El centro de gravedad del atleta
debe estar lo más cerca posible de la
vertical del eje de las ruedas traseras,
sin quedar nunca por detrás de la
misma debido al riesgo de bascular.
Esto disminuye la resistencia al roda-
miento de la parte anterior de la silla y
le confiere mayor movilidad: una sim-
ple inclinación lateral del tronco permi-
te iniciar el viraje con poco esfuerzo.
-
Por último, el sprinter y el corredor
de fondo adoptan posiciones diferen-
tes 19]. El sprinter adopta una posición
menos inclinada hacia delante, más
«sentada», lo cual le permite movilizar
el tronco para ayudar en cada impulso
(aunque esta propulsión es más costo-
sa). El corredor de fondo bloquea el
tronco, inclinado 45° hacia delante,
sobre los miembros inferiores replega-
dos bajo el tórax para poner en acción
solamente los miembros superiores.
Esta posición requiere una flexibilidad
particular de las articulaciones de los
miembros inferiores; tras un período de
inactividad, un corredor tarda 3 a 4
semanas en poder adoptar nuevamente
esta postura durante todo un entrena-
miento.
. Brazada
La brazada sustituye a la zancada del
corredor [51] y, como esta última, tiene
dos fases: impulso y suspensión. En la
fase de impulso, la mano del atleta se
posiciona para ofrecer una superficie de
apoyo rígida que «golpea» el pasama-
nos en su mitad anterior (parapléjico) o
superior (tetrapléjico). No se trata de
coger el pasamanos, sino simplemente
de rozarlo con fuerza para mantener el
movimiento. La fase de suspensión, que
condiciona la totalidad del movimiento,
es una fase de reposo relativo durante la
cual los miembros superiores ejecutan
un movimiento de acortamiento
mediante flexión del codo y rotación
interna del brazo, de modo que la mano
queda por encima del pasamanos, pre-
parada para el próximo impulso. El
corredor debe hallar un término medio
entre la aceleración del ritmo de los apo-
yos en los pasamanos y la amplitud " ID="I40.13 .8">1 7].
Este gesto deportivo requiere actual-
mente varios años de entrenamiento
para ser controlado de manera eficaz, lo
cual induce abandonos y dificulta la
aparición de nuevos campeones.
Precio de las sillas de ruedas
Una buena silla de ruedas tiene un pre-
cio elevado: materiales livianos, roda-
mientos de calidad profesional, asiento
a medida, ajustes complejos, etc. Un
corredor a quien le robaron su silla
durante una concentración preparato-
ria para los Juegos Paralímpicos tuvo
que hacer 20 000 km hasta la fábrica
donde le realizaron una silla nueva.
Los atletas de alto nivel utilizan proto-
tipos cuyo precio no puede determinar-
se y que son modificados de una tem-
porada a otra ~35~. Los atletas principian-
tes pueden conseguir sillas fabricadas
en series pequeñas, que no son tan caras
y que les permiten aprovechar las mejo-
ras técnicas logradas en los años prece-
dentes. Para la realización en serie de
sillas de ruedas específicas, los fabrican-
tes, que no son muy numerosos, se
agrupan a nivel internacional para
poder disponer de medios suficientes
de investigación y comercialización.
Lanzamientos en silla de ruedas
Las tres disciplinas de lanzamiento son
el peso 18], la jabalina y el disco, con las
mismas reglas que para los no discapa-
citados. Durante el lanzamiento, la silla
de ruedas debe permanecer sujeta al
suelo mediante diferentes procedimien-
tos de fijaciones o cinchas.
El movimiento de lanzamiento de peso
se realiza generalmente hacia la parte
trasera de la silla de ruedas, de modo
que el atleta se apoya sobre el respaldo
de la silla con el miembro que no lanza.
Este movimiento permite una mayor
torsión del tronco y se asemeja al movi-
miento de los atletas no discapacitados
en cuanto a la amplitud del impulso
que se consigue. Para los tetrapléjicos,
el lanzamiento de peso es sustituido
por el lanzamiento de maza.
El lanzamiento de jabalina se efectúa
por encima del respaldo de la silla de
ruedas, al igual que el peso. Los tetra-
pléjicos, incluidos los de nivel C8, y
algunos atletas con PC que no pueden
practicar el lanzamiento clásico de dis-
tancia, practican el lanzamiento de pre-
cisión con una jabalina más liviana y
una diana en el suelo.
 BALONCESTO
EN SILLA DE RUEDAS
El baloncesto es a menudo la primera
actividad deportiva practicada en los
centros de rehabilitación. Es la mejor
actividad para aprender a aprovechar al
máximo la silla de ruedas y obtener una
autonomía incomparable. Es también
un deporte de equipo que genera entu-
siasmo en el público y atrae a los
medios de comunicación. Existen clu-
bes de baloncesto y cada equipo repre-
senta a su centro, su ciudad o su país.
En este sentido, el baloncesto es un
deporte modelo.
Es igualmente un deporte que reivindi-
ca su autonomía y su valor propio,
hasta el punto de atraer a deportistas no
discapacitados, quienes pueden com-
pletar un equipo de discapacitados.
Se juega en las mismas condiciones
materiales que el baloncesto para no
discapacitados, con idéntico terreno y
altura de canasta (3,05 m). La silla de
ruedas se considera como parte del
jugador. Para desplazarse con el balón
es necesario driblar, y para propulsarse
el jugador está autorizado a depositar el
balón sobre sus rodillas, sin sujetarlo, y
a impulsar dos veces los pasamanos.
Los contactos violentos en silla de rue-
das son sancionados [36].
t Clasificación
Cada equipo está compuesto por cinco
jugadores. A cada jugador se le atribuye
un número de puntos entre 1 y 4,5 se-
gún la importancia de su discapacidad
física, y el total de puntos del equipo en
el terreno de juego no debe sobrepasar
13,5 en partidos internacionales y 14,5
en partidos nacionales. La limitación
del número de puntos en el terreno de
juego obliga a incorporar en el equipo a
jugadores con discapacidades impor-
tantes.
t Silla de ruedas de baloncesto
Es una silla específica para este deporte
y debe ser ante todo manejable, aunque
también resistente y liviana 1351. Las rue-
das delanteras tienen un diámetro muy
pequeño y están montadas sobre una
horquilla cuyo eje pasa por el centro de
la rueda, lo cual permite pivotar de
manera sumamente fácil. Las grandes
ruedas traseras están abiertas hacia
abajo (ángulo de 4 a 15° según los juga-
dores) para aumentar la estabilidad, lo
que es muy útil para los discapacitados.
Las manos de los jugadores, expuestas
en los choques laterales de las sillas,
están protegidas por la angulación
hacia el suelo y por cubrerradios de
plástico. La altura de la barra de apoyo
de los pies debe respetar el reglamento
a fin de evitar traumatismos en las pier-
nas. La altura de la almohadilla y su fle-
xibilidad también deben seguir el regla-
mento. Algunos jugadores utilizan
sillas con una sola rueda delantera de
pequeño tamaño, lo cual mejora la
maniobrabilidad en detrimento de la
estabilidad lateral; estas sillas de tres
ruedas están reservadas a aquellos
jugadores que poseen un perfecto equi-
librio del tronco. El chasis tubular es
reducido y el centro de gravedad del
conjunto silla-jugador debe situarse lo
más cerca posible del eje de las ruedas
traseras para conseguir la maniobrabili-
dad buscada. Sin embargo, esto reduce
la estabilidad sagital, de modo que
recientemente se ha añadido a la silla
una pequeña rueda trasera central para
evitar que bascule.
a Partidos
Un partido consta de dos tiempos, cada
uno de 20 minutos de juego efectivo. La
intensidad del juego y las necesidades
de la clasificación hacen indispensables
los cambios de jugadores. Por lo tanto,
cada equipo consta de 12 jugadores, de
los cuales cinco están presentes en el
terreno de juego.
En lo que se refiere a la adaptación car-
diovascular, el baloncesto es un deporte
extenuante. Para ser plenamente eficaz,
el jugador debe estar «bajo presión»,
taquicárdico, casi continuamente en
esfuerzo submáximo. La reanudación
de la actividad después de un descanso
conlleva siempre un tiempo de menor
eficacia.
Incidentes en la
práctica
del baloncesto
Las manos están expuestas a traumatis-
mos, sobre los pasamanos o en el
momento de la recepción del balón. Se
observan con frecuencia esguinces
interfalángicos. En los principiantes y al
comienzo de la temporada se producen
erosiones y ampollas palmares. Los
jugadores experimentados se protegen
y tienen manos callosas típicas de juga-
dores de baloncesto.
