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Dedicado al entusiasmo y a la pasión

con las que miles de personas se


enfrentan al mundo haciendo de él un
lugar extraordinario

- LUIS GARCIA -
¿QUÉ ES UNA ALIMEMENTACIÓN
SALUDABLE?
Últimamente las palabras “alimentación” y “saludable” se
unen en múltiples textos y publicaciones, sin embargo,
cada escrito tiene criterios diferentes, y la percepción de
lo que es una alimentación saludable o no, puede
crearte ciertas dudas.

Existen infinidad de posibilidades en alimentación y,


cada una de ellas, más o menos saludables. Sin
embargo, en general todos tenemos criterios comunes:
Sabemos que la bollería industrial refinada no es
saludable o que el alcohol tampoco lo es. El problema
llega cuando descubrimos ciertas informaciones donde
los datos se contradicen.

La alimentación, su arraigo a nuestra cultura y los


profesionales y científicos, hacen que tengamos mucha
información cruzada, por un lado, la ciencia, que a veces
se contradice en sus estudios, pero, por otro lado,
nuestras tradiciones culinarias, y nuestras creencias al
respecto, hace que estemos en duda de si determinados
alimentos son o no saludables, de si nuestro estilo de
alimentación es el correcto, o de si estamos cocinando
correctamente los alimentos. Por ejemplo, aunque hay
investigaciones que apuntan que los lácteos no son
óptimos para la nutrición humana, algunas
recomendaciones médicas aseguran lo contrario,
sobretodo en el caso de las mujeres durante la
menopausia y niños. Esta confusión, en cuanto a lo que
es o no bueno para nosotros, nos deja en ocasiones con
muchas dudas respecto si estamos haciendo un camino
correcto.

La alimentación es un tema que nos preocupa, y que


siempre es deseable por todos, que la llevemos del
mejor modo posible. Lo bueno de todas las
contradicciones que te vayas a encontrar en el camino,
es que hay muchas formas de hacerlo bien, y no una
única posibilidad. Podremos estar de acuerdo con varias
líneas de pensamiento, sin necesidad de que alguna de
ellas no sea válida. Aunque el objetivo de este escrito, no
es ningún caso hablar sobre nutrición, sino a que
aprendas pautas para cocinar saludable, al final, ambas
cosas cohabitan en un mismo lugar. La cocina es el
laboratorio donde todo cobra sentido, ya que puede
que sepas mucho sobre nutrición, y que leas libros y
estudios de la materia, pero si en la cocina no aplicas
esos conocimientos, no tendrá sentido. Lo más
importante es lo qué cocinas y cómo lo cocinas, y desde
ese punto de partida, construir una alimentación mejor y
más consciente cada día.

Siguiendo la línea positiva que me gusta plasmar y


compartir, creo que es un buen ejercicio, extraer los
puntos que tienen en común un gran número de líneas
de pensamiento, y difundir esos puntos en común al
mayor número de personas posibles, con el fin de que
podamos confeccionar platos saludables. Es decir, lejos
de fijarnos en las discrepancias de diferentes líneas de
pensamiento, tomemos las que son comunes y afines a
la mayoría, y utilicemos esa información para caminar
sobre seguro.

Creo que, con pautas sencillas y claras, puedes marcar


un camino correcto para la confección de tu estilo de
alimentación, adaptándola a tu realidad y pudiendo
elegir sin miedos ni dudas.

Mi objetivo en las siguientes líneas, será intentar darte


soporte para que puedas alimentarte mejor y
confecciones tus recetas de un modo óptimo, que
aprendas a seleccionar los alimentos con criterio,
trabajes esas materias primas de la mejor manera para tu
organismo y, por supuesto, elijas con que materiales vas
a cocinar tus alimentos.

