Vacío Existencial

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Vacío existencial.

Desde mi punto de vista el vacío existencial es la frustración de no haber logrado


algo, se pueden conocer las razones o no; es esa sensación de que algo falta en nuestra
vida… Es perder el sentido de ésta.

Cuando se pierde el sentido de la vida el personaje en cuestión empieza a


cuestionarse acerca de todo, hay algo que falta y sin ese algo nada puede estar
completamente bien. Las personas desde que tenemos capacidad de consciencia le
buscamos un sentido a la vida, pero hay un punto en el que si bien se tiene todo lo básico
llega un vacío, tenemos todo, pero falta algo, algo que no es material algo necesario para
darle sentido a nuestra vida, un porqué, un motivo para vivir. Y es en esta situación en la
que empezamos a cuestionarnos ¿Para qué estoy aquí? ¿por qué estoy aquí? ¿cuál es el
propósito? ¿Cuál es mi motivo? Y se puede caer en el conformismo o en el totalitarismo
que es donde hacemos todo lo que los demás hacen o nos resignamos a lo que los otros nos
dicen que hagamos respectivamente. Las personas pueden pasar así su vida resignados y al
final darse cuenta de que nunca llegaron a la autorrealización como seres humanos, nunca
hicieron nada por sí mismos, que siempre estuvieron ligados a otros y no se dieron un
espacio y una oportunidad de descubrir su sentido.

Caer en el vacío existencial puede ser electivo, es decir, las personas a veces se
encierran en sí y lo único que hacen es pensar en que no hay una salida, se convencen y
finalmente se resignan a su manera… Esto puede llegar al punto del suicidio, pero entre
más se entregue la persona a lo que hace, a quien ama etc. Más cerca de su autorrealización
estará porque empieza a buscar el sentido fuera de sí, en lo que lo rodea.

Al llegar a este vacío existencial, esta falta de sentido de la vida sin conocerse ese
algo que falta para estar completos se puede caer en la agresividad que es un producto
directo de la ansiedad y el deseo de conocer lo que nos falta, es la frustración de no poder
llegar a ese algo la raíz de la agresividad, entonces lo biológico pasa a un segundo plano.
Pero no somos víctimas de la agresión, somos conscientes de ella a tal punto de que
podemos controlarla, es aquí donde la intencionalidad juega un papel fundamental,
entonces transformamos esa agresividad en odio que es lo contrario a la agresividad. Haré
énfasis en el siguiente fragmento:

“Haríamos, por ejemplo, muy escasa justicia a los luchadores de la resistencia contra el
nacionalsocialismo, si los consideráramos como meras víctimas de un “potencial
agresivo” que, más o menos fortuitamente, se habría dirigido contra Adolf Hitler. En el
fondo, no combatían contra él, sino contra el nacionalsocialismo, es decir, contra un
sistema. No combatían una persona, sino un “objeto”. Y, en el fondo, sólo somos
realmente humanos cuando alcanzamos a ser, en este sentido, “objetivos”. Sólo cuando a
partir de esta objetividad somos capaces no sólo de vivir por una cusa sino también de
morir por ella.

Mientras la investigación de la paz se limite a interpretar la agresividad como fenómeno


subhumano y no extienda su análisis al fenómeno humano del “odio” estará condenada a
la esterilidad” (Frankl, 2003).

Esto me llamó bastante la atención porque quiere decir que parte de la


autorrealización está en llegar a la objetividad, cuando llegamos a ese punto llegamos a ser
realmente humanos y es donde se encuentra el sentido, sintiéndonos realmente humanos
aunque para muchos otros sea distinto y su sentido no esté en sentirse humanos, por otro
lado cuando se habla de la investigación de la paz me gustaría resaltar que nuestra
naturaleza parte e no saber aceptar nuestros problemas, tratan la agresividad transformada
en odio como algo externo y realmente es algo que llevamos dentro, algo muy humano y
con lo que junto con muchas otras cosas conformamos un todo así que no tiene sentido
seguir negando nuestra naturaleza si realmente se quiere llegar a algo.

Por otro lado, también se puede llegar a llenar el vacío existencial con la
proliferación del acto sexual. Esta proliferación se da cuando se le da un falso sentido a la
vida y se encuentra en esto felicidad momentánea demostrándose a sí mismos creyendo
demostrar al otro que tiene poder, que es muy capaz entonces es algo de lo que no se puede
salir por el mismo placer y satisfacción que esto genera, cada vez ha de ser más y
refiriéndome al texto se puede comparar con una inflación. Claro que como lo mencione
anteriormente es algo momentáneo, al finalizar cada acto el vacío que se siente es aún peor
que el que se tenía antes y esto se debe a la ausencia del factor humano: el amor. Si el acto
se realiza sólo porque sí no llegará ni a compararse con el placer de realizarlo con una
persona que en realidad ame.

Nadie puede decidir cuál es el sentido de la vida del otro, pero sí puede instruirlo, es
decir, no se puede dar un qué, pero sí un cómo. El sentido no se da ni se inventa, se
descubre, aunque nadie pude decirle a otro si está en lo correcto o no y ese alguien tampoco
puede saber si realmente encontró el sentido o sigue estando equivocado, sólo queda la
certeza de la consciencia despierta que fue capaz de salir del totalitarismo y el conformismo
para buscar un sentido por sí mismo.

Finalmente concluyo que el sentido está presente en todas las situaciones que se nos
presentan a diario, encontrarlo y descubrirlo es nuestro deber porque el sentido está ahí,
siempre hay un porqué, un motivo, una razón para todo y son esas pequeñas cosas con
sentido las que nos ayudan a encontrar el sentido de la vida.

Bibliografía

Frankl, V. (2003). Ante el vacío existencial. Barcelona: Herder.

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