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Escuela de Psicología.
Sección “C”
Grupo N° 2
Alumnas:
DEPRESIÓN INFANTIL
La depresión infantil es un trastorno afectivo, que se inicia en las etapas del desarrollo y produce
en el niño o adolescente un estado anímico triste o en algunas ocasiones irritable, descontento
con él mismo y con su entorno, sin ganas de jugar o de relacionarse con los iguales. Este
conjunto de emociones negativas no se encuentran acordes con el estímulo que las desencadena,
ya sea por la intensidad o por la duración. Esto provoca un cambio por un periodo de tiempo, que
se ve reflejado en el descenso del disfrute de actividades que anteriormente eran placenteras, en
la comunicación con los demás y en el rendimiento escolar (Del Barrio, 2002 citado en Del
Barrio, 2007).
Muchos síntomas de la depresión infantil, son compartidos con la depresión mayor en adultos,
como por ejemplo: baja autoestima, cambios en el sueño, pérdida de apetito y peso,
hiperactividad, disforia y aislamiento social, aunque si presenta algunos característicos como son
los problemas de conducta, enuresis, rabietas y desobediencia (Del Barrio, 2007).
Dependiendo de los síntomas que presente cada persona, pueden corresponderse con
afectaciones de tipo (Del Barrio, 2007):
Menores de 7 años
En niños pequeños, el trastorno depresivo mayor se asocia con frecuencia con los trastornos de
ansiedad, las fobias escolares y los trastornos de eliminación
(encopresis, enuresis).
b) esfera cognitiva y actividad escolar: baja autoestima, falta de concentración, disminución del
rendimiento escolar, fobia escolar, trastornos de conducta en la escuela y en la relación con sus
iguales.
c) esfera somática: cefaleas, dolor abdominal, trastornos del control de esfínteres, trastorno del
sueño (insomnio o hipersomnia), no alcanzar el peso para su edad cronológica y disminución o
aumento del apetito
Los trastornos depresivos se caracterizan por una tristeza de una intensidad o un duración
suficiente como para interferir en la funcionalidad y, por una disminución del interés o
del placer despertado por las actividades.
Se desconoce la causa exacta, pero probablemente tiene que ver con la herencia, cambios
en las concentraciones de neurotransmisores, una alteración en la función neuroendocrina
y factores psicosociales.
Trastorno Depresivo Mayor
Se presenta cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con
la vida diaria durante un largo período de tiempo. También cambia la manera en la que
funciona el cuerpo.
Los síntomas deben estar presentes por 2 semanas (cinco o más síntomas), debe estar
presente el estado de ánimo deprimido o la pérdida de interés/placer
1. Estado de ánimo deprimido casi todos los días la mayor parte del día (en niños y
adolescentes puede ser irritable)
2. Disminución importante del interés/placer de todas o casi todas las actividades
3. Aumentó/Disminución del peso; aumento/Disminución del apetito
4. Cambios en el sueño insomnio/hipersomnia
5. Agitación o retraso psicomotor
6. Fatiga o pérdida de energía
7. Sentimientos de inutilidad/culpabilidad excesiva
8. Disminución de la capacidad para pensar, concentrarse o tomar decisiones
9. Pensamientos de muertes recurrentes
•Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día para niños y adolescentes presente
mínimo 1 año, para adultos 2 años
•Síntomas:
Poco apetito o sobrealimentación
Insomnio o hipersomnia
Poca energía o fatiga
Baja autoestima
Falta de concentración
Sentimientos de desesperanza
•No ha pasado más de dos meses si los síntomas
Este trastorno se caracteriza por una notable y persistente alteración del estado de ánimo
que se considera debida a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.
En la historia clínica, en la exploración física o en los hallazgos de laboratorio deben
existir pruebas de que la alteración es la consecuencia directa de una enfermedad médica.
Trastorno Bipolar
El trastorno bipolar es una afección del estado de ánimo que puede provocar cambios de
ánimo intensos.
Junto con los cambios de ánimo, el trastorno bipolar provoca cambios en el
comportamiento, los niveles de energía y los niveles de actividad.
No se conoce la causa exacta del trastorno bipolar. Es probable que varios factores
influyan en esta afección, incluyendo la genética, la estructura y función del cerebro, así
como el ambiente.
Episodio Maniaco: Los episodios maníacos pueden incluir síntomas como exceso de
energía, reducción de la necesidad de dormir y pérdida de noción de la realidad.
Episodio Depresivo: Los episodios depresivos pueden incluir síntomas como falta de
energía, poca motivación y pérdida de interés en las actividades cotidianas
Episodio Hipomaniaco: tiene los mismos síntomas del episodio maniaco pero un poco
más leves.
EVALUACIÓN
VIDEO: https://youtu.be/0AkOrazQ2xI
ANSIEDAD INFANTIL
PREGUNTA: ¿Cuáles creen ustedes que son las diferencias entre miedo y ansiedad?
La ansiedad es lo que frecuentemente definimos como miedo. Sin embargo, hay otras
emociones o conductas asociadas a este fenómeno, tales como tensión, desagrado,
anticipación de peligro y estas emociones pueden estar asociadas a personas, eventos u
objetos. En términos generales, ansiedad incluye la emoción básica de miedo, pero puede
incluir otras emociones como vergüenza, alegría o pena. Es importante determinar la
diferencia especifica entre miedo y ansiedad, porque pareciera que se pudieran utilizar
indistintamente py no es el caso “Miedo” se refiere a la reacción fisiológica normal ante
una amenaza percibida o real; mientras que “ansiedad” es definida como un estado
emocional aversivo (malestar subjetivo y activación fisiológica) que se desencadena por
señales internas en ausencia de un detonante especifico o externo (Shroeder & Gordon
1991).
A diferencia de la depresión en niños, los miedos son algo que se espera encontrar en
aquellos, pero que con el paso del tiempo vayan desapareciendo por lo cual en una forma
muy parecida a la depresión pese a ser ignorada cuando se observa en niños. Hay
patrones de miedos que aumentan o disminuyen a lo largo del desarrollo normal de un
niño. Con la aparición de estructuras cognitivas más sofisticadas, el niño tiene mayores
recursos para evaluar nuevas situaciones como menos novedosas o amenazantes y las
respuestas a estas situaciones varían de acuerdo a la edad. La ansiedad, cuando es muy
excesiva, muy intensa, o interfiere con el funcionamiento adaptado del niño, es
considerado como un problema más allá de las simples demandas evolutivas.
DIAGNOSTICOS:
La agorafobia es un tipo de trastorno de ansiedad en el que temes a lugares y situaciones
que pueden causarte pánico o hacerte sentir atrapado, indefenso o avergonzado y a
menudo intentas evitarlos.
El mutismo selectivo es una incapacidad constante que tienen los niños para hablar en
ciertas situaciones, como en la escuela, incluso cuando pueden hablar en otras
situaciones, como en el hogar con miembros cercanos de la familia. Esto puede afectar el
desempeño en la escuela, el trabajo o en la sociedad.
El trastorno de ansiedad social (fobia social) implica altos niveles de ansiedad, miedo o
rechazo a situaciones sociales debido a sentimientos de vergüenza, inseguridad y
preocupación por ser juzgado o percibido de manera negativa por otras personas.
Las fobias específicas se caracterizan por una notable ansiedad cuando la persona se ve
expuesta a un objeto o situación específicos, y un deseo por evitarlos. En algunas
personas, las fobias provocan ataques de pánico.
EVALUACIÓN.
“Inventario de ansiedad, de Beck” (Beck Anxiety Inventory, BAI; Beck, Epstein, Brown
y Steer, 1988) versión española en Sanz y Navarro (2003). Es un inventa-Sanz y Navarro
(2003). Es un inventa rio de 21 ítems, en el que se evalúa en una escala de 0 a 3 el grado
de molestia que provoca cada uno de los síntomas de ansiedad descritos. Tiene una alta
consistencia interna (α= 0,92) y una buena fiabilidad test-retest (r= 0,75) (Beck et al.,
1988). El BAI es más sensible a la activación fisiológica asociada con la ansiedad que a
la asociada con las preocupaciones y la tensión (Anthony, Purdon, Swinson y Downie,
1997). El BAI, aunque es usualmente considerado una prueba para adultos, puede
emplearse en niños y adolescentes (Steer, Kumar, Ranieri y Beck, 1995).
Técnicas de Intervención.
Destrezas Sociales.
