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Cuento El árbol mágico

Hace mucho mucho tiempo, un niño paseaba por un


prado en cuyo centro encontró un árbol con un cartel que
decía: soy un árbol encantado, si dices las palabras
mágicas, lo verás.
El niño trató de acertar el hechizo, y probó con
abracadabra, supercalifragilisticoespialidoso, tan-ta-ta-
chán, y muchas otras, pero nada. Rendido, se tiró
suplicante, diciendo: "¡¡por favor, arbolito!!", y entonces,
se abrió una gran puerta en el árbol. Todo estaba oscuro,
menos un cartel que decía: "sigue haciendo magia".
Entonces el niño dijo "¡¡Gracias, arbolito!!", y se encendió dentro del árbol una luz que
alumbraba un camino hacia una gran montaña de juguetes y chocolate.
El niño pudo llevar a todos sus amigos a aquel árbol y tener la mejor fiesta del mundo, y por eso se
dice siempre que "por favor" y "gracias", son las palabras mágicas

Leyenda Robin Hood

También conocido como el “príncipe de los ladrones”,


Robin Hood es de los personajes ingleses más
conocidos en las leyendas de la cultura occidental. Su
historia se ha inspirado en distintos personajes,
aunque uno de los más mencionados es Ghino di
Tacco, héroe italiano de siglo XIII. Los registros escritos
sobre Robin Hood se han ubicado desde el siglo XIII,
aunque ganó popularidad a partir del siglo XV.

Se trata de un hombre que se enfrentaba con los ricos


para defender a los pobres. Sin que se dieran cuenta, le quitaba pertenencias a los primeros para
dárselas a quienes las necesitaban más; siempre en compañía de su traje verde, su arco y sus
flechas.

Fabula Los dos amigos y el oso


Dos hombres que se consideraban buenos amigos
paseaban un día por la montaña. Iban charlando tan
animadamente que no se dieron cuenta de que un gran
oso se les acercaba. Antes de que pudieran reaccionar, se
plantó frente a ellos, a menos de tres metros.
Horrorizado, uno de los hombres corrió al árbol más
cercano y, de un brinco, alcanzó una rama bastante
resistente por la que trepó a toda velocidad hasta ponerse
a salvo. Al otro no le dio tiempo a escapar y se tumbó en el
suelo haciéndose el muerto. Era su única opción y, si salía
mal, estaba acabado.
El hombre subido al árbol observaba a su amigo quieto
como una estatua y no se atrevía a bajar a ayudarle. Confiaba en que tuviera buena suerte y el
plan le saliera bien.
El oso se acercó al pobre infeliz que estaba tirado en la hierba y comenzó a olfatearle. Le dio con la
pata en un costado y vio que no se movía. Tampoco abría los ojos y su respiración era muy débil. El
animal le escudriñó minuciosamente durante un buen rato y al final, desilusionado, pensó que
estaba  más muerto que vivo y se alejó de allí con aire indiferente.
Cuando el amigo cobarde comprobó que ya no había peligro alguno, bajó del árbol y corrió a
abrazar a su amigo.
-¡Amigo, qué susto he pasado! ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algún daño ese oso entrometido? –
preguntó sofocado.
El hombre, sudoroso y aun temblando por el miedo que había pasado, le respondió con claridad.
– Por suerte, estoy bien. Y digo por suerte porque he estado a punto de morir a causa de ese oso.
Pensé que eras mi amigo, pero en cuanto viste el peligro saliste corriendo a salvarte tú y a mí me
abandonaste a mi suerte. A partir de ahora, cada uno irá por su lado, porque yo ya no confío en ti.
Y así fue cómo un susto tan grande sirvió para demostrar que no siempre las amistades son lo que
parecen.
Moraleja: La amistad se demuestra en lo bueno y en lo malo. Si alguien a quien consideras tu
amigo te abandona en un momento de peligro o en que necesitas ayuda, no confíes demasiado en
él porque probablemente, no es un amigo de verdad.

