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ECONOMÍA POPULAR

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Índice

Palabras previas 5

Prólogo 7
por Jorge Calzoni

Economía popular Reparación del daño ambiental.


Creación de trabajo digno 9

Marco teórico 11

Del marco teórico al contexto 45

Universidad, Economia popular,


Desarrollo urbano territorial 49

El proyecto original. Visión abarcativa


de la totalidad del Proyecto 57

Situación inicial 63

El plan definitivo resultante de contrastar


idea-realidad 67

Los actores involucrados 69

¿Se crea trabajo digno reparando


el daño ambiental? 71
Romero, Walter
Economía popular : reparación del daño ambiental : creación de trabajo digno / Walter
Romero. - 1a ed. - Avellaneda : Undav Ediciones, 2020.
184 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-3896-59-0

1. Economía Social. 2. Trabajo Cooperativo. 3. Cuidado del Medio Ambiente. I. Título.


CDD 334

Agradecemos la colaboración de la Asociación Cooperadora de la UNDAV,


como así también, al “Programa de Educación y Economía Social en la
Universidad”, de la Secretaría de Políticas Universitarias.

Diagramación de Interiores y tapa: Julia Aibar


Imagen de tapa: “Paisaje no urbano” de Julio Colotti

© 2020, UNDAV Ediciones


Paso de la Patria 1921 - Piñeiro - Avellaneda
tel. 4228 1072
undavediciones@undav.edu.ar

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723


Prohibida su reproducción total o parcial
Todos los derechos reservados.

Este libro se imprimió en enero de 2020 en 2Bambu | Comunicación visual


www.2bambu.com - info@2bambu.com
ANEXO I - El Taller marco 77

ANEXO II - Resumen Tesis Javier Días 107

ANEXO III - Qué es la UST, según la UST 169


Palabras previas

Las imposiciones del lenguaje editorial y de la catalogación,


tienen exigencias que empujan a resumir en un nombre lo que,
en verdad, es siempre un trabajo colectivo. Por esto es que
considero imprescindible mencionar aquí a quienes han co-
laborado de manera sustancial para que este libro esté ahora
en sus manos.
La idea inicial y los términos de referencia fueron definidos
con el aporte de Hugo Villar y Mario Barrios, ambos miembros
de la Unión Solidaria de Trabajadores (UST), y de Cecilia
Schneider (UNDAV).
Sergio La Rocca tuvo a su cargo lo vinculado con la re-
forestación.
Mariano Winograd completó el proyecto, acercando la pro-
ducción frutihortícola periurbana y la hidroponia.
Las energías renovables contaron con la experiencia y cono-
cimiento de Sergio Cataldo.
La comercialización se nutrió del aporte de Pedro Basara.
El marco teórico introductorio reconoce, en su base, la “plu-
ma” de Jorge Armas.
Daniel Bossio, Pablo Rolandi, Oscar Barrios, todos de la UST,
fueron algo así como una eficaz “interfase”, junto a su presidente
Diego Ledesma, al momento de intercambiar conocimientos y
plasmarlos en acción.
Ricardo Serra, decano del Departamento de Ambiente y Tu-
rismo y vicerrector de la UNDAV, aportó un sinfín de elementos,
y es “responsable”, además, de que cuatro jóvenes cooperativis-
tas hoy estudien, en nuestra Universidad, carreras afines.

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ECONOMÍA POPULAR

Graciela Kisilevsky y Gabriela Fortino, ambas de la Secre-


taría de Investigación y Vinculación Tecnológica e Institucional,
fueron el apoyo permanente —en lo conceptual y administrativo,
respectivamente— desde el espacio en que se alojó el proyecto.
Belén Álvarez Terán, Florencia Podestá, y Daniela Celeste
Ambrosi, becarias en este emprendimiento, hicieron notables
aportes y confío en que les haya servido la experiencia.
Del equipo de UNDAV Ediciones aprendimos cómo se edita
un libro; en especial Julia Aibar nos brindó el talento necesario
para que las imágenes encuentren su sitio en esta publicación.
Sobre el final del trabajo, hemos agregado tres Anexos. En
el primero, hemos recogido la síntesis del Taller Marco, un tra-
bajo notable que, a ese fin, realizó Mirta López, asistida por
Florencia Presta.
El segundo Anexo contiene un resumen de la Tesis de Javier
Días, dirigida por Fernando Pereyra. Se trata de una pieza clave
en este proyecto.
El tercero contiene el trabajo “La UST por la UST”, que pinta
el espíritu y la realidad efectiva de esta organización de la econo-
mía popular, realizada por su área de comunicación.
Finalmente, nuestro rector, Jorge Calzoni, define con clari-
dad en su prólogo la actitud de la UNDAV ante la problemática
que nos propusimos abordar.
Ahora sí. Pasen y lean.

Walter Romero

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Prólogo

Celebro este trabajo. Y eso, por muchas razones. Porque co-


nozco a quienes lo llevan adelante. Porque me reconozco en su
concepción e implementación. Y porque valoro los resultados
que aquí se plasman.
Cada nuevo texto tiene detrás una historia, una geografía,
un contexto social y político y, en el fondo, una esperanza, una
carga de sueños para interpelar a cada lector, a cada lectora.
El Laudato Sí del Papa Francisco aborda con profundidad la
temática ambiental íntimamente vinculada a la economía y a sus
consecuencias; por ejemplo, la enorme desigualdad que pade-
ce gran parte de la humanidad, la degradación ambiental pro-
ducto de sistemas de producción insustentables, la prevalencia
de los sistemas financieros en desmedro de mínimas condicio-
nes de ciudadanía de gran parte de la población y, sobre todo,
la acentuación de un egoísmo exacerbado donde lo individual
elimina cualquier principio solidario de socialización.
En ello las cooperativas juegan y jugarán un rol fundamental,
no solo pensadas en una nueva economía, más solidaria, más
humana sino en el impacto social de sus diversas inserciones
productivas. En fin, en la caracterización de una sociedad en
la que se favorezca el trabajo y la interacción en un entrama-
do social donde el intercambio de bienes no esté vedado para
la mayoría. Vivimos un capitalismo sin capital, un mercado sin
consumidores, algo insostenible para cualquier teoría razonable,
excepto para el neoliberalismo que resulta de tal concentración
que en su círculo cerrado carece de opciones para el resto, a no
ser para dicho círculo cada vez más estrecho. Las cooperativas,

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ECONOMÍA POPULAR

sin embargo, no son meros nucleamientos productivos o entra-


mados solidariamente productivos. Son factores dinámicos de
transformación social que se tornan indispensables en una socie-
dad sumida en las inequidades que ya señalamos. Su impacto
es manifiesto: en los propios barrios donde están asentadas, en
las actividades culturales y deportivas, en la formación educativa
de todas las familias, incluso en la propia infraestructura a costa,
en algunos casos, de gobiernos locales hostiles o empresas de
servicios ajenas a cualquier función social que no sea su propia
renta con la menor inversión posible.
A eso el neoliberalismo suele llamar eficiencia: cobrarles
más a los que menos tienen para elevar la rentabilidad de quie-
nes más tienen.
Las universidades están llamadas a cumplir otro rol en este
nuevo escenario. Ya no desde la simple noción de extensión
sino mucho más abarcativo, y conceptualmente articulado. En-
señanza, extensión, investigación, incluso la propia gestión uni-
versitaria, es necesario que formen parte de la “transferencia”
con el otro, con el propio, con la comunidad como parte tras-
cendente de la comunidad. Esta “comunidad” entre cooperati-
va y universidad es realmente muy potente y aquí se vislumbra
en toda su dimensión.
Vale una última reflexión, sin entrar en nombres propios. No
solo pesan las instituciones, sus visiones y misiones, sino quie-
nes llevan adelante la tarea. Sin compromiso verdadero, sin una
épica de la tolerancia, sin una ética, generosidad y respeto, se-
ría imposible que experiencias como las aquí relatadas puedan
cumplir sus objetivos.
Mi agradecimiento, entonces, a quienes hicieron y hacen
posible esta comunión de ideas, intereses comunes y trabajo.
A veces creo que la utopía puede alcanzarse, aunque se nos
escape continuamente.
Los trabajadores unidos jamás serán vencidos.

Jorge Calzoni

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Economía popular
Reparación del daño ambiental
Creación de trabajo digno

Vamos a intentar sustentar, a lo largo de este trabajo, dos afir-


maciones:
1. La economía popular, con su muy rica membrecía social,
no es una actividad periférica ni una economía de subsisten-
cia. Ante la crisis universal de los paradigmas que fundaron la
ciencia económica y su agotamiento por la imposibilidad de dar
soluciones a un mundo de 7000 millones de habitantes, apare-
ce como una nueva economía, emergente de la crisis, y creada
por las organizaciones libres del pueblo, con aptitud para dar
respuestas donde hoy no existen. Asimismo, es a partir de esa
comprobación que podemos plantear la segunda afirmación.
2. La reparación del daño ambiental, ya perpetrado, además
de actividad imprescindible si se piensa en la sustentabilidad
del planeta, puede ser creadora de nuevas fuentes de trabajo
digno y, en nuestro caso particular, el sistema cooperativo apa-
rece como una herramienta de singular aptitud para ese logro.

La presente publicación narra una experiencia, sucedida


en un contexto histórico-cultural-político-económico-social de-
terminado y, a su vez, determinante. El propósito es extraer en-
señanzas y probar hipótesis, con la intención de, finalmente,
ofrecerla como aporte a un modelo de desarrollo que, con el
trabajo humano en el centro, convierta la crisis “socio-ambien-
tal”1 universal en oportunidad.

1 Papa Francisco, Laudato Si 139: “No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino

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ECONOMÍA POPULAR

Los actores involucrados son el Estado (nacional y local), la


academia (Universidad Nacional de Avellaneda) y la economía
popular (Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores de Villa
Domínico); siendo esta última, claro está, actora central.
Creemos, sinceramente, que la reparación del daño am-
biental ya perpetrado, además de acción imprescindible para
que las generaciones futuras tengan alguna esperanza de ser,
puede generar, además, una “externalidad positiva” y es la de
crear nuevos puestos de trabajo digno; pero, por su propia ra-
zón de ser, son las organizaciones de la economía popular (en
el caso en cuestión una cooperativa de trabajo) la herramienta
que, aplicada a este objetivo, puede lograrlo.
El espacio físico-geográfico donde se produce la interven-
ción experimenta un importante deterioro en cuanto a sustenta-
bilidad ambiental y, por ello, es un marco ideal para esta expe-
riencia.
La estructura de esta publicación contiene un marco teórico
(páginas 14-44) que sitúa en tiempo y espacio la experiencia;
siete títulos principales (páginas 47-77) y tres anexos, impres-
cindibles estos últimos, puesto que presentan una síntesis del
“taller marco” que definió el proyecto: la tesis de grado de uno
de los primeros licenciados en Ciencias Ambientales de nuestra
universidad que constató la problemática de deterioro ambien-
tal en la zona y, finalmente, un trabajo de difusión sobre la UST2
elaborado por la propia cooperativa.
Esperamos haber producido un documento de utilidad.

una sola y compleja crisis socio-ambiental”.


2 La Cooperativa de Trabajo Unión Solidaria de Trabajadores Ltda. es una asociación autóno-
ma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones
económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta
democráticamente gestionada. La UST se basa en los valores de Autoayuda (o ayuda mutua),
Auto responsabilidad, democracia, igualdad, equidad y solidaridad. Sus asociados sostienen y
encarnan los valores éticos de: honestidad, transparencia, apertura, responsabilidad social y
preocupación por sus semejantes.

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Marco teórico

Consideraciones generales

La tesis es esta: que la emancipación moderna en realidad ha


sido una nueva persecución del hombre común. Lo único que
ha prohibido es el sentido común, como lo hubiera entendido la
gente común […] las catástrofes que hemos sufrido, incluyen-
do las que estamos sufriendo, es un hecho histórico que no se
deben a la prosaica gente práctica que se supone que no sabe
nada, sino, casi invariablemente, a los cultos, que creen que lo
saben todo”.
G.K. Chesterton, El hombre común.

“Un mapamundi que no incluya utopía ni siquiera merece un


vistazo”.
Oscar Wilde

Algunas consideraciones con respecto


a la situación global

Para realizar cualquier tipo de apreciación en los más diversos


campos de la realidad humana actual se hace necesario, ante
todo, intentar observarla desde su aspecto más estructural,
puesto que es el que —en principio— contribuirá en la necesa-
ria comprensión de la nueva situación.
Así, la observación del mundo actual requiere, en primera
medida, reconocer el desmoronamiento, producido en un plazo

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ECONOMÍA POPULAR

estrictamente corto de un sistema de poder económico, polí-


tico, cultural y social que se fue montando en los últimos 500
años de historia, desde y para lo que habitual y conceptualmen-
te denominábamos Occidente, que centró su hegemonía en la
mayor parte del período desde el continente europeo y, luego,
desde Estados Unidos.
Claro que este corto plazo en que se produjo el desmorona-
miento resulta solo la etapa terminal (y por ende más visible) de
un proceso histórico de larga data.
Es en algunas de las instituciones más sólidas de este “Oc-
cidente cristiano”, en las que se puede “olfatear” el advenimien-
to de estos nuevos tiempos. Es un claro ejemplo de esto la con-
vocatoria de la Iglesia Católica del Concilio Vaticano II que puso
sobre la mesa universal la misión de la Iglesia en los tiempos
modernos.
Esta crisis sistémica se comenzaba a vislumbrar ya con mu-
cha anterioridad, casi en las entrañas mismas del siglo XIX.
De la misma manera, para el hombre promedio de mediana
edad de origen o influencia cultural “occidental”, la aceleración e
inminencia del cambio se hacían patentes al observar, entre otras,
estas “novedades” de la nueva realidad que iba emergiendo:

w cómo se desestructuraban las viejas relaciones de pro-


ducción del mundo burgués industrial con su correlato
de una sociedad de clases funcional al modelo;
w cómo las finanzas iban ocupando el lugar estelar de un
modelo económico en proceso de globalización;
w cómo se desarmaban —cual castillos de naipes— los
viejos capitalismos de Estado sostenidos en férreas
ideologías;
w cómo caían muchos de los sólidos valores fundantes de
la familia tradicional;
w cómo los aceptados valores morales y normas de la vie-
ja sociedad iban perdiendo su lugar en el control social;
w cómo los bloques políticos y las organizaciones interna-

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ECONOMÍA POPULAR

cionales iban desapareciendo, redefiniendo o perdien-


do su utilidad práctica;
w cómo las formas tradicionales del Estado-nación que
nació de las entrañas de la cultura occidental moderna
iban perdiendo su peso político;

Asimismo, era posible observar:

w cómo las nuevas tecnologías informáticas y comunica-


cionales permitían interrelacionarse en tiempo real con
los más distantes pueblos del planeta;
w cómo los cambios de clima iban afectando su vida diaria;
w cómo el problema de los recursos energéticos que fun-
daron el desarrollo del sistema industrial comenzaban a
ser más que escasos;
w cómo la nueva sociedad se iba constituyendo y soste-
niendo sobre modelos de marginación y concentración;
w cómo la producción masiva de alimentos se colocaba
como uno de los ejes de la política internacional;
w cómo nuevos actores marginales del sistema de poder
mundial comenzaban a aparecer fuertemente en el es-
cenario internacional;
w cómo las grandes religiones y sus líderes se reubicaban
en el escenario cultural y político planetario;
w cómo grupos sociales minoritarios empezaron a ocupar
espacios por encima de lo que antaño era el espacio
político de las mayorías;
w cómo las comunidades aborígenes comenzaban a pre-
sentarse como nuevos actores políticos;
w cómo la activa participación de la mujer redefinía el vie-
jo espacio cultural de la sociedad patriarcal;
w cómo los viejos escenarios bélicos y las doctrinas mili-
tares iban perdiendo su actualidad;
w cómo reaparecían nuevos nacionalismos en los países
hegemónicos;

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ECONOMÍA POPULAR

w cómo reaparecían con fortaleza inusitada grandes olea-


das migratorias;
Y podríamos continuar…

Todo lo anterior nos lleva a sostener, sin ningún lugar a du-


das, que nos encontramos ante un mundo transformado que,
para ser apreciado estratégicamente desde la realidad, requie-
re como primera medida encarnarse en él, obviando cegueras
académicas, ideológicas y prismas del pasado.
En este sentido, el actual proceso de universalización-glo-
balización-regionalización, con las características propias de
ruptura y redefinición estructural antes mencionados, algunas
veces intenta ser presentado como parte de una oscura situa-
ción conspirativa emanada del seno mismo de los sistemas
de poder hegemónicos que, mediante un hábil manipuleo,
va configurando una realidad a la medida e intereses de los
conspiradores.
Esta visión constituiría un grave error de apreciación pro-
ducto de una deformación ideológica.
En realidad, el actual proceso histórico se encuentra en-
raizado en una dinámica propia de la evolución de la huma-
nidad, desde la antigüedad hasta nuestros días, que tiene un
hito clave en la “irrupción de América en la historia”, en el siglo
XV, cuando el mundo se completa no solo como geografía sino
como una nueva interpretación planetaria.
Los procesos integrativos ampliamente estudiados por las
ciencias sociales, que van del grupo a la tribu, de la tribu a la fa-
milia y al clan, y así sucesivamente, culminarían necesariamen-
te en este proceso evolutivo de carácter universalista, cuyas
reglas de juego se encontrarían en pleno proceso de definición.
Es así que cualquier tipo de conspiración o sistema hege-
mónico solo puede intentar instalarse dentro del proceso para
mejor usufructuarlo, pero nunca un proceso histórico puede re-
sultar un producto de laboratorio hecho a medida de un peque-
ño grupo de conspiradores.

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ECONOMÍA POPULAR

Este nuevo mundo que venimos describiendo exige a los más


diversos sectores un esfuerzo de comprensión para intentar re-
definir las estrategias de sus instituciones, empresas e intereses.
En este esfuerzo analítico es por demás importante des-
prenderse de muchas de aquellas herramientas que, quizá,
fueron útiles para el conocimiento del mundo anterior pero que
en la actualidad se presentan como caricaturas interpretativas
casi arqueológicas.
Decía J.M. Keynes en el prefacio de su Teoría General: “Es
sorprendente el número de tonterías que se pueden creer, tem-
poralmente, si se aísla uno demasiado tiempo del pensamiento
de los demás, sobre todo en economía”. Y concluía: “La dificul-
tad reside, no en las ideas nuevas, sino en rehuir las viejas que
entran rondando hasta los últimos pliegues del entendimiento de
quienes se han educado en ellas, como la mayoría de nosotros”.
En situaciones de profundos cambios de paradigma, existe
otro gran error de apreciación que se encuentra fundado en un
análisis de situación “mecanicista” que arrastra inercialmente
las formas de comprender el mundo anterior.
Es decir, se yuxtaponen aquellas variables ya conocidas y
estudiadas del mundo anterior de manera mecánica sobre la
nueva realidad.
Dentro de esta forma de apreciación de naturaleza meca-
nicista existe uno mucho más sutil —quizá más ideológico—,
que es el de analizar los grandes “errores” que se hubieren co-
metido en el devenir histórico para tratar de volver a recrear si-
tuaciones o instituciones que fueron “útiles y buenas”, sin tener
en cuenta que a la realidad actual hay que tratarla en todos
sus términos como una nueva realidad, en la que se ponen “a
fragua” todos los valores, instituciones, modelos y parámetros
de análisis.
Convive, también, con estos errores de apreciación, una
idea que propone que nos encontramos en una situación de
“transición”, lo cual implica estar transitando un tiempo histórico
que va de un modelo viejo a un modelo nuevo.
ECONOMÍA POPULAR

Si bien la tendencia natural es pensar de este modo cuando


un sistema entra en crisis, el problema se suscita cuando colo-
camos a ese otro “modelo nuevo” como direccionando en todos
sus términos a la realidad misma, con lo cual se nos “oscurece”
la comprensión real de la riqueza y complejidad de la nueva
situación.
En síntesis, esta gama de tendencias mecanicistas tiende a
traccionar la interpretación de la realidad desde las particula-
ridades axiológicas del mundo conocido anterior o un modelo
teórico “por venir”, cuando en realidad lo axiológico no debe
“tirar” a la apreciación, sino formar parte de ella.
Como la nueva situación no se presenta como teórica sino
como absolutamente real y vivencial, de lo que se trata, en el
plano de la objetividad de la apreciación, es de no perder de
vista la particularidad de la lectura de la misma realidad.
Es decir, dónde estamos situados, cuáles son nuestros inte-
reses, cuál es nuestro sistema axiológico.
Para intentar apreciar de qué se trata la nueva realidad en el
gran marco estratégico, se hace necesaria una respuesta, aun-
que sea en sus grandes líneas, a la pregunta ¿de qué se trata
nuestra nueva realidad?, pues desde allí no solo observamos,
sino que participamos objetivamente de la transformación que
se está produciendo en la realidad misma.

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ECONOMÍA POPULAR

Algunas consideraciones en torno a la economía

«Por ejemplo, el valor financiero de una vaca. Un bovino real-


mente existente se transforma en un activo financiero con un
precio, determinado en el mercado internacional de ganado.
Ese activo financiero se puede a) vender; b) vender hoy y re-
comprar en diferido; c) vender a futuro; d) alquilar; o, e) pren-
dar. De la misma manera, se pueden vender los flujos de ingre-
sos por la venta de “x” litros de leche producidos en “y” años.
Asimismo, se pueden vender los derechos de compra de los “n”
terneros que parirá la vaca en su vida útil que, si bien no han
nacido, es probable que lo hagan durante la vida del animal.
Como hay una alta probabilidad que las terneras produzcan le-
che, se pueden vender los derechos de compra de la leche de
cada animal a terceros. La leche sirve para hacer queso y man-
tequilla, con lo que se puede vender el derecho de compra del
queso y la mantequilla de las ocho terneras que probablemente
se produzcan. Así, a partir de una vaca realmente existente,
se crea en este ejemplo una economía ficticia construida por
probabilidades mediante 25 activos financieros que tienen un
mercado y un precio. De esta manera se ha llegado a construir
una economía financiera diez veces mayor que el PBI mundial».
Oscar Ugarteche. Eduardo Martínez Ávila, La Gran Mutación

El párrafo precedente describe, como pocos, y con didác-


tica ejemplar, una de las transformaciones clave de los para-
digmas económicos en esta etapa final del capitalismo ya con-
vertido, para algunos, en “pos capitalismo financiero”. Vamos
a seguir, centralmente, a los autores a lo largo de este acápite.

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ECONOMÍA POPULAR

La estructura de los mundos ideales de la política y de la


economía, construidos en los siglos XVII, XVIII y XIX que todavía
permanece en pie es, asimismo, un fiel reflejo de los principios
newtonianos del atomismo y la mecánica.
En tales enfoques, las personas juegan el papel de esos
pedacitos últimos de materia homogénea sobre cuya individua-
lidad e independencia se construyó la física newtoniana.
El sistema social no era más que la agregación simple de es-
tos corpúsculos individuales y su análisis se abordaba tratando
de buscar la lógica de los impulsos elementales que ponían en
funcionamiento a la sociedad-máquina, ese gran autómata al que
Hobbes llegó a dar en su Leviatán proporciones antropomórficas.
La idea del homo economicus encajaba en esta razón me-
cánica llevando a concebir un subsistema social autónomo en
el que los individuos se movían como robots empujados por
fuerzas económicas, cuyos impulsos se sumaban en el merca-
do capitalista, lo mismo que el subsistema político configuraba
la «voluntad general» adicionando las voluntades individuales
de los votantes, dentro del esquema del Estado roussoniano.
No faltan ejemplos concretos que ilustran cómo los enfoques
newtonianos han servido para justificar, a veces de forma ingenua-
mente explícita, la configuración de las instituciones políticas y
económicas de la actual civilización industrial y forman parte de un
acervo ideológico que hoy se acepta, casi, sin discusión.
La síntesis newtoniana aportó la visión global y estructurada
del mundo en la que se amparó esta civilización. Su funcionalidad
con vistas a la expansión del sistema social hoy dominante en el
mundo responde, en buena medida, a que sus enfoques científi-
cos sirvieron para apuntalar ese «mito de la máquina» que asegu-
raba el mantenimiento del modelo de organización social mecáni-
ca que encarnó primero en el Estado y que se extendió después
por todo el cuerpo social a través de la empresa capitalista.
Una vez puestos en funcionamiento, los sistemas económi-
cos o políticos así concebidos se encontraban regidos por la
inercia, al igual que el universo mecánico en el que se inscribían.

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ECONOMÍA POPULAR

De ahí que, para explicar el cambio social, ciertos pensado-


res debieron mirar hacia el horizonte metodológico de la biolo-
gía que en el siglo XIX afirmaba su carácter específico.
Así, la ciencia, originariamente concebida como una crea-
ción del ser humano que lo llevaría por el camino de la libertad,
cobraba vuelos propios y le exigía también sus tributos (algo muy
parecido ocurre hoy en la relación entre ciencia y tecnología).
En el afán de extender la validez de ciertos enunciados, se
llegaron a construir verdaderas caricaturas del mundo social
y del devenir histórico cuya aceptación se exigía invocando el
nombre de la ciencia.
Ugarteche y Martínez Ávila, ya en el prólogo de la obra cita-
da, en 2013 escribían:

Doscientos años después de que surgiera la verdad revelada,


en la Edad de la Razón, la humanidad se enfrenta otra vez a
una nueva verdad revelada: el mercado. Si Dios era el porta-
dor de la verdad, y el conocimiento era un obstáculo fácilmen-
te salvable para garantizar que dicha verdad se mantuviera,
hoy día Dios es el mercado. El mercado es omnipresente y
perfecto: todo lo sabe y todo lo puede, habla y escucha, en
todo el orbe. El conocimiento, en cambio, no impide que dicha
verdad continúe extendiéndose como un dogma. Esa es la
función de las teorías neoliberales en lo económico y neocon-
servadoras en lo político, que conforman la posmodernidad en
el modo de entender los inicios del siglo XXI. En este campo,
la filosofía política va por delante de la experiencia y propone
un ordenamiento social inexistente, y que solo se da a partir
de las relaciones individuales. No hay intereses de clase, de
sexo, étnicos, raciales, religiosos, de género, ni nacionales.
Solo individuales que deben ser atendidos de inmediato. La
inmediatez es un elemento de esta posmodernidad individua-
lista llevada al extremo: la del agente económico aislado y sus
necesidades infinitas.

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ECONOMÍA POPULAR

Destacamos, de estos autores (lectores, sin dudas, de Kon-


dratieff, Schumpeter y Prelooker); como una síntesis aplicada/
comentada de su obra, lo que sigue a lo largo de este acápite;
por creer que hace a una comprensión del fenómeno que atra-
viesa la humanidad toda, en cuanto a la profunda transforma-
ción en lo conceptual de los paradigmas sobre los cuales se
edificó la ciencia económica.1
Cabe anticipar que la revolución conceptual que se da des-
de hace medio siglo no ha alcanzado todavía el campo de la
ideología económica dominante revestida de racionalidad cien-
tífica, que sigue reproduciendo a escala interna el modelo epis-
temológico de la mecánica newtoniana.
Modelo que sirve de base para avalar la creencia en el «pro-
greso económico» mediante el incesante aumento de la «pro-
ducción», ya sea este lineal o bien a base de saltos más o menos
revolucionarios siguiendo el esquema darwinista de evolución.
Se estaría ante los límites de los paradigmas de la moder-
nidad, el capitalismo y el socialismo, basados en la noción de
progreso como la transformación de la naturaleza por el ser hu-
mano. El patrón actual energético de combustibles fósiles no es
compatible con la prolongación de la esperanza de vida.
En un contexto de ampliación de clases medias, el creci-
miento demográfico con respecto a la reproducción del patrón
energético anclado en la combustión fósil y el modelo de con-
sumo energético estadounidense han derivado en problemas
ecológicos relacionados con el calentamiento global, y en la
sobreexplotación de la tierra y sus recursos.
La única certeza es que los límites ambientales están plan-
teados y, de mantenerse el mismo patrón de acumulación y for-
ma de producción, la vida en el planeta será difícil a un siglo de
distancia (dos años después de formulada esta advertencia por
Ugarteche, el Papa Francisco presentaba Laudato Si).

1 Nota del compilador.

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ECONOMÍA POPULAR

Nos encontramos ante una crisis de sobreproducción, apre-


ciada desde la teoría económica como una crisis de largo alien-
to en el ciclo de Kondratieff, como opinan varios especialistas.
Esto la convertiría en una crisis de cambio tecnológico en la
que, según los postulados de Schumpeter, debe haber destruc-
ción creadora para salir.
El que antes o después se modifiquen los presupuestos
hoy vigentes en esta rama del conocimiento, dependerá en
gran medida de que se quiebre la fe en la capacidad de los an-
tiguos enfoques para resolver los problemas económicos que
suscita la actual crisis de civilización.
La financierización generada por la falta de rentabilidad del
sector real desde la década de los años 70 ha llevado a una
economía ficticia, diez veces mayor que el PBI mundial real,
que es controlada esencialmente desde el complejo financiero
bancario estadounidense y británico. Este ha creado una fic-
ción teórica que da precio a instrumentos financieros derivados
de un valor real subyacente a partir de un mecanismo de con-
centración del ingreso mundial.
El orden mundial surgido tras la Segunda Guerra parece
haber llegado a su fin.
Estamos ante el fin de la Pax americana2 y de las institu-
ciones multilaterales que la garantizaban. Ni la Organización
Mundial del Comercio funciona, ni el Consejo de Seguridad de
la Organización de las Naciones Unidas, ni las instituciones fi-

2 Período de relativa paz en el mundo occidental desde el final de la Segunda Guerra Mundial
en 1945, coincidente con la posición militar y económica dominante de los Estados Unidos. Esto
coloca a los Estados Unidos en un rol militar y diplomático comparable al del Imperio romano
durante la llamada Pax romana, de ahí el término. Durante este período, no se ha producido
ningún conflicto armado directo entre las principales naciones occidentales y mundiales, y no se
han usado armas nucleares. No obstante, los Estados Unidos y sus aliados sí han estado implica-
dos en conflictos y guerras regionales con fuerzas externas al mundo occidente, como la guerra
de Corea, la guerra de Vietnam, la guerra de Afganistán y la guerra de Irak, a la vez que han
mantenido el espionaje y las operaciones encubiertas por todo el mundo.
El término Pax americana lo usan tanto partidarios como críticos de la política exterior de los
Estados Unidos, y como tal, esto lleva connotaciones diferentes, dependiendo del contexto.

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ECONOMÍA POPULAR

nancieras internacionales que han servido —sobre todo— de


instrumento de política exterior de Estados Unidos. Podemos, al
respecto, observar en Argentina al Fondo Monetario Internacio-
nal (FMI) metido, hasta hace poco, como operador político de
modelos perimidos.
Sin embargo, conforme los problemas se han agudizado
por la crisis, se observa un retorno al uso de esa institucionali-
dad inoperante, sobre todo para fortalecer el poder del sector
financiero, esencialmente anglosajón. De esta forma, el capital
financiero va ganando posiciones de la mano de los gobiernos
de Estados Unidos y Gran Bretaña, aunque en apariencia estén
hegemónicamente debilitados.
La concentración de la actividad financiera generada por la
política económica introducida en Estados Unidos con Ronald
Reagan3 y en Gran Bretaña con Margaret Thatcher,4 acompaña-
do de los cambios teóricos en el mundo académico y en el FMI
llevaron a una creciente concentración del ingreso, primero en
Estados Unidos y Gran Bretaña y, luego, a escala global.
Entre 1980 y 1999 se produjo una concentración del poder po-
lítico de un grupo de bancos, que logró hacer las modificaciones
legales necesarias para convertirse en demasiado grandes para
quebrar. Es decir, un seguro de que pueden actuar sin tomar el
riesgo en consideración, ya que siempre serán rescatados por el
dinero de los contribuyentes. Su objetivo es la concentración del
ingreso en el sector financiero: “la revolución de los ricos”.

