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¿POR QUÉ DIOS

Job 1:6-12
PERMITE EL
SUFRIMIENTO?

ÉNFASIS: La soberanía de Dios


Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos
más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que
vuestros pensamientos (Isaías 55:9).

OBJETIVO
Exponer las explicaciones sobre la realidad el mal y enfocar
la perspectiva bíblica para reafirmar la bondad de Dios.

INTRODUCCIÓN
La existencia del mal en el mundo es el asunto más irritante, mental,
moral y emocionalmente. Cuando contemplamos el mundo
alrededor nos vemos en la necesidad de buscar una explicación a
tanto dolor injusto. La explicación que demos a este tema
manifiesta nuestra idea de Dios. Para muchos, el dilema teológico se
da en las variantes que combinan el poder y la bondad de Dios: «Si
Dios fuera bueno, hubiera querido hacer a sus criaturas
perfectamente felices, y si Dios fuera todopoderoso, hubiera sido
capaz de hacer lo que él quería. Pero las criaturas no son felices.
Por lo tanto, Dios carece o bien de bondad o bien de poder o de
ambos» (C.S. Lewis. El problema del dolor. Ed. Caribe, 1977,
Miami).
En otras palabras, si Dios es como dice ser, debería poder y querer
crear ese tipo de mundo, una vida sin sufrimiento. Pero, este supuesto
no es válido desde la lógica divina. Si para Dios es necesaria la
existencia del libre albedrío, entonces no “podría” hacer un mundo
donde obligue a las personas a realizar cada acción. Es lógicamente
imposible obligar a alguien a hacer algo libremente. Es tan ilógico como
un soltero casado o un triángulo circular. El hecho de que Dios sea
todopoderoso, no im- plica que pueda crear algo lógicamente
imposible. En su omnisciencia
¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL SUFRIMIENTO?

y soberanía decidió crear este mundo que vivimos con los márgenes
de libre albedrío, con todo el bien que observamos en él e implique,
para nosotros, aceptar las circunstancias de sufrimiento que
padecemos.
Otro planteamiento afirma que si Dios es amor prefiere un mundo
sin sufrimiento. Sin embargo, cuestionamos que realmente sea así.
Porque, Dios podría tener razones primordiales para permitir el sufri-
miento en el mundo, por ciertas intenciones: en nuestra vida, existen
situaciones en las que permitimos el dolor para producir un bien
mayor. Por otro lado, determinados bienes como las virtudes
morales, solo pueden lograrse a través de la colaboración libre de
las personas, y es factible pensar que este mundo con sufrimiento
tiene mejores resultados en este aspecto que un mundo sin
sufrimiento. Podemos afirmar que Dios y el sufrimiento son
lógicamente consistentes. Hay dos declaraciones al respecto: Dios
no pudo haber creado otro mundo que contuviera el mismo bien
pero menos sufrimiento y Dios tiene buenas razones para permitir
el sufrimiento que existe.
Dadas nuestras limitaciones y la complejidad de la vida, la verdad
es que no estamos en condiciones de juzgar si Dios tiene razones
suficientes para permitir que se den momentos de sufrimiento. De-
bemos considerar que cada evento ocurrido, inicia una cadena de
efectos a través de la historia, de tal manera, que las razones morales
suficientes que Dios pueda tener para permitir que un mal ocurra,
podrían no emerger mucho tiempo después. Solo un Dios omnis-
ciente puede aprehender las complejidades de dirigir un mundo de
personas libres hacia sus objetivos previstos.

ANÁLISIS
I. La realidad del sufrimiento se puede explicar desde
diferentes perspectivas
Los textos bíblicos ofrecen diferentes planteamientos:
1. Sufrimos porque recibimos lo que merecemos. Se afirma
que todas las desgracias provienen de castigos a
nuestros pecados. Isaías 3:10-11; Génesis 38:7;
Proverbios 12:21. Dios da a los hombres lo que se
merecen. ¿Se puede con- siderar como un absoluto de
todo sufrimiento? ¿Se ajusta siempre a los hechos? Job
1:6-12. ¿Podemos aplicarlo en nosotros de la misma
manera que lo hacemos en otros?
2. El sufrimiento es temporal, el plan divino es justo en su
resultado final. Salmo 92:5-7, 12-15. Dios tiene sus razones
que no entendemos. Puede ser el mejor momento para
que alguien deje este mundo, o para evitar algo malo a
largo plazo, u otros fines. ¿Es fácil tener la perspectiva del
futuro en el sufrimiento? ¿Por qué?
3. El sufrimiento tiene un propósito educativo: para corregir
lo defectuoso en el ser humano o para adquirir las virtudes
morales que faltan. Podemos pensar que algún día com-
prenderemos que fue para nuestro bien, Proverbios 3:12.
Se dice que Dios nos lastima con el fin de ayudarnos, pero
también lo controla, ya que no exige más de lo que
podemos soportar. Considere la respuesta de David a su
reprensión en el Salmo 51. ¿Por qué, generalmente,
rechazamos la disciplina de la fe? ¿Cuáles son los
pensamientos que sobresalen en Hebreos 12:3-11?
4. El sufrimiento nos libra de un mundo de dolor y nos
conduce a uno mejor. ¿Cómo se pueden mal interpretar
las palabras de Pablo en Filipenses 1:21-24? Esta
explicación puede ser utilizada para justificar los abusos
como excusa, para no transformar las injusticias con los
dones y la fuerza que Dios nos ha dado. no podemos decir
que todo sufrimiento sea causado directamente por Dios,
aunque su existencia sí se ajusta a su voluntad; no lo
causa, pero lo permite.