TENIS DE MESA
El tenis de mesa es un deporte muy
practicado porque requiere pocas insta-
laciones y poca superficie y porque es
accesible a casi todas las formas de dis-
capacidad física. Así, pueden jugar en
silla de ruedas los parapléjicos, los
poliomielíticos y las personas con
amputación de miembros inferiores o
con PC. Los tetrapléjicos pueden practi-
car hasta el nivel neurológico C7 inclui-
do, es decir, sin tríceps braquial funcio-
nal. La raqueta se fija en la mano
mediante un vendaje. Puede tener un
mango moldeado para adaptarse como
una ortesis. El movimiento de juego de
los tetrapléjicos parte del hombro, sobre
todo en los reveses, y no requiere la
intervención del tríceps.
El juego se ejecuta cerca de la mesa y los
desplazamientos son poco importantes o
nulos, por lo que no se necesita una silla
específica. No obstante, la silla de ruedas
puede ser manipulada por el miembro
superior que no juega. Lo importante es
la fineza del juego y el posicionamiento
del tronco; los jugadores con buen equi-
librio se ven favorecidos.
En las competiciones, las reglas aplica-
das son las de la federación internacio-
nal de tenis de mesa. La clasificación
define cinco clases, desde la clase 1 para
los tetrapléjicos completos de nivel C7
hasta la clase 5 para los jugadores con
buen equilibrio del tronco y, como míni-
mo, el equivalente de una amputación
femoral. Los incidentes y accidentes son
raros. Los tetrapléjicos desarrollan fácil-
mente fatiga de esfuerzo y pueden
sufrir mareos por efecto del calor, con
hipotensión y taquicardia. Necesitan
disponer de tiempo suficiente entre
cada set, y se debe evitar el calor excesi-
vo en salas mal ventiladas.
El tenis de mesa en silla de ruedas per-
mite a un discapacitado jugar contra
una persona no discapacitada, y es un
juego del que se puede disfrutar fácil-
mente sin ser un campeón y sin correr
ningún riesgo. La gran mayoría de
quienes juegan lo hacen por puro pla-
cer, aunque algunos acceden a un nivel
muy alto 1361.
El tenis de mesa es también un deporte
muy practicado por discapacitados en
bipedestación, con una técnica de juego
que no presenta ninguna especificidad
respecto a la de los jugadores sin disca-
pacidad. Además, los mejores discapa-
citados se entrenan y compiten con
jugadores no discapacitados. Para las
competiciones los jugadores se distribu-
yen en cuatro clases según su afecta-
ción : unilateral o bilateral de los miem-
bros inferiores, de un miembro supe-
rior, o de un miembro superior y un
miembro inferior. El desplazamiento
alrededor de la mesa es un elemento
más o menos importante del juego
según la deficiencia. En los miembros
inferiores, la sobrecarga de una articula-
ción fragilizada, como un genu recurva-
tum en unpoliomielítico, puede consti-
tuir unacontraindicación o imponer el
uso de una ortesis. Las personas con
amputación tibial llevan prótesis con
pie de restitución de energía que aporta
mayor confort. Esto es importante
cuando hay que jugar varios partidos y
hacer otros tantos calentamientos en
una misma jornada.
El tenis de mesa es un deporte abierto a
todos los deportistas que pueden jugar
de pie; incluso los jugadores amputa-
dos de ambos miembros superiores
pueden sujetar la raqueta con la boca o
entre el mentón y el hombro. La prácti-
9
ca de este deporte desarrolla la coordi-
nación y el equilibrio y constituye un
medio muy interesante de rehabilita-
ción de pacientes con PC y de algunos
pacientes con lesiones cerebelosas.
NATACIÓN
Es deporte completo, no traumati-
un
zante y poco arriesgado, dirigido a todos
los tipos de discapacidad, incluidos los
más graves. Casi todos los deportistas
han nadado, aunque sólo sea en la fase
inicial de la rehabilitación " ID="I42.12.5">(19J. La nata-
ción prepara a otras disciplinas que el
deportista considera a continuación
más atractivas.
" ID="I42.16.1">a Participantes
Los nadadores que logran mejores
resultados, hasta el punto de que su
deficiencia queda totalmente olvidada
en el agua, son los que han sufrido
amputaciones y los que tienen secuelas
de poliomielitis en los miembros infe-
riores (fig. 11). De hecho, tres cuartas
partes de la propulsión en el agua
dependen (7,de3’~los miembros superiores y
el tronco y sólo una cuarta parte
depende de los miembros inferiores. El
tipo de deficiencia puede influir en la
facilidad para progresar en el agua: el
avance de los nadadores con amputa-
ciones o parálisis periféricas está redu-
cido, pero estos nadadores no están fre-
nados por posiciones anormales como
pueden estarlo los parapléjicos a causa
de su espasticidad.
Las personas con PC no se sienten cómo-
das en medio acuático. Un joven con sín-
drome de Little capaz de andar sobre sus
miembros inferiores rígidos por la hiper-
tonía se verá en el agua totalmente inca-
paz de realizar el más mínimo movi-
miento de piernas. Las personas con ate-
tosis tienen grandes dificultades para
controlar la respiración. El aprendizaje
debe efectuarse nadando de espaldas y
es dos a tres veces más largo que de cos-
tumbre. El factor emocional es un obs-
táculo difícil de superar, ya que el depor-
tista con PC debe habituarse al agua, a
las salpicaduras, a los ruidos, y más ade-
lante al ambiente de la competición,
cuando llega a ella.
Muchas personas con malformaciones
congénitas eligen este deporte. Los
espectadores no habituados pueden
impresionarse al verlos, pero olvidarán
rápidamente las malformaciones una
vez que empiece la competencia, ante la
eficacia y los tiempos conseguidos ~’.
a Riesgos de la natación
Las personas que utilizan muletas o
bastones o que no llevan puesta la pró-
tesis o los aparatos ortopédicos pueden
caerse en el borde de la piscina.
10
11 Deportista triamputado practicando
100 m de natación libre.
En el momento de entrar en el agua
pueden producirse traumatismos cutá-
neos por frotamiento contra el reborde
de la piscina, sobre todo en las personas
con trastornos de la sensibilidad; este
problema se soluciona fácilmente con
un colchón de espuma con revestimien-
to impermeable.
El nadador debe prevenir las fugas uri-
narias desencadenadas por la inmer-
sión en agua fría vaciando sistemática-
mente la vejiga antes de la inmersión.
Los parapléjicos, y aún más los tetraplé-
jicos, tienen trastornos de la termorre-
gulación y pueden enfriarse en el agua.
El enfriamiento se manifiesta por fatiga
y palidez e impone la salida inmediata
del agua seguida de recalentamiento.
La maceración de la piel en los pliegues
puede ocasionar ulceraciones, que pue-
den evitarse mediante secado minucio-
so. Como en todos los nadadores, se
deben prevenir las patologías otorrino-
laringológicas (ORL) desencadenadas
por los entrenamientos prolongados.
La epilepsia es problemática en este
contexto. La aparición de una crisis epi-
léptica en la piscina es excepcional, pero
se han dado algunos casos. Si un nada-
dor es epiléptico, es imperativo que sus
monitores estén prevenidos para poder
vigilarlo de cerca cuando esté dentro de
la piscina. El entorno del paciente debe
estar atento al cumplimiento del trata-
miento, y en ningún caso se autorizará
a un paciente a nadar si su epilepsia no
está equilibrada.
Las ulceraciones y las escaras, sobre
todo en los parapléjicos, constituyen
una contraindicación, pero en la prácti-
ca son raras ya que los deportistas cui-
dan atentamente el estado de su piel.
Desde el punto de vista psicológico, el
hecho de estar desvestido pone de
manifiesto los muñones, las deformida-
des y la falta de movimiento natural de
los segmentos paralizados. Ir a la pisci-
na supone tener que exponer las pro-
pias deficiencias y aceptarlas.
a Piscinas
En numerosos países la ley obliga a que
las piscinas públicas sean accesibles en
silla de ruedas. Sin embargo, los vestua-
rios y las duchas no siempre son sufi-
cientemente anchos ni hay barras de
apoyo suficientes para los discapacita-
dos que se mantienen en bipedestación.
Asimismo, el suelo no siempre es anti-
deslizante ni es posible atravesar los
pediluvios.
