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La dieta alimentaria para el ganado bovino se elige teniendo presentes 3

métodos: evaluación del hato, análisis de forrajes y diseño de la ración a


suministrar. Según expertos, este es el secreto para disminuir costos de
comida y aumentar la producción.

Método 1
 
En ese orden de ideas, el método 1 para alimentar bovinos parte de
la evaluación del ganado en finca con lo que se determina el número de
animales y su sexo, debido a que los novillos, vacas y toros requieren
diferentes dietas.
 
“Las vacas son las que tienen la alimentación más difícil de formular porque
atraviesan periodos reproductivos que determinan cuándo requieren más o
menos nutrientes en su dieta (embarazo o lactancia)”
 
Se prioriza en el ganado delgado para crear una dieta que les permita
recuperar peso. Luego se clasifican las vacas lecheras, las cuales necesitan
una ración mayor de las que están en gestación. Mientras que el ganado de
engorde consume raciones de alta calidad, sobre todo meses antes de ser
enviado a planta de sacrificio.
 
También se debe diferenciar, aclara el documento: “Si el ganado está en
crecimiento, se está manteniendo para conservar su peso, para que lo pierda o
suba algunos kilos”.
 
De igual manera, el ganado en crecimiento, los toros jóvenes y las vaquillonas
deben recibir comida con más energía y proteína respecto de aquellos
animales que se busca conserven su peso.
 
La raza bovina no se descarta a la hora de examinar el tipo de comida a
suministrar.  “Uno puede pensar que no es importante, pero determinar la raza
del ganado permite decidir cómo alimentarlo y lo que cada una necesitará para
crecer saludable y ser animales fértiles”
 
Método 2
 
El método 2 hace referencia a la evaluación del forraje y el suplemento, ya
sea heno, granos, silo o mezclas.

Alex Fernando Gutiérrez, zootecnista y experto en nutrición de ganado de


leche, dijo que las cualidades proteicas de los forrajes varían según la zona, lo
que ayudará al ganadero a conocer qué suplemento dar a los animales para
suplir la ausencia de cualidades nutricionales.
  
Mencionó como esencial el que nunca falte el forraje natural: “La oferta en
calidad y cantidad de pastos es lo básico. Hay ganaderos que pecan por
buscar ahorrar costos y no invierten en el manejo de las praderas”.
 
La suplementación es la segunda elección nutricional a escoger y las raciones
elegidas dependerán de si el ganado es de lechería especializada, carne o
doble propósito. Según Gutiérrez porque cada finca es “mundo diferente”.
 
Jhon Harolld Perdomo, médico veterinario y profesional en gestión productiva y
salud animal de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, señaló
que el mejoramiento de praderas y la utilización de diversas leguminosas es
una medida rentable para el productor que quiere resultados satisfactorios en
cuanto a cantidad y calidad de leche.
 
“Es de recalcar que antes de pensar en la genética del ganado a incorporar en
finca se debe hacer mejoramiento de praderas. Un animal mal alimentado
nunca tendrá buena producción”
 
Método 3
 
Consiste en el diseño de la ración de comida para el hato. El ganadero que ha
llegado a este punto deberá sacar papel y lápiz para calcular la ración a
suministrar a sus animales. 
 
“Es importante saber y poder calcular los requerimientos diarios del
ganado. Típicamente, un bovino come entre 1,5 % y 3 % de su peso corporal al
día, con un promedio de un 2,5 % de su peso”
 
La medición promedio de comida a proporcionar a cada animal se calcula con
el peso en libras o kilogramos del animal dividido en 0,025, lo que dará la
ración total diaria a dar.
 
“Al hecho de que las vacas lactantes consumen 50 % o más de lo que se
considera normal. Esto significa que en vez de consumir 2,5 % de su peso,
comerán aproximadamente un 5 %”
 
La dieta bovina debe incluir proteína, energía, minerales y agua todos los días.
Los expertos en salud animal sugieren a los productores pecuarios buscar
asesoría para mejorar la producción en su finca. 

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