El concepto “alimentación saludable” no es algo cerrado y


fijo, lo que puede ser saludable para una persona, puede
no serlo para otra. Las intolerancias, alergias, sistemas
digestivos, patologías, y en definitiva cualquiera de las
características de cada persona, determinan cual es
nuestra mejor forma de alimentarnos. Adaptar la
alimentación a nuestra realidad, es una de las labores más
útiles para llevar un camino exitoso.
1 líquida ALIMENTACIÓN
Uno de los puntos que creo más importante, y en lo que
coinciden prácticamente todos los criterios que he
podido comparar a lo largo de los años, es que lo
fundamental es estar hidratado. Imagina que podemos
estar hasta 40 días sin ingerir alimento, pero que, con tan
solo un día sin beber líquido, el organismo empieza a
funcionar con problemas. Básicamente somos agua y
ese es uno de los principales elementos que debemos
proporcionar a nuestro cuerpo.

Por ello, es interesante que introduzcas el máximo de


alimentos ricos en agua posible. Un modo óptimo es
tomar muchas frutas y verduras crudas. Si tu base de
alimentos, son ricos en agua, te garantizas además de
una hidratación optima, hacer un buen aporte de
vitaminas, minerales, enzimas y fibra.

Si vas a tomar alimentos pobres en líquido (como por


ejemplo alimentos cocinados, deshidratados, frutos
secos, panes, repostería, procesados etc.), deberías
incluir alimentos ricos en líquidos y bebidas hidratantes.
Por ejemplo, si un día vas a tomar arroz, estaría bien que
lo acompañaras de alimentos líquidos, como por
ejemplo, una ensalada y un licuado de zanahoria, de esta
forma, compensas el alimento seco con otros ricos en
líquido.

Además, también es un buen truco, evitar todos los


alimentos que den sed, que son aquellos muy
cocinados, y también la sal. Esto quiere decir que, para
estar hidratados, además de tomar líquidos saludables y
alimentos ricos en líquido, también es interesante retirar
alimentos que nos deshidraten.

Algo importante que también hay que tener en cuenta, a


la hora de incorporar líquidos saludables en nuestra
alimentación, es la calidad del agua.

Aunque damos por hecho que el agua del grifo es un


agua saludable, y que el agua embotellada también lo
es, lo cierto es que no tiene porque ser así, de hecho, la
mayor parte de las veces no será así.

El agua que sale de nuestros grifos ha sido tratada y, por


ello, tiene algunas sustancias añadidas para garantizar su
salubridad, lo cual está muy bien, porque necesitamos
aguas seguras de bacterias y sustancias nocivas, sin
embargo, eso no quiere decir que sea la mejor opción
para beberla, sino una manera segura. El agua que sale
del grifo, y dependiendo de la región en la que estemos,
tendrá más o menos cantidad de cloro, flúor y otras
sustancias como por ejemplo la cal. Pero también, y
debido a los antiguos sistemas de cañerías, podremos
encontrar metales pesados y otros contaminantes.
Tenemos que diferenciar que son cosas diferentes, el
agua que sale de las depuradoras, y el agua que
finalmente sale de nuestros grifos tras recorrer muchos
kilómetros bajo el suelo.

En el caso del agua embotellada, puede que sea el


mismo agua que bebes del grifo, pero con algún
tratamiento, o bien agua de manantial (que no tiene
porque ser buena, recuerda que hasta los acuíferos hoy
en día están contaminados). Lo más perjudicial del agua
embotellada en todo caso, es el bisfenol, una sustancia
presente en prácticamente todas las botellas de plástico
de agua que se comercializa, y que tiene perjuicios para
nuestro organismo. Te recomiendo que busques
información al respecto para que tengas todos los datos
posibles y puedas decidir.

Además, no podemos olvidar que, si de pronto toda la


población comenzara a tomar agua embotellada, el
consumo de plástico aumentaría a una situación más
insostenible de lo que ya es ahora.