Pocas piscinas disponen de medios
mecánicos de inmersión para determi-
nados discapacitados como los tetraplé-
jicos. Entrar o salir de la piscina requie-
re ayuda humana competente. Por con-
los
siguiente, es necesario cumplir horarios
y organizar entrenamientos en grupo,
hecho que hace que este deporte indivi-
dual se practique con gran espíritu de
equipo.
a Competición
En situación de competición, las distan-
cias difieren según la importancia de las
deficiencias, desde 50 m para los tetra-
pléjicos hasta 800 m y más para los
nadadores amputados. Un nadador
debe practicar los cuatro estilos. Por
ejemplo, un nadador con los dos miem-
bros superiores amputados deberá
practicar la braza, efectuando los movi-
mientos con los muñones y el tronco.
Actualmente, para estar entre los mejo-
res nadadores mundiales y mantenerse
en ese nivel es necesario entrenarse a
diario y hacer musculación, lo cual
supone la integración y el seguimiento
tanto técnico como médico en el seno de
estructuras competentes.
Natación en aguas libres
Las travesías de lagos o ríos y los reco-
rridos en el mar atraen a nadadores con
discapacidades muy diversas. Este tipo
de natación aporta una sensación de
libertad pero requiere medidas y recur-
sos importantes para garantizar la
seguridad.
Prótesis de baño
Puede tratarse de prótesis de miembros
inferiores muy simplificadas, tales
como simples cubiertas plásticas de
muñón para acceder a la piscina o des-
plazarse por un pontón o por el barco
en el caso de los buceadores, o bien de
prótesis flotantes que facilitan el equili-
brio del cuerpo mientras el nadador se
desliza en el agua. Estas prótesis no
están autorizadas en las competiciones,
y cada vez son menos los nadadores
amputados que las utilizan.
ESGRIMA
Este deporte es practicado en silla de
ruedas por parapléjicos, algunos tetra-
pléjicos (hasta el nivel C8, con la mano
mantenida sobre la empuñadura anató-
mica del florete mediante un vendaje),
poliomielíticos y personas con amputa-
ciones de miembros inferiores. Las per-
sonas con PC tienen muchas dificulta-
des y se ven perjudicadas sobre todo
por su lentitud [361.
La esgrima se practica con tres armas:
florete, espada y sable. Para un asalto,
las dos sillas de ruedas se fijan sobre un
chasis que las inmoviliza una respecto a
otra. La distancia que las separa está
regulada según la longitud de los bra-
zos de los adversarios. La falta de
equi-
librio del tronco en los parapléjicos de
nivel dorsal y en los tetrapléjicos no
constituye una dificultad insuperable
porque el deportista se sujeta a la silla
con el brazo libre, lo cual le ayuda a
enderezarse después de un asalto o de
esquivar un golpe.
La esgrima es una disciplina muy técni-
ca. Su aprendizaje y práctica requieren
la pedagogía de maestros de armas cali-
ficados, entre los cuales son cada vez
más numerosos los que poseen una for-
mación sobre las particularidades de los
discapacitados físicos.
La silla de ruedas no tiene especificida-
des particulares; sólo se requiere que
sea sólida. Las armas no son especiales,
excepto para los tetrapléjicos. La adqui-
sición de las mismas, junto con la careta
y el traje, supone un gasto importante.
En los tetrapléjicos, el traje de esgrima,
que es muy hermético, favorece «los
golpes de calor», que en general ellos
mismos saben detectar desde los prime-
ros signos y que se pueden evitar
tomando suficiente líquido.
Los incidentes y accidentes son rarísi-
mos y no son específicos de la discapa-
cidad ; se trata generalmente de hemato-
mas por golpes con el sable.
Al margen del aspecto lúdico y de com-
petición, este deporte de combate pre-
senta el interés de desarrollar al máxi-
mo el equilibrio del tronco y controlar el
volumen de acción del cuerpo.
Algunos discapacitados físicos practi-
can la esgrima en bipedestación, en par-
ticular los hemipléjicos traumáticos,
tumorales o congénitos. Los reglamen-
tos y las instalaciones son idénticos a
los de la esgrima para no discapacita-
dos. Debido al número reducido de par-
ticipantes y a la necesidad de tener en
cuenta posibles trastornos neuropsico-
lógicos, esta disciplina resulta menos
atractiva que su homóloga practicada
en silla de ruedas. Sin embargo, ofrece
la ventaja de desarrollar el equilibrio y
la coordinación.
TIRO CON ARCO
Es uno de los deportes practicados
desde hace más tiempo en los centros
de rehabilitación, a título de iniciación
al deporte para parapléjicos. Los tetra-
pléjicos, hasta el nivel C7 incluido (fig.
12), pueden tirar con el brazo del arco
mantenido rígido en extensión median-
12
Tetraplejía y tiro con arco.
te férula, y una paleta especial en la
una
mano para el disparo. El tiro con arco
desarrolla el equilibrio del tronco y
combate la actitud en cifosis.
Esta disciplina se utiliza también en la
rehabilitación de la coordinación y el
equilibrio de pacientes con PC. Algunos
pacientes con atetosis, que parecen no
estar nunca en reposo, consiguen apro-
vechar la fracción de segundo de inmo-
vilidad necesaria para disparar correc-
tamente. Algunas personas con PC
tiran en competición, lo que les permite
controlar mejor los trastornos de coor-
dinación y favorece la concentración,
sin que intervenga la noción de veloci-
dad para luchar contra un adversario.
El lugar de práctica y el material no tie-
nen particularidades. No todos los cen-
tros de rehabilitación disponen de un
campo de tiro, pero los discapacitados
pueden integrarse fácilmente con las
personas sin discapacidad. El material
utilizado es caro: arco, flechas, protec-
ciones, etc. Su mantenimiento exige
medios, tiempo y una preparación
meticulosa. La práctica de esta activi-
dad requiere organización: se necesitan
medios para el transporte hasta el
campo de tiro, profesores para apren-
der la técnica, y siempre debe garanti-
zarse la seguridad.
Este deporte se desarrolla generalmente
al aire libre, y el arquero está sometido
a las contingencias climáticas durante
varias horas. Las personas con lesiones
medulares deben aprender a protegerse
tanto del frío y la lluvia como del calor
y el sol.
Las reglas aplicadas son las de la fede-
ración internacional de tiro con arco
(FITA). La recogida de flechas puede
plantear problemas, especialmente para
los amputados de miembro inferior:
después de cada serie, el arquero debe
ir hasta la diana para recuperar las fle-
chas ; un concurso de la FITA consta de
seis series de seis flechas a 30, 50, 70 y
90 m, lo cual representa 3 a 4 km que
deben recorrerse en una jornada, en un
terreno que suele ser irregular. Por con-
siguiente, la prótesis, el calzado ortopé-
dico o la ortesis deben ser confortables
y adaptarse perfectamente.
TIRO AL BLANCO
La práctica de este deporte no presenta
ninguna especificidad en las personas
discapacitadas. Como en el caso del tiro
con arco, la duración de un concurso
obliga a permanecer de pie durante un
tiempo prolongado e impone exigen-
cias al miembro inferior si lleva aparato.
Es un deporte poco exigente para el
aparato cardiovascular, pero requiere
cualidades de concentración y de auto-
control que sólo se adquieren después
de mucho tiempo de entrenamiento. La
epilepsia constituye una contraindica-
ción por motivos de seguridad 111.
El tiro con armas en silla de ruedas es
practicado por parapléjicos, tetrapléji-
cos, discapacitados de los miembros
inferiores, personas con PC y atletas
con discapacidad evolutiva.
Las armas utilizadas son la pistola y la
carabina de aire comprimido (fig. 13).
Los pacientes con discapacidad de alto
grado tiran con carabinas especiales
montadas sobre un soporte para supri-
mir el peso de las mismas, y eventual-
mente con asistencia para el gatillo
(personas con miopatía o esclerosis
múltiple). Las distancias de tiro y los
reglamentos son los mismos que para
los tiradores no discapacitados. La ins-
talación del tirador en silla de ruedas
está muy reglamentada, especialmente
la altura del respaldo, según las posibi-
lidades de equilibrio del tronco.
En este sentido, la utilización de un
corsé para aumentar artificialmente el
equilibrio del tronco está prohibida.
Para practicar el tiro con armas es preci-
so poder acceder a un campo de tiro y
disponer de medios financieros para
adquirir armas. Este deporte requiere
concentración, autocontrol y el respeto
de una disciplina estricta exigida por la
seguridad. La integración con los tira-
dores no discapacitados es frecuente, y
puede ocurrir que los tiradores discapa-
citados igualen o superen los resultados
de los no discapacitados.