3 Actor y político estadounidense, fue el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos entre
1981 y 1989 y el trigésimo tercer gobernador del Estado de California entre 1967 y 1975.
Reagan se retrataba a sí mismo como un defensor del liberalismo económico, a favor de fuertes
recortes fiscales, y la reducción del Estado protector.
4 Política británica que ejerció como primera ministra del Reino Unido desde 1979 a 1990,
siendo la persona en ese cargo por mayor tiempo durante el siglo XX y la primera mujer que
ocupó este puesto en su país. Su firmeza para dirigir los asuntos de Estado, su estricto dominio
sobre los ministros de su gabinete y su fuerte política monetarista le valieron el sobrenombre de
la Dama de Hierro. Como jefa de gobierno, su llegada al poder supuso una completa transfor-
mación del Reino Unido al apoyar la privatización de empresas estatales, de la educación y de
los medios de ayuda social. Sus políticas liberales llegaron a ser conocidas como thatcherismo.

22
ECONOMÍA POPULAR

La nueva base de tecnologías basadas en la información ha


conllevado mayor financierización, porque existe la tecnología
para hacerla global. Con instrumentos y políticas que facilitan esto,
una mayor desigualdad del ingreso es el resultado natural. Los
países más ricos y más pobres se han triplicado y en los extremos
se ha quintuplicado. La financierización es el producto del estan-
camiento productivo de la década de los años 70, cuyo origen es
el agotamiento de la generación tecnológica basada en el petró-
leo, componente energético básico del motor a explosión.
Lo anterior provoca al menos tres tipos de crisis que inva-
den al mundo:

w Crisis de empleo
w Crisis de los conflictos medioambientales
w El tercer tipo de conflicto social es el de los migrantes
que tratan de llegar al mundo desarrollado

La creciente brecha entre los ingresos por habitante en


las distintas coordenadas del mundo, potenciadas a partir
de la década de los años 70, presenta una corresponden-
cia sistémica con las modificaciones político-instituciona-
les-económicas-ideológicas-sociales, fundamentadas por el
paradigma neoliberal institucionalizado por el Consenso de
Washington.5

5 El término Consenso de Washington fue acuñado en 1989 por el economista John Williamson.
Su objetivo era describir un conjunto de diez fórmulas relativamente específicas, el cual consid-
eró que constituía el paquete de reformas «estándar» para el/los países en desarrollo azotados
por la crisis, según las instituciones bajo la órbita de Washington D. C. como el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.1​Las
fórmulas abarcaban políticas que propugnaban la estabilización macroeconómica, la liberal-
ización económica con respecto al comercio como a la inversión, la reducción del Estado, y la
expansión de las fuerzas del mercado dentro de la economía interna. Posteriormente a la acepta-
ción de la frase de Williamson, y a pesar de su enfática oposición, el término de “Consenso de
Washington” ha llegado a ser considerablemente usado, en un amplio sentido, para referirse a
una orientación más genérica, hacia un enfoque descrito normalmente como fundamentalismo
de mercado o neoliberalismo.

23
ECONOMÍA POPULAR

La marcha económica desde hace tres décadas está orienta-


da a las exportaciones mediante un salario bajo (aunque China,
cultor de la iniciativa, ya ha modificado su patrón productivo con
salarios en alza). El objeto de dichas políticas es la concentración
del ingreso. Y lo han logrado.
Nunca en la historia ha estado el ingreso mundial más con-
centrado, y nunca en la historia ha habido tal distancia entre los
países pobres y los ricos y entre los sectores ricos y pobres,
muchas veces, en un mismo territorio.
En el mundo colonial, paradojalmente, había un cierto
equilibrio de riqueza hoy impensable. El esclavo lo pasaba,
sin dudas, muy mal, pero el sistema lo necesitaba. La cultura
del descarte de hoy está cercana a prescindir del trabajo
humano.
El fin de la colonización era trasladar riquezas de un lado
al otro del mundo. En el mundo neocolonial, el objeto es empo-
brecer un lado del mundo que crece, para enriquecer al otro
que no crece. El mundo y sus riquezas se subordinan a lo que
requieren las grandes potencias y las grandes corporaciones
transnacionales. Excepto que esta vez entraron a la lista de
grandes potencias otros países (China e India) que están trans-
formando la estructura global de poder.
El mercado figura como la nueva verdad revelada de nues-
tra época. El mercado se ha asumido en el imaginario colectivo
como un ente omnipresente y perfecto. Este dogma se ha cobi-
jado y reafirmado por las aportaciones teóricas neoliberales en
el campo económico, la postura neoconservadora en el ámbito
político, y las teorizaciones de la filosofía política que en general
deshumanizan a los seres humanos, en un contexto en el que la
colectividad no tiene cabida.
Un punto que es necesario discutir es la noción de cre-
cimiento económico como palanca de bienestar social. Des-
pués de la posguerra, las teorías del desarrollo plantearon la
necesidad de estudiar las estructuras económicas a mediano
y largo plazo de aquellos países que presentaban bajos nive-

24
ECONOMÍA POPULAR

les productivos, escaso empleo de tecnologías, desigual in-


serción en el comercio internacional, entre otros rubros.
En este contexto, son cada vez más las opiniones que con-
sideran urgente proponer otros criterios de apropiación de los
recursos naturales que permitan asumir relaciones productivas
que se alejen de los vínculos fomentados por el mercado, los
cuales han generado como consecuencia una destrucción am-
biental nunca antes imaginada, de cuya gravedad da cuenta la
Encíclica Laudato Si, del Papa Francisco.
Una de las múltiples propuestas emitidas desde diferentes
trincheras teóricas es la revaloración de los distintos conoci-
mientos, saberes y cosmovisiones reproducidos a lo largo y an-
cho del mundo, que constituyen formas distintas de producción
y de relaciones sociales.
En los países y en las mentalidades occidentalizadas, prin-
cipalmente, se han desplegado procesos que favorecen la ex-
pansión del agotado capitalismo, al reducir la multiplicidad de
los mundos al mundo territorial propio de la geopolítica de las
relaciones mediadas por los capitales y la multiplicidad de los
tiempos al tiempo lineal. Para combatir este error conceptual no
basta con proponer otro tipo de ciencia, se necesita partir de
otro tipo de racionalidad que, entre otras cuestiones, supere el
ocultamiento y descrédito de los movimientos emergentes.
En el caso de la llamada economía popular estamos, a
nuestro entender, ante un emergente sustancial.

25
ECONOMÍA POPULAR

La Argentina, algunas reflexiones

“La Argentina es el hogar”.


Presidente Juan Domingo Perón, mayo de 1974

En el último cuarto del siglo XX la Argentina fue, sin duda, una


de las primeras macro experiencias donde se planificó y con-
cretó el desmontaje de una sociedad que había nacido a la
sombra de lo más elaborado culturalmente del modelo occiden-
tal moderno (en cuyo cenit el peronismo resulta, desde lo sim-
bólico, su culminación efectiva) donde el desarrollo económico
racional, la industria, el Estado burocrático republicano, la orga-
nización social con una alta movilidad ascendente e igualitaria,
el sistema democrático representativo, el derecho positivo con
una sostenida evolución hacia la justicia social, la tendencia
al ascenso social basado en la meritocracia personal de base
educativa y el afianzamiento de la familia tradicional eran algu-
nos de las elementos fundantes.
Este eficaz y organizado desmontaje se concretó luego del
golpe cívico militar que sobrevino a poco de la muerte del gene-
ral Juan Domingo Perón,6 cuya propuesta de unidad nacional y
de diseño consensuado de un modelo nacional que proyectara

6 Líder político, militar y escritor argentino, tres veces presidente de la Nación Argentina y fun-
dador del peronismo, uno de los movimientos populares más importantes de la historia de la
Argentina. Fue la única persona en ser elegida tres veces presidente de su país, y el primero en
ser elegido por sufragio universal masculino y femenino. Su biografía y el significado histórico
que su legado tiene para el país es imposible de ser referido en una nota tan sucinta, por lo que
remitimos a la copiosa bibliografía que da cuenta de su trayectoria vital.

26
ECONOMÍA POPULAR

la sociedad argentina en el nuevo siglo no tuvo posibilidades


de éxito por la situación de violencia y represión que signó la
Argentina hasta 1983. “Vienen a voltear las chimeneas” dijo en-
tonces la presidenta María Estela Martínez de Perón,7 antes de
su secuestro y, desgraciadamente, fue certera su advertencia.
Así se inició el plan de desmontaje económico, social, político
y cultural, cuyas secuelas aún perduran. La clara conciencia
de la mayoría de las organizaciones, dirigentes e intelectuales
nacionales que la Argentina de la década de los años 60 que se
asomaba al nuevo siglo “no iba más” puede comprobarse obje-
tivamente en la nutrida producción teórica que signó a nuestro
país durante la época.
Parecía que el sentir de las mayorías nacionales en aque-
llos momentos era que la Argentina necesitaba imperiosamente
“cambiar de piel”.
En esa bisagra histórica —que se presentó, violentamen-
te, hacia el segundo quinquenio de la década de los años 70
(1976, para ser precisos)— nuestro país indudablemente cam-
bió de manera vertiginosa y estructural, pero no para ser “un
activo sujeto en la construcción del nuevo siglo” como era el
deseo de dichas mayorías.
El proyecto de desmontaje de la “Argentina de las chime-
neas y la justicia social” encontró un fuerte sostén al interior
mismo de la propia sociedad nacional, que demostraba un alto
nivel de politización e ideologización y una escasa cultura po-
lítica. Así, fue el campo propicio en el que anidaron los funda-

7 Isabel Perón o Isabelita, es una ex política argentina que fue la primera mujer presidenta de
la Nación Argentina (1974-1976). Previamente fue vicepresidenta de la Nación (1973-1974).
Asumió la Presidencia tras la muerte de Juan Domingo Perón el 1 de julio de 1974. Su mandato
correspondió al ciclo histórico que ha dado en llamarse tercer peronismo. Fue la primera mujer
en América en ser jefa de Estado de un país republicano. A la muerte de Perón, Isabel asumió
la presidencia con el respaldo de los partidos políticos y de los jefes militares. Como presidenta
heredó un complejo escenario político y económico. Fue derrocada el 24 de marzo de 1976
por un golpe de Estado que estableció una dictadura cívico-militar autodenominada Proceso
de Reorganización Nacional, que suprimió las garantías constitucionales del país y la mantuvo
detenida durante cinco años.

27
ECONOMÍA POPULAR

mentos que en poco tiempo desmontaron las organizaciones


y las particularidades que hacían de nuestro país una “nación
moderna” y de fuerte presencia en América Latina, así como en
los más diversos campos de la realidad universal.
Más allá de los planes de los poderes hegemónicos mun-
diales para nuestro país, que proponían por entonces un nuevo
orden internacional de fuertes tendencias financieras, una parte
importante de la sociedad argentina participó como sujeto ac-
tivo en la concreción de dicho proyecto deconstructivo, ya sea
por acción o por omisión.
Este desmontaje nacional fue practicado bajo la férula de
las corrientes neoliberales y posmodernistas que inicialmente
fueron concebidas por los think tank intelectuales de la Comi-
sión Trilateral.8
Obviamente, uno de los ejes de esta política deconstructiva
se implementó con mayor fuerza en el plano cultural, eje y sos-
tén del entretejido estructural de la sociedad argentina.
Así, el país fue “importando” cada uno de los “nuevos pro-
ductos culturales”, en especial aquellos con vocación europeís-
ta y progresista de la década de los años 80.
En nuestro país se fueron ensayando y desarrollando nue-
vos productos culturales “propios” de la mano de los organis-
mos internacionales de cooperación (Banco Interamericano de
Desarrollo, Banco Mundial, FMI) y hasta de organizaciones de
cuño latinoamericano y local.
Los elementos portantes de este nuevo modelo cultural con-
currían a afirmar el individualismo, el hedonismo, el relativismo
y su correspondencia con la encarnación del no-compromiso,
el turismo impulsivo, el consumo abaratijado, a la vez que se

8 La Comisión Trilateral es una organización internacional privada fundada en 1973. Fue funda-
da por iniciativa de David Rockefeller, ex miembro ejecutivo del Council on Foreign Relations y
del Grupo Bilderberg y aglutina a personalidades destacadas de la economía y los negocios de
las tres zonas principales de la economía capitalista: Norteamérica, Europa y Asia-Pacífico. Pre-
cisamente la inclusión de miembros de Japón es la principal diferencia con el Grupo Bilderberg.

28
ECONOMÍA POPULAR

desprestigiaban y debilitaban la solidaridad, la justicia social


distributiva, la familia tradicional, el sentido patriótico, entre tan-
tos otros valores e instituciones de la Argentina.
Este proceso conllevó un movimiento doble que promovió
la concentración de la riqueza argentina en un estrecho sec-
tor de la sociedad nacional y la entrega de los resortes de la
producción energética y de los servicios públicos a las nuevas
empresas mundializadas, por un lado, y la pauperización cre-
ciente de una inmensa masa de trabajadores, muchos de los
cuales pasaron a integrar el sector de los marginados sociales
que comenzaron a vivir, paradojalmente, de subsidios estatales
concebidos —en la misma operación de desmontaje nacional—
por los organismos de cooperación técnica internacional, inclu-
so antes que el proceso de marginación se produzca.
Es decir que, en la nueva Argentina, concebida desde el
riñón de los poderes hegemónicos mundiales, se produjo un
doble proceso de marginación.
Uno “por arriba” que adoptando mores y costumbres9 “pri-
mer mundistas” de segunda o tercera mano (con algunas ex-
presiones extremas casi tragicómicas para la Argentina ante-
rior) se fue, y se sigue, retirando de los espacios territoriales
compartidos por el conjunto de la sociedad nacional.
Fueron para esto generando sus propios barrios, sus es-
pacios comerciales, sus lugares de veraneo y esparcimiento,
sus centros educativos, sus exclusivos lugares de trabajo, sus
propias rutas de acceso rápido para “sus distintos lugares”, en
fin, por todos los medios se trataron de separar de los “otros”
que era posible que pusieran en riesgo sus estilos de vida, y,
sobre todo, su seguridad personal y grupal.
Este sector al tratar de asegurar su predominio muestra a las
claras un intento de “barbarizar” la sociedad de los argentinos.

9 O tempora, o mores (“¡oh tiempos, oh costumbres!”) es un tópico literario que proviene de las
Catilinarias de Cicerón, para referirse a la corrupción de las costumbres de su tiempo.

29
ECONOMÍA POPULAR

La otra marginación, la que ocurrió “por abajo”, fue proyec-


tada hacia la exclusión por la aplicación a rajatabla de las re-
cetas de desmontaje de la sociedad nacional que se aplicaron,
casi sin solución de continuidad, aunque con distintas intensi-
dades y estilos hasta la “implosión” del 2001.10
Un párrafo aparte merecen los primeros años del gobierno
de Raúl Alfonsín,11 quien tuvo el “atrevimiento” de aplicar políticas
redistributivas del ingreso, rupturistas del sentido del ciclo que
venimos describiendo; al punto de obtener 50/50 entre capital y
trabajo en 1985, similares a los porcentajes de 1975 y 1951.
El flujo migratorio hacia el conurbano bonaerense mantuvo
la misma tasa de crecimiento desde 1914 hasta nuestros días;
pasando de un millón quinientos mil habitantes en 1914 a 15
millones en 2014; pero al haberse roto la correlación positiva
entre flujo migratorio y trabajo a partir del “industricidio” pos
1976, la marginación creció, a partir de entonces, en la misma
proporción que la insustentabilidad de dicha región.
Esta rápida y grave marginación se produjo ante los ojos
del conjunto de la sociedad. Una parte de ella sostenía, desde
la irresponsabilidad del que no sufre tan cruel marginación,
que era un mal “necesario y temporario” para adaptar el país
a los requerimientos de los nuevos tiempos, postulando que la
“nueva economía” iba a derramar sus frutos para todos (hoy

10 La crisis de diciembre de 2001 en Argentina, o crisis de 2001, fue una crisis política, económi-
ca, social e institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema “¡Que
se vayan todos!”, que causó la renuncia del entonces presidente de la Argentina Fernando de
la Rúa, dando lugar a un período de inestabilidad política durante el cual cinco funcionarios
ejercieron el Poder Ejecutivo Nacional. Sucedió en el marco de una crisis mayor que se extendió
entre 1998 y 2002, causada por una larga recesión que disparó una crisis humanitaria, de rep-
resentatividad, social, económica, financiera y política. Durante la crisis fueron asesinadas por
agentes de seguridad del Estado y privados, 36 personas, entre ellas siete niños de entre trece
y dieciocho años.
11 Fue abogado, político, estadista y promotor de los derechos humanos argentino. Fue conce-
jal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación Argenti-
na, entre 1983 y 1989. Se destacó como dirigente de la Unión Cívica Radical y de la Unión Cívica
Radical del Pueblo. También se desempeñó como vicepresidente de la Internacional Socialista.
Muchos sectores lo reconocen como «el padre de la democracia moderna en Argentina».

30
ECONOMÍA POPULAR

se sigue escuchado esta letanía, aunque cada vez más desa-


finada).
El resto de la sociedad “no marginada”, constituida básica-
mente por los rezagos de la clase trabajadora y las profusas cla-
ses medias nacionales vivió durante los últimos cuarenta años
un gran proceso de readecuación que actuó desde el plano psi-
cológico y formativo pasando por el laboral hasta a afectar las
mismas estructuras culturales de la persona concreta y la familia.
Una parte importante salió a la búsqueda tanto en lo social
como en lo territorial del sustento familiar básico y con una pro-
funda inquietud existencial que trataba de canalizarse en las
más diversas formas de apoyo espiritual o de la autoayuda.
Ante sus ojos se escapaba el puesto laboral fijo, el aguinal-
do, las vacaciones, el esparcimiento organizado y el asentarse
en una carrera sea profesional, laboral o comercial. Había, en-
tonces, que salir a buscar lo que se podía.
En el ámbito profesional los lugares que se imponían por
tener reales posibilidades de trabajo fueron, en gran medida,
y hasta finalizar el siglo, los que se vinculaban al desmantela-
miento del Estado o a suplir sus viejas actividades.
Esto es, la inmensa gama de programas sociales, educa-
tivos, culturales y “de autoayuda” promovidos por los organis-
mos internacionales de cooperación y el nuevo Estado y las
ONG12 profesionales, religiosas, sociales y formativas que se

12 Aunque cualquier organización privada es, en sentido estricto, una organización no guberna-
mental (ONG) (por ejemplo, una empresa sin fines de lucro), el término se utiliza para identificar
a organizaciones que no son parte de las esferas gubernamentales o empresas cuyo fin funda-
mental no es el lucro. Por lo general son conformadas y se encuentran a cargo de ciudadanos
comunes que comparten una visión y misión común, pudiendo obtener financiamiento del go-
bierno, de otras ONG (como fundaciones), o de individuos o empresas particulares. Algunas, con
el fin de mantener autonomía de gestión e imparcialidad, evitan la financiación oficial y trabajan
a través de voluntarios. A veces, el término se utiliza como sinónimo de “organización de la
sociedad civil” para referirse a cualquier asociación fundada por los ciudadanos. Su universo lo
conforman un grupo muy diverso de organizaciones que se dedican a una amplia gama de activ-
idades y se encuentran en diferentes partes del mundo. Algunas pueden tener carácter benéfico,
mientras que otras se acogen a una exención de impuestos basada en el reconocimiento de
sus fines sociales, y otras pueden ser fuentes de intereses políticos, religiosos o de otra índole.

31
ECONOMÍA POPULAR

proponían como la nueva red social de los argentinos, y en rea-


lidad se conformaban como una especie de para-Estado que
acompañaba la emergencia de la nueva sociedad.
A estos ámbitos de búsqueda del sustento acudieron, sobre
todo, un importante sector muy bien preparado por la sociedad
anterior, para el desarrollo de tareas de planeamiento; diseño,
control y gestión de proyectos sociales, públicos y privados; ac-
tividades formación y capacitación en los más diversos planos
y un buen número de cuadros políticos intermedios reciclados.
Este esquema de búsqueda del sustento (no exenta de
depredación) se asentó, también, en el ámbito donde iban a
ocurrir acontecimientos clave del desmontaje: la política, que
pasó de constituir la más democrática de las herramientas para
construir poder al servicio del bien común, a herramienta para
el bien propio. Hemos visto a algunos cuadros y dirigentes po-
líticos que en un proceso vertiginoso realizaron una pronta rein-
geniería personal transformándose desde sus viejas posiciones
de décadas anteriores en “operadores” y lobistas.13
Algunos emergentes de los viejos movimientos populares
comenzaron, también, a “operar”, tal vez sin saberlo, para que
las resoluciones de desmontaje de la Argentina se desarrollaran
con pleno éxito ya sea en el plano nacional, provincial, munici-
pal o sectorial.
Finalmente, en este proceso de desarrollo y ejecución del
plan de reformular una nueva Argentina un sector importante
de la sociedad participó por omisión no generando un fuerte
núcleo de oposición real al sistema.
Quizá continuando con el convencimiento de que “esto no
iba más” dejaron que el cambio se disparara hacia uno de los
peores lugares, dejando que se esfumaran instrumentos opera-
tivos para direccionarlo en otro sentido.

13 Grupo de cabildeo o grupo de presión organizado para presionar en favor de determinados


intereses.

32
ECONOMÍA POPULAR

Sin embargo, este proceso que en los primeros días del


nuevo siglo presentaba su aspecto más desolador, fue feroz-
mente impugnado por uno de los hechos más punzantes de la
historia argentina: la “implosión” que a nivel nacional se produjo
en diciembre de 2001.
Esta implosión, histórica, marcó una imprevista novedad
(como cada vez que el Pueblo Argentino emerge “sublevado
desde el subsuelo de la Patria”) que conmocionó no solo la rea-
lidad de nuestro país, sino que fue profundamente analizada
desde las más diversas realidades, marcó los límites reales del
modelo neoliberal que tomó impulso mundial a través del Con-
senso de Washington.
Estas tierras siempre sorpresivas comenzaron a marcar la
necesidad de reformulación de las políticas que los poderes
hegemónicos mundiales venían implementando a través de sus
organizaciones políticas de instrumentación: las organizaciones
internacionales de cooperación (FMI, BID, BM, Organización
para la Cooperación y el Desarrollo Económicos).
El proceso que se desarrolló a partir de 2002, y que fue
analizado desde las más diversas ópticas, más allá del logro
de haberse alcanzado, hasta 2015, muy buenos indicadores
tanto de crecimiento como de distribución progresiva del ingre-
so y reducción del desempleo, no logró encarrilar sus anhelos
más nucleares de construir una Argentina que modifique sus
canales de participación política, que “reinstale” en la sociedad
a los excluidos sociales, que, a partir de situar El Trabajo en el
centro, reestructure una economía sólida y sustentable.
Tal vez como nunca la concreción de estos objetivos faltan-
tes este en nuestras manos, pues en la etapa que se avizora
todas y todos nos necesitamos.
Esta nueva etapa que, borrosamente aún, vislumbramos
hoy en Argentina, presenta el desafío y la posibilidad, con la
proficua labor que desarrollan las nuevas universidades que se
fueron creando en territorios populares, de construir espacios
donde poder formar, acumular y proyectar este tipo de expe-

33
ECONOMÍA POPULAR

riencias; sumando a ello la aparición de dirigentes político-so-


ciales de nuevo tipo que se abocan comprometidamente a las
actividades de concepción, planeamiento, diseño y acción de
proyectos sociales y comunitarios como, asimismo, a la forma-
ción de los protagonistas de la nueva realidad.
De allí la esperanza, fundada, que nos asiste.

34
ECONOMÍA POPULAR

Consideraciones en torno a la economía popular

“El hombre de la calle/ sigue yendo a trabajar/ porfiado, de som-


brero/ más allá de un temporal/ no me hablen más de él/ no me
hablen más por él/ que yo lo veo en cada esquina/ y lo escucho
en el café”.
Jaime Roos, “El hombre de la calle”

Se puede afirmar, sin temor a caer en un error, que el desarrollo


de toda persona se encuentra atravesado por organizaciones.
Inclusive en estos tiempos, plagados de incertidumbre, son las
organizaciones las que aglutinan, generan poder, desarrollan,
y en definitiva sostienen, el complejo y vital entramado social.
Francisco, en Laudato Si, destaca el papel central de la comu-
nidad aun en los casos de mayor vulnerabilidad.
Desde hace 200 años, principalmente acompañando el
avance del capitalismo industrial, y casi centralmente en Occi-
dente, se impuso una clasificación de la organización humana
en dos ámbitos: el público y el privado.
El primero desplegado por los Estados y sus respectivos
gobiernos, y el segundo conducido por el mercado. Desde esta
misma perspectiva, se establecieron las bases de organizacio-
nes internacionales, que asumieron responsabilidades públicas
de asistencia a los Estados y también aquellas que pretenden
disciplinar y regular los mercados nacionales y regionales.
A lo largo de este mismo contexto histórico se fue perfilan-
do, diseñando y concretando un modo particular de “trabajo”
no ya como actividad prioritaria humana, sino como productivo,
asalariado y pertinente a un régimen; fuere público o privado.

35
ECONOMÍA POPULAR

Como toda lógica indica, al mismo tiempo que se incluye y de-


termina, también, se excluye.
De este modo se fue descartando y dejando fuera de dicho
sistema todo trabajo, actividad y desarrollo que no se encua-
drara dentro de estos modos particulares de interpretar la trans-
formación de la realidad.
Sin embargo, en nuestro país se fueron desarrollando ex-
periencias de carácter tercerista, desde los primeros años del
siglo XX, que promovían la actividad económica de base comu-
nitaria junto a un fuerte accionar en las cuestiones financieras,
sociales, culturales y políticas.
Este “polo comunitario” incipiente (base sobre la cual elaboró
su teoría sobre el polo social, Mauricio Prelooker), fue ubicado
como el tercer vértice de un triángulo imaginario cuyos vértices
restantes fueran el estatal y el privado. En principio fue promovi-
do tanto por las experiencias de los trabajadores provenientes de
la migración europea que traían en sus equipajes la idea de las
cooperativas, mutuales y centros sociales en sus países de orí-
genes, como por la memoria de la “sociedad arcaica” que portan
nuestros pueblos originarios.
Por ello la “fusión” de culturas y sangres, característica de nues-
tra América Latina, también está presente en la economía popular.
Estas experiencias, algunas aún de muy importante presen-
cia en el plano nacional y regional, fueron en general desarrolla-
das a partir de asociaciones anarquistas, sindicalistas, socialistas
y católicas. Es decir que trasladaron sus experiencias populares
europeas a su nueva patria a la que se integraron plenamente.
Durante los gobiernos peronistas de 1946-55 se crearon las
posibilidades sociales, económicas y políticas para el desarro-
llo de este “polo comunitario” que se entroncaba con el modelo
normativo que proyectaba la Constitución de 1949 y su correlato
filosófico: la comunidad organizada.14

14 “La comunidad organizada debe conformarse a través de una conducción centralizada en el

36
ECONOMÍA POPULAR

El Segundo Plan Quinquenal15 giraba en torno a la concepción:


Gobierno centralizado, Estado descentralizado y Pueblo libre.
Esta libertad popular colectiva se realizaba a través de la
promoción de las Organizaciones Libres del Pueblo que tenían
por objeto dinamizar las acciones organizadas sociales, econó-
micas y culturales en el seno mismo de la comunidad.
Este era uno de los objetivos básicos del Segundo Plan Quin-
quenal en cuyo desarrollo se promovió la reforma de la Ley de
Ministerios (1954) que plasmó esta nueva concepción alternativa
(y superadora) de la vetusta y tradicional democracia liberal.
Obviamente, a partir de la Revolución Libertadora16 se fue
desmontando esta iniciativa revolucionaria y con el correr del
tiempo, sobre todo a partir de 1976, las viejas experiencias surgi-
das del seno de la inmigración europea fueron desmoronándose,
siendo la Ley de Entidades Financieras del “Proceso de Reorga-
nización Nacional” —como se dio en llamar el golpe cívico-militar
del 24 de marzo de 1976— la que dio el estacazo que significó
el inicio del final de su rica experiencia, desestructurando una
de las bases de su poder organizativo: los recursos financieros.
Por otro lado, y desde una órbita internacional nacen las
ONG, que fueron definidas desde lo que no son, y recibieron a
lo largo del tiempo diversas acepciones que, en definitiva, solo
intentan legitimar una inclusión en el sistema: tercer sector, or-
ganizaciones de la sociedad civil, organizaciones sociales; por

nivel superior del gobierno, donde nadie discute otro derecho que el de sacrificarse por el pueb-
lo; una ejecución descentralizada y un pueblo libremente organizado en la forma que resulte
más conveniente a los fines perseguidos”, Juan D. Perón, 1974. El libro La Comunidad Organi-
zada se compone con pasajes del discurso de Juan Perón en el cierre del Congreso de Filosofía,
realizado en la Universidad Nacional de Cuyo el 9 de abril de 1949.
15 El Segundo Plan Quinquenal de 1952 se llevó a cabo en el segundo mandato del general Juan
Domingo Perón (1952-1955). Originalmente su duración se extendía hasta 1957, pero tras el
golpe de Estado en Argentina de septiembre de 1955 el plan fue abortado.
16 La Revolución Libertadora es el nombre con el cual se conoce a la dictadura cívico-militar que
gobernó la República Argentina tras haber derrocado al presidente constitucional Juan Domingo
Perón, clausurado el Congreso Nacional, depuesto a los miembros de la Corte Suprema, a las au-
toridades provinciales, municipales y universitarias y puesto en comisión a todo el Poder Judicial
mediante un golpe de Estado iniciado el 16 de septiembre de 1955.