Si por cada persona, calculamos los litros de agua que


se bebe de media, y lo pasamos a botellas, estaríamos
hablando de unas 750 botellas de plástico como residuo
por persona y año. Algo completamente insostenible,
más teniendo en cuenta que no tienen porque ser aguas
de calidad. No por el hecho de estar embotellada es un
agua de calidad.
Por ello, lo mejor es consumir el agua del grifo, pero
incorporar un sistema de tratamiento de agua, de modo
que no tengamos la presencia de bisfenoles del agua
embotellada, y tampoco otros químicos presentes en el
agua del grifo. Hay muchos sistemas en el mercado y
pueden ayudarte a dejar de consumir plásticos, no
tomar bisfenoles de las botella, eliminar cloro y flúor,
mejorar el sabor, y en función del tipo de sistema de
filtrado, también eliminar metales pesados y otros
tóxicos y contaminantes presentes en el agua del grifo.

De esta forma, nos aseguramos de tomar un agua


saludable y con más fiabilidad. Nos responsabilizamos
del agua que bebemos. El agua es uno de los
ingredientes más importantes para nosotros, beber agua
de calidad, debería de ser una prioridad cuando
empezamos a llevar una alimentación saludable.

Tomar agua de calidad y tomar alimentos con gran


cantidad de líquido, hará que nuestro balance hídrico
sea bueno, pero además de esto, estaremos tomando
todos los micronutrientes presentes en las frutas y
verduras crudas, por lo que además de hidratarnos,
estaremos nutriéndonos.

Los jugos y batidos también son una excelente forma de


aumentar el consumo de líquidos saludables en nuestro
día a día. Si quieres saber preparar recetas líquidas
saludables y sabrosas te recomiendo mi libro de recetas
Cocina líquida vegetal o mi curso online de cocina
liquida, donde te doy un montón de recetas e ideas para
que incorpores bebidas saludables y deliciosas.

Por tanto y a modo resumen:

1. Incrementa el consumo de alimentos ricos en


líquidos, como las frutas y las verduras crudas.

2. Bebe agua saludable. Intenta instalar un sistema de


filtrado de calidad para obtener agua sin cloro, flúor
y otros químicos.

3. Elimina o reduce al máximo el agua embotellada en


plástico, de esta forma no estarás tomando bisfenol
diariamente.

4. Introduce jugos, batidos y otros preparados a partir


de frutas y verduras crudos, con el fin de tener
bebidas saludables disponibles.

5. Incorpora infusiones con agua filtrada.

6. Reduce los alimentos que produce sed o que han


sido salados de forma artificial.

7. Reduce el consumo de sal.


2 INTEGRALES ALIMENTOS
Otra pauta en la que coinciden la mayoría de las teorías
sobre alimentación, es que se consuman los alimentos lo
más próximos a su naturaleza originaria, es decir, lo
menos manipulados y refinados posibles. Si vas a
consumir cereales, deberás seleccionar los granos
integrales y nunca refinados.

Cada alimento tiene múltiples nutrientes en todas sus


partes, si retiramos alguna de sus elementos, como es el
caso de la cubierta exterior en los cereales, estamos
retirando la fibra y gran parte de sus vitaminas y
minerales. Además, al retirar las cáscaras de los cereales,
estamos haciendo que su índice glucémico sea mayor y
que por tanto saturemos al páncreas.

Lo mismo va a ocurrir con las harinas o con los


productos que se elaboren con ellas, como es el caso
del pan. Intenta siempre seleccionar harinas de buena
calidad, orgánicas e integrales, de esta forma, estarás
aportando y dando a tu organismo todos los
componentes que hay disponibles en los granos, es
decir, más micronutrientes y mayor aporte de fibra.
Si eres capaz de reducir o eliminar el aporte de gluten
en tu dieta, estarás dando un plus a tu salud, ya que el
gluten ensucia y desequilibra la permeabilidad del
intestino. Evidentemente no quiere decir que no
podamos tomar nada de gluten si no somos intolerantes,
sino que debemos moderar su consumo. Aunque como
profesional de la cocina, te diré que el gluten, en
determinados platos como repostería y panadería, es un
gran aliado porque da volúmenes y texturas muy
concretas. Podemos hacer cualquier cosa sin gluten,
pero con mucho más trabajo y con un resultado similar,
nunca igual.

