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Hace 55 años

Ginecol Obstet Mex 2014;82:570-583.

Conrado Zuckermann*
Actualización del tratamiento Manuel Urrutia**
Julio César Graham**
quirúrgico del cáncer cérvico * Cirujano-Director del instituto Nacional de Can-
uterino1 cerología y de la Clínica Mexicana de Cirugía y Ra-
dioterapia. Profesor de Ginecología de la Facultad
Nacional de Medicina.
** Ginecólogo del Instituto Nacional de Cancerología
y del Hospital General. Profesor de Ginecología de la
Facultad Nacional de Medicina.

IMPORTANCIA

La frecuencia del cáncer del cuello uterino en los países del


mundo es diferente; en algunos ocupa el primer lugar y en otros
el segundo o tercero, raramente el cuarto. En nuestro país y en
otros de América Hispánica ocupa el primer lugar, siguiéndole
el cáncer mamario y cutáneo.

Puede afirmarse que de cada tres personas del sexo femenino


que consultan por cáncer, una tiene cáncer del cuello uterino
en nuestro medio; se aprecia que en México existen alrededor
de 120,000 cancerosos, se puede afirmar que como mínimo hay
en México 20,000 mujeres con dicho blastoma.

De acuerdo con los datos obtenidos en los diversos informes


de los servicios anticancerosos del país, como promedio cerca
de 50% de estas enfermas acude cuando todavía es posible
intentar la terapéutica de finalidad curativa, sea ésta quirúrgica
o radioterápica; en cambio, algo más del 50% llega cuando
toda terapéutica de la mencionada finalidad curativa ha termi-
nado. Estas cifras actuales son ya relativamente bonancibles si
se calcula que hace veinticinco años el promedio de enfermas
que acudían con alguna posibilidad de curación no era mayor
del 25%.

Como promedio puede señalarse que las enfermas que buscan


todavía en momento tardío la acción médica, en 25% de ellas
es factible realizar algún tipo de cirugía extirpadora y, todavía
más, debemos señalar que dado que esta cirugía es trabajo de
selección, sólo la mitad de ellas llega a la mesa de operaciones,
1
Ponencia presentada en la Sección de Ginecología y
por lo cual puede decirse que actualmente se realizan cerca
Obstetricia de la XII Asamblea Nacional de Cirujanos,
de 1,250 operaciones cada año para tratar el cáncer de cuello noviembre de 1958. Reproducido de Ginecol Obstet
uterino en México, lo que da un promedio diario de cuatro Mex 1959;14:317-338.

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intervenciones quirúrgicas de cáncer del cuello rios otros se efectuó tanto por la vía abdominal
uterino. como por la vaginal. Su mortalidad era, sin
embargo, muy alta, calculándose que de cada
Antes de referirnos a cada uno de los problemas tres enfermas dos fallecían en el postoperatorio
que se presentan en la cirugía de este cáncer, inmediato. El progreso, no obstante, existía si se
debemos señalar que toda enferma en quien se piensa que anteriormente a ello lo único que se
plantea la necesidad de realizar cirugía debe ser realizaba era la cauterización al rojo vivo del
motivo de muy detallado examen y de la más fungus canceroso cervical o amputar el cérvix
cuidadosa apreciación de las condiciones pro- vaginalmente.
pias a su caso clínico y que la debida aplicación
de los conocimientos actuales es absolutamente A fines del siglo pasado y principios del presente,
indispensable. dos tendencias que marcan gran progreso son
dadas a conocer: nos referimos a la histerectomía
A propósito de ello, y en primerísimo lugar, debe ampliada reglamentada por Ernesto Wertheim y
marcarse el peligro de las terapéuticas quirúrgi- otros cirujanos y a la extirpación de los ganglios
cas de indicación no probada y lo nocivo —lo linfáticos tributarios del útero preconizada por
muy dañoso— de las cirugías incompletas y Tomás Jonnesco, el mismo Wertheim y otros.
defectuosas. Además, Carlos Gustavo Lennander recomenda-
ba en los procesos cancerosos y otros realizar la
En este cáncer, como en muchos otros, de la extirpación ganglionar linfática iliaco-obturatriz
primera terapéutica que se realice depende en por vía inguino-abdodminal.
altísimo grado el porvenir de la enferma.
La linfadenectomía y la histerectomía ampliada
Evolución de la cirugía del cáncer del cuello de Wertheim no llegaron, en realidad, a poner-
uterino se de acuerdo, y fue mucho más conocida y
preconizada la operación de Wertheim que la
Cuatro épocas pueden señalarse en la his- extirpación ganglionar sistematizada: muchas
toria de la cirugía del cáncer del cuello fueron las modificaciones que se hicieron a
uterino: antes de Wertheim, la referente a la la histerectomía ampliada, entre ellas debe
histerectomía ampliada, la que corresponde a señalarse la que se realizó y aun se realiza por
las linfadenohisterectomías y la que concierne algunos por vía vaginal y que lleva el nombre de
a las exenteraciones pélvicas. Schauta, como reconocimiento a los trabajos de
este ginecólogo.
Aunque no exista clara diferenciación en estas
épocas, sobre todo en las dos últimas, pensamos Durante veinte años, la histerectomía ampliada
que es apropiado sintetizar la historia de esta parece dominar en el panorama de la terapéu-
cirugía siguiendo dicho orden. tica de este cáncer, pero enseguida surge el
tratamiento radioterápico, y aunque en muchos
La extirpación del útero por cáncer fue realizada, medios, como el nuestro, persiste y progresa la
probablemente por primera vez, en 1825 por cirugía, la radioterapia toma lugar primordial y
Conrado I. Angenbeck, pero hasta el último ter- es de señalarse que cuando Wertheim muere,
cio del siglo XIX fue cuando en manos de Freund, lo hace lamentándose de la disminución en
Czerny, Mackenrodt, Rumpf, Ríes, Clark, Schink, la práctica de la intervención por la que tanto
Schroeder, Werder, Mickulicz, Olshausen y va- luchará en congresos y en quirófanos.