37
ECONOMÍA POPULAR

citar algunas. Pero, vamos diferenciando, nada tienen que ver


dichos conceptos con la definición de economía popular que
desarrollamos en este trabajo.
El desarrollo de las ONGs, que fueron especialmente pro-
movidas por los organismos de cooperación internacional, pú-
blicos y privados, acompasaron su acción con el desarrollo de
las políticas neoliberales que se fueron instalando desde 1976
y que vieron su coronación luego de la caída del bloque sovié-
tico con el triunfante Consenso de Washington. Se instalaron
como servicio a las más diferentes necesidades sociales, sani-
tarias, laborales, formativas y culturales de los sectores popula-
res pero la inmensa mayoría desapareció en la medida que sus
fuentes de financiación dejaban de sostenerlas.
A partir de los inicios del siglo XXI, las pocas sobrevivientes
actuaban en el plano de la influencia socio-cultural de determi-
nados temas que colocaban en agenda las centrales de finan-
ciación —nacionales o internacionales— de sus actividades.
Pero fue a partir de 1976 que se producen en Argentina
—merced al Golpe de Estado cívico-militar coincidente, en lo
temporal, con el contexto universal de fin de ciclo— transforma-
ciones estructurales de nuestra economía que destruyen, para
siempre, la instalada correlación entre población y trabajo.
Esta situación dio inicio a un mega proceso social de mar-
ginación y exclusión, cuyas secuelas persisten hasta nuestros
días (más allá del modelo de crecimiento, generación de traba-
jo, consumo y redistribución progresiva del ingreso instaurado
en el periodo 2002-2015) y se han agravado desde la reins-
talación de gobiernos de tinte neoliberal-oligárquico, tanto en
Argentina como en el Continente Americano.
Este proceso se ha visto potenciado por el permanente
flujo migratorio (tanto interno como proveniente de los her-
manos países vecinos) hacia los conurbanos de las grandes
ciudades (particularmente el Área Metropolitana de Buenos
Aires —AMBA—), ya destruido para siempre el icono del si-
glo pasado en que existía una altísima correlación positiva

38
ECONOMÍA POPULAR

entre asentamiento territorial del migrante y la rápida obten-


ción de trabajo.
Desde los inicios de la década de los años 70 se fueron
instalando en varios países, básicamente latinoamericanos, mo-
delos neoliberales que produjeron efectos devastadores en los
sectores populares.
Esto produjo fenómenos migratorios de gran magnitud que,
en los países más cercanos a la Argentina, provocaron la ins-
talación de un importante número de nuevos habitantes en las
periferias de grandes y medianas ciudades argentinas.
Hermanos chilenos, paraguayos, bolivianos, peruanos pa-
saron a integrarse en las nuevas poblaciones —asentamien-
tos— que se fueron consolidando en las últimas tres décadas
junto a los habitantes argentinos que migraron de sus lugares
de origen por la falta de trabajo, la sojización del país, la implan-
tación de alta tecnología agropecuaria, el fin del “changueo”
habitual en las realidades provincianas, el cierre de importan-
tes centros de producción agropecuaria o industrial o, también
pero no en la magnitud que algunos les asignan, la posibilidad
de llegar a algún tipo de apoyo estatal mediante la diversidad
de planes asistenciales.
Antes dijimos que, pese a la ruptura de la correlación flu-
jo migratorio-trabajo digno, a partir de 1976 el crecimiento de
la población del conurbano bonaerense mantuvo constante su
tasa. Una característica fundamental de este grupo de nuevos
migrantes populares —propios y de países hermanos— es que
a partir de su llegada a las ciudades empezó algo así como una
“puja inmobiliaria” en torno a qué destino darle al poco terreno
disponible que queda en el conurbano. ¿Country, Parque In-
dustrial, Agricultura Periurbana, Asentamiento?
Por ello, algunos migrantes ocuparon los terrenos más yer-
mos o indeseados alrededor de las ciudades y se replegaron
en una presunta informalidad, que no era tal pues reflejaba for-
malidades ancestrales, para la construcción de sus viviendas,
para la generación de sus empresas y negocios, e incluso para

39
ECONOMÍA POPULAR

sus operaciones económicas o financieras. A partir de allí lo-


gran, poco a poco, integrar una economía que tiene su propia
dinámica, imposible de entender si se piensa la ciencia econó-
mica desde los agotados paradigmas precedentes.
Se puede hablar entonces que estos efectos migratorios se
fueron desarrollando en un proceso, una “sociedad paralela”
pero nunca desintegrada del conjunto social.
En algunos casos fue mostrando un crecimiento económico
y social insospechado.
Su práctica manera de actuar fue dedicarse a proveer de
productos y servicios a un importante sector de la población
que la empresa y el Estado habían descuidado por centrarse
únicamente en servir al 40 por ciento perteneciente a los secto-
res que, para utilizar una categoría vetusta, diríamos de “clases
alta y media” tradicionales.
Desde el punto de vista político debe señalarse que estos
nuevos migrantes populares —propios y vecinos— y su traba-
jo, presuntamente informal (o “no registrado”) constituyeron un
elemento de vital importancia para paliar los problemas de la
pobreza en América Latina.
En su libro “El otro Sendero” el Economista Hernando de
Soto; plasma un icono y aporta un manual, de absoluta utilidad,
para abordar y comprender estos temas.
Lo más importante, sin embargo, es señalar que estos mi-
grantes, que inicialmente tuvieron condiciones de pobreza im-
portante, hoy están logrando un nivel de desarrollo digno de ser
estudiado, sin preconceptos ideológicos.
Muchos de ellos muestran que su capacidad económica es
mayor de la que suponen los integrantes de la economía tradi-
cional. Trajeron consigo sus costumbres terruñeras, su música,
sus comidas y su manera de actuar comunitaria y popular.
Se instalaron en la periferia de la ciudad, básicamente en
lugares que nadie había valorado antes. Además de trabajar muy
fuertemente, se refugiaron en parroquias, clubes y asociaciones
formados por sus paisanos migrantes de los mismos lugares.

40
ECONOMÍA POPULAR

Para ellos el concepto “empresario” implica necesariamen-


te una gran empresa y una relación vertical del propietario con
sus empleados. Implica también una cierta injusticia en la re-
partición de la riqueza generada, tal vez por la visión excluyente
que alguna vez les achacaron a los empresarios de clases altas
tradicionales.
Por ello, prefieren identificarse como “dueños” de un taller o
comerciantes, antes que como industriales o empresarios.
Debe sumarse a este proceso un segundo componente de
la economía popular: el de aquellos trabajadores que al perder
su fuente de trabajo durante el proceso imperante entre 1976
y 2001, o a consecuencia de sus secuelas, debieron hacerse
cargo de las empresas en las cuales trabajaban, cuyos dueños
decidieron o fueron obligados a cerrarlas; las “empresas recu-
peradas”.
En este riquísimo proceso (poco estudiado por la acade-
mia), se va conformando la idea de que una nueva economía se
desarrolla en el seno de la sociedad argentina.
Como aquellas cosas que están, pero permanecen invisi-
bles a los ojos de quienes no quieren verlas, fue, sin dudas, la
implosión de 2001 la que devela con certeza que una economía
popular existe en el territorio nacional, al punto que fue capaz
de funcionar como red de contención de esa profunda crisis.
¿No fueron acaso “los “clubes del trueque” un producto de la
creatividad propia de la economía popular?
Esta economía popular abarca una variada amplitud de
sectores y experiencias. Pero, en general, podemos afirmar que
es una economía que crea el pueblo, en los márgenes del sis-
tema que sucumbe, como alternativa al poder económico cada
vez más concentrado del financierismo hegemónico.
Son en general trabajadoras y trabajadores que crean su
propia fuente de trabajo, muchas veces en un marco comuni-
tario. Este amplio arco abarca a trabajadores de la vía pública,
cartoneros, campesinos, trabajadores de empresas recupera-
das, horticultores y floricultores, costureros, ladrilleros, cons-

41
ECONOMÍA POPULAR

tructores, vendedores en ferias populares, recicladores; por


citar algunos.
El desconocimiento de las transformaciones profundas que
vivimos lleva a algunos eruditos a tratar de “informales” a los
integrantes de la economía popular.
Sin embargo, varios emprendimientos están naturalmente
signados por la necesidad de avanzar en una mejora en cuanto
a su formalización y, sobre todo, a su particular realidad de fun-
cionamiento asociativo exitoso económicamente.
Lo que parece cierto es que la economía popular va avan-
zando sobre las economías que son puestas en crisis por los
modelos concentradores de tinte neoliberal y/o oligárquico y
que, a la vez, aparecen movimientos más sólidos para intentar
desarrollarla con una racionalidad propia que tenga como obje-
to la ampliación y generación de trabajo estable y la afirmación
de los derechos sociales del trabajador y la familia.
En las páginas que siguen se tratarán, justamente, las cuali-
dades de la economía popular, al punto de considerarla una pie-
za clave y de enorme aptitud para ser empleada en la reparación
del daño ambiental ya perpetrado, tarea que, intentamos probar,
puede ser generadora, a importante escala, de trabajo digno.

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44
Del marco teórico al contexto

Una primera definición: ¿Qué implica decir “la


reparación del daño ambiental ya perpetrado”?

Mi llamado

13. El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye


la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsque-
da de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las
cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca
hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente
de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad
de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reco-
nocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más va-
riados sectores de la actividad humana, están trabajando para
garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen
una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las
consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las
vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman
un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se preten-
da construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente
y en los sufrimientos de los excluidos.

14. Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el


modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Nece-
sitamos una conversación que nos una a todos, porque el desa-
fío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan
y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya

45
ECONOMÍA POPULAR

ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas


agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización.
Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones
concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no solo por
el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés
de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solu-
ción, aun entre los creyentes, van de la negación del problema
a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en
las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal
nueva. Como dijeron los Obispos de Sudáfrica, «se necesitan
los talentos y la implicación de todos para reparar el daño cau-
sado por el abuso humano a la creación de Dios».18 Todos po-
demos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado
de la creación, cada uno desde su cultura, su experiencia, sus
iniciativas y sus capacidades.
Papa Francisco. Acápites 13 y 14 de su Carta Encíclica Laudato
Si, 2015.

El llamado del Papa Francisco orienta esta, nuestra, bús-


queda. La sustentabilidad en el tiempo de la humanidad en su
conjunto precisa de dicha reparación a riesgo de tornar, a todo
el ambiente donde vivimos, hostil a la vida humana.
No hay razón alguna para que el proceso de detener la
acción devastadora iniciada por la humanidad a partir de la
primera revolución industrial, en detrimento del ambiente, re-
flejado en cierta medida en la formulación de los ODS 2030,19

18 Conferencia de los Obispos Católicos del Sur de África, Pastoral Statement on the Environ-
mental Crisis (5 septiembre 1999).
19 Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fueron aprobados en la Cumbre Mundial sobre
el Desarrollo Sostenible realizada en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva
York en septiembre de 2015, a través de la iniciativa internacional “Transformar nuestro mundo:
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible (A/RES/69-315)”, como un medio para ampliar los
logros alcanzados con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), instando a todos los países
a adoptar medidas para promover la prosperidad al tiempo que protegen el planeta.
Los Estados Nacionales miembros de la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobaron en
dicho documento 17 Objetivos y 169 Metas que deberán ser cumplidos al año 2030. Los ODS

46
ECONOMÍA POPULAR

no vaya en paralelo y en forma concomitante con la reparación


de lo ya deteriorado.
En este trabajo ponemos especial énfasis en cuanto a que
dicha reparación puede significar una fuente creadora de tra-
bajo nuevo, además del objetivo originario que la promueve.
Es entonces cuando desde el “prototipo” que la UST ha dise-
ñado y a cuya concreción UNDAV ha asistido, inserto en el mar-
co teórico definido y a partir de la comprobación específica20 de
que el espacio territorial donde se “implanta”, en particular, y en
todo el espacio en que trabaja la UST, en general, es de una muy
alta criticidad ambiental, vamos a avanzar en la respuesta a que
consideramos “reparación del daño ambiental” en lo específico.
Está claro que, en lo global, la reparación consiste en devol-
verle al planeta sus atributos originales en cuanto espacio en el
cual se desarrolle sin restricciones la vida humana.
Al respecto, los 7000 millones de habitantes del mundo actual
nos remiten a plantearnos, muy seriamente, que la reparación no
es a una supuesta “foja cero”, cuando, hace más de dos siglos
con la primera revolución industrial, comenzó lo sustancial de la
depredación ambiental. Va a ser imprescindible que la tecnolo-
gía, la actitud y el saber humano sean capaces de obtener un
nuevo estadio, universal, para la continuidad plena de la especie.
Este conurbano bonaerense, de crecimiento poblacional
constante y autónomo en cuanto a las posibilidades laborales
de quienes hacia él confluyen, también requiere un replanteo
del término “reparación del daño” pues también debemos cons-
truir, en él, una aptitud para la vida digna de los que, en breve,
serán 15 millones de habitantes.

reconocen que las iniciativas para acabar con la pobreza deben ir de la mano de estrategias que
favorezcan el crecimiento económico y aborden una serie de necesidades sociales, entre las que
cabe señalar la educación, la salud, la protección social y las oportunidades de empleo, a la vez
que luchan contra el cambio climático y promueven la protección del medio ambiente.
A pesar de que los ODS no son jurídicamente vinculantes, los países que adhieren a la Agenda
2030 deben adoptar los objetivos como propios, y establecer marcos nacionales para su logro.
20 Tesis Javier Dias, ver Anexo II.

47
ECONOMÍA POPULAR

Específicamen-
te el predio donde
se desarrolla este
emprendimiento,
situado en la deno-
minada “Costa de
Sarandí”, vecino a
los arroyos Sarandí
y Santo Domingo, al
Polo petroquímico
de Dock Sud y al CEAMSE21 está, sin dudas, inserto en un espacio
territorial donde el daño ambiental ya ha sido perpetrado. De allí
se desprende su cualidad, que nos permite considerar el espacio
territorial donde se inserta un “prototipo”.
Poniendo en aptitud al predio y su entorno la cooperativa
que es, desde su fundación, una institución que tiene su razón
de ser en la mitigación y reparación del daño ambiental; trabaja
en su propia subsistencia, devuelve capacidades a una natura-
leza seriamente afectada, construye comunidad y crea nuevos
puestos de trabajo.
Nos sirve de apoyo, con relación a la situación ambiental del
Partido de Avellaneda, la tesis de grado del licenciado en Ciencias
Ambientales de UNDAV Javier Dias dirigida por Fernando Pereyra:
“Evaluación de la contaminación de suelos en el Partido de Avella-
neda”, 2018 (en Anexo II; se podrá encontrar un resumen).

21 Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado

48
Universidad
Economia popular
Desarrollo urbano territorial

Asistencia a la economía popular:


¿Incumbencia del sistema universitario?

Se vuelve imprescindible, a esta altura de la exposición, pre-


guntarnos si hace a nuestra incumbencia como Universidad in-
cursionar en la asistencia a la economía popular; lo cual requie-
re, en principio y como condición necesaria, conocerla.
Nuestra respuesta a priori es que sí y para comenzar a des-
plegar la idea nos hacemos una segunda pregunta: ¿No será la
economía popular, con su rica trama social, un emergente cla-
ve que, en tiempos de crisis global de la economía que cono-
cimos hasta fines del siglo pasado,22 sea capaz de constituirse
en imprescindible componente del desarrollo urbano territorial?
Buscaremos, entonces, sustento histórico y precisiones
sobre el contexto, a efectos de convertir en afirmaciones las
preguntas.

Antecedentes

Nuestra Universidad está asentada en el conurbano sur de la


provincia de Buenos Aires. Respecto de este conglomerado
urbano, compuesto por cuarenta municipios (Estados locales),
haremos las primeras precisiones.

22 Ugarteche y Martínez Ávila, 2013.

49
ECONOMÍA POPULAR

w En este territorio de alrededor de 12.000 km2 vivimos


alrededor de 15 millones de personas.
w Muchas fueron desde 1914 a 2014 las lógicas de pobla-
ción de este espacio; pero su tasa de crecimiento pobla-
cional fue constante en el tiempo hasta llegar de 1.500.000
iniciales a los 15.000.000 que hoy lo habitamos.23
w En los primeros sesenta años bajo análisis, la migra-
ción se asienta en torno a los establecimientos fabriles
donde, directa o indirectamente, toda la familia trabaja.
Existe, en consecuencia, una muy alta correlación po-
blación-trabajo.
w A partir de 1976 se producen en Argentina, merced al
Golpe de Estado cívico-militar y el contexto universal de
fin de ciclo, transformaciones estructurales de nuestra
economía (“indrusticidio” lo han llamado) que destruye,
para siempre, la correlación población-trabajo. Sin em-
bargo, el flujo poblacional permanece inalterable, pese
a que ya no existe el incentivo del empleo seguro del
trabajador migrante (nacional o de países hermanos).
w Una población creciente sin correlato laboral termina
generando, tarde o temprano (aunque no sea el único
factor actuante), la insustentabilidad estructural que hoy
se observa, claramente, en lo laboral, ambiental, social
y económico (ver gráfico página siguiente).
w Es en este contexto donde la economía popular de base
socio-comunitaria aparece como emergente de un pue-
blo dispuesto a generar una economía fruto de su resi-
liencia y de su vocación de ser.
w Convertir esta economía en pilar del desarrollo urbano te-
rritorial (categoría, hoy, más abarcadora que la de “desa-
rrollo local”), es una clara incumbencia del sistema univer-
sitario en general y de nuestra Universidad en particular.

23 “Instituto del Conurbano”, UNGSM-Argentina: http://www.ungs.edu.ar/ms_ico/

50
ECONOMÍA POPULAR

w De dicha misión trata lo que, a continuación, en este


capítulo, se expone.

La economía popular de base socio-comunitaria y


su aporte al desarrollo urbano territorial. Nuestra
incumbencia al respecto

Digamos, en principio, que se edifica sobre dos capacidades


endógenas existentes en nuestro territorio:

w El antecedente, histórico, de las buenas prácticas pro-


pias del pleno empleo obtenido en una etapa icónica
del desarrollo industrial, presentes en el inconsciente
colectivo de quienes habitamos el Conurbano en gene-
ral y en Avellaneda en particular; y
w La resiliencia de un pueblo que ante la crisis del modelo
industrial no se resigna a vivir sin trabajo; al cual consi-
dera, y con razón, el gran dignificador de la vida.

Organizaciones Sociales (a las que preferimos llamar “Or-


ganizaciones Libres del Pueblo”) y Cooperativas (que no de-
jan de serlo) son, en consecuencia, el objeto de este accionar

51
ECONOMÍA POPULAR

de nuestra Universidad a efectos de recepcionar sus aportes


y brindar elementos que hagan a su sustentabilidad y conse-
cuente integración como actores y factores componentes del
desarrollo urbano territorial.

Nuestra visión del marco conceptual que sustenta el


desarrollo urbano territorial

a. Una megalópolis es un gigantesco mercado de consu-


mo. Producir, transportar y comercializar para 13/15 millones de
consumidores es un aspecto central en cualquier estudio que
pretenda potenciar capacidades ínsitas en un territorio. Sobre
todo, si, tal como indicara J.M. Keynes,24 seguimos pensando
que el consumo es el “multiplicador de la economía” (aunque,
sin dudas, no su único sostenedor).
b. En espacios de tan alta densidad y consecuente uso inten-
sivo del suelo, este se convierte en un bien escaso y altamente
demandado. Toda mejora en la calidad y uso del suelo capitaliza
al conjunto de la sociedad. El Estado local, tiene en las “orde-
nanzas de zonificación” una poderosa herramienta para regular,
de acuerdo con los intereses comunitarios el uso del suelo (y
su consecuente valorización). La “Especialización en Gestión
del Desarrollo Urbano Territorial”25 que, en modalidad a distan-
cia, brindamos con la hermana Universidad Nacional de Quilmes
apunta, justamente, a capacitar a decisores locales.
c. Los tres niveles del Estado (nacional, provincial y local)
tienen distintas pero insoslayables incumbencias en la pres-
tación y/o regulación de servicios y actividades que permitan
ejercer sus derechos básicos al conjunto de tan importante
población. Resulta absolutamente necesario dejar claramen-
te establecido este concepto para una correcta asunción de

24 “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” J.M. Keynes F.C.E. multiples ediciones.
25 Para mayor información: posgradosundav@undav.edu.ar.

52
ECONOMÍA POPULAR

responsabilidades y consecuente búsqueda de los respectivos


financiamientos. En Argentina está pendiente, desde 1996, una
“Ley Convenio de Coparticipación”26 que permitiría avanzar en
precisiones con respecto a esta tan compleja disyuntiva.
d. La política económica del Estado nacional afecta nota-
blemente (aunque no lo defina en su totalidad) al desarrollo
productivo local. Aunque también el contexto internacional, el
Estado municipal y las prácticas del empresariado, los gremios,
los pequeños emprendedores, las cooperativas y las organiza-
ciones de la sociedad civil, aportan lo suyo y deben, necesaria-
mente, ser integradas mediante consensos reales a los planes
de desarrollo urbano territorial.
e. Esta megalópolis tiene, además, acumulado un daño am-
biental que debemos justipreciar para propiciar su mitigación y
evitar su incremento. Esto producirá, necesariamente, mejora
ambiental, disparadora de una cadena de externalidades posi-
tivas y, seguramente, generadoras de empleo. Es objetivo cen-
tral de nuestras investigaciones correlacionar, positivamente, la
reparación del daño ambiental con la creación de trabajo digno.
f. La productividad y competitividad de los emprendimientos
regionales, a sus respectivas escalas y con las tecnologías necesa-
rias, deben ser buscadas por los empresarios y la economía popu-
lar, asistidas por el sistema universitario, y propiciadas por los tres
Estados, de acuerdo con sus respectivas incumbencias y capaci-
dades. Alterar este orden significa “poner el caballo frente al carro”.
g. Trabajo y hábitat deben estar en el punto de arribo de todos
los planes estratégicos que se diseñen. Y lejos de ser contrapues-
tos a productividad y competitividad deben ser conjugados en for-
ma armónica. Será, así, otro real aporte del sistema universitario.
h. El Estado nacional debe contribuir, mediante la ejecución
de grandes proyectos estratégicos27 (que como tales existen),

26 Constitución de la Nación Argentina, Artículo 123 y Cláusula Transitoria Sexta, 1994.


27 Ver Lella, 1957.

53
ECONOMÍA POPULAR

donde se implante productivamente población, a discontinuar


el flujo migratorio hacia el conurbano.

Variables28 sobre las cuales la academia puede y debe


trabajar

En busca de sustentabilidad, consecuente productividad y


competitividad de un territorio, en nuestro caso el conurbano
sur, nos planteamos, ahora sobre cuáles actuar para la puesta
en valor y/o desarrollo de sistemas integrados de innovación
regional y local que mejoren la productividad y creen trabajo.
Los modelos exitosos de economías a nivel planetario no
han logrado sustentabilidad, productividad y competitividad
por la reducción de empleos y/o salarios. De dicha falacia que-
remos permanecer distantes.
Entonces, ¿qué variables utilizar para construir nuestro mo-
delo?
Apuntamos al respecto algunas ideas que guían, en líneas
generales, nuestras investigaciones y nuestra acción:

w Por la optimización del uso del suelo y su consecuente


valorización (los gobiernos locales tienen, en las orde-
nanzas de zonificación, las “llaves” de ello).
w Por la puesta en valor, en serios planes de mediano pla-
zo, de la matriz energética; por ser la Argentina produc-
tora de energías fósiles, atómicas, hidráulicas y limpias.
Apareciendo así sus verdaderos costos de producción,
todos plasmables en moneda local, como un elemento
desde el cual ordenar las cadenas de valor de casi todo
el conjunto de la producción nacional.
w Por las sinergias y economías de escala que genera la

28 Variables: aquellas realidades sobre las cuales comunidad, academia, gobiernos locales, em-
presarios emprendedores, cooperativas y organizaciones de la sociedad civil podemos intervenir
desde nuestras respectivas incumbencias.

54
ECONOMÍA POPULAR

ubicación en un mismo predio, o en espacios cercanos,


de los componentes asociados a una misma cadena de
valor (parques industriales y tecnológicos, zonificación
industrial, ordenamiento de cuencas).
w Por una creciente funcionalidad del sistema logístico, dise-
ñado con objetivos del conjunto de la sociedad, la reduc-
ción de costos operativos, y el potenciamiento de sus exter-
nalidades positivas (acercar al productor al consumo).
w Por la mitigación y reparación del daño ambiental, hasta
hoy perpetrado. En la creencia que esta acción, ade-
más de imprescindible, generará una externalidad po-
sitiva: la creación de trabajo digno.
w Por la vinculación y generación conjunta de conoci-
miento y transferencia a cooperativas y Pymes (y, ¿por
qué no? a grandes y medianas empresas hoy también
afectadas por la crisis).
w Por la efectiva asistencia, apoyo y cooperación al siste-
ma cooperativo, que las sucesivas crisis han puesto al
frente de emprendimientos industriales y de servicios.
w Aportar al fenómeno de creciente competitividad y ca-
pacidad de ser barrera a la mera ocupación territorial (y
el negocio inmobiliario) de la “Agricultura Periurbana”.
w Por la capacitación en nuevos oficios aplicables a todos
los actores de la sociedad civil.
w Por una efectiva y funcional cooperación de los gobier-
nos locales con sentido regional.
w Por la obtención y/o creación de financiamiento. ¿Por
qué no una moneda?, de uso exclusivo comercial y no
depósito de valor; local y/o regional.

Volviendo al “prototipo” que, sin dudas, tiene que ver


con el desarrollo urbano territorial

Establecido el marco y listadas las variables sobre las cuales


trabajamos, desde nuestra específica incumbencia de Univer-

55
ECONOMÍA POPULAR

sidad implantada en el conurbano sur, he aquí un ejemplo es-


pecífico, referido a las sinergias que pueden obtenerse entre
los Estados nacional, provincial y local, el sistema cooperativo
y la Universidad:

La UNDAV resultó seleccionada en la convocatoria realiza-


da por la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), en su Pro-
grama “Cooperativismo y Economía Social en la Universidad”
con el proyecto, en plena ejecución, “Creación de trabajo me-
diante la reparación del daño ambiental” que presentara junto
con la Cooperativa “Unión Solidaria de Trabajadores”29 de Villa
Domínico, Partido de Avellaneda.
La descripción y el despliegue referente a la construcción
de dicho “prototipo” y su posterior extrapolación a nuevos em-
prendimientos constituyen el contenido central, de este trabajo.

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como recurso fundamental para el desarrollo demográfico
y económico del norte argentino, Facultad de Ciencias Eco-
nómicas, UBA.

29 Cooperativa UST Reg. Prov.: 005363; Mat. Nac. 25034. Ver en Anexos panorama explicativo
sobre su historia y su presente.

56
El proyecto original
Visión abarcativa de la totalidad del Proyecto

1. La UST nace en 2003, ante la necesidad de preservar la


fuente de trabajo en ocasión del cierre de la actividad de relleno
sanitario en el predio del CEAMSE en Villa Domínico, Partido
de Avellaneda, situado en el margen derecho del arroyo Santo
Domingo (plano pág. 50).
2. La Cooperativa realiza actividades de mantenimiento en
módulos con residuos y calles operativas, parquización, fores-
tación, carpido, control de plagas y acciones complementarias,
en un predio propiedad del CEAMSE, de 400 ha, en el cual se
dispusieron residuos sólidos urbanos provenientes del AMBA
desde 1978 a 2003. Se llegó a depositar, allí, hasta 14.000 to-
neladas diarias. Esto da magnitud de uno de los componentes
del altísimo deterioro ambiental de la zona.
3. Por definición y acción, en su origen mismo, la UST es
una “reparadora” permanente del daño ambiental.
4. El grueso de los Trabajadores miembros de la UST vive
en los barrios aledaños, en los que la cooperativa ha realizado
un extendido trabajo de “inversión en capital social”, ya sea en
la construcción de un polideportivo, el “Bachillerato para Adul-
tos Arbolito” (CUE 062116200-Dipregep 7430), la radio comu-
nitaria, y hasta coparticipó en un plan de viviendas (en número
de cincuenta) que llevó adelante el Municipio de Avellaneda. El
concepto de “capital social” resulta necesario al momento de
definir la concepción de sustentabilidad del proyecto.
5. La recomendación del Papa Francisco, en el capítulo 4
de su Encíclica Laudato Si, en cuanto a que la creación de “co-
munidad” es intrínseca a la obra a realizar en el cuidado de la

57
ECONOMÍA POPULAR

“Casa Común”, y encuentra en la historia de la cooperativa30 un


ícono al respecto.
6. En su actividad original, la cooperativa tenía, prácticamen-
te, un único “cliente”: el CEAMSE; lo cual constituye, al mismo
tiempo, una fortaleza (por la envergadura empresarial del mismo)
como una debilidad (¿otros usos del predio, seguirán requiriendo
del mismo prestador de servicios?, ¿en qué magnitud?).
7. La Municipalidad de Avellaneda cedió en comodato a la
cooperativa, desde 2009, un predio de 6 ha contiguas a otras
dos de propiedad del UST (casi lindantes al predio del CEAM-
SE donde hoy presta servicios), sobre el margen izquierdo del
Arroyo Santo Domingo (plano pág. 50).

8. Es en este predio, de 8 ha (seis cedidas por la Municipa-


lidad y dos propias contiguas) donde se focaliza, territorialmen-
te, el núcleo del Proyecto.
9. La cooperativa también se propone y ha iniciado, en la
Costa de Sarandí, actividades ligadas a la frutihorticultura pe-

30 Hugo Villar “Trabajo autogestionado. Historia y propuesta en el 14 aniversario de la Cooper-


ativa UST” Revista Hechos e Ideas, numero 3 junio de 2017.

58
ECONOMÍA POPULAR

riurbana en predios conveniados con particulares que hoy ya


las realizan (verduras, ciruelas, uvas y vino), “apalancándose”
en la vecindad con el Mercado Fruti-Hortícola de Avellaneda.
10. El predio en el cual se focaliza el proyecto, pese a estar
en lo que podríamos denominar un “espacio verde”, está tam-
bién ubicado en una zona de alto deterioro ambiental, a saber:
cercano al CEAMSE, a la desembocadura en el Río de La Plata
del Arroyo Santo Domingo, al Arroyo Sarandí y al Polo petro-
químico de Dock Sud. Constituye una zona donde el daño am-
biental ya ha sido perpetrado (los antiguos canales que apro-
vechaban los flujos del río para riego hoy están obstruidos por
materiales varios, especialmente plásticos) y toda acción en el
mismo debe necesariamente atender a la reparación de dicho
daño para poder ejecutarla en forma perdurable. Asimismo,
superviven, en la zona, algunos ejemplares de especies cons-
tituyentes del bosque nativo, entre otras muchas. Esta última
condición habilita al predio, paradojal y “resilientemente”, para
la creación de un futuro “Bosque Temático Educativo”.
11. La cooperativa ha avanzado, notablemente, en la parqui-
zación del predio; la puesta en valor de una construcción apta
para la exposición, sala de reuniones y aulas; la recuperación de
frutales pre existentes, espacios de recreación, vivero de peque-
ña escala y cría de distintas especies. Y, es allí, donde planeó
constituir (y, hoy, construye) el “Centro Educativo, Recreativo y
de Producción Agro Ecológica”. A este empeño hemos sido con-
vocados tanto la UNDAV como la Municipalidad de Avellaneda.
12. Concretado dicho “Centro…” estaríamos, Universidad y
Municipalidad, ante un primer aporte a la sustentabilidad, pues
las actividades que allí se realizarán constituirán un nuevo espa-
cio laboral para la UST, pero, además crecería su “capital social”
al avanzar su inserción en el entorno social-productivo-territorial
de la llamada “Costa de Sarandí” donde, ya, presta servicios.
13. Las componentes, físicas, constituyentes del “Centro
Educativo, Recreativo y de Producción Agroecológica”:
w Edificio para exposición y aulas.

59
ECONOMÍA POPULAR

w Vivero y “estaquero” de especies arbóreas; donde se


produzcan, entre otros comercializables y a aportar a
emprendimientos de reforestación, álamos, sauces y al-
gunas nativas.
w Instalación portadora del kit para la generación de ener-
gía solar y eólica.
w Instalación del kit, básico, para la producción hidropónica.
w Calles peatonales y pasarelas que permitan el recorri-
do, tanto en lo recreativo como en lo formativo, por la
totalidad del predio.
w Accesibilidad al predio, otro componente de imprescin-
dible realización, resuelta, hoy, en su totalidad (ilumina-
ción inclusive) por la Municipalidad de Avellaneda y las
mejoras realizadas por la cooperativa.
14. “Productos/Servicios” a brindar/concretar en el predio:
w Recepción de colegios (y otras instituciones sociales,
sindicales y comunitarias) para visitas educativas y re-
creativas, en las cuales se difunda y se capacite en pre-
servación del ambiente, reparación del daño ambiental,
uso de energías renovables, cooperación comunitaria,
agricultura periurbana, otros.
w Formación en oficios. En primer término: “Guías Am-
bientales” (nuevos miembros de la cooperativa, hoy
“aspirantes” a serlo y/o estudiantes del bachillerato
para adultos “Arbolito”) que preserven el predio, guíen,
difundan y aporten a la formación, de acuerdo con sus
incumbencias, en las disciplinas específicas.
w Producción de energía de origen eólico y solar; con
fines demostrativos, de aporte a la producción limpia,
y en capacidad de abastecer la demanda eléctrica en
una pequeña parte del predio.
w Producción, en el predio en general y en el vivero en
particular, de especies arbóreas factibles de ser co-
mercializados en escala; inclusive plantines propios del
bosque nativo, a los efectos de su implantación en pro-

60
ECONOMÍA POPULAR

yectos de reforestación a nivel, regional, local y vecinal.


w Implantación de un módulo experimental de producción
mediante hidroponia; capaz de ser extrapolado a otros
emprendimientos donde dicho tipo de producción re-
suelva problemas de criticidad del suelo.
15. Transferencia de conocimientos y tecnologías desde la
Universidad:
w La producción a encarar, en un medio ambientalmente
hostil, requerirá de estudios, remediación y normas de
producción que establezcan un mínimo de calidad am-
biental a los productos del vivero; como así también la
selección de especies a producir.
w La capacitación a integrantes de la cooperativa en la
aplicación de normas y producción con calidad am-
biental de las especies seleccionadas; lo cual implica,
que dichos cooperativistas produzcan vacancias en
sus actuales actividades, las cuales puedan ser cubier-
tas por “aspirantes”, hoy ya relevados por la UST.
w La capacitación de Guías Ambientales y o Turísticos
(inclusive se abre la posibilidad, ya concretada, de ac-
ceso a las Tecnicaturas que al respecto brinda UNDAV)
nuevos integrantes de la cooperativa (o antiguos que
producirán vacancia en su actual función), con capaci-
dad de ser, en el tiempo, formadores de formadores; los
programas correspondientes y los contenidos didácti-
cos a transferir a los visitantes provenientes de colegios
e instituciones, en cuanto a cuidado del ambiente, su
restauración y el uso de energías renovables.
w El relevamiento de posibles demandantes de la produc-
ción, los planes de reforestación o similares, la difusión
y el “marketing” de los elementos de especies arbóreas,
y de la producción hidropónica que se pretende inter-
cambiar y/o comercializar.
w El asesoramiento para sentar las bases de un futuro
bosque temático educativo.

