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¿Al ser humano, le gusta el reconocimiento de las cosas buenas, que se sepa lo

que hace bien, la alabanza del saber estar, de ahí, que nuestra respuesta
estándar a la pregunta como esta? Casi siempre sea estoy bien. Nos gusta vestir
bien, andar bien, lo mejor que se pueda, y esto es bueno.
Pero la realidad completa de la vida, es que también tenemos cosas penosas,
vergonzosas, de las que nos cuesta y nos gusta menos hablar.
Vemos a los hermanos en la iglesia, a las diferentes familias y quizás se ven tan
bien que pensamos que poco han sufrido hasta que le oímos testificar de las
situaciones tan difíciles de las que les ha sacado el Señor.
Y si lo pensamos bien todos hemos vivido al largo de nuestra vida circunstancias
vergonzosas, dificultades grandes, embrollos gordísimos que si no fuera por la
misericordia del Altísimo….
Cosas que hemos hecho que han traído consigo muchas consecuencias, que
podrían dar peno… pero no todo en la vida es alabaza.
A veces un vistazo a esos recuerdos, nos regala un toque de humildad y
recordamos de donde nos sacó Señor Jesús.
Hay caracteres, hay temperamento, hay errores,
Miramos y decimos….
Ese hogar tan bonito….. pero no sabemos que hay de puertas a dentro.
Nadie conoce lo que se guisa en casa
Todos tenemos necesidad de Dios, TODOS, no hay un solo ser que no lo
necesite.

Judá le dio le dio uno de sus hijos a Tamar, pero ese joven no le agrado a Dios y
le corto la vida, y como no le hizo hijos y siguiendo la costumbre del lugar y la
época el segundo hijo debía levantarle descendencia,
pero no lo hizo, él se vertía en tierra, así que esto desagradó a Dios, cosa por lo
que también murió.
Entonces Judá dice bueno ya mis dos hijos mayores han muerto sin dejar
descendencia, me toca darle este otro, pero esta pequeño.
Judá hizo lo que a veces hemos hecho alguno de nosotros. PROMETER Y
OLVIDAR
LE PROMETIO Judá a tamar,
verso 11 vístete de viudez hasta que Sela crezca, y te lo entrego para que les
levante hijos a sus hermanos.
Judá no cumplió, ¿Qué le iba a entregar a su tercer y último hijo? ¿Para qué se
le muriera?
Pero a Tamar le contaron que Judá había enviudado también y que venía a
Timnat a trasquilar sus ovejas, por lo que ella se quitó sus vestiduras de viudez y
se puso un velo y se cubrió casi todo el rosto, se puso luego a la entrada del
camino, y Judá la tuvo por ramera.
Él le pidió llegarse a ella y le promete en pago un cabrito de su ganado, y le deja
en prenda LE SELLO, EL BACULO Y SU CORDON, le deja sus prendas personales

Al día siguiente le envía el pago, pero no la hallaron. Y a los tres meses le dicen
tu nuera fornicado y por sus fornicaciones está en cinta, y él dice: verso 24
sacadla y sea quemada.

Somos rápido para juzgar, pero hay de mirar hacia adentro. ¿Porque donde
estaba él hace 3 meses sino haciendo lo mismo?
Y la ley no está mal, ni es cruel, no es injusta. Esta para lo que está.
Siempre es mi esposo, mi esposa, mi madre, mi hijo, poco o casi nadie, dice es
genio, es mi lengua, es mi carácter, es mi manera, pero no por justificarse.

De modo que si alguno esta en Cristo nueva criatura es—


Somos duros con los demás.

Sanquenla y quemenla.
Verso 25.
Pero ella…
Cuando aprendemos a reconocer dejamos de buscar culpables, que no
avergüence.
Verso 26
Cuando reconocemos la situación en la que estamos la mano de Dios se mueve
Con poder.

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