La duda al hablar de los alimentos con gluten, puede


surgir en no saber bien que alimentos son ricos en
gluten y cuáles de ellos carecen de este componente.

Aquí te enumeraremos algunos de los cereales que no


contienen gluten. Recuerda que tengan gluten o no,
tendrás que tomarlos integrales:

- Maiz
- Mijo
- Quinoa
- Amaranto
- Arroz
- Avena* (si tienes celiaquía o intolerancia, busca en su etiqueta que se gluten free)
Tomar cereales integrales, es una excelente opción para
enriquecer nuestra dieta y nuestra cocina. Pero como el
objetivo de estás páginas es que aprendas a cocinar de
un modo saludable, te voy a dar algunos consejos para
cocinar estos cereales integrales de un modo óptimo:

1. Lava bien todos tus cereales. En ocasiones, los


cereales van acompañados de metales pesados
como el arsénico, por ello, es importantes lavarlos
muy bien hasta que el agua salga limpia.

2. Déjalos en remojo la noche anterior a ser


cocinados. Los cereales integrales tienen anti
nutrientes, por ello, dejarlos en remojo y lavarlos de
nuevo después, hará que estos se reduzcan. Además,
ten en cuenta que, al dejarse en remojo, el tiempo de
cocción se reducirá, y esto será beneficioso para
reducir los tiempos de elaboración (una de las
principales razones por las cuales las personas no
utilizan granos integrales).

3. Cocínalos con agua filtrada. Como el grano va a


absorber el agua, aunque después lo lavemos, es
importante que sean cocinados con agua de calidad.

4. Intenta variar el tipo de grano. Cada cereal tiene


una proporción diferente de macronutrientes y
micronutrientes, hacer la máxima variación de
granos, hará que consigas una alimentación más rica.
Además, tu cocina será más interesante y variada.
5. Ten los cereales ya cocidos. Una de las razones por
las cuales no tomamos cereales integrales, es que
tardan mucho en cocerse, sin embargo, una buena
técnica es tener algunos cereales integrales ya
cocidos en el frigorífico, y de este modo, tenerlos
preparados para nuestras recetas diarias y no tardar
mucho en la elaboración. Se pueden cocer una vez
por semana y tenerlos disponibles.

Tomar los alimentos integrales, no solo hace alusión a los


cereales, sino a cualquier tipo de alimento. Debemos
procurar que estén lo menos procesados posibles y
próximos a su naturaleza.

Intenta tomar alimentos sin refinar:

- Granos integrales.

- Harinas integrales no refinadas.

- Azúcares no refinados, como por ejemplo, la panela,


el azúcar de coco, etc. Aunque no debemos abusar de
ningún tipo de endulzante, mucho menos si este fue
refinado.

- Toma las frutas y verduras completas. La mejor forma


de tomar las frutas y verduras es tal y como nos las da
la naturaleza. Según esta regla, será mejor una fruta
completa que un jugo, o un batido que un jugo, ya
que el jugo no tiene la pulpa. Esto no quiere decir que
los jugos sean malos, simplemente que no han de ser
la única forma de tomar fruta, solo una forma de tomar
líquidos.

- Las frutas y verduras que se puedan tomar con piel


serán mejor tomarlas con piel (deberán ser ecológicas
para que pueda ser así, porque es en la piel, donde
más químicos se concentran).