61
ECONOMÍA POPULAR

16. La reparación del daño ambiental como actividad ge-


neradora de trabajo:
Concretar el Proyecto, paso más en la historia de la coope-
rativa y de su vocación fundacional de ser reparadora del daño
ambiental, debiera generar una externalidad positiva que podría-
mos definir como la creación de un prototipo, demostrativo, en
cuanto que actividades ligadas a la restauración de las capaci-
dades originales de la naturaleza, tras 200 años de devastación,
no solo son necesarias por sus consecuencias inmediatas sino
que, también, pueden constituirse en generadoras de puestos
de trabajo. Y este capital socio-intelectual que se genere debiera
ser patrimonio de todo el sistema cooperativo. De allí la propues-
ta de sistematización y publicación ínsita en el Proyecto.

62
Situación inicial

Objetivos

La presentación original a la Secretaría de Políticas Universitarias,


tenía el formato y contenido que describimos a continuación:

Justificación

La UST nace en 2003 ante la necesidad de preservar la fuente de


trabajo, en ocasión del cierre de la actividad de relleno sanitario en
el predio del CEAMSE en Villa Domínico, Partido de Avellaneda.
Este objetivo, logrado en principio, requiere para su con-
tinuidad de: innovación, capacitación en nuevas disciplinas y
obtención de nuevos demandantes de los productos y los servi-
cios que presta, a los efectos de alcanzar sustentabilidad.

Resumen de la propuesta

El proyecto reconoce como objetivo central la sustentabilidad


de la cooperativa mediante el cuidado del ambiente y la gene-
ración de acciones que apunten a reparar el daño ambiental
ya perpetrado. La cooperativa realiza, desde su creación, ac-
tividades de mantenimiento, en módulos con residuos y calles
operativas, parquización, forestación, carpido, control de pla-
gas y acciones complementarias; en un predio propiedad del
CEAMSE, de 400 ha en el cual se dispusieron residuos desde
1978 a 2003. Se trata de una zona de alto deterioro ambiental.

63
ECONOMÍA POPULAR

El proyecto, aquí desarrollado, se enfoca en un predio de


seis hectáreas, casi contiguo, cedido a la UST por la Municipa-
lidad de Avellaneda y dos hectáreas propiedad de UST.
Se ha cargado una descripción abarcativa de la propuesta
(ANEXO-PCESU20-1375) y una copia del Convenio entre la UST
y la Municipalidad de Avellaneda para el uso del predio.

Objetivo general

Afianzar la sustentabilidad de la Cooperativa Unión Solidaria


de Trabajadores mediante soluciones innovativas; y creación
de puestos de trabajo, en corto y mediano plazo, a partir de la
mitigación y reparación del daño ambiental ya perpetrado; en
un predio, de seis hectáreas, cedido a esos efectos, mediante
convenio, por la Municipalidad de Avellaneda y otras dos hec-
táreas colindantes propiedad de la UST.

Objetivos específicos

Primero. Recuperar un espacio, de ocho hectáreas para la


enseñanza a estudiantes de la región del cuidado del ambiente,
el uso de energías renovables y la reparación del daño ambiental.

Segundo. Consolidar el “Centro Educativo, Recreativo y de


Producción Agro-Ecológica”, capacitando actuales y futuros
cooperativistas en tareas, que podríamos denominar como de
“Guías Ambientales”.

Tercero. Afianzar la producción del vivero de especies au-


tóctonas, produciendo ejemplares de especies factibles de ser
aplicadas a la forestación y de hidroponia de carácter experi-
mental. Búsqueda de mercados.

Cuarto. Formulación, teórico-práctica de un prototipo de


modelo que relacione la reparación del daño ambiental con la

64
ECONOMÍA POPULAR

generación de trabajo genuino; el cual receptará, entre otros,


resultados obtenidos en los talleres.

Metas

a) Puesta en valor, tanto del espacio, como del Proyecto


agro-ecológico-educativo existente; a los efectos de darle ap-
titud para ser abierto al público, los colegios y estudiantes de
la región.
b) Diseño del plan de estudios para la enseñanza teóri-
co-práctica del cuidado del ambiente, el uso de energías reno-
vables y la reparación del daño ambiental.
c) Capacitación en: Observación, Guía y Conservación de la
Naturaleza “Guías Ambientales”; meta: tres cooperativistas (hoy as-
pirantes) formados; y, con elementos a aportar a futuras cohortes.
d) Integrar al vivero a la futura área de producción agro-
ecológica y de desarrollo sustentable, dirigiendo su producción
tanto hacia las especies autóctonas como a aquellas con ca-
pacidad de ser incluidas en proyectos de reforestación; y la
hidroponia de carácter experimental.
e) Producción de ejemplares pertenecientes al bosque nati-
vo y otras especies factibles de ser comercializadas, en sentido
estricto, en intercambio comunitario y en proyectos de refores-
tación. Capacitación a integrantes de la cooperativa.
f) Búsqueda a escala regional y nacional de proyectos de
reforestación y plan de generación de nuevos recursos.
g) Documento que integre la experiencia y habilite alianzas
estratégicas; donde se correlacione, desde lo económico y lo
comunitario, la reparación del daño ambiental con la genera-
ción de trabajo.

Actividades y adquisiciones
(inversión en bienes físicos) previstas

a) Elaboración del cuadro de situación al inicio.

65
ECONOMÍA POPULAR

b) Detección de las restricciones que deberá enfrentar el


proyecto
c) Elaboración de un plan integral, luego del Taller Marco.
d) Elaboración de un plan de estudios específico, luego del
Taller Marco.
e) Adquisición del equipamiento comprometido.
f) Acondicionamiento y puesta en valor del predio, accesi-
bilidad, difusión.
g) Vivero, en particular, y conjunto del predio. Su puesta
en condiciones para la producción en general de especies
susceptibles de ser aplicadas a forestación y la producción
hidropónica en particular.
h) Instalación del equipamiento para la producción de ener-
gías renovables y la producción hidropónica.
i) Estudio de mercado de productos hidropónicos y forestales.
j) Plan de difusión relacionado con los productos a brindar
desde el “Agroecológico” tanto en esparcimiento, conoci-
miento ambiental, forestación e hidroponía.
k) Cursos de capacitación
l) comienzo de las actividades referentes a esparcimiento,
conocimiento ambiental, reforestación y producción hortíco-
la sustentable.
m) Publicación/difusión del emprendimiento.
n) Producción de plantines y estacas.
o) Comercialización y/o intercambio
p) Presentación del libro: Economía popular. Reparación
del daño ambiental. Creación de trabajo digno.

Desarrollo

Debería desplegarse en un periodo de un (1) año a partir de la


realización del “Taller Marco”.31

31 Resumen de dicho Taller en ANEXO.

66
El plan definitivo resultante
de contrastar idea-realidad32

Una serie de conceptos se modificaron/actualizaron al desa-


rrollar el proyecto y avanzar en el conocimiento de situaciones
que, necesariamente, requerían de un tratamiento distinto del
previsto originalmente, si se quería mantener vigentes los obje-
tivos de arribo finales.

El “acondicionamiento del predio y su habilitación al acceso


público”, se podría decir que se concretó antes de lo previsto;
básicamente por el esfuerzo puesto en ello por la UST y por el
hecho de que, al habilitar la Municipalidad de Avellaneda su
“Reserva Ecológica” a menos de un kilometro de nuestro em-
prendimiento, las obras de acceso beneficiaron, como una ex-
ternalidad positiva, al proyecto; incluso en la iluminación públi-
ca, de la que se carecía hasta entonces.
El “vivero de especies nativas” dejó lugar, como concepto, al
de la puesta en capacidad de todo el predio, en sus ocho hec-
táreas, de sustentar actividades de producción de especies ar-
bóreas, preferentemente del bosque nativo, susceptibles de ser
intercambiadas y/o comercializadas en proyectos de forestación.
“Estacas” de álamo y sauce se plantaron en grandes tablones
como paso previo a forestaciones que ya se han iniciado.
La “provisión de equipamiento” incorporó al de producción
y almacenaje de energía eólica y solar un kit, básico, para la
producción hidropónica.

32 Papa Francisco, Evangeli Gaudium, “La realidad es superior a la idea”.

67
ECONOMÍA POPULAR

Un somero análisis del mercado potencial de intercambio


de plantines aptos para reforestación, llevó a considerar que
la falta de proyectos concomitantes y los costos logísticos en
que se incurriría tornaba conveniente trabajar la reforestación
del entorno y/o buscar un nuevo predio municipal, vecino (doce
hectáreas sin uso y con riesgo de ocupación), para encarar,
con escala apropiada, la producción de sauces y álamos.
La capacitación de “Guías Ambientales” se concentró en
sendos cursos de extensión sobre: cuidado del ambiente; ener-
gías renovables; hidroponia y forestación. Hay que agregar el he-
cho destacable, de que tres integrantes de la cooperativa se en-
cuentran hoy, cursando en la UNDAV la Tecnicatura en Turismo.
Al trabajo final que contemplaba esta publicación, se agrega:
Los “términos de referencia” de un pre proyecto, a proponer
a CEAMSE y TECHINT (propietarios de 600 ha sobre el margen
derecho del Santo Domingo) sobre cultivo hidropónico y gene-
ración de energía solar; y
Una presentación, en la que resultó seleccionado nuestro pro-
yecto, junto con la Universidad Nacional de Quilmes, ante “Uni-
versidad Cultura y Sociedad”, “Convocatoria de proyectos de ex-
tensión universitaria” que denominamos: “Ambiente, identidad y
turismo, desafíos y oportunidades en la ribera de Sarandí”. Dicho
proyecto se encuentra, a la fecha, en plena implementación.

68
Los actores involucrados

Los aportes realizados y la concreción final del


Proyecto

Debe destacarse el descomunal aporte que, en cuanto a ca-


pital, esfuerzo y horas hombre a su cargo, realizó y realiza la
Cooperativa UST.
Téngase presente que las actividades que realiza en el
Proyecto Agroecológico no tienen contraprestación contrac-
tual ni económica alguna. Por ello, y esto es trascendente en
cuanto a poder extrapolar el proyecto: hubo y hay aporte de
capital social efectivo y solidario de la Cooperativa UST a la
creación de trabajo digno (nuevo) mediante la reparación del
daño ambiental.
La comprensión de este concepto es clave para situar
cómo deberían realizarse proyectos de asistencia, vinculados
a la economía popular, y su diametral distancia con las políticas
de subsidios y dádivas.

No es menor el aporte del Estado local en tanto sesión


del predio, mejora de accesos; y nueva sesión en ciernes

69
ECONOMÍA POPULAR

(esta vez a un conjunto de organizaciones sociales) de un


segundo predio.
El papel de la Universidad se inscribe en cuanto a su rol de
vinculación y transferencia; “precipitante” en síntesis y asistente
a un fenómeno que de manera alguna desencadenó, pero al
cual asistió desde su particular incumbencia.
El Estado nacional participa, podríamos decir, en una doble
condición: en tanto dueño del paquete accionario del CEAMSE
(propietario del predio donde se depositaron los residuos sóli-
dos urbanos) y como aportante (a través de la SPU) al financia-
miento parcial de un proyecto específico.

En lo metodológico el trabajo realizado fue de una gran


participación de todos los actores involucrados. Se podría fijar
como hito de arranque el Taller Marco33 (11/5/ 2018); presencial
y base para una continuación interactiva y en red.
Por último, podríamos decir que los objetivos del Proyecto,
con las modificaciones que la realidad impuso, fueron alcanza-
dos en su totalidad.

33 Ver Anexo.

70
¿Se crea trabajo digno reparando
el daño ambiental?

Repasemos los acápites 140 y 141 del capítulo cuarto “Una


ecología integral” de la Carta Encíclica Laudato Si”:

140. Debido a la cantidad y variedad de elementos a tener


en cuenta, a la hora de determinar el impacto ambiental de un
emprendimiento concreto, se vuelve indispensable dar a los in-
vestigadores un lugar preponderante y facilitar su interacción,
con amplia libertad académica. Esta investigación constante
debería permitir reconocer también cómo las distintas criaturas
se relacionan conformando esas unidades mayores que hoy
llamamos «ecosistemas». No los tenemos en cuenta solo para
determinar cuál es su uso racional, sino porque poseen un valor
intrínseco independiente de ese uso. Así como cada organis-
mo es bueno y admirable en sí mismo por ser una criatura de
Dios, lo mismo ocurre con el conjunto armonioso de organis-
mos en un espacio determinado, funcionando como un sistema.
Aunque no tengamos conciencia de ello, dependemos de ese
conjunto para nuestra propia existencia. Cabe recordar que los
ecosistemas intervienen en el secuestro de dióxido de carbo-
no, en la purificación del agua, en el control de enfermedades
y plagas, en la formación del suelo, en la descomposición de
residuos y en muchísimos otros servicios que olvidamos o ig-
noramos. Cuando advierten esto, muchas personas vuelven a
tomar conciencia de que vivimos y actuamos a partir de una
realidad que nos ha sido previamente regalada, que es anterior
a nuestras capacidades y a nuestra existencia. Por eso, cuando
se habla de «uso sostenible», siempre hay que incorporar una

71
ECONOMÍA POPULAR

consideración sobre la capacidad de regeneración de cada


ecosistema en sus diversas áreas y aspectos.

141. Por otra parte, el crecimiento económico tiende a pro-


ducir automatismos y a homogeneizar, en orden a simplificar
procedimientos y a reducir costos. Por eso es necesaria una
ecología económica, capaz de obligar a considerar la reali-
dad de manera más amplia. Porque «la protección del medio
ambiente deberá constituir parte integrante del proceso de
desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada».34 Pero
al mismo tiempo se vuelve actual la necesidad imperiosa del
humanismo, que de por sí convoca a los distintos saberes, tam-
bién al económico, hacia una mirada más integral e integrado-
ra. Hoy el análisis de los problemas ambientales es inseparable
del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, ur-
banos, y de la relación de cada persona consigo misma, que
genera un determinado modo de relacionarse con los demás y
con el ambiente. Hay una interacción entre los ecosistemas y
entre los diversos mundos de referencia social, y así se muestra
una vez más que «el todo es superior a la parte».35

La relación de las distintas criaturas conformando ecosis-


temas, los cuales debieran ser detectados por la investigación
académica. Dichos ecosistemas interviniendo en el secuestro
de dióxido de carbono, en la purificación del agua, en el con-
trol de enfermedades y plagas, en la formación del suelo, en la
descomposición de residuos y en muchísimos otros servicios.
La imprescindible consideración sobre la capacidad de rege-
neración que poseen. Es decir que en el armado de los nuevos
modelos de desarrollo (con el trabajo del hombre y la mujer en
el centro) es capítulo sustancial evaluar la capacidad de rege-

34 Declaración de Río sobre el medio ambiente y el desarrollo (14 junio 1992), Principio 4.
35 Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 237: AAS 105 (2013), 1116.

72
ECONOMÍA POPULAR

neración de los ecosistemas; tanto para que no sean dañados


en los nuevos emprendimientos productivos como para detec-
tar en qué situación se encuentran al momento de encarar su
restauración como acción integrada a un plan de reparación
del daño ambiental. Es en el espacio así demarcado donde nos
toca actuar, en forma conjunta, a la “economía popular” y a la
“academia”.
Yendo de lo universal a lo local, recordemos que la Coope-
rativa UST de Avellaneda es, por definición fundacional y prácti-
ca profesional, una institución “reparadora” del daño ambiental.
De hecho, se constituye trabajando en el mismo espacio del
CEAMSE (400 ha) donde durante más de un cuarto de siglo
(hasta 2003) se depositaron, en forma cotidiana, los residuos
sólidos urbanos provenientes del AMBA (casi quince millones
de habitantes que producimos un kilogramo de residuos sólidos
urbanos por día). El Anexo brinda una visión completa de la
Cooperativa y su historial.
Un dato clave a registrar es que al momento de su funda-
ción (2003) estaba constituida por 36 cooperativistas.
El incremento de la plantilla laboral de la UST, desde su
creación a nuestros días, realizando su actividad original y el
cúmulo de nuevos emprendimientos que fue encarando, “Cen-
tro Agroecológico” inclusive, no ofrece dudas:

w Dotación original (2003): treinta y seis (36) cooperativistas.


w De ellos se han jubilado, con el 82%, a la fecha: quince
(15) cooperativistas.
w A los veintiún (21) cooperativistas presentes desde el
origen, se le han sumado veinte (20) cooperativistas ple-
nos, lo que totaliza cuarenta y un (41) cooperativistas.
w Se creó la categoría: “Aspirantes con tareas” que hoy
abarca a veinte (20) potenciales cooperativistas plenos.
w Se creó otra categoría: “Postulantes con tareas” que
hoy abarca a dieciséis (16) potenciales cooperativistas
plenos.

73
ECONOMÍA POPULAR

w Como resulta obvio estas dos últimas categorías perci-


ben, formalmente, haberes.

Todo lo cual nos habla de una plantilla laboral actual de


setenta y siete (77) integrantes de la cooperativa y quince (15)
jubilados. O sea, más de un 100%, en quince años, de creci-
miento del universo de trabajadoras/es integrantes de la UST.
Relacionar las curvas de crecimiento laboral de la UST con la
del PBI en la Argentina, para el mismo periodo, devela elementos
que suponíamos, y que quisimos probar en este trabajo: las ta-
reas de reparación del daño ambiental que realiza la cooperativa
han posibilitado un incremento en el trabajo humano superior al
100% mientras que el incremento del PBI, para el mismo periodo,
arrojó un 46%; habiendo estado, con fluctuaciones, entre 2013
y el 2017, en el orden del 50%. Es decir; hubo creación efectiva
de trabajo, pues la pendiente de la curva de crecimiento de los
puestos de trabajo duplica la del crecimiento (en términos reales)
de toda la economía argentina, para el mismo periodo.

Observar las diferencias de pendientes


1000000

800000

600000

400000

20000

0
2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017 2018

PBI $ 2004 Cooperativ.

Extrapolar a mayor escala esta experiencia constituye un


desafío para cuyo logro, esperamos, esta publicación aporte
elementos.

74
ECONOMÍA POPULAR

Se trata entonces de completar la recuperación de las con-


diciones ambientales-productivas de la Costa de Sarandí; los
predios del CEAMSE (casi 500 ha distribuidas sobre el margen
derecho del Santo Domingo e izquierdo del Sarandí); la ribera
del Río de la Plata en Avellaneda y Quilmes, por citar solo los
espacios preponderantes. Si Estado local, sistema cooperativo,
empresariado y academia encaramos, desde nuestras respec-
tivas incumbencias y en conjunto, este empeño ¿puede faltar
trabajo en el conurbano sur?

Avellaneda; 28 de octubre de 2019

75
ECONOMÍA POPULAR

PARTICIPARON DE ACUERDO
CON SUS RESPECTIVAS INCUMBENCIAS

Daniela Celeste Ambrosi


Jorge Armas
Belén Álvarez Terán
Pedro Basara
Mario Barrios
Oscar Barrios
Daniel Bossio
Sergio Cataldo
Javier Dias
Gabriela Fortino
Graciela Kisilevsky
Sergio Larroca
Diego Ledesma
Mirtha López
Florencia Podestá
Adriana Presta
Pablo Rolandi
Walter Romero
Hugo Villar
Mariano Winograd
Cecilia Schneider
Ricardo Serra

76
ANEXO I - “El Taller marco”

1. Modelo de Invitación al Taller

2. Programa del Encuentro

“Cooperativismo y Economía Social en la Universidad”


Secretaría de Políticas Universitarias-Universidad Nacional
de Avellaneda.

Encuentro participativo, de reflexión y trabajo, para la formula-


ción definitiva del Proyecto que, receptando la experiencia de
la Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores (UST) y en el
marco de la reparación del daño ambiental, aporte elementos
que hagan a la sustentabilidad, tanto del ecosistema de la zona
involucrada, como de la propia Cooperativa, y del sistema coo-
perativo en tanto sostenedor del trabajo digno.
Viernes 11 de Mayo de 2018 – Salón Auditorio Sede Piñeiro -

77
ECONOMÍA POPULAR

Mario Bravo e Isleta.

9.30 hs. Acreditación


10.00 hs. Apertura - Palabras de las autoridades
10.30 hs. Comienzo Taller. Presentación de objetivos de la
jornada. Presentación de los participantes. Presentación de la
Metodología de Trabajo del encuentro.
11.00 hs. Pausa – Café
11.30 hs. Presentación del Proyecto: UNDAV, UST. Ronda
de preguntas.
12:30 a 13:30 hs. Refrigerio
13:30 a 15.00 hs. Trabajo en Grupos. Objetivos y Me-
tas del Proyecto. Grupo A: Sustentabilidad Ambiental. Grupo
B: Sustentabilidad laboral, económica, financiera. Grupo C:
Componente educativa.
15.00 a 15.30 hs. Primera Exposición en plenario
15.30 a 16.00 hs. Pausa – Café
16.00 a 17.30 hs. Trabajo en grupos.
Restricciones y desafíos
17.30 a 18.00 hs. Segunda exposición en plenario
18.00 hs. Evaluación y cierre del encuentro

3. Síntesis del Encuentro

El Encuentro Participativo de Reflexión y Trabajo para la Formu-


lación Definitiva del Proyecto, organizado por UNDAV y UST, se
llevó a cabo el día 11 de mayo de 2018 en el salón auditorio de
la Sede Piñeiro de UNDAV. Fue coordinado por Mirtha López y
Florencia Presta, contó con más de cien participantes de múlti-
ples procedencias, entre las cuales resaltamos: organizaciones
sociales y no gubernamentales, cooperativas, organizaciones
gremiales, Estado provincial, Estado local y del ámbito univer-
sitario. La apertura y las palabras de bienvenida estuvieron a
cargo de: Walter Romero, economista, docente y coordinador

78
ECONOMÍA POPULAR

del Proyecto (por la UNDAV); Diego Ledesma, su presidente y


el socio fundador Mario Barrios, por la Cooperativa Unión Soli-
daria de Trabajadores.
En el inicio del encuentro Mirta López, moderadora, visuali-
zó los objetivos, explicando que los expresados en la invitación.
Leyó el programa y explicó el para qué del encuentro. Luego,
solicitó a los participantes que se presentaran con la finalidad
de conocer quiénes realizarían el trabajo. Para ello, se invitó a
los participantes a presentarse, expresando: nombre e institu-
ción.
Finalmente, explicó la metodología dejando explícito cómo
se realizaría el trabajo.
Desarrollo del encuentro: la moderación presentó la expo-
sición “Cooperativismo-Economía Social-Universidad; Creación
de Trabajo Digno mediante la Reparación del Daño Ambiental”,
a cargo del coordinador.
Esta presentación permitió que los participantes identifica-
ran la situación actual del proyecto, objetivos, metas y compro-
misos. El desarrollo continuó con dos trabajos, en el que los
participantes, distribuidos en tres grupos, reflexionaron sobre
las dificultades para alcanzar los objetivos y metas del proyec-
to, y propusieron actividades para remover esas dificultades.
Finalmente, se realizó un plenario, donde se pusieron en común
los acuerdos logrados en cada grupo de trabajo.

Apertura del Encuentro

Palabras de bienvenida a cargo de las autoridades

Walter Romero, economista, docente y coordinador del Pro-


yecto, UNDAV
Buenos días, si ven el flyer, es del momento en que estaba
abierta la cuarta convocatoria a su implementación por parte
de UNDAV. Proyectos Cooperativismo y Universidad. Este pro-
yecto fue seleccionado, y hoy nos encontramos trabajando su

79
ECONOMÍA POPULAR

implementación. Al mismo tiempo, como somos conscientes


de que el proyecto se elaboró (como siempre ocurre) desde
un pensamiento anterior a que esto se empiece a ejecutar; re-
quiere, en consecuencia, ajustes, con perdón de la palabra.
Requieren ponerlas en valor, que la experiencia se recepte para
elaborar el proyecto definitivo. Este taller, estaba previsto como
el momento en que se receptaba todo lo avanzado y se hacía
el proyecto definitivo que queremos llevar adelante. Bueno esta
jornada trata de esto, y vamos a tener todo el día para avanzar
y ponernos más en tema. Gracias.

Ricardo Herrera, secretario del Consejo Superior de la UNDAV


Bienvenidos, quiero dejarles la bienvenida de parte del rector,
Jorge Calzoni, que está un poco demorado, pero tiene la pro-
mesa de que va a pasar a saludarlos y a charlar con todos us-
tedes. Para nosotros es un orgullo tenerlos en la Universidad, lo
venimos procesando y coordinando con Walter. Quiero agrade-
cer la presencia del compañero de mesa Tomás Olazábal, del
Ministerio de Cultura y Educación de la provincia de Buenos
Aires, porque que se sume a este evento abre perspectivas di-
ferentes que se pueden plasmar en nuevos proyectos. Lo mis-
mo para los coorganizadores, Diego Ledesma y Mario Barrios,
les agradezco que estén acá y vamos a acompañarlos en todo
lo que haga falta. Espero que tengan una muy buena jornada.

Diego Ledesma, presidente de la Cooperativa Unión Solida-


ria de Trabajadores
Buenos días a todos y todas. Hoy para los trabajadores de la
Cooperativa UST, es un día muy especial, un día de festejo.
Porque estamos en la Universidad de la forma que venimos
reclamando que queremos estar, articulando la práctica con
la teoría, nuevas formas de trabajo, nuevos puestos de traba-
jo que es lo que necesitamos en estos momentos. Desde las
empresas recuperadas les venimos diciendo a las universida-
des que no queremos ser investigados como los chicos simpá-

80
ECONOMÍA POPULAR

ticos del sistema o como un fenómeno social de la coyuntura


en nuestro país, sino que necesitamos que nos acompañen en
nuestro camino de autogestión, investigando y desarrollando
nuevas formas de trabajo.
Venimos pidiendo eso, porque creemos que los trabajadores so-
mos capaces de administrar nuestros propios recursos, y una de
las tantas pruebas de eso en nuestro país es la Cooperativa UST.
En 2003 arrancamos con 35 trabajadores despedidos de Te-
chint, con un capital inicial de cero peso y sin equipamiento.
Este último 9 de marzo cumplimos quince años, y podemos
contar que somos 75 trabajadores, que tenemos invertidos
en herramientas y maquinaria pesada más de diez millones
de pesos. La mayoría de nuestros socios fundadores se pu-
dieron jubilar con el beneficio del 82% móvil, que están co-
brando gracias al capital aportado durante quince años. Pu-
dimos construir un polideportivo, donde más de 200 chicos
realizan actividades de fútbol y hockey. Pudimos construir
una secundaria, en la que una de las materias es Historia del
Movimiento Obrero y Economía Social. Pudimos construir cin-
cuenta viviendas que son para los trabajadores de la coope-
rativa. Pudimos construir un centro de abaratamiento, con la
intención de tener una farmacia para nuestro barrio. Estamos
desarrollando un centro educativo, recreativo y de producción
de agro-ecología. Y eso fue la decisión de los trabajadores,
de hacia dónde destinamos los recursos que administramos
y gestionamos nosotros. Así que miren si somos capaces de
administrar nuestros recursos y de destinarlos para poder vivir
mejor, para poder decidir de qué forma vamos a vivir en nues-
tro barrio. Por eso, es para nosotros un día de festejo, pero
también es un día de nuevos desafíos, de poder articular con
la Universidad en investigación y en el desarrollo respecto de
qué vamos a trabajar en el futuro en este sistema tan perverso
y voraz. Ese es el desafío que tenemos como trabajadores y lo
que hemos hecho durante quince años. Muchísimas gracias a
todas todos.

81
ECONOMÍA POPULAR

Mario Barrios, Socio Fundador de la Cooperativa Unión So-


lidaria de Trabajadores
Buenos días a todos. No solo estoy orgulloso de estar en la
Universidad, sino también del compañero que nos representa
como presidente. Vamos aclarando permanentemente cosas.
Cuando empezábamos hace quince años no teníamos ninguna
certeza de cómo iban a salir las cosas. Quince años después
ver todo este repaso histórico que hace Diego… parece que en
dos minutos uno puede recorrer quince años.
Siempre nos planteamos la posibilidad de generar trabajo, que
nuestro proyecto es integral. Tiene que ver, no solamente con
la recuperación de nuestro trabajo y salvar nuestro sustento,
sino que nos animábamos a soñar que teníamos que ser im-
pulsores del cambio en nuestra sociedad. Claro, parecía muy
loco allá cuando estábamos sin trabajo, pensar no solamente
en que teníamos que comer, sino que había que comprome-
terse a cambiar ese sistema o este sistema nos dejaba afuera
permanentemente.
Que en ese caso en particular nos estaba dejando afuera, des-
pués de veinte y pico de años. Siempre son desafíos. Hoy te-
nemos nuevos desafíos. Este nuevo desafío nos encuentra en
la Universidad con compañeros que también tiene una mirada
crítica de lo que viene pasando, y nosotros decimos que la au-
togestión es una alternativa, ante estas crisis es una alternativa
en serio. Y cada vez que podemos mostrar que somos una al-
ternativa posible a este capitalismo, que como decía Diego es
voraz, destructivo, anteponemos propuestas.
Cuando empezamos, primariamente, habíamos pensado que,
si quedábamos afuera alguno de los trabajadores, cuando re-
cuperáramos el trabajo, queríamos armar una granja orgánica.
Terminó siendo un proyecto de agro-ecología en la costa de
Villa Dominico.
Esto nos abre nuevas perspectivas, porque nosotros hace ocho,
nueve años que estamos trabajando ahí y hoy el que va, ve que
eso es un parque, qué cuidado que está, qué bien que está. Nos

82
ECONOMÍA POPULAR

ayuda mucho que la Municipalidad, haya inaugurado la reser-


va ecológica. Entonces ahora pasan cientos de personas que
antes no pasaban, estaba abandonado. Los únicos que íbamos
ahí éramos los quinteros y los compañeros de la UST, que, por
el obstinado pensamiento de recuperar cosas, pensábamos que
había que recuperar las formas tradicionales de nuestros viejos
quinteros de la zona, hace treinta, cuarenta años, lo que había
sido el balneario del Río de la plata que de pibes íbamos y consu-
míamos frutas y verduras. Empezamos a ver cómo lo recuperá-
bamos, no lo pensamos solamente para la UST, sino que siempre
fue la intención de cómo organizábamos con los vecinos, que
siguen estando, alrededor de veinte familias, cómo podemos re-
cuperar las formas de producción abandonadas hace tanto tiem-
po con el agite que se daba en relación con la contaminación
producida por la Shell, el CEAMSE, los vuelcos al Riachuelo, no
se podía consumir nada de eso. Y nosotros empezamos a hacer
todo un proceso de saneamiento.
Entonces este desafío al que estamos llamados hoy, de reme-
diación ambiental, eran esbozos de cosas que queríamos hacer.
Hoy hay una idea más consistente. Esto nos abre perspectivas,
nosotros queremos unir a los pequeños productores de esa zona,
para tener un mercado común. Y en eso hasta compartimos ideas,
nos juntamos con gente de la Municipalidad y nos decían nosotros
queremos armar un espacio donde presentar los productos que
puedan hacer, cada uno de los productores de la zona. Y nosotros
lo teníamos pensado en un galpón, que tenemos diseñado, que lo
íbamos a hacer ahí. Y la verdad que todo esto corre por el carril de
las pequeñas certezas que vamos teniendo.
Así que cómo no estar orgullosos de encontrarnos en esta Univer-
sidad con compañeros tan importantes como los compañeros que
están acá, y que seguramente vamos a enriquecer estas ideas que
teníamos. Siempre es un orgullo representar a la UST, a nuestros
compañeros, entendiendo la posibilidad y las perspectivas que tie-
ne nuestra cooperativa. Porque de verdad estamos convencidos
que la autogestión, el cooperativismo, las empresas recuperadas,

83
84 ECONOMÍA POPULAR

ante estas crisis en que desaparecen los patrones, desaparece el


capital, desaparece todo, hay una alternativa. Somos una muestra
palpable de que esas alternativas se pueden llevar adelante si hay
convicción, si hay compromiso, si hay honestidad y hay transparen-
cia, y además saberes. Saberes que venimos a compartir y a llevar-
nos nuevos saberes con nuestros compañeros de la Universidad.
Así que muchísimas gracias por el espacio, seguramente saldre-
mos con propuestas y perspectivas para trabajar.
Ya Walter anunciaba que en este convenio vamos a trabajar
con energías limpias, energías renovables, ya estaba adquirido
un kit de energía eólica y panel solar, cosas que veníamos pen-
sando con nuestros compañeros y que esta ayuda calificada de
la Universidad nos va a permitir seguir avanzando en el proceso
de recuperar nuevas propuestas. Muchas gracias a todos.

