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Sr.

Secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva 


Dr. Roberto Salvarezza,
Sra. Presidente de CONICET
Dra. Ana Franchi,
Sr. Presidente del Directorio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y tecnológica
(ANPCYT) 
Dr. Fernando Peirano,
Sr. Secretario de Políticas Universitarias,
Lic. Jaime Percsyk
Srxs. Rectorxs de las Universidades Nacionales
Sr. Presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC)
S_______________/_____________D
Las personas abajo firmantes nos dirigimos a
Uds. a los efectos de exigirles la anulación inmediata del límite de edad para la solicitud de
las becas de investigación, así como también para las becas postdoctorales y el ingreso a la
Carrera del/x Investigador/x, poniéndose a derecho. El miércoles 13 de septiembre de 2017
se sancionó la Ley 27.385, publicada en el boletín oficial el 3 de octubre de 2017
(https://www.boletinoficial.gob.ar/#!DetalleNorma/171705/20171003), que elimina el
requisito de edad por discriminatorio en las convocatorias a becas de doctorado y
posdoctorado y deroga el Artículo 12 del Estatuto del/x Investigador/x de CONICET que
sostenía esta restricción para el ingreso a los diferentes escalafones de Carrera del/x
Investigador/x. En julio de 2020 la Agencia I+d+i (ex ANPCYT) informó a lxs afectadxs
por discriminación etaria de la convocatoria a PICT 2019 que aceptaba revertir dicha
situación y les otorgaba la posibilidad de que sus proyectos fueran evaluados junto con el
resto sin que fueran discriminadxs según criterios arbitrarios 1. En septiembre de 2020 el

1
Previamente, el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) había
realizado varios dictámenes en contra del requisito de edad impuesto por esta institución, como el No.182/09
del 30 de septiembre de 2009, que fueron simplemente ignorados. También dictaminó en 2006 por esta
cuestión en contra de ANPCyT (Expediente MFN 1168/06).
Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) finalmente eliminó el requisito de edad de las
Becas Estímulo a las Vocaciones Científicas, poniéndose a derecho.
La CODEC (Comisión contra la discriminación
Etaria en Ciencia) desde 2009 viene reclamando y luchando por la eliminación de este
requisito por discriminatorio y arbitrario en todas las instituciones públicas, principalmente
aquellas de formación e investigación, especialmente organismos como el CONICET
(Consejo Nacional de Investigaciones y Técnicas), la ANPCyT (Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica) y las universidades nacionales.
Este pedido urgente se fundamenta en que
sostener la edad como único argumento (así como esgrimir la preferencia religiosa o
políticas, el origen étnico, la orientación sexual o el género, entre otras características) en
vez de sopesar el CV (o sea, la trayectoria y la formación de la persona y su idoneidad) es
producir situaciones masivas de discriminación desde la perspectiva de los marcos legales
nacionales e internacionales, completamente contrarias al espíritu de “ampliación de la
ciudadanía”, democratización y mejoramiento de la educación pública y el sistema de
investigación nacionales.
Desde esta perspectiva, exigimos que se
pongan a derecho en tanto instituciones públicas nacionales y no sólo acaten de forma
inmediata la Ley 27.385, previamente referida, sino también que se considere y respete de
manera genuina e íntegra el artículo 16 de la Constitución Nacional, así como también los
artículos 1 y 24 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos (conocida como
“Pacto de San José de Costa Rica”), los artículos 11 y 23 de la Constitución de la Ciudad de
Buenos Aires y las normativas que regulan el empleo en la Administración Pública
Nacional, entre otras regulaciones vigentes desde hace décadas.
La Constitución Nacional Argentina en su
artículo 16 expresa: “La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre, ni de
nacimiento: no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza. Todos sus habitantes
son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la idoneidad. La
igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas”. Y en su artículo 75, inc. 23
demanda: “Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad
real de oportunidades y de trato, y el pleno goce y ejercicio de los derechos reconocidos
por esta Constitución y por los tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos
(…)”.
En esta línea, el Pacto de San José de Costa Rica
en su artículo primero declara: “1°: Los Estados Partes de esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su
libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social. 2°. Para los efectos de esta Convención, persona es todo
ser humano.” Y en su artículo 24 sostiene y define la “Igualdad ante la ley” de la siguiente
manera: “Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia, tienen derecho, sin
discriminación, a igual protección de la ley.”
