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DE TRABAJO
Últimas tres elecciones, ¿reflejo del 278
avance de la competitividad electoral?
Abril de 2007
¿Qué tiene de importante el estudio del avance de la competitividad electoral en el sistema de partidos
políticos mexicano? ¿Importa para la vida democrática? ¿Para qué o por qué describir el conjunto de datos de
las últimas tres elecciones?
Para Giovanni Sartori, politólogo experto en política comparada, la competitividad electoral es “el
estado real del juego electoral en un momento determinado”. Para la vida democrática de México resulta
relevante conocer sobre la existencia o no, o sobre la situación actual de la competitividad electoral porque
es un indicador de la participación efectiva, consumada o representada a través de los partidos políticos, de la
diversidad de ideas, valores, principios que integran a la sociedad mexicana. La competitividad importa para
la vida democrática porque refleja en cierto sentido la aceptación de la pluralidad de los mexicanos.
Contenido**
I. Introducción 1
III. Objetivos 3
IX. Bibliografía 32
*
La estructura del presente documento de trabajo se ajusta a los requerimientos establecidos en el punto 2.3
del Reglamento para el Financiamiento Público de las Actividades Específicas que realicen los Partidos
Políticos Nacionales como entidades de Interés Público del Instituto Federal Electoral vigente a partir de
octubre de 2005.
I. Introducción
En apego al marco jurídico que rige a la Fundación Rafael Preciado Hernández A.C., en las
siguientes páginas se desarrolla el documento de trabajo titulado “Últimas tres elecciones,
¿reflejo del avance de la competitividad electoral?”, cuyo objetivo principal es el de
explorar e indagar sobre si es que lo hay, un avance de la competitividad en el sistema de
partidos políticos de nuestro país.
El diseño de investigación es de tipo cualitativo, por lo que en lo subsecuente se
recopilan datos y presentan a través de gráficas los resultados electorales que obtuvieron las
tres principales fuerzas políticas de México, sean: Partido Acción Nacional (PAN), Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), en las
últimas tres elecciones, esto es: 2000, 2003 y 2006. Y además en la elección presidencial y
en la elección de diputados por el principio de mayoría relativa. Por lo que la metodología
aplicada
Además de esta introducción, se presentan siete capítulos más. El primer capítulo
pertenece a la justificación de la relevancia de la investigación, los ordenamientos y
principales hechos que dieron origen a este documento.
En el segundo capítulo se establece el objetivo principal, mismo que se desglosa en
objetivos más específicos.
En el capítulo tercero, se definen los conceptos clave para la investigación, así como
la teoría y metodología aplicada, todos ellos coadyuvan para la obtención del objetivo
planteado. Este apartado muestra la orientación de la investigación, dado que se establecen
los argumentos que sirven de plataforma para ratificar o no las hipótesis planteadas.
En el capítulo cuarto se enuncian las hipótesis que se probarán.
En el quinto capítulo se desarrolla la investigación, en donde se hecha mano de los
conceptos clave y se realiza el análisis para corroborar si ha habido un avance en la
competitividad electoral.
El sexto capítulo, se dedica a las conclusiones, algunas reflexiones y prescripciones
de política, así como la nueva agenda de investigación y por último capítulo, el séptimo, se
presentan las fuentes bibliográficas.
1
II. Justificación de la Relevancia de la Investigación
2
III. Objetivos
3
IV. Planteamiento y Delimitación del Problema
A lo largo del siglo XX los partidos políticos fueron un elemento importante de los grandes
sistemas de gobierno como las democracias, los regímenes totalitarios o los sistemas
socialistas. Hacia los últimos años de este siglo era muy difícil encontrar un sistema de
gobierno que no contara con los partidos políticos.