Los practicantes de tiro al blanco son
deportistas tranquilos y meticulosos
que se entrenan mucho, pero que no tie-
nen necesariamente aptitudes físicas
excepcionales.
TENIS EN SILLA DE RUEDAS
Esta disciplina está en constante evolu-
ción, tanto en lo que se refiere al mate-
rial como a la técnica y la táctica, y cada
vez tiene más adeptos [36].
11

13 Final de tiro con carabina los
en Juegos
paralímpicos de Sydney.
El tenis ofrece numerosas ventajas: se
utiliza el terreno habitual, puede ser
practicado contra personas no discapa-
citadas o como deporte complementa-
rio, tiene gran poder de diversión y per-
mite un excelente trabajo de equilibrio.
Es accesible a gran número de discapa-
citados físicos, especialmente parapléji-
cos, personas con secuelas poliomielíti-
cas en los miembros inferiores o con
amputación de miembros inferiores;
todos ellos logran mejores resultados
cuando conservan un perfecto equili-
brio del tronco. Los tetrapléjicos y las
personas con PC también lo practican,
pero con peores resultados.
La silla de ruedas utilizada se caracteriza
por su maniobrabilidad, con una peque-
ña rueda delantera que pivota fácilmen-
te (fig. 14), su peso liviano (la silla repre-
senta un peso muerto que hay que acti-
var en cada acción y posteriormente fre-
nar), y su rigidez, garantizada por un
chasis-viga central que le permite resistir
a las fuertes tensiones laterales 1351. Las
grandes ruedas traseras tienen una
importante angulación abierta hacia el
suelo (15 a 20°) que aumenta la estabili-
dad lateral, mientras que una pequeña
rueda trasera antibáscula mejora la esta-
bilidad longitudinal, especialmente en
los smashes y los servicios.
El respaldo puede ser vertical o estar
inclinado hacia delante para empujar al
jugador hacia la pelota. Los pasamanos
tienen gran diámetro, superior al de las
llantas, para facilitar el arranque. La
silla está equipada con «protectores de
ropa», que en realidad ejercen una fun-
ción de mantenimiento lateral de la pel-
vis, y el jugador la transforma en verda-
dera ortesis bloqueando sus rodillas
con pequeñas barras que pueden bascu-
lar, para que las piernas no salgan pro-
yectadas durante los cambios de direc-
ción. Los jugadores con déficit del equi-
librio se mantienen adosados al respal-
do mediante una cincha abdominal.
El tenis en silla de ruedas tiene la parti-
cularidad de permitir dos rebotes antes
de golpear la pelota, con lo que el juga-
dor tiene tiempo de colocarse en la posi-
ción adecuada. La técnica de manejo de
la silla de ruedas es tan importante
12
14 Silla de ruedas para tenis: rígida y móvil con
tres ruedas.
como la técnica de posicionamiento y
de golpe. La pelota debe golpearse por
delante del cuerpo, en una zona de
«confort» situada entre los hombros y
los pies, suficientemente lejos del lateral
de la silla de ruedas para permitir el
paso del brazo y la raqueta. El jugador
debe habituarse a no retroceder nunca
durante un intercambio de golpes, sino
a pivotar en cualquier circunstancia
para recolocarse.
La acción de pivotar permite utilizar el
impulso de la silla, mientras que retro-
ceder requiere parar la carrera y relan-
zar de nuevo el movimiento de la silla
para jugar la siguiente bola, lo cual con-
lleva un desequilibrio hacia atrás en el
momento de arrancar y aumenta el con-
sumo de energía. Los apoyos son igual-
mente muy importantes porque el tron-
co debe estar estabilizado para golpear
la pelota. Debido a la utilización de las
dos manos para impulsar la silla, el
apoyo se efectúa lo más tarde posible,
después del último impulso y al mismo
tiempo que se prepara el golpe. Todos
los jugadores, incluso aquellos que
poseen buenos abdominales, deben
aprender a apoyarse con el miembro
superior libre, por ejemplo: mano libre
en apoyo sobre la rodilla o mano libre y
antebrazo en apoyo sobre los muslos. El
apoyo sobre el pasamanos sólo debe
utilizarse cuando la silla está parada, ya
que cuando está rodando el pasamanos
no está fijo, por lo que al apoyar la
mano en él, el tronco cae y el jugador
pierde el control de la pelota en el
momento del impacto.
¿Cómo elegir entre golpear la pelota en
el primero o en el segundo rebote?
Golpear tras el primer rebote supone
una preparación más corta, como para
jugar una volea, lo cual conlleva un
riesgo, mientras que golpear en el
segundo rebote permite situarse mejor,
pero la bola está más baja y lleva menos
energía.
Las competiciones se desarrollan sin
clasificación. Los jugadores se oponen
según los resultados, lo que da lugar a
una clasificación como entre los tenistas
no discapacitados. Desde hace poco
tiempo, los deportistas que además de
una afectación de miembro inferior pre-
sentan una deficiencia de miembro
superior juegan entre ellos en una cate-
goría denominada «quad». Existen pro-
gramas de aprendizaje que van desde el
descubrimiento del tenis hasta el nivel
más alto, pasando por cursos de perfec-
cionamiento.
HALTEROFILIA
Practican este deporte los parapléjicos,
incluso de nivel neurológico alto; algu-
nos tetrapléjicos que practican en una
clase separada; personas con amputa-
ción de miembros inferiores para quie-
nes, en las competiciones, se establece
una compensación de peso según su
nivel de amputación (al peso del cuerpo
se añade el peso del miembro amputa-
do) ; personas con PC (esencialmente
con síndrome de Little), que logran bue-
nos resultados en esta práctica; un
número reducido de invidentes. Este
deporte de imagen viril es practicado
actualmente por muchas mujeres, con
resultados interesantes.
El movimiento practicado es el levanta-
miento en decúbito. El deportista, colo-
cado en decúbito dorsal sobre un banco
especial, coge la barra que descansa en
unos soportes, la lleva por encima del
pecho y la levanta en un gesto continuo,
manteniéndola horizontal. Para garan-
tizar la seguridad del deportista, dos
ayudantes permanecen a ambos lados
de la barra, preparados para sujetarla
para evitar cualquier riesgo de aplasta-
miento torácico. El levantamiento en
decúbito es uno de los movimientos
esenciales para la musculación de los
miembros superiores, la cintura escapu-
lar y el tórax. Procura una ganancia de
fuerza útil para la deambulación y el
uso de muletas. En los centros de reha-
bilitación se utilizan igualmente pren-
sas de miembros superiores guiadas
por rieles, que garantizan una total
seguridad.
En las competiciones, la colocación del
atleta en el banco obedece a ciertas
reglas: la cabeza, los hombros y la pel-
vis deben permanecer en contacto con
la tabla, los miembros inferiores no pue-
den sujetarse con cinchas excepto por
razones médicas como cuando existe
una espasticidad irreprimible o un tras-
torno ortopédico de tipo flessum de
cadera irreducible 1361.
La clasificación de los atletas se basa
únicamente en el peso del cuerpo, desde
la categoría peso pluma de 50 kg hasta
la categoría peso pesado y superpesado,
que no tiene límite. Este respeto del peso
del cuerpo en el momento de la compe-
tición, o más exactamente de la pesada
previa a la competición, puede llevar a
prácticas perjudiciales, para los discapa-
citados más que para los no discapacita-
dos, como la restricción hídrica o la uti-
lización de diuréticos,
prohibida por la
reglamentación antidopaje.
Este deporte se vio lamentablemente
enturbiado en los Juegos de Sydney
debido a controles positivos en atletas
de países del Este de Europa y de
Oriente Medio, que fueron sancionados
con extrema severidad para evitar que
el dopaje se desarrolle.
Los incidentes y accidentes durante la
práctica de la halterofilia son escasos y
afectan esencialmente a los hombros;
son frecuentes las afecciones degenera-
tivas precoces de las articulaciones
acromioclaviculares y las tendinitis de
los miembros superiores 1151.
FÚTBOL
ha buscado adaptar a los
Siempre se
discapacitados físicos este deporte
practicado en el mundo entero, de gran
difusión mediática y con gran atractivo
para los jóvenes. El fútbol de 7, creado
para las personas con PC, casi no se
practica porque hay pocos deportistas
suficientemente veloces y bien coordi-
nados sin contraindicaciones ortopédi-
cas. El fútbol de 5, denominado fútbol
sala, existe desde 1995 y despierta más
interés. Se practica en interiores, en un
terreno de balonmano, con los mismos
objetivos y un balón específico, más
blando, que amortigua los tiros y los
rebotes. Los balones se ponen en juego
con los pies, las entradas están prohibi-
das y cada medio tiempo dura 7 minu-
tos. Este fútbol, practicado por los pro-
fesionales sudamericanos entre dos
temporadas, es un deporte abierto a
todos los discapacitados que se mantie-
nen en bipedestación.