El principio de igualdad y la prohibición de la
discriminación se consagra en múltiples normativas internacionales: en el artículo 2 de la
Declaración Americana de los Deberes y Derechos del Hombre que sostiene: “Todas las
personas son iguales ante la Ley y tienen los derechos y deberes consagrados en esta
declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo ni otra alguna”; los artículos 2 y 7
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que afirman respectivamente:
“Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier
otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica
o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona (…)” y
“Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación”; de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos artículo 1: “Los Estados Partes en esta Convención se
comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su
libre y pleno ejercicio a toda persona que esté sujeta a su jurisdicción, sin discriminación
alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición social” y el artículo 24: “Todas las personas son iguales ante la
ley. En consecuencia, tienen derecho, sin discriminación, a igual protección de la ley”; del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos los artículos 2, inc 1: “Cada uno de los
Estados Parte en el presente Pacto se compromete a respetar y a garantizar a todos los
individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su jurisdicción los derechos
reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma,
religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición económica,
nacimiento o cualquier otra condición social” y el artículo 3: “Los Estados Parte en el
presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce
de todos los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto”; entre otros. En
este sentido, el artículo 21 de la Carta de Derechos fundamentales de la Unión Europea en
lo pertinente dice: “Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón
de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión
o convicciones, opiniones políticas o de cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría
nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u orientación sexual”. Además, por
la recomendación que realizó el Defensor del Pueblo Europeo en 2004 basándose en ella,
en la Unión Europea se eliminó el 1 de marzo de 2005 el límite de edad para acceder a
becas de formación y práctica laboral. Por su parte, la Observación General N° 20 del
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU (Organización de
Naciones Unidas), del 2 de julio de 2009, titulada “La no discriminación y los derechos
económicos, sociales y culturales (artículo 2, párrafo 2 del Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales)” que establece en su punto 29 que "la edad es un
motivo prohibido de discriminación en diversos contextos... ".
Por su parte, el artículo 11 de la Constitución de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires enfáticamente dice: “Todas las personas tienen
idéntica dignidad y son iguales ante la ley. Se reconoce y garantiza el derecho a ser
diferente, no admitiéndose discriminaciones que tiendan a la segregación por razones o
con pretexto de raza, etnia, género, orientación sexual, edad, religión, ideología, opinión,
nacionalidad, caracteres físicos, condición psicofísica, social, económica o cualquier
circunstancia que implique distinción, exclusión, restricción o menoscabo. La Ciudad
promueve la remoción de los obstáculos de cualquier orden que, limitando de hecho la
igualdad y la libertad, impidan el pleno desarrollo de la persona y la efectiva
participación en la vida política, económica o social de la comunidad”. Por la igualdad de
oportunidades, este documento entiende lo que expone en el artículo 23: “La Ciudad
reconoce y garantiza un sistema educativo inspirado en los principios de la libertad, la
ética y la solidaridad, tendiente a un desarrollo integral de la persona en una sociedad
justa y democrática. Asegura la igualdad de oportunidades y posibilidades para el acceso,
permanencia, reinserción y egreso del sistema educativo (…)”.
También la Ley 23.592 de Penalización de Actos
Discriminatorios, sancionada en agosto de 1988, que en su artículo 1 explicita: “Quien
arbitrariamente impida, obstruya, restrinja de algún modo menoscabe el pleno ejercicio
sobre bases igualitarias de los derechos y garantías fundamentales reconocidos en la
Constitución Nacional, será obligado, a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto
discriminatorio o cesar en su realización y a reparar el daño moral y material
ocasionados. A los efectos del presente artículo se considerarán particularmente los actos
u omisiones discriminatorios determinados por motivos tales como raza, religión,
nacionalidad, ideología, opinión política o gremial, sexo, posición económica, condición
social o caracteres físicos”.
Específicamente, la Ley 24.521 de Educación
Superior en su artículo 13 explícitamente dice: “Los estudiantes de las instituciones
estatales de educación superior tienen derecho: a) Al acceso al sistema sin discriminaciones
de ninguna naturaleza (…) c) A obtener becas, créditos y otras formas de apoyo económico
y social que garanticen la igualdad de oportunidades y posibilidades, particularmente para
el acceso y permanencia en los estudios de grado, conforme a las normas que reglamenten
la materia”.