Trabalenguas

Adivinanza
Cuando nada en los ríos parece
un tronco flotante,
pero si muestra sus dientes
todos huyen al instante.

Respuesta: EL COCODRILO
Refrán
El que se pica ajos come
La persona que se enfada tienes dos opciones: o desenfadarse o seguir enfadado.

Generos literarios
Narrativa
1. La liebre y la tortuga. Ejemplo de fábula.
Había una vez una liebre muy vanidosa por su velocidad. Siempre se burlaba de la lentitud de la
tortuga. La tortuga no hacía caso a sus burlas, hasta que un día la desafió a una carrera. La liebre
estaba muy sorprendida, pero aceptó.
Se reunieron los animales a observar la carrera y se determinaron los puntos de partida y de
llegada. Cuando comenzó la carrera, la liebre dio mucho tiempo de ventaja a la tortuga, mientras
se burlaba de ella. Luego comenzó a correr y sobrepasó a la tortuga con mucha facilidad. A mitad
de camino se detuvo y se quedó descansando. Pero sin darse cuenta se quedó dormida.
Mientras tanto, la tortuga seguía avanzando lentamente, pero sin detenerse. Cuando la liebre se
despertó, la tortuga estaba apenas a unos pasos de la meta, y aunque la liebre corrió tan rápido
como pudo, no logró ganar la carrera.
La liebre aprendió valiosas lecciones ese día. Aprendió a no burlarse de los demás, ya que nadie
puede considerarse superior a otros. Además, descubrió que lo más importante es mantener un
esfuerzo constante al proponerse un objetivo.

Lírica
“Romance de Doña Alda”. (Fragmento: dos estrofas de romance)
En Paris está doña Alda, todas comían de un pan.
la esposa de don Roldán,  
trescientas damas con ella Las ciento hilaban el oro,
para bien la acompañar; las ciento tejen cendal,
todas visten un vestido, ciento tañen instrumentos,
todas calzan un calzar, para a doña Alda alegrar.
todas comen una mesa,
Dramática
La celestina, de Fernando Rojas. La relación amorosa entre Melibea y Calisto es atravesada por La
Celestina: una vieja avara que no quiere compartir sus ingresos con los criados de Calisto, lo que la
lleva a la muerte. El amor entre la pareja tampoco termina bien: él muere y ella se suicida.