CICLISMO
Es undeporte exigente y muy popular
en algunos países. Generalmente lo
practican discapacitados por traumatis-
mo que ya tenían predilección por este
deporte antes del accidente. El pelotón
consta de muchos ciclistas amputados
de miembro inferior (fig. 15) o de miem-
bro superior, y también ciclistas con
artrodesis de miembro inferior y paralí-
ticos de un miembro.
El material utilizado debe ser de exce-
lente calidad. Puede ser necesario efec-
tuar pequeñas adaptaciones: acorta-
miento de las manivelas de los
pedales,
bloqueo de un pedal, reposicionamiento
del mando de los frenos y del cambio de
velocidades, adaptación de los asideros
del manillar, y dispositivo para apoyar
el muñón para las personas con amputa-
ción femoral que pedalean sin prótesis.
Existen cuatro grupos según la defi-
ciencia de los corredores, en los que la
distancia de las carreras varía entre 55
y 75 km. Los grupos corren juntos y
efectúan un número diferente de vueltas
de un mismo circuito. La discapacidad
mínima es la amputación de Chopart [361.
15 Prótesis tibial específica para un
Las carreras en pista son tan apreciadas
como las competiciones en carretera
(fig. 16), pero son más difíciles de orga-
nizar, porque hace falta disponer de un
velódromo en buen estado y con las
prestaciones adecuadas, lo que también
dificulta los entrenamientos. En ocasio-
nes, los ciclistas de carretera se prepa-
ran para batir el récord de la hora de su
categoría. De este modo, un ciclista con
amputación femoral puede recorrer
más de 42 km en 1 hora.
Las caídas constituyen el riesgo princi-
pal. No tienen ninguna especificidad,
pero sus consecuencias funcionales
pueden verse agravadas cuando afec-
tan al miembro sano. La utilización
obligatoria del casco no evita el riesgo
de traumatismo craneal.
Los conflictos entre el muñón y la pró-
tesis hacen que algunos ciclistas no uti-
licen la prótesis para correr.
EQUITACIÓN
La relación con los animales se utiliza
desde hace mucho tiempo como herra-
mienta de rehabilitación, aunque las
competencias de equitación, en su varie-
dad de adiestramiento, sólo se llevan a
cabo desde la década de los noventa.
Los jinetes que practican esta disciplina
son personas con amputaciones de
miembro inferior (fig. 17) o miembro
superior, hemipléjicos y algunos para-
pléjicos. Algunas personas con deficien-
cias visuales participan en los mismos
concursos, asistidos por un monitor que
les indica las señales de los recorridos.
En las competiciones internacionales los
contrincantes no corren con su propio
caballo sino que se sortean los animales
de modo tal que cada jinete tiene 2 o 3
días para familiarizarse [36J.
VELA
Las personas discapacitadas siempre
han efectuado cruceros, formando parte
de la tripulación, en barcos normales o
con adaptaciones específicas. Desde
hace varios años se utilizan pequeños
barcos en regatas, y este deporte fue ins-
crito por primera vez en los Juegos de
ciclista.
16 Ciclismo en pista y parálisis de plexo.
Sydney. Los barcos utilizados son mono-
tipos, ya sea el mini-J o el 2.4 (fig. 18),
modelo oficial para las regatas interna-
cionales. El marino navega solo; todos
los mandos se hallan en la cabina y se
manejan a mano.
Generalmente las regatas son mixtas,
junto con navegantes no discapacita-
dos. No existe clasificación para la dis-
capacidad.
Los parapléjicos deben prestar especial
atención al revestimiento de su piel, a
causa del ambiente húmedo y frío y a
los roces repetidos. Algunos se colocan
almohadillas de gel por dentro del traje,
mientras que otros calientan sus miem-
bros inferiores en el interior del casco
con trozos de espuma.
ESQUÍ ALPINO
Este deporte suele practicarse como
actividad de ocio durante las vacacio-
nes de invierno. No obstante, algunos
esquiadores compiten en descenso, sla-
lom especial, gigante y super-G. Se trata
de personas con amputación de miem-
bro superior y/o inferior, con parálisis
periféricas, algunos poliomielíticos y
deportistas con secuelas traumáticas en
los miembros 1361.
El material de esquí es idéntico al que
utilizan los esquiadores no discapacita-
dos. Los campeones utilizan prótesis
sofisticadas, que en algunos casos va-
rían según el tipo de prueba. La mayo-
ría de esquiadores con amputación
tibial esquía con una prótesis, a la inver-
sa de los amputados femorales. Para no
descalzarse con excesiva facilidad, los
esquiadores con amputación tibial lle-
van manguitos acabados en un broche
metálico que se engancha en la parte
proximal de la prótesis.
Los esquiadores con amputación femo-
ral controlan su equilibrio sustituyendo
13

17 juegos Paralímpicos
de Sydney: equitación
(deportista con amputa-
ción tibial).
bros superiores con ayuda de bastones
cortos. Este
tipo de esquí es muy exi-
gente físicamente y se realiza en pistas
normales. Lo practican personas para-
pléjicas, poliomielíticas o con amputa-
ción bilateral de miembro inferior.
Recientemente ha sido utilizado por
corredores en silla de ruedas a modo de
entrenamiento invernal. Asociado con
el tiro permite la práctica del biatlón.
El hockey sobre hielo en sedestación,
practicado sobre todo en los países nór-
dicos por personas con amputación de
miembro inferior y algunos parapléji-
cos, es muy espectacular. Los jugadores
se propulsan con el bastón, cuyo
mango
es más corto y sirve también para

impulsar el tejo.

Deportes
para discapacitados
visuales
El origen de la discapacidad puede ser
congénito (albinismo), traumático, tu-
moral, degenerativo, etc. El número de
invidentes y de discapacitados visuales
de alto grado es similar. Estos últimos
presentan en la mitad de los casos afec-
ciones evolutivas como la degeneración
19 Equilibrio en slaloni gigante: utilización de de la retina, que conducen progresiva-
«estabilos». mente a la ceguera. Algunos pacientes
con globos oculares frágiles por amblio-

pía están expuestos al riesgo de hemo-

rragia y de desprendimiento de retina,
lo cual contraindica los choques, por lo
que en natación las salidas no se reali-
18 Regata de 2.4 en los Juegos paralímpicos de zan lanzándose a la piscina sino desde

Sydney : deportista parapléjico. dentro del agua.

los bastones clásicos por «estabilos», bas-
tones ingleses acabados con pequeños
esquís (fig. 19). Para aguantar los 60 a
90 segundos de un descenso a más de
100 km/h deben tener gran potencia en
el único cuádriceps que poseen.
Los riesgos de este deporte están rela-
cionados esencialmente con las caídas,
y también aquí las repercusiones fun-
cionales se ven aumentadas cuando el
traumatismo afecta al miembro sano. Se
han señalado algunos casos excepciona-
les de lesiones por frío en muñones y en
miembros paralizados.
Algunas personas parapléjicas o con
amputación bilateral de los miembros
inferiores practican esquí sentadas 1541.
Las pruebas y las velocidades alcanza-
das son las mismas. Sólo difiere el mate-
rial utilizado: el esquiador se sienta en
un casco unido a un
esquí único
mediante un sistema de amortiguación,
generalmente similar al de las motos
(fig. 20). El equilibrio se mantiene con
pequeños «estabilos». El dispositivo
puede estar carenado para aumentar el
aerodinamismo.
20 Descenso en esquí en sedestación, función
de amortiguación al pasar por los montículos de
nieve.
ESQUÍ NÓRDICO
El esquí de fondo es practicado esen-
cialmente por personas con amputación
de miembro superior y amputación
tibial. No presenta particularidades res-
pecto homólogo practicado por
a su
personas discapacitadas 1361. Los
no
amputados de miembro superior pre-
sentan a veces asimetría de la cintura
escapular y raquialgias generadas por
la propulsión unilateral. Hay quienes
practican biatlón, disciplina en la que se
alterna el esquí con el tiro al blanco.