Asimismo el Convenio Colectivo de Trabajo
General para la Administración Pública Nacional en el Capítulo IV: Derecho, Deberes y
Prohibiciones, art. 34 y 35 inciso o) y j) respectivamente sostiene el: “Derecho a la no
discriminación con pretexto de raza, etnia, género, sexo, orientación o preferencia sexual,
ideología, actividad gremial, opinión, religión, edad, caracteres físicos, condición social o
económica o cualquier circunstancia que implique menoscabo, segregación y/o
exclusión.”. Igualmente, la Ley 25.164 que establece el Marco de Regulación de Empleo
Público Nacional en el inciso h) de su artículo 24 expresamente prohíbe “Desarrollar toda
acción u omisión que suponga discriminación por razón de raza, religión, nacionalidad,
opinión, sexo o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.
Desde este horizonte legal, sostenemos que el
artículo 12 de la Ley 20.464 del Estatuto de las Carreras de Investigador Científico y
Tecnológico y del Personal de Apoyo a la Investigación y Desarrollo perteneciente al
CONICET es inconstitucional ya que viola de manera explícita, flagrante y sistemática la
igualdad ante la ley de los aspirantes en el marco de los derechos humanos previamente
expuestos porque impone la “edad” como criterio de selección tanto para aplicar a una beca
de investigación como para postularse para desempeñarse laboralmente como investigador
en la República Argentina. Este artículo especifica: “El aspirante a ingresar deberá
cumplir con los siguientes requisitos, además de las condiciones establecidas en el artículo
6º: a) Para ingresar a la Clase Asistente se deberá tener no más de 35 años y ser egresado
universitario o poseer una preparación equivalente a juicio del CONICET; b) Para
ingresar a las otras Clases se requiere no tener más de 40 años para la Clase Adjunto; 45
años para la Clase Independiente y 50 años para la Clase Principal. El Directorio, con el
voto de los 2/3 de sus miembros, podrá hacer excepciones a esta norma cuando los
antecedentes del aspirante lo justifiquen, así como invitar a ingresar a la Carrera a
aquellas personas que considere de interés que pertenezcan a la misma, aunque éstas
hayan superado la edad límite fijada para la Clase en que se lo designe.” [los resaltados
en negrita son nuestros].Este requisito se extiende a las becas posdoctorales de CONICET:
1) Para Becas Doctorales (5 años años): “El límite de edad para la postulación a esta
categoría de beca será de hasta 32 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive. En el caso
de los postulantes graduados en medicina que acrediten la realización de una residencia
médica, el límite de edad será de 34 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive.”
2) Para Becas de Fin de Doctorado (2 años): “El límite de edad para la postulación a esta
categoría de beca será de hasta 35 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive. En el caso
de postulantes graduados médicos que acrediten la realización de una residencia, además
del Doctorado, el límite de edad será de 37 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive.”
3) Para Becas Postdoctorales (2 años): “El límite de edad para la postulación a esta
categoría de beca será de hasta 37 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive. En el caso
de los postulantes graduados en medicina que acrediten la realización de una residencia
médica, el límite de edad será de 39 años al 31 de diciembre de 2015, inclusive”.
Existe además “El programa de becas
cofinanciadas con universidades Argentinas, gobiernos provinciales y municipales y
organismos nacionales y provinciales de ciencia y tecnología” a través del que CONICET
impone y multiplica el arbitrario y discriminatorio requisito de edad que sostiene en su
estructura de becas y en los diversos escalafones de la Carrera del/la Investigador/x, al igual
que lo hace en convenios internacionales. El resultado es que becas de investigación que no
tienen este requisito por considerarlo flagrantemente discriminatorio, como la ALEARG de
DAAD, el servicio de becas e intercambio del Estado Alemán, termina regulándose
localmente por la implementación de este límite por parte de CONICET. Por tanto, es la
parte argentina la que lo impone en el citado convenio al colocar como restricción: “No
superar los 26 (veintiséis) años de edad al momento de viajar” (ver:
https://drive.google.com/file/d/0B4847F00DAwoTWlLZWxfcXhJNlE/view).