Tomas Olazábal, Ministerio de Educación de la provincia de


Buenos Aires
Buenos días a todos, mi nombre es Tomás Olazábal, referente
de sustentabilidad del Ministerio de Educación de la provincia
de Buenos Aires. En primer lugar, un honor estar acá. Cuan-
do Walter nos envió el proyecto al Ministerio, lo primero fue un
reconocimiento a todo el trabajo que vienen haciendo desde
la nada, como contaban. Y el desafío que plantea la sustenta-
bilidad de un lugar tan complejo desde lo ambiental, desde la
historia que tenían y con todos los desafíos desde lo social, des-
de lo económico y desde lo educativo como base fundamental
para el cambio.
Desde ese lugar, estamos como Ministerio y celebramos el va-
lor que tiene la articulación con la base de estos valores: la
transparencia, la honestidad, del bien común. Y sin dudas, yo
creo en lo personal, que gran parte de lo que se logró fue por
apuntar al bien común.
Así que esto es un gran desafío, pero con un montón de pasos
dados, seguramente con un montón por dar y es de lo que se
va a hablar. Nos sumamos al desafío de ver cómo se puede
ECONOMÍA POPULAR

profundizar esa articulación con la provincia para seguir avan-


zando con todo lo que ya han logrado hasta el momento. Felici-
taciones y a trabajar.

Presentación de los objetivos del taller y resultados


esperados

La facilitadora saludó a los participantes y presentó los

Objetivos

Identificar restricciones que dificultan el acceso a obje-


tivos y metas del proyecto

Realizar el relevamiento de elementos con los que


contamos para formular el plan definitivo, que permita la
ejecución del proyecto

Resultados

Restricciones identificadas

Relevamiento de componentes e insumos para formular el


plan definitivo

Inicio del Encuentro

e Presentación de los participantes


Se presentaron los participantes con su nombre e institución

e Presentación de la metodología
La moderación explicó a los participantes que durante el
taller se trabajaría con la siguiente metodología
w Exposiciones

85
ECONOMÍA POPULAR

w Ronda de preguntas
w Trabajo en grupos
w Plenario

Exposición de arranque

“Cooperativismo-Economía Social-Universidad. Creación


de Trabajo Digno mediante la Reparación del Daño Ambiental”,
a cargo del coordinador del Proyecto. Se presentó mediante un
PPT que describió tanto los antecedentes como la totalidad del
proyecto.

Ronda de preguntas

1. ¿Se tiene una idea de la aptitud del suelo de las 400 ha


y las 6 ha?
Ese es, entre otros, el objeto de trabajo, sobre todo el caso
del CEAMSE, son temas centrales a aclarar de aquí en más. Es
objeto de estudio el grado de aptitud de estos suelos y hay en
la UNDAV estudiantes avanzados coordinados por docentes de
ambientales realizando estudios.

2. Urbanidad, alimentos, logística y alimentación popular.


En la actualidad la agricultura periurbana abastece casi el
60% de la demanda del AMBA. La segunda cuestión es mejo-
rar la logística para que esto llegue a los lugares de consumo,
y hay una tercera cuestión, la agricultura periurbana es clave
para ponerle un freno a la expansión inmobiliaria.

3. Sería muy importante que puedan asistir en la consolida-


ción de este proyecto.
Hay una “masa crítica” tan interesante en torno al proyecto
que la asistencia al proyecto, diríamos está garantizada.

86
ECONOMÍA POPULAR

4. ¿El proyecto estudia la posibilidad de venta a las provin-


cias de especies nativas?
La búsqueda de programas de restauración es parte del
proyecto, que prevé un plan de estudio al respecto; y de no
poder encontrarse o no existir dichos planes, trabajaremos en
inducir la demanda.

5. ¿En cuánto estiman que se puede comenzar con el pro-


yecto en pleno funcionamiento?
En lo formal, el proyecto empezó hace dos meses. Y este es
el taller del que se desprende a partir de todo lo trabajado, el
proyecto definitivo. En diez meses más debería estar concluido.

6. ¿Cómo puede la Universidad contribuir a que el Estado


apoye la sustentabilidad ambiental y económica del proyecto
de la cooperativa en el marco de la remediación ambiental y la
creación de trabajo?
Primero, teniendo el proyecto definitivo. Segundo ejecután-
dolo con los medios con que hoy contamos y, tercero, con el
libro que esperamos editar a su término contando esta expe-
riencia e intentando extrapolarla e incrementar la escala.

7. ¿Teniendo en cuenta que es un lugar de difícil acceso,


pensaron en la posibilidad de poner un transporte público?
Esto, es una demanda para la Municipalidad. Y como va a
ser necesario y coincidente con los intereses municipales en la
zona, descontamos su futura implementación.

8. ¿Cómo contribuir a la formación de capital social?


Toda la actividad de la cooperativa redunda en capital so-
cial. La economía popular, con su muy rica membrecía social,
es un proceso de resistencia y de organización. Es una reali-
dad, donde nosotros desde la Universidad debemos asistir.

9. A partir del proyecto, ¿cuándo comenzará el trabajo real

87
ECONOMÍA POPULAR

en el área y cómo se articulará el trabajo de la cooperativa con


la Municipalidad y provincia?
Ya está en curso.

Trabajo Grupal

Grupo 1
Sustentabilidad Ambiental
¿Cuáles son las dificultades para lograr los objetivos y
metas propuestas en el proyecto?
w Complejidad ambiental zonal. Contaminación del arro-
yo, Santo domingo, a lo largo de su recorrido. Proble-
mas jurisdiccionales
w La contaminación y deterioro ambiental es una limita-
ción y también una oportunidad
w Comercialización de la producción del vivero de las es-
pecies Nativas de la zona
w El proyecto inmobiliario de Techint
w Complejidad ambiental zonal. CEAMSE. Polo petroquí-
mico Dock Sud. Contaminación de cursos de aguas
(río, contaminación de suelos, amenaza, oportunidad)
w El deterioro ambiental genera nuevas técnicas y oficios
para su remediación
w Dificultad actual. Generar puestos de trabajo que pue-
dan mantenerse en el tiempo
w La dificultad de no poder usar los canales de riego que
provenían del Río de la Plata
w Se deben encontrar fuentes de financiamiento para en-
carar actividades productivas y de remediación
w Avanzar en técnicas de remediación permanentes.
Financiación para desarrollar proyectos de energías
alternativas. Financiación de propuestas a proyectos
productivos a desarrollar como huertas, producción fru-
tícola, hidroponía
w Complejidad ambiental. El abandono histórico. La fal-

88
ECONOMÍA POPULAR

ta de servicios. El soslayo. El desprecio. El desconoci-


miento
w Mejorar el drenaje del agua, limpieza de canales
w Una controversia entre proyecto sobre el mismo predio,
Techint, UST, Municipio, Provincia, fuentes de poder.

Primera Reunión Plenaria Grupo 1


Primero habíamos empezado comentando cuestiones a ni-
vel zonal. Estamos en una zona de muy amplia complejidad am-
biental. Está la presencia del CEAMSE, el Polo Petroquímico de
Dock Sud, la contaminación de los cursos de agua, tanto el Río
de La Plata como el canal San Martín o Sarandí. Pero en defini-
tiva llegamos a la conclusión de que esta complejidad ambien-
tal, que podríamos plantear como una dificultad, constituye una
oportunidad. Porque si esta situación no se hubiera dado, muy
probablemente estas tierras ya hubieran sido urbanizadas, y no
tendríamos la posibilidad de desarrollar el proyecto agro-eco-
lógico de la UST.
También hay una dificultad para usar los sistemas de riego,
por lo cual, desde el punto de vista de dificultades de cursos
de agua, nos parece importante preservar el patrón de drena-
je de la zona para cuando hay sudestada. Es decir, para que
cuando ingrese el agua del río, luego se retire sin problemas. Y
el tema de la limpieza de los canales, de los plásticos, basura,
residuos que trae el agua. Sería interesante analizar qué medi-
das se pueden tomar para prevenir esa situación y cuando uno
limpia no vuelvan a ingresar los residuos.
El deterioro ambiental genera nuevas técnicas y oficios para
su remediación. Eso puede generar un avance, generar nuevos
puestos de trabajos más calificados y especializados en esta
temática. También tenemos una alerta, que es el proyecto in-
mobiliario de Techint. Este proyecto podemos tener cosas de
acuerdo y cosas que no, pero no podemos dejarlo de lado.
Otro aspecto de dificultad es la comercialización de la pro-
ducción del vivero de especies nativas. Si bien desde el punto

89
ECONOMÍA POPULAR

de vista ambiental lo ideal es producir especies nativas, para


lograr una restauración del hábitat nos encontramos que, a la
hora de comercializar, esas especies no son requeridas por los
viveros. Por eso también sería interesante una mano de parte
del Estado, que contribuya a generar las condiciones para que
haya demanda y hacer una restauración de hábitat con este
tipo de especies.
No queremos olvidarnos de la sustentabilidad económica.
Existe una posibilidad real de generar puestos de trabajo que
puedan mantenerse en el tiempo.
Hay una controversia de intereses entre el proyecto sobre el
mismo predio con Techint, la UST, el municipio, la provincia. Es
una dificultad a sortear.
Avanzar en técnicas de remediación ambiental permanen-
te, encontrar estas técnicas y hacerlas perdurar.
Sobre la financiación para desarrollar esos proyectos de
energías alternativas, estamos dando pasos iniciales por equi-
pos que van a ser provistos por la UNDAV.
Y la financiación de proyectos productivos a desarrollar en
huertas, producción frutihortícola y producción hidropónica.
Hay una vecindad que se puede transformar en un conflic-
to, en un diálogo. No daría por hecho que es un conflicto el
tema de Techint, sino que veremos cómo se desarrolla.

Grupo 2
Sustentabilidad Laboral, Económica y
financiera

Financiación
¿Cuáles son las dificultades para lograr los objetivos y
metas propuestas en el proyecto
w Cómo remunerar a los trabajadores de un área de capa-
citación ambiental (de dénde obtener recursos)
w Aportes de recursos económicos y humanos de parte
del Estado (UNDAV, Municipio etc.)

90
ECONOMÍA POPULAR

w Articulación con la UNDAV/Red Escuelas/UST/etc. Defi-


nir plan de estudios
w Conseguir quien financie el recurso económico para el
inicio de la recuperación del espacio
w Cómo capacitar a los involucrados, trabajadores, do-
centes, alumnos (Plan)
w Costos y régimen de horas de docentes a/c de la ense-
ñanza a estudiantes
w Financiamiento. Formación de los capacitadores. Me-
dios
w Proponer y articular las partes para desarrollo
w ¿Son necesarios conocimientos muy específicos/técni-
cos? ¿Cómo disponerlos?
w Sostenimiento en el tiempo de estas nuevas fuentes de
trabajo
w Laboral. Conocimiento cooperativismo
w Dificultades laborales: Recuperar los saberes para una
correcta recuperación de la zona
w Económica: Falta de estructura adecuada para realizar
las tareas (maquinarias, herramientas)
w Financiera: Falta de interés de parte del Estado para
financiar proyectos sustentables que contradigan al sis-
tema capitalista
w Redes de comercialización
w Cómo dar a conocer los productos del vivero
w Cómo articular con municipios o provincias que “de-
manden” plantines del vivero
w Asistencia en la comercialización
w Comercialización solidaria
w Desconocimiento en relación con el interés concreto
de desarrollar proyectos ecológicos por organismos
financieros.

91
ECONOMÍA POPULAR

Primera Reunión Plenaria Grupo 2


Punto 1. Generar un espacio para los integrantes de la coo-
perativa. Puesta en valor del espacio, del proyecto agro-ecoló-
gico, a los efectos de abrirlo al público, a los colegios y estu-
diantes de la región.
Sobre este punto, lo que consideramos como dificultad es el
aporte de recursos económicos y humanos de parte del Estado,
la UNDAV, el municipio, etc., para que esto se pueda realizar.
El punto dos habla de un diseño del plan de estudios para
la enseñanza de cuidado de energías renovables y reparación
del daño ambiental.
Acá lo que vimos como dificultad es la articulación con la
UNDAV, la red de escuelas de la zona de Wilde y la cooperativa
para definir un plan de estudios para capacitar a los vecinos, a
los chicos de las escuelas o a quienes quieran capacitarse en
cuidado del medio ambiente.
Punto 2. Consolidar centro educativo y recreativo de pro-
ducción agro-ecológica, capacitando a actuales y futuros coo-
perativistas, en tareas ambientales, orientándolos en la conser-
vación de la naturaleza.
Lo que vimos como dificultad aquí es el sostenimiento en el
tiempo de esos trabajos.
Punto 3. Afianzar la producción del vivero, de especies au-
tóctonas, produciendo ejemplares y la hidroponía de carácter
experimental.
Ahí lo que vemos como dificultad, desde la experiencia, lo
que se ha hecho en la cooperativa. En algún momento se llega-
ron a producir tres mil plantines desde semilla, nos faltó ayuda
con la comercialización. Contactarnos con gente del rubro para
comercializarlos.
Punto 4. Formulación de un prototipo que relacione la repa-
ración del daño ambiental, con la generación de trabajo genuino.
Faltaría articular entre las partes, desarrollarlas, y que se
ejecute después.

92
ECONOMÍA POPULAR

Grupo 3
Componente educativa

¿Cuáles son las dificultades para lograr los objetivos y


metas propuestas en el proyecto?
w Regularidad de dominio
w Seguridad. Senderos y caminos
w Desconocimiento del medio ambiente
w Asesoramiento y capacitación a UST
w Falta reconocimiento formal del centro educativo
w Mejorar los accesos
w Tratado de Circuito
w Falta de dinero para incorporar trabajadores al desarrollo
del proyecto
w Falta cumplimiento Ley de Bosques (clientes)
w Transporte habilitado
w Invisibilidad del lugar por la gente
w Difusión y promoción del Proyecto.

Primera Reunión Plenaria Grupo 3


Una de las dificultades que surge como preocupación, es
el tema de la regularidad de dominio. Como ustedes saben, el
predio está en comodato, no es propiedad de la cooperativa.
Y esto es para garantizar no solo el presente, sino el futuro del
trabajo que allí se realiza.
Otra de las dificultades son los accesos, no solo los cami-
nos, sino también los medios de transporte. En cuanto al desa-
rrollo del proyecto, necesitaríamos transportes habilitados para
las instituciones educativas, no puede ser cualquier medio de
transporte el que traslade a los alumnos.
Otro de los inconvenientes tiene que ver con la infraestruc-
tura del lugar. Teniendo en cuenta lo mucho que se hizo, pero
también lo que falta, debería trabajarse en trazado de circuitos,
senderos, caminos, y la seguridad en el predio para el desarro-
llo de las diferentes actividades.

93
ECONOMÍA POPULAR

Entendemos también que hay una invisibilidad del lugar,


por parte de la gente, de la comunidad en general. Tanto del
centro recreativo como el agro-ecológico. Esto tiene que ver
con la publicidad, y la promoción del lugar.
El reconocimiento del medio ambiente es un tema que abor-
damos todos los grupos y que hay que afianzar y trabajar desde
el proyecto.
La falta de dinero para incorporar trabajadores en desarro-
llo de proyectos si fuera necesario. Entendemos que este pro-
yecto avanza y vamos a necesitar incorporar mano de obra, y
eso requiere también dinero.
Pensamos en un asesoramiento, capacitación a la UST
puertas adentro, para que los compañeros que todavía no sa-
ben por qué desarrollar este tipo de proyectos es importante, y
sumaría a la concientización y capacitación de los compañeros.
La falta de cumplimiento de Ley de Bosques, que impulsa
este proyecto.
Me interesa aclarar el tema de dominio, porque no es una
dificultad para este proyecto nada más, sino es un tema funda-
mental para el trabajo auto gestionado. Nos estamos plantean-
do no solo preservar el ambiente, nos estamos planteando una
nueva civilización. Los trabajadores auto gestionados propone-
mos que es de necesidad pública, por preservar el ambiente,
pero también por preservar los puestos trabajos.
El último punto es la falta de reconocimiento oficial en la
transmisión de conocimiento. El centro agro-ecológico, ya es
un centro educativo. De hecho, los compañeros tienen la ca-
pacitación, y a la hora de recibir a los alumnos transmiten esos
conocimientos que nosotras no estamos capacitadas para dar.

Grupo 1
Componente Sustentabilidad Ambiental

¿Cuáles son las actividades que permitirían lograr los


objetivos del proyecto?

94
ECONOMÍA POPULAR

w Vivero de plantas nativas


w Avistaje de fauna. Recorridos fotográficos
w Bodegón con comidas (bebidas producidas en la zona
sin agro-tóxicos)
w Promover la venta de plantines a los municipios
w Promover plantines y servicios de plantación y cuidado
hasta arraigo
w Desafío: concientización y difusión de vinos, cítricos y
verduras
w Entre las plantas nativas incluir frutales, pitanga–guaya-
bo, guabiyú, arazá
w Preservar fauna nativa o naturalizada
w Recorrido fotográfico de la costa (publicidad). Fauna,
agroecológico, Selva Marginal
w Actividad en huerta orgánica para consumo y comercia-
lización. Desafío de tener una accesibilidad (micro, etc.)
para llegar al predio. Promover este proyecto a otros
lugares nuevos. Eco Puntos
w Mejorar la difusión y la accesibilidad al predio
w Bioenergías
w Difusión del camping
w Enriquecimiento del propio Bosque Nativo
w Proyecto de campings y actividades dentro del predio
(pileta, recorrido, campamentos) de la sociedad
w Organizar eventos artísticos, conciertos, exposiciones,
cultura
w Desarrollo de un piloto de hidroponia.

Segunda Reunión Plenaria Grupo 1


Estuvimos conversando qué cosas proponíamos para ir cum-
pliendo los objetivos del proyecto, así como trabajamos las difi-
cultades, ahora nos preguntamos cuáles eran las actividades.
Se hizo hincapié, fundamentalmente, en volver a constituir
con mayor fuerza el vivero de plantas nativas, estaquero de
sauce criollo. Esto es volver a reflotar un viejo proyecto, sabien-

95
ECONOMÍA POPULAR

do que una de las dificultades que conlleva este proyecto es


la comercialización. Si bien el mimbre y el sauce tienen que
ver con actividades que pueden generarse en el mismo predio,
siempre se piensa en recorrido turístico, que por eso también
hay una vinculación con la carrera. Por eso se habló de activi-
dades como avistaje de fauna, recorridos fotográficos y demás.
Estas actividades estamos pensándolas con la intencionalidad
de generar nuevos puestos de trabajo. Por ahí están las compa-
ñeras que van a venir a estudiar, sería eso.
Se habló de la atención a visitantes, porque ahora está tam-
bién abierta la reserva ecológica de la costa, con mucha mayor
visibilidad de nuestro predio. Una de las cosas que hay que
discutir o proponer, es que la entrada está inducida para que sea
por el canal de Sarandí. Esto no sé si tiene alguna intencionalidad,
pero si no la tiene, hay que proponer que necesitamos que se
haga un buen ingreso por el costado del arroyo Santo Domingo.
Es un camino que no está cuidado, no tiene iluminación, ni asfalto
y está lleno de malezas. Del otro lado está el asfalto, la gente va
a ir por el camino asfaltado, lo que nos quita público, para que
vea lo que nosotros estamos haciendo. Pensamos también que,
para recibir gente, podemos tener una especie de bodegón para
venta de bebidas y comidas, aprovechando el agro-ecológico,
trabajando el tema de lo natural. Una productividad en la zona
sin agro-tóxicos, como es el proyecto de la UST.
Promover la venta de plantines a los municipios. En general
dio buenos resultados y es también una salida laboral.
Vinculaciones de lo productivo con cuestiones sociales,
comunitarias. Planteábamos por qué no tener en esa área de
árboles, de aire limpio, un centro de recuperación de adiccio-
nes. Como un servicio a la comunidad, trabajar en un lugar de
esparcimiento y labor en cuanto al tratamiento.
Bioenergía. El kit está adquirido, es una demostración o
pequeña demostración de trabajar en ese rumbo, con energía
eólica y energías con paneles solares, como para seguir avan-
zando en esas propuestas de energías limpias.

96
ECONOMÍA POPULAR

Se habló que en hay una zona de camping con parrillas


para 150/200 personas, con quincho terminado, pileta y demás
y que para que esto sea una propuesta para ir a pasar el día, de
ir a comer un asado o lo que cada uno quiera, le falta difusión
de un espacio que está ahí, es un espacio a explotar como pro-
puesta para nuevos trabajos, solo necesita difusión.
Enriquecimiento de bosque nativo, hay un montón de espe-
cies que podemos propagar. Nosotros plantamos en la entrada
de nuestras hectáreas, como cortina en nuestro predio, casua-
rinas, todos pinos. Y en nuestro predio desarrollamos plantas
nativas. La primera crítica de nuestros compañeros ambienta-
listas, fue ¿por qué no plantaron timbo, espinillo? Porque no nos
dimos cuenta. Estamos aprendiendo, quedaban muy lindos los
pinos, pero la verdad es que no son nativos. Y si lo que estamos
impulsando es la reproducción de bosques nativos, el ejemplo
empieza por casa. Deberíamos haber puesto plantas nativas,
pero fue un error de desconocimiento.
Desarrollo piloto de producción de hidroponia. Estuvimos
tratando de imaginarnos una discusión con Techint, que tiene
ahora una tierra que le pertenece, porque hizo el trabajo de
relleno y parte del convenio era que se le pagaba con hectá-
reas de tierra. O sea, hay una franja costera que son terrenos
de Techint, que por ahora no están avanzando en un proyecto
que había porque hay una medida cautelar, una medida de no
innovar. Pero se habían hecho algunas trazas, presentaron una
maqueta. No se sabe si se va a poder o no se va a poder parar
ese barrio, pero sí podemos pensar en presentar proyectos al-
ternativos. Sentarnos a hablar con la gente de Techint, todo ese
predio abarca 400 ha, ¿por qué no plantear desarrollar un pro-
yecto de producción de hidroponía en 20 ha, donde hay mucha
agua, muchas lagunas a cielo abierto. Entonces cómo utilizar el
agua, en piletas que no se puede trabajar en la tierra, pero sí en
camas, es totalmente viable hacer un proyecto de hidroponia
y no me parece alocado que puedan poner 20 ha de 400 para
desarrollar este tipo de proyectos.

97
ECONOMÍA POPULAR

Queda la actividad de huerta orgánica. El desafío es la co-


mercialización y consumo. Los productos que hacemos son la
comercialización y distribución de vinos, cítricos, verduras.

Grupo 2
Sustentabilidad Laboral, Económica y
financiera

¿Cuáles son las actividades que permitirían lograr los


objetivos del proyecto?
w Producción comercial de abonos, bloques más visuali-
zación
w Contribuir a la generación de mercado comercial soli-
dario
w Conseguir que se genere una decisión política que apo-
ye esto.

Segunda Reunión Plenaria Grupo 2


Si bien hay cosas que ya las charlamos en el plenario ante-
rior, se listaron distintos rubros que puedan ayudarnos a soste-
ner y a desarrollar el proyecto.
Producir abonos, conformar bloques. De hecho la coope-
rativa viene desarrollando hace un tiempo no solo lo que es la
huerta, el vivero. Se hizo el alquiler del predio para filmaciones
de videos, películas, eventos, cumpleaños de 15. No es que
está cerrado exclusivamente para el vivero. La intención es
generar fuentes de trabajo, que mejoren la calidad de vida
de los vecinos, de los compañeros de la cooperativa y que se
pueda sostener en el tiempo. Nada de esto puede ser posible
sin una decisión política que apoye eso y después, la inte-
racción entre las partes: red de escuelas, la cooperativa, el
municipio, la Universidad.

98
ECONOMÍA POPULAR

Grupo 3
Componente Educativa

¿Cuáles son las actividades que permitirían lograr los


objetivos del proyecto?
w Gestionar la provisión de transporte fijo
w A partir de la incorporación desarrollar en el compañero
la capacitación y la paciencia
w A partir del proyecto promover en el “otro” el cuidado
del medio
w Centro de abaratamiento
w Rápido acceso al lugar
w Promover y difundir actividades variadas
w De la capacitación y el mejor esfuerzo trascender el
agro, Avellaneda, etc.
w Caminos y accesos en condiciones
w Gestionar la capacitación oficial de los trabajadores del
agro a la hora de trámites y conocimientos
w Incorporar al proyecto a trabajadores de acuerdo con
las necesidades.

Segunda Reunión Plenaria Grupo 3


Hay muchas cosas que se repiten, pero de lo que más to-
mamos conciencia es mejorar las cosas que son obstáculos
para nosotros. Mario ya lo mencionó con el tema de acceso al
lugar, caminos y accesos en condiciones. Eso sería la primera
pauta, tener la accesibilidad y nosotros laburar en lo que sabe-
mos hacer en conjunto con el proyecto.
Otra idea es gestionar la provisión de un transporte fijo.
Estaría buenísimo saber un horario de visita, una entrada. Si
empezamos a trabajar con el tema de la huerta, vamos a ne-
cesitar poder sacar las cosas que vamos a elaborar. La idea
sería trabajar con un centro de comercialización e intercambio
que no lo tenemos dentro del agro-ecológico, está entre noso-
tros, entre todos los vecinos. Entonces necesitamos eso para

99
ECONOMÍA POPULAR

tener algo y poder sacar para poder empezar a comercializar.


Otra de las cosas que habíamos visto es la incorporación de
compañeros. Darle fuente de trabajo a distintos compañeros,
no solo incorporar, concientizarlos bien, capacitar, y que esto
no falle, porque es algo que tenemos que agarrar de cero y lle-
varlo a cien. Tenemos que capacitarnos todos, me incluyo tam-
bién: capacitación y sentido de pertenencia y a partir de esto
ser capaces de hablar con la gente del barrio, nuestros vecinos,
con nuestras familias y empezar a educarlos para que cuide-
mos el ambiente entre todos, porque si lo cuidamos nosotros y
en casa hacemos otra cosa, o vemos que se hace otra cosa y
no lo decimos, creo que eso es otra actividad que tenemos que
es muy nuestra y la tenemos que desparramar.
Otra cosa es la capacitación de los trabajadores del agro,
y transmitirles los conocimientos. Creo que hay mucho para
trabajar, muchas actividades que hacer, los obstáculos no nos
tienen que tirar para atrás, vamos a sobrepasarlos y vamos a
laburar en conjunto para que todo esto empiece a crecer. Y
estoy orgulloso de ser parte de esto, gracias y vamos a seguir
laburando compañeros.

Palabras de cierre

Mirta López, moderadora del encuentro

Por mi parte agradecerles muchísimo han sido encantadores,


muy buena predisposición para trabajar, todo lo que correspon-
de a nosotras como facilitadoras, estamos muy agradecidas,
muy contentas de haber trabajado con ustedes.
Encontré una tarjetita, que se ve que la habían descartado y
dice: “Quiero adherir a la idea de que el problema conlleva una
oportunidad” y yo quiero decirles a todos que “El que forma par-
te del problema, forma parte de la solución”, así que los felicito
a todos por la participación, le paso la palabra a Walter.

100
ECONOMÍA POPULAR

Walter Romero, coordinador del Proyecto

Después de casi seis horas y media de trabajo, estamos lle-


gando al final de la jornada. Hoy fue un día de consignas cor-
tas: solidaridad, seriedad y dedicación, fueron patrimonio de
lo que ocurrió hoy. Creo que se avanzó mucho. Decía un sabio
ex presidente que supimos tener en Argentina que “el éxito se
concibe, se prepara, se organiza, se realiza y se explota”. Creo
que es el camino que estamos siguiendo, estamos dando los
pasos correctos en ese sentido.
Muy bien. Esto sigue, sigue el proyecto y, aunque de aquí en
más los encuentros y, más pequeños talleres, serán en red y
comenzarán las capacitaciones seguiremos llegando con el
proyecto a todas y todos las y los hoy presentes y a muchas/
os más. Sobre todo de otras organizaciones y entidades cuya
incorporación a esta búsqueda será imprescindible en la fase
siguiente. Particularmente creo que los objetivos del día se
cumplieron. Y, en consecuencia, les agradezco.

¿Cómo me sentí en el Taller?


w Muy bien
w Muy lindo el curso
w Tolerado. Escuchado. Interesado en oír a los otros
w Muy cómodo y entusiasmado a comenzar con el proyecto
w Me sentí excelente y cómodo
w Escuchados con posibilidad de participar, democrático
w Me sentí excelente y cómodo
w Me sentí cómodo trabajando en el grupo con los traba-
jadores
w Me gusta este tipo de metodologías ya que así fomenta-
mos el consumo auto gestionado y cooperativo
w El taller me pareció una buena herramienta para poner
en práctica estos conocimientos en nuestros hogares y
en el día a día
w Me sentí muy cómodo y con ganas de participar

101
ECONOMÍA POPULAR

w Me sentí muy cómodo y fue una experiencia enriquecedora


w Me sentí muy bien fue una linda experiencia
w No pude estar a la mañana y viendo el trabajo de la
tarde me perdí muchas cosas interesantes
w Una experiencia linda de debate y reflexión
w La verdad que me sentí muy bien
w Me sentí bien, escuchando y aprendiendo de las expe-
riencias de todoslos compañeros
w Muy lindo todo, me sentí muy cómodo totalmente, espe-
ro que se repita pronto
w Me sentí muy cómodo en el encuentro ya que todos pu-
dimos participar con un objetivo común
w Agradezco por la invitación
w Me sentí bien aprendí cosas que antes no sabía
w Que el taller iba en la dirección que habíamos planeado
w Excelente predisposición muy buena organización y
atención. Felicito al personal responsable
w Me sentí bien al ser la primera vez que participo de un
taller sobre cooperativismo y economía. Y Por sobre to-
das las cosas me sentí incluido en los grupos
w Darle mayor continuidad
w Me sentí cómodo, orgullosa y con ganas de empezar a
trabajar en el proyecto
w Muy cómoda, la gente super amable y participativa
w En general me sentí bien, en un ambiente de calidez
humana, en una relación de horizontalidad con disposi-
ción propositiva.

¿Qué sugiero?
w Hacer una actividad con referentes, miembros y comu-
nidad de la misma: en la costa
w Que sea igual de dinámico y sigamos trabajando en
equipo
w Mejorar un poco el audio y espero volver
w Que el proyecto se extienda

102
ECONOMÍA POPULAR

w Solo mejorar el sonido


w Nada, me sentí muy conforme
w Mayor difusión en especial a instituciones que vienen
trabajando
w Que sigan realizando estos encuentros y no cambien la
temática
w Mejorar el audio, se escuchaba mal
w Verificar y mejorar el audio
w Desde ya muchas gracias. Excelente todo
w Pizza que nada
w Que no sea muy extenso
w Que hable otro la próxima
w Sugiero seguir con ronda de debate y opiniones. Mejo-
rar el sonido
w Un vino con el break
w Que el próximo se desarrolle en forma similar
w Sugiero mejorar el sonido y los compañeros escuchen
como nosotros escuchamos
w Un mejor sonido
w Que el próximo se realice en el agro
w Que estos Talleres puedan salir y expandirse a otros
ámbitos de construcción y educación popular
w A no aflojarle, gran trabajo el que realizan los compañe-
ros de la UST
w Seguir aprendiendo.