Consume todos los granos integrales y varia el tipo de grano


para beneficiarte de todos los nutrientes posibles.
Nunca consumas harinas refinadas o alimentos procesados
con harinas blancas.
3PRESIÓN EN FRÍO
ACEITESPRIMERA
Los aceites son importantes en cualquier dieta, sin
embargo, se suele abusar de ellos en cantidad, y no los
incluimos en su calidad adecuada.

Sea cual sea el aceite que consumas, siempre tendrá que


ser aceite de primera presión en frío y en ningún caso
refinado. La excepción la encontramos en el aceite de
oliva, que tendrá que ser aceite de oliva virgen extra
extraído en frío, no primera presión en frío (la extracción
en frío es más moderna que la primera presión en frío y
respeta más la calidad del aceite de oliva).

Cuando hagas tus platos con este tipo de aceites,


estarás consumiendo aceites crudos y esto supone que
estés tomando los aceites con vitamina E y con los
ácidos grasos esenciales en plena forma. Además, te
garantizas que sean grasas insaturadas (las llamadas
generalmente grasas buenas). La excepción a esta regla
la tiene el aceite de coco, que contiene grasa saturada
de forma natural. No quiere decir que el aceite de coco
sea malo, simplemente que en su composición de forma
natural están presentes grasas saturadas, no porque se
haya hidrogenado o refinado.

De esta forma, dejamos de tener aceites vegetales


buenos o malos, para tener aceites bien o mal tratados.

Esto significa que el aceite de girasol no es malo, sino


que el que nos venden en un supermercado
convencional, es un aceite mal tratado y, por tanto, no es
saludable. Si adquieres un aceite de girasol de primera
presión en frío, no solo no será perjudicial, sino que pasa
a ser un aceite con grandes propiedades. Evitaremos en
todos los casos los aceites refinados.

Lo mismo ocurre con el aceite de oliva, no todos son


óptimos para nuestro organismo, lo será solo cuando
sea virgen extra. Si encontramos un aceite de oliva
refinado, hidrogenado, etc. No será una buena opción.

Por tanto, el aceite que vayas a consumir en tus platos


intenta que sea siempre sin refinar, primera presión en
frío.

Tienes multitud de aceites en el mercado que puedes


consumir y combinar unos con otros consiguiendo
sabores y aromas diferentes en tus recetas. No obstante,
te detallo aquí algunas de las posibilidades:

- Oliva
- Girasol
- Lino
- Coco
- Nuez
- Cáñamo
- Sésamo
- Aguacate
- Etc.

¿Cómo cocinar con los aceites?

Hemos visto que vamos a intentar tomar solo los aceites


en su versión cruda y no refinada, por lo tanto, no tiene
sentido que los sometamos después a calor para
degradarlos. Tenemos aceites que son más resistentes al
calor y que, por tanto, podrán servir para cocinar, y otros
que son tan sensibles a la luz y al calor, que no
podremos en ningún caso cocinar con ellos.

En general, y para que no tengas que pensar en que


aceites son buenos para cocinar, sigue esta regla fácil:

1. Ningún aceite vegetal primera presión en frío, es apto


para cocinar. No lo sometas a calor y mantenlo en el
frigorífico. Son aceites muy delicados.

2. Cocina solo con aceite de coco a cualquier


temperatura, o también con los aceites de aguacate y
oliva por debajo de los 180 grados (ambos extra
vírgenes).

Por tanto, no podrás utilizar aceites vegetales para


cocinar, y cuando decimos para cocinar, incluimos cocer,
horno o cualquier proceso que lleve a calor a ese aceite.
Son sensibles y perderán sus propiedades, pero además
en su degradado, adquieren toxemia.

Cocina con aceite de coco que es el más estable, o


también con los aceites de oliva y aguacate, pero sin
superar los 180 grados, ya que a esa temperatura se
empiezan a saturar. No puede salir humo de la sartén en
ningún caso. El humo nos avisa de que el aceite esta
cambiando, se esta saturando.

