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INFORME DEL CAP 4

“EL ESTADO ARGENTINO”

PROFESORA:ILDA COCA
ALUMNA: MAMANI JAQUELINA
CURSO 5TO E
COLEGIO N°1 Teodoro Sánchez de Bustamante
Formación de un Modelo de inserción

Desde la independencia rigió un modelo económico signado por el deterioro del orden colonial
hasta la imposición de un nuevo orden en los años sesenta del siglo pasado. Existía un rígido
sistema de comercio monopólico que se sustentaba sobre dos ejes vinculando el ingreso de
mercaderías, la extracción de metálica y la capital administrativa. En el caso de América del Sur se
articuló su economía sobre el eje Lima-Potosí. Para España, Buenos Aires era un puerto seco, era
el último punto de su imperio al sur del Atlántico, ya que todas las mercaderías entraban por Lima.

Este sistema hacía que la mercadería que llegaba a Buenos Aires fuera sumamente costosa. Existía
un camino «natural» de la plata que desembocaba en Buenos Aires, era menos oneroso y
generaba una intensa actividad comercial. Estos querían que el sistema se flexibilizara – mientras
que los primeros no -. Crearon nuevos virreinatos en América del Sur y ciertas excepciones al
rígido sistema monopólico.

En el marco de esas reformas se creó el Virreinato del Río de la Plata, y el centro minero de Potosí
pasó a formar parte de esta nueva unidad administrativa con sede en Buenos Aires con lo cual
lentamente dejó de ser un puerto seco. La denominamos etapa de «hechos» de política exterior o
etapa de pre-política exterior. Tras la revolución de Mayo los comerciantes lograron el comercio
libre. Desde el punto de vista político el principal objetivo era el reconocimiento de la nueva
nación y la compra de material bélico para enfrentar las agresiones de la ex metrópoli.

Gran Bretaña alentó la independencia de las colonias hispanas la delimitación territorial la libertad
religiosa, que fue el aspecto más discutido, cláusula del acuerdo, que «obligaba a las partes a
cooperar en la eliminación del tráfico de esclavos». Este tratado fue la piedra angular de todas las
relaciones anglo argentinas en ese siglo y la primera mitad del XX, enmarcadas en una situación
donde Gran Bretaña fue la potencia marítima hegemónica y donde Argentina era una socia
subordinada de la relación. Este tratado fue la base de la inserción de la Argentina en el mundo
durante la segunda mitad del siglo XIX, ya que Gran Bretaña, al ser potencia mundial, garantizaba
la presencia del país en el mundo. Dentro de ello se inserta el empréstito con la Casa Baring de
Londres que fracasó porque su objetivo era pagar a los acreedores del Estado por las deudas
generadas en las guerras de la independencia.

La guerra entre las Provincias Unidas y el Brasil en 1825 es un ejemplo del equilibrio de poder que
se buscaba en la región del Plata. Cuando se convocó a la Asamblea constituyente en 1824 se
aceptó como miembros a los orientales y esto significó el inicio de la guerra con el Brasil que se
había independizado de Portugal. Brasil bloqueó los puertos argentinos complicando al comercio
de Buenos Aires que se paralizó perjudicando a Gran Bretaña. Robert Parish, como representante
británico trató de abrir el bloqueo.
Si las hostilidades no hubieran terminado en forma rápida en 1828, la comunidad mercantil
británica podría haberse visto obligada a abandonar definitivamente Buenos Aires. El bloqueo fue
roto por los norteamericanos quienes tenían naves en el puerto de Buenos Aires. A pesar de ello,
Adams continuó con su «política de no-intervención y neutralidad» que impedía al encargado de
negocios de Estados Unidos «reemplazar con la mediación norteamericana la propuesta por los
ingleses» rechazando el pedido de Rivadavia. Gran Bretaña operó para lograr la paz.