Por su parte, la ANPCyT (Agencia Nacional de
Promoción Científica y Tecnológica) sin marco legal alguno y de manera arbitraria viola
también los derechos de igualdad de lxs ciudadanxs argentinos sosteniendo la edad como
requisito para la obtención de becas de posgrado, ya sea para nivel inicial y superior. Para
las becas de nivel inicial en su reglamento puede leerse: “Nivel Inicial: Se otorgan a
graduados universitarios de hasta 35 años de edad a la fecha del cierre del concurso, que
se incorporen al proyecto a fin de posibilitar su capacitación en un programa formal de
Doctorado acreditado por la CONEAU (…)”. Complementariamente, sobre el “Nivel
Superior” estipula: “Se podrán otorgar a candidatos que hayan obtenido el grado
académico de doctor y cuya edad no supere los 39 años a la fecha de cierre del concurso
(…)” (ver: http://www.agencia.mincyt.gob.ar/frontend/agencia/post/712).
Es importante destacar que esta primera
discriminación por edad a la que nos someten nuestras instituciones de investigación
produce, en virtud de las condiciones sociales, económicas y educativas del país, por lo
menos, dos modos de discriminación adicionales: a) Por clase: ya que imponer un límite
etario atenta y vulnera directamente a lxs estudiantes que trabajan y estudian y, por tanto,
no logran cumplir con los tiempos arbitrarios requeridos por las instituciones de
investigación en un país donde la mayoría de los estudiantes deben ganarse la vida desde
muy jóvenes y tuvieron formaciones de educación primaria y media deficientes, lo que en
muchos casos implica que no finalicen sus estudios secundarios a los 18 años y no
empiecen, entonces, la carrera universitaria en la edad preestablecida. [Ver Anexo 1 al final
del documento]. b) Por género: la restricción etaria pone especialmente a las mujeres y
trans en situación desventajosa ya que la edad para pedir becas coincide con de fertilidad de
las personas con útero y ovarios; de esta manera se lxs pone en situación de elegir entre
posponer (sin saber con certeza el perjuicio médico que esto puede traerles en el futuro) y/o
abandonar sus planes familiares o renunciar a su carrera académica. Si bien en este punto se
ha avanzado en CONICET con una normativa que permite descontar un año a la edad de lx
postulante por hijx nacidx –teniendo un incomprensible tope de tres-, lo consideramos
insuficiente. Desde esta perspectiva, se vuelve claro que la cuestión de edad es un modo de
regular el ingreso a la carrera académica y de investigación y beneficiar sólo un tipo de
perfil: joven, hombre y de clase media, media-alta. Esto resulta en los hechos en la
segregación de todxs aquellxs que no lo poseen que son descartadxs sin importar criterios
de mérito, producción académica, importancia estratégica de sus proyectos e
investigaciones, entre otros que se relacionarían con la idoneidad, como lo exigen las leyes
que flagrante y sistemáticamente se violan desde hace años. De este modo, lo que
consideramos un requisito de edad provoca resultados discriminatorios de facto que deben
ser revertidos a la luz de la normativa nacional e internacional vigente que prohíbe este tipo
de situaciones.
También el límite de edad se vuelve restrictivo
para toda otra serie de situaciones entre las que podemos mencionar algunas como las de
aquellas personas que trabajaban y estudiaban; las de aquellas que iniciaron tardíamente sus
estudios en cualquiera de los niveles o se retrasaron en su finalización por cualquier causa;
las de aquellas que cambiaron de carrera o profesión o se tomaron un tiempo para
reflexionar su futuro; las de aquellas que mientras trabajaban y estudiaban se decidieron a
tener familia o a viajar o se enfermaron o cuidaron a familiares o amigxs enfermxs; las de
aquellas que tienen dos carreras o más; las de aquellas personas que en vez de irse del país
a estudiar con becas y puestos rentados en el extranjero, en momentos de crisis económica
y política, se quedaron trabajando en la universidad y otros organismos de investigación (en
muchos casos, gratuitamente o por sueldos paupérrimos), constituyendo un acervo
importante de profesionales capacitados y formados para la investigación científica pero
que no son considerados para su financiamiento como investigadorxs simplemente por su
condición etaria. En vez de ello, sólo hay planes para reincorporar al sistema a lxs
investigadorxs que vienen de afuera y no se contempla (y se deja fuera) a los que residieron
en el país y sostuvieron el sistema educativo con su trabajo precario o gratuito.
De esta manera se aprecia claramente cómo
dentro del sistema de investigación argentino en vez de considerarse la pluralidad de
trayectorias y, sobre todo, la experiencia, se la castiga y se pone arbitrariamente como valor
la juventud sin considerar la idoneidad de cada postulante y la pertinencia de sus proyectos
e investigaciones. En ese sentido, la pregunta central a responder es ¿a quién beneficia
pensar la carrera de investigación desde la restricción etaria? Desde CODEC
consideramos que el rol de la investigación de las instituciones públicas del país, como el
CONICET, ANPCyT y las universidades, debería ser de reflexión, producción y difusión
de conocimientos que generen mejoras sociales conjuntas, constituyéndose en lugares de
debate y equiparación social y no de profundización de las desigualdades.
Frente a nuestra preocupación y reclamos
reiterados, simplemente se nos contestó en diversas instancias que la edad se sigue
sosteniendo como límite en el sistema de investigación argentino porque así se lleva a cabo
en el mundo como si esto, si fuera cierto, los eximiera de cumplir las leyes nacionales y
tratados internacionales de rango constitucional vigentes desde hace décadas, así como
también las normativas que regulan el empleo público. Por eso a través de una
investigación que viene desarrollando la CODEC desde hace años podemos afirmar que
esto es una mentira ya que actualmente no existe a nivel mundial porque se lo reconoce
como abiertamente discriminatorio [Ver Anexo 2 al final del documento].
Con estos argumentos en 2013, investigadorxs de la
Universidad Nacional de Bahía Blanca en articulación con la CODEC realizamos una
colecta virtual de firmas, en la que se obtuvieron casi de 35.000 adhesiones (Disponible en:
https://www.change.org/p/sr-presidente-del-conicet-eliminaci%C3%B3n-del-l
%C3%ADmite-de-edad-para-el-otorgamiento-de-becas). Actualmente la CODEC viene
desarrollando una campaña de firmas presenciales en las que ya llevamos recolectadas casi
700 firmas.
Tenemos derecho a investigar para y en nuestro
país, tengamos la edad que tengamos. Como ciudadanos exigimos nuestro derecho a no ser
discriminados y a ser reconocidos en nuestra igualdad ante la ley. La investigación requiere
esfuerzo, horas de trabajo y estudio. ¿Cómo es factible, entonces, desempeñarse como un/x
buen/x investigador/x sin dedicarse de manera exclusiva? Exigimos se respete nuestro
legítimo derecho a concursar en igualdad de condiciones por las becas otorgadas por las
instituciones nacionales que tienen la obligación de cumplir las leyes antidiscriminatorias
vigentes, ya sea CONICET, ANPCyT y/o las universidades nacionales, y a postularnos e
ingresar en cualquier escalafón de la Carrera de/x Investigador/x de CONICET de acuerdo
con la idoneidad de nuestras trayectorias y la pertinencia de nuestros proyectos, libres de
estas imposiciones arbitrarias, para desarrollar nuestras investigaciones en nuestro país,
contribuyendo a su desarrollo. Este tipo de restricciones promueve la desigualdad de
posibilidades en el área de la investigación y son medidas que nos alejan cada vez más de la
Argentina que soñamos, verdaderamente inclusiva y equitativa para todxs lxs habitantes de
la nación.

CODEC
(Comisión contra la Discriminación Etaria en Ciencia)
E-mail: comisiondeedad@gmail.com
https://www.facebook.com/comisiondeedad/?fref=ts
Twitter: CODEC @comisioncientif

Lxs abajo firmantes de este petitorio nos acompañan y se suman voluntariamente a esta
exigencia.
Firma Aclaración DNI
Anexo 1
En Argentina, la mayor parte de los estudiantes llevan a cabo su carrera universitaria
mientras trabajan para mantenerse. Según el Censo de la UBA (especialmente, secciones
III.1.4 y 5), realizado en 2011, muchos estudiantes trabajan una cantidad considerable de
horas: el 62,7% de los estudiantes de grado declara encontrarse trabajando al momento del
relevamiento. De estos, el 97,6% recibe remuneración por su actividad. Las facultades con
mayor proporción de estudiantes que trabajan son: la de Ciencias Económicas (82,8%), la
de Ciencias Sociales (78,1%), la de Filosofía y Letras (75,8%), la de Psicología (72,7%) y
la de Derecho (72,0%). Por otro lado, el 19,8% de los estudiantes de grado declara no
trabajar pero estar buscando trabajo.
