Está en la página 1de 2

Ley divina

LEY DIVINA O LEY TERRENAL

La ley divina se expresa en los mandamientos de Dios y en los preceptos de la Iglesia.


Los mandamientos y los preceptos son la síntesis concreta de todo lo que el hombre
debe hacer o evitar para adquirirla las virtudes, conquistar la verdadera libertad y
alcanzar el Sumo Bien. Esta ley origina un dilema acerca de lo que es o Esta Ley es
simple, pero infinitamente compleja en su ejecución. No deja nada al azar. Si
comprendemos y aceptamos el hecho de que todos estamos bajo la Ley de la
Compensación Equitativa, tendríamos que estar locos para infringirnos un mal a
nosotros mismos o a los demás. No justo que hasta hoy en día sigue siendo debatido.
La Ley Divina no es una Ley arbitraria. No es sólo una idea de Dios acerca del modo en
que debe funcionar una creación. Más bien es la única Ley, con su conjunto de reglas y
normas, con la que se puede crear un Universo a base de materia indefinida. Si se
eliminara la Ley Divina la Creación volvería de inmediato al Caos y la humanidad sería
sólo un vago recuerdo. Este conjunto de principios que Dios consideró esencial para
establecer el Universo y para prevenir su regreso inmediato al caos, es lo que hoy
llamamos la Ley Divina. La Ley Divina es nada más ni nada menos que el mecanismo
de funcionamiento de nuestra existencia. Se manifiesta en toda forma concebible, ya
que no hay nada en la vida humana o de otra forma de existencia, que pueda funcionar
de modo alguno sin que interactúe con esta Ley. Si nuestras acciones están en armonía
con sus principios, prosperaremos y obtendremos todo lo que es bueno y útil en la vida,
tanto en lo que se refiere a lo espiritual como en lo mundano. Por otra parte, si
intentamos actuar en contra de los principios de este mecanismo de funcionamiento,
vamos a sufrir las consecuencias de nuestra ignorancia o rebeldía. Ni la gente, ni
siquiera Dios puede pasar por alto la reacción de este mecanismo. Hay algo que
distingue a los seres humanos de todas las otras criaturas que funcionan bajo la Ley
Divina. Nosotros tenemos una mente que razona y que nos permite darnos cuenta, en
primer lugar, de qué dice la Ley en relación a algo en particular y, en segundo lugar,
nos permite decidir si seguimos o no las Leyes Divinas que rigen nuestra existencia. A
diferencia de los animales, no tenemos que seguir la Ley Divina obligados por el instinto
o por fuerzas externas (como las estrellas y planetas). Nos han dado a elegir, y este
don divino del libre albedrío introduce el drama, como un factor en la Creación. Uno de
los principios más importantes de la Ley Divina es su confianza absoluta en el equilibrio
e intercambio equitativo. Es este principio el que le permitió al Creador poner orden en
medio del caos. Por esta razón tenemos la seguridad de que "El Orden es la primera ley
del cielo" y tal orden sólo se puede obtener y, lo que es igualmente importante,
mantener mediante la confianza en el equilibrio y el intercambio equitativo. La Ley
Divina es la Ley de la Creación en operación. No es una creación caprichosa de Dios o
de la gente. La Ley Divina es el único mecanismo operante que puede mantener unido
el material Creativo del Caos para formar el Universo.
Ley divina
Los seres humanos somos únicos, en el sentido de que tenemos la capacidad para
trabajar en armonía con la Ley Divina o intentar evadirla. Tenemos esta capacidad
porque nos dieron el regalo del libre albedrío.

Cuando intentamos evadir la Ley Divina, siempre traemos a nosotros reacciones que
están en directa proporción a la evasión intentada. La Ley es absolutamente imparcial.
Devuelve todo lo que es enviado a sus "aguas". Envíe todas las cosas buenas y
positivas y ellas retornarán a usted en abundancia. Envíe aquellas cosas que dañan y
destruyen y éstas también serán devueltas por la Ley Divina con igual entusiasmo.

La Ley Divina está con nosotros para quedarse. Podemos vivir una vida que sea
contraria a la Ley en casi todo lo que hacemos y, en consecuencia, cosechar los
desechos de la existencia, o podemos aprender a trabajar en armonía con la Ley y
prosperar en todo aspecto. La elección es nuestra. El mejor regalo que nuestro Creador
nos dio es la capacidad para tomar esta decisión.

FECHA: 23/10/2015

DIEGO MARTIN LLORENTE DIAZ.

También podría gustarte