Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COSER
LAS FUNCIONES
d el
CONFLICTO SOCIAL
revisada por
M a n u e l S a n c h e s S a r t o
Primera edición en inglés, 1956
Primera edición en español, 1961
st a obra
E sta es un esfuerzo tendiente a aclarar el concepto
de conflicto social y, a la vez, a examinar el uso de este
concepto en la investigación sociológica empírica.
Los conceptos pueden imaginarse como no siendo ni
verda
ver dadero
deross n i falsos;
falsos; son adecuados
adecua dos o inadecu
inad ecuados
ados,, cla-
cla -
ros o confusos,
confusos, eficaces o ineficaces. Son instrumentosinstrum entos
destinados a captar aspectos sobresalientes de la realidad
y, p or cons
co nsig
iguie
uient
nte,
e, “ cons
co nstit
tituy
uyen
en defin
de finici
icion
ones
es (o pres
pr escr
crip
ip--
ciones
ciones)) de lo que qu e se observa” .1
An
A n tes
te s de q u e los “ hecho
he chos”s” pued
pu edanan habla
ha blar,
r, es necesa-
rio ordenarlos de acuerdo con algún esquema concep-
tual.
tual. El divorcio entre la investigación, concebida conceb ida como
una búsqueda de “hechos”, y las teorías, que con dema-
siada frecuencia se remontan más allá del alcance de los
hechos, es la causa de muchas de las fallas de la sociolo-
gía. En nuestra opinión,
opinión , el análi
análisi
siss conceptual
concep tual periódic
pe riódico o
sirve para mitigar estos dos géneros de deficiencia.
Este estudio trata de aclarar y consolidar los esque-
mas conceptuales pertinentes a los datos del conflicto
social
social.. N o ofrece los resultados de una un a investigación nue n ue--
va, sino q u e espera es estim
timulular
ar ese tipo
tip o de invest
inv estigac
igacion
iones.
es.
Pretende impulsar la formulación de nuevas encuestas, a
partir de las contribuciones del pasado.
Au
A u n q u e el conc
co ncep
epto
to de conf
co nflic
licto
to social es de p rim
ri m or-
or -
dial importancia para la comprensión de grandes áreas
de las relaciones sociales, ha permanecido casi totalmente
desatendido
desatendid o por po r los sociólogos en los los últimos
último s años
años.. En
otra ocasión 2 el autor intentó buscar las razones de esta
negligencia con respecto a los cambios, ocurridos en los
últimos cincuenta años poco más o menos, que han su-
frido las imágenes, socialmente modeladas, que los soció-
logos norteamericanos han tenido sobre sí mismos, y de
los cambios acaecidos en su público potencial o efectivo.
7
PREFACIO
I
A l parecer los sociólogos norteamericanos de la primera
generación se consideraban a sí mismos como reforma-
dores, y se dirigían a un público de reformadores. Esas
imágenes de sí mismos y de su público indujeron a diri-
gir la atención hacia las situaciones de conflicto, y a
ello se debió la preocupación del sociólogo por esos pro-
blemas. Además, en lugar de considerarlo simplemente
como un fenómeno negativo, el conflicto social era esti-
mado como realizador de funciones decididamente posi-
tivas. En particular, el conflicto proporcionaba a esos
sociólogos la principal categoría explicatoria del análisis
del cambio social y del “progreso”.
La ética reformista canalizó de tal manera el interés
de la primera generación de sociólogos, que vino a cons-
tituir un elemento importante en el creciente cultivo
de la sociología. Los intereses reformistas de la época,
INTRODUCCIÓN 15
II
En contraste con las figuras hasta ahora analizadas, la
mayoría de los sociólogos que dominan la sociología con
temporánea, en vez de considerarse como reformadores,
que se dirigen a un público de reformadores, han tratado
de hallar oyentes entre quienes tienen la misión de adop
tar decisiones en las burocracias públicas o privadas.
Concentran su atención principalmente en los pro
blemas de ajuste, más que en el conflicto: sobre la estática
social, más que sobre la dinámica. Para ellos ha sido un
problema de importancia primordial el mantenimiento
de las estructuras existentes, y las formas y medios de
asegurar su fácil funcionamiento. Se han concentrado
en el estudio de los desajustes y tensiones que interfieren
con la coincidencia de opiniones (consenso). En tanto
que la antigua generación discutía acerca de la necesidad
de cambios estructurales, la nueva generación se ocu-
pa del ajuste de los individuos a las estructuras vigentes.
La tendencia dominante de la sociología norteamericana
2a INTRODUCCIÓN,
III
Nuestro análisis de varios sociólogos representativos de
la generación presente ha mostrado que estos hombres
se preocupan aún menos que los padres de la sociología
norteamericana por el análisis sociológico del conflicto.
Notamos que, si existe esa preocupación, se dirige prin-
cipalmente hacia la reducción del conflicto. En vez de
considerar el conflicto como una parte posiblemente ne-
cesaria y positiva de todas las relaciones sociales, estos
sociólogos tienden a verlo tan sólo como un fenómeno
destructor. La tendencia prevaleciente de los pensadores
a los que hemos pasado rápida revista, es hallar “cauces
de conciliación” y ajuste mutuo, mediante la reduc-
ción del conflicto.
En otra parte hemos estudiado en detalle algunas de
las razones para ese desplazamiento del centro de aten-
ción y en la evaluación del área del problema que nos
ocupa. Aquí sólo enumeraremos unos cuantos de los
factores que parecen importantes, sin que podamos adu-
cir las pruebas necesarias para nuestra aseveración.
a8 INTRODUCCIÓN
IV
Un posible procedimiento para establecer la teoría del
conflicto social sería aislar algunos de los conceptos cen-
trales tomados de la literatura sociológica “clásica” y
usarlos como punto de partida para mayores esclareci-
mientos, ligándolos con los hallazgos resultantes de la
investigación y el material teórico más relevante. Este
procedimiento tiene la ventaja de que obliga a prestar
una más inmediata atención a las realizaciones teóricas
de una anterior generación de sociólogos, y a requerir, al
mismo tiempo, el estudio cuidadoso de los escritos sub-
secuentes, en un esfuerzo por lograr que sean remode-
ladas más adecuadamente las proposiciones iniciales.
Sin embargo, éste no fue el procedimiento adoptado:
en lugar de ello se decidió derivar tan sólo las proposi-
ciones siguientes de la obra clásica de Georg Simmel,
Conflicto
La razón para limitar de tal suerte nuestra fuente
primaria es en parte puramente pragmática. Con propó-
sitos de exposición, pareció mái conveniente seguir a un
$2 INTRODUCCIÓN
Proposición i : Func
Fu ncio
ione
ness conectivas del
de l grup
gr upo,
o, desarro-
desarro-
lladas por el conflicto.
en las
las instituciones económicas (por ejem eje m plo,
plo , de la a gri
gr i
cultura a la industria, y la concomitante apertura de
oportunidades de movilidad) han servido de instrumen
tos para inducir a los grupos negativamente privilegia
dos a cambiar las definiciones que tenían de sí mismos
y de otros.
otros.
Para nuestro objeto bastará notar que, cuando una
estructura social deja de considerarse como legítima, los
individuos con posiciones objetivamente similares llega
rán, por
po r me
medio
dio del conflicto,
conflic to, a constitu
con stituir
ir grupos auto-
auto- -
conscientes, con intereses comunes.18 Este proceso de for
mación de grupos será objeto de nuestra atención más
adelante, cuando examinemos ciertas proposiciones.
Las estructuras sociales difieren en cuanto al grado
de conflicto quequ e toleran.
toleran. Como
Com o sese verá
ver á en la siguiente
proposición, Simmel sugiere que, cuando la estructura
inhibe la expresión y el despliegue de los sentimientos
hostiles, es de esperar que existan mecanismos sustituti-
vos para
pa ra la liber
lib era
a ción
ci ón de es
esos
os sentimie
sent imientos
ntos..
Ah
A h o ra podemos volv
vo lvee r a form
fo rm u lar
la r la prop
pr opos
osici
ición
ón de
Simmel:\ El conflicto sirve para establecer y conservar
la identidad y las líneas fronterizas de las sociedades y los
grupos,
tJEl conflicto con otros grupos contribuye a establecer
y reafirm
rea firmarTarTáT
áT iden
id entid
tidad
ad del
de l g rup
ru p o p ropi
ro pio,
o, y m antie
an tiene
ne
sus fronteras con relación al mundo social que lo rodea.
Las enemistades consagradas y los antagonismos recí
procos conservan las divisiones sociales y los sistemas de
estratificación. Esos antagonismos
antagonismos tradicionales impide imp idenn
la desaparición gradual de las fronteras entre los sub
grupos de un sistema social, y determinan la posición de
los diversos subsistemas dentro de un sistema total.
En las estructuras sociales que procuran un amplio
margen de movilidad, es muy probable que exista atrac
ción de los estratos elevados sobre los inferiores, así como
43 EL CONFLICTO Y LAS FRONTERAS DEL GRUPO
P roposición 5: L
Laa hostilida
host ilidad
d en las relaciones
relacio nes sociales
de carácter íntimo.