En muchos casos, el trabajo que realizan mientras estudian su carrera universitaria es su
fuente principal de ingreso: el 56,9% de los estudiantes declara a su trabajo como fuente
principal con la que cubre sus gastos personales. Esta proporción es superior entre los
estudiantes de las Facultades de Ciencias Económicas (80,2%), de Ciencias Sociales
(73,8%), y de Filosofía y Letras (70,3%). La proporción de estudiantes que han declarado
trabajar con jornada laboral reducida (35 hs. semanales o menos), exhibe un rango
promedio entre el 40% y el 67%. Las Facultades de Ciencias Veterinarias, de Medicina y
de Odontología exhiben las mayores proporciones ubicándose en el orden del 60,2% al
66,8% (cuadro 31).
En ocasiones, el trabajo que llevan a cabo no tiene relación con lo que estudian, lo que
demuestra, también, el problema que tienen los estudiantes para insertarse en su vida
profesional como graduados. La relación entre las tareas desarrolladas en el trabajo por los
estudiantes y los contenidos de la carrera que cursan en la UBA es heterogénea entre los
estudiantes de las distintas facultades. El 50,9% de los estudiantes que trabajan de las
Facultades de Farmacia y Bioquímica, 50,4% de Ingeniería, 49,3% de Ciencias Exactas y
Naturales, 47,5% de Arquitectura Diseño y Urbanismo y 46,7% de Ciencias Económicas
declaran que las tareas desarrolladas en el trabajo tienen alta relación con los contenidos de
la carrera que cursan. Por contrapartida, el 54,5% de los estudiantes de la Facultad de
Odontología, 46,0% de Psicología y 44,9% de Medicina declaran que las tareas
desarrolladas en sus trabajos no tienen relación con la carrera que cursan (cuadro 32).
Muchos declaran que han tenido problemas para conjugar cursadas y trabajo: el 51,1% de
los estudiantes que trabajan ha declarado tener dificultades siempre o muchas veces para
articular sus horarios de trabajo y la cursada de las asignaturas respectivamente. Este valor
asciende entre los estudiantes que trabajan en jornada extendida, de la mañana a la noche
(70,2%). También, entre los estudiantes que no tienen franja horaria fija, la proporción que
declara tener dificultades para articular los horarios es destacada (51,6%) (cuadro 33). Esto
en muchos casos ha producido la modificación en el proyecto de formación universitaria
por razones laborales y/o económicas. Los estudiantes que declaran haber realizado
modificaciones en el proyecto de formación universitaria por razones laborales o
económicas son en mayor medida de las Facultades de Filosofía y Letras (58,6%), de
Ciencias Veterinarias (52,7%), de Ciencias Sociales (49,3%) y de Psicología (48,9%).
Como principal modificación, los estudiantes declaran la reducción en el número de
asignaturas a cursar. Entre los estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras la
interrupción temporal de los estudios, que es mencionada por el 20,0%, es superior al de los
estudiantes de las demás Unidades Académicas (cuadro 34).
Esto produce que, necesariamente, los estudiantes tarden en promedio más años para
completar la carrera universitaria que la estipulada por las instituciones. Según una nota de
La Nación de 2005, que se puede encontrar en el sitio de la UNCU: “en las universidades
estatales los estudiantes tardan en promedio un 57% más del tiempo que indican los
programas de estudio. Las carreras con más demoras son Ingeniería agronómica (80%),
Bioquímica (75%) y Veterinaria (75%)” (http://www.uncu.edu.ar/novedades/index/la-
nacion-domingo-27-sumplemento-universidades-carreras-en-tiempo-real). Además se
agrega que “En la Universidad Nacional de Cuyo (UNCu), la carrera de Ingeniería
agronómica dura teóricamente cinco años y un trimestre, pero la mayoría de los estudiantes
la completa en ocho años” y que según contó el decano de la Facultad de Veterinaria de la
Universidad de Buenos Aires (UBA), Rubén Hallú, la duración teórica [de las carreras de
Agronomía] es de seis años y medio pero la mayoría tarda entre 7 y 8 años en terminarla.