Un primer acuerdo firmado por Manuel Gracia generó descontento en Buenos Aires y condenó a
la desaparición del gobierno nacional encabezado por Rivadavia. A partir de aquí, Buenos Aires
como provincia ejerció la representación exterior de las otras. Dorrego la entendió como
independencia del Brasil y no de las Provincias Unidas aunque la propuesta era de ambas. La
proto-política se caracteriza por estar un poco más avanzada la construcción del Estado, aunque
todavía no está finalizado el proceso.

Tras la caída de Dorrego y el interregno de Lavalle, en 1829 Rosas asume el poder. En la etapa
rosista analizaremos la implicancia del Pacto Federal en esta etapa, la Ley de Aduana, la ocupación
inglesa de las islas Malvinas, los Bloqueos Francés y Anglo Francés como así también la política de
no-reconocimiento de la independencia de varios países que habían formado parte del Virreinato
del Río de la Plata . Es más, todos estos conflictos surgen por esa política de no-reconocimiento de
las nuevas naciones formadas tras la disolución del virreinato. Las provincias que formaban parte
de esa zona le exigían a Buenos Aires el reparto de los recursos de la Aduana y que se fijaran tasas
para proteger a los productos del país, además de la apertura de nuevos puertos en contra del
monopolio de Buenos Aires.

Pero en realidad lo que buscaba era mantener los vínculos externos de la economía porteña.
Roxas y Patrón, representante de Buenos Aires, sostenían que era lo mismo comprar tabaco en
Paraguay que en Corrientes, ya que aquél era de mejor calidad y mejor precio, y con esto se
beneficiaba a los consumidores porteños. También existió un rechazo a la aduanas interiores
porque limitaban el flujo comercial desde Buenos Aires hacia el interior. Con respecto a la Aduana,
el argumento por el cual Buenos Aires se había hecho cargo de ella era porque la Provincia pagaba
las deudas de la guerras de la independencia y las constraías por la guerra con el Imperio del
Brasil, como así también el empréstito con la casa Baring de Londres al desaparecer el Estado
Nacional en 1827.

Por el Pacto se crea una comisión representativa de los gobiernos litorales que tenían como fin
declarar la guerra, firmar tratado de paz, etc. . Este aspecto era una evolución hacia una forma
para estatal pero de hecho siguió funcionando el sistema de delegación en la provincia de Buenos
Aires. Durante los años que Rosas se alejó del gobierno realizó la Campaña al Desierto . Ésta
estuvo compuesta por tres columnas desde la Argentina y una por Chile que intervendría en la
región del Neuquén – ya que no pudo concretarse por problemas políticos internos de esa nación
Un párrafo aparte merece el despojo territorial de las Islas Malvinas. Las disputas de la época
colonial habían confirmado la posesión española de las islas, de quien el gobierno de Buenos Aires
era legítimo sucesor. Por ese motivo, el gobierno tomó posesión de las islas en 1820 y tres años
después se otorgaron concesiones para pastoreo y pesca, una de las cuales recayó en Louis Vernet
– quien fue designado gobernador del archipiélago en 1829-. Este acto llevó a la intervención de la
nave de guerra norteamericana Lexington, la cual asaltó Puerto Luis, capital de las islas.

Esta actitud llevó a una ruptura de relaciones con ese país mientras Gran Bretaña en 1833 optó
por despojar a los argentinos de las islas en su propio favor. Por otro lado al encontrarse fuera del
modelo del saladero no tenían para Rosas ningún objeto especial. El incidente de la Lexington fue
muy traumático para las relaciones argentino-norteamericanas ya que constituyeron «un
obstáculo mayor para lograr las relaciones amistosas con Estados Unidos que con respecto a las
relaciones con Gran Bretaña». La creación de la Confederación Peruano-Boliviana por parte de
Andrés Santa Cruz fue vista como una amenaza por parte de Rosas para el norte argentino.

Rosas decidió acercarse a Chile y tratar de llegar a un pacto contra Santa Cruz… Las bases para un
acuerdo argentino-chileno propuestas por Rosas fueron la disolución de la Confederación, la
cesión de Tarija a los argentinos y la limitación de las fuerzas armadas bolivianas. Pero aunque
Argentina y Chile coincidían en su hostilidad hacia Santa Cruz la desconfianza mutua impidió que
concertaran un tratado de alianza. La constante intervención argentina en los asuntos uruguayos a
causa de su no-reconocimiento por parte de Rosas de esa nación, llevó a un cruce de alianzas
políticas de diversos grupos argentinos y orientales. Mientras Rosas apoyaba a Oribe, Lavalle
apoyaba a Rivera.