En tanto que el antagonismo por sí mismo no conduce
a la asociación, es un elemento sociológico casi nunca
ausen
ausentete en e l l a . . . Ésta es quizás
quizás la situación con respect
respectoo
a la llamada mezcla de corrientes convergentes y divergen
tes
tes dentro de un grupo. Es decir, la estructura puede pu ede ser
sui generis. . . y sólo sólo con
con objeto de describirla
describirla y entender
la, la presentamos, post factur a, en su conjunto, partiendo
factura
de dos
dos tenden
tendencias,
cias, monista una, antagónic
anta gónicaa la otra. Las
relaciones eróticas nos ofrecen los casos demostrativos más
frecuentes.
frecuentes. C uánuá n a menudo no aparecen a nuestra consi consi
deración como entremezcladas de amor y respeto, o falta
de respeto... de amor y anhelo de dominar o ser domi
nado
nados.s. Ahora
Ah ora bien, lo que el observador
observador o el participan
partic ipante
te
divide en dos tendencias entremezcladas puede, en reali
dad, ser una sola .58
done
do ness anteriore
anteriores.s. Si el odio realmente
realmente formara parteparte
de toda relación, no podría existir ningún conflicto real
sin participac
part icipación
ión de tal sentimiento.
sentimien to. Sin embargo, parece
que Simmel, aunque no lo aclara suficientemente, se
refiere en realidad a las relaciones estrechas e íntimas,
más bien que a las relaciones sociales en general; su refe-
rencia a las relaciones eróticas, como ejemplo clave, pa-
rece indicarlo así.
Simmel sugiere que en las relaciones en que los hom-
bres inte
in terv
rvie
ien
n en hondam
hon dament
ente,e, en las q u e part
pa rtic
icip
ipan
an con
todos sus atributos personales y no sólo con una parte
de ellos, probablemente aflorarán sentimientos de amor
y odio,
od io, de atracció
atra cción
n y hostilid
hos tilidad.
ad.
Ésta es una reminiscencia del concepto freudiano de
la ambivalencia,m que se ha convertido en un concepto
funda
fun damm ental
ent al del psicoaná
psicoanális
lisis.
is. L a ambivalencia,
ambivalen cia, según
según
Freud la define, es “la existencia, en una misma persona,
de sentimientos opuestos, amistosos y hostiles, con rela-
ción a otra’\fi0Ésta es, en esencia, la situación precisa que
Simmel tiene
tiene presen
presente.
te. Ahora
Ah ora bien, en realidad Freud
describe la fuente psicológica del fenómeno que Simmel
sólo observa.
observa. EsteEste concepto psicoanalítico
psicoan alítico ayudará, por
tanto, a esclarecer y complementar la proposición de
Simmel.
Freud desarrolla su análisis de la ambivalencia en las
relaciones sociales, en L La
a psicología
psic ología de las
las ma
masas
sas y análisi
análisiss
del yo, con estas palabras:
Casi todas las relaciones afectivas íntimas, de alguna
duración,
duració n, entre dos
dos perso
personas
nas — el matrimonio,
matrim onio, la amistad,
amistad,
el amor paterno y el filial—
fili al— dejan un depósito de senti-
senti-
mientos hostiles, que precisa, para desaparecer, del proceso
de la represión. Este fenómeno
fenóm eno se nos muestra más clara-
mente cuando vemos a dos asociados pelearse de continuo
y al subordinado
subordi nado murmur
mur murar ar sin cesar
cesar contra
contr a su superior.
El mismo hecho se produce cuando los hombres se reúnen
para
par a formar conjuntos más
más amplios.
amplios. Siempre
Siemp re que dos fa-
HOSTILIDA
HOST ILIDAD
D Y TENSIONES
TENSIONES EN LAS RELACIONES DE CONFLIC
CON FLICTO
TO 71
términos
términos sin sin analizar
analizar hasta ahora. Siguie Sig uiendo
ndo la teoría
de Homans 63 de qu q u e en las
las relaciones
relacion es existe una un a corre-
corre -
lación entre el incremento de la acción recíproca de los
partenarios y el incremento de sus sentimientos mutuos
de aprecio, podemos decir que la acción recíproca inten-
sa — que
qu e caracteriza
caracteriza los
los grupos
grupos primarios
p rimarios y las relaciones
relaciones
que
qu e sese aproximan a este este tipo— tiende a absorber la to-
talidad de la personalidad y a fortalecer la intimidad de
los sentimientos. Pero Homans pasó por alto el hecho
de que es precisamente esa intimidad la que también
genera la acumulación de sentimientos hostiles, porque
proporciona frecuentes ocasiones de conflicto que, a me-
nudo, deben ser reprimidos para bien de los sentimientos
afectivos
afectivos.6 .64 Desgraciadamente
Desgraciadamente la falta de interés interés dede Ho
H o-
mans por el carácter ambivalente de las relaciones socia-
les íntimas, le impide advertir que un incremento de la
acción social recíproca, probablemente acarreará un in-
cremento
crem ento de la hostilidad, lo mismo que qu e del
d el aprecio.65
Adem
Ad emásás del psicoanálisis y la sociolog
soc iología,
ía, la antro
an tropo
po--
logía también ha contribuido al esclarecimiento de este
problema.
problema. Bronislaw
Bronislaw Malinowski escri escribe:
be: 06 “ La agre-
agre-
sión,
sión, como la caridad, empieza en casa casa.. Tod
T odo o s [los
[los ejem-
ejem -
plos citados] suponen un contacto directo y, después, la
exasperación sobre problemas inmediatos que surgen...
o se
se imagina que surgen.
surgen. A decir verdad, cuanto má más
reducido es el grupo incluido en la cooperación, cuanto
más unido se halla por ciertos intereses comunes y por
la convivencia cotidiana, es más fácil que los miembros
se irriten
irrit en y encole
en colerice
ricenn mut
m utuauamm ente
en te.”
.” 07 L a agresión
ag resión es
es
un producto
producto acces
accesor
orio
io de la coop
co opera
eració
ción..
n.. . Tratemos
Tratem os de de
entender el lugar que ocupa la agresividad dentro de una
institución. N o hay ninguna
ningu na duda de de que dentro
de ntro de esestas
formas cooperativas de radio corto y dentro de unidades
espaciadamente condensadas de la organización humana,
surgirá más fácil y con mayor amplitud que en cualquier
otro sitio una genuin
ge nuina a agresividad.” 08
HOSTILIDAD Y TENSIONES EN LAS RELACIONES DE CONFLICTO 73
1 Robert K. Merton, So cial Theory and So cial S truc tu re , Glencoe, 111.,
The Free Press, ig4g, p. 87.
2 Lewis A. Coser, "T ow ard A Sociology o£ Social C on flict”, tesis de
Doctorado, Columbía University, 1954; University Microfilms Publicatíon
Núra. 8639.
8 Después de terminado este libro tuvimos oportunidad de le er un
trabajo de Jessie Bernard, titulado Current Research in the Sociology of Con -
flic t (ponencia para el Congreso de la Asociación Sociológica en L íeja de
agosto 24 al i? de septiembre de 1953, Skrivemaskinstua, Oslo, Noruega,
mimeografiado). Por consiguiente, no nos fue posible tomar en consideración,
en forma adecuada, el trabajo de la Sra. Bernard. Muchos de mis puntos de
vista se desarrollan casi pa ralelamente a los expresados en ese trabajo, au n
cuando también existen algunas divergencias. El lector encontrará en el
trabajo de la Sra. Bernard una excelente guía a las investigaciones efectuadas
en el pasado, con respecto a este tema, así como un buen examen de las ten
dencias actuales y de las posibilidades futuras para la investigación del
conflicto social.
C apítulo 1: I ntroducción
P- 39-
181
182 REFERENCIAS
8 Charles H. Cooley, op, cit,
0 Albion W . Small, General Sociology, Chicago, University of Chicag
Press, 1905, p. 205,
10 Edward A. Ross, The Principles of Sociology, Nueva York, The
Century Co., 1920, p. 162.
U William G. Sumner, Fo lkways, Nueva York y Boston, Ginn & Co.,
1906, p. 12.
12 Robert E. Park y Ernest W. Burgess, Intr oducti on to the Science o
Soc iety, Chicago, Unversity of Chicago Press, 1921.
is Ib id , p. 5*78.
14 Robert E. Park, "The Social Function of War”, Am erica n Journal of
So ciology, XLVI, 1941, pp. 551-70.
is Philip Rieff ha expresado una idea similar en su penetrante artfculo
titulado “History. Psychoanalysis and the Social Sciences", E th ic s, LXIIÎ,
1953- PP- 107-20.
i<t Charles H. Cooley, Social Organization, Nueva York, Scribner’s Sons,
1909, p. 199.
17 Lewis A. Coser, "Toward a Sociology of Social Conflict", op. cit.
is Talcott Parsons, The Structure of Social Action, Glencoe, 111., The
Free Press, 1949.
19 C/. Robert K. Merton, Soc ial Theo ry an d Social St ru ctu re , op. cit.,
esp. pp. 35 ss,
20 Max Weber, The Methodology of the Social Sciences, trad, y ed, por
Edward A. Shiîs y Henry A. Finch. Glencoe, 111., The Free Press, 1949,
pp. 26*7.
21 Troilus and Cressida, I, 3.
22 Talc ott Parsons, “ Racial and Religious Differences as Factors in
Group Tension", en Bryson, Finkelstein y MacIver (eds.), A pproaches to
N ati onal Unity, Nueva York, Harper Bros,, 1945, pp. 182-99.
28 Talcott Parsons, Essays in So ciolo gical Theo ry P u re and A p p lie d ,
Glencoe, 111., The Free Press, 1949.
24 Talcott Parsons, The Social System, Glencoe, 111., The Free Press, 1951.
25 Talcott Parsons, "Soda! Classes and Class Conflict”, Am eric an E co-
nomic Review, XXXIX, 1949, pp. 16-26.
20 Talcott Parsons, Essays in So ciolo gical Theory P u re and A p p lie
op. cit., pp. 275-310.
27 George A, Lundberg, The Foundations of Sociology, Nueva York,
The Macmillan Co., 1939,
28 F. J. Roethlisbeiger, M an ag ement an d M ora le , Cambridge, Harvard
University Press, 1946, p. 112.
29 Cf. esp. W. Lloyd Warner y asociados, Dem ocracy in Jones ville , Nueva
York, Harp er Bros., 1949, cap. xvi.
80 W. Lloyd Warner y J. O. Low, The Social System of the Modern
Factory , New Haven, Yale University Press, 1947.
si Kurt Lewin, R esolv in g So cial Conflic ts , Nueva York, Harper Bros.,
1948, p. 163.
REFERENCIAS 185
' 12 Para comprobar la evidencia del hecho de que aun el sistema indio
de castas no es tan inmóvil como muy a menudo se ha supuesto, cf. Kingsley
Davis, Human Soctety, Nueva York , Th e Macm illan Co., 1949, pp. 378-85.
Para una discusión más extensa, ver el libro del mismo autor, Th e Populatton
of India and Pakistán, Princeton, Princeton Uníversity Press, 1951.
13 Cf. la distinción de Max Weber entre casta y segregación étnica:
"Una segregación 'estamental' [por el síaíui] desarrollada hasta constituir
una segregación por ’castas’, difiere, en su estructura, de una segregación
meramente ‘étnica’; la estructura de castas transforma la coexistencia hori
zontal y laxa de los grupos étnicamente segregados en un sistema vertical
de superordinación y sub ordin ació n.. . Las coexistencias de carácter étnico
condicionan una mutua repulsión y desdén, pero permite a cada comunidad
étnica considerar su propio honor como el más excelso de todos; la estruc
tura de castas, suscita una subordinación social y un reconocimiento de más
’hono r’ en favor de la casta y del grupo de nivel social privilegiado .” (T o
mado de Max Weber: Essays m Sociolog y, trad. Gerth y Mills, Nueva York,
Oxford Uníversity Press, p. 189.
14 Lloyd Warner y Paul S. Lunt, The Social Life of a Modern Comntu-
nity, New Haven, Yale Uníversity Press, 1941, esp. pp. 114-6.
15 Cf, Max Scheler, "Das Ressentiment im Aufbau der Moralen", en
Vom Umsturz der Werte, vol, I, Leipzig, Der Neue Geist Verlag, 1923, para
un examen detallado del autor sobre este concepto, originariamente derivado
de Nietzsche. Cf. también los comentarios de Merton en Soc ial Theory and
Social Str uctu re, op, cil .x p. 145, y Svend Ranulf, M ora l In dig nati on and M id -
dle Class Psychology, Copenhage, Munksgaard, 1948, passim.
13 La distinción entre actitud y conducta es semejante a la que puede
hacerse entre prejuicio y discriminación, en el estudio sociológico de las
relaciones raciales y étnicas. Cf. Robert K. Merton, “Discrimination and the
American Creed ", en R. M. Madver (ed.), Dis crim in ation and N atio nal Wel-
fare, Nueva York, Harper Bros., 1948, pp. 99-126.
17 La existencia de tales sentimientos hostiles dentro de la estructura
india de castas tiene, quizás, su mejor ejemplificación en los disturbios re
cientemente acaecidos en las comunidades indias, en las que, como han
apuntado muchos observadores, la violencia y la brutalid ad revistieron — ¡en
la India, amante de la paz!— proporciones raram ente vistas en la sociedad
•occidental. Cf, Gardner Murphy, In th e M in ds o f M en , Nueva York, Basic
Books, 1953, pp. 239-41.
Cuando la hostilidad reprimida encuentra un escape legitimo — en este
taso contra el grupo externo musulmán— , puede manifestarse con una gran
violencia.
is Aun cuando Max Weber, que tomó mucho de Simmel y de Marx,
siguió una línea de pensamiento original, definió las clases como un pro
ducto de los intereses económicos comunes y, más específicamente, de las
condiciones del mercado. Un gru po de personas qu e tengan en común un
específico componente causal de las oportunidades de sus vidas, constituyen
una ciase. Sin embargo, Weber distingue la situación objetiva y las actitudes
REFERENCIAS 185
obreros fabriles y soldados pueden tener una función semejante, Cf. Indus-
trial Sociology, Nueva York, Harper Bros.; 1951, pp. 291-2. Cf. también
Hans Gerth y C. W. Mills, Character and Social Structure, Nueva York,
Harcourt, Brace and Co., 1953, p. 285, para observaciones similares.
8 Margaret Mead y Gregory Bateson, B alines e Ch aracter. Specia l P u b li-
cation of the Neva York Academy of Science, vol. II, 1942.
3 Cf. esp. Civilization and Its Discontents, Londres, The Hogarth Press
1930, p. 86.
13 Cf., por ej., las penetrantes notas de George Orwell acerca del cuento
detectivesco moderno en "Raffles and Miss Blandish”, en A Coll ecti on of
Essays por George Orwell, Nueva York, Doubleday Anchor Books, 1954.
11 En P. F. Lazarsfeld y F. N. Stanton (eds.), R adio Research 194343,
Nueva York, Duell, Sloan and Pearce, 1944.
12 C f. a este respecto los comentarios pertientes de Abram Kardiner en
su The Mark of Oppression, Nueva York, Columbia University Press, 1951.
13 Una brillante discusión y un sumario de los estudios sobre prejui
cios en Robin M. Williams, Jr., The Reduction of Intergroup Tensions, SSRC
Boletín núm. 57, Nueva York, 1947; cf. también la serie de Studies in Pre-
ju d ic e (5 vols.), Max Hork heim er y Samuel M. Flowerman (eds.), Nueva York,
Harper Bros,, 1950-1.
1* Una investigación dirigida hada tales factores estructurales, quizás
comprobaría la hipótesis de que la alta incidencia del prejuicio en sistemas
sodales como el de la Alemania nazi, y especialmente su institucionalización,
está relacionada con la rigidez de la estructura sod al. En los experimentos
de Lewin con grupos autocráticos y democráticos (cf. K. Lewin y R. Lippitt,
"And Experimental Study of the Effect of Democratic and Authoritarian
i86 REFERENCIAS
ing Substitute Behavior and the Overt Expression of Agression". J. A b n . Soc
Psy ch ,, XXXIV, 1939, pp. 293-313.
18 Sigmund Freud, “Psycho-Analysis”, Collected Papers, Londres, The
Hogarth Press, 1950, V , p. m .
id Sigmund Freud, "The Unconscious", ibid., IV, p. na.
45 Cf. las investigaciones hechas con niños por Anna Freud, Margaret
Ri b ble, et ai, Cf. esp, René A. Spitz, “Hospitalism" I y II, The Psychoanaly-
tic Study of the Child, I y II, Nueva York, International Universities Press,
J945 Y ! 94® > PP- 53*74 y 113-7, respectivamente; del mismo autor, "A na-
clitic Depression", ibid., II, 1946, pp. 313-42.
46 René A. Spitz, "Autoeroticism", ibtd./HI-IV, 1949, p. 119.
4 7 Ver esp. Kingsley Davis, "Extreme Isolation o£ a Child", A m . J. Soc.,
XLV, 1940, pp. 554-64, y “Final Note on a Case of Extreme Isolation", ibid.,
L , J947- PP- 432-7 -
Los dos casos de aislamiento extremo presentados en estos artículos mues
tran una diferencia de gran importancia, que el autor no interpreta. La pri
mera, Anna, cuando fue descubierta, "era completamente apática.,. per
manecía inm óv il... e indiferente a todo. No p od ía., . dar un paso a iniciativa
prop ia". La conducta de Isabel, en cambio, "era casi la de un anim al sal
vaje, y manifestaba mucho miedo y hostilidad. Cuando se le presentó una
pelota por primera vez.,. la tomó y golpeó con ella la cara [del investiga
dor]". La distinción a la cua l el auto r no presta la atención d ebida es qu e
Isabel era capaz de una acción agresiva, en tanto que Anna no. Esto pued e
explicarse por el hecho de que "[la madre] e Isabel pasaban casi todo el
tiempo ju ntas en un cuarto oscuro” (el subrayado es añadido), mientras qu e
se había mantenido a Anna completamente aislada "a excepción de los cui
dados mínimos necesarios para mantenerla viva”.
48 Cf. Freud, “Why War”, Collected Papers, V, Londres, The Hogarth
Press, 1950, pp. 273-87. Tam bién Edw ard Glover, War, Sadism and Pacifism,
Londres: G. Allen and Unwin, 1933.
43 Bronislaw Malinowski, “An Anthropological Analysis of War”, M agic,
Science and R elig io n , Glencoe, 111.: The Free Press, 1948, p. 286.
50 En una serie de conferencias en la Universidad de Colum bia, 1950-1.
51 John P. French, “Organized and Unorganized Groups under Fear and
Frustration”, en A uthorit y and Fru stra tion, University o f Iowa Stu die s in
Child Welfare, Iowa City, XX, pp, 231-308.
52 Esto confirma la aseveración de Simmel de que el conflicto dentro del
grup o varía con el grado de estabilidad del grupo — una proposición que será
discutida con mayor detalle más adelante.
53 French, "Organized and Unorganized Groups under Fear and Frustra
tion”, op. cit., p. 287.
54 Stouffer et al,, The American Soldier (4 vols.), Princeton, Princet on
University Press, 1949-1950, vol. H, Combat and Its Aftermath, p. 166,
55 Cf. los comentarios de Edward A. Shils, “Primary Groups in the
ig° REFERENCIAS
Am erican Arm y", en Stu die s in the Scope and Method of " T h e A m er ic an
Sold ie r" , op. cit.
50 T h e Sociology oj Georg Simm el, trad, y ed. Kurt H. Wolff, Glencoe III.,
The Free Press, 1950, p. 147.
GT Cf,, por ejemplo, Kurt Lewin, Resolv in g So cial C onfl ic ts, op . ci t.,
cap. 13. También Stuart Chase, Roads to Agreem ent, op. cit.
58 Conflict, op. cit., pp. 22, 23, 25.
50 El término "ambivalencia” fue acuñado por E, Blculer en 1910, mucho
tiempo después de su aparición en la Soziologie de Simmel, en una conferen
cia publicada en Zentr alb la tt fu e r Psyc hoan alyse, I, p. 266. Cit, po r Freud
en "The Dynamics of the Transference”, Collected Papers, op. cit., II, p. 320.
60 Freud, A General Intr oducti on to Psychoan alysis, Garden City,
Garden City Publishing Co., 1938, p. 370.
Freud, Group Psychology and the Analysis of the Ego, Londres,
The Hogarth Press, 1948, pp. 54-5.
02 Como es bien sabido, la discusión de Freud sobre la ambivalencia
surge de su análisis de las relaciones en el grupo central primario, la familia.
C f. J. C. Flügel, The Psychoanalytic Study of the Family, Londres, The
Hogarth Press, 1921.
08 Cf. George C. Homans, T h e H u m a n G r o u p , Nueva York, Harcourt,
Brace & Co., 1950, esp. pp, 113«.
04 Una Proposición posterior examinará las condiciones bajo las que tal
supresión de la conducta antogónica tiene mayor probabilidad de presen
tarse.
os Esta falta de comprensión de la naturaleza ambivalente de las rela
ciones humanas es característica de muchas de las investigaciones en grupos
pequeños. Así, Leó n Festinger et al., en Changing A ttitu d es th ro ugh So cial
C o n t a d (Ann Arbor, Research Center for Group Dynamics, University of
Michigan, 1951), describe un experimento hecho con el fin de someter a
prueba la hipótesis de que puede reducirse la hostilidad entre los miembros
de un grupo, aumentando los contactos sociales entre los miembros del grupo.
El experimento demostró con hechos, confirmando, así, la proposición de
Simmel (hecho que no percibieron los autores, sin embargo) que un incre
mento del contacto produce un incremento de la hostilidad. Los autores
admiten que si se hubiera continuado el experimento por algún tiempo más,
éste habría conducido, lamentablemente, a la rup tura y al conflicto (pági
nas 70-1).
00 "A n Anthrop ological Analysis of War", op. cit.
6T Ib id ., p. 285.
C8 Ibid ., p, 287. Este pasaje representa uno de los comentarios relativa
mente escasos que ha hecho Malinowski acerca del conflicto. De hecho, una
de las críticas que se hicieron recientemente a Malinowski, consiste precisa
mente en afirmar que nunca comprendió los problemas del cambio, porque
enfocó todos sus esfuerzos a examinar el problema de la integración, pasando,
en cambio, por alto el análisis del conflicto en las estructuras institucionales.
(C/. Max Gluckman, A n Analysis o f the Sociolo gical T h eorie s o f Bronislaw
REFERENCIAS 191
fá alinoio ski, The Rhodes Livíngston Papers N9 16, Ciudad del Cabo-Londrcs
Nueva York, Oxford Universíty Press, 1949). Se ataca a Malinowski por "rehu
sarse a considerar el conflicto como un modo de integrar grupos y a reconocer
que la hostilidad entre grupos es una forma de equilibrio social’’, y porque "su
concepto de instituciones como unidades bien integradas, fracasa en el campo
del cambio social .. . No le permite comprender la idea de conflicto y en su
manejo de la historia revela una cierta miopía ”. (7&id., pp. 10 y 16, respec
tivamente).
«0 A. R. Radcliffe-Brown, "On Joking Relationships” y "A Further Note
on Joking Relationships", caps, iv y v de Structure an d Functi on in Prim i-
tive Society, Glencoe, 111., The Free Press, 1952, pp. 94-5.
70 Tuvimos oportunidad de citar el punto de vista de Simmel acerca de
la alternativa entre expresión de hostilidad y extrañamiento. Radcltffe-
Brown ofrece una interesante confirmación de su idea: considera que la única
forma de resolver los problemas que surgen de la coexistencia de elementos
disyuntivos y conjuntivos en una relación, en las sociedades primitivas, es por
medio de los "tabúes precautorios”, como el tabú de la suegra, es decir,
«recurriendo al extraña miento ( Structure and Functi on in P rhn iti ve Society>
o p. oí.).
m ina nt e entre los negros. C/. The Marh of Oppression, op. cil.
27 c/. el perspicaz versito que tanto gustaba a Kurt Lewin citar:
Socia l T ca ch ings of the Christian Churches, Nueva York, The Macmillan Co.,
1931, csp. pp. 331-43. Ver tam bién el artículo de Ric hard N iebu hr, "Secta” ,
en Encyclo paedia o f th e Social Scien ce s, XIII, pp. 624-31, y Ellsworth Faris,
"The Sect and the Sectarian”, Publi cati ons o f the Am er ic an Sociological
Society, X X II, 1928, pp, 144-58.
is Los comentarios de Robin Williams acerca de la relación entre el
conflicto exterior y la cohesión interna, en su R edu ctio n o f In te rgroup
Tensions, op, cü>, con la que el escritor está conforme en lo principal, no
hace esta importantísima distinción.
10 Cf. E. Durkheim, D iv is io n o f Labor in Soc iety, respecto a la distin
ción entre solidaridad orgánica y mecánica, Simmel sugiere ideas semejantes.
Cf. The Sociology of Georg Simmel, op. cit.x pp. 87-104.
20 C f. el instructivo estudio sobre la historia del Ejército Rojo, por
D. Feodotoff White, que ilustra en forma vivida cómo las exigencias de la
guerra condujeron a la transformación de los grupos guerrilleros en un Ejér
cito Rojo centralizado: The Growth of the Red Army, Princeton, Princeton
University Press, 1944.
Cf. también Andrzejewski, op. cit., que ilustra una serie de ejemplos
históricos, pero también nota algunas excepciones.
21 Cf. esp. Shils, así como a Mcrton y Kitt, en Stu die s in th e Sco pe
and M ethod of " T h e American Soldier” , op. cit., respecto al análisis reciente
de la función de control ejercida por el grupo prim ario. Por lo que respecta
a la relación existente entre la centralización y el conflicto, en organizacio
nes a gran escala, la obra Poli tic al Parties , de Robert Michel, sigue siendo
la exposición clásica. Ver también Philip Selznick, "Fou ndations oí the
Theory of Organization”, A m . J. Soc., XIII, 1948, pp. 25-35.
Lo que se ha dicho aquí con respecto a la relación entre centralización
y estructura del grup o, en el caso de un conflicto externo, no debe in terp re
tarse como una completa aceptación de lo que Michels llama "la ley de
bron ce de la oligarquía”. Estamos de acuerdo con Michels en el sentido
de que las tendencias cencralizadoras en las organizaciones a gran escala,
especialmente si éstas se encuentran comprometidas en una lucha continua
con grupos externos, no son ni arbitrarias, ni accidentales, ni temporales,
sino inherentes a la naturaleza de la organización y a la naturaleza de las
relaciones de conflicto. Sin embargo, el reconocimiento de la existencia e im
portancia de las tendencias centralizadoras no obligan a sustentar la opinión
de que “la mayoría de los seres humanos, en una situación de tutela per
petua, se ven predestinados por una trágica necesidad a someterse al dominio
de una pequeña minoría, conformándose con servir de pedestal a los oligar
cas” (op. cit., p. 390). Varios estudios recientes (por ej., Seym our M. Lipset,
Agrarian So cialism (Berkeley, University o f Califo rnia Press, 1950), y Rose
Laub, “An Analysis of the Early Germans Sociab'st Movement”, tesis inédita,
para el M aster (Colum bia University, 195»), sugieren que las tendencias com
pensadoras, como ideología del grupo y los intereses de sus miembros, son
variables de im portan cia crucial.
22 Cf. la contribución de Merton al estudio de The Family Encounters
196 REFERENCIAS
r e n d a n e g a t iv a . D e s p u é s , t a l a si m i la c ió n s ir v e a m e n u d o d e " p r o f e c í a c o n
firmadora de sí misma”, Cf. e l si g u ie n t e a t a q u e d e L e n i n : “ V e i s a h o r a ,
camaradas de la Nueva Iskra, a dónde os ha llevado vuestra conversión al
Martynovisrao? ¿Comprendéis que vuestra filosofía política se ha convertido
e n u n r e f r i t o d e l a f i l o s o f í a osvóbozhdeniye [ il u ro i n is ta ] ? — y q u e ( c o n t ra
v u e s tr a v o lu n t a d , e in c o n s rie n te m e n te ) os h a b é is c o n v e r tid o e n la c o la d e la
b u r g u e s ía m o n á r q u ic a ? " N . L e n in , Two Tactics, N u e v a Y o r k , I n t e r n a t i o n a l
Publishers, 1935, p. 61.