El trineo de fondo es la adaptación del
esquí nórdico a la sedestación. El
esquiador practica sentado en un asien-
to fijado a dos esquís de fondo clásicos,
y se propulsa con la fuerza de los miem-
Los invidentes tienen problemas de
conocimiento del propio cuerpo, de
equilibrio, de coordinación y de concen-
tración ~°9~. Tienen poca flexibilidad y a
menudo insuficiente musculatura. Las
dificultades que experimentan para
desplazarse se deben a la discapacidad
visual, pero también al defecto de
representación mental del espacio. La
principal dificultad que debe resolver-
se, tanto en el entrenamiento como en
las competiciones, es la de guiarlos. Las
carreras de impulso para un salto y los
lanzamientos deben ser orientados; en
las carreras a pie y en el esquí de des-
censo o de fondo el guía debe dar con-
signas de dirección e indicar los peli-
gros. En tándem, el binomio constituido
por un invidente y un vidente puede
participar en carreras por carretera y en
pista, y hacer cicloturismo.
Existen muchas otras actividades abier-
tas a los discapacitados visuales: nata-
remo, kayak, lucha,
ción, halterofilia,
gimnasia con aparatos e incluso esgrima.
JUDO
Este deporte de combate ayuda a desa-
rrollar el equilibrio, la rapidez, la fuerza
y la flexibilidad, y obliga a tomar inicia-

14
tivas. Los invidentes detectan el juego
del adversario y adaptan su comporta-
miento. Las reglas son idénticas a las
del judo para no discapacitados, salvo
por el hecho de que al comienzo del
asalto los contrincantes se mantienen
por el quimono. Todos los atletas se
entrenan en un entorno para videntes.
Las clasificaciones se establecen por
categorías de peso.
«TORBALL»
Se practica entre dos equipos de tres
jugadores, en dos medios tiempos de 7
minutos de juego efectivo, con un balón
de 500 g, sonorizado por un cascabel
interno. El terreno mide 16 m de largo
por 7 m de ancho, y en sus extremos se
hallan porterías de 7 m de ancho por
1,30 m de alto. El lanzador proyecta el
balón (fig. 21), el cual debe rodar por el
suelo. Los defensores del campo contra-
rio detectan la llegada del balón por el
tintineo y se lanzan para pararlo. Si lo
consiguen, lo lanzan a su vez hacia el
campo contrario. Durante la partida
debe haber silencio absoluto. El jugador
aprende a situarse en el terreno con res-
pecto a la línea de gol, a sus compañe-
ros de equipo y al balón. Las numerosas
competiciones confieren al equipo el
orgullo de representar a un club o a una
institución. Los traumatismos debidos a
las estiradas son frecuentes, pero gene-
ralmente están desprovistos de grave-
dad al estar amortiguados por el atuen-
do de protección. Este juego se practica
cada vez menos pues ha sido suplanta-
do por el goalball, presente en los Juegos
Paralímpicos, que se diferencia por las
dimensiones del terreno (18 m por 9 m)
y el tamaño y el peso del balón (1,250
kg), lo cual aumenta la dimensión física
del juego. El balón es de caucho duro y
está sonorizado con campanillas.
TIRO CON ARCO
Puede parecer extraño que un deficien-
te visual apunte a una diana. En reali-
dad, se sabe que la mayor parte de los
arqueros videntes, tras mucho tiempo
de entrenamiento, utilizan más la sen-
sación propioceptiva que la vista para
determinar cuándo deben disparar.
Este deporte es practicado por discapa-
citados visuales desde hace unos quin-
ce años. Existen dos métodos para
aprender a apuntar. El primero utiliza
la propiocepción, de modo que el
arquero aprende a colocar sus pies en
una posición predeterminada con res-
pecto a la diana, y dispone de un con-
tacto a la altura de los dedos, regulado
según la distancia. El segundo consiste
en sustituir la información visual por
una información sonora, utilizando un
emisor de ultrasonidos fijado en la
diana y un receptor que transforma el
enfoque en señales sonoras que el
arquero recibe a través de un casco.
TIRO AL BLANCO
Para esta disciplina se han desarrollado
visores electrónicos. La diana ilumina-
da envía intensidades luminosas dife-
rentes según las zonas, que se transfor-
man en señal sonora tanto más aguda
cuanto más cerca del centro se enfoca.
El arma utilizada es una carabina clási-
ca, provista de un visor-receptor conec-
tado con un casco. Se trata del mismo
equipo que utilizan los esquiadores de
fondo para practicar biatlón.
FÚTBOL PARA DEFICIENTES
VISUALES
Los invidentes y las personas con defi-
ciencia visual juegan en equipos distin-
tos, y los partidos constan de medios
tiempos de 20 minutos de duración. El
campo de juego, que a menudo tiene la
mitad de anchura de un terreno de fút-
bol clásico, mide unos 50 m de largo por
25 a 30 m de ancho. Las líneas laterales
están constituidas por planos muy incli-
nados que devuelven el balón. El equi-
po consta de seis jugadores, de los que
sólo el portero es vidente. Se utilizan
porterías de balonmano, detrás de las
cuales se sitúa un voceador que señala
la portería cuando los jugadores se
aproximan. Éstos indican su posición
verbalmente a los demás jugadores
cuando llegan a la zona del balón, el
cual está sonorizado con cascabeles.
Este juego reciente se ha desarrollado
con gran rapidez y ya se han organiza-
do campeonatos mundiales en Francia.
Deporte para
las discapacidades
más graves
Los pacientes grandes PC, miopa-
con
tías, artrogriposis degeneración here-
o
ditaria espinocerebelosa suelen estar
excluidos de la práctica de deportes clá-
sicos. A una gran parte de estos jóvenes
21 Torneo de goalball en
Sydney: el tirador se dis-
pone a lanzar el balón
sonorizado.
no con ser árbitros o entrenar a
les basta
sus amigos como cualquier adolescen-
y,
te, tienen necesidad de medirse con los
demás. Paralelamente, el personal de los
centros que los acogen prueba constan-
temente nuevas actividades adaptadas,
haciendo gala de gran imaginación. Así
es como nacieron nuevos deportes.
En los pacientes con miopatía, la noción
de agravación y evolución por el esfuer-
zo ha conducido durante mucho tiem-
po a rechazar cualquier actividad de-
portiva. Pero se sabe que la falta de ejer-
cicio es también perjudicial. Por ello se
han desarrollado actividades que evitan
los esfuerzos físicos importantes, y
actualmente son muchas las personas
con grandes discapacidades que practi-
can tiro al blanco, juegos de pelota en
silla de ruedas, senderismo en trineo
arrastrado por perros o en «bi-esquí».
No existe ningún estudio científico que
haya demostrado que la actividad física
esté totalmente contraindicada.
FÚTBOL EN SILLA ELÉCTRICA
El fútbol en silla se juega en equipos de
cuatro jugadores, con la silla de ruedas
de diario la que se añade un para-
uso a
choques normalizado en la parte delan-
tera para impulsar un balón de balon-
cesto. El juego se desarrolla en un terre-
no de baloncesto y las porterías están en
las líneas de fondo. Un partido consta
de dos medios tiempos de 15 minutos.
Existen equipos que juegan
numerosos
regularmente, y estos jugadores con
discapacidades importantes se han con-
vertido en actores apasionados
que
otros van a ver Esta actividad los
jugar.
convierte en representantes de un club
o un centro, y les permite hablar de tác-
tica y de mejora del material.
«BOCCIA»
Este deporte paralímpico se creó para
las personas con PC. Hace mucho tiem-
po que se practica en los países anglo-
15
sajones, y actualmente está desarro-
se
llando en países.
otros Tiene una con-
cepción similar a la petanca: se trata de
lanzar las bochas lo más cerca posible
de un «boliche» y se juega en sitios ce-
rrados con bolas de cuero de 290 g y 8 cm
de diámetro o al aire libre con bolas de
madera. En las partidas se oponen con-
trincantes solos o en equipos dobles o
triples. Algunos jugadores que no pue-
den lanzar manualmente las bolas utili-
zan un tubo de lanzamiento que ellos
mismos orientan. Los jugadores con
discapacidades muy importantes indi-
can a una tercera persona la colocación
del tubo.
TIRO CON ARMAS
El tiro con carabina es accesible desde
hace tiempo a las personas con miopa-
tía y con diferentes tipos de discapaci-
dad neuromuscular grave. Para evitar
la fatiga se utiliza una adaptación: un
soporte que mantiene el arma y anula
cualquier esfuerzo muscular, de modo
que sólo intervienen la destreza y la
concentración. Este deporte no conlleva
riesgos pues se respetan estrictamente
las reglas de seguridad, y permite a per-
sonas incapaces de hacer esfuerzos físi-
cos comparar sus resultados con los de
otros discapacitados y los de personas
sin
discapacidad.