Las habilidades sociales son aquellas conductas que las personas emiten en situaciones
interpersonales para obtener respuesta positiva de los demás. El entrenamiento en habilidades o
destrezas sociales es un programa que deberá estar estructurado a partir de las necesidades del
niño, el número de sesiones dependerá del diagnóstico inicial ya sea (leve, moderado severo)
sesiones que pretenderán mejorar tres clases de conductas:
En la medida en que una persona se relaciona de forma adecuada con otros, recibe
reforzamiento social positivo, lo cual, eleva la autoestima del individuo, elemento fundamental
para el ajuste psicológico. En cambio, cuando las relaciones con otros están determinadas por la
ansiedad, la inhibición o el reforzamiento negativo de los demás, la persona tiene un pobre
concepto de sí misma.
Hacer cumplidos.
Aceptar cumplidos.
Hacer peticiones.
Expresar amor, agrado y afecto.
Iniciar y mantener conversaciones.
Defender los propios derechos.
Rechazar peticiones.
Expresar opinión personal incluida el desacuerdo.
Expresión justificada de la ira, el desagrado o el disgusto.
Petición de cambio de conducta del otro.
Disculparse o admitir ignorancia.
Manejo de las críticas.
La capacidad de solicitar satisfactoriamente un trabajo.
La capacidad de hablar en público.
Las sesiones que componen esta fase introducen la idea de cómo las relaciones
interpersonales afectan el estado de ánimo. Se trabaja el tema del apoyo social y se
aprende a identificar, mantener y fortalecer el mismo. Debemos examinar junto a el/la
niño(a), cómo los pensamientos afectan las actividades en las que participa y el tipo de
relaciones interpersonales en las que se involucra. Se realizan ejercicios que enfatizan la
importancia de la comunicación asertiva del desarrollo de destrezas que permitirán el
establecimiento de relaciones satisfactorias.
1. Modelado
2. Ensayo conductual
3. Retroalimentación
4. Reforzamiento
5. Generalización
Educación Afectiva.
Educación afectiva a los niños se les enseña las diferentes etiquetas por una amplia
variedad de emociones, tanto placenteras como desagradables. También se les enseña que cada
emoción se experimenta lo largo de un continuo de la intensidad de la experiencia. Finalmente,
se les enseña a reconocer y etiquetar sus propias experiencias afectivas. Como consecuencia de
esta educación afectiva, el niño también aprende a identificar el estado emocional de otras
personas a su alrededor. Las actividades comienzan educando al niño en un nivel básico y de allí
se desarrollan en una forma secuencia lógica. Estas actividades Igualmente sirven como un
vehículo para enseñar a los niños la conexión entre pensamientos, sentimientos y conductas.
El primer paso de educación afectiva es desarrollar una lista del nombre de las diferentes
emociones que son apropiadas para el nivel intelectual del niño. El siguiente paso es escribir el
nombre de cada emoción en unas tarjetas o fichas. Estas tarjetas o fichas se usan entonces en
diferentes juegos como los siguientes:
Cuando el niño puede describir con precisión cada emoción se considera que ha
alcanzado el nivel de destreza objetivo de la educación afectiva.
Mímica de emociones: luego de leer en silencio la tarjeta el niño piensa acerca de una persona
que se sienta de esa forma, y cómo se comportaría. Entonces el niño representa la emoción sin
decir nada o hacer ningún ruido. Si el niño no sabe cómo representar la emoción lo motivamos a
que intente explicar con un ejemplo o nos puede contar lo que estaba pasando o podría haber
pasado la última vez que él se sintió de esa forma, y lo que estaba pensando en ese preciso
momento. Asimismo, al cambiar de turno, podemos recordar alguna experiencia relacionada con
dicho sentimiento y reflexionar con el niño.
Con esta actividad los niños aprenden y expanden su vocabulario emocional, a ponerle
nombre a las emociones que han sentido, a fijarse en cómo se manifiestan sus sentimientos en
todo su cuerpo, a observar a los demás y prestar atención a la comunicación emocional no verbal
y a los gestos y expresiones corporales de las emociones.