Metodología de Trabajo

Visualización en Programas Participativos (VIPP)


La filosofía
Este enfoque se basa en el marco conceptual de la pedago-
gía emancipadora, así como en la teoría participativa y la acción
de desarrollo. Los conceptos a los cuales a continuación hace-
mos referencia, y que constituyen el andamiaje filosófico de VIPP,
tienen un horizonte general de la percepción, la cognición, las

103
ECONOMÍA POPULAR

interacciones y el desarrollo humano sin dejar de lado aspectos


específicos relativos a la capacitación y planificación de los pro-
cesos de desarrollo. En conjunto, los dos planos conceptuales
comparten una filosofía humanista que reconoce la dignidad de
la persona en la diversidad de concepciones, valores y derechos
como punto de partida de las interacciones humanas.
La participación no es un estado fijo: es un proceso median-
te el cual la gente puede ganar más o menos grado de partici-
pación en el proceso de desarrollo.
Por esto, presentamos lo que se llama la “escalera de parti-
cipación” (ver figura), la cual indica cómo es posible pasar gra-
dualmente, de una pasividad casi completa (ser beneficiario) al
control de su propio proceso (ser actor).
En esta escalera, vemos que lo que determina realmente la
participación de la gente es el grado de decisión que tiene en el
proceso. Esto es válido tanto en las relaciones entre los miembros
de una comunidad, como en las instituciones y organizaciones.
Podemos tratar de subir paso a paso la escalera de la par-
ticipación. El éxito dependerá, entre otras cosas, del grado de
organización de la gente misma, de la flexibilidad de la institu-
ción (funcionarios y técnicos: los que no saben que no saben),
de la validez de los métodos aplicados y de la disponibilidad de
todos los actores.

Mejora
continua

Particpación
interactiva
Participación
funcional
Participación
por incentivos
Participación
por consulta
Suministro de
infomración
Pasividad

104
ECONOMÍA POPULAR

Pasividad: las personas participan cuando se les informa;


no tienen ninguna incidencia en las decisiones y la implemen-
tación del proyecto.

Suministro de información: las personas participan res-


pondiendo a encuestas; no tienen posibilidad de influir ni si-
quiera en el uso que se va a dar de la información.

Participación por consulta: las personas son consultadas


por agentes externos que escuchan su punto de vista; esto sin
tener incidencia sobre las decisiones que se tomarán a raíz de
dichas consultas.

Participación por incentivos: las personas participan pre-


viendo principalmente trabajo u otros recursos a cambio de
otros incentivos (materiales, sociales, capacitación); el proyec-
to requiere su participación, sin embargo, no tienen incidencia
directa de las decisiones.

Participación funcional: las personas participan formando


grupos de trabajo para responder a objetivos predeterminados
por el proyecto. No tienen incidencia sobre la formulación, pero
se los toma en cuenta en el monitoreo y el ajuste de actividades.

Participación interactiva: los grupos de trabajo organiza-


dos participan en la formulación, implementación y evaluación
de las tareas; esto implica procesos de enseñanza aprendizaje
sistemático y estructurado, y la toma de control en forma pro-
gresiva del proyecto.

Mejora continua: los grupos de trabajo organizados to-


man iniciativas sin esperar intervenciones externas; las inter-
venciones se hacen en forma de asesoría y como parte de la
organización.

105
ECONOMÍA POPULAR

¿Por qué visualizar?


w Permite la participación de todos
w Todas las ideas vertidas tienen el mismo peso
w Se discuten ideas no personas
w Sirve como base para la relatoría.

Cuatro premisas para recordar en todo trabajo grupal


w Decir no es aún escuchar
w Escuchar no es aún comprender
w Comprender no es aún aprobar
w Aprobar no es aún aplicar.

Reglas de Escritura

Regla ¿Por qué?


Escribir tres (máximo cuatro) Así se puede leer a una ma-
líneas por tarjeta yor distancia
Regla ¿Por qué?
Evitar las palabras aisladas Se evitan las interpretaciones
Regla ¿Por qué?
Escribir una idea por tarjeta Permite agruparlas

Regla ¿Por qué?


Escribir una idea por tarjeta Permite agruparlas

Avellaneda, mayo de 2018.

106
ECONOMÍA POPULAR

ANEXO II
Resumen Tesis Javier Días

Los metales pesados pueden implicar riesgos para la salud hu-


mana si no son adecuadamente manejados. El objetivo de este
Trabajo Final es cuantificar los contenidos de metales pesados
en suelos pertenecientes al Partido de Avellaneda teniendo en
cuenta las características de los suelos y su distribución espa-
cial. Por lo tanto, se han muestreado suelos localizados en dife-
rentes ambientes y con variado grado de alteración antrópica.
En todos los casos se ha verificado la existencia de concen-
traciones anómalas de metales pesados, si bien no superan-
los límites de las normativas vigentes. Estas concentraciones
se deben exclusivamente a factores antrópicos estrechamente
relacionados con los usos de la tierra. Al relacionar los conteni-
dos de metales con propiedades específicas de los suelos se
observa que el comportamiento de los metales considerados
difiere entre sí. En líneas generales, el Pb muestra un comporta-
miento diferente a los otros, este comportamiento es posible a
la presencia vehicular. Asimismo se han comparado los suelos
ubicados en zonas no urbanascon trabajos seleccionados que
analizan los contenidos de metales en la Región Metropolitana
Bonaerense y Gran La Plata. Se espera que los estudios bási-
cos realizados en este trabajo final sirvan para la toma de deci-
siónpor parte de las diferentes instancias de gobierno a fin de
establecer políticas referidas a los diferentes usos de la tierra.

Palabras clave: metales pesados — contaminación —


suelos urbanos — Partido de Avellaneda

Introducción

Los estudios ambientales son una herramienta importante para

107
ECONOMÍA POPULAR

que las diferentes instancias de gobierno municipal, provincial


o nacional, puedan desarrollar acciones estructurales y no es-
tructurales que contribuyan a mejorar la calidad de vida de las
personas que ocupan un territorio específico, construyendo una
herramienta de utilidad para la planificación y el ordenamiento te-
rritorial afectadas directa o indirectamente por dichas acciones.
La preocupación por la cuestión ambiental es relativamente
reciente y su reconocimiento como derecho humano, aún no ha
concluido. Es frecuente escuchar que la noción de ambiente
queda circunscripta a los elementos que conforman el medio
físico (litósfera, hidrósfera, atmósfera) y/o el medio natural (flora,
fauna, biodiversidad), sin tener presente que si se considera
al ambiente como un sistema, en este también está incluido el
entorno social (medio urbano, medio laboral, medio estético y
paisajístico) e incluso, para algunos, el entorno cultural.
De alguna manera la problemática del ambiente se ocupa
de estudiar y de dar soluciones a la interacción hombre/entorno
que puede alterar las condiciones en las que ambos se desa-
rrollan. En otros términos, el ambiente no es en modo alguno
una abstracción sino el espacio en el que viven los seres huma-
nos y del que depende la calidad de vida y su salud. Inclusive
la de las generaciones futuras.
Esta es la concepción que ha quedado receptada en la
Constitución Nacional que refiere a los derechos de los habitan-
tes a gozar de un ambiente, responsable de los recursos natu-
rales, del patrimonio natural y cultural y la diversidad biológica,
sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que
las actividades productivas satisfagan las necesidades pre-
sentes sin comprometer las de las generaciones futuras. Pero
también impone el deber de todos, habitantes y autoridades
estatales, de preservarlo.
La agricultura urbana se puede definir como el cultivo de
plantas para obtener alimentos y otros usos dentro de las áreas
urbanas (agricultura intraurbana) y en la periferia de áreas ur-
banas (agricultura periurbana), y el procesamiento y comercia-

108
ECONOMÍA POPULAR

lización de los productos. Los sistemas de agricultura urbana


incluyen cultivos de raíces, verduras, hierbas aromáticas y me-
dicinales, frutales y a veces se complementa con la cría de ga-
nado en todos los tamaños y formas. Un número menor se de-
dica a otras plantas, como ornamentales y plántulas. Entre los
más representados son los productos y subproductos animales
y vegetales más perecederos y de mayor valor relativo. La pro-
ducción de alimentos y otros productos suele ser complemen-
taria y las tareas suelen estar distribuidas según el género y
refuerzan no solamente la seguridad alimentaria sino también
los ingresos al nivel individual y familiar.
Los agricultores urbanos son generalmente pequeñas em-
presas familiares, aunque también se encuentran empresas
medianas. Por lo general, suele ser una actividad realizada
como complemento a otra ocupación. Al igual que la agricultura
rural, la agricultura urbana y periurbana (AUP) implica riesgos
a la salud y al medio ambiente si no se la maneja y realiza de
manera adecuada. Es de esencial importancia prestar atención
a los riesgos de salud relacionados con la agricultura urbana
por dos razones principales (Flynn, 1999):

a. Para proteger a los consumidores de alimentos conta-


minados y a los trabajadores de los riesgos laborales
b. Garantizar el apoyo de las autoridades municipales,
provinciales y nacionales en la producción sostenible
de alimentos en el área urbana.

Las autoridades municipales suelen mostrarse reacias a


aceptar la agricultura urbana a causa de los riesgos de salud
percibidos. Sin embargo, en la mayoría de las ciudades en paí-
ses en desarrollo, la agricultura urbana es practicada a una es-
cala importante, como por ejemplo en El Panecillo, en la ciudad
de Quito que se cosecha lechuga, a pesar de las normas y
regulaciones que la prohíben. Por esta razón, más que leyes
generales que prohíban la agricultura urbana, no efectivas en

109
ECONOMÍA POPULAR

su mayor parte, se precisan políticas que controlen activamente


los riesgos de salud relacionados con la agricultura urbana. A
fin de formular políticas de agricultura urbana que mejoren la
salud de la población urbana, es importante examinar crítica-
mente la evidencia tanto para los riesgos a la salud como los
beneficios. En primer lugar es necesario conocer el estado de
los suelos en los que habrá de realizarse.

Objetivos

Objetivo general

El objetivo de este trabajo final es cuantificar los conteni-


dos de metales pesados en suelos pertenecientes al Partido de
Avellaneda teniendo en cuenta las características de los suelos
y su distribución espacial.

Objetivos específicos

w Relacionar los niveles de contaminación con metales


pesados con las propiedades edáficas relevantes.
w Analizar la distribución espacial de los contaminantes
en las diferentes zonas del Partido de Avellaneda.
w Registrar los niveles de contaminación del suelo en las
zonas donde tienen un alto potencial del uso del suelo,
tanto la agricultura urbana y peri-urbana, lo que puede
implicar riesgos para la salud humana si no es adecua-
damente manejada.
w Analizar la aptitud de los suelos y concientizar a los ve-
cinos de la problemática de los metales pesados como
una manera de incrementar el conocimiento sobre qué
uso se le puede dar al suelo en cuestión.
w Aportar elementos básicos para la toma de decisiones
por parte de las diferentes instancias de gobierno.

110
ECONOMÍA POPULAR

Caracterización del área de estudio

Avellaneda es uno de los 135 partidos que corresponden a la


provincia de Buenos Aires, se halla situada en la Región Metro-
politana de Buenos Aires (RMBA) que abarca, desde el punto
de vista político-administrativo, a la Ciudad Autónoma de Bue-
nos Aires (CABA) y a un conjunto de partidos conocidos como
Conurbano Bonaerense o Gran Buenos Aires, que circundan
la ciudad de modo de anillo o corona y que en la actualidad
suman 42 partidos.
Según el Censo de 2010 la provincia de Buenos Aires tie-
ne una superficie de 307.571 km2 y su población es 15.625.084
habitantes dando una densidad de 51 hab. /km2. Desde el cen-
so de 2001, hubo un crecimiento poblacional de la provincia de
1.797.881 habitantes. Desde el momento de su segunda funda-
ción en 1580, hasta la actualidad, la CABA ha experimentado
un sostenido pero dispar crecimiento. El Área Metropolitana Bo-
naerense (AMBA) está constituida por la CABA y el denomina-
do Gran Buenos Aires (subdividido en dos coronas o cinturones
concéntricos, la 1º y la 2º), a los que, de sumarse el Gran La Plata
y la tercera corona que conforma el anillo exterior, conforman-
do una semicircunferencia con un radio aproximado de 80 km,
constituye la denominada Región Metropolitana Bonaerense, una
de las diez mayores aglomeraciones poblacionales del mundo.
Dentro de este punto de vista político-administrativo, cabe
aclarar la diferencia que existe entre la RMBA y el AMBA. Esta
última comprende, además de la CABA, 25 partidos del Co-
nurbano Bonaerense, el Gran Buenos Aires, La Plata, Berisso y
Ensenada, y la ocupación parcial de los partidos de Cañuelas,
Escobar, General Rodríguez, Marcos Paz, Pilar San Vicente. En
total, el AMBA conforma un conjunto de 34 partidos y la CABA
(Priano, 2007).

111
ECONOMÍA POPULAR

Figura 1: Ubicación del Partido de Avellaneda en la provin-


cia de Buenos Aires.

Figura 2: Localización del Partido de Avellaneda y la CABA


en el AMBA.

112
ECONOMÍA POPULAR

Estas aéreas son el resultado de un largo proceso de ur-


banización que comenzó con la misma fundación de la Ciudad
de Buenos Aires; junto a esta ciudad original se consolidó una
realidad urbana diferente, conformada por una conurbación de
municipios de la provincia de Buenos Aires.

Figura 3: Partido de Avellaneda, localidades que la integran


y límites.

El Partido de Avellaneda cuenta con una superficie de 55


km , una población de 342.677 habitantes, con una densidad
2

de 6,59 hab./km2.. De un toral de 340.258 hogares, Avellane-


da cuenta con 314.089 viviendas con instalación sanitaria con
descargas de agua y 25.169 viviendas sin descarga de agua y
sin retrete. Considerando un total de 113.142 viviendas, 76.182
tienen cloacas; 16.707 tienen pozo ciego con cámara séptica;
18.540 poseen solo pozo ciego; 272 cuentan con excavación
en la tierra y 1441 carecen de retrete (Censo 2010). Sin duda
el Partido de Avellaneda es uno de los distritos más evolucio-

113
ECONOMÍA POPULAR

nados en sentido sanitario (agua potable, red cloacal) desde


su época industrial donde se establecieron grandes industrias,
curtiembres, frigoríficos y saladeros que aportaron gran parte
de la contaminación que hoy encontramos por ejemplo en el
Riachuelo.

Clima

La ciudad de Avellaneda está situada dentro de una región de


clima templado-húmedo, sin estación seca, fuertemente condi-
cionado por su proximidad al Río de la Plata. Su conformación
topográfica predominante en la región es la llanura con escasa
pendiente, lo que permite cierta uniformidad climática.
La existencia de un centro anticiclónico semipermanente del
Atlántico Sur, provoca que los vientos más frecuentes sean los
provenientes del cuadrante N-E. Durante los inviernos, se produ-
cen irrupciones de sistemas frontales responsables de la preci-
pitación. Entre el otoño y la primavera se producen ciclogénesis
generalmente al norte de Buenos Aires, pero que pueden afectar
el Río de la Plata causando vientos intensos del sector S-SE y que
ocasionan crecida e inundaciones en la zona ribereña.
La temperatura media anual está afectada por heladas, es
corto y la amplitud térmica es comparativamente poco marca-
da. Es importante tener en cuenta además, que los procesos
de urbanización e industrialización producen modificaciones en
las características de la superficie terrestre y de la atmósfera lo-
cal mediante la transformación de sus propiedades radiactivas.
Estas modificaciones son la temperatura, humedad, precipita-
ción, nubosidad y viento (Priano, 2007).
Siendo el clima uno de los factores esenciales que condi-
ciona la evolución de los suelos, en la zona estudiada se ha-
llan dos estaciones meteorológicas: CABA (34° 35’ latitud sur
y 35° 29’ longitud oeste) y La Plata (34° 50’ latitud sur y 58° 06’
longitud oeste), situadas sobre el extremo norte y aproximada-
mente en su parte media, respectivamente. Dada la cercanía

114
de estas dos estaciones meteorológicas, sus datos, como era
de esperar, no ofrecen variaciones tan marcadas que indiquen
condiciones de clima muy dispares. No obstante, de los mis-
mos surgen aspectos de interés para la interpretación de cier-
tas características presentes en los suelos.
El clima de acuerdo con la clasificación de Koeppen, está
dentro de tipo Cfa; es decir, es templado, sin estación seca
y con veranos calurosos. De acuerdo con la clasificación de
Thornthwaite, modificada por González Gallardo, corresponde
al tipo C, B’, r, b, t: es decir, es semihúmedo, sin estación seca,
templado y con invierno benigno.
El clima de la región es del tipo subhúmedo-húmedo, con
una media pluviométrica de alrededor de 1100 mm, tempera-
tura media anual de alrededor de 15-16° C, sin estación seca.
Por lo tanto, el régimen de humedad del suelo es de tipo údico
y, en ciertas zonas, ácuico (sectores en los que se observa el
afloramiento estacional del nivel freático).

Temperatura (°C) Número de días con


Hume- Precipi-
Viento
dad Cielo tación
Me- medio Cielo Precipi-
Mes Máx. Mín. relati- Cubier- mensual
dia (km/h) Claro tación
va % to (mm)

Ene 30,6 4,1 17,7 66 14,9 8 7 8 99,7


Feb 28,5 2,8 17 72 14,4 9 7 8 110,2
Mar 26,3 0,2 14,6 75 13 10 7 9 121,5
Abr 22,4 6,5 11,3 80 12 10 6 8 81,7
May 18,8 2,9 7,7 78 12,8 6 9 7 84,4
Jun 15,3 9,8 5,2 80 12,7 7 12 6 41,2
Jul 14,9 9,4 4,7 80 13,7 7 13 7 42,3
Ago 17,2 1,3 5,9 78 14,4 8 11 7 48,2
Sept 19 1 7,3 73 15,7 8 10 6 62,8
Oct 22,2 6,5 10,5 72 15,6 8 9 10 123,6
Nov 25,3 9,5 13,4 71 15,6 7 8 10 119,2
Dic 28,3 2,1 15,7 67 15,1 8 7 9 87,4

Tabla 1: Datos Estadísticos Clima de Ezeiza entre los perio-


dos 1981-1990. Fuente Servicio Meteorológico Nacional.
ECONOMÍA POPULAR

Temperatura (°C) Hume- Número de días con Precipi-


Viento
dad Cielo tación
Me- medio Cielo Precipi-
Mes Máx. Mín. relativa Cu- mensual
dia (km/h) Claro tación
% bierto (mm)
Ene 29,4 3,1 18 75 17 12 6 8 115,7
Feb 27,8 2 17,3 79 16,9 12 6 7 107,9
Mar 25,4 9,8 15,1 80 14 14 6 9 140,2
Abr 21,8 6,3 11,8 82 12,3 12 6 7 70,1
May 17,8 2,3 8,3 81 14,2 10 8 7 88,6
Jun 14,4 9,7 5,6 84 13,3 9 10 6 37,5
Jul 14 8,9 5,2 84 14,3 10 11 7 47,5
Ago 16,1 0,7 6,4 81 16,6 11 9 7 61,4
Sept 17,6 2,3 7,5 79 18,8 11 8 7 79,1
Oct 21,1 5,6 10,7 79 17,8 10 8 9 126,6
Nov 24 8,5 13,6 77 18,1 11 7 9 118,1
Dic 27,3 1 15,9 74 17,6 11 6 9 99,9

Tabla 2: Datos Estadísticos Clima de La Plata entre los pe-


ríodos 1981-1990. Fuente Servicio Meteorológico Nacional.

ene feb mar abr may jun jul ago sep

Temperatura
23,3 22,2 20 15,9 12,8 9,8 9,8 10,6 12,8
°C

Precipitación
110 102 140 91 86 61 64 68 73
(mm)

P-Evp. -23 -1 54 35 46 41 43 40 28

Índice
10,28 9,55 8,16 5,76 4,75 2,77 2,77 3,12 4,15
Calórico

Evap.
potencial 133 103 86 56 40 20 21 28 45
(mm)
Agua
103 103 150 150 150 150 150 150 150
almacenada
Evo
transpiración 127 103 86 56 40 20 28 28 45
real (mm)

Déficit de
6 0 0 0 0 0 0 0 0
agua (mm)
Exceso de
0 0 7 35 46 41 43 40 28
agua (mm)

116
ECONOMÍA POPULAR

oct nov dic anual

Temperatura
15,7 18,8 21,6 16,1
°C

Precipitación
101 98 88 1082
(mm)

P-Evp. 37 10 -52

Índice
5,65 7,43 9,17 72,96
Calórico

Evap.
potencial 64 88 120 804
(mm)
Agua
150 150 121
almacenada
Evo
transpiración 64 88 117 795
real (mm)

Déficit de
0 0 3 9
agua (mm)
Exceso de
37 94 0 371
agua (mm)

Tabla 3: Balance Hídrico Edáfico Estación Ezeiza Periodo


1961-1990. Fuente Servicio Meteorológica Nacional.

ene feb mar abr may jun jul

Temperatura °C 22,5 21,9 19,9 16,4 13,1 10,2 9,7


Precipitación
105 114 134 77 87 65 58
(mm)
P-Evp. -20 14 48 21 47 43 35

Índice Calórico 9,8 9,36 8,1 6 4,3 2,9 2,7


Evap. poten-
125 100 86 56 40 22 23
cial(mm)
Agua Almace-
107 121 150 150 150 150 150
nada
Evo transpiración
120 100 86 56 40 22 25
real (mm)
Déficit de agua
5 0 0 0 0 0 0
(mm)
Exceso de agua
0 0 18 21 48 43 52
(mm)

117
ECONOMÍA POPULAR

ago sep oct nov dic anual

Temperatura °C 10,7 12,7 15,2 18,3 21,1 16


Precipitación
77 85 116 114 87 1119
(mm)
P-Evp. 52 43 55 30 -29

Índice Calórico 3,2 4,1 5,4 7,1 8,9 1,8


Evap. poten-
25 42 61 84 116 780
cial(mm)
Agua Almace-
150 150 150 150 123
nada
Evo transpiración
25 42 61 84 113 772
real (mm)
Déficit de agua
0 0 0 0 3 8
(mm)
Exceso de agua
52 43 55 30 0 345
(mm)

Tabla 4: Balance Hídrico Edáfico Estación La Plata Periodo


1961-1990. Fuente Servicio Meteorológica Nacional.

Geología

La zona estudiada se encuentra dentro de la Llanura Pampea-


na, caracterizada por un relieve de llanura bajo a moderado,
con ondulaciones bien marcadas. La zona estudiada se integra
dentro de la región denominada Pampa Ondulada en la provin-
cia geológica Llanura Chaco-pampeana (Pereyra, 2004). Esta
abarca gran parte del Noreste de la provincia de Buenos Ai-
res y se caracteriza por una morfología marcadamente ondula-
da, donde predominan lomas alargadas con cotas muy bajas,
orientadas Noreste- Suroeste, con pendientes hacia el Noreste
y cursos de agua intermedios. En el descenso de las aguas
hacia el Noreste, se encuentran amplios llanos, ondulados y de
escasa inclinación. Actualmente la morfología se halla fuerte-
mente enmascarada y en partes, modificada por la gran urba-
nización, como por ejemplo en lo referente a la red de drenaje.
Los sedimentos aflorantes han sido agrupados según el clá-
sico esquema de Pampeano y Postpampeano. El Pampeano o

118
ECONOMÍA POPULAR

Formación Pampa, incluye a los depósitos de las Formaciones


Ensenada y Buenos Aires. Estas conforman el sustrato princi-
pal de la CABA y de buena parte del área metropolitana, los
sedimentos más antiguos que afloran esta constituidos por los
depósitos loéssicos de la Formación Ensenada (Pereyra, 2004).
Esta unidad presenta numerosas intercalaciones fluviales
y lacustres que le confiere una marcada heterogeneidad. Su
espesor oscila entre 7 y 40 m, siendo lo más común 20-25 m.
Esta unidad se observa principalmente en los laterales de los
valles fluviales y en la parte inferior de la barranca marginal de
la planicie loéssica. En la CABA se observa en la zona de Bel-
grano-Nuñez, Recoleta-Retiro y en el Parque Lezama y aguas
arriba en el valle del Río Matanzas en la zona de Lugano y Bajo
Flores. Su techo se encuentra generalmente a cota 7-9 m so-
bre el nivel del mar. Los sedimentos son limo-arenosos finos,
con colores típicos 7,5 YR7/4. Muestran un aspecto compacto
y presenta numerosos rasgos pedológicos, como horizontes ar-
gílicos, nátricos, cálcico y petrocalcicos en diferentes sectores
de la misma (Pereyra, 2004).
Este calcrete se evidencia morfológicamente y, en ciertos
sectores constituye el l piso de los cauces fluviales que atra-
viesan la planicie loéssica, formando resaltos en el perfil lon-
gitudinal de los ríos y arroyos y en lateral de los valles. La For-
mación Ensenada posee hacia el techo dos paleosuelos que
fueron denominados “Geosol Hisisa” y “Geosolel tala” (más
viejo y más nuevo respectivamente) por Nabel (1999). Según
estos autores el primero indicaría el pasaje de una polaridad
reversa a una normal correspondiente al límite Bruhnes-Ma-
tuyana, y el segundo pertenecería al límite Ensenada-Buenos
Aires. La Formación Ensenada posee básicamente una pola-
ridad reversa y por lo que tendría más de 0,78 Ma, salvo su
parte superior, generalmente menos de 2 m, que presentaría
polaridad normal. Su base estaría cerca del cron de polaridad
normal anterior a Matuyama (Gauss), localizado en el Plioce-
no superior, cerca de límites con el Pleistoceno, abarcando,

119
ECONOMÍA POPULAR

consecuentemente, aproximadamente 2 Ma. Desde el punto


de vista de la fauna, toda la unidad posee fauna extinta co-
rrespondiente a la edad mamífero ensenadense, biozona de
Tolypeutes pampeanus.
Por encima de la Formación Ensenada, y en discordancia
erosiva, si bien a veces el límite es difícil de establecer, se
encuentran los sedimentos loéssicos que componen la Forma-
ción Buenos Aires o bonaerense según el clásico esquema.
Son esencialmente limos eólicos menos heterogéneos que en
la unidad infrayacente. El techo de la Formación Buenos Aires
alcanza hasta cotas de 30 m.s.n.m. hacia el norte del área
metropolitana y alturas de alrededor de 27 m.s.n.m. en el ám-
bito de la ciudad de Buenos Aires. Su espesor medio oscila
alrededor de los siete metros. De todas formas presenta nu-
merosos niveles edafizados y calcretes, si bien estos últimos
poseen menor dureza que los que se encuentran en la Forma-
ción Ensenada. Conforma el tope de la planicie loéssica, salvo
en los sectores en los cuales se halla parcialmente cubierta
por sedimentos postpampeanos. La coloración típica es 7,5
YR8/2, ligeramente más blanquecina y menos rojiza, así como
más friable que la anterior. Carece de estructuras sedimenta-
rias, salvo para el caso de los paleocauces, pequeños cuer-
pos lacustres y niveles de arenas eólicas. La fauna, que esta
extinguida, está constituida por especies asignadas a la edad
mamífero lujanense correspondiente a la biozona de Megathe-
rium americanus. Desde el punto de vista magnetoestrigráfi-
co, la unidad se ubica en el cron Bruhnes. Una datación por
termo-luminiscencia realizada en una muestra obtenida cerca
del techo de la Formación Buenos Aires, arrojo una edad de
35 Ka., aproximadamente (dato inédito).
Cubriendo parcialmente a los anteriores, y con espesores
generalmente inferiores al metro, se observan sedimentos éo-
licos arenosos y limosos incluidos por (Frenguelli, 1950) en el
Postpampeano y que luego fueron denominados Formación La
Postrera por (Fidalgo, 1986).

120
ECONOMÍA POPULAR

Los depósitos fluviales, de granulometrías limo-arenosas, se


encuentran comprendidas dentro de la denominada Formación
Luján o lujanense, incluido en el Postpampeano. Ocupan los
principales valles fluviales como en el caso de los ríos Matan-
za-Riachuelo, Reconquista y Luján y se hallan cubiertos parcial-
mente por depósitos fluviales más modernos. En algunos casos
aparecen formando un nivel de terraza y aguas abajo se suelen
interdigitar con las facies marinas ingresivas del Querandinen-
se. Finalmente, correspondiendo a sendas ingresiones marinas
se encuentran depósitos marinos y costeros, que pueden ser
arenosas (cordones litorales) o arcillosos (canales de marea y
albúfera). Han recibido la denominación de belgranense, y co-
rresponde a la ingresión pleistocena superior y querandinense,
aflorantes sobre toda la planicie del rio de la Plata, que se aso-
cia a la ingresión holocena media (Pereyra, 2004).

Unidades
Descripción Edad Textura Litología
Estratigráficas

Depósitos
de planicie
Limos,
Depósitos deltáicos interdistribu-
reciente CL-OL-ML-OH arenas y
actual taria deltáica,
arcillas
albardones y
point bars

Depósitos Fluviales Depósitos Arenas y


reciente ML-CL-OL-OH
recientes fluviales limos

FM. La Plata, “Platen- Depósitos de


Holoce- CL-ML-GW-
se marino” o FM. Las cordones lito- Arenas
no medio GS
Escobas rales marinos

Depósitos
Fm.Querandí “Que-
de planicie Holoce- Arcillas y
randinense” o OL-OH-CH
de marea y no medio limos
Fm. Las Escobas
albúfera

Depósitos Holo-
Fm. La Postera o Arenas y
eólicos indife- ceno ML-SM
“Platense eólico” Limos
renciados* inferior

121
ECONOMÍA POPULAR

Pleis-
toceno
Fm. Lujan o “Luja- Depósitos superior
ML-CL-OL-CH Limos
nense” fluviales –Holo-
ceno
inferior
Pleis-
FM. Buenos Aires o Depósitos
toceno ML-MH-SM Limos
“Bonaerense” loéssicos
superior
Depósitos ma-
Pleis-
“Ingresión Belgra- rinos antiguos CL-ML-GW-
toceno Arenas
nense” del Pleistoce- GS
superior
no superior
Pleis-
Fm. Ensenada o Depósitos
toceno ML-MH-SM Limos
“Ensenadense” loéssicos
inferior

Fm. Puelche o “Are- Depósitos


Plioceno SP Arenas
nas Puelches” fluviales

Arcillas,
Depósitos limos y
F. Paraná Mioceno CH
marinos lentes de
arena

Tabla 5: unidades aflorantes y subaflorantes en la región del


área metropolitana bonaerense y sus principales características
(Pereyra, 2004).

Una característica de los sedimentos de la región es la gran


variabilidad lateral que pueden presentar, vinculados a cam-
bios faciales en los ambientes sedimentarios, lo que se suma a
la gran variabilidad vertical. En la zona del área metropolitana
bonaerense, como rasgo propio de los ambientes de planicies
loéssicas, la ocurrencia de capas de diferentes grados de com-
pactación es un factor central a tener en cuenta. Generalmente
la variabilidad vertical se materializa por la presencia de ho-
rizontes edáficos enterrados correspondientes a paleosuelos
usualmente antiguos Bt (horizontes argílicos) y niveles de tosca,
que representa a horizontes petrocalcicos enterrados y calcre-
tes poligenéticos. Tanto unos como otros suelen limitar severa-
mente la capacidad infiltración de los materiales.