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Ya en el presente siglo y con los progresos y son bien diferentes los caminos que pueden
actuales indudables en los medios quirúrgicos seguirse, ya sea con finalidad radical o con la
para hacer más tolerables las intervenciones de paliativa. Precisamente por ello las condiciones
larga duración y con la mejor vigilancia de los generales y las asociaciones del cáncer con
operados, un nuevo tipo de cirugía más amplia estados fisiológicos y patológicos han tomado
se da a conocer y se difunde extensamente. Nos tal interés, que antes de referirnos a los hechos
referimos a la linfedenohisterectomía en que se regionales y locales marcaremos claramente
combinan y suceden en armónica realización que el estudio de estas enfermas debe referirse
la extirpación ganglionar linfática pélvica en el no solo al proceso tumoral propiamente dicho,
sacrificio de todos los órganos ginecopélvicos. Se sino a todos los aparatos y sistemas de la eco-
procura en ella hacer la extirpación en continui- nomía. Detallado y minucioso examen de los
dad, en un solo bloque cuando las circunstancias aparatos cardiovascular, respiratorio, digestivo,
lo permitan. Además, se efectúan las exenteracio- urinario y de los sistemas nervioso, endocrino y,
nes cuando el cáncer no ha salido de la pelvis, en general, de todo el organismo de la paciente,
pero invade los órganos cercanos, vejiga, recto, es indispensable antes de señalar cualesquiera
etc. Se realiza así una gran extirpación en que tratamiento. Al realizar dichos exámenes, al
se quitan, junto con el útero canceroso, todas explorar cuidadosamente a estas enfermas, pu-
las propagaciones neoplásicas, cualesquiera que diéramos decir de cabeza a pies, no solamente se
sea su sitio pélvico. está efectuando una exploración detallada desde
el punto de vista orgánico y funcional, sino se
Y así llegamos al momento presente, en el que están investigando, inclusive, las posibles pro-
ya es posible y necesario hacer un balance de las pagaciones a distancia del proceso canceroso.
conquistas realizadas, de los éxitos y de los fracasos
y pensar en lo posible en el futuro inmediato. En las enfermas de cáncer del cuello uterino hemos
observado que el examen radiológico de tórax
Antes de ello creemos de justicia mencionar a los no únicamente sirve para juzgar las condiciones
cirujanos mexicanos que desde hace cincuenta respiratorias y cardiovasculares, sino para afirmar
años han realizado esta cirugía. Nos referimos la ausencia de metástasis reconocibles en el tórax:
a los maestros Ricardo Suárez Gamboa, Juan el estudio radiológico de la pelvis igualmente po-
Velázquez Uriarte, Julián Villarreal, Manuel J. drá eliminar la existencia de metástasis ósea a los
Castillejos y Francisco Reyes, ya fallecidos, y a ilíacos, a la extremidad superior de los fémures y a
Rosendo Amor, con cuya luz todavía contamos. las últimas vértebras lumbares. El estudio funcional
Además, la nueva generación a la que perte- del organismo nos permitirá apreciar, entre otras
necemos trabaja intensamente en varios de los cosas, lo referente al riñón y a las vías urinarias,
ámbitos de nuestro país en esta importante ciru- cuyo frecuente ataque indirecto o directo por el
gía. Precisamente al final del estudio se inserta proceso canceroso uterino es tan importante.
la bibliografía mexicana de trabajos dedicados
especialmente a la cirugía del cáncer de cuello Este examen general prolijo incluye, en muchas
uterino. ocasiones, electrocardiograma y siempre los
exámenes de laboratorio necesarios para juzgar
Cirugía y hechos clínicos el equilibrio funcional.

Como después relataremos, la terapéutica quirúr- Deberá apreciarse, enseguida, lo referente a la


gica muestra en la actualidad muchos avances, existencia del estado gravídico, cuya presencia

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podrá hacer modificar determinaciones, pre- En la apreciación de las etapas evolutivas clíni-
cisándose, desde luego, lo referente al tiempo cas muchas son las clasificaciones existentes,
de la gravidez. Deberá averiguarse, además, pero sólo anotaremos las dos más empleadas en
lo referente a otros padecimientos asociados, nuestro medio, que son las que enseguida trans-
como miomas, endometriosis, anexitis, piome- cribimos. La segunda de la Liga de las Naciones,
tra, tumores ováricos, prolapso genital, etcétera. aprobada por la Subcomisión Radiológica de la
Igualmente deberá precisarse con todo detalle si Comisión del Cáncer del Comité de Higiene de
la enferma consulta virgen de toda terapéutica la Liga de las Naciones en 1937, es la siguiente:
o ha sido ya anteriormente irradiada u operada:
si se trata de cáncer de cuello ya irradiado y las “Estadio I. El cáncer está limitado, estricta-
dosis y método de aplicación, o de enferma a la mente, al cuello.
que le hicieron histerectomía subtotal, es decir, “Estadio II. El tumor infiltra al parametrio en
si estamos en presencia de cáncer de cuello uno o en los dos lados, pero sin llegar has-
restante. ta la pared pelviana. Estadio II, parametrio.
“El carcinoma infiltra la vagina sin alcanzar el
Una vez precisado lo referente a las condiciones tercio inferior, Estadio II, vagina.
generales y funcionales y a la asociación con “Carcinoma endocervical propagado al cuer-
estados fisiológicos o patológicos, deberá reali- po. Estadio II, cuerpo.
zarse cuidadosa valorización juzgada a través del “Estadio III. La infiltración neoplásica del
examen regional, de la etapa evolutiva-clínica. parametrio se extiende hasta la pared
pelviana y la invade en uno o en los dos
A propósito de esto, es de señalarse que el lados. Por la exploración rectal no se
estudio de estas enfermas debe efectuarse por encuentra ningún intervalo libre de infil-
un equipo clínico mínimo, constituido por un tración carcinomatosa entre el tumor y la
ginecólogo y un urólogo, y que además de la pared pelviana. Estadio III, parametrio.
palpación y del examen con espejo, es indispen- “Existe una infiltración más o menos super-
sable la cistoscopia y la rectoscopia, amén de ficial de la mayor parte de la vagina con
que en algunas ocasiones, como ya anteriormen- útero móvil. Estadio III, vagina.
te hemos indicado, el estudio de todo el aparato “Una o muchas metástasis aisladas son pal-
urinario por métodos de laboratorio, y sobre pables en la pared pelviana, pudiendo ser
todo por radiología, puede ser indispensable; pequeño el tumor primitivo del cuello.
nos referimos a la urografía. Estadio III, metástasis pelviana aislada.
“Estadio IV. El tumor invade la vejiga, como
Cuando el conjunto clínico trabaja en debida lo establece el examen cistoscópico o una
cooperación, es cuando mejor se puede seña- fístula vésico-vaginal. Estadio IV, vejiga.
lar con el menor número de errores, la etapa “La neoplasia invade el recto. Estadio IV, recto.
evolutiva-clínica de la paciente. A este respecto “Existe propagación del carcinoma fuera
debemos recordar que las clasificaciones evolu- de la pequeña pelvis (por debajo de la
tivas del cáncer del cuello uterino son múltiples entrada de la vagina o por encima del
y que la primera división al respecto fue señalada borde de la pequeña pelvis; metástasis
en México por Ricardo Suárez Gamboa, en su a distancia). Estadio IV, diseminación a
libro sobre Histerectomía en 1899, quien desde distancia.”
un principio consideró cuatro categorías, desde
el cáncer limitado al cuello hasta el cáncer pél- Dicha clasificación fue modificada en mayo de
vico de origen uterino. 1950 con motivo del IV Congreso Internacional