FLECHAS DE PRECISIÓN
Se trata de soltar en el momento ade-
cuado una flecha sometida a un movi-
miento pendular desencadenado por
un ayudante, antes del tercer balanceo,
encima de una diana colocada en el
suelo. La orden se da a través de un
cable cuyo accionamiento puede ser
manual o bucal. Esta actividad se asocia
con otras pruebas de destreza y de pre-
cisión, como la cerbatana horizontal y el
juego de bolos.
CERBATANA
La cerbatana es utilizada como medio
para trabajar la respiración, pero tam-
bién puede practicarse en competición.
Favorece la destreza y desarrolla la con-
centración y la resistencia. Consiste en
apuntar a una diana, generalmente de
tiro con arco, a una distancia variable en
función del entrenamiento y los resulta-
dos, con una cerbatana clásica con fle-
chas. Como medida de seguridad, el
tubo está provisto de un sistema antirre-
tomo. La práctica se inicia con la diana
en el suelo, y se va verticalizando a
medida que la persona progresa. Se trata
de una disciplina fácil de instalar en un
centro de rehabilitación y poco onerosa.
16
Aptitud deportiva:
contraindicaciones
Además de la discapacidad física,
puede existir otra patología que con-
traindique la actividad física o deporti-
va. Puede citarse como ejemplo la epi-
lepsia no controlada con el tratamiento,
que constituye una contraindicación
para todos los deportes. Incluso bien
controlada, la epilepsia impide practi-
car determinados deportes de riesgo
(buceo, alpinismo, deportes mecánicos,
deportes aéreos, etc.). Lo mismo ocurre
con estos últimos deportes en todas las
personas con patologías que cursan con
lipotimias o síncopes.
Algunos deportes pueden tener sus
propias contraindicaciones. Por ejem-
plo, el buceo subacuático está contrain-
dicado en caso de alteraciones ORL,
trastornos dentales, alergias e hiperten-
sión intraocular.
Por otra parte, la discapacidad o sus
consecuencias pueden constituir con-
traindicaciones por sí mismas. Esto es
raro y el médico debe recurrir a su expe-
riencia para establecer un veto absoluto
o relativo, temporal o definitivo " ID="I48.89.6">1".
CONTRAINDICACIONES
TEMPORALES
Las contraindicaciones temporales son
las más frecuentes.
-
La presencia de una escara obliga a
interrumpir la competición y el entrena-
miento, incluso cuando la competición
es importante y el atleta ha realizado
muchos esfuerzos para prepararse. El
médico debe pensar no sólo en el tiem-
po pasado en silla de ruedas para prac-
ticar, sino también en los posibles viajes,
las largas esperas en los aeropuertos,
los transportes para ir desde el lugar de
alojamiento hasta el área deportiva, o la
dificultad que supone para el deportis-
ta afectado tener el sentido común nece-
sario para descansar en lugar de obser-
var a sus adversarios futuros en el terre-
no de juego. La contraindicación es
relativa cuando la escara se localiza en
una zona que no es de apoyo, por ejem-
plo, en la cara dorsal de un dedo del pie
en un parapléjico. En caso contrario la
contraindicación debe ser absoluta.
-
Las erosiones cutáneas del muñón en
los deportistas amputados obligan a
retirar la prótesis y, por consiguiente, a
interrumpir el deporte si éste obliga a
adoptar una posición de carga sobre la
prótesis.
-
La infección y la litiasis urinarias
deben ser tratadas antes de reanudar la
actividad deportiva. Si no se les presta
la debida atención, pueden tener conse-
cuencias renales graves.
-
La hiperreflexia autónoma se observa
en los tetrapléjicos como consecuencia
de alteraciones neurovegetativas. Secun-
daria a una espina irritativa, se manifies-
ta con crisis de hipertensión arterial con
flush vasomotor (enrojecimiento de la
cara, transpiración, cefalea y taquicar-
dia). Su aparición requiere, además de la
interrupción de cualquier actividad en
curso, la colocación inmediata del
paciente en decúbito dorsal y la supre-
sión rápida del factor desencadenante.
El atleta debe consultar ante cualquier
modificación del síndrome sublesional
(contracturas, modificación miccional)
a fin de establecer la causa de dicha
modificación: escara, herida, uña encar-
nada, flebitis, infección urinaria, litiasis,
fisura anal, hemorroides, etc. Ante la
sospecha de un episodio de hiperrefle-
xia autónoma antes del inicio de una
prueba, el deportista debe guardar
reposo, y si la tensión arterial no vuelve
a valores normales debe suspender su
participación en la competición 125,45,531.
Las repercusiones negativas que estos
trastornos podrían tener sobre el rendi-
miento deportivo constituyen un argu-
mento para cuidarse al cual todos los
deportistas son sensibles, a veces más
que al riesgo médico.
CARÁCTER DEFINITIVO
DE UNA CONTRAINDICACIÓN
El carácter definitivo de una contraindi-
cación tiene consecuencias muy impor-
tantes sobre la vida de una persona, por
lo que la decisión debe tomarse siempre
con sumo cuidado.
Las enfermedades evolutivas contrain-
dican los esfuerzos físicos intensos,
pero no las actividades adaptadas 1"1. En
el caso particular de la hemofilia, los
traumatismos mínimos o la repetición
de movimientos pueden ocasionar
derrames articulares, por lo que la com-
petición en determinados deportes está
contraindicada. Lo mismo ocurre en las
alteraciones de la osificación (Lobstein,
Porak y Durante, etc.), en las cuales se
producen fracturas con tensiones muy
reducidas en huesos frágiles.
En la práctica casi siempre es posible
proponer a una persona con discapaci-
dad una actividad física, de intensidad
y técnica adaptadas. Cuando se practica
evitando la fatiga y bajo control médico,
la actividad física permite satisfacer, en
principio sin riesgo, las necesidades de
las personas discapacitadas, y evitar así
la dificultad anímica que provocaría el
hecho de verse excluido del deporte.
Clasificación
para las competiciones
La clasificación para la competición de
los deportistas con discapacidad física
constituye un ámbito bastante complejo.
Los reglamentos, tras haber sido modifi-
cados reiteradamente durante años, son
actualmente bastante estables.
OBJETIVO DE LA CLASIFICACIÓN
Se trata de hacer posible la competición
en condiciones equitativas para disca-
pacitados físicos cuya deficiencia nunca
es totalmente igual. Dicho de otro
modo, el objetivo de la clasificación es
definir grupos o clases tan homogéneos
como sea posible de deportistas con
deficiencias físicas que
competirán en
pruebas determinadas. Si el deportista
no participa en competiciones no es
necesario clasificarlo.
MÉTODOS DE CLASIFICACIÓN
Durante mucho
tiempo las clasificacio-
nes fueron el resultado final del examen
médico. En ellas sólo se tenía en cuenta
la deficiencia física, sin considerar el
nivel de resultados alcanzado, la ausen-
cia o la intensidad del entrenamiento o
el contexto psicológico.
Actualmente las clasificaciones son casi
siempre funcionales y se establecen
analizando solamente las posibilidades
que tienen los atletas de efectuar los
gestos deportivos específicos, y las per-
sonas encargadas de efectuar las prue-
bas son técnicos deportivos o incluso
deportistas. Esta forma de clasificación
tiene un inconveniente: desfavorece a
quienes mediante largos entrenamien-
tos han desarrollado mejores compen-
saciones para igual nivel de deficiencia.
Para un competidor principiante, la cla-
sificación puede ser efectuada por un
médico habituado a los exámenes arti-
culares y musculares, comparando los
resultados de la exploración con las
reglas de clasificación.
Cuando el deportista empieza a lograr
buenos resultados, debe someterse obli-
gatoriamente a una nueva clasificación
establecida por un examinador especia-
lizado y competente en las particulari-
dades de la clasificación en la disciplina
en cuestión.
TIPOS DE CLASIFICACIÓN
La clasificación puede realizarse de dos
modos: por discapacidad o por deporte.
Clasificación según el tipo
de discapacidad
Las competiciones seorganizan para
determinados tipos de discapacidad.
Las clasificaciones de este tipo son pre-
cisas y están vigentes desde hace
mucho tiempo. Han sido establecidas
por las cuatro federaciones internacio-
nales que rigen los deportes para cada
una de las familias de discapacidad.