122
ECONOMÍA POPULAR

Geomorfología

Los factores que han controlado la evolución geomórfica de la


región en el Pleistoceno–Holoceno son: 1) las oscilaciones del
nivel de mar (ingresiones-regresiones), 2) la depositación de po-
tentes acumulaciones de loess y 3) la formación de suelos en di-
ferentes momentos del Cuaternario (Pereyra, 2004). A partir de la
interacción de estos factores y los procesos actuados, a lo largo
del tiempo se formaron varias unidades geomórficas que pue-
den agruparse en: 1) eólicas, con la planicie loéssica, 2) fluviales,
incluyendo los valles fluviales, laterales de valle, terrazas y pla-
nicies aluviales y 3) poligenéticas, que comprende las planicies
poligenéticas del Río de la Plata y de los ríos Matanza-Riachuelo,
Luján y Reconquista, barranca marginal o paleoacantilado y el
Delta del Paraná. Los mismos se encuentran representados en el
mapa geomorfológico del área metropolitana bonaerense.
La planicie loéssica constituye las divisorias altas de los sis-
temas fluviales de la región. Tiene un relieve plano o suavemente
ondulado. Esta unidad se caracteriza por poseer ondulaciones
con amplias divisorias de pendientes suaves (1 a 2%) y que en
plantacomúnmente presentan dirección aproximada nordeste.
La red de drenaje a lo largo de su recorrido tiene diferente com-
portamiento; en las cuencas altas está poco integrada, mientras
que en las cuencas medias se encuentra más integrada y tiene
un diseño paralelo a dendrítico. Las cuencas altas comprenden
la amplia divisoria con las cuencas de los ríos Samborombón y
Salado, las cuales pertenecen a la región de la Pampa Deprimi-
da. En esta amplia divisoria se localizan varias lagunas desarro-
lladas en antiguas cubetas de deflación. Puede tener cierto con-
trol estructural en su desarrollo, debido a la presencia de mantos
de tosca (calcretes), de espesores variables. Tienen diversos
paleosuelos observables en cortes verticales, en algunos sitios,
hasta siete. Esta unidad es la que presenta menor vulnerabilidad
al anegamiento, con excepción de las depresiones antes seña-
ladas. Sin embargo la capa freática se halla generalmente alta

123
ECONOMÍA POPULAR

(controlada en parte por la presencia subsuperficial de tosca),


lo que restringe severamente su capacidad de almacenamiento
por infiltración y favorece el escurrimiento superficial hacia los
cursos fluviales y depresiones.
Sobre esta geoforma, incorrectamente llamada muchas
veces terraza alta o meseta, se asienta la mayor parte de la
población del AMBA por ser la que tiene mejores condiciones
para la localización de asentamientos poblacionales. Hasta casi
fines del siglo XIX, la población de la región se asentaba casi
exclusivamente en la misma. Comparativamente, en Avellaneda
alcanza menor extensión.
La planicie loéssica se encuentra marginada, respecto del
Río de la Plata y tributarios mayores, por una escarpa de erosión
que ha conformado una barranca. Se extiende con rumbo apro-
ximado noroeste-sudeste, con un desnivel que puede superar
los 10 m respecto de la planicie del Río de la Plata. La barranca
se continúa en la CABA, desde el Parque Lezama, por la zona
céntrica, Plaza Francia, hasta Belgrano-Núñez. En la zona del
río Matanza-Riachuelo se proyecta tierra adentro, bordeando
los barrios de Flores y Mataderos. Esta barranca constituye un
elemento geomórfico regional y se prolonga hasta la ciudad de
Rosario. Corresponde al límite oriental de la Pampa Ondulada.
En la zona del área metropolitana bonaerense, esta barranca
continua hacia el norte tras superar las cañadas de los arroyos
de la zona de Belgrano-Núñez, en Vicente López donde alcanza
gran desarrollo, continuándose luego en San Isidro y el sector
oriental de San Fernando. Hacia el sur, en el Gran Buenos Aires,
en territorio del Partido de Avellaneda, la barranca desaparece
como forma mayor hasta la zona de Quilmes, en la que vuelve a
aparecer marginando la zona ocupada, si bien con menor resalto
al Río de la Plata, internándose tierra adentro en el Gran La Plata.
Esta barranca corresponde a una escarpa de erosión un antiguo
acantilado labrado por el mar durante las ingresiones marinas.
Actualmente, los procesos erosivos hídricos y las caídas de de-
tritos (remoción en masa) son procesos frecuentes en esta geo-

124
ECONOMÍA POPULAR

forma y tienden a reducirla pendiente de la misma.


Las terrazas fluviales y planicies aluviales se desarrollan en
los principales cursos fluviales que desaguan en el Río de la
Plata. Destaca el río Matanza-Riachuelo, como principal colec-
tor en el área de estudio. Posee una cuenca de drenaje de 2034
km2 y recibe numerosos tributarios. Esta cuenca está compren-
dida totalmente dentro de la zona urbanizada, por lo cual está
profundamente modificada en algunos sectores. Otros cursos
importantes son el Luján y el Reconquista que presentan im-
portantes planicies aluviales y terrazas. Los cursos menores,
como los arroyos Sarandí, Santo Domingo, Jiménez, Piedritas,
Platanos, Conchitas, Baldovinos, Pereyra, etc., también po-
seen terrazas y planicies aluviales, aunque se hallan muy an-
tropizados. Los cauces se encuentran profundizados (2-3 m)
y también están muy modificados por la acción antrópica. Esta
unidad realmente es la de menor tamaño y tiene una elevada
posibilidad de inundación. Dado que sus márgenes están sobre
elevadas (albardones artificiales) e impermeabilizadas, se com-
portan como cursos alóctonos. Esta unidad, asimismo tiene ca-
pas freáticas muy someras, generalmente a menos de 1 m, con
oscilaciones entre 1,5 a 0,2 m, lo que genera problemas para
la construcción y excavación de zanjas y canales. Los laterales
de valles ocupan la porción del paisaje comprendida entre las
divisorias más altas (cotas superiores a 10 m) y las planicies
aluviales y terrazas de los cursos fluviales. Las pendientes tie-
nen gradientes entre 3 a 7% y han sido originadas por procesos
erosivos y depositaciones, vinculadas a la acción eólica y al es-
currimiento superficial. Salvo en algunos sectores deprimidos,
vinculados a la acción eólica pasada, presentan baja probabili-
dad de anegamiento. Afloran los depósitos pampeanos.
Las planicies poligenéticas de los principales ríos muestran
una génesis de similar resultado de la interacción del proce-
so fluvial y la acción marina. Debido a esta última, durante los
periodos ingresivos, se formaron estuarios que se proyecta-
ron aguas arriba, como por ejemplo superando la posición del

125
ECONOMÍA POPULAR

Puente la Noria en el caso del Riachuelo. Debido a la naturaleza


cohesiva de los materiales acarreados por los ríos y las bajas
pendientes, los cursos tienen un hábito meandriforme de alta
sinuosidad pero de escasa migración lateral. Las posteriores
canalizaciones y rectificaciones modificaron este patrón origi-
nario, que de todas formas aún puede observarse en sectores
del Riachuelo, como por ejemplo en la zona de Villa Soldati.
La planicie poligenética del Río de la Plata se desarrolló ori-
ginalmente como una planicie de acreción marina (depositación
de sedimentos), comportándose en la actualidad, como la pla-
nicie aluvial del río. Su ancho varia grandemente, aumentando
hacia el sudoeste, donde puede superar los 10 km en la zona sur
del Gran Buenos Aires. En la zona de la CABA prácticamente ha
desaparecido a causa de los diferentes rellenos realizados por la
construcción del puerto, Aeroparque y Ciudad Universitaria. En
Avellaneda ha sido fuertemente modificada también, emplazán-
dose sobre ella la zona de Dock Sud. Presenta un relieve plano
a suavemente ondulado, con geoformas de diferentes orígenes.
En esta unidad se distinguen varias subunidades. Cerca del río
se encuentra el albardón costero, luego prosiguen los cordones
de conchillas, aproximadamente subparalelos a la costa actual.
Los cordones fueron formados por acreción, durante el Holoce-
no, entre 6000 y 3500 años AP (Pereyra, 2004).
Tierra adentro, y formando una extensa planicie solo corta-
da por los cursos fluviales actuales, se hallan los antiguos cana-
les de marea y la albúfera. Toda esta unidad se encuentra afec-
tada por las sudestadas, sufriendo importantes anegamientos,
debido a la cota (generalmente inferior a los 3 m.s.n.m.), bajo
gradiente y complejidad geomórfica.

Suelos

El suelo constituye la parte más superficial de la corteza terres-


tre, un sistema complejo caracterizado por un conjunto de pro-
piedades que se relacionan íntima y funcionalmente entre sí. El

126
ECONOMÍA POPULAR

sistema, a su vez, parte y consecuencia de otro, mucho mayor


constituido por el contacto entre la parte superior de la litosfera,
la más baja de la atmósfera y de una porción considerable de
la biósfera. Por lo tanto, el suelo constituye un cuerpo natural
caracterizado por un conjunto de propiedades definidas que no
son más que la consecuencia de su situación geo-ambiental y
bioclimática. Estos factores actúan en forma independiente, in-
fluyéndose entre sí. Consecuentemente, el suelo es función del
material originario, clima, topografía, biota y tiempo. A estos fac-
tores de formación, se puede agregar un sexto factor: el hom-
bre, especialmente influyente en zonas urbanas y periurbanas
donde se produce una intensa ocupación y la superposición de
numerosos usos de la tierra.
En forma consistente con la gran variabilidad geomorfológi-
ca de la zona estudiada, se observa una fuerte variabilidad en
los suelos de la misma, pese a que se trata de una superficie re-
lativamente pequeña. Así, se encuentran suelos pertenecientes
a los cuatro Órdenes, Molisoles, Entisoles, Vertisoles y Alfisoles
(Soil Survey Staff, Soil Taxonomy, 2016). Desde el punto de vista
espacial pueden diferenciarse tres unidades cartográficas ma-
yores (Pereyra, 2004):

1. Suelos de la Planicie Loéssica


2. Suelos de la planicie poligenética del Río de la Plata
3. Suelos de la Cuenca del Matanza-Riachuelo y cursos
menores

En la primera de estas unidades, ubicadas en el extremo SE


del Partido, predominan los Argiudoles típicos. Se trata de los
suelos más profundos y desarrollados de la zona. Son los que
presentan menores problemas, encontrándose el nivel freático
relativamente profundo. Estos suelos suelen presentar propie-
dades vérticas y en los laterales de valle se encuentran en fa-
ses erosionadas. En algunos sectores aparecen horizontes E,
formándose Argialboles.

127
ECONOMÍA POPULAR

Figura 4: Unidades geoambientales del Partido de Avellane-


da (Pereyra, 2015).

Los Suelos de la planicie poligenética del Río de la Plata, que


es un ambiente mixto, son Natracuoles, Argíacuoles, Natracualfes
vérticos, Argialboles y Haprendoles, en su mayoría presentan ho-
rizontes salino alcalinos; los de influencia estuárica, Haplacuen-
tes vérticos, Cromuderters y Peludertes ácuicos, todos con serios
problemas de hidromorfismo, y en algunos casos, anegados per-
manentemente; y los suelos con influencia continental, como los
Argiudoles vérticos y Cromudertes típicos, caracterizados por un
alto contenido de arcilla y horizontes iluviales profundos.

128
ECONOMÍA POPULAR

Argialbol
Albol
Natralbol
Argiudol
Udol
Hapludol
Molisol
Endoacuol
Acuol
Natracuol

Alfisol Acualf Natraculf

Fluvent Udifluvent

Entisol Acuent Fluvauent

Psament Udipsament

Tabla 6: Taxonomía de suelos de la región considerada.

En la tabla anexa, se observan algunas propiedades de los


suelos de la zona tomados de (Pereyra, 2004).

Contenido Textura
Grado de
Suelos Espesor de materia C.I.C sup. /
desarrollo
orgánica subsup.

Moderado
Hapludoles Alto Alto Moderado FA/F
a bajo

Argiudoles Alto Alto Alto FI/Fa Muy alto

Moderado
Natralboles Alto Alta FA/Fa Muy alto
a alto

Udifluventes Bajo Bajo Bajo AF/A Muy bajo

Udipsamentes Bajo Muy bajo Muy bajo A Muy bajo

Natracualfes Alto Bajo Alta FA/a Bajo

Moderado Moderado
Edo-epiacuoles Alto FA/FI Moderado
a bajo a bajo

129
ECONOMÍA POPULAR

Sus.A la
Suelos Fertibilidad
erosión

Hapludoles Baja Alta

Argiudoles Baja Alta

Natralboles Moderada Moderada

Udifluventes Alta Baja

Udipsamentes Muy alta Muy baja

Natracualfes Alta Baja

Moderada
Edo-epiacuoles Moderado
a alta

Tabla 7: Características principales de los suelos más fre-


cuentes en la zona

Los suelos de la Cuenca Matanza-Riachuelo, pueden dife-


renciarse según su ubicación en la cuenca alta o en la cuenca
baja. En la cuenca superior, siendo el uso de la tierra agrope-
cuario, se observaron en su mayor parte Argiudoles típicos,
Natracualfes típicos, Argialbol algiácuico, Natracualfes mólicos
Endoacuoles típicos u Argiudoles ácuicos. En la cuenca baja,
característicos de la zona periurbana, se encuentran Hapludo-
les, Natracuoles típicos, Natracualfes típicos y Natralboles típi-
cos Endoacuoles típicos y Argiudoles típicos.

Aspectos generales de la contaminación de los suelos

En el caso áreas urbanas los suelos presentan una gran variabi-


lidad como resultado de diversos usos, y en la intensidad y du-

130
ECONOMÍA POPULAR

ración de los impactos humanos. En general, el cambio artificial


se incrementa desde la periferia hacia el centro de la ciudad,
donde el material original de los suelos es removido o reem-
plazado por materiales antropogénicas. Estos suelos son de-
nominados Antrosoles o Tecnosoles en la clasificación de FAO-
WRB, si bien en la Taxonomía de Suelos, clasificación utilizada
en nuestro país, aún no han sido adecuadamente descriptos,
aunque podrían incluirse en el subgrupo Udortent antropórtico.
Los suelos urbanos poseen una gran variabilidad en cuanto a
su material y disposición, ya que son influenciados por activida-
des humanas, como un factor de formación humano, que crea un
nuevo material parental y modifica las condiciones de evolución
del suelo. En ellos, pueden observarse texturas gruesas, con
arena y materiales gruesos, que generan una heterogeneidad
vertical, característica frecuente de los suelos urbanos. A su vez
presentan capas de distinto origen, estructura pobre, y en algu-
nos casos, alta concentración de metales pesados, deteriorando
su calidad, como también su capacidad de biofíltro.
La presencia en los suelos de concentraciones nocivas de
algunos elementos químicos y compuestos es un tipo especial
de degradación que se denomina contaminación. El contami-
nante está siempre con concentraciones mayores de las habi-
tuales (anomalías) y en general se producen efectos desfavora-
bles en el suelo. La contaminación puede darse en la fracción
sólida del suelo, como en la fracción soluble, llegando a con-
taminar cuerpos de agua superficiales y aguas subterráneas,
como la capa freática u otros acuíferos. El suelo, funciona como
un filtro a través de su complejo de cambio, la tortuosidad del
sistema poroso, y la conductividad hidráulica, ralentizando la
llegada de los posibles contaminantes vertidos al suelo, siem-
pre que este se encuentre en óptimas condiciones y posea re-
siliencia (tolerancia al estrés).
En los horizontes superficiales de los suelos urbanos, el
enriquecimiento en metales pesados puede deberse a fuentes
diversas, como el tránsito vehicular, o a fuentes puntuales como

131
ECONOMÍA POPULAR

las emisiones industriales. Aunque también estos elementos


traza se encuentras naturalmente en los suelos, otros contami-
nantes pueden ser originarios del aire, agua, suelo, alimentos y
forrajes, que se engloba metales, sedimentables, y no metales.
Es importante, para evitar su propagación, llevar un seguimien-
to y control de las especies químicas presentes y de la biodis-
ponibilidad que contribuyen a la acumulación de los mismos en
cantidades toxicas.
Los metales pesados más comunes en Argentina son Arsé-
nico (As), Cromo (Cr), Plomo (Pb), Cadmio (Cd), Mercurio (Hg),
Zinc (Zn), Cobre (Cu), Molibdeno (Mo), Níquel (Ni), y Selenio
(Se), donde algunos de estos elementos son cancerígenos cla-
se I (con efecto en humanos).
La EPA (Environmental Protection Agency, por su sigla en
inglés) desarrolló una lista de los contaminantes más tóxicos
y disponibles prioritarios, donde encontramos los siguientes
trece elementos traza: Antimonio, Arsénico, Berilio, Cadmio,
Cromo, Cobre, Mercurio, Níquel, Plata, Plomo, Selenio, Talio y
Zinc. Estos están presentes en concentraciones relativamente
bajas (mg.kg-1) en la corteza de la Tierra, suelos y plantas. Mu-
chos de ellos son esenciales para el crecimiento y desarrollo de
plantas, animales y seres humanos, aunque también pueden
ser tóxicos si se superan ciertos umbrales. En general todos los
elementos traza son tóxicos si se ingieren, inhalan o acumulan
en cantidades suficientemente altas y durante largos períodos
de tiempo.
Los metales pesados incorporados al suelo pueden seguir
cuatro diferentes vías:

w Pueden quedar retenidos en el suelo, ya sea disuel-


tos en la fase acuosa del suelo como iones de metal
libre y complejos metálicos solubles; ocupando sitios
de intercambio de los constituyentes inorgánicos; aso-
ciados con la materia orgánica del suelo; asociados a
la fracción residual en las estructuras de los minerales

132
ECONOMÍA POPULAR

silicatados; y/o precipitados como óxidos, hidróxidos y


carbonatos.
w Pueden ser absorbidos por las plantas y así incorporar-
se a las cadenas tróficas.
w Pueden pasar a la atmósfera por volatilización.
w Pueden movilizarse a las aguas superficiales o subte-
rráneas.

En Tabla 8, se resumen las concentraciones normales y


anómalas de los elementos traza en suelos:
Los metales pesados que en algún momento pueden quedar
biodisponibles, son los que no se encuentran unidos fuertemente
a la matriz silícea. Por ello, la forma en que un metal pesado se
encuentra en el suelo determinará su biodisponibilidad. Esto es
la posibilidad de que un elemento (ya sea contaminante o no)
quede libre y pase a disolución en un suelo (Huertos y Baena,
2008) y el grado de libertad en que se encuentra para ser captu-
rado por un organismo ya sea por ingestión o absorción.
Por otro lado, la biodisponibilidad depende de la solubilidad
de los metales y su capacidad de adsorción en la fracción coloi-
dal del suelo. La interacción entre los distintos procesos como
intercambio catiónico, adsorción, desorción, precipitación, di-
solución y formación de complejos afectan la distribución de
los metales, siendo responsables de su movilidad y biodisponi-
bilidad. Hay factores que la aumentan o disminuyen, como pH,
potencial redox, textura, contenido y tipo de arcillas, materia
orgánica, óxidos de Fe, Mn y Al, y la presencia de cationes y
aniones en solución. Por ejemplo, al incrementarse la acidez,
aumenta la biodisponibilidad de los elementos y el riesgo de
toxicidad ante la presencia de contaminantes para organismos
vivos (López et al. 2008). Incluso, las condiciones climáticas
pueden influir en la especiación de metales, por ejemplo, alte-
rando la tasa de evolución hacia las formas más estables. En un
estudio realizado en Solís, provincia de Buenos Aires, se con-
cluyó que frente a dos condiciones climáticas diferentes puede

133
ECONOMÍA POPULAR

modificarse la especiación de los metales, como por ejemplo el


Plomo (Pb), siendo biodisponible o no.

Elemento Rango Normal (ppm) Concentraciones anómalas (ppm)

As <5-40 Hasta 2500

Cd <1-2 Hasta 30

Cu <2-60 Hasta 2000

Mo <1-5 10-100

Ni 2-100 Hasta 8000

Pb 10-150 10000 o más

Se <1-2 Hasta 500

Zn 25-200 10000 o más

Tabla 8: Rangos de Elementos traza fuente:( Bowie y Thorn-


ton, 1985).

Para observar la posible presencia de estos contaminantes,


pueden utilizarse indicadores de calidad de suelo para cuan-
tificar el grado y la forma de cambio del sistema. De esta ma-
nera, se determinará el tipo y nivel de contaminación para lue-
go, analizar la posibilidad de remediarlo. Los indicadores más
sensibles, pero menos utilizados, son los biológicos, como por
ejemplo los líquenes, quienes generan respuestas de cambios
de forma o coloración dependiendo del contaminante que esté
presente en el suelo o el ambiente.

134
ECONOMÍA POPULAR

Algunos de estos indicadores son:

Indicador Variables del Suelo Involucradas

Capacidad de intercambio Carbono orgánico, % y tipo de arcilla

% arena-limo-arcilla, Carbono
Retención de agua
orgánico y densidad

Conductividad de agua Textura

Estado de aerobiosis y/o anaerobiosis Agua disponible, porosidad y densidad

Respiración, temperatura
Ciclos del Carbono y Nitrógeno
y agua disponible

Contaminación potencial Conductividad eléctrica y pH

Textura, Carbono orgánico, pH,


Lavado potencial de elementos
conductividad eléctrica

Profundidad de enraizamiento Densidad, pH, agua disponible

Densidad, agua disponible, pH,


Productividad
conductividad eléctrica y porosidad

Tabla 9: Indicadores de calidad del suelo (Conti, 2000).

El grado de peligrosidad de los metales pesados, por lo


tanto, depende de su toxicidad y persistencia. La biodisponi-
bilidad surge en función de la forma física y química en la que
se encuentra el medio, y la capacidad de los organismos para
absorber y digerir los elementos. Estos pueden ser acumulados
en el organismo (bioacumulación) hasta tres, cuatro o cinco ór-
denes de magnitud mayores que la concentración del medio
donde vive (Huertos y Baena et al., 2008).Por ello, la toxicidad y
peligrosidad para los seres vivos puede ser aún mayor en estas
condiciones. Incluso, cada especie de planta puede absorber
metales de manera diferente. Esto fue observado en un mues-
treo realizado sobre parcelas dedicadas a cultivos o pastoreo,

135
ECONOMÍA POPULAR

mostrando una gran variabilidad entre ellos y determinando que


la soja acumuló concentraciones más altas de Cr, Ni y Cu (La-
vado, 2005).
En la tabla a continuación, se observa la relación entre la
disponibilidad en la que está retenido el metal pesado en el
suelo y su forma:

Forma del metal en el suelo Movilidad-disponibilidad relativa

Fácil
Iones simples o complejos en solución

Media
Cationes de cambio

Metales quelatados por compuestos Menos disponibles


orgánicos
Metales adsorbidos sobre partículas del Menos disponibles
suelo
Compuestos metálicos precipitados sobre Disponible cuando se disuelve el
partículas del suelo compuesto
Metales asociados o incorporados a una
Disponibles cuando se descompone
matriz biológica
Metal asociado o formando parte de la Disponible cuando se meteoriza/des-
estructura de un mineral truye el mineral

Tabla 10: Disponibilidad relativa de los metales retenidos en


el suelo por las plantas (Huertos y Baena, 2008).

Por otro lado, la capacidad de retención de los metales pe-


sados en el suelo, como ya se mencionó, depende en gran me-
dida de la naturaleza del mismo (granulometría, cantidad y tipo
de argilominerales presentes, materia orgánica asociada, etc.)
difiriendo o no el pasaje de contaminantes hacia los seres vivos
o ingresando en el ciclo de aguas tanto superficiales como sub-
terráneas. De esta manera, puede estar adsorbido a la arcilla,
como óxido, complejado con la materia orgánica, o asociado
a carbonatos. La facilidad con la que un metal potencialmente
tóxico puede acceder a la cadena alimenticia a través del suelo

136
ECONOMÍA POPULAR

depende de si el metal está libre en solución o en fases sólidas,


o cómo el metal está ligado a las partículas de suelo y su forma
química, o sea de su especiación.
Algunas de las propiedades capaces de alterar la biodis-
ponibilidad de los metales en el suelo, también utilizadas como
indicadores, son:

w Capacidad de Intercambio Catiónico (CIC)


w pH
w Condiciones climáticas
w Materia orgánica
w Textura y cantidad y tipo de arcilla

La CIC determina los sitios para el ingreso de cationes,


tanto a la matriz silícea, como a la materia orgánica. Los iones
con cargas positivas (cationes) son eléctricamente atraídos por
cargas negativas (aniones) de la materia orgánica y arcillas. En
esta forma pueden ser reemplazados por otros cationes a tra-
vés de procesos de intercambio. En la mayoría de los casos
existe selectividad o preferencia de un catión por otro, por lo
tanto, es un proceso competitivo y reversible. El contenido y
tipo de arcilla en el suelo determinará la CIC. La mayoría de
los metales solubles son adsorbidos en la superficie del suelo
en forma intercambiable y luego, lentamente transformado en
formas estables con el tiempo.
En el caso del pH, en los suelos naturales, su valor oscila
entre 4 a 8 o 9. El rango óptimo, en lo referente a la fertilidad y
aptitud agrícola de los suelos, es entre 6 y 7. En la región con-
siderada, salvo en sectores específicos, los suelos tienden a
ser neutros a débilmente ácidos en los horizontes superficiales,
en condiciones de buen drenaje. El pH tiene un efecto sobre
la biodisponibilidad de la mayoría de los metales pesados al
afectar el equilibrio entre la especiación metálica, solubilidad,
adsorción e intercambio de iones en el suelo. A pH más bajos,
los metales catiónicos como, mercurio, cadmio, plomo, níquel,

137
ECONOMÍA POPULAR

cobre, zinc, cromo y manganeso, se hacen más solubles y por


ende más biodisponibles. A pH elevados, disminuye la solubili-
dad de éstos, pero aumenta la de los elementos aniónicos, que
en general son arsénico, molibdeno, selenio y boro. Este es uno
de los factores más importantes que afecta la biodisponibilidad
de los metales.
El desarrollo del perfil y la formación de arcillas son procesos
muy lentos que requieren cientos de años, a diferencia del carbo-
no orgánico, que puede producirse en unas pocas décadas. La
interacción entre las condiciones climáticas, como temperatura
y precipitación y los componentes del suelo determinan la canti-
dad de materia orgánica y arcilla. Esta regulación ocurre a través
de la influencia en la mineralización de la materia orgánica: Con
altas temperaturas, el contenido de carbono en el suelo decrece
porque se intensifica la mineralización de la materia orgánica.
Por otro lado, cuando otros factores son constantes, aumenta el
contenido de arcilla en el suelo por la meteorización.
El contenido de materia orgánica decrece exponencialmen-
te con la profundidad como consecuencia del incremento de
carbono en los horizontes superficiales a partir de la incorpora-
ción de metería orgánica fresca, principalmente de origen ve-
getal. La cantidad de carbono orgánico depende también de
la distribución de las partículas de arcilla. Dentro de un área
climáticamente homogénea, un aumento en el contenido de ar-
cilla significa un aumento en la concentración de carbono en
el suelo debido al efecto de protección de las arcillas en com-
puestos orgánicos (complejos arcillo húmicos).
En los suelos del AMBA, es normal encontrar altos tenores
de arcilla; esto se demuestra en la abundancia de Argiudoles
de la zona. Por esa razón, tiende a observarse una mayor fa-
cilidad para retener metales pesados. El Argiudol típico, por
ejemplo, se espera que tenga una capacidad de absorción de
metales pesados más grande que un Hapludoltípico debido
principalmente a que posee un mayor contenido de arcilla y en
consecuencia de capacidad de intercambio catiónico.

138
ECONOMÍA POPULAR

El tipo de arcilla influye en la capacidad para retener me-


tales pesados. No será igual si se encuentran en una esmec-
tita o en una illita. Esto se debe a que cada mineral de arcilla
tiene diferentes características como la superficie específica, y
cuanto mayor es la superficie activa de un filosilicato, mayores
son sus posibilidades de absorber metales (Huertos y Baena,
2008). Dentro de los grupos más abundantes de arcilla, las es-
mectitas poseen alta capacidad de intercambio catiónico (CIC),
es máxima para las vermiculitas y baja para las illitas; por lo que
si nos encontramos un suelo con alta cantidad de minerales
de arcilla que además poseen alta CIC, tendremos una mayor
retención de metales pesados debido a un alto porcentaje de
lugares disponibles para que ingresen cationes. La retención
de los metales pesados en la matriz hace que permanezcan por
más tiempo en el suelo pero disminuye la solubilidad y biodis-
ponibilidad. A pesar de ello, la importancia del tipo de arcilla se
vuelve secundaria cuando existe una abundante cantidad de
materia orgánica, componente más competitivo. En el caso de
la materia orgánica, reacciona con los metales formando com-
plejos órgano-metálicos y/o quelatos. Los metales una vez que
forman quelatos o complejos pueden migrar con mayor facili-
dad a lo largo del perfil. El Pb y el Zn forman quelatos solubles
muy estables.
La materia orgánica puede adsorber fuertemente algunos me-
tales, como es el Cobre, que pueden quedar en posición no dispo-
nible por las plantas. En muchos casos, se forman complejos órga-
nometálicos lo que facilita la solubilidad del metal, la disponibilidad
y dispersión porque pueden degradarse por los organismos del
suelo. La complejación por la materia orgánica del suelo es uno
de los procesos que gobiernan la solubilidad y bioasimilidad de
metales pesados. La estabilidad de muchos de estos complejos
frente a la degradación por los organismos del suelo es una causa
muy importante de la persistencia de la toxicidad. Pero también
la presencia de abundantes quelatos puede reducir la concentra-
ción de otros iones tóxicos en la solución del suelo.

139
ECONOMÍA POPULAR

En general se considera que la movilidad de los metales


pesados es muy baja, quedando acumulados en los primeros
centímetros del suelo, siendo lixiviados a los horizontes sub-
superficiales en muy pequeñas cantidades. Es por ello que la
presencia de altas concentraciones en el horizonte superficial
seguida de un drástico decrecimiento a los pocos centímetros
de profundidad es un buen criterio de diagnóstico de contami-
nación antrópica.
En el caso de la materia orgánica disuelta puede liberar
iones, provocando también la formación de complejos órga-
no metálico. Por esto, la capacidad de los iones metálicos de
complejarse, está ligada principalmente con la materia orgáni-
ca presente, a los procesos de depositación y removilización,
adsorción, condiciones redox y a la degradación biológica.
Dado que la dinámica humana es tan intensa, los suelos
urbanos se encuentran en un estado de permanente inestabi-
lidad o rejuvenecimiento, y poseen una gran variabilidad es-
pacial y vertical en cuanto a su material y disposición. Asimis-
mo, las actividades humanas pueden crear nuevos materiales
parentales y modificar las condiciones de evolución del suelo.
En ellos, pueden observarse texturas gruesas, con arena y ma-
teriales gruesos, estructura pobre, materiales de relleno, com-
pactación, alteración de los ciclos de nutrientes y regímenes
de temperatura, alta concentración de metales pesados y otros
contaminantes.

Resultados

Descripción de Propiedades Edáficas

En este apartado se presentan los principales resultados


analíticos, para obtener una posible y adecuada interpretación
del estado nutricional del suelo, los niveles de contaminación
alcanzados en lugares donde tiene un alto potencial de su uso,
obligó a un estudio del mismo, por esta razón se tomaron ca-

140
ECONOMÍA POPULAR

torce muestras. De la evaluación de dichos resultados surge lo


que a continuación se detalla:
En Avellaneda se tomaron muestras de los diversos am-
bientes. La localización de los suelos muestreados se puede
observar en la Figura 7. Asimismo se han incluido sectores se-
leccionados por alguna característica en particular, ya sea por
cercanía a industrias, parques recreativos, alto flujo vehicular,
entre otras.
Los suelos más comunes encontrados en el Partido de Ave-
llaneda pertenecen principalmente al orden Molisol, encontrán-
dose también Alfisoles, Vertisoles y Entisoles. Los principales
subgrupos reconocidos se presentan a continuación.
Los Argiudoles ácuicos, pertenece al Orden Molisol del sub-
grupo ácuico, es un suelo oscuro, profundo y moderadamente
bien drenado que se ha desarrollado a partir de un sedimento
loéssico franco limoso y que ocupa sectores planos o muy li-
geramente inclinados con desagüe lento .La parte superficial
del suelo (horizontes Ap y A) se extiende hasta los 20 cm; es
de color gris muy oscuro, de textura franco limosa y estructu-
ra en bloques subangulares; hacia abajo aparece un horizonte
BA bastante débil y algo moteado. El horizonte arcilloso (Bt) se
extiende desde los 40 cm hasta los 90 cm; tiene textura franco
arcillo limosa y estructura semicolumnar; con abundantes barni-
ces brillosos. El sustrato (horizonte C) aparece a 120 cm; suele
presentarse escasamente moteado, con tosquillas calcáreas y
su reacción es alcalina, con tenores de sodio intercambiable
que pueden superar el 15% de la capacidad de intercambio
catiónico a más de 125 cm de profundidad.
Por su parte, los Argiudoles típicos, también pertenecen al
Orden Molisol y al Subgrupo típico, es un suelo oscuro, profun-
do y bien drenado. Este suelo, desarrollado sobre loess, es un
típico representante de los buenos suelos pampeanos con una
amplia aptitud para cultivos, forrajes y pasturas. La capa arable
hasta una profundidad de 25 a 30 cm (horizonte A) es granular,
de textura franco limosa y de color pardo grisáceo muy oscuro.