En México, durante las décadas de 1960 y 1970 hubo a nivel nacional importantes
cambios políticos, económicos y sociales que alteraron gradualmente las circunstancias en
que competían los partidos políticos por el poder. Irma Méndez De Hoyos señala que “El
proceso de modernización—reflejado en crecientes niveles de escolaridad y urbanización—
y una crisis cada vez mayor de los canales tradicionales de mediación y representación
social y política impactaron los niveles de apoyo del partido en el poder”, agrega “a
principios de la década de 1980, una crisis económica profunda agudizó el malestar social,
y el sistema político en su conjunto experimentó un periodo de inestabilidad. Las elecciones
se convirtieron en fuente de conflicto y los partidos de oposición comenzaron a ocupar un
papel más relevante en la arena política, como lo demostraron las elecciones locales de
1983 y 1986. Además, las acusaciones de fraude en contra del PRI antes y después de las
contiendas y la creciente intensidad de la competencia entre los partidos, modificaron el
carácter de las elecciones”1. Es de conocimiento general que el año de 1988 es un punto
álgido para el futuro de la vida democrática en nuestro país.
En nuestro país para garantizar equidad y transparencia en cualquier elección se
construyó un marco legal, el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales
(COFIPE). Con este código se asegura la convivencia civilizada en la democracia,
asegurando con la ley, la legalidad en los comicios. Pero, ¿cuál es el efecto de esta
normatividad? Sin ahondar en el estudio de variables específicas, se presume, en un primer
examen, que con la sola construcción y observación de una línea de tiempo sobre los
resultados electorales se puede conocer del avance de la competitividad electoral. La
pregunta a resolver es ¿México cuenta con un sistema de partidos competitivo? Y de ser
así, ¿Ha habido avance en la competitividad electoral a partir de las elecciones de 2000?
Para resolver ambas preguntas se recopilan datos de las últimas tres elecciones para
diputado por el principio de mayoría relativa y de las últimas dos elecciones presidenciales.
1
Méndez De Hoyos, Irma. “Competencia y competitividad electoral en México, 1977 – 1997”, en Política y Gobierno. México. Vol. X.
Núm 1. I semestre de 2003.
4
De este conjunto de datos se pretenden hacer inferencias que darán luz sobre el avance de la
competitividad en el sistema de partidos en los últimos seis años.
5
V. Marco Teórico y Conceptual de Referencia
6
2. Cuando dos o más partidos obtienen resultados cercanos y ganan con escaso
margen.
3. Por la frecuencia con la cual los partidos se alternan en el poder.
En este sentido cabe la acotación de Irma Méndez para el caso mexicano, “la noción de
competencia electoral involucra dos elementos. Por un lado, las reglas electorales, como
conjunto de normas, instituciones y prácticas que definen la estructura del proceso electoral
y garantizan elecciones libres y justas2. Por otro lado, la celebración de elecciones donde
dos o más partidos efectivos compiten por los asientos o cargos en disputa”. Es en este
último aspecto en el que señala “la competitividad electoral…no se refiere a si las
elecciones están disputadas o no, sino a qué tan reñidas son, cuestión que apela a la fuerza
electoral de los partidos de acuerdo con los resultados electorales. La competitividad
electoral revela entonces qué tan fuertes son los partidos comparativamente, según la
distribución del voto y número de asientos”.
El presente estudio, sólo se enfocará en este último aspecto, qué tan reñidas han
estado las últimas elecciones federales de diputado por el principio de mayoría relativa y las
elecciones presidenciales.
En México
2
En el contexto mexicano esto se incluye en las leyes electorales.
7
esquema de partido hegemónico desde 1946, antes de dicho año, no había propiamente un
sistema electoral, pero sí se realizaban elecciones mediante mecanismos descentralizados y
con gran peso de los poderes regionales. A partir de 1946, se establecen los dos principios
rectores que se mantendrán casi intactos hasta el periodo de nuestro interés: la
centralización de la organización y la vigilancia de los comicios y su control por parte del
Ejecutivo; asimismo, la exclusión de la participación electoral a las organizaciones que no
asuman la forma de partido político nacional con registro, con lo que se contribuye a una
mayor institucionalidad del juego político y se estimula el surgimiento de nuevos partidos,
aunque supeditados al hegemónico.