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y Americano de Obstetricia y Ginecología, adop- intervención quirúrgica de tendencia radical es


tándose entonces el siguiente concepto: grandemente mutilante.

“Estadio O. Cáncer in situ, conocido también No debe olvidarse que, en lo referente a la apre-
como cáncer preinvasor, cáncer intraepi- ciación de los estadios evolutivos en el momento
telial o condiciones similares. de la operación, y sobre todo por examen de la
“Estadio I. El cáncer está estrictamente confi- pieza operatoria, con frecuencia se observa que
nado al cérvix. el crecimiento canceroso, sus invasiones, son
“Estadio II. El cáncer se extiende más allá mayores de lo que se apreció preoperatoriamen-
del cérvix, pero no ha llegado a la pared te. Dos ejemplos pueden señalar claramente algo
pélvica. El cáncer infiltra la vagina sin de lo que con frecuencia acontece. La vejiga se
alcanzar el tercio inferior. consideró indemne del proceso y, sin embargo,
“Estadio III. El cáncer ha llegado a la pared en el momento del acto operatorio surgieron
pélvica. (Al examen rectal no se encuentra marcadas dudas y fue necesaria la cistectomía
espacio libre de cáncer entre el tumor y la parcial y aun total. El examen clínico pareció
pared pélvica.) El cáncer infiltra el tercio indicar que se trataba de etapa I, o cuando más
inferior de la vagina. de II, y el examen histológico de la pieza operatoria
“Estadio IV. El cáncer infiltra la vejiga y el mostró ganglios cancerizados, por lo cual en rea-
recto, o ambos, o ha pasado de los límites lidad el estadio era III. Estos hechos han fundado
descritos.” que, tanto en nuestro país como en el extranjero,
se realice valorización posterior del caso clínico,
Esta clasificación la denominan Clasificación señalando a cuál estadio evolutivo pertenecía real-
Internacional de los estadios del cáncer del mente la observación, ya no sólo desde el punto de
cuello uterino. vista clínico, sino desde el operatorio e histológico.
Para concentración estadística esto tiene el incon-
veniente de complicar mucho los datos.
Desde ahora debemos marcar que en este trabajo
nos estamos refiriendo exclusivamente al cáncer
invasor y que el problema del cáncer in situ ya De una manera general se considera como poco
ha sido motivo de ponencias y consideraciones apropiadas para esta cirugía a las enfermas con
que no están precisamente en este momento a una o más de las siguientes circunstancias:
discusión.
Edad mayor de sesenta años;
En relación con las etapas evolutivas mencio- Estado cardiovascular o respiratorio demasia-
nadas y sólo refiriéndonos a ellas, debemos do comprometido;
marcar que generalmente en nuestro medio, Antecedentes o manifestaciones actuales
como en muchos del extranjero, tiende a acep- de procesos flebíticos, trombósicos o
tarse que una de las mejores indicaciones de la embólios;
cirugía es la etapa I y en la etapa II la cirugía Gran hipertensión arterial;
tiene indicaciones en menor proporción; en lo Gran obesidad;
referente a los estadios III y IV la indicación Diabetes irreductible, o
quirúrgica es más discutible y sólo debe reali- Insuficiencia hepática mayor que mediana.
zarse después de cuidadosa consideración de
las demás terapéuticas y teniendo presente que En la actualidad, sin embargo, algunas de estas
en estas circunstancias, con gran frecuencia, la condiciones es posible modificarlas favorable-