141
ECONOMÍA POPULAR

Hacia abajo, pasa gradualmente a otro horizonte más arcilloso


(horizonte Bt) que se extiende casi a un metro. Su color es par-
do o pardo oscuro, su estructura prismática y presenta abun-
dantes barnices en las caras de los agregados. La transición
entre el Bt y el C es muy gradual. Este último se encuentra a una
profundidad promedio de 1,60 m; es un material franco limoso,
suelto y con escasa cantidad de calcáreo, tanto diseminado en
la masa como en concreciones. Estos suelos son muy fértiles y
productivos, con una buena capacidad de retención de hume-
dad; se los usa tanto para agricultura intensiva, y para la gana-
dería. Sobre las pendientes suele registrarse algo de erosión
producida por las aguas de lluvia, razón por la cual el espesor
del horizonte A puede variar. La textura del horizonte Bt varía
entre el arcillo limoso y el franco arcillo limoso, con 38 a 45% de
arcilla. En los paisajes muy suavemente ondulados, con menos
del 1% de pendiente, estos suelos no presentan prácticamente
limitaciones en su uso.
Los Argiudoles vérticos, Molisoles del Subgrupo Vértico,
son suelos que se encuentran Planicies extensas con mosaicos
cultivados y vegetación natural de pastos bajos, con procesos
de erosión hídrica por manejos no adecuados. Su Horizonte B
con alto contenido de arcilla expansiva tiene limitaciones físicas
para raíces y actividad biológica.
Natracualfes vérticos son suelos pertenecientes al Orden
Alfisol, de régimen ácuico, caracterizados en la zona por un
perfil simple A/Btn/C. El horizonte superficial es delgado (menos
de 20 cm), moderadamente provisto de materia orgánica. Por
debajo se encuentra un potente Bt, con abundantes cutanes y
textura franco-arcillosa a directamente arcillosa. El Sodio (Na)
se encuentra en más del 15% del complejo de intercambio, por
lo tanto este horizonte es nátrico. Son frecuentes los cutanes
de tensión, lo que indica la presencia de arcillas expansivas,
siendo por lo tanto un horizonte Btnss. El nivel freático aparece
generalmente a menos de 40 cm. Se encuentran en la antigua
planicie de mareas y en parte del ambiente estuárico actual.

142
ECONOMÍA POPULAR

Haplacuentes vérticos, pertenecen al Orden Entisol. Son


suelos de escaso desarrollo edáfico. Presentan régimen ácuico
y perfiles muy simples, con horizontes A poco desarrollados y
de coloraciones claras. Poseen texturas limo-arenosas y se han
desarrollado esencialmente en el ambiente estuárico actual y
en las planicies aluviales de los cursos de la región. Se aso-
cian a la vegetación arbórea ribereña y carecen de otros rasgos
diagnósticos.
Haprendoles típicos pertenecen al orden Molisol y se desa-
rrollan bajo condiciones particulares, condicionados por la pre-
sencia de un material originario rico en carbonato de calcio. En
este caso se desarrollan en los antiguos cordones litorales com-
puestos por conchillas. Tienen perfiles simples, generalmente
A/ACk/Ck. Poseen un horizonte superficial rico en materia or-
gánica, generalmente muy oscuro y potente (epipedón mólico).
Por debajo aparecen horizontes de escaso desarrollo y texturas
gravillosas y arenosas con abundante conchilla. En Avellaneda
solo se preservan en contados lugares, donde los cordones aún
no han desaparecido.
Finalmente, los Cromudertes típicos, son suelos profundos
de moderado grado de desarrollo edáfico pertenecientes al Or-
den Vertisol. Tiene perfiles A/Btss/C y generalmente son oscu-
ros en todo su perfil. Presentan la característica principal de
tener alto contenido de arcillas expansivas (smectíticas), con
abundantes cutanes de tensión. Generalmente el horizonte A
está bien provisto de materia orgánica pero suele ser delgado.
Predominan las texturas francas limosas y arcillosas. A una cier-
ta profundidad aparecen rasgos hidromórficos. Se encuentran
en el ambiente de la antigua planicie de marea.
De los suelos analizados tienen texturas que van de fran-
ca-franco limoso, franco arcilloso a franco limoso, estamos en
presencia de suelos medios a pesados por su relación arena–
arcilla-limo (%).
El porcentaje de materia orgánica encontrada en las mues-
tras del Partido Avellaneda, oscilaron, como valores mínimos en

143
ECONOMÍA POPULAR

la Isla Maciel de 0.03% y valores como máximos de 7,85% en


la muestra Vélez.
En relación con la capacidad de Intercambio catiónico
(CIC), los valores fluctuaron 10,40% en la muestra perteneci-
ente a la Quinta San Sebastián y 25,70% en la muestra de Gen-
eral Acha y Heredia. Las bases dominantes varían según las
muestras estudiadas.

w Calcio (Ca+2), este catión básico se encontró valores


mínimos en las muestras pertenecientes a Quinta San
Sebastián 5,26% y valores máximos en General Acha y
Heredia 15,50%.
w Magnesio (Mg+2), también básico, los valores mínimos
se encontraron en las muestras del Jardín Municipal N°
23 con 1,22% y los valores máximos de este catión fue
en las muestras de General Acha y Heredia con 8%.
w Sodio (Na+), catión primordial también, los valores míni-
mos fueron en las muestras pertenecientes a la Quinta
de San Sebastián 0,26% y como porcentajes máximos
encontrados en el Parque Dominico 1,11%.
w Potasio (K+), el porcentaje menor fue en las muestras
del Jardín Municipal N° 23 con 0,71% y el porcenta-
je mayor fue encontrado en la Quinta de Sarandí con
2,33%.

Los valores de conductividad eléctrica variaron entre míni-


mos de 0,27 dS/m encontrado en las muestras del Monte Inglés
y valores máximos en Victoriano Arenas con 0,93 dS/m, por lo
que no se encuentran suelos salinos.
Finalmente, en relación al pH, el mayor grado de acidez fue
en las muestras pertenecientes a Avenida Roca y Zamudio con
un pH 6,50 y un pH en las muestras de Vélez y Colón de 7,20.

144
ECONOMÍA POPULAR

Muestra Ni(µg/g) Zn(µg/g) Pb(µg/g)

Monte Ingles A 22,8 103,10 64,30

Quinta San Sebastián A 25,00 124,00 49,15

Jardín Nro. 23 30 cm 19.35 119,5 69,71

Roca y Zamudio 29,90 230,40 327,85

Parque Dominico 25,50 73,25 37,60

Saladita y Cancha de Arsenal 30,80 202,90 210,70

Colon y Vélez Sarsfield 41,75 213,65 291,65

Tupa Amaru 23,05 99.35 40,45

Gral. Acha y Heredia 33,50 208,65 210,45

Sarandí A 19,70 270,05 53,70

Quinta 2 A1 23,75 201,9 58,65

Quinta 2 A2 18,80 149,25 36,35

La Isla (0-15 cm) 19,70 227,4 59,70

V. Arenas
21,80 219 51,40
( 0-15 cm)

sigue

145
ECONOMÍA POPULAR

Muestra Cu(µg/g) Cr(µg/g) Cd(µg/g)

Monte Ingles A 33,51 36,87

Quinta San Sebastián A 16,90 94,55

Jardín Nro. 23 30 cm 29,62 89,46

Roca y Zamudio 65,90 22,40 0,25

Parque Dominico 23,95 34,75 1,75

Saladita y Cancha de Arsenal 66,40 13,75 15,95

Colon y Vélez Sarsfield 184,95 24,60 1,80

Tupa Amaru 21,50 0,95 2,80

Gral. Acha y Heredia 50,55 7,95 5,75

Sarandí A 52,60 96,67

Quinta 2 A1 62,80 156,30 2,75

Quinta 2 A2 144,20 147,92 19,55

La Isla (0-15 cm) 61,30 84,27

V. Arenas
57,20 76,32
( 0-15 cm)

Tabla 11: Contenidos de metales pesados de las muestras per-


tenecientes al Partido de Avellaneda

146
ECONOMÍA POPULAR

Metales Pesados

Los metales que se estudiaron en este trabajo son:


Plomo (Pb), en la tabla periódica se encuentra en el grupo
14, período 6; se obtuvo valores entre 36,35 µg/g y 327,85 µg/g,
la mínima concentración fue en las muestras analizadas perte-
necientes a las Quintas de Sarandí A2 y la mayor concentración
encontrada fue en las muestras pertenecientes al sitio de Ave-
nida Roca y Zamudio.
Níquel (Ni), este es uno de los llamados metales de transi-
ción que están situados en la parte central de la tabla periódica,
pertenece al grupo 10, período 4 es un metal típico, de elevada
dureza, con puntos de fusión y ebullición altos, buenos conduc-
tores tanto del calor como de la electricidad; se encontraron
valores mínimos en las muestras pertenecientes alaQuinta 2 A2
18,8 µg/g y valores máximos en las muestras pertenecientes al
sitio Vélez y Colón con 41,75 µg/g.
Zinc (Zn) también llamado metal de transición, pertenece al
grupo 12, período 4 en la tabla periódica, las muestras mínimas
encontradas fue en el Parque Dominico con un valor 73,25 µg/g
y valores máximos en Sarandí A con 270,05 µg/g.
Cobre (Cu), es un metal de transición es un buen conductor
de electricidad y calor, pertenece al grupo 11, período 4 en la
tabla periódica; las muestras con un valor mínimo pertenecen al
sitio de muestreo Quinta San Sebastián A 16,90 µg/g y el valor
máximo fue encontrado en el sitio Vélez y Colón con 184,95 µg/g.
Cromo (Cr), en la tabla periódica pertenece al grupo 6, pe-
ríodo 4; los valores mínimos encontrados en las muestras perte-
necientes al sitio Túpac Amaru con 0,95 µg/g y el valor máximo
en las Quinta 2 A1 con 156,30 µg/g.
Cadmio (Cd), también conocido como un metal de transi-
ción, del grupo 12, período 5; el valor mínimo fue encontrado
en las muestras pertenecientes a la Avenida Roca y Zamudio
con 0,25 µg/g y valor máximo en las muestras pertenecientes
a la Quinta 2 A2 con 19,55 µg/g En la tabla 12 se sintetizan los

147
ECONOMÍA POPULAR

resultados de las determinaciones de metales pesados en las


muestras analizadas en la presente tesis.
A continuación, se han comparado los contenidos de me-
tales pesados medidos con propiedades seleccionadas de los
suelos.De la evaluación de dichos resultados surge lo que a
continuación se detalla.
Los resultados de acidez o basicidad del mismo son ex-
presados como pH los cuales oscilan entre valores que van
de 6,5 a 7,2 por lo tanto se concluye que son suelos débilmen-
te ácidos a neutros. En relación con el Plomo (Pb); se puede
observar que con el aumento en el pH, aumenta el contenido
de Pb, esto es debido a que al aumentar el pH, aumenta la
interacción del metal con el suelo. Al disminuir la interacción
con el suelo aumenta la solubilidad del plomo provocando la
contaminación del acuífero.
En el caso de Zinc (Zn), ocurre que a medida que se au-
menta el pH, el contenido de este metal se incrementa levemen-
te, si bien es casi imperceptible su aumento, es producto a que
en suelos débilmente ácidos se forman compuestos de Zn, a
menor de este elemento pH menos soluble en el suelo y menos
disponible para las plantas.
Por el contrario en el caso del Cromo (Cr), elpH alto desfa-
vorece su solubilidad, razón por la cual el cromo es dependien-
te directo con el pH, No obstante, este elemento tiene baja mo-
vilidad y su disponibilidad es limitada. (ver en página siguientes
Figuras 5a, 5b y 5c).
Los porcentajes de Materia Orgánica (MO) en los suelos
estudiados varían de 0,5% a 7,85%. Se observa que al aumen-
tar su porcentaje, hay un leve aumento del contenido del Plomo
(Pb), esto se debe a que la materia orgánica y coloide inorgá-
nica, aumenta la interacción con el suelo; los coloides inorgáni-
cos tienen una fuerte interacción con este metal.
En el elemento Cromo (Cr) y Zinc (Zn) hay una notable dis-
minución del contenido del metal a medida que el porcentaje de
materia orgánica aumenta. La materia orgánica del suelo tiene

148
ECONOMÍA POPULAR

gran cantidad de grupos funcionales (COO-, OH, C=C, COOH,


SH, COOH) que adsorben los iones metálicos debido a su alta
afinidad, formando complejos estables, llamados quelatos. En
general, las plantas no absorben complejos metálicos grandes
por lo que su biodisponibilidad disminuye, sin embargo, pue-
den existir compuestos orgánicos solubles asociados a los me-
tales pesados, como se presentan en los gráficos.

Figura 5a: Comportamiento del pH en presencia del Plomo.

Figura 5 b: Comportamiento del pH en presencia del Zinc.

149
ECONOMÍA POPULAR

Figura 5 c: Comportamiento del pH en presencia del Cromo.

Figura 6 a: Comportamiento del % M.O en presencia del Plomo.

Figura 6 b: Comportamiento del % M.O en presencia del Zinc


.

150
ECONOMÍA POPULAR

Figura 6 c: Comportamiento del % M.O en presencia del Cromo.

La conductividad eléctrica C.E (dS/m), de estos suelos, está


relacionada con la concentración de sales solubles va de baja
a muy alta, con un rango 0,27 a 0.93 C.E (dS/m); cabe aclarar
que una conductividad eléctrica baja facilita el manejo de la
fertilización y evitan problemas por fitotoxicidad en el cultivo;
en la cuantificación de los contenidos de metales pesados en
suelo, refleja que a más conductividad es más alta la presencia
de Plomo (Pb) y Zinc (Zn), En presencia del Cromo a más con-
ductividad eléctrica disminuye el contenido de Cromo, como se
observan en los gráficos.

Figura 7 a: Comportamiento de C.E. en presencia del Plomo.

151
ECONOMÍA POPULAR

Figura 7 b: Comportamiento de C.E. en presencia del Zinc.

Figura 7 c : Comportamiento de C.E. en presencia del Cromo.

Los porcentajes de arcilla presenten en suelo varían entre


10,00 y 36,00. La mayor parte de las arcillas se caracterizan
por tener cargas eléctricas principalmente negativas en su su-
perficie. Estas cargas son responsables de la CIC del suelo,
constituyen un freno al movimiento de los cationes metálicos en
la solución del suelo, hacen que los metales permanezcan por
más tiempo en el suelo y disminuyen su solubilidad y biodispo-
nibilidad. En este trabajo final los resultados en el porcentaje de
arcilla, dieron que a más porcentaje de arcilla tanto en presen-

152
ECONOMÍA POPULAR

cia del Plomo y Zinc, el contenido de ambos metales disminuyó,


no ocurrió en la misma forma en presencia del Cromo, como se
observan en los gráficos.

Figura 8 a: Comportamiento del % Arcilla en presencia del Plomo.

Figura 8 b: Comportamiento del % Arcilla en presencia del ZInc.

153
ECONOMÍA POPULAR

Figura 8 c: Comportamiento del % Arcilla en presencia del Cromo.

En los valores de CIC el rango fue de 10,40 meq/100 a 25,70


meq/100 es. La relación del contenido de metales con la CIC se
expresa en las figuras expuestas a continuación:

Figura 9 a: Comportamiento del CIC en presencia del Plomo.

154
ECONOMÍA POPULAR

Figura 9 b: Comportamiento del CIC en presencia del Zinc.

Figura 9 c: Comportamiento del CIC en presencia del Cromo.

155
ECONOMÍA POPULAR

Discusión

En la tabla a continuación se observa la relación de los conte-


nidos de metales pesados en el Partido de Avellaneda con los
niveles guía establecido en la legislación según usos.

Nivel guía
Metal Rango (µg/g suelo) Media D.E.
(µg/g suelo)

Cadmio 0,25-19,55 3 3,61 7,28

Plomo 36,35-327,85 375 111,55 102,03

Níquel 18,80-41,75 150 25,38 6,54

Cromo 0,95-156,3 750 63,34 50,6

Cobre 16,9-184,95 150 62,24 47,34

Zinc 73,25-270,05 600 174,46 61,08

Tabla 11: Rango de concentraciones profundidad 0-30 cm,


Nivel guía ley 24051, Valores medios, Desviación Estándar.

  Suelos (ug/g peso seco)

Metal Uso agrícola Uso residencial Uso industrial

Cobre 150 100 500

Níquel 150 100 500

Plomo 375 500 1000

Zinc 600 500 1500

Cromo 750 200 / 250 (831/93) 800

Tabla 12: Ley 24051 y decreto 831/93. Niveles guía para


suelos de metales pesados según la legislación argentina(ley
24051) decreto reglamentario 831/93 Anexo II Tabla 9

A los efectos de estimar el grado de enriquecimiento antró-


pico en metales pesados, tomando los valores máximos de las
muestras del Partido de Avellaneda, se ha comparado con los

156
ECONOMÍA POPULAR

datos de Lavado y Porcelli (2000), sobre los contenidos de base


o naturales de los suelos. Estos autores tomaron los datos de
suelos naturales en la zona periurbana a una profundidad varia-
ble comprendida entre 0,00 a 1,00 m, pertenecientes a suelos
clasificados como Argiudoles típicos y vérticos. Al comparar, se
observa que los suelos del Partido de Avellaneda, pertenecien-
tes a una misma clase taxonómica y a una profundidad seme-
jante, presentan un enriquecimiento significativo en los conteni-
dos de metales pesados, que es el siguiente:
En Suelos Argiudoles típicos.
w Cadmio (Cd), se encontraron en las muestras un enri-
quecimiento 24 veces más.
w Cromo (Cr), se encontraron en las muestras un aumento
12 más en su enriquecimiento.
w Cobre (Cu), con un aumento del 11 veces más.
w Níquel (Ni), con un aumento del 5 veces más.
w Plomo (Pb), con un enriquecimiento del 21 veces más.
w Zinc (Zn), con un aumento del 5 veces más.

En Suelos Argiudoles vérticos.


w Cadmio (Cd), se entraron en las muestras un enriqueci-
miento del 31 veces más.
w Cromo (Cr), un aumento del 5 veces más.
w Cobre (Cu), un aumento del 6 veces más.
w Níquel (Ni), con un aumento del 3 veces más.
w Plomo (Pb), con un aumento del 9 veces más.
w Zinc (Zn), con un aumento del 3 veces más.

Argiudoles Vérticos Argiudoles Típicos


PTE
Profundidad Profundidad Profundidad Profundidad
2,00 – 2,50 m 0,00 – 1,00 m 2,00 – 2,50 m 0,00 – 1,00 m
Cd 0,90 0,64 0,84 0,82

Cr 34,27 33,88 ND 12,81

157
ECONOMÍA POPULAR

Cu 33,93 32,67 22,10 16,45

Ni 18,60 15,23 ND 9,03

Pb 65,73 36,34 21,07 15,71

Zn 83,50 85,05 56,06 59,57

Tabla 13: Promedio de concentración en suelos (Lavado y Por-


celli, 2000). Promedio de concentración PTE en profundidad de
2,00- 2,50 y promedio de PTE a una profundidad de 0,00-1,00 (µg/g)

En otro estudio realizado sobre los niveles de plomo, cad-


mio, zinc y Cobre en suelos del área metropolitana y suburba-
na de Buenos Aires, trabajo realizado por (Llosa y Noriega,et
al.1990), se estimó el grado de contaminación por plomo, cad-
mio, zinc y cobre en muestras de suelo del área metropolita-
na y suburbana, situadas en las cercanías de industrias que
procesan plomo (I), de zonas de alto tránsito vehicular y sin
contaminación industrial (T) y de zonas sin apararente contami-
nación vehicular ni industrial (NC). Las zonas de extracción de
las mismas se dividen en tres categorías:
w Zonas linderas a industrias dedicadas al procesamiento
y/o recuperación de minerales de plomo (I), las mues-
tras se tomaron a una distancia de 100 m y sin tránsito
vehicular intenso.
w Áreas de extracción: Berazategui (una industria), Lanús
(tres industrias), Tigre (una industria).
w Zonas de alto tránsito vehicular y sin aparente contami-
nación industrial (Avenidas y autopistas) (T).

Estos autores tomaron las muestras a una distancia com-


prendida entre 1-2 m de la zona de circulación. Incluyen: Ca-
pital Federal (sobre avenidas), Quilmes (ruta N° 2), Ramos
Mejía (plaza), Vicente López (rutas Panamericana), Esteban
Echeverría (bosques de Ezeiza), La Matanza (terreno), La Pla-

158
ECONOMÍA POPULAR

ta (parque), San Isidro (terreno) y Tigre (terreno próximo al Rio


Luján).

Mínimo Máximo
Metal Mediana
µg/g µg/g
(NC)
Plomo 29,70 11,00 70,80
N=30
Cadmio 0,70 0,20 0,90
Zinc 52,50 10,90 139,20
Cobre 13,00 5,00 26,70
Plomo 298,50 112,20 884,5
(T)
Cadmio 0,90 0,50 2,20
N=30
Zinc 385,90 11,00 1.050,00
Cobre 39,00 10,40 110,70
Plomo 589,50 237,50 12.418,5
(I)
Cadmio 0,80 0,70 3,40
N=30
Zinc 360,00 205,00 3.400,00
Cobre 57,60 19,60 1.467,50

Tabla 14: (NC): Si aparente contaminación. (T): Transitada.


(I): Industrial. Concentraciones de plomo, cadmio, zinc, cobre,
en muestras de suelo del área metropolitana y suburbana de
Buenos Aires.

Comparando con el trabajo de (Llosa y Noriega, 1990), so-


bre los suelos de áreas metropolitanas y suburbanas de Buenos
Aires, se pueden establecer las siguientes relaciones:

w Comparando con las concentraciones máximas de los


suelos del Avellaneda con las concentraciones de las
áreas Industriales (I) de Llosa y Noriega, en muestras
de las industrias que realizan procesamientos o recupe-
ración de minerales, se encontró que en Plomo (Pb), en
Zinc (Zn) y Cobre (Cu), los valores en las concentracio-
nes encontrados en el Partido de Avellaneda, son bajas,
sin embargo con respecto al Cadmio (Cd) su aumento
fue 575 veces más.

159
ECONOMÍA POPULAR

w En las áreas (T), Transitada, en Plomo (Pb) y en Zinc


(Zn), los valores en las concentraciones encontradas en
Avellaneda, son menores, entre 37 veces menor en Plo-
mo y 25 veces menor en Zinc, por otro lado en Cadmio
(Cd) y en Cobre (Cu),los valores aumentaron entre 888
y 167 veces respectivamente.
w Espacios sin aparente contaminación industrial ni vehi-
cular (NC), con respecto a los valores encontrados en
Avellaneda el Plomo (Pb) aumento 463 veces, Zinc (Zn)
194 veces más, en Cobre (Cu) 692 veces más y en cad-
mio (Cd) 2.172 veces más.

Comparando con el trabajo de Manassero et al. (2013), so-


bre los metales pesados en suelos de la planicie costera del Río
de La Plata, en los partidos de Ensenada, Gonnet y Berisso, se
encontraron los siguientes valores y se realizaron las siguientes
comparaciones.

En la llanura de fango, área baja, en el horizonte superficial


media se encontró valores:
w Cobre (Cu), son 560 veces menos en su concentración
comparado con los del Partido de Avellaneda; en Plomo
(Pb) 1490 veces menos y en Zinc (Zn) 314 veces menos
correspondientes al horizonte superficial parte media.

En el horizonte inferior de la llanura se encontró:


w En Cobre un aumento de 382 veces menos, en Plomo
1.821 veces menos de aumento; en Zinc 252 veces me-
nos de aumento en las concentraciones.

En la radio provincia en el horizonte superficial se encontra-


ron aumentos significativos:
w En Cobre 577 veces menos, en Plomo 1639 veces me-
nos y en Zinc 230 veces menos de aumento en los sue-
los de Avellaneda. En el horizonte inferior los aumentos

160
ECONOMÍA POPULAR

en Cobre 430, en Plomo 2.410 y en Zinc 216 veces me-


nos de aumento en las concentraciones.

En las muestras de Punta Lara en el horizonte superficial del


perfil a, se encontraron aumentos:
w En Cobre de 637; en Plomo 1214; en Zinc 223 veces
menos en las concentraciones respectivamente.

En el horizonte inferior del perfil a, se encontraron aumentos:


w En Cobre 471; en Plomo 1884, en Zinc 176 veces me-
nos en sus concentraciones.

En el perfil b superficial, se mostraron aumentos:


w En Cobre 637; en Plomo 1.425; en Zinc 228 veces me-
nos en sus concentraciones. Siguiendo en el mismo
perfil b, en el horizonte inferior, en Cobre 276; en Plomo
799; en Zinc 151 veces menos respectivamente.

En el perfil c en el horizonte superficial, los aumentos fueron:


w En Cobre 377; en Plomo 585; en Zinc 209 veces menos en
sus concentraciones. En el perfil c en el horizonte inferior,
en Cobre 506; en Plomo 1024, en Zinc 162 veces menos
en sus concentraciones de los suelos de Avellaneda.

En el perfil e en el horizonte superficial se encontraron aumentos:


w En el Cobre 271; en Plomo 425; en Zinc 120 veces me-
nos de aumento respectivamente. Siguiendo en el perfil
e del horizonte inferior en Cobre 451; en Plomo 555; en
Zinc 162 veces menos en sus concentraciones de los
suelos de Avellaneda.

En la Zona Industrial los valores encontrados en el horizonte


superficial fueron:
w En Cobre 377 veces menos; en Plomo 585 veces me-
nos; en Zinc 209 veces menos respectivamente. En el

161
ECONOMÍA POPULAR

horizonte inferior de la misma zona los aumentos fueron


en Cobre 506 veces menos; en Plomo 1.024 veces me-
nos; en Zinc 162 veces menos.

En la Llanura Aluvional, los valores en el horizonte superfi-


cial se encontraron aumentos:
w En Cobre 119; en Plomo 244 veces menos; en Zinc 162
veces menos. En el horizonte inferior los valores en Co-
bro 342; en Plomo 585; en Zinc 122 veces menos com-
parando con los valores del Partido de Avellaneda.

En la muestra 1 de la Isla Paulino, en el horizonte superior


se encontraron valores:
w En Cobre 646; en Plomo 2.307; en Zinc 3.234 veces me-
nos en sus concentraciones. En el horizonte inferior en
Cobre 662; en Plomo 2.307; en Zinc 3.253 veces menos
en sus concentraciones.

En la muestra 2 de la Isla Paulino, en el horizonte superior,


hubo aumento:
w En Cobre 514 veces menos, en Plomo 1.463 veces me-
nos comparados con los valores de los suelos de Avella-
neda. En el horizonte inferior de las muestras, se encon-
tró en Cobre 561 veces menos de aumento, en Plomo
1.627 veces menos de aumento y en Zinc 2.126 veces
menos, comparando con el suelos de Avellaneda.

En la muestra 3 de la Isla Paulino, se obtuvo en el horizonte


superior un aumento de:
w 5474 veces menos en Cobre, 2049 veces menos de au-
mento en Plomo, y 3375 en Zinc, comparando las mues-
tras de los suelos de Avellaneda. En el horizonte inferior
de la mismas muestras se obtuvo en Cobre 379 veces
menos, en Plomo 1256 veces menos, en Zinc 1942 ve-
ces menos de aumento.

162
ECONOMÍA POPULAR

Siguiendo en la llanura aluvional, en las muestras pertene-


cientes a la playa Bagliardi, se encontró en el horizonte superior:
w En Cobre 529 veces menos en comparación con los
suelos de Avellaneda, en Plomo 1743 veces menos, en
Zinc 1.956 veces menos de aumento. En el horizonte
inferior, en Cobre 416 veces menos de aumento, en Plo-
mo 1.51 veces menos de aumento, en Zinc 1543 veces
menos en comparación con los suelos de Avellaneda.

En las muestras de La Balandra, siguiendo en la llanura alu-


vional, en el horizonte superficial:
w En Cobre se encontró 386 veces menos, en 1.130 me-
nos y en Zinc 1194 veces menos comparando con los
suelos de Avellaneda. Siguiendo con las muestras de
La Balandra, pero en el horizonte inferior, se encontró
que en Cobre fue de 401 veces menos, en Plomo las
muestras fueron 1431 veces menos que las concentra-
ciones encontradas en los suelos de Avellaneda.

Conclusiones

Se han estudiado las concentraciones de metales pesados en


suelos del Partido de Avellaneda. Por lo tanto se han muestrea-
do suelos localizados en diferentes ambientes y con variado
grado de alteración antrópica. En todos los casos se ha verifi-
cado la existencia de una concentración anómala de metales
pesados, si bien sin superar en muchos casos las normativas vi-
gentes. Estas concentraciones se deben exclusivamente a fac-
tores antrópicos estrechamente relacionados con los usos de la
tierra. Al relacionar los contenidos de metales con propiedades
específicas de los suelos se observa que el comportamiento de
los metales considerados difiere entre sí. En líneas generales el
Pb muestra un comportamiento diferente a los otros. Asimismo
se han comparado los resultados obtenidos con suelos natura-
les semejantes ubicados en zonas no urbanas y con trabajos

163
ECONOMÍA POPULAR

seleccionados que analizan los contenidos de metales en la Re-


gión Metropolitana Bonaerense y Gran La Plata.
Teniendo en cuenta las contracciones límite de elementos
tóxicos potenciales para los suelos del Partido de Avellaneda
se concluye que los valores críticos de los elementos, Níquel,
Zinc, Plomo, Cobre y Cadmio en los horizontes seleccionados
de 0 a 30 cm, dependerá del uso que se quiera dar al suelo.
Asimismo los valores encontrados en el metal Cobre (Cr), para
el uso agrícola y residencial según la Ley 24051, el suelo está
contaminado para ese uso específico ya que el valor máximo
es de 184,95 ug/g; sin embargo los valores encontrados en los
metales Niquel (Ni), Zinc (Zn) y Cromo (Cr), no superan las nor-
mas vigentes. En el caso del metal Plomo (Pb), se encontraron
valores máxmos de 327,85 µg/g, los mismos no superan los
valores guía. El Cu y el Pb tienen una movilidad baja en el sue-
lo,sin embargo los indices de contaminacion comparando con
los trabajos bibliográficos anteriores es alarmante.
Debe tenerse en cuenta que la AUP (agricultura urbana y
periurbana) presenta riesgos para la salud debidos en parte
a las condiciones ambientales en las cuales se desarrolla, lo
que implica realizar un seguimiento a largo plazo de los impac-
tos sobre la salud de los diferentes tipos de la AUP bajo diver-
sas condiciones medioambientales. La planificacion y puesta
enpráctica de las soluciones a estos problemas requiere un
enfoque multidisciplinario y participativo, con una estrecha co-
operacion entre las autroridades sanitarias, agrónomos, plan-
ificadores de utilizacion de tierras y autoridades municipales.

164
ECONOMÍA POPULAR

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TELETRABAJO HOY. Actualidad y desafíos
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TELETRABAJO HOY. Actualidad y desafíos
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