Las reformas aplicadas al sistema electoral mexicano creado en 1946 tuvieron la
intención de traducir institucionalmente la incipiente pluralidad del país; son importantes
porque marcan el terreno para las reformas posteriores, las que condujeron a la transición
democrática en el sentido de flexibilizar gradualmente los amarres que sujetaban la
competitividad de los distintos partidos. Es decir, corresponden a medidas de que buscaban
ampliar la representación de los partidos de oposición y satélites en la Cámara de
Diputados. Eran una concesión del régimen, desde la lógica del poder, ante circunstancias
especialmente adversas.
Así, la reforma de 1963 se explica como respuesta a una situación social y política
compleja, caracterizada por la efervescencia cada vez mayor de movimientos sindicales
disidentes, como el de los maestros (1958) y el de los trabajadores ferrocarrileros (1958-
1959); el boicot del PAN al régimen, al asumir una posición de enfrentamiento con éste,
cuando propuso la renuncia a sus cargos de los seis diputados triunfadores en las elecciones
de 1958; y la polarización política, producto del impacto que tuvo la Revolución cubana.
En otros términos, la reforma fue una salida ante la amenaza de que el área no
institucionalizada del sistema político se desbordara a causa de los movimientos sociales;
también puede ser vista como producto del aumento del abstencionismo electoral y de la
necesidad gubernamental de reanimar la participación en las urnas.
En esta reforma se ofrece una ampliación limitada en la representación política
mediante la introducción de los llamados “diputados de partido”, para favorecer a los
partidos minoritarios que obtuvieran 2.5 por ciento de la votación total válida —a quienes
serían asignados cinco diputados— y uno más por cada 0.5 por ciento adicional hasta llegar
al tope de 20 diputados. La reforma se planteaba dos objetivos: ganar legitimidad mediante
8
esa proporcionalidad “limitada” y mantener la capacidad de decisión del partido oficial. Un
aspecto que conviene resaltar para los propósitos de este trabajo es que dicha reforma fue
responsabilidad directa del Adolfo Christlieb Ibarrola, dirigente nacional del PAN, y
Gustavo Díaz Ordaz, secretario de Gobernación, después presidente de México, lo cual
reportaría beneficios a dicho partido, como el reconocimiento de 17 victorias municipales
durante los cuatro primeros años del mandato de Díaz Ordaz.
Las elecciones de 1976 en las que compitiera por la presidencia exclusivamente el
candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), con José López Portillo, puso en
evidencia la ficción de la existencia de un sistema multipartidista competitivo en México.
La reforma derivada de este hecho puede verse propiamente como el punto de partida del
proceso de liberalización política vivido por México. La contribución fundamental de dicha
reforma fue el reconocimiento constitucional de los partidos políticos como “entidades de
interés público”3. Jesús Reyes Heroles, secretario de Gobernación y artífice de dicha
reforma, planteó en un discurso pronunciado en abril del 1977 el sentido buscado: “que el
Estado ensanche las posibilidades de la representación política, de tal manera que se pueda
captar en los órganos de representación nacional el complicado mosaico ideológico
nacional de una corriente mayoritaria, y pequeñas corrientes que, difiriendo en mucho de la
mayoritaria, forman parte de la nación”
Los cambios en la sociedad posrevolucionaria —la cual se volvió cada vez más
compleja, diversificada, moderna e informada—, así como el desgaste del modelo
económico y social, llevaron a que sectores cada vez mayores de la población se alejaran
paulatinamente del sistema político autoritario. Esta dinámica de la sociedad se tradujo en
el surgimiento de nuevos actores políticos o en su reorientación ideológica, basados en la
competencia legal. Hasta la década de 1980, las elecciones mexicanas se distinguían por su
carácter no competitivo y convivían en armonía con reglas electorales marcadamente
parciales. Mientras ambos coexistieron, se dio por hecho que había un lazo directo y hasta
causal entre las reglas que garantizaban el control gubernamental de la arena electoral y los
bajos niveles de competitividad.