Esta situación se agravó cuando los franceses sintieron que sus intereses en Montevideo se veían
perjudicados por lo estipulado en la Ley de Aduanas que establecía tasas diferenciales para los
barcos que atracaban en Buenos Aires. Esta guerra civil y los problemas arancelarios con la
Argentina dificultaban su comercio. Entonces operaron para favorecer a Ribera y por eso,
bloquearon el puerto de Buenos Aires creando una ruptura de la corriente comercial importante.
Inglaterra acata el bloqueo para no confrontar con Francia, pero Estados Unidos logró ingresar
unos treinta barcos contra uno de los ingleses se transformó en una presión política para los galos.

Por ello se logra firmar el tratado Arana-Mackau donde se le da a Francia el trato de Nación más
favorecida, se indemnizó a los ciudadanos franceses que se habían perjudicado por el conflicto
pero no se otorgaron los derechos diferenciales y posteriormente se cerró la navegación de los
ríos. Algunos creen ver en estas negativas de reconocimiento una intención de fortalecimiento
territorial. En realidad, lo que sopesaba Rosas, era la idea de la supremacía porteña en todo el
espacio del antiguo Virreinato, cosa que no se corresponde con la realidad ya que muchas elites
habían subsistido muy bien sin Buenos Aires ni Rosas y no querían quedar sujetas a su poder. En
función de la debilidad territorial hay que hacer notar que el único despojo que sufrió la Argentina
fue en esta época.

En 1845 Inglaterra y Francia intervinieron con un nuevo bloqueo por el problema de los aranceles
que no habían sido modificados tras el anterior conflicto como tampoco la cuestión de la libre
navegación de los ríos. Durante esta agresión, las naves extranjeras ingresaron en el sistema fluvial
tras romper las cadenas en la Vuelta de Obligado. La intención de vedar el ingreso en los ríos es un
intento por mantener el monopolio del puerto de Buenos Aires en detrimento de los puertos del
interior. Por otro lado como señala Puig, esto es una señal de lo que se llama la dependencia
racionalizada en la cual se aceptó el comercio pero bajo sus propias reglas.

Se reconoce la potestestad de la Confederación para regular el manejo de los ríos interiores como
así también, el Uruguay. Al año siguiente, los franceses firmaron un tratado, siendo éste, uno de
los triunfos más notables de Rosas. El bloqueo trajo consecuencias económicas, ya que Entre Ríos
comerció directamente con la potencias, cosa que repercutió en su economía. Cuando termina el
bloqueo la economía sufrió una retracción, siendo uno de los motivos que justificaron el
levantamiento de Urquiza contra Rosas.

En este marco se instaló la caída de Rosas. El hecho de que ahora ningún interés importante de la
comunidad se opusiera al libre tráfico, a las inversiones de capital y a la importación de mano de
obra era la nueva e históricamente importante consecuencia de la caída de Rosas. Este programa
estaba inserto en la propia Constitución Nacional, y como lo señala Figari, es la manifestación de
una estructura económica de país que «había sido desarrollada en virtud de la división
internacional del trabajo.» Y su forma complementaria, bajo la fórmula alberdiana tenía como
metas para la política exterior «asegurar la paz, promover el comercio, no comprometerse en
alianzas» que serían las pautas para los gobiernos argentinos desde entonces. Urquiza revirtió la
desconfianza firmando, además del tratado de libre navegación con Inglaterra, otros similares con
Estados Unidos y Francia.