Por supuesto, sea cual sea el tipo de aceite, no podemos


abusar de ellos, debemos tomarlos en muy pequeñas
cantidades porque son ingredientes muy concentrados.
Pero cuando los vayamos a utilizar en cocina, que sean
de la máxima calidad y utilizados correctamente. Cocina
solo con aceites resistentes y el resto tómalos solo en su
forma cruda.

Recuerda no excederte con el consumo de aceite y


siempre que sea posible cocina con agua.
4 correctamente
cocina
Una cuestión muy importante, será la de tratar a los
alimentos correctamente durante su cocinado, de forma
que preserven el mayor número de nutrientes posibles, y
que no los transformemos en elementos perjudiciales
para nuestro organismo. Uno de los principales errores
es cocinar mal los alimentos, y es una contradicción
cuidar las materias primas que compramos, gastar
mucho presupuesto en ellas, para después estropearlas
en el proceso de preparación.

Es posible que, de una materia prima perfecta,


consigamos una receta que dañe nuestro organismo
porque en la cocina hayamos transformado su naturaleza
original.

Como regla general, y como ya hemos mencionado, has


de tomar los alimentos lo más próximos a su naturaleza
original, de forma que, tendrás que incorporar una
amplia variedad de alimentos crudos, que es la forma en
la que mantienen el mayor número de nutrientes. Sin
embargo, no a todo el mundo les sientan bien los
alimentos crudos, no les parecen atractivos, o no saben
como prepararlos, por ello, lo interesante será que
cuando los sometamos a calor, intentemos degradarlos
lo menos posible.

Desde ese punto de partida, se abre una escala de


grises a la hora de cocinar que te paso a detallar a
continuación y que seguro te será útil.

Cocinado en crudo: Como te decía anteriormente, es la


mejor forma para que el alimento mantenga sus
nutrientes, ya que no le hemos sometido a altas
temperaturas. De esta forma, las ensaladas, los batidos y
jugos, son la forma de cocinar menos dañina para los
alimentos. Mantendremos micronutrientes y enzimas.
Evidentemente la cocina cruda es muy amplia y se
pueden preparar platos muy elaborados, gourmet y
deliciosos sin necesidad de tomar solo ensaladas y
jugos. Te recomiendo el curso online de mi escuela
“experto en cocina crudivegana” donde podrás aprender
platos crudos para incorporar a tu cocina.

Cocinado al vapor: Cocinar al vapor es una buena


solución. Es muy diferente a cocer, porque cuando
cocemos un vegetal en agua, parte de sus nutrientes y
fibra queda en el agua de cocción, sin embargo, con el
cocinado al vapor, preserva más nutrientes. Cuanto
menor tiempo este vaporizándose, mayor número de
nutrientes se mantendrán. Es una buena forma de tomar
los alimentos calientes y ligeramente predigeridos, ideal
para las personas que tienen un sistema digestivo
debilitado y no toleran bien los crudos. Estarán
cocinados, pero al mismo tiempo, como fueron
sometidos a calor poco tiempo, se mantendrán con gran
parte de sus nutrientes.

Salteado: Cuando salteamos las verduras, están en


contacto con el aceite, pero durante cortos espacios de
tiempo y con poco aceite. Es diferente a freír, ya que, en
las frituras, los alimentos están en contacto con el aceite
caliente durante un largo periodo de tiempo. Para
saltear, utiliza poco aceite y baja temperatura, de forma
que el aceite no se sature. Los mejores aceites para freír
son el de coco, el de oliva y el de aguacate porque
aguantan mejor el calor que el resto. Además, ten en
cuenta que podemos saltear sin necesidad de aceite,
por ejemplo, solo con un poco de agua. Lo ideal es
utilizar un wok.

Horneado: El horneado permite hacer los alimentos a


baja temperatura y con poco o nada de aceite, en
función del plato que vayas a elaborar. Habría que
intentar mantener una temperatura media. Cuanta más
temperatura tenga el horno, mayor perdida de
nutrientes
Qué no hacer en la cocina

- No utilices para cocinar con calor ningún aceite que no


sea oliva, coco o aguacate.

