Literatura del Mundo Antiguo Práctica 1

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“Le hizo (sc. Príamo a Pentesilea) hermosos y ricos regalos y prometió darle otros
muchos, si defendía a los diezmados troyanos. Ella se comprometió a hacer lo que
ningún mortal podía esperar, matar a Aquiles, destruir el vasto ejército de los argivos
y arrojar fuego por encima de sus naves. ¡Infeliz!, pues no sabía cuánto mejor que
nadie era Aquiles, experto en el manejo de la lanza, en la pelea destructora de
hombres“. [Q.S.1.91-97]

“Pero no por ello cesaba el gran furor de Pentesilea, sino que, como salta una leona en las
altas montañas sobre vacas tras atravesar un valle de abruptas rocas, ávida de la sangre
que le reconforta el corazón, saltó sobre los dánaos la hija de Ares [...] ella en su
persecución diezmaba las falanges de los dánaos y los amenazaba con gran orgullo en su
corazón: ‘¡Perros! ¡Cómo vais a pagar hoy la funesta afrenta que habéis hecho a Príamo!
Nadie escapará a mi fuerza y no podrá ser la alegría de sus padres, hijos y esposas. Al
morir seréis pasto de las aves y fieras y ni tumba de tierra habrá para vosotros. ¿Dónde
está ahora la fuerza del Tidida? ¿Dónde la del Eácida? ¿Y dónde también la de Áyax? Pues
se dice que son los mejores, pero no se atreverán a combatir contra mí, no sea que de sus
miembros exánimes les arrebate el alma’”. [Q.S.1.314-318, 324-334]

“Después de hablar así (sc. Aquiles) se lanzó blandiendo en su fuerte mano la larga lanza,
asesina de hombres, fabricada por Quirón. De inmediato hirió bajo el seno derecho a la
belicosa Pentesilea. Su negra sangre corría a borbotones; en seguida se le desplomaron
los miembros y saltó de su mano el gran segur. La noche oscureció sus ojos y en sus
entrañas penetró el dolor. [...] Le atacó, lleno de cólera, el hijo de Peleo y de repente la
traspasó juntamente con el cuerpo de su caballo de tempestuoso casco. [...] Ella al instante
se mezcló con el polvo y con la muerte”. [Q.S.1.592-598, 611-612 y 621-622]

“Después de hablar así el hijo de Peleo le sacó la lanza a la terrible Pentesilea y a su

veloz caballo, que todavía palpitaban abatidos por una sola lanza. Le quitó de la cabeza
el casco brillante como los rayos del sol o como el resplandor de Zeus. Ésta, incluso
tumbada en el polvo y en la sangre, mostraba bajo sus encantadoras cejas una hermosa
faz, a pesar de estar muerta. Los argivos la rodearon y, al verla, se quedaron
maravillados, porque se parecía a los bienaventurados. Yacía en el suelo entre sus armas
semejante a la invencible Ártemis, hija de Zeus, mientras duerme cuando tiene agotados
sus miembros de tanto perseguir velozmente leones en las altas montañas. La hizo así
tan atractiva en su muerte Cipris de hermosa corona, ella misma, la novia del fuerte
Ares, para causar aflicción también al hijo del irreprochable Peleo. Muchos desearon, de
regreso a sus casas, poder dormir en el lecho junto a una esposa tal cual. Pero
especialmente Aquiles se sentía sin cesar atormentado en su corazón, porque le quitó la
vida en vez de conducirla como divina esposa a Ptía, rica en potros, pues su estatura y
su figura eran tan intachables que se asemejaba a las inmortales”. [Q.S.1.667-672]

“¿Por qué te extrañas si una mujer trastorna mi vida y arrastra a un hombre sujeto
a su voluntad, e inventas contra mí vergonzosas acusaciones de que soy un cobarde
porque no puedo romper las cadenas y quebrantar el yugo? [...] En otro tiempo la
amazona Pentesilea desde su caballo se atrevió a atacar con flechas los navíos griegos;
y después que el dorado casco desnudó su frente, venció al héroe vencedor la
deslumbrante hermosura”. [Prop.3.11.1-4, 13-16]
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1 PRESENTACIÓN
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2 DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN
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3 DESCRIPCIÓN DE LOS TEXTOS

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4 ANÁLISIS
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5 VALORACIÓN
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6 CONCLUSIONES
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