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Introducción

En base al foro legislativo del texto citado, se analiza e indaga en detalle todos los mecanismos del
delito imprudente conforme a la ley penal del país. Conllevando, a poseer más material para
idealizar un plan defensivo y una teoría del caso en estos delitos. Hallando un resultado a
posteriori, es de suma importancia tener en cuenta los requisitos primordiales para que se conciba
que se denomina como un delito imprudente, por lo que apriori, progresamos en que el termino
delito imprudente y delito culposo se van a relacionar como semejantes. Explicado lo anterior,
procederemos a presentar la idea de la imprudencia como una singularidad de la conducta
punible, para desarrollar y ocuparnos de la ordenación acorde a la legislación colombiana y,
concluyendo, llegar a la forma en la que debe practicarse la representación judicial como
apoderados dentro de actuaciones referidas a delitos culposos.

Con esta indagación legislativa se busca precisar la correcta noción de imprudencia; para ello
realizamos un breve análisis de los más importantes conceptos formulados. Esta investigación tuvo
como fundamento la importancia de la norma penal pensada como instrumento de motivación
normativa, lo que llevó a establecer la necesidad de admitir la naturaleza normativa de la
imprudencia de la que es presupuesto la lesión de la norma de cuidado y, como elemento
necesario no suficiente, la infracción del deber de cuidado.

Desarrollo

Dando inicio. Hay que concebir que el delito imprudente se determina y también tiene un
contraste con el delito doloso, teniendo en cuenta que se trata de dos términos de imputación
subjetiva disímiles. Si bien tanto el dolo como la culpa dan lugar a la imputación subjetiva
necesaria para fundamentar el injusto penal, resulta indispensable diversificar ambas formas de
imputación subjetiva en el análisis indiscutible. Esta diferencia no tiene una relevancia
simplemente teórica, sino que es particularmente práctica. La conducta dolosa tiene, por regla
matriz, una pena mayor que la conducta culposa, e incluso en determinados tipos penales la
conducta culposa significa ausencia de pena debido al sistema de incriminación cerrada de la culpa
que recoge el artículo 21 C. P. colombiana.

Dicho lo anterior, cobraría inquisición el preguntarse ¿Qué es lo que caracteriza a la culpa o a la


imprudencia como una clase de título de imputación subjetiva especial y diferente al dolo? y lo
primero que habría que decir es que la consagración de delitos imprudentes corresponde con una
cláusula cerrada, la cual envuelve que, un delito solo podrá ser imprudente (o culposo) cuando la
misma ley lo haya previsto de esa forma, tal y como lo señala la ley 599 de 2000 esto en su marco
legal.

Citando en lectura el artículo 23, nos dice que la culpa se identifica subsiguiente a qué “ La
conducta será culposa cuando el resultado típico es producto de la infracción al deber objetivo de
cuidado y el agente debió haberlo previsto por ser previsible, o habiéndolo previsto, confió en
poder evitarlo” esto figura en que la imprudencia, acorde al Código Penal Colombiano, cuenta con
3 elementos esenciales:
1. El deber de la causa de un resultado antijurídico contenido en un tipo penal de la parte especial
del código: Presentemente no existen delitos imprudentes con un impacto de peligro en la
legislación colombiana, para que coexista un delito imprudente deberá producirse la causación de
una secuela, y no de cualquier secuela, sino de aquella que la norma ha previsto como relevante.

2. La infracción de un deber objetivo de cuidado: El delito imprudente requiere que el autor


material haya establecido con su proceder un riesgo jurídicamente relevante enlazando su
relevancia con el deber objetivo de cuidado. Es legítimamente este elemento, que compone el
núcleo del delito imprudente, el que permitió que los delitos culposos hayan sido el nido desde el
cual pudo desarrollarse la teoría de la imputación objetiva en el campo del derecho penal.

En el argumento existente, sería válido cuestionarnos ¿Cómo hacemos para determinar cuáles
riesgos son tolerables y cuáles no? La refutación a dicho interrogante se adquiere con un
exhaustivo proceso de individualización sobre el caso concreto, en donde se ha de determinar en
cada situación cuál era el riesgo permitido socialmente, para así poder derivar cuándo el autor
opera por fuera del mismo, generando con su actuar un riesgo jurídicamente relevante.

3. La previsibilidad de la causa del resultado producido por la infracción del deber objetivo de
cuidado realizado por el autor: Finalmente, como tercer elemento de este título de imputación
subjetiva hallamos a la previsibilidad. Cuando hacemos referencia a ello, conversamos sobre la
posibilidad que existía para el autor de pronosticar la causación del resultado del tipo del delito
imprudente, juicio que se realiza a partir del conocimiento que dicho sujeto tenía o debía tener en
el caso concreto, atendiendo especialmente al comportamiento riesgoso por este desplegado.

Perpetuemos que, conforme a nuestro código, el dolo demanda de un elemento intencional que
no aparece en la imprudencia, motivo por el cual, ambos títulos de imputación objetiva requieren
la aparición de un determinado conocimiento, lo cual, para el caso de la imprudencia, implica el
conocimiento efectivo o debido de la posible producción u ocurrencia del resultado.

El hecho de que la previsibilidad pueda o no darse en la cabeza del autor, es lo que ha llevado a
cada vez más estudiosos a entender que en la imprudencia ese dato psíquico de la efectivo
previsión del autor no tenga consