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Claves para limpiar el organismo de

metales pesados
Metales pesados como el mercurio, plomo, cadmio,
aluminio, arsénico o estaño están presentes en los alimentos.
 
Limpiar el organismo de metales pesados como el mercurio, plomo,
cadmio, aluminio, arsénico o estaño, presentes hoy en día en casi
todo cuanto ingerimos o consumimos, y que se acumulan
principalmente en hígado, riñones, sistema nervioso y sistema
óseo, es algo necesario para tener un perfecto estado de salud.
Estamos expuestos a estos metales pesados al consumir vísceras de
animales, pescados, comidas y bebidas enlatadas y tratadas con
aditivos; frutas, vegetales y cereales que contengan ciertos
pesticidas, agua del grifo proveniente de tuberías de plomo, o
tratada con arsénico, e incluso si aún tenemos viejas amalgamas
dentales de mercurio, o si todavía fumamos –el tabaco contiene
cadmio que se acumula en hígado y riñones.
Para eliminarlos, hablaremos hoy de la clorofila, y también del selenio y del
glutatión. Conviene saber que cuanto más mercurio almacene nuestro
organismo, menos podrá actuar el selenio, necesario para que nuestro
organismo produzca glutatión, un gran antioxidante anti-envejecimiento y anti-
radicales libres, que estimula la desintoxicación natural del cuerpo de metales
pesados.

El selenio, “el mineral anti-cáncer”, es un antioxidante que protege nuestro


corazón y fortalece nuestro sistema inmunológico; regula la respuesta
inmunitaria, reduce inflamaciones  y  destruye radicales libres responsables
del daño oxidativo en nuestras células.  Necesitamos unos 200-400
microgramos de selenio al día junto con vitamina E, esencial para la absorción
de selenio.  Las nueces de Brasil, las semillas de calabaza y de girasol, la
levadura de cerveza y el germen de trigo aportan ambos nutrientes; y también
algas como la espirulina y la chlorella, y hierbas como el perejil y el cilantro,
todas ellas ricas además en clorofila, fundamental para eliminar metales
pesados.

La clorofila es uno de los mejores antioxidantes para luchar contra


enfermedades degenerativas y retrasar el envejecimiento celular.  Favorece un
organismo fuerte, joven y enérgico, y estimula la producción de glóbulos rojos
en la medula ósea.  Nos aporta vitaminas A, C y B, y hierro, fósforo, potasio,
sodio, azufre, cobalto, zinc y magnesio, su átomo central.  Fundamental para la
oxigenación y la desintoxicación, para el sistema inmunológico, para el
cardiovascular y para el hígado.  Equilibra nuestros niveles de glucosa en
sangre, reduce colesterol y triglicéridos, y elimina toxinas y metales pesados,
purificando nuestra sangre y limpiando colon, pulmón, hígado, riñones y todo
el sistema linfático.  Recordamos que la clorofila se pierde en la cocción, y por
tanto conviene tomar vegetales crudos, en licuados, batidos y ensaladas.

Alga Chlorella, contra el mercurio y la radioactividad


Es uno de los alimentos más ricos en clorofila, y muy nutritiva ya que nos
aporta proteínas, aminoácidos, fitonutrientes, ácidos grasos y minerales como
el magnesio para nuestro sistema nervioso y nuestro cerebro.  Elimina
contaminantes y toxinas del cuerpo, pesticidas y metales pesados, e
incrementa nuestros niveles de glutation, que, recordamos, es nuestro gran
antioxidante, que promoverá la desintoxicación natural de nuestro organismo
y la eliminación de metales pesados.

La energizante alga espirulina, contra el arsénico


Declarada por la ONU alimento del milenio, es uno de los alimentos más ricos
en nutrientes.   Tiene una concentración de proteínas del 70%, contiene 18
aminoácidos, entre ellos triptófano, y nos llena de hierro, calcio, fósforo,
magnesio y selenio, y vitamina E.  Nos aporta fibra y energía, alcaliniza nuestro
organismo, regenera la flora intestinal y refuerza nuestras defensas
fortaleciendo nuestro sistema inmunológico.  Nos ayuda a luchar contra el
envejecimiento celular, a depurarnos y a quemar grasa; también a reducir el
colesterol y a protegernos de enfermedades cardiovasculares.  No puede faltar
en las dietas de deportistas, para la salud ósea o contra la fatiga muscular, en
periodos de convalecencia, o si sufres de anemia ferropénica, pero debe ser
tomada con moderación en casos de problemas renales y no debes tomarla si
estás embarazada o en periodo de lactancia, ni si sufres alguna enfermedad
autoinmune, hipertiroidismo o hipertensión.

Tanto la espirulina como la chlorella, conviene comenzar a consumir poco a


poco, un gramo al día, y aumentar la dosis hasta  5 gramos diarios, y
descansar, es decir, tomarla durante 3 meses y descansar otros 3 antes de
repetir.

Perejil, contra el mercurio


Además de ayudarnos a eliminar metales pesados, destacamos su contenido
en miristicina, un compuesto que inhibe la formación de tumores
especialmente de pulmón, y neutraliza carcinógenos como el benzopireno del
humo del tabaco.  Nos aporta antioxidantes y flavonoides anti-radicales libres,
y mucha vitamina C –más que ningún otro vegetal- y vitamina A, hierro y
manganeso.  Mejorará la salud de nuestros dientes y de nuestra vista, así
como de nuestras vías respiratorias.  Es diurético, digestivo y carminativo; una
simple infusión de perejil relajará nuestro sistema digestivo y también
nuestros músculos, y ayudará a bajar la fiebre, a mitigar migrañas  y a
combatir la anemia ferropénica.  No se recomienda consumir durante la
lactancia porque detiene la producción de leche.

Cilantro, contra cadmio, plomo y aluminio


Poderosa hierba desintoxicante que, en tan solo mes y medio, nos ayuda a
librarnos del 80% de los metales pesados acumulados en nuestro organismo. 
Destaca como diurético, antiespasmódico, carminativo, antiinflamatorio y
expectorante; nos ayudará a limpiar hígado, riñón, pulmón e incluso sistema
nervioso; a calmar nuestro aparato digestivo, a aliviar reúma y artritis; a
eliminar mucosidades y a tratar resfriados y sinusitis con tan solo tomar una
taza diaria de cilantro en infusión.  Es antiséptico, antibiótico y antibacteriano,
que curará heridas y evitará infecciones.  Es además un sedante con el que
combatiremos el insomnio y la ansiedad; de hecho está presente en muchos
medicamentos ansiolíticos.

Zumos y licuados
Terminamos con unas recetas de zumos y licuados verdes que convienen
tomar en ayunas.  Podemos tomar un zumo de remolacha, otro excelente
alimento contra metales pesados; o licuar piña, manzana, limón, pepino, apio y
espinacas, y añadir una de estas cuatro maravillas de la naturaleza;  la que tú
elijas.  Otra receta medicinal consiste en guardar en el frigorífico la siguiente
mezcla, y tomar dos cucharadas diarias durante 3 semanas: batimos cilantro y
un poco de perejil con aceite de lino; cuando esté bien mezclado, añadimos
ajo, nueces, limón y miso, y volvemos a batir.  Podemos tomarla simplemente
en una tostada, o como aderezo de nuestras ensaladas habituales.

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