Historia del pueblo xinca

Antes de la llegada de los colonizadores españoles, el señorío xinka se extendía desde la costa del
Pacífico hasta las montañas de Jalapa.
Los xinkas opusieron resistencia a Pedro de Alvarado y sus hombres, cuando atravesaron la zona
rumbo a Cuscatlán.
Finalmente, el conquistador los venció y tomó como esclavos a muchos de ellos, a quienes obligó a
acompañarlo a la conquista de lo que ahora es El Salvador. De ese hecho se deriva el nombre del
pueblo, el río y el puente Los Esclavos, en el municipio de Cuilapa, Santa Rosa.
Después de 1575, el proceso de extinción de la población xinka se aceleró, principalmente por el
traslado de la población a otros lugares y la hispanización gradual de la población. En la actualidad,
el xinka, único idioma indígena cuyo origen no se remonta a los antiguos mayas, está en franca
desaparición, pues lo hablan apenas entre 100 y 250 personas. Según estudios recientes, es
hablado en siete municipios y una aldea de Santa Rosa y Jutiapa. En 1991 se mencionaba que sólo
tenía 25 hablantes, pero en 1997 se decía que eran 297. Para ese último año, se mencionaba que
en Guazacapán, Santa Rosa, sólo lo hablaban 5 ó 6 abuelos, la mayoría de más de 80 años. Una de
la referencia más antigua sobre este idioma la proporcionó el arzobispo Pedro Cortés y Larraz,
durante una visita pastoral a la diócesis de Taxisco, en 1769. Los expertos aseguran que la
reconstrucción del xinka se puede visualizar como posible mediante métodos de lingüística
histórica y arqueología lingüística, que pueden ser aplicados por equipos de lingüistas dedicados a
este método.
Rafael Álvarez Ovalle
(Comalapa, Chimaltenango, 1858 - Guatemala, 1946) Compositor
guatemalteco, autor de la música del Himno Nacional de Guatemala.
Hijo de Ildefonsa Ovalle y Rosendo Álvarez, director de la Escuela de
Música de Comalapa, recibió de su progenitor su primera formación
musical. En 1871 su padre pasó a hacerse cargo de la Escuela de
Música de Santa Lucía Cotzumalguapa, localidad en la que fallecería
en 1874. Con sólo dieciséis años, Rafael Álvarez le sucedió en su
cargo en la Escuela de Música.
Para profundizar en sus estudios musicales, se trasladó a la capital en
1879, y al poco tiempo ingresó en la Banda Marcial, que en aquel
entonces se encontraba en un excelente nivel gracias a la dirección
del famoso maestro Emilio Dressner. Dressner apreció el talento
Rafael y de otros jóvenes pertenecientes a la Banda, y resolvió darles
desinteresadamente clase de armonía y lecciones prácticas de instrumentación, además de
estimularlos para la composición. Dressner abandonó sin embargo la Banda Marcial en 1885, a
causa de las intrigas para hacerse con su dirección, y regresó a Alemania, dejando a sus discípulos
sin maestro.
Ya en 1879 la Sociedad Literaria El Porvenir había realizado vanos intentos para dotar al país de un
himno. En 1887, la jefatura del departamento de Guatemala convocó un concurso para elegir la
música de la letra del Himno Popular que había compuesto el poeta Ramón P. Molina. Tomaron
parte en el mismo diversos compositores y salió finalmente elegida la música del maestro Rafael
Álvarez Ovalle, la cual acompañaría durante bastante tiempo la letra del poeta Molina.
Sin embargo, en 1896, el gobierno del entonces presidente José María Reina Barrios convocó un
nuevo concurso para escoger la música y letra del Himno Nacional. Por acuerdo del 19 de febrero
de 1897, fue declarado de nuevo ganador Rafael Álvarez como autor de la mejor música, mientras
que unos versos de autor anónimo se llevaron el premio a la mejor letra. Hubo que esperar hasta
1911 para saber que el autor anónimo había sido el poeta cubano José Joaquín Palma, según
declaró él mismo poco antes de morir.
Donald Judd
(Excelsior Springs, EE UU, 1928 - Nueva York, 1994) Escultor
estadounidense. Su trayectoria artística pasó de una primera
etapa como pintor abstracto de composiciones geométricas
bastante austeras a una segunda etapa como crítico de arte
(durante los años cincuenta) y a una tercera como escultor,
desde comienzos de la década de 1960.

Este último período es el que lo convirtió en una figura de


proyección universal y en uno de los principales
representantes y teóricos del minimalismo. El arte minimal se
consolidó en Estados Unidos a partir de 1965 siguiendo un
proceso reduccionista que llevaría la pintura, pero sobre todo la escultura, hacia sus estructuras
más simples y esenciales. El término fue aplicado por primera vez por Richard Wollheim en un
artículo de la revista Arts Magazine en el que, citando obras de Duchamp, Reinhardt y algunos
artistas pop, defendía la intervención mínima de los autores. Se debe sin embargo a Ad Reinhardt
el famoso "menos es más", que se convirtió en una de las consignas fundamentales del
movimiento.
Donald Judd utilizó la madera en sus primeras realizaciones, pero pronto incorporó el plexiglás y el
acero inoxidable, su material más característico. Con ellos creó obras basadas en yuxtaposiciones y
superposiciones mediante las que intentó expresar relaciones afines a las progresiones
matemáticas. Todas sus creaciones son obras frías, carentes de cualquier intención decorativa o
implicación emocional, en las que a menudo utiliza el color para de esta manera acentuar la
estructura de las piezas.

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