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mente, y entonces debería volver a tomarse en cáncer epitelial: el blastoma del epitelio pavi-
consideración la posibilidad de hacer interven- mentoso estratificado y el del epitelio glandular,
ción quirúrgica. siendo indudable la dominante presencia de las
formas pavimentosas.
En síntesis, para la realización de la cirugía en el
cáncer del cuello uterino deben ser tomados en El examen histológico, además, permitirá afirmar
cuenta no solamente los hechos que dimanen de muchos otros hechos, entre los cuales dos son los
la cuidadosa exploración pélvico-ginecológica, principales, el señalar el grado de diferenciación
sino el conjunto de datos clínicos, radiológicos de la neoplasia y el índice de malignidad. Los
y de laboratorio del organismo de la paciente. cánceres, al diferenciarse, evolucionan a dispo-
siciones arquitectónicas que recuerdan su origen
Cirugía y datos anatomopatológicos y, así, por ejemplo, el endocervical lo hace a
formas glandulares y el pavimentoso a marcada
En este cáncer, como en todos los cánceres, puede estratificación y a cornificación.
afirmarse que el examen anatomopatológico es el
decisivo, el indispensable, para toda afirmación El índice de malignidad se refiere tanto a las
diagnóstica y para el apropiado planteamiento células cancerosas propiamente dichas como al
terapéutico; sin él, los datos estadísticos y las estroma; el número de células en reproducción
consideraciones evolutivas prácticamente carecen y las atípicas y monstruosidades permiten juzgar
de valor. Aunque parezca redundancia decirlo, es el proceso. En el estroma el criterio se funda
siempre necesario el examen histológico antes de en su riqueza vascular y en los infiltrados. En
todo tratamiento en el cáncer del cuello uterino; caso de fibrosis se juzga menor la malignidad
sólo así se logran eliminar los excepcionales y en presencia de hialinización o necrobiosis
casos de tuberculosis y de sífilis del cuello de la ella es mayor. Los ensayos en busca de cono-
matriz operados como cáncer: sólo así se logran cer la radiosensibilidad fundada en hechos
identificar los raros casos de cánceres conjuntivos, anatomopatológicos no suministra actualmente
musculares y embrionarios de esta localización y verdaderas conclusiones, señalándose sin em-
conducir mejor la terapéutica respectiva. bargo que, a mayor índice de malignidad, la
sensibilidad radiológica es mayor, y que a mayor
En el acto quirúrgico mismo el examen transope- diferenciación histológica, la radiosensibilidad
ratorio histológico excepcionalmente se realiza, es menor.
y son las apreciaciones efectuadas por la vista y
el tacto del cirujano las que están conformando También como hecho singular se ha señalado
y modificando los planes terapéuticos, pero es, que los cánceres de tipo glandular reaccionarían
sin embargo, sobre todo el examen histológico menos bien a las radiaciones que los del epitelio
de lo extirpado, lo que va a señalar en forma pavimentoso estratificado, pero es posible que
precisa la real extensión del mal y las invasiones en ello intervenga no sólo el hecho microscó-
a territorios que antes se pensó no estaban lesio- pico, sino el topográfico, pues estos cánceres
nados por el mal; esto se refiere especialmente de disposición glanduliforme con frecuencia
a los ganglios linfáticos. corresponden a altas formas endocervicales y
a las más infiltrantes. Precisamente por todo lo
El examen histológico previo a la operación anterior se ha llegado a afirmar que los casos
permitirá apreciar la categoría tisular de la glanduliformes y con marcada diferenciación
neoplasia, sobre todo en las dos variaciones del son los más propicios a la cirugía, pero como

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antes hemos dicho, estos conceptos necesitan todo ello en 42,800 personas, y el porcentaje
posterior ratificación. de cánceres descubierto en personas asintomá-
ticas o con muy escasas manifestaciones fue de
El examen histológico de las piezas operatorias, 3.2%, lo que indica que de cada 100 mujeres
sobre todo en lo referente a las partes alejadas con escasos o nulos síntomas, en tres de ellas
del cérvix y a los ganglios linfáticos, han servi- existía cancerización del cérvix uterino, sea in
do y siguen sirviendo para señalar con mayor situ o invasor.
exactitud la etapa evolutiva ya no clínica, sino
histológica del blastoma y fundar conducta te- La detección citológica y la afirmación biópsica
rapéutica posterior. tisular están permitiendo, por lo tanto, apreciar
la existencia de cánceres en momento oportuno,
Además de lo anterior se ha procurado, a base cuando la cirugía y la radioterapia están capaci-
de estudios histológicos sucesivos realizados tadas para efectuar la mejor terapéutica.
durante la radioterapia, sea por radium, por
rayos X, etcétera, apreciar la evolución micros- Pero la citología, además, está prestando otro
cópica de las células y del estroma del blastoma servicio de gran valor: se ha observado que
en tratamiento, señalando que el número de el estudio citológico vaginal de personas con
células blastomatosas y el aspecto de ellas se cáncer del cuello uterino, en que los procesos
modificaría, y que, a base de estas imágenes, necróticos o inflamatorios no son muy marca-
pudiera determinarse con alguna aproximación dos, es fuente de datos valiosos para juzgar de
el resultado del tratamiento radioterápico. las posibilidades terapéuticas radiológicas. En
las células vaginales pueden observarse algu-
En la actualidad, sin embargo, los exámenes nas alteraciones que se refieren al aumento de
citológicos están siendo más usados que el tamaño celular, el mayor apetito tintoreal del
histológico para determinar la respuesta a las núcleo, a la mayor vacuolización del proto-
radiaciones. plasma, a la existencia de halo perinuclear y a
variaciones tintoreales en el protoplasma. Todo
este conjunto de datos apreciados no sólo en
Citología y cirugía
su calidad, sino en si cantidad, es decir, en la
proporción de estas células en relación con el
La citología ha señalado y marca un real progre-
número total de las examinadas, puede servir de
so en la detección del cáncer del cuello uterino.
índice para juzgarlas hasta cierto límite de las
En la búsqueda, identificación y diagnóstico
posibilidades de obediencia a las radiaciones.
oportuno de los cánceres iniciales de esta loca-
Se ha observado que en enfermas irradiadas
lización, el método citológico es de primordial
los datos antes mencionados, las alteraciones
importancia.
señaladas, se hallan presentes o aumentarían
cuando la sensibilidad a las radiaciones y la
Cuando el resultado es dudoso o positivo, la
obediencia a dicha terapéutica es mayor. Así,
biopsia tisular inmediatamente efectuada per-
se establece la radio-respuesta (RR) celular a la
mitirá, con frecuencia, afirmar el diagnóstico y
radioterapia. Cuando estos datos se mantienen
conducir a terapéutica casi siempre oportuna y,
durante exámenes sucesivos una vez terminada
por lo tanto, de posibilidad radical.
la terapéutica radiológica, la radio-persistencia
(RP) se constituye y se considera como un sínto-
En México, de 1949-1956, se efectuaron ma favorable de obediencia a la radioterapia. Se
105,350 frotis celulares en busca de este cáncer, ha pensado que estos datos de radiosensibilidad

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(RS) celular observados por medio de la citología que deben manejarse como procedimientos
vaginal de células no neoplásicas puede indicar que separadamente, o en apropiada asociación,
previamente a la radioterapia la probable sensi- son capaces de conducir a la desaparición del
bilización a dicha terapéutica. Este conjunto de proceso.
estudios citotológicos se está llevando a cabo en
diversas partes del mundo, y debemos señalar Desde hace años hemos repetido que cuando se
que en el Instituto Nacional de Cancerología, en efectúan ambos procedimientos, su realización
el Hospital de la Mujer (Dr. Jesús Alemán Pérez) debe ser integral; es decir, que el radiólogo debe-
y en el servicio de Cancerología del Hospital rá irradiar como si no se hubiera de operar, y el
General, se han efectuado varios trabajos al cirujano operar como si no se hiciera necesario
respecto. Las conclusiones, sin embargo, no son irradiar. Realizando cada procedimiento, cada
definitivas y es de juzgarse que en el futuro existirá plan de tratamiento, completo y apropiado a
mayor precisión y se podrán emplear en mayor o cada caso particular, es como mejor se evitan
menor proporción. Se considera necesario mayor terapéuticas parciales, neoplasias persistentes
tiempo de observación y número más elevado de no residuales, prontas recidivas y el tipo de cán-
casos clínicos. Además, nuevos métodos de estu- ceres “vacunados”, que parecen haberse hecho
dio de células cervicales cancerosas y vaginales resistentes a la radioterapia.
no cancerosas se están realizando para averiguar
la sensibilización a las radiaciones. Al plantear la terapéutica para las enfermas de
cáncer de cuello uterino deberá tenerse especial
Actualmente se están investigando diversos pro- cuidado de hacerlo tomando en cuenta lo antes
cedimientos hormonales vitamínicos, químicos, anotado, escogiendo la terapéutica indicada al
de inmunización que pudieran modificar los caso, la que con mínimo de riesgo dé el máximo
datos otológicos señalados. de probabilidades de curación.

Además, el examen citológico es capaz de Estadísticamente afirmamos que de cada cua-


mostrarnos lo referente al valor endocrinogine- tro enfermas en las cuales las posibilidades de
cológico, sobre todo en relación con el factor curación existen por no ser muy avanzado su
estrogénico y se ha marcado que en las enfermas cáncer, sólo en una se realiza cirugía y en tres
con valores estrogénicos altos la terapéutica la terapéutica es primordial o exclusivamente
radiológica parece haber dado buenos resulta- radioterápica.
dos. Serían las enfermas con radio-sensibilidad,
radio-respuesta y radio-persistencia positivas y De todos es conocido el gran número de trabajos
con valor estrogénico bajo las mejores para ra- y de estadísticas que existen comparando ciru-
dioterapia, y las contrarias aquellas en las cuales gía y radiaciones y las largas discusiones que al
la cirugía podría dar el resultado buscado. respecto se han venido repitiendo, pero creemos
que en la actualidad la terapéutica de las enfer-
Todas estas consideraciones, sin embargo, están mas de cáncer de cuello uterino es trabajo de
sujetas a nuevos estudios y son provisionales. mutuo entendimiento, de común acuerdo entre
el radioterapeuta y el ginecólogo-cirujano.
Radiaciones y cirugía
Al hacer la indicación se tomarán en cuenta
La radioterapia y la cirugía extirpadora de ten- los datos mencionados en incisos anteriores,
dencia radical no son métodos opuestos, sino como son el estado general de la enferma, sus

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condiciones funcionales, la etapa evolutiva del Además de ello existen otrás intervenciones que
blastoma, los datos anatomopatológicos y las en seguida anotaremos:
investigaciones citológicas.
1. La linfodenohisterectomía amplia con
El concepto hace años defendido de que la extirpación parcial o total de la vejiga,
radioterapia fracasaba con gran frecuencia en que cuando es total ha recibido el nombre
el tratamiento de las metástasis pélvico-iliacas de exenteración anterior. Con respecto a
y obturatrices está actualmente en disminución, las cistectomías parciales debemos pre-
y por los progresos existentes tanto en aparatos cisar que sólo las efectuamos cuando la
como métodos de aplicación, consideramos que invasión vesical es inicial, parcial y muy
la radio-resistencia de las metástasis linfáticas, limitada, pues en todos los demás casos
por lo menos en esta zona, tiende a disminuir. lo apropiado es el sacrificio del reservorio
Sin embargo, es necesario mayor número de urinario.
experiencias y mayor tiempo para poder dicta- 2. La linfodenohisterectomía amplia acom-
minar sobre el empleo preferente de la cirugía pañada de la extirpación del recto que
o de la radioterapia en las metástasis linfáticas se denomina exenteración posterior y
de este cáncer. que, de acuerdo con las observaciones
de otros y las nuestras, es intervención
Debe tomarse en cuenta que precisamente en rara, y
este concepto de radio-resistencia se basan 3. La exenteración total o vaciamiento pél-
algunas combinaciones terapéuticas, como las vico, en que al mismo tiempo se quitan
de efectuar radioterapia del tumor original y los órganos genitales, vejiga y recto.
lifadenectomía iliaco-obturatriz extraperitoneal.
Además de las operaciones anteriores, toda-
Diversas cirugías vía en algunos medios, realmente poco en el
nuestro, se efectúan histerectomías vaginales
Tres grandes capítulos pueden señalarse en amplias, posteriormente linfadenectomías
relación con la terapéutica quirúrgica de las iliaco-obturatriz extraperitoneales.
enfermas con cáncer del cuello uterino:
No nos referimos a la histerectomía tipo
1. La que tiene por objeto buscar curación, Wertheim en otras épocas efectuada, ni a la
es decir, la de tendencia radical. histerectomía total, porque hemos señalado ya
2. La cirugía que trata de modificar las condi- que no nos estamos refiriendo al cáncer in situ,
ciones de la enferma, especialmente en lo sino exclusivamente al cáncer invasor.
referente a dolor y trastornos mecánicos.
3. Los raros casos de cirugía de urgencia en De las intervenciones antes mencionadas, es
estas pacientes. precisamente la linfadenohisterectomía amplia,
a la cual algunos agregan la palabra colpecto-
Las cirugías de tendencia radical comprenden mía para señalar el gran sacrificio que se hace
un gran número de operaciones, debiendo se- de la vagina, la operación que debidamente
ñalar la operación que pudiéramos llamar tipo reglamentada y efectuada en sus selectivas
y la que está indicada en los estadios I y II del indicaciones puede permitir extirpación apro-
proceso, es la linfadenohisterectomía amplia a piada del blastoma cérvico uterino en etapas
la que posteriormente nos referiremos. no avanzadas.