II. No estamos en condiciones de decir que Dios carezca de


buenas razones para permitir el sufrimiento en el mundo.
Cierto que mucho sufrimiento parece injustificado, no le vemos
sentido ni necesidad.
1. Dios ve el final de la historia desde el comienzo, y ordena
providencialmente los hechos para que lleguen a un final
que Él desea, a través de las acciones libres de los
hombres. Los seres humanos somos limitados en
inteligencia, en espacio y en tiempo. Revise Isaías 55:6-9.
¿Tenemos garantía para pensar que, porque el sufrimiento
parezca injustificado y sin sentido, lo sea de verdad?
¿Puede Dios, para un final de acuerdo a Sus objetivos,
admitir el sufrimiento en el camino?
2. Un bien a corto plazo puede, a largo plazo, conducir a un su-
frimiento indecible, mientras que ciertas acciones que parecen
desastrosas en un principio pueden resultar ser una
bendición. Dado que no tenemos ni idea de qué es lo que
traería mayor felicidad al mayor número de personas, esta
opción es total- mente inútil para decidir opciones morales.
Considere cómo ve José el desarrollo de su vida (Génesis
50:20). ¿Podemos confiar en los propósitos de Dios para
nuestra vida?

III. La fe cristiana entraña doctrinas que nos ayudan a


entender porque Dios permite el sufrimiento.
Recordemos algunas de estas doctrinas.
1. El propósito principal de esta vida no es la felicidad, sino el
conocimiento de Dios. Mucho del sufrimiento en el mundo
resulta inútil en relación a producir felicidad en esta vida, pero
puede no ser inútil en relación a dar lugar a un conocimiento
más profundo de Dios. Habacuc 2:14; Juan 17:3. ¿Qué es lo
más relevante para el creyente? ¿Puede, el conocer a Dios,
hacernos felices? Para que el propósito de Dios sea
conseguido a través del sufrimiento dependerá de cómo
respondamos a él. En Marcos 13, compare los versos 5-6 con
20-21. ¿Respon- demos con ira y amargura hacia Dios o
recurrimos a Él con fe, para pedir fortaleza y poder para
soportar la situación? El propósito de la vida humana es el
reino de Dios. El deseo de Dios es atraer el mayor número
de personas posible, libre- mente, hacia su Reino, y pudiera
muy bien darse el caso, de que el sufrimiento sea parte de
los medios por los que Dios atrae al ser humano en libertad
a su Reino.
2. La humanidad vive en estado de rebelión contra Dios y
sus propósitos. En lugar de someterse a Él y adorarle, la
gente se rebela contra Dios para seguir su propio
camino, con lo que se alejan de Él, buscando a tientas en
su oscuridad espiritual y persiguiendo falsos dioses de su
propia crea- ción. Las Escrituras nos indican que Dios ha
renunciado al hombre que libremente ha elegido optando
por el pecado, no interfiere para detenerlo y permite que
la depravación humana siga su curso (Romanos 1:24,
26, 28). ¿Cuánto
del sufrimiento lo causamos los seres humanos?
¿Debería Dios acabar con los malvados ahora?
¿Podemos hacer el bien en un mundo de malvados?
3. El propósito de Dios no se limita a esta vida, sino que va
más allá de la tumba, hacia una vida eterna. Dios promete
vida eterna a aquellos que depositan su confianza en Cristo
como Salvador y Señor. Cuando Dios pide a sus hijos que
soporten el sufrimiento en esta vida, es con la perspectiva
de un gozo que viene de Dios y una recompensa que van
más allá de toda comprensión. Considere la experiencia de
Pablo, 2 Corintios 6:4-5, ¿qué le hizo soportar el
sufrimiento?
¿Dónde estaba la mirada del apóstol (2 Corintios 4:16 18)?

APLICACIÓN
Con base en el modelo de Jesús ¿Con cuáles de las siguientes de-
claraciones estamos de acuerdo?
1. El sufrimiento es parte de la vida, es la expresión de lo frágil y
efímera que es la existencia humana.
2. El sufrimiento no ocurre como castigo directo de un Dios quien
es toda bondad.
3. El hombre es la máxima expresión de la creación de Dios, Él no
es el perseguidor permanente del hombre.
4. Dios nos puso en un mundo que está en proceso, Él no controla
cada movimiento de todos los seres humanos, sino que sostiene
el mundo y da libertad relativa al ser humano; dentro del marco
de la vida existe la posibilidad de la muerte y sus
manifestaciones.
5. Dios no quiere la destrucción del hombre, no se alegra cuando al
hombre le va mal, a Dios le duele nuestro dolor, es un Padre
cariñoso, Él se comprometió con nosotros, hasta lo más profundo
de su ser.
6. Dios está allí, junto al hombre sufriente, junto al quebrantado por
las situaciones de la vida.

CONCLUSIÓN
Los sufrimientos en esta vida no pueden siquiera compararse. Por ello,
la persona que conoce a Dios, no importa lo que sufra, no importa cuán
terrible pueda ser su dolor, puede aún decir honestamente: “Dios es
bueno conmigo”, simplemente en virtud del hecho de que él conoce a
Dios, un bien inconmensurable. Aunque él me matare, en él esperaré
(Job 13:15).
LECCIÓN 2

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