84 The Sociology of Georg Simmel, op. cit., p . 94« C f. t am b ié n , E . T .
H í l l e r , The Strike, op. cit., p . 7 1 : " E n l o f u n d a m e n t a l lo s s in d ic a to s p r i m i
tivos promovían huelgas con más frecuencia que hoy las organizaciones de
ofido s. C o m o l a e s tr u c t u ra s i n d i c a l e r a e n g r a n p a r t e c r e a d a a c o n s e c u e n d a
de conflictos se modelaba para la acción hostil.”
35 A q u í S ir a m e l equ ipara n ueva m ente dos diferentes a s p e c to s d e la
e s t r u c tu r a d e l g r u p o , l a m a g n i tu d r e l a t i v a y e l t ip o d e p a r t i c ip a t íó n d e lo s
m i e m b r o s. H e m o s in d i c ad o y a q u e , a u n c u a n d o h a y f u n d a m e n to s p a r a e sp e
rar entre ellos una correladón relativamente alta, es necesario analizar por
separado estos dos factores.
36 S i m m e l , Conflict, op. cit.j pp. 97-8.
A l s u g e r ir q u e la d is to rsió n c o n sc ie n te d e la p e rc e p c ió n s o d a l d e lo s
m ie m b r o s d e l g r u p o p u e d e s e r " sa g a c id a d p o l ít ic a ” , S i m m e l i n t r o d u c e la
f u n c i ó n q u e d e s em p e ñ a n lo s líd e r e s d e í g r u p o e n l a m a n i p u l a c ió n d e la s r e
a c c io n e s d e l o s m i e m b r o s . E n t o d a s la s d i s c u s io n e s a n t e r i o r e s , a s í c o m o e n
l as q u e s i g u e n , l im i t a su a n á l is is c as i ú n i c a m e n t e a l i m p a c t o d e l c o n f l i c t o
en las estructuras de grupo total, sin diferenciar entre líderes y secuaces
(aun cuando esta distinción es el tema de otras partes de su sociología. Cf.
esp. The Sociology of Georg Simmel, op. cit., p p . 1 81 -3 06 ). P o r l o p r o n t o , s e
o m i ti r á e s ta d is ti n c ió n e n e l e x a m e n , y a q u e im p l i c a r í a u n c a m p o d e a n á l i
s is n u e v o y d e m a s ia d o co m p l e jo . S in e m b a r g o , en e s te p u n t o d e b e m o s r e c o
n o c e r q u e l o s l íd e r e s p u e d e n t e n e r u n i n t e ré s a b s o l u t o e n e l c o n f li c to , c o m o
m e c an is m o c r e a d o r d e u n i d a d , e n t a l f o r m a q u e p u e d e n : 1) a c e n t u a r c o n f l i c
tos ya existentes (por ejemplo, los líderes de la Gironda en la Revolución
F r a n ce s a o e l P a r t id o d e l a G u e r r a d e l S u r e n l a G u e r r a M e x i c a n a d e 1846)
s i l a d i s e n s i ó n i n t e r n a y l a i n s a t i s f a c c i ó n a m e n a z a n s u p o s i c i ó n d e l í d e r e s ; 2)
positiva "búsqueda de un enemigo, dondequiera que el espíritu de cuerpo
am enaza d e b i li t a r s e " (Grace C o y l e , Socia l Pro cess in Org anized G roups,
N u e v a Y o r k ; R i c h a r d R . S m i t h , 1930, p . 1 6 1 ) , c o m o h i c ie r o n lo s l íd e r e s
t o t a li ta r io s e n A l e m a n i a , I t a l ia y R u s i a , y co m o m u y b i e n s a b í a l a p o l i c ía
z a r is t a , c u a n d o i n v e n t a r o n lo s “ P r o t o c o l o s d e lo s S a b i o s d e S i ó n ” .
38 G o r d o n W . A l lp o r t , Pers onality , N u e v a York, Henry Holt & Co.,
1937. c a p . 7 . M a x W c b e r f u e e l p r i m e r o e n s u g e r i r e st os d e s ar ro ll os . Cf., p o r
ejemplo, su distinción entre quienes viven "de” la política y los que viven
“ p a r a ” l a p o l ít i c a . L o s p r i m e r o s so n c o n s e rv a d o r e s e n s u o r g a n i z a ci ó n . A f in
d e m a n t e n e r la e s t r u c tu r a , p u e d e n l l e g a r a a b o g a r p o r c a m b i o s r a d ic a le s e n
las funciones de la organización. Cf. From Max Weber, op. cit., e s p . “ P o l i ti c s
as a Yocation”, pp: 77-128.
198 REFERENCIAS
s o M e r t o n , So cia
ci a l T h e o r y a n d So cia
ci a l S tr u c tu r e , o p . c it.,
it ., c a p . 5 .
40 C h e s t e r B e r n a r d , F u n c ti o n o f t h e E x e c u ti v e , C a m b r i d g e , Harvard
University Press, 1950, p. 91.
41 L i p s e t , A g r a r i a n Soc
S oc iali
ia lism
sm , o p . cit.
ci t.
42 A q u í n o s p e r m i t i m o s r e c o r d a r a l l e c t o r e l d e s c u b r i m i e n t o , e f e c t u a d o
p o r e l p s ic
i c o a n á li
li s is
is , d e q u e l a p é r d i d a d e u n o b j e t o d e o d i o p u e d e t e n e r p a r a
la personalidad consecuencias tan serias como la pérdida de un objeto de
amor.
4» O t t o F e n i c h e l , " E l e m e n t s o f a P s y c h o a n a l y t i c T h e o r y o f A n t i s e m i t i s m " ,
e n A n tis
ti s e m itis
it is m , A S o c ia l D isea
is ea se,
se , E r n s t S i m m c l ( e d . ) , N u e v a Y o r k , I n t e r
national Universities Press, 1946, p. ag.
4 4 A d o r n o et at., op. cit., p. 628.
45 Ib
I b id ., p . 6 1 9 .
46 P a r s o n s , R e lig
li g io u s P e rs p e ctiv
ct iv e s o f C o lle
ll e g e T e a c h i n g , o p . c it ., p. 40.
Observadores orientados psicoanalfticamente (cf. L e o L o w e n t h a l y N o r b e r t
G u t e n n a n , P r o p h e ts o f D e c e i t , v o l.
l . V d e Stu
S tu d ie s o f P r e ju d ic e , N u e v a Y o r k ,
H a r p e r B r os
o s .,
. , 1 95
95 0 -1
-1 9 5 1)
1) h a n c o m e n t a d o l a se
se m e j a n z a e n t r e e l t e m o r a lo
lo s
ju
j u d í o s y a l o s n e g r o s , y l o s b i e n c o n o c id o s s ín t o m a s d e l a p a r a s i t o f o b i a . S in
embargo, el antisemitismo puede conducir a la formación de grupos y a la
i d e n t i f i c a c ió
ió n , p e r o l a p a r a s i t o f o b i a n o . E n consecuencia, el "m iedo a los
ju
j u d í o s " o e l " m i e d o a l o s n e g r o s " e s m á s f u n c i o n a l q u e l a p a r a s i t o f o b i a p a r a
q u i e n e s p a d e c e n e l m a l d e l a f a l ta
t a d e c o h e si
si ó n .
4T C f. Merton, "Discrimination and the American Creed", op, cit.,
pp. 112-3.
48 T h o m a s P . B a i le
le y , Ra
R a c e O r th o d o x y in t h e S o u t h , p p . 5 4 6 * 7 , c i t . p o r
l , A n A m er ica
M y r d a l, ic a n D ile
il e m m a , N u e v a Y o r k , H a r p e r B r o s . , 19
19 44
44 , p . 1 35
35 6 .
40 F ra
ra n k T a n n e n b a u m , Da
D a r k e r P h a se s o f th e S o u t h , N u e v a Y o rk
rk , G . P .
P u tn am 's Sons, 1924, pp . 8
8**9.
bo M y r d a l , op. cit., p . 5 9 1 .
51 E s c a s i i n n e c e s a r i o e l u c u b r a r a q u í s o b r e e l t e m a d e q u e e s t e t e m o r
al negro es uno de los recursos favoritos del demagogo del sur de los Esta
dos Unidos.
52 C f. l a s c i t a s d e K u r t L e w i n et al., op. cit .
53 C f. l a s e s t i m u l a n t e s o b s e r v a c i o n e s d e j f . P . S a r t r e e n Commentary, V ,
1946, pp. 306-16, 389*97, 522-31.
J o h n D a y C o . t 19
1 9 42
42 ), p . p p . 9 7 ss.} a c e rc
), e ssp r c a d e l a " a g u d a i n s a ti
t i sf
s f a c c ió
ió n ” d e
los gerentes de nuestros dias, por lo que respecta a lo que ellos mismos tien
d e n a c o n s i d e ra
r a r c o m o l a " b a s e i l e g i t im
i m a " d e s u p o d e r so
s o c ia
ia l.
l.