A partir de 1988, la constante modificación a las normas electorales puede colocarse
ya en el marco general del cambio político mexicano.La reforma de 1989-1990 tuvo como
3
Otros aspectos importantes fueron la introducción del registro condicionado de los partidos al resultado de la elección, con un umbral
mínimo de 1.5% de la votación; y la ampliación de la Cámara de Diputados de 300 a 400 miembros, 100 de ellos electos por el principio
de representación proporcional, exclusivos para la oposición, con lo que se garantizaba un mínimo de pluralidad.
9
trasfondo las elecciones presidenciales de 1988, en las que se condensó un conjunto de
contradicciones acumuladas durante varias décadas, y que marcaron el paso hacia una
nueva etapa de la lucha política, señalada por una influencia cada vez mayor de la
oposición y un aumento significativo de la competencia electoral. Además, las urnas
cobraron gran significado político porque empezaron a reflejar las orientaciones y
reacciones de los ciudadanos, y porque se erigieron en terreno de manifestación del
conflicto político así como de pérdida de credibilidad de las instituciones electorales.
10
VI. Formulación de Hipótesis
Al examinar los resultados electorales obtenidos en las últimas tres elecciones por los tres
principales partidos políticos de México se pondrán a prueba las siguientes hipótesis,
11
VII. DESARROLLO DE LA INVESTIGACIÓN
RESULTADOS ELECTORALES
El estudio detallado de los resultados electorales puede parecer innecesario a ojos del
lector, no obstante, el ordenamiento y tratamiento sistemático de la información para su
presentación por medio de tablas y de representaciones gráficas, así como de la obtención
de algunos parámetros hacen más inteligible la explicación así como la importancia del
estudio de la información.
Después, con datos agregados a nivel estatal, se desarrollan dos clases complementarias de
análisis: primero, uno longitudinal el cual nos ofrece una visión comparativa y de conjunto,
que nos permite apreciar la transformación de la competitividad en el tiempo; segundo, un
análisis transversal de cada año, que nos proporciona una perspectiva detallada de los
cambios en la competitividad, elección tras elección, así como su variación geográfica.
A continuación se hace un breve repaso sobre los resultados electorales obtenidos por los
tres principales partidos políticos en México, PAN, PRI y PRD, en las últimas dos
elecciones para Presidente de la República y de las tres últimas elecciones federales para
diputado por el principio de mayoría relativa.
Transcurridos seis años de ejercer el poder, no han sido pocas las paradojas que ha debido
enfrentar el PAN (Partido Acción Nacional). Al final, el efecto de todas y cada uno de ellas
se materializa en la derrota o en el triunfo y obtención del cargo por el que se compite.
12
Porcentaje de votación para el PAN en la elección
presidencial y por estados
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
# de estados
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
A simple vista, puede apreciarse que en la elección del 2000, AN obtuvo en los 32 estados
mayor porcentaje de votación que en la de 2006. Siendo los estados de Guerrero con 18.57
y Tabasco con 3.51 por ciento, en los que menos votos se ganaron. Mientras que en
Guanajuato se alcanzó en 2000 y 2006 el mayor porcentaje con 60.77 y 58.92 por ciento,
respectivamente.