- No cocines con margarinas ni mantequillas, ya que son


grasas saturadas y muy densas.

- No sometas a los alimentos a una temperatura alta.


Cuanta menor temperatura, más respetamos sus
nutrientes.

- Intenta freír lo mínimo posible, ya que el alimento pasa


mucho tiempo con calor elevado y absorbe mucho aceite.

- No cuezas los alimentos a mucha temperatura y durante


largos periodos de tiempo. Siempre que puedas sustituye
por cocción al vapor.

- No utilices el microondas, ya que cambia la naturaleza del


alimento.

- Nunca tomes un alimento que este quemado en alguna


de sus partes, ya que son sustancias cancerígenas que
debes evitar.
4 correctamente
cocina
Una de las cosas importantes a la hora de cocinar los
alimentos, además de la materia prima de calidad o las
temperaturas, será qué materiales son los más idóneos
para cocinar. Los utensilios de cocina estarán en
contacto con el alimento y es de vital importancia tener
materiales seguros y que respeten nuestra salud.

¿Cuáles son los materiales no saludables con los que


no debes cocinar?

Aluminio. El aluminio es un material ligero y barato para


elaborar baterías de cocina y sartenes, sin embargo, es
un metal que se acumula en nuestro organismo, y que
debemos prescindir de él. Parte de ese aluminio queda
en los alimentos y los vamos acumulando en nuestro
cuerpo. Normalmente es muy raro que veamos una
batería de cocina de aluminio y que se anuncie como tal,
pero la verdad es que la mayoría de las baterías de
cocina y sartenes, tienen aluminio en su composición,
pero van recubiertas de otros materiales. Lo que ocurre,
es que con el tiempo, el recubrimiento se estropea por
alguna de sus partes y el alimento estará en contacto
directo con el aluminio. Cocinar con aluminio no es una
buena idea. Elimina el aluminio de tu cocina.

Cerámica. La cerámica es un buen material, lo que


ocurre que solo es el recubrimiento que se le da a las
baterías de cocina, por ello, cuando se rompe o se
descascarilla, queda a la vista el material que tenga
debajo, que en el 90% de los casos será aluminio. Las
baterías de cocina recubiertas de cerámica tendrán una
duración corta, porque cuando se rompe la capa de
cerámica, dejará a la vista el material que recubría y, por
tanto, hay que desecharla. Es decir, la cerámica es un
material seguro, pero siempre y cuando este en buen
estado.

Cobre. Al igual que el aluminio el cobre es un metal


pesado que no debemos utilizar para cocinar. Como en
el caso del aluminio, es ligero y distribuye bien el calor,
pero no es una opción optima para cocinar. No importa
si forma parte de la composición de una sartén o una
cazuela, lo que debemos evitar es que este material esté
en contacto con el alimento.

Teflón. Este material es el que conocemos como anti


adherente, y está presente en gran parte de las sartenes.
No es un material seguro, se desgasta con rapidez y
fácilmente deja restos en los alimentos, por ello
debemos de evitarlo. Además ten en cuenta que cuando
se desgasta el teflón, dejará el alimento en contacto con
el metal que recubría, siendo en un gran numero de
casos, el aluminio.
¿Cuáles son los materiales seguros para cocinar?

Titanio. Es un material seguro, el principal problema es


que es el más caro de todos los que tenemos en el
mercado, aunque también el que más duración
presenta, por lo que es una inversión que se rentabiliza
con el tiempo.

Vidrio. El vidrio es un material que, al no ser metálico, no


desprende ningún tipo de metal pesado a los alimentos,
y lo convierte en una buena opción para cocinar.
Evidentemente hay muchos tipos de vidrio y los
fabricantes pueden añadir metales como el plomo (es el
caso del vidrio fino). Debemos usar vidrio sin presencia
de ningún metal, así lo debe indicar el fabricante.