4 P a r s o n s , The Social System, op. cit., p . 1 3 5 .
6 Cf. E r i c h F r o ra
r a m : “ U n o d e l o s t ip
ip o s p r in
in c i p a l e s d e l a i d e n t if
i f ic
ic a c i ó n
e s l a q u e n o s p e r fe
f e c c io
i o n a , es
e s d e c ir
i r , u n a i d e n t i f ic
ic a c i ó n e n l a q u e y o m e i n
c o r p o r o l a p e r so
s o n a d e l o t ro
r o , f o rt
r t a le
l e c ié
ié n d o m e y o , c o n e s e e n r i q u e c i m i e n t o . .
(Autoritaet und Familia, e d . M a x H o r k h e i m e r , P a r í s,
s , L i b r a i r ie
ie F é l i x A l e a n ,
1 93
93 6,
6, " S o r i a l p s y c h o l o g í s c h c r T e i l " , p . 8 3.
3.)
e L e w i n , Re solv
so lvin
ingg Social
Soci al Confl
Co nflic
icts,
ts, op.
op . cit., p, 199,
7 M a q u i a v e l o v i o e st
s t o m u y c la
la r a m e n t e . P o r e so
so d ic
ic e , e n e l c a p i t u l o d é
c i m o d e E l Pr in cip
ci p e : " E s s u s t a n c i a l a l h o m b r e e s t a r t a n o b l i g a d o p o r l o s
b e n e f i c i o s q u e c o n f i e r e c o m o p o r lo s q u e r e c i b e . ”
8 E st
s t o e s v e r d a d h a s t a ci
c i e r to
to p u n t o , a u n e n a l g u n a s g r a n d e s e m p r e s a s ,
en las que “la creación de utilidades se convierte en la única obligación
f u n c i o n a l en interés d e l a c o m u n i d a d ; n o s e t r a t a d e l a t e n d e n c i a a l ' l u c r o
p e r s o n a l ',
', e n e l s e n t i d o u s u a l ” . s , The Social System, op. cit.,
( T a l c o t t P a r s o n s,
p. 246).
9 P r e f a c i o d e El
E l capita
cap ital,
l, s ? e d . , F . C . £ . , M é x i c o , 1 95
95 9 , p . x v .
10 La palabra "abogados” se usa aquí intencionalmente, a pesar del hecho
d e q u e M a r x h u b i e ra
r a s o s te
te n id
i d o q u e t a l i n t e n s if
if ic
i c a c ió
i ó n d e l a l u c h a e s in
in m a
nente al desarrollo histórico.
1 1 S o b r e l a s o c i o l o g í a d e l o s i n t e l e c t u a l e s , cf. R o b e r t M i c h e l s , “ I n t e l l e c -
t u a í s ” , Encyclo
Enc yclopae
paedia
dia of the
th e S o c i a l Sciences, V I H , p p . 1 18
18 -2
- 2 6 , e sp
s p . su
su e x c e l e n t e
b i b l i o g r a f í a . Cf. e sp a r l M a n n h e i m , Ideo
s p . K . ar Id eolo
logí
gía
a y utop
ut opia
ia.. F o n d o d e C u l t u r a
Económica, México, 1941, también por su bibliografía completa. C f, t a m b i é n
e l a n á li
li s is
i s d e M a x W e b e r a ce
c e r ca
ca d e l p a p e l q u e d e s e m p e ñ a n l o s i n t e l e c t u a l e s
e n l o s m o v i m i e n t o s r e l i g i o s o s e n From
Fro m M q x W eber
eb er,, op. cit.,
ci t., pp. 279-80.
13 S e l i g P e r l m a n , A T heor
he ory
y o f the
th e La bo r M ovem
ov em ent,
en t, N u e v a Y o r k , T h e -
M a c m i l la
l a n C o . , 1 92
92 8,
8, p p . 2 80
80 -1
-1 .
13 J o s e p h A . S c h u m p e t e r , Capitalism, Soáalism and Democracy, N u e v a
Y o r k , H a r p e r B r o s . , 19 4 2 , e s p . p p . 1 4 5 -5 5 .
S i n e m b a r g o , S c h u m p e t e r se
se a b s ti
t i een
ne de c o n s id
id e r a r c ó m o fue p o sible
qu e l a s e s t r u c tu
t u r a s c la
l a s is
is ta
ta s e u r o p e a s p e r m i t ie
ie r a n a los intelectuales des
e m p e ñ a r s u f u n c i ó n p e c u l ia
i a r e n e l co
c o n f l ic
i c t o , e n t a n t o q u e e n l as
as e s t r u c t u r a s
a m e r ic
i c a n a s s e re
r e st
s t ó im
im p o r t a n c i a a l p a p e l d e lo
l o s i n t e le
l e c t u a le
le s . L a rigidez d e
la estructura de clases en Europa puso de manifiesto la intensidad de la lu
c h a d e c l as
a s es
e s , y l a f a l ta
t a d e e sa
sa ri
r i g id
i d e z e n A m é r i c a f a v o r e c ió
i ó e l p r a g m a t i sm
sm o
del m ovim iento obrero a m e r ic
ic a n o . Solamen te si se to
to m a en cue nta esta
diferencia de estructuras, puede entenderse la diferente posición de los inte
lectuales en los dos Continentes.
14Cf., R o b e r t K . B e r t o n , " S c ie
i e n c e a n d D e m o c r a t ic
ic S o c ia
ia l S t r u c t u r e ” , e n
Social
So cial T heor
he ory y and S o c i a l Struct
Str uctur
ure,e, op. cit.,
ci t., pp. 307-16,
15 G e o r g e S í m p s o n , Conflict and Community, op. cit., p p , 2 5 - 6 .
200 REFERENCI AS
13 R o s c o e P o u n d , “ C o m r a o n L a w ” , i n En E n cy c lo p a ed ia o f th e S o c ia l S ci
<es, v o l , I V , p . 5 4 .
W a l t o n H . H a m i l t o n , " J u d i c i a l P r o c e s s " , e n En E n cy c lo p a ed ia o f t h e
So ie n ce s, v o l . V I I I , p . 450.
S o c ia l Sc ien 45 0.
18 C f . l a e x c e l e n t e d i s c u s i ó n d e e s t e p u n t o e n O . K a h n - F r e u n d , " I n t e r -
; g r o u p C o n f li c t s a n d t li e i r S e t t l e m e n t " , B r it is h J o u r n a l o f S o á o io g y , V , s e p
tiembre de 1954, pp. 193-227.
i s L a d i s c u s i ó n q u e s i g u e h a s i d o l i m i t a d a a l a s n or m a s y r e g l a s l e g a l e s .
Es evidente que este análisis también se refiere a las costumbres y a las nor
m a s c o n s u e t u d in i n a r ia
i a s ( coco m o h a s u g e r id id o M a x W e b e r e n l a c i t a u t s u p r a ) .
Resulta innecesario insistir más, ahora, sobre una proposición que ha sido
aceptada por la mayoría de los sociólogos.
11 E s te
te a sp s p e ct
c t o d e l p e n s a m i e n to
t o d e D u r k h e i m h a s id id o e x p l ic
ic a d o p
P a r s o n s e n S tru
tr u c tu re o f S o c ia l A c t i o n , o p . c i t p. 375.
18 É m i l e D u r k h e i m , D iv is ió n o f L a b o r in S o ciet ci ety ci t.,, p. 102.
y , o p . cit.
18 D u r k h e i m , The Rules of Sociológical Method, C h i c a g o , T h e U n i v e r -
:sity of Chicago Press, 1938, p. 67.
2 0 U n p a s a j e d e l a Soziolo Sozi ologiegie (op. cit., cit ., p , 6 1 1 ) d e S h n r a e l , q u e n o t i e n e
r e í a c ióió n d i r e c t a c o n e l c o n f l ic ic t o , h a c e a ú n m á s e v i d e n t e s u a f i n i d a d c o n
Durkheim: "Los ataques y el uso de la fuerza, entre ios miembro s de una
comunidad tienen como consecuencia la promulgación de leyes para at ajar
-ese t i p o d e c o n du d u ct
c t a . A h o r a b i e n , a u n q u e e sa s a s l e y e s d e r i v a n s o la la m e n t e d e l
egoísmo de los individuos, constituyen la expresión de la solidaridad y co
m u n i d a d d e i n t e r e s e s de l a c o le c t i v id a d , y a l m i s m o t ie m p o c o n c e n t r a n la
a t e n c i ó n s o b r e e l llaa s ..""
21 George Herbert Mead, en su "The Psychology of Punitivc Just ice",
Am
A m e ricari ca n J o u r n a l o f Socio So cioto gy,, X X I I I , 1 92
togy 928, 8 , p p . 57 57 7-
7- 60
60 2,
2 , e x p o n e e l m iiss m o
punto de vista: "La actitud de hostilidad hacia quien infringe la ley tiene
como única ventaja la de unir todos los miembros de la comuni dad en la
s o l i d a r i d a d e m o c i o n a l d e l a a g r e s i ó n . " " A l p a r e c e r , s in in e l d e l in in c u e n t e , d e s
a p a r e c e r í a l a c o h e s i ó n d e l a s o c i e d a d y l o s b e n e f i ci o s u n i v e r s a l e s d e l a
comunidad quedarían reducidos a partículas atomizadas, mutuamente re
p e lele n te
t e s.
s . E l d e l i n c u e n t e . . . e s q u i e n s u s ci c i t a u n s e n t i d o d e s o li l i d a r id
id a d e n t rere
a q u e l l o s c u y a a c t i t u d , e n o t r o s u p u e s t o , s e c e n t r a rí a e n i n t e r e s e s b i e n d i v e r
g e n t e s d e l o s d e c a d a u no d e l o s d e m á s . " (Ibid., p. 591.)