Cuentos de Emociones: estos son de gran utilidad y un buen recurso para la educación afectiva
o emocional, ya que nos ayudan a que el niño aumente su vocabulario emocional, a reconocer e
identificar emociones, comprender nuestras experiencias (ya sean las pasadas y las futuras),
empatizar con los demás, a ser conscientes de los que nos sucede y poder asignarle una palabra,
nos enseñan modelos y estrategias para resolver conflictos y ayudan a fomentar el dialogo. Para
llevar a cabo esta actividad se debe escoger muy bien el cuento para que nos ayude a trabajar las
emociones correctamente y sea adecuado al nivel cognitivo del niños, además de esto para
maximizar el potencial educativo del cuento se puede realizar preguntas que generen curiosidad
en los niños, sobre los aspectos emocionales del libro, como por ejemplo; ¿Cómo crees que
podría actuar ese personaje? ¿Qué crees que siente? ¿Por qué crees que es ese sentimiento? ¿Qué
harías tú en su lugar? ¿Qué otras cosas podría hacer? Con el fin de que aprendan a reconocer e
identificar emociones. Así mismo, se aprovecha la lectura para reflexionar con los niños en que
momentos han experimentado ellos esas emociones a lo largo de su día, y preguntarles que
hicieron o que podrían haber hecho para sentirse mejor. Otra de las cosas Los cuentos útiles para
llevar a cabo esta actividad son: El monstruo de colores, el bestiario de las emociones, las
emociones de nacho, el emocionarlo del inspector Drilo, el gran libro de las emociones, etc.
Relajación.
Forma de aplicación:
El niño debe estar cómodamente instalado en un sillón, sofá. Mejor que esté
ligeramente con el cuerpo algo incorporado (podemos colocar alguna
almohada en la espalda si está en la cama) que completamente tumbado.
Las primeras instrucciones verbales por parte de la persona que aplica la técnica
deben orientarse a crear una atmósfera tranquila: “Estas cómodo y relajado…” para
después ir introduciendo instrucciones más concretas: “Ahora me gustaría
que siguieras dejando relajado todo tu cuerpo, mientras concentras tu
atención en tu mano derecha (o Izquierdasi es su dominante). Cuando
yo te diga, cierra el puño, muy fuerte, todo lo que puedas. ¡Ahora! Fíjatelo que sientes
cuandolos músculos de la mano y antebrazo están tensos…
Concéntrate en ese sentimiento de tensión y malestar que experimentas.”
- Somos marionetas
Un ejercicio de relajación en forma de juego que puede gustar a niños de todas las
edades. Se basa en que se les dice que son marionetas que están siendo controlados por
un marionetista, teniendo un hilo o cuerda en cada extremidad, en la espalda, y la cabeza.
Se les va ir diciendo que el marionetista va tirando de las diferentes cuerdas con el fin de
que vayan haciendo diferentes gestos y acciones.
Sin embargo pasado un rato se les dice que el marionetista en cuestión es torpe y
de vez en cuando deja caer una de las cuerdas, con lo que deben dejar totalmente muerta
la parte del cuerpo correspondiente durante unos segundos. Esta segunda parte se
mantiene durante varios minutos. El juego termina diciendo que al marionetista se le caen
todas las cuerdas a la vez y/o deja las marionetas, teniendo que destensar todo el cuerpo.
Auto instrucción.
Este grupo de auto instrucciones se corresponde con los pasos descritos en el proceso de
resolución de problemas. Es importante ajustar las instrucciones al nivel del desarrollo del niño y
a su vocabulario, se pueden hacer tarjetas de manera que el niño recuerde los pasos.
A medida que se va trabajando con el niño las diferentes estrategias del tratamiento, se
debe ofrecer información a los padres acerca de lo que se está trabajando en las sesiones de
manera que se logre una mayor generalización.
Es generalmente aceptado que niños menores de siete años no están listos para utilizar
procesos que incluyen la utilización del lenguaje interno como mecanismo de control de la
conducta. (Kendall y Branswell 1993).
En primer lugar, el adulto realiza una tarea delante del niño y a la vez se va hablando a sí mismo,
diciendo los pasos en voz alta, las dudas, las posibilidades, las estrategias: Piensa en voz alta, y
va detallando los pasos que da mientras realiza la tarea o resuelve el problema. También se va
dando orientaciones de las que debería darse el alumno “voy a leerlo de nuevo a ver si me he
enterado, voy a repetirlo con mis palabras, voy a comprobar si…” y se va dando ánimos: ¡muy
bien, así, despacio! ¡lo estoy consiguiendo!, ¡creo que voy por buen camino!...
2) Ahora es el niño/a quien realiza la tarea y el adulto vuelve a dar las autoinstrucciones en voz
alta. Va nombrando los pasos de la tarea mientras el niño/a la va realizando.
