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Causa de Trastornos Generalizados
Causa de Trastornos Generalizados
Factores psicosociales
y episodios bipolares
Aunque por lo general el trastorno bipolar se considera un trastorno con bases biológicas,
los factores psicosociales juegan un papel
tanto como desencadenantes de nuevos episodios como en la prevención de éstos. Aun
cuando los pacientes reciben la mejor farmacoterapia los porcentajes de recaída son altos.
Varían desde 40% en
el primer año después de terminado un episodio, hasta 73% durante los cinco años
posteriores (Gitlin y cols., 1995). Aunque no haya una recaída, por lo menos la mitad de los
pacientes no funcionan
tan bien como lo hacían antes del primer episodio, debido a que todavía tienen algunos
síntomas. Sólo 20% desempeña su trabajo tan bien como lo hacían antes. El porcentaje de
divorcio es alto entre
los pacientes bipolares, y con frecuencia sus hijos tienen problemas
de ajuste (Miklowitz y Alloy, 1999). Otro riesgo de los pacientes
bipolares es el suicidio. El porcentaje de suicidio en este grupo es mucho mayor que el que
predomina en la población normal.
Estresores ambientales En ocasiones, los estresores ambientales pueden ser importantes
para desencadenar ya sea el primer episodio maníaco o episodios adicionales maníacos en
una
persona vulnerable. Un estudio descubrió que dos terceras partes
de los episodios maníacos que los pacientes experimentaron fueron
precedidos por algún tipo de estrés de vida (Ambelas, 1987). Aunque muchos de los
estresores que pueden causar un episodio maníaco involucran relaciones con otras
personas, en ocasiones un suceso
ambiental como un tornado, un huracán o una inundación puede
ser el desencadenante. Es más probable que los episodios maníacos
o hipomaníacos aparezcan después de estresores que desorganizan
el ciclo sueño-vigilia de una persona, así como que los síntomas
depresivos se presentan después de eventos de pérdida (Malkoff Schwartz y cols. 1998).
Los eventos estresantes también pueden causar un episodio
maníaco en personas con antecedentes de episodios maníacos o
trastorno bipolar. Por ejemplo, cuando un fuerte huracán golpeó a
Long Island, Nueva York, en 1985, hubo un aumento dramático de
episodios maníacos entre los pacientes que fueron tratados por trastorno bipolar (Aronson y
Shukla, 1987). Toda las personas que recayeron ya habían tenido un alto nivel de estrés en
sus vidas, y la
mayoría de ellas no tenían el apoyo social que significa una relación
cercana y de confianza. Para cada una de estas personas, el huracán
tuvo como resultado estrés adicional, además del estrés mismo de
la tormenta. Dos personas tuvieron que mudarse a la casa de sus padres, donde había un
alto nivel de tensión; otra persona fue a un
refugio temporal donde no conocía a nadie; y otro más destruyó el
automóvil nuevo de su novio durante la tormenta, lo que provocó que su relación se
deteriorara. Existe la necesidad de realizar
nuevos estudios sobre la interacción entre la vulnerabilidad genética al trastorno bipolar y
los factores ambientales estresantes.
Estresores familiares Los eventos positivos y negativos en
las relaciones pueden ser importantes en el desarrollo de síntomas
bipolares. La mayoría de las personas que padecen trastorno bipolar tienen escaso apoyo
social (S.L. Johnson y cols., 1999). A pesar
de que no están experimentando un episodio de manía o depresión,
las personas con este trastorno reportan tener menos contacto con
sus amigos que un grupo de control o un grupo de personas con depresión unipolar.
Desafortunadamente, la naturaleza episódica del
trastorno bipolar puede hacer que el apoyo social sea más necesario. Aunque en este
estudio el apoyo social no parece reducir el estrés de vida, las personas que tuvieron un
apoyo social más alto se
recuperaron con mayor rapidez de los episodios de depresión o manía que experimentaron
y su episodios de depresión posteriores tendieron a ser menos graves,en comparación con
quienes contaban
con un apoyo social escaso. En particular, las interacciones y actitudes familiares negativas
predicen un porcentaje mayor de recaída
en pacientes bipolares (Hooley y Hiller, 2001).
Tanto la manía como la depresión grave pueden hacer más
estresantes las relaciones familiares. Además, la naturaleza episódica del trastorno bipolar
dificulta saber lo que sucederá después.
La manía puede ser difícil de tolerar: “Ninguna otra dificultad, ni
siquiera el homicidio en la familia, tiene una probabilidad tan elevada de provocar un caos
familiar, ni tan alta probabilidad de que
la familia no pueda tolerar al paciente y abandonarlo” (Lansky,
1988, p. 216). Vivir con una persona que experimenta episodios depresivos también es
estresante.
Enfoques psicológicos de pacientes
bipolares y sus familias