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Con respecto a la exenteración, sobre todo la o el abocamiento ureteral a la región lumbar


anterior y total, es una cirugía de indicaciones o al flanco y después a los casos de oclusión
limitadas y que con frecuencia sólo se efectúa intestinal en que puede imponerse laparotomía
cuando tratamientos anteriores, sobre todo para hacer la derivación apropiada por existir
radioterapia, han mostrado su falta de acción. metástasis que interrumpa el tránsito digestivo.

El vaciamiento pélvico, es decir, la exente- Excepcionalmente también podría ser necesario


ración total, pudiendo hacerse por diversos efectuar ligadura vascular, por ejemplo de las
procedimientos, ya sea exclusivamente por vía hipogástricas, en caso de hemorragias incoer-
abdominal o por doble camino, es decir, abdo- cibles.
minal y perineo-vulvar.
Selección terapéutica
Sería realmente prolijo detallar todo lo referente
a las diversas técnicas y sólo señalaremos que Es factor fundamental para el resultado, además
estos procedimientos deben ser realizados de lo apropiado y completo de la terapéutica,
cuando el equipo quirúrgico y la instalación del que se realice la más cuidadosa selección de los
quirófano permitan, en las mejores condiciones, casos para el tratamiento quirúrgico y radiológi-
la defensa de la vida de la enferma y el cumpli- co. Mucho de lo anotado se refiere a los hechos
miento del plan oncológico trazado. basales para dicha selección.

En lo referente a la cirugía del dolor en can- Refiriéndose exclusivamente a la cirugía de


cerosas del cérvix avanzadas, con blastomas tendencia radical, marcaremos que las en-
propagados, con intensas algias, dos son las fermas en etapa I, y a veces en etapa II, con
intervenciones que más se están realizando, la buenas condiciones generales y con estado
cordotomía lateral y la topectomía selectiva. funcional satisfactorio, pueden ser tratadas
Ambas deben ser hechas por neurocirujanos y igualmente por la cirugía o por las radiaciones,
después de cuidadosa apreciación de las condi- fundándose para la selección especialmente
ciones de la enferma. Habitualmente no deben en los hechos histológicos y citológicos y en
hacerse en personas diabéticas, de gran edad, los datos conexos referentes al equipo con
con desarreglos cardiovasculares y cuyo plazo que se cuenta y al medio en que se trabaja, es
de vida calculado no sea mayor de tres meses. decir, que después de la selección científica y
técnica, en último lugar estará lo referente a
Por lo que toca a la cirugía derivativa o mecáni- factores circunstanciales.
ca, ella concierne a los casos en que el tránsito
digestivo o el urinario están dificultados y puede Aparte de las enfermas en etapa I y a veces en II
ser necesario hacer anocontranatura, es decir, a que antes nos hemos referido, se consideran
colostomía o derivar la orina llevando los ure- propicias para la cirugía:
teros hacia la piel o a una pequeña vejiga cuya
desembocadura se haría a la pared abdominal 1. Las enfermas en que histológicamente
anterior. se demuestre que se trata de cáncer muy
diferenciado, sobre todo de tipo glandular.
Los raros casos de cirugía de urgencia se refie- 2. Las pacientes con mala radio-sensibilidad
ren precisamente a uremia, en que puede ser o con mala radio-respuesta, evidentemen-
necesario sólo la abertura de la pelvicilla renal te demostrada por el estudio citológico.

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Ginecología y Obstetricia de México Volumen 82, Núm. 8, agosto, 2014

3. Las enfermas ya irradiadas en quienes el Evisceraciones abdomino-perineales


estudio citológico e histológico demuestre totales ………………..……....…….. 26
persistencia tumoral, a pesar de lo bien Ureterostomías ………………...…..….. 15
efectuado de la terapéutica radiológica. Cordotomías laterales …………....…… 190
4. Las pacientes en que por sus condicio- Topectomías selectivas ………………... 9
nes regionales, fístulas urinarias y rectal,
etc., se considere que la radioterapia no Los estadios evolutivo-clinicos correspondientes
resuelve la situación y en los demás datos a estas pacientes han sido:
permiten la cirugía.
Estadio I ..……………........................ 73
Las cirugías paliativas para tratar el dolor, para Estadio II .……………......................... 80
resolver procesos mecánicos, están sujetas, Estadio III …………….......................... 57
como antes hemos dicho, a las condiciones de Estadio IV ……...…….......................... 40
cada caso en particular y sólo serán efectuadas
cuando se considere que el riesgo quirúrgico es En estas estadísticas la mortalidad inmediata sólo
bajo, pues en condiciones contrarias se hace ha existido en relación con evisceraciones y se
correr grave riesgo a la que sólo se le ofrece refiere a cinco enfermas perdidas antes de los
paliación muy temporal. diez días posteriores.

Observaciones y resultados En lo referente al capítulo de fístulas urinarias


justo es señalar que su número ha ido progresi-
Sería muy extenso anotar detalladamente lo vamente en disminución, pero que en el plazo
referente a este capítulo y sólo señalaremos en señalado de nueve años han sido de 14 fístulas
forma muy sintética los datos finales. en los 210 casos de linfadeno-histerectomía, de
las que 10 han correspondido a uréter izquierdo
Dos equipos quirúrgicos fundamentan la expe- y 4 al derecho.
riencia que basa este trabajo: uno de ellos trabaja
en el Instituto Nacional de Cancerología y en el La estadística de la Clínica Mexicana de Cirugía
Hospital General y el otro en la Clínica Mexicana y Radioterapia de junio de 1949 a julio de 1958,
de Cirugía y Radioterapia. es decir, en nueve años, es la siguiente:

La estadística de intervenciones quirúrgicas en Linfadeno-histerectomías amplias ........ 118


enfermas de cáncer del cuello uterino del Institu- Linfadeno-histerectomías con cistectomía
to Nacional de Cancerología, en asociación con parcial ………................................. 10
el Hospital General, señala los siguientes datos: Linfadeno-histerectomías con cistectomía
total …………................................. 7
De 1949 a 1958 se han efectuado las siguientes Linfadeno-histerectomías con extirpación de
intervenciones: recto ……….................................... 1
Vaciamiento pélvico (exenteración
Linfadeno-histero-colpectomías ........... 210 total) …………………...................... 5
Evisceraciones abdómino-perineales
anteriores ........................................ 10 Las etapas evolutivas de estas enfermas han sido:
Evisceraciones abdomino-perineales
posteriores ....................................... 4 Estadio I …………………..............….... 45

580
Zuckermann C. Actualización del tratamiento quirúrgico del cáncer cérvico uterino

Estadio II ……………………................ 56 13. En este trabajo sólo nos estamos refiriendo al cáncer inva-
sor y no al cáncer in situ, y para las etapas clínicas se emplea
Estadio III ………………….................. 26 la clasificación internacional aprobada en el Congreso de
Estadio IV ……………............…......... 14 la especialidad de 1950.
14. Se considera como poco apropiadas para cirugía las enfer-
La mortalidad postoperatoria inmediata se refiere mas demás de sesenta años con estado cardiovascular o
respiratorio muy comprometido, con antecedentes o ma-
a un caso de vaciamiento pélvico. nifestaciones actuales de procesos flebíticos, trombósicos
o embólicos, con gran obesidad, diabetes muy acentuada
Las fístulas urinarias se refieren a una fístula o insuficiencia hepática mayor.

vesical, tres ureterales (dos izquierdas y una 15. El examen histológico previo a la intervención permitirá
señalar la categoría de la neoplasia y, además, lo referente
derecha). al índice de malignidad y a la diferenciación tumoral.
16. Se considera que, a mayor índice de malignidad, la sensi-
1. En nuestro país el cáncer del cuello uterino ocupa el primer bilidad radiológica es mayor, y que, a mayor diferenciación
lugar, pudiendo afirmarse que existen como mínimo 20,000 histológica, la radiosensibilidad es menor.
mujeres con dicho blastoma.
17. Provisionalmente puede afirmarse que los cánceres glan-
2. De las enfermas con cáncer uterino, más del 50 % acuden al duliformes con marcada diferenciación son más propiciosas
médico cuando toda posibilidad de curación ha terminado. a la cirugía que a la radioterapia.
3. De las pacientes que acuden cuando la posibilidad de 18. El examen histológico de las piezas operatorias es muy im-
curación todavía existe, en la mitad de ellas es factible portante, sobre todo en lo referente a señalar la amplitud
realizar procedimiento quirúrgico. de la invasión y las metástasis ganglionares.
4. Sólo en una de cada cuatro pacientes que consultan por 19. La citología permite realizar detección de casos tempra-
cáncer del cuello uterino todavía operable, se realiza nos de cáncer de cuello uterino y a seguimiento de ella la
cirugía, dada la cuidadosa selección que se efectúa. biopsia tisular hará el diagnóstico decisivo.
5. Es de señalarse el peligro de las terapéuticas quirúrgicas 20. El examen citológico permite conocer, en relación con la
de indicación no comprobada y lo nocivo, lo muy dudoso, terapéutica radiológica, la existencia de radio-sensibilidad,
de las cirugías incompletas y defectuosas. de radio-respuesta y de radio-persistencia de la mencio-
6. En este cáncer, como en muchos otros, de la primera terapéuti- nada sensibilidad radiológica.
ca depende en altísimo porcentaje el porvenir de las enfermas. 21. Este examen se realiza a favor del estudio de las células
vaginales y es procedimiento todavía en evolución, que
7. La historia de la cirugía del cáncer del cuello uterino puede necesita mayores estudios.
didividirse en cuatro etapas: la primera correspondiente al
tiempo anterior a Wertheim; la segunda, correspondiente 22. Se considera que la radioterapia y la cirugía extirpadora
a la histerectomía ampliada, la tercera, a la linfadenohiste- no son métodos opuestos, sino que separadamente o
rectomía, y la cuarta, a las exenteraciones pélvicas. asociados son capaces de conducir a curación.
8. La cirugía del cáncer del cuello uterino se realiza en México 23. Al hacer la indicación de cirugía o de radioterapia se tomará
desde hace cincuenta años, y son muchos los ginecólogos en cuenta el conjunto de datos suministrados por el estudio
que han trabajado al respecto, siendo la bibliografía na- clínico de la enferma, la etapa evolutiva del blastoma y los
cional que se anota de cuarenta y cuatro trabajos. hechos citológicos e histopatológicos.
9. En el estudio de estas enfermas debe realizarse detallado 24. Tres categorías de cirugía pueden realizarse en estas en-
examen, no sólo en relación con el proceso tumoral, sino fermas: la de tendencia radical, la que trata de modificar
de todos los aparatos y sistemas de la economía. trastornos mecánicos o dolor y los raros casos de cirugía
10. El prolijo examen señalado anteriormente debe ser clínico, de urgencia en estas pacientes.
radiológico, de laboratorio y además siempre debe efec- 25. La cirugía de tendencia radical está constituida primera-
tuarse biopsia del tumor cervical. mente por la linfadenohisterectomía amplia, en seguida
11. Debe precisarse la existencia o no de estado gravídico y la por la exenteración anterior, la posterior y por la total o
asociación con otros padecimientos ginecológicos, como vaciamiento pélvico.
miomas, endometriosis, anexitis, piometrio, tumores 26. Además de las cirugías antes mencionadas, todavía en
ováricos, prolapso genital, etc. algunos medios quirúrgicos se realiza histerectomía vaginal
12. El estudio ginecopélvico debe ser muy detallado y realizado amplia y a seguimiento de ella la linfadenectomía ilíaco-
casi siempre por equipo constituido por ginecólogo y por pélvica extraperitoneal.
urólogo, marcándose a cuál de las cuatro etapas evolutivo- 27. En lo referente a la cirugía del dolor, actualmente dos
clínicas pertenece el blastoma. son las intervenciones que más se realizan, la cordotomía