Personas con parálisis cerebral
Para las personas con PC, la CPISRA
(Cerebral Palsy International Sport and
Recreation Association) ha definido ocho
categorías: cuatro para los discapacita-
dos con PC que practican sentados,
desde la categoría C1 para los deportis-
tas que practican en silla de ruedas eléc-
trica hasta la C4 para quienes propulsan
la silla de ruedas con miembros supe-
riores normales; cuatro categorías para
las personas capaces de andar, desde la
categoría C5 que incluye los hemipléji-
cos profundamente afectados hasta la
C8 con deportistas infranormales capa-
ces de correr y saltar libremente.
Ciegos
Para los ciegos, la IBSA (International
Blind Sport Association) reconoce tres
clases:
-
Clase Bl: ceguera completa.
-
Clase B2: agudeza visual inferior o
igual a 1/30° o campo visual inferior o
igual a 5° en el ojo que mejor ve, con
corrección.
-
Clase B3: agudeza visual inferior o
igual a 1 / 10° o campo visual inferior a
20° en el ojo que mejor ve, con correc-
ción.
Deportistas en silla de ruedas
La clasificación de la ISMWSF (Inter-
national Stoke Mandeville Wheelchair
Sport Federation) divide a los deportistas
en seis clases, desde la clase 1 para los
tetrapléjicos hasta la clase 6 para las
personas con lesiones muy incompletas
de los miembros inferiores. Ésta fue la
primera clasificación, establecida en
Inglaterra en Stoke-Mandeville para
parapléjicos y tetrapléjicos, y se basa en
el nivel neurológico metamérico.
Deportistas amputados
La ISOD (International Sport Organisa-
tion for the Disabled) ha definido nueve
clases. Esta clasificación tiene en cuenta
el segmento o segmentos amputados
sin analizar la longitud del muñón.
En la práctica, en estas dos últimas cate-
gorías de deportistas, las clasificaciones
específicas por disciplina han sustitui-
do casi totalmente a las clasificaciones
antiguas.
Clasificación según el deporte
practicado
Estas clasificaciones han sido concebi-
das con un enfoque funcional, teniendo
en cuenta las necesidades para partici-
par en una disciplina determinada.
Permiten incluir todos los tipos de dis-
capacidad motora. En la práctica, se
debe preguntar al deportista el deporte
que practica y consultar la clasificación
correspondiente.
A continuación se citan algunos ejem-
plos.
Baloncesto en silla de ruedas
La clasificación es un modelo de apre-
ciación funcional específica. ¿Qué hace
falta físicamente para jugar? Poseer un
equilibrio del tronco muy bueno y
poder recuperar el mayor número posi-
ble de balones y, por consiguiente, tener
un volumen de acción extenso, tanto
lateralmente como en dirección antero-
posterior. La evaluación de clasificación
es realizada por técnicos de baloncesto
experimentados, que observan al juga-
dor en acción de juego. Puede estable-
cerse una aproximación mediante prue-
bas de manejo del balón y de equilibrio
del tronco, pero en última instancia es el
conjunto de acciones durante un parti-
do, cuando el juego es importante, lo
que determina la clasificación definiti-
va, puesto que en tales condiciones es
difícil pensar en hacer trampas y disi-
mular las propias posibilidades.
Cabe recordar que existen cuatro clases
que permiten atribuir al jugador un
valor de 1 a 4,5 puntos. La clasificación
puede afinarse con medios puntos.
Natación
En la clasificación para la natación no
interviene la naturaleza de la discapaci-
dad, sino la capacidad para efectuar los
movimientos en el agua: propulsión,
vueltas, zambullida, etc. Teniendo en
cuenta las necesidades funcionales, la
clasificación de un mismo nadador
puede ser diferente para cada estilo.
Existen diez clases, desde la clase 1, a la
que pertenecen los tetrapléjicos de nivel
C7, hasta la clase 10, que incluye las dis-
capacidades limitadas de un miembro
inferior. Esta clasificación compleja, que
requiere gran experiencia para garanti-
zar su eficacia y equidad, es llevada a
cabo a nivel internacional por técnicos
habilitados para ello.
Tenis
Cualquiera sea la discapacidad, el juga-
dor juega en una clase única. Existe una
jerarquía de jugadores establecida a
partir de los resultados de cada uno.
Las competiciones se realizan en fun-
ción de las series. Actualmente se estu-
dia la posibilidad de crear una clase
denominada «quad» para quienes, ade-
más de una discapacidad de miembro
inferior, tienen una discapacidad fun-
cional de miembro
superior.
Judo
Al igual que en la clasificación de los
deportistas no discapacitados, sólo se
17
tiene en cuenta el peso del
ello, antes de cada competición se reali-
zan pesadas para agrupar
rrentes.
Futuro deldeporte
para discapacitados
físico
EN EL ÁMBITO NACIONAL
En los centros de rehabilitación, a pesar
de las dificultades materiales y sobre
todo de personal, las actividades depor-
tivas tendrán siempre su utilidad, y los
rehabilitadores conservarán en este
ámbito su función de iniciadores y
dinamizadores.
El nivel del deporte de elite hace obli-
gatorio el profesionalismo de los entre-
nadores. En el deporte de alto nivel,
desde hace tiempo no sólo ya no se
practican varias disciplinas, sino que
dentro de cada disciplina cada deportis-
ta sólo practica un tipo de prueba (por
ejemplo, el sprint o la carrera de fondo).
El agrupamiento por clases ha aportado
más credibilidad a las competiciones.
Pero aunque en un primer tiempo esto
condujo a un aumento del número de
participantes en cada prueba, en algunas
categorías los discapacitados sin posibi-
lidades de éxito desaparecen de las com-
peticiones, por ejemplo, las personas con
PC en las carreras en silla de ruedas.
En la evolución de las prácticas deporti-
vas aparecen dos nuevas tendencias:
-
El desarrollo de los deportes de ocio,
sobre todo al aire libre, en detrimento de
los deportes clásicos, mucho más exi-
gentes en términos de entrenamiento.
-
La abertura de secciones de disca-
pacitados en los clubes de no discapa-
citados.
EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL
En los orígenes del deporte para disca-
pacitados, los médicos que promovían
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Piera JB, Pailler D et Druvert /C. Handicap et sports. Encycl Méd Chir (Editions Scientifiques et Médicales Elsevier SAS,
Paris, tous droits réservés), Kinésithérapie-Médecine physique-Réadaptation, 26-200-A- 10, 2002, 18 p.
18
cuerpo. Por Cuadro IV. - Historia del deporte para discapacitados físicos.
a los concu-
la actividad deportiva agrupaban a los
atletas según la etiología de la discapa-
cidad, lo cual condujo a la creación de
federaciones internacionales por fami-
lias de discapacidades. El agrupamien-
to de las etiologías en una misma prác-
tica, utilizando las clasificaciones fun-
cionales, llevó lógicamente a la creación
de federaciones internacionales por
deportes.
El International Paralympic Comitee
organismo supradisciplinario, tiene
como misión organizar los Juegos Para-
límpicos cada 4 años, coordinando la
actividad de las diferentes federaciones.
Algunos desearían que organizase
igualmente los campeonatos del
mundo. El IPC se ocupa también de los
discapacitados mentales, que están
integrados en los Juegos. Esto es fruto
de la voluntad internacional de sus diri-
gentes, en contra de la opinión de los
deportistas con discapacidades físicas y
de sus responsables, que temen que se
produzca una confusión en la mente del
público. Es cierto que las necesidades
de ambos grupos, como la formación de
los profesionales que se ocupan de
ellos, son totalmente diferentes. Esta
evolución se concreta asimismo con la
creación de un comité nacional paralím-
pico en cada país, que agrupa a todos
los tipos de discapacidad (física, men-
tal, sordera).
En el cuadro IV se citan las fechas impor-
tantes en la historia del desarrollo de la
actividad deportiva para discapacita-
dos físicos.
Conclusión
(IPC),),
El deporte para discapacitados físicos se
ha diversificado notablemente y los pro-
gresos obtenidos en el material y las téc-
nicas lo han hecho accesible a todas las
formas de discapacidad, incluso las más
graves. En los centros de rehabilitación
se han desarrollado equipamientos depor-
tivos muy distintos de los equipamientos
tradicionales que han dado pruebas de su
eficacia en la rehabilitación. Una vez
completada la etapa de rehabilitación en
el centro, existen múltiples ofertas que
amplían el campo de actividad de las per-
sonas discapacitadas, y el deporte no es
más que una de las posibilidades de
inserción. En cuanto a los deportes de
competición, cada vez mejor organizados,
la práctica de los mismos permite la apro-
ximación a los deportistas no discapaci-
tados, e incluso la incorporación a las
mismas estructuras que ellos.
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