13
Porcentaje de votación para el PAN en la elección
presidencial por distrito electoral
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1 21 41 61 81 101 121 141 161 181 201 221 241 261 281
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
Esta gráfica es muy similar a la anterior, excepto por su pendiente que es mucho más
pronunciada, ello en gran medida debido a que concentra más información, el resultado de
300 distritos electorales. No obstante, se concluye lo mismo, en la elección del 2000, AN
obtuvo en los 300 distritos mayor porcentaje de votación que en la de 2006. La diferencia
promedio es de 5 puntos. Si de esta gráfica se generan cinco rangos de porcentaje de
votación vs. número de distritos, se obtiene:
14
Número total de distritos cuyo porcentaje de votación
oscila…
Año
2000 2006
De 2 a 20 23 43
De 60.1 a 70 19 10
De 70.1 a 71 2 0
Esto es, en 2000, 23 distritos obtuvieron una votación de entre el 2 y 20 por ciento, en 2006
fueron 43. Del rango que va del 20.1 al 40 por ciento, en 2000 fueron 114 y en 2006, 143,
lo que implica un aumento del 25 por ciento. Por otra parte, en 2000, 142 distritos lograron
entre 40.1 y 60 por ciento de votación y 104 en 2006, una disminución de casi el 27 por
ciento. Para el rango que va del 60.1 a 70 por ciento la diferencia entre 2000 y 2006 se
tradujo en una disminución del 47 por ciento. Para el segmento mayor a 70.1 por ciento, en
2000 se logró que 2 distritos alcanzaran ese nivel de porcentaje, mientras que en 2006,
ninguno alcanzó dicho segmento.
En la siguiente gráfica se presenta la votación (en porcentaje) por estado que obtuvo AN en
la elección de diputados por mayoría relativa.
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
# de estados
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
15
Se observa que 2003 fue el año en el que menos porcentaje de votos se ganaron. En 2006
mejoró, pero sólo en algunos casos supera a lo alcanzado en 2000. Considerando la gráfica
anterior y segmentando en seis niveles de votación se tiene:
Año
PAN
2000 2003 2006
Menos de 10 0 2 1
De 10.1 a 20 2 6 4
Porcentaje
De 20.1 a 30 10 8 6
De 30.1 a 40 6 10 11
De 40.1 a 50 13 6 9
Más de 50.1 1 0 1
La mayor parte de los estados que votaron por AN se ubica en el porcentaje que logró entre
20 y 50 por ciento. Destaca que en 2000, 13 estados se posicionaron en el rango de
votación que va de 40-50 por ciento. En 2003 solamente 6 y en 2006 9.
Los estados en los que AN consiguió menos porcentaje de votos fueron: Guerrero (13.2 en
2000 y 5.97 en 2003) y Tabasco (4.22 en 2006). En cambio en el que más porcentaje de
votos ganó fue en Guanajuato con 55.83 en 2000, 43.6 en 2003 y 56.5 en 2006.
En la siguiente gráfica se presenta por distritos la votación (en porcentaje) que obtuvo AN
en la elección de diputados por mayoría relativa.
16
Porcentaje de votación para el PAN en la elección de
diputados MR por distrito electoral
80%
60%
40%
20%
0%
1 19 37 55 73 91 109 127 145 163 181 199 217 235 253 271 289
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
Año
De 2 a 20 43 80 54
De 20.1 a 30 51 80 70
Porcentaje
De 30.1 a 40 87 72 82
De 40.1 a 50 60 54 66
De 50.1 a 60 46 12 24
De 60.1 a 70 13 0 4
17
En las últimas tres elecciones, Acción Nacional ha disminuido el número de distritos cuyo
porcentaje de votación oscila entre el 2 y el 30 por ciento. Sin embargo ha incrementado en
más de 10 distritos en los segmentos que abarcan del 30.1 a 60 por ciento. Por otra parte, en
el porcentaje que va del 60.1 a 70 por ciento, AN logró situar 13 distritos en 2000, ninguno
en 2003 y solo 4 en 2006.
18
Partido Revolucionario Institucional
Durante poco más de 70 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue la primera
fuerza política y legislativa, la única con efectiva implantación en todo el territorio
nacional. A partir del 2000 y como resultado de la elección presidencial del 2006 sigue
siendo el partido desplazado del Ejecutivo federal. Y además, en la elección de diputados
por el principio de mayoría relativa no logró mantener ni recuperar el posicionamiento
pasado.