En otro artículo de ElLitoral.com se ofrecen cifras similares: “Según las últimas
estadísticas oficiales, los alumnos de carreras de grado en universidades públicas del país
prolongan sus tiempos de graduación hasta un 60 % más del tiempo estipulado en los
planes de estudios” (ver:
http://www.ellitoral.com/index.php/diarios/2011/10/09/educacion/EDUC-01.html).

Anexo 2
Hasta la actualidad la comisión de edad ha relevado, entre otras, las siguientes becas y
sistemas de investigación:
1) Erasmus Mundus: sistema de becas y financiamiento para posgrados en Europa. La edad
no aparece como criterio pero se aclara que cada una de las instituciones a las cuales se
aplica tiene sus criterios particulares.
(Fuentes:http://eacea.ec.europa.eu/erasmus_mundus/tools/faq_action_1_students_academic
s_scholars_en.php/
http://eacea.ec.europa.eu/erasmus_mundus/results_compendia/selected_projects_action_1_j
oint_doctorates_en.php).
2) Alemania: a) Becas del Instituto Ibero-Americano (IAI): cada año otorga entre diez y
doce becas para estadías de investigación en Berlín por períodos máximos de tres meses en
la biblioteca, que es una de las bibliotecas más importantes de estudios latinoamericanos en
el mundo. Las becas se proponen brindar la posibilidad de acceder y utilizar los fondos y
colecciones especiales pertenecientes al Instituto Ibero-Americano, cooperar con los
científicos del IAI y tomar contacto con colegas en Alemania. La concesión se realiza a
través de un llamado a concurso por parte del Instituto Ibero-Americano sobre un tema
específico. No hay ningún requisito relacionado con la edad. (Fuente:
http://www.iai.spk-berlin.de/es/becas.html).
3) Brasil: el CNPq (Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico) se
maneja con proyectos que tienen “bolsas” para becarios de maestría y doctorando. No
contempla límites por edad. De hecho, son muy estrictos prohibiendo la discriminación
por edad para los postulantes ya que la consideran tan grave como la discriminación por
raza, género, ideología o convicción religiosa. En su página puede leerse al respecto:
“6.10 - A instituição não poderá limitar o acesso a bolsas adotando medidas não
autorizadas pelo CNPq, tais como:
a) restrições quanto à idade;
b) restrições ao fato de um aluno já ser graduado por outro curso;
c) restrições quanto ao número de renovações para o mesmo bolsista;
d) restrições quanto ao semestre/ano de ingresso do aluno na instituição;
e) interferir ou opor restrições à escolha do bolsista pelo orientador, desde que o aluno
indicado atenda ao perfil e ao desempenho acadêmico compatíveis com as atividades
previstas;
f) restrições ou favorecimento a raça, gênero, ideologia ou convicção religiosa.”
(Fuente: http://www.cnpq.br/web/guest/apresentacao13).
4) Canadá: dentro del sistema de investigación no encontramos que en ningún caso se
aparezca el límite de edad en los requisitos. Entre las becas investigadas podemos
mencionar: a) Canadian Institutes of Health Research: agencia federal que financia
investigaciones en salud, llegando a sostener a 14.000 investigadores; b) Four Year
Doctoral Fellowship (4YF): University of British Columbia; c) Troudeau Foundation
Doctoral Scholarships; d) SSHRC Doctoral Fellowships and the Joseph-Armand
Bombardier CGS Doctoral Scholarships del Social Sciences and Humanities Research
Council: becas para estudios en ciencias sociales y humanidades. (Fuente:
http://www.research.ubc.ca/vpri/canada-graduate-scholarships); e) Becas Vanier: para
estudios de doctorado. Se enmarca en un sistema creado por el Gobierno de Canadá para
estudiantes locales e internacionales. Administrado por tres organismos: Canadian Instutes
of Health Research (CIHR), Natural Sciences and Engineering Research Council (NSERC)
y Social Sciences and Humanities Research Council (SSHRC). (Fuente:
http://www.vanier.gc.ca/eng/eligibility-admissibilite.aspx).
5) Chile: CONICYT (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica) otorga
becas de Maestría y Doctorado. Como requisito para los postulantes, no exige un límite de
edad sino poseer un grado académico de Licenciado/a o título profesional y acreditar
excelencia académica por promedio y ranking. (Fuente: http://www.conicyt.cl/becas-
conicyt/2014/03/doctorado-en-chile-2014/).