3) El siguiente paso es que sea el propio niño/a quien realiza la tarea y va verbalizando (diciendo
en voz alta) los pasos que va dando -las mismas frases pronunciadas por el adulto en las fases
anteriores- (en general, en el entrenamiento hay que ayudarle porque es muy difícil que recuerde
todo y en orden… en cualquier caso, si le ayudamos él debe repetir cada paso de forma
acumulativa).
*Una otra variante del paso anterior es que el adulto realiza la tarea y el alumno es quien hace las
verbalizaciones en voz alta.
Análisis de tareas: ¿En qué debo centrar ahora mi atención?, ¿Cuál es el paso que he dado?,
¿Cuál es el paso siguiente?
Autocomprobación: Voy a repasar este paso porque no estoy muy seguro de haberlo hecho
bien; voy a comprobar si tiene lógica lo que me ha salido con lo que me preguntaban, voy a
repasar todos los pasos.
Autorefuerzo: ¡Me está saliendo muy bien!, ¡ahora está mejor! ¡llevo ya cinco minutos sin
levantarme de la silla!, ¡lo he logrado por mí mismo, sin preguntar!, ¡he descubierto el error y lo
he corregido, fantástico!
Transferencia de Control.
El terapeuta ayuda el padre a desarrollar destrezas específicas para el manejo del niño.
Luego el padre debe "supervisar" y a través de un manejo de contingencia propiciar la exposición
fuera de las sesiones terapéuticas (Silverman & Kurtines, 1996). El terapeuta ayuda al padre a
desarrollar destrezas específicas para el manejo del niño. Luego el padre debe sobrevivir y a
través del manejo del Contingencia propiciar la exposición fuera de las secciones terapéuticas.
1- Fase de educación: Durante esta fase se educará a los padres y al niño en los principios
básicos del proceso del tratamiento dejando claro todos los componentes y el enfoque que posee
la transferencia de control.
B) Procedimiento básico para producir el cambio es la exposición, que con los niños se
hace de forma gradual. Es importante que los niños sepan que el tratamiento se hará paso por
paso y que nunca se pasará a otro nivel a no ser que e miedo de cada jerarquía haya disminuido.
C) Se construye una jerarquía de miedos donde se comienza desde el menor miedo hasta
el mayor miedo. Para implementar esto se utiliza el termómetro de miedo.
D) Se planifica y se establece sesiones dentro y fuera del consultorio, y para lograr un
mayor control sobre esto, y una mayor efectividad del tratamiento se incluyen los
procedimientos de manejo de contigencia.
E) Se incluye tanto a los padres como a los niños en el proceso de autocontrol, es importante
hacer énfasis en a importancia de apel de los pensamientos, del entrenamiento en relajación y del
autorrefuerzo y autoevaluación
F) Luego se elaboración con los padre y el niño un plan de acción detallado, que incluye un
contrato conductual acerca de cada uno de los pasos que van a tener lugar para lograr llegar al
último peldaño de la jerarquía de miedos.
2-Fase de acción: Aquí es cuando el niño va hacer uso de las estrategias aprendidas en la
fase de educación para enfrentar los estímulos. Se realizan tareas de exposición gradual, donde el
niño es expuesto a cada elemento de la jerarquía de miedos construida; desde la menos temida
hasta la más temida.
En relación a la jerarquía de miedos, se le explica a niño que es como una escalera y tiene
entre 10 y 15 escalones, cada paso representa una situación específica u objetivo que le provoca
al niño muy poco o demasiado miedo. Se le dice que durante el tratamiento el irá subiendo cada
uno de los escalones uno por uno, hasta que el miedo de cada escalón no disminuya no pasará al
siguiente. Él es quien determina el ritmo de su progreso.
Relajación: Entrenamiento de relajación de los grupos musculares del cuerpo a través de
ejercicios sistemáticos de tensión-relajación, el niño aprende a percibir las sensaciones de tensión
corporal y a utilizar estas sensaciones como claves para relajarse.
“Se hace constar que el (día de la semana) (fecha) de (mes) de (año) se firmó un contrato
entre (nombre del niño) y su papá/mamá (nombre del padre o la madre), acerca del miedo de
(nombre del niño) a (objeto/situación fóbica), teniendo como testigo a (nombre del terapeuta).
Este padre, madre y niño acuerdan que si (nombre del niño) exitosamente (ejecuta la actividad)
entonces (el refuerzo que el recibirá). Esta actividad debe ser realizada por el niño el (fecha) y el
padre/madre le dará al niño la recompensa aquí mencionada el (fecha)”