2 2 D e b e m o s h a c e r e x c e p c ió i ó n ddee l a c r ítí t i c a d e S im i m p s o n a l a t e o r í a de del co n
f l ic
i c t o d e S í ra r a m e l.
l . S e g ú n S i m p s o n ( Conflict and Community, op. cit., p, 26),
Simmel, aun cuando afirma que la integración por medio del con flicto es
una integración comunal, da ejemplos de conflictos que no tienen lugar
dentro de una comunidad, sino entre grupos que no tienen una base c omu
n a l . E s to to s g r u p o s n o c o m u n a l e s p u e d e n e s t a r m á s f u e r t e m e n t e u n i fi fi c a d o s ,
d i c e S i m p s o n, p e r o s u c o n f l i c t o l o s s e p a r a a ú n m á s d e l o q u e e s t a b a n a n t e s
d e l c o n f li li c to
to . L o q u e s e i n t e g r a e n e st s t e c a so so e s e l g r u p o t r iu iu n f a n t e y e l d e
r r o t a d o , c a d a u n o p o r s e p a r a d o . P a r a S im im p s o n , S i m m e l i m p l ic ic a ( a u n q u e n o
llega a formular de hecho la tesis), que sólo se integran, por medio del con
flicto, los grupos que son, ab initio, p a r t e d e u n a m i s m a c o m u n i d a d .
202 REFERENC IAS
E s i n c o r re c t o a f i rm a r q u e t o d o s lo s e je m p l o s d e S i m r a e l s e r e f ie r e n a
grupos no c o m u n a l iz a d o s. Algun os de e ll o s t ra t a n d e l m a t r im o n i o y de
l o s g r u p o s p o r p a r e n t e s c o , q u e s o n c o m u n i d a d e s par cxcell en ce . S i m m e l, e n
esta Proposición, mantiene que el conflicto, como tal, es un elemento sociali
z a n t e , a u n e n t r e g r u p o s q u e in i c ia l m e n t e n o s e h a l la n c o m u n a l iz a d o s , y
presenta ejemplos a este respecto.
S in e m b a rg o y f u n d a m e n t a lm e n t e , l a m a y o r d e b i li d a d d e l a r g u m e n t o
de Simpson deriva de su establecimiento de una rígida dicotomía entre
a g r u p a c i o n es c o m u n a l e s y n o c o m u n a l e s. L a p e r t e n e n c i a a c o m u n i d a d e s e s
p e c i f ic a s se d e f i n e d e u n a m a n e r a d i f e r e n t e en lo s c o n t e x t o s r e f e re n t e s a
diferentes situaciones, y las líneas fronterizas entre las comunidades, lejos
de ser rígidas, varían, entre otras cosas, con los “puntos cruciales" del con
f li c to , co m o h a d e m o s tr a d o S im m e l e n l a p r i m e r a P r o p o s ic ió n . P a r a c ie r to s
fines, podría sernos útil establecer la distinción entre conflictos comunales y
n o c o m u n a l e s, s ie m p r e y c u a n d o t e n g am o s e n c u e n t a q u e s e t ra t a d e u n a
c u e s t ió n d e g r a d o s y n o d e c la se s , y q u e l o s lí m i te s d e l o q u e l a s p a r t e s
reconocen como comunidades están sujetos a un constante cambio. {Cf.
S i m m e l , S o z i o i o g i e , op. c í t , , c a p . v i , s o b r e l o s c a m b i o s d e a l i n e a c i ó n d e l g r u p o
en diferentes situaciones).
23 S i m m e l , ConfUct, op. cit , , p, go,
24 F r e d e r i c k H . H a r b i s o n y R o b e r t D u b i n , Patter ns of U nio n M an ag e-
ment Relations , C h i c a g o , S c i e n c e R e s e a r c h A s s o c i a t e s , 1 9 4 7 , p . 1 84 . ( E l s u b
rayado es mío. L. C.).
25 S a m u e l G o m p e r s , Labor and th e E m plo yer, N u e v a Y o r k : E . P . D u t -
ton & Co., 1920, p. 43.
26 C / . C l a r k K e r r , “ C o l l c c ü v e B a r g a i n i n g i n P o s t w a r G e r m a n y " , In d us-
trial and Labor Relations Review, V , 19 52 , p p , 32 3-42.
27 C . W r ig h t M ills , T h e N e w M c n o f Po w er ; N u e v a Y o r k : H a r c o u r t,
p. 329-
43 H i l l e r , The Strike, op. cit., p. 195.
44 Ib id ., p. 198.
45 Ibid ., p. 208.
46 Ib td ., p. 192.
47 Los científicos politicos contemporáneos, debido quizá a su frecuente
in t e r v e n c i ó n e n l a l u c h a p o l ít i c a , h a n p r e s t a d o m á s a t e n c ió n a l os c o n f l ic to s
en la esfera política que los otros sociólogos científicos, en su an álisis de los
p r o c es o s s o ci al es . U n n ú m e r o c o n s i d e r a b l e d e e s tu d i o s re c ie n t e s , e n s u m a
y o r ía in s p ir a d o s p o r la o b r a c lá sica d e A r t h u r F . B e n t le y , The Process of
Government ( n u e v a ed . , B l o o m i n g t o n , I n d . , P r i n c i p i a P r e ss , 1 9 4 9 ) , h a n
analizado de manera explícita la función de equilibrio que desempeña la
lucha entre grupos políticos. C f. D a v i d B. The Governmental
Trum an,
Pr ocess, N u e v a Y o r k , A . A . K n o p f , 1 9 5 1, y B e r t r a m M . G r o ss , The Legislative
Strugg le, N u e v a Y o r k , M c G r a w - H i ll C o ., 19 53 . Cf. t a m b i é n V . O . K e y ,
P o li tic s, Parti es and Pre ss ur e G rounps, op. cit.
204 REFERENCI AS
Unions, L o n d r e s , L o n g m a n s , G r e e n a n d C o . , 1 9 2 0 , e s p . c a p í t u l o s 1 . 2 y 3 .
V e r H a r o ld J . L a s k í, “ F r e e d o m o f A s s o d a t io n ” , Encyclopaedia of the Social
Sciences, V I , p p . 4 4 7 - 5 0 , p a r a u n a d i s c u s i ó n g e n e r a l d e l a s r e a c c i o n e s a l a s
demandas de libertad de asociación.
ÍNDICE ANALÍTICO
acción, investigación de, 68 Cantril, H ., 186
a d a p t a c i ó n , véase a j u s t e Car-ver, T . N ., 13, 181
A d o rn o , T . W ., 189, 198 castas indias, 3555., 184
agre sión, agresivo, agre sividad, 43 s., centralización, 98-108, 1485., 152,
44 55., 46 J5.j 64 55., 72, 123 5., 171, 195, 203
159, 178. 189 clases sociales, 245., 35, 37-9, 87,
ajuste, 8, 19, 24, 53,95, 146, 154, 158, 102-3, 109-10» 132» 184, 193
1G8, 173, 176, 178 coalición, 159, 164-72, 177, 204, 205
defectuoso, 21 internacional, 164-5, 169
a lte rn a tiv a s f u n c i o n a l e s , 30, 5 5, cohesión, 21, 36, 65, 98-108, 109,
5655., 156, 179 1135., 11755., 140, 1475., 172,
A llp o r t , G . W ., 12 0, 187, 197 173, 192, 195, 201
am biva lenc ia, 70-4, 76, g i, 945., 190 competencia, 23, 25, 160, 172
A n d rz e je w s k i, S., 188, 19 4, 19 5 c o m p r o m i s o , véase p a r t i c i p a c i ó n
A n g e lí, R . C „ 19 6 c o m u n i s t a , véase p a r t i d o s p o l í t i c o s
an iqu ilam ien to, 138, 139, 142 conciencia, 365., 40, So, 103, 115»
an om ia, 21, 100, 105 119, 12855., 1325., 146, 201
a n t i s e m i t i s m o , véase p r e j u i c i o s confiicto:
apostasía, apóstata, 78-80, 116 de clases, 22, 24; véase t a m b i é n
asociación, 17, 39, 96, 97, 112, 159-64, clases sociales
168-72, 17 7, 204, 205; de e m c o m u n a l vs. no comunal, 84-5,
pleados, 150-3, 171, 202, 205 201-2
autoridad, 48, 101, 104, 150, 186 definición, 7
efectos de estallido, 8, 20, 235,, 27,
B a i l e y , ' T , B . , 1 25 , 198 33-4» 76. 81-92» 92-7, 106-8, 174,
B a t e s o n , G „ 185 175-6, 180
Be cker, H ., 193 étnico, 38
Bendix, R., 188 industrial, 2455., 56, 62, 66-7, 144,
Bentley, A. F., 203 147 ss., 155, 202
Berelson, B,, 204 matrimonial, 95, 193
Bernard, C, I., 120, 198 político, 38, 163
Bernard, J. A., 13, 15, 181, 188 racial, 22, 93» 96, 126
Bierstedt, R., 203 real (racional), irreal (irracional),
Bleuler, E., 190 26, 49, 54-62, 6555., 765., 114,
Bossuet, J. B., 191 116, 120, 121, 127, 153, 179S.