6) España: a) no hay límites de edad ni distancia de tiempo en relación con la etapa de
formación anterior para postular al CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas).
El Real Decreto 1730/2007, de 21 de diciembre, establece que, para la contratación del
personal funcionario científico-investigador (Profesores de Investigación, Investigadores
Científicos y Científicos Titulares), el CSIC debe regirse por los criterios establecidos por
las previsiones del Estatuto Básico del Empleado Público del Estado español. La selección
se realizará de acuerdo con los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad. Se
ajustarán a los criterios generales establecidos para la función pública en el convenio
colectivo de aplicación al personal laboral. (Ver: http://www.boe.es/buscar/doc.php?
id=BOE-A-2008-591)
b) Para el/lx Investigador/x en Formación, el Real Decreto 63/2006, de 27 de enero,
establece que la convocatoria debe respetar los principios de publicidad, igualdad, mérito y
capacidad en la concesión de las ayudas correspondientes. (Fuente:
https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-2006-1703)
7) Francia: El Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS) no guarda restricción
de edad ni de nacionalidad para becas doctorales ni para devenir investigador. De hecho,
eliminó el límite de edad en 2005 para las categorías más bajas de investigador y director
de investigación. En las categorías más altas no ni hubo límite de edad, el único requisito es
la cantidad de años de experiencia en laboratorio. El escalafón es el siguiente:
Cargo de investigación
CR2: sin límite de edad ni experiencia
CR1: 4 años de experiencia en un laboratorio público o privado
Director de investigación:
DR1: sin límite de edad y 8 años de experiencia en un laboratorio público o privado
DR2: 12 años de experiencia en un laboratorio público o privado
(Fuente: http://www.cnrs.fr/fr/travailler/chercheur.htm)
8) México: en este país el CONACYT es el Programa de Becas para Estudios de Posgrado
más importante, con casi cuarenta años de existencia; reconocido a nivel nacional e
internacional. Este programa brinda acceso a la población para realizar estudios de alto
nivel en instituciones académicas de excelencia, tanto en el país y como en el extranjero. A
través las distintas modalidades, se otorgan becas de posgrado (maestría y doctorado) y se
apoyan las especialidades técnicas y académicas. No hay restricción en la edad de los
solicitantes para ningún grado de sus estudios. (Fuente:
http://www.conacyt.gob.mx/becas/Paginas/default.aspx).
9) Reino Unido: hay una ley que se llama "Equality Act" (Fuente:
http://www.acas.org.uk/index.aspx?articleid=1841).
a) Oxford: la universidad se rige por la "Equality Act" que dice explícitamente que la
edad es un "aspecto protegido", en pie de igualdad con sexo, género, raza, color, religión,
etc. (Fuente: http://www.admin.ox.ac.uk/eop/equalityact/). Uno de los aspectos a partir de
los que se fundamenta es la diversidad ya que el límite de edad es una manera de garantizar
una cierta homogeneidad en la gente a ser formada, ya que cuanto más menos experiencia
es más fácil manejar sus investigaciones y adecuarlas a lo que hacen sus profesores. En un
apartado especial explicitan: “At different times in their lives, staff may have caring
responsibilities for children or for elderly family members. We will try to support people in
balancing work and caring responsibilities” (para tener presente en relación con el reclamo
por licencias de maternidad / paternidad). “If you are at an early stage in your academic
career, you may be interested in vacancies identified as for early career researchers. We
recognise that this stage may bear no relation to chronological age. People may have
portfolio careers, and start an academic career after experience in other roles. Academic
careers develop in different ways, and may be interrupted by personal circumstances such
as maternity, caring responsibilities, ill-health, disability or part-time work. Where
possible we will look at what you have achieved in the time available to you, although
some externally-funded posts may have constraints limiting eligibility to a certain period
after obtaining a PhD/DPhil”. “The university welcomes diversity among its staff and seeks
to ensure that all candidates for employment are treated fairly. Selection criteria will be
clearly defined and the ability of candidates to perform the job description will be
compared against the selection criteria. Candidates will not be asked about their age. See
our Code of Practice on Staff Recruitment and Selection”. El "Código de selección de staff"
señala cuestiones en el mismo sentido, como que el espíritu de las evaluaciones es el de
analizar si la persona tiene méritos suficientes para la tarea. (Fuente:
http://www.admin.ox.ac.uk/eop/age/).

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