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
# de estados
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
19
Graficando el comportamiento de la votación (en porcentaje) para presidente de las dos
últimas elecciones pero por distrito electoral, se observa:
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1 17 33 49 65 81 97 113 129 145 161 177 193 209 225 241 257 273 289
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
20
Número total de distritos cuyo porcentaje de votación
oscila…
Año
2000 2006
De 2 a 20 0 114
De 40.1 a 60 102 8
De 60.1 a 70 6 0
De 70.1 a 75 2 0
La siguiente gráfica presenta por estado la votación (en porcentaje) que obtuvo el PRI en la
elección de diputados por mayoría relativa.
21
Porcentaje de votación para el PRI en la elección para
diputado MR por estados
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
La elección de 2006 fue en la que el PRI consiguió menos votos. Los resultados de 2000 y
2003 son muy similares. En ambas elecciones logró casi el mismo porcentaje de votación.
El Distrito Federal fue la entidad en la que menos votos consiguió y Sinaloa en 2000 (54.95
por ciento), Durango en 2003 (53.13 por ciento) y Tabasco en 2006 (4.02 por ciento) en las
que ganó más.
22
Porcentaje de votación para el PRI en la elección de
diputados MR por distrito electoral
80.00%
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 18 35 52 69 86 103 120 137 154 171 188 205 222 239 256 273 290
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
La diferencia promedio de votación entre 2000 y 2003 es de apenas poco más de uno por
ciento. Mientras que la diferencia promedio entre 2006 y 2003 es de 8 puntos. Al clasificar
por rangos de votación se tiene:
Año
De 2 a 20 5 34 52
De 20.1 a 30 67 36 100
Porcentaje
De 30.1 a 40 97 92 112
De 40.1 a 50 91 96 35
De 50.1 a 60 37 34 1
De 60.1 a 70 3 6 0
23
dramática es la caída en el segmento que abarca los dos rangos superiores, que va de 50.1 a
70 por ciento. Mientras que en 2000 había 37 distritos que lograron un porcentaje de 50.1 a
60 por ciento, en 2006 solamente un distrito logró colocarse en ese rango y finalmente
ninguno en 2006 para el rango de 60.1 a 70 por ciento.
24
Partido de la Revolución Democrática
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
El PRD obtuvo más votos en la elección presidencial de 2006 que en la de 2000. Aumentó
en promedio 17.09 puntos. En algunos casos la diferencia llega a ser de más de 20, como en
los estados de Nayarit, Hidalgo y Michoacán. Los estados en los que menos presencia
logró fueron: Yucatán en 2000 (3.9 por ciento) y Guanajuato en 2006 (15.37 por ciento).
Por otra parte, en los que mayor porcentaje de votos alcanzó fue en Michoacán en 2000 con
37.14 por ciento y en Distrito Federal en 2006 con 58.13 por ciento.
Visto a nivel distrital, los resultados que obtuvo el PRD en la elección de presidente de la
República se muestran en la siguiente gráfica.
25
Porcentaje de votación para el PRD en la elección
presidencial por distrito electoral
80%
70%
60%
50%
40%
30%
20%
10%
0%
1 18 35 52 69 86 103 120 137 154 171 188 205 222 239 256 273 290
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
El comportamiento de las curvas a nivel distrital es casi idéntico al de las curvas a nivel
estatal. Las curvas están suavizadas porque contienen la información de la votación
alcanzada en los 300 distritos. La diferencia entre el porcentaje de votación obtenido en la
elección del 2000 y la de 2006 es en promedio de 17.91 puntos.