Bridges, K. M., 200 religioso, 21, 144
b r u je r ía , fu n cio n e s d e la , 47 s s 51 supraindivídual, 128-37
Bryson, L., 182, 187 supresión del, 71, 76, 77, 82, 92-
B urg ess, E. W ., 19, 182, 193 93 » 95» i * 7. 17*. *7 4 *» 176
B u m s , J . M . , 204 consenso (rom pim iento del), 14, 19,
b u ro c ra c ia , b u ro c rá tic o , b u ro c ra ti- 8i, 8455,, 8955., 965., 10455., 136,
zación, 19, 28 55,, 38, 87, 89, 100, 143, 174 5., l 80
120, 152 contractual, contrato, ai, 140-1
control social, 23, 57
ca m b io socia l, 1555., 40-1, 121, 143, Cooley, C. H., 1555., 20, 102, 1815.,
145-6, 176, 190-1 194
207
2o8 INDICE ANALITICO
c o o p e r a c i ó n , 1 7 , 2 3, 3 4, 7 2 , 8 5, n i , F i n c h , H . A . , 182
139, 160 F i n k e l s t e i n , L „ 1 82 , 18 7
cooptación, 113, 196 Fish er, L . H ., 188, 202
Co ser, L. A ., 181, 182 Flowertnan, S. M., 185
C o t t r e l l J r „ L . S „ 193 Flügel, J, C „ igo
Coyle, G., 197 Form , W . H ., 1 85 , 188
c r i m e n , fu n c i ó n d e l , 1 4 5 , 201 French, J. P., 65, 189
cultura de masas, fundón de la, 50 F r e n k e l - B r u n s w i c k , E . , 5 6 , 1 86
Freud, Anna, 18g
C ha se, S., 187, 190 Freud, S., 33, 48, 50, 52, 70-1, 73,.
chivo expiatorio, 49, 50-1, 56, 60-1, 102, 185, 186, 188, 189, igo»
117, 122, 123-7 '9 4
C h u r c h i l l, W . , 1 0 1, 1 94 , 205 Fromm, E., 64, 199
frustración, 45, 50, 55, 58, 59, 61»
Davis, K., 184, 189 62, 179
debate, 154 f u e r z a ; véase t e n s i ó n ; v i o l e n d a
Debs, E, V., 16 fundones latentes, 93-4, 142-3, 193.
duelo, función del, 46
despotismo, 98-108, 111-2 Gaudet, H., 204
desviación, 23, 57-8, 192 Gerth, H. H., 184, 185
Dewey, J., 56, 187 G idd ing s, F. H., 13, 15, 16
D i c k s o n , W , J „ 6 0, 188 Glover, E., 189
diferencia de funciones, 103-4, 1Q8 G l u c k m a n , M . , 19 0-1
d i s c r i m i n a c i ó n , 6 1 , 12 4- 5 G om pe rs, S., 150, 202
disidente, 109-18, 121 s.t 127, 176, Gross, B. F., 203
grupo;
197
D o o b , L . W . , 186 estrech o (o relacio ne s estrechas)»
Drucker, P, F., 199 70, 71, 75-80, 86 sí -, 9 1, 93 r.,
D u b i n , R „ 14 9, 202 97, 115 s., 174-5
D u rk h eim , E., 85, 104, 145, 161, 192, externo, 36, 37, 60, 77 s,, 97, 98-
195, 201 108, 122
durkheimiano, 21 interior, 60, 65, 78, 119, 189
p e q u e ñ o , 25 s ., m , 1 1 3 , 1 1 5 sí.»
ego, 35, 52, 128 126, igo-i, 192
e n f e r m e d a d , 2 1 « . , 6 0, 7 9 d e pr es ión , 163 s., 1G8, 204-5
E ng els, F., 183 pr im ar io, 71, 88, 96, igo , 195
e q u i l i b r i o , 23 ss., 1 5 7 , 1 7 4 « . , 180, de referencia, 17, 102, 197
183 secundario, 71, 96, 97, 162
d e s e q u i l i b r i o , 158, 178 gu er ra , 64, g8-io8 , 122, 138 s., 141»
d e l p o d e r , véase p o d e r 148 s., 1G5
estabilidad, 25, 30, 36, 74, 87, 88, Guetzkow, H., 192
92 ss., 96, 97, 102, 10 7, 175 , 176, G u m p l o w i c z , L „ g g , 194
'93 Gurvitch, G., 193
Estado, 83-4, 85, 98 ss. G u t e r m a n , N . , 198
estructura , flex ibilid ad de l a , 9 0,
1 09 -1 0, n i , 1 1 7 , 1 3 7 , 1 46 , 1 7 2, Halverson, G-, 202
17 6 H a m i lt o n , W . H . , 1 4 4 , 201
H arb ison , F. H ., 149, 202
Fans, E., 195 Hartmann, H., 64
Fenichel, O., 64, 186, 198 Hayes, E. C., 13
F e s t in g e r , L „ i g o , 1 92 Henderson, A. M., t88
INDICE ANALÍTICO sog
H e i b e r g , W . , 203 L i p p i t t , R . , 185
herético, herejía, 77-80, 114-6, 123 L ips et, S. M ., 121, 195, 198
98, 99, 100-1, 105, 106, 108, 109, tolerancia, tolerante, toleración, 59,
11 1, 114, 116, 117, 118, 119, 65, 109s., 114, i i 8 í .; 196
127, 128-31, 132, 133, 137, 138, trastorno, 45, 48-54, 57, 59s., 91 s.,
139, 140, 14 1, 145, 14 7, 148, 178 s.
149, 151, 152, 153, 15 5, 156, Tr oe ltsch , E., 195
157 , 160, 165, iG6, 170, 17 1, Trotsky, L., 79
182, 183, 184, 185, 186, 189, trotskystas, 122
190, 192, 193, 194, 195, 196, T r u m a n , D , B . , 203
197 , 198, 200, 20 1, 202, 204
Simpson, G., 85, 136, 192, i9g, 201-2 unidad de grup o, 73, 77, 79 s., 82,
sindicalismo, sindicalista, 87, 202, 84, 91, 99, 102, 104, io8, n 8 s . ,
203 122, 127, 138, 146-7, 152, 173,
sindicatos ob rero s, 85, 134 147 ss., 175* * 77* »97
169 s., 19 7, 202, 204-5 unificación, 135-7, 138-58, 159 s.t
Sm all, A . W ., 13, 15, 181, 182, 203 163-8, 17 1 i. , 204-5
socialismo, 15 unión, 5g-, 159-72, 178, 204-5
socialista; véase p a r t i d o s p o l í t i c o s
socialización, 33, 62, 65, 137, 138, v a lo re s co m u n e s (o p in io n e s, fin e s),
140, 146, 161, 164, 201-2
14. 3». 5o»83-91, i° 7* w g , 1 3 5 - 7 ,
solidaridad, 38, 76, 85, 100, 104, 145 s., i 6 o , 163, 168 , 174, 204-5
íoGss., 113, 117, 123, 127, 140, v íU v u la d e s e g u rid a d , 4 3 , 45-5 4, 74.
195, 196, 201
go, 178 s., 186
Sorel, G., 37, 183, 203
V e b le n , T . , 15 , 16
sordistas, 87 V ie r k a n d t, A ., 4 5-6 , 18 5, 200
Soren sen, R ., 188
V in c e n t, G . E ., 1 5 , 18 1
Spencer, H., 99, 194
v io le n c ia , 36, 99 J., no, 114, 12 2,
Spitz, René A., 189
128, 138, 202
Stalin, J., 79
V o lta ir e , F . A . , 19 3
stalinista, 165
S t a n t o n , F . N „ 18 5
status, 8, 3 8 « ., 49, 56, 62, 66, 126, W a r d , L . F ., 13 , 15 , 16
154, 161, 184 W a r n e r , W . L . , 25, 18 2, 18 4
adscrito, 161 W e b b , B ., 205
Stouffer, S. A., 189, 194 W e b b , S., 205
su bo rd ina ción , 19, 70, 103, 184 W e b e r , M ., 2 1 , 6o, îo o , 1 1 2 , 1 4 3 s .,
S u l li v a n , H . S ., 64 161, 182, 184, 188, 194, 196,
S u m n e r, W , G „ 15 s., 36, gg, 154 197, 201, 203, 204
160, 182, 183, 203, 204 w c b e r ia n o , 8 1
supcrordenación, 19, 184
W e s t, E ., 205
W e st, P . S-, 193
T a n n e n b a u m , F . , 1 25 , 198 W h i te , D . F -, 195
teatro, función del, 49
W h ite h e a d , A* N ., 9
tensión, fuerza, violencia, 19, 22,
W ile n s k y , H . L ., 188
30, 31, 43, 44, 45, 48 í v S »'6 -
W ile n s k y , J . L ., 188
57-9, 61, 64 s., 67, 88, 93, 120,
W illia m s , J r ., R . M ., 10 5, 185 , 18 7,
175, »77- 179» 186; véase tam-
bién v i o l e n c i a » 93, » 95- » 9®
T h o m a s , W . I ., 1 23 W o lf e , B . D ., 19 6
T o cq u ev ille, A . de, 100, 161, 19 4, W o lff , K . H ., 18 3, 190
204 W r ig h t , Q ., 200
ÍN D IC E G E N E R A L
Prefacio.......................................................................... 7
jKI.in t r o d u c c ió n ........................................................ 13
173
Referencias