Silicona. Aunque la apariencia pueda parecer plástica,


es un material seguro y estable. Hay muchas calidades
en cuanto al tipo de silicona, la de mayor calidad es la
silicona platino.

Hierro. El hierro es un material que podríamos catalogar


como seguro, sin embargo, es muy pesado, tiende a
oxidarse, y no es buen conductor del calor. Tenemos que
tener mucho cuidado con que no contenga plomo, ya
que a veces mezclan materiales. También es importante
que que no este bañado en otro material que contenga
tóxicos.
Acero inoxidable. Es una de las opciones seguras y de
costes más moderados que el titanio. Lo que ocurre es,
que como en el caso anterior, se puede mezclar con
metales pesados. Habría que utilizar acero inoxidable de
la máxima calidad y sin presencia de metales pesados.
Uno de los seguros sería el acero quirúrgico (316).

Barro. El Barro también es un material seguro en si


mismo, pero hay que tener cuidado con que el
recubrimiento y tratamiento que lleve no contenga
elementos tóxicos.

Como ves, seleccionar un material adecuado no es tarea


fácil, porque no hay un material seguro en si mismo, sino
que depende del tratamiento que se le haya dado
puede ser más o menos recomendable, pero como para
tenerlo muy claro, evita utensilios de cocina donde el
alimento toque directamente aluminio, plomo, cobre o
teflón. En la medida de lo posible, utiliza materiales
seguros.

¿Cómo almacenar los alimentos?

Cada vez más, estamos acostumbrados a no cocinar


diariamente y, por tanto, tener los refrigeradores llenos
de comida que preparamos para varios días o incluso
llevarnos alimentos en recipientes al trabajo o de viaje.

Saber almacenar y transportar los alimentos que vamos a


consumir es importante también.
Como ya hemos explicado en el capítulo anterior, hay
que tener una especial atención a los materiales
metálicos, por ello, lo más sencillo será descartar los
recipientes metálicos para almacenar y transportar
alimentos. Podríamos optar por materiales metálicos
seguros, pero considero que son difíciles de encontrar y
muy costosos para el uso que se le va a dar.

También estaría bien desechar los recipientes plásticos,


porque acaban desgastándose y son porosos, por lo que
no son sencillos de limpiar. Debemos evitar en la medida
de lo posible el consumo de plásticos.

Una de las opciones más interesantes, serán los


recipientes de vidrio, son muy higiénicos y es un material
seguro. También es muy útil para transportar líquidos y
evitar así las botellas de plástico que cuantos más usos
tengan más bisfenol van a estar desprendiendo. No es
buena idea utilizar una botella de plástico una y otra vez.

Si el vidrio es muy pesado, utiliza el plástico de la mayor


calidad y, lo más importante, libre de bisfenol. Lo podrás
identificar porque lleva la denominación de “BPA FREE”.
Es el plástico que se clasifica dentro del grupo 7. Cuanto
más próximos al 1 peores serán.
¡gracias!
Muchas gracias por haber leído hasta aquí, me siento super
afortunado de que me dejaras compartir conocimiento
contigo.

El objetivo es crear contenidos para que sean útiles para una


mayoría, por lo que puedes compartir esto con quien creas
que le pueda venir bien. Es un regalo sin coste con la finalidad
de aportar valor. El conocimiento nunca pertenece a nadie y
cuanto más se comparte más te acaba llegando.

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intento difundir información y contar cosas que puedan ser de
interés. Sígueme en @luisgarciavegan

Te deseo lo mejor y espero que coincidamos muy pronto en


redes a través de la pantalla, en alguno de mis viajes, o quizás
en alguna de las conferencias que imparto por el mundo.

¡Te mando un abrazo infinito!


hasta pronto
feliz viaje

- luis garcia -

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