Considerando esta última gráfica y tabulando “porcentaje de votos” vs. “año” se tiene:
26
Número total de distritos cuyo porcentaje de votación
oscila…
Año
2000 2006
De 2 a 20 187 54
De 40.1 a 60 7 98
De 60.1 a 70 0 11
De 70.1 a 74 0 2
Por otra parte, enseguida se presentan gráficamente los resultados alcanzados por el PRD a
nivel estatal en la elección de diputados por mayoría relativa.
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 31
27
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
En la elección de diputados por mayoría relativa la votación (en porcentaje) a nivel distrital
que alcanzó el PRD se muestra en la siguiente gráfica.
80.00%
70.00%
60.00%
50.00%
40.00%
30.00%
20.00%
10.00%
0.00%
1 17 33 49 65 81 97 113 129 145 161 177 193 209 225 241 257 273 289
# Distritos Electorales
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Federal Electoral (IFE).
El resultado que tuvo el PRD a nivel distrito es muy similar al resultado que tuvo a nivel
estatal. La elección del 2003 fue en la que peores resultados logró, perdió en promedio
0.58, menos de un punto comparado con 2000. Mientras que en la de 2006 superó tanto a la
de 2003 como la del 2000. La diferencia promedio entre estas dos elecciones fue de 10.24
puntos.
28
Número total de distrito cuyo porcentaje de votación oscila…
Año
De 20.1 a 30 68 38 57
Porcentaje
De 30.1 a 40 49 30 65
De 40.1 a 50 15 36 45
De 50.1 a 60 1 7 24
De 60.1 a 70 0 0 5
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VIII. Conclusiones y Nueva Agenda de Investigación
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para los dos rangos superiores la caída es más visible, pasando de 46 a 24 en el
rango que va de 50.1 a 60 por ciento. Y en el de que va de 60.1 a 70 por ciento cayó
de 13 a 4 distritos.
• El PRI colocó en 2000, 228 distritos en un porcentaje de votación mayor a 30.1 por
ciento y en 2006 tan sólo 148 distritos. Caídas estrepitosas se observaron en el
rango de 40.1 a 50 por ciento, yendo de 91 a 35 distritos; y en el rango de 50.1 a 60
al pasar de 37 a 1 distrito.
• El PRD ha ido aumentando el número de distritos cuyo porcentaje de votación
supera el 30.1 por ciento al colocar en 2000 a 69 distritos mientras que en 2006 a
139. Los rangos donde el aumento es más significativo se presenta en el que va de
40.1 a 50 por ciento, al pasar de 15 a 45. Y en el rango de 50.1 a 60, partiendo de 1
y obteniendo en 2006, 24 distritos.
EL PRD es el partido político que ha logrado obtener en más distritos mayor porcentaje de
votación en las últimas elecciones. Debido a este crecimiento es que de cierta forma a la par
se ha acrecentado la competitividad electoral. El PRI ha perdido presencia, pero ha ganado
el PRD y compite con el PAN.
Tomando en cuenta que en una democracia los partidos políticos son formas de
organización y participación mediante las cuales los ciudadanos pueden hace sentir su
presencia de manera permanente. Dado que a través de ellos es posible asir las
problemáticas y las inquietudes de la sociedad, ampliar la educación política, articular
demandas y medios de expresión para los ciudadanos, el hecho del arribo probado de un
partido político, el PRD, a niveles de votación mayores a 30.1 por ciento resulta interesante
ya que esto tiene un efecto sobre el sistema de partidos, ya que vuelve la competencia más
reñida, lo que implica o se traduce en un sistema más competitivo.
La tarea pendiente en la nueva agenda de investigación es por una parte, probar qué
tan competitivo es el sistema de partidos mexicano, a través de una ecuación propuesta por
Méndez de Hoyos.
Y por otra, si bien es cierto que la competitividad es un elemento sustancial de la
competencia que a su vez es un factor indispensable de un sistema que se precie como
democrático, habrá que valorar si existe un “nivel” de competitividad que coadyuve en la
preservación de la democracia en nuestro país.
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IX. Bibliografía
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