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COLOMBIA

CINCO DESAFÍOS URGENTES EN


MATERIA AMBIENTAL
POR: CLAUDIA LOPEZ ABRIL 28 DE 2014

Los mapas de la violencia y la extracción minera están superpuestos porque el Estado entregó los
recursos naturales de todos para enriquecer aún más a las grandes compañías mineras, tolerando el
despojo de miles. Durante 6 años, entre 2004 y 2010, las mineras tuvieron deducciones de impuestos
mayores a sus aportes en regalías, evadieron pagos de los mismos y expulsaron a miles de colombianos
de sus territorios. Un país en paz no puede mantener este escenario lamentable.
1. Formalizar y regular
Artículo 332 CP: “El Estado es propietario del subsuelo y de los recursos naturales no renovables, sin
perjuicio de los derechos adquiridos y perfeccionados con arreglo a las leyes preexistentes”.

Los efectos de este artículo han sido: la afectación en el uso del suelo, privilegiando la actividad minera
sobre la agricultura y las zonas protegidas; desplazamiento y expropiación de los dueños de terrenos con
permiso de explotación, que se ven obligados a renunciar a sus propiedades; y una autorización
indiscriminada de permisos de explotación a particulares.

En Colombia hay minería ilegal criminal y pequeños explotadores que no se someten a la regulación.
Ambos generan un fuerte impacto ambiental, lo que exige plantear una estrategia de seguridad para
castigar a los delincuentes que financian guerras contra el Estado a partir de este negocio y encaminar a
los pequeños explotadores a la legalidad. Pero también urge un ordenamiento territorial serio,
encausado en los principios ambientales y constitucionales, que mitigue el impacto que ha tenido la
minería a gran escala, admitida con una regulación tan contraproducente. Se requiere acabar la
ambigüedad normativa entre medio ambiente y minería y entre las normas nacionales y la planeación
local.
2. Eliminar deducciones tributarias absurdas
Se requiere promover una reforma urgente que elimine la deducción del impuesto sobre la renta a la
minería. Las últimas regulaciones aplicadas nos dejaron a todos los colombianos financiando las grandes
multinacionales mineras.

El gobierno anterior otorgó exenciones tributarias a las empresas, dejando de recibir 1.274 millones de
dólares entre el año 2005 y el 2011 por parte de estas sociedades. Dicho sector fue el más beneficiado
de la industria nacional, aún sobre los fabricantes de prendas de vestir, elaboración de productos lácteos
y productos de molinería.

En cifras, entre 2005 y 2010, pagaron 878 mil millones anuales por concepto de impuesto sobre la renta
y tuvieron deducciones, descuentos y exenciones de 1,78 billones. Es decir, por cada $100 pesos
efectivamente pagados, tuvieron un descuento de $200.
3. Prudencia y exigencia en la explotación

Se debe optar por una Minería Prudente, a partir de la evaluación real de costos-beneficios sociales,
culturales, paisajísticos y ecológicos, con una exigencia implacable de uso de las mejores tecnologías
posibles, las más limpias, para evitar el mayor daño.

Los actores armados son depredadores profesionales del medio ambiente, pues no actúan bajo ninguna
regulación y sus efectos son deplorables tanto desde el punto de vista ecológico como social. Pero
también la minería legal produce daños irreversibles para los ecosistemas; se requiere una regulación
exigente y contundente que vigile la aplicación de las normas de sostenibilidad exigidas en la extracción.
4. Sustituir la figura de Consulta previa por la Consulta Popular

Una Consulta Popular es más amplia y abierta, porque no solo vincula a las comunidades asentadas en
las zonas de explotación, sino a todas aquellas que reciben el impacto ambiental.

Las mineras desconocen los procesos locales (ambientales, territoriales, sociales y económicos) a través
de la deformación de la Consulta Previa (Sentencia SU-039 de 1997 de la Corte Constitucional). En El
Cerrejón se presenta un caso particular de esta deformación: se han firmado 66 actas de preacuerdos de
consulta previa con comunidades wayús sobre el proyecto de desviación del río Ranchería; los miembros
de la comunidad de la Enramada Mouwasira que dan su aval al proyecto reciben, según reza el acta
correspondiente, “un microacueducto, cien chivos, diez de ellos machos; nueve novillas y un toro”.

5. Reconocer vía transferencias los servicios ambientales que los municipios prestan

La minería a cielo abierto y a gran escala deja daños irreparables en el medio ambiente; resulta
imposible evitar ese impacto. Es necesario crear un mecanismo de transferencias a los municipios que
demuestren mayor esfuerzo eficiente en la conservación de bosques y biodiversidad.
La experiencia del IVA verde brasilero nos enseña a definir criterios de cálculo, priorización y
compensación de la riqueza ambiental y de biodiversidad de los municipios, para diseñar los
instrumentos que permitan obtener recursos por la prestación de servicios ambientales (producción de
agua y aire). Se trata de garantizar un pago estable por actividades de eficiencia verificable, a los
municipios que reconocen su patrimonio ambiental y contribuyen a su cuidado y preservación.

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