También reconoció a Uruguay y Paraguay, y firmó un acuerdo de libre navegación con Bolivia y
medió en un conflicto diplomático entre Estados Unidos y Paraguay. Mientras tanto, el Estado de
Buenos Aires reconoce al Paraguay y la libre navegación de los ríos. Pero el Foreing Office tenía
una opinión diferente… se resistió en forma decidida a la sugestión de reconocer la independencia
de Buenos Aires o de aceptar las pretensiones que Buenos Aires tenía de representar a la
República Argentina en la comunidad internacional

En 1849 se firma el tratado Arana-Southern por el que se devolvieron los barcos capturados y la
isla Martín García . Se reconoce la potestestad de la Confederación para regular el manejo de los
ríos interiores como así también, el Uruguay. Al año siguiente, los franceses firmaron un tratado,
siendo éste, uno de los triunfos más notables de Rosas.

El bloqueo trajo consecuencias económicas, ya que Entre Ríos comerció directamente con la
potencias, cosa que repercutió en su economía. Cuando termina el bloqueo la economía sufrió una
retracción, siendo uno de los motivos que justificaron el levantamiento de Urquiza contra Rosas.
Pero en Buenos Aires:
La prosperidad comercial que siguió al terminar la intervención anglofrancesa y la afluencia de
inmigrantes que acompañó a esa prosperidad comercial, contribuyeron a crear ese nuevo estado
de ánimo que comenzaba a penetrar en toda la sociedad argentina.

Se fue generando la situación económica necesaria para producir los cambios políticos
indispensables para desplazar la economía del saladero por otra más moderna.

La proto-política exterior de la Confederación Argentina y el Estado de Buenos Aires (1852-1862)

En este marco se instaló la caída de Rosas. En un primer momento, los británicos lo defendieron ya
que era la garantía de orden. Su reemplazo por Urquiza no terminó los problemas entre el interior
y Buenos Aires, ya que de hecho se conformaron dos estados distintos: la Confederación Argentina
y el Estado de Buenos Aires.

La política seguida por Urquiza:

Expresaba el deseo del desarrollo económico, era uno de los más grandes estancieros y caudillos
de la Argentina y el miembro más poderoso de la clase más poderosa de la Nación Argentina. El
hecho de que ahora ningún interés importante de la comunidad se opusiera al libre tráfico, a las
inversiones de capital y a la importación de mano de obra era la nueva e históricamente
importante consecuencia de la caída de Rosas.

Este programa estaba inserto en la propia Constitución Nacional, y como lo señala Figari, es la
manifestación de una estructura económica de país que “había sido desarrollada en virtud de la
división internacional del trabajo.” Y su forma complementaria, bajo la fórmula alberdiana tenía
como metas para la política exterior “asegurar la paz, promover el comercio, no comprometerse
en alianzas” que serían las pautas para los gobiernos argentinos desde entonces.

De esta política los británicos sacaron réditos, ya que se firmó el Tratado de libre navegación, se
evitó una guerra civil total entre Buenos Aires y los otros Estados de la República y se llegó a un
acuerdo sobre el pago completo del empréstito de 1824, con sus intereses atrasados.

Urquiza revirtió la desconfianza firmando, además del tratado de libre navegación con Inglaterra,
otros similares con Estados Unidos y Francia. También reconoció a Uruguay y Paraguay, y firmó un
acuerdo de libre navegación con Bolivia y medió en un conflicto diplomático entre Estados Unidos
y Paraguay. Mientras tanto, el Estado de Buenos Aires reconoce al Paraguay y la libre navegación
de los ríos.Pero a pesar de esta ventaja que la Confederación ofrecía, los comerciantes ingleses
pensaban que.Gran Bretaña debía asumir una política de apoyo a Buenos Aires, contra Urquiza y la
Confederación. Pero el Foreing Office tenía una opinión diferente… se resistió en forma decidida a
la sugestión de reconocer la independencia de Buenos Aires o de aceptar las pretensiones que
Buenos Aires tenía de representar a la República Argentina en la comunidad internacional.

Los ingleses propiciaron el entendimiento entre Buenos Aires y la Confederación y en este serio
conflicto aumentó considerablemente su influencia; dando origen, junto al proceso de
modernización, al ingreso de la Argentina a la esfera de influencia británica.
Argentina en los 90

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