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Ginecología y Obstetricia de México Volumen 82, Núm. 8, agosto, 2014

lateral y la topectomía selectiva. Se considera que estas in- 4. Villarreal, Julián: Algunos aspectos de cáncer uterino tra-
tervenciones no deben hacerse en personas de gran edad, tados ya por operación, por alta frecuencia o por radio,
con marcadas alteraciones cardiovasculares o metabólicas págs. 1 a 25. Gaceta Médica de México. Tomo LVII. Núm.
y con plazo de vida menor de tres meses. 1. México, enero-febrero 1926.
28. La cirugía mecánica o derivativa se refiere a los casos en 5. Castillejos, Manuel J. Algunas consideraciones sobre la
que es necesario tratar obstrucciones del tránsito digestivo cirugía del cáncer del cuello de la matriz. Medicina, Año
o del urinario, causadas por invasión. VII Núm. 85, págs. 10 a 15. México, D. F., julio de 1927.
29. Los raros casos de cirugía de urgencia se refieren a la aber- 6. Zuckermann, Conrado: Extirpabilidad del cáncer cérvico-
tura de la pelvecilla o el abocamiento ureteral a la piel en uterino y tratamiento de los casos inextirpables. Medicina.
caso de uremia o a la colostomía o algo similar en caso de Tomo VIII. Año VIII. Núm. 85, págs. 16 a 20, julio de 1929.
interrupción del tránsito digestivo. Igualmente a ligadura México, D. F.
de hipogástricas por hemorragia incoercible. 7. Zuckermann, Conrado: Anotaciones del cáncer cérvico
30. Se considera que las enfermas en etapa I, y a veces en etapa uterino. Medicina. Tomo VIII. Núm. 88. México, octubre
II con buenas condiciones generales y funcionales, pueden de 1927.
ser tratadas igualmente por cirugía o por radiaciones y que 8. Núñez Andrade, Roberto: Consideraciones sobre el cáncer
la selección se hace tomando datos citológicos, histológicos del cuello uterino y su tratamiento. Tesis. Facultad de
y otras condiciones del medio en que se trabaje. Medicina. México, junio 1930.
31. Se consideran apropiadas para cirugía las pacientes de cán- 9. Castillejos, Manuel J.: Consideraciones sobre la terapéutica
cer de tipo glandular muy diferenciado o las pacientes con quirúrgica del cáncer del útero. Cirugía y Cirujanos. Tomo
mala radio-sensibilidad, mala radio-respuesta -y aquellas IV Núm. 3, págs. 176 a 187 abril-mayo de 1936. México,
con ausencia de radio-persistencia y presencia de proceso D. F.
canceroso después de irradiación.
10. Zuckermann, Conrado: Algunas consideraciones acerca del
32. Se consideran también relativamente apropiadas a la ci- tratamiento quirúrgico del cáncer de cuello uterino. Revista
rugía las enfermas en que la radioterapia no puede, o no Mexicana de Cirugía, Ginecología y Cáncer. Año VII Núm.
debe aplicarse, con fístulas urinarias o rectales y cáncer 4, págs. 153 a 159, abril de 1939. México, D. F.
avanzado, pero sólo pélvico y con buenas condiciones
11. Zuckermann, Conrado: Conducta en los cánceres de cuello
funcionales y generales.
uterino durante el embarazo. Revista Mexicana de Cirugía,
33. Las enfermas del Instituto Nacional de Cancerología ope- Ginecología y Cáncer Año VIII. Núm. 1, págs. 23 a 26, enero
radas de 1949 a 1958 fueron, en lo relativo a cirugía can- de 1940. México, D. F.
cerológica, 280, en los cuales se hizo linfadenohisterocol-
12. Uzeta, Horacio: Algunas consideraciones a propósito del
pectomía, en 10 evisceración anterior, en 4 posterior y en
cáncer de la matriz. Cirugía y Cirujanos. Tomo X. Núm. 4,
26 evisceración total pélvica. Además 15 ureterostomías,
págs. 161 a 165, abril de 1942. México, D.F.
190 cordotomías laterales y 9 topectomías selectivas.
13. Zuckermann, Conrado: Cáncer cérvico-uterino y metástasis
34. En la Clínica Mexicana de Cirugía y Radioterapia, de 1949
linfáticas. Revista Mexicana de Cirugía, Ginecología y Cáncer.
a 1958, en 141 enfermas se realizó: en 118 linfadenohis-
Año XV Núm. 6, págs. 219 a 226, junio de 1947. México, D. F.
terectomía con cistectomía parcial, en 7 exenteración
anterior, en 1 exenteración posterior y en 5 vaciamiento 14. Zuckermann, Conrado: ¿Qué queda de la operación de
pélvico. Wertheim? Revista Mexicana de Cirugía, Ginecología y
Cáncer. Año XV Núm. 11, págs. 407 a 411, noviembre
de 1947. México, D. F.
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Zuckermann C. Actualización del tratamiento quirúrgico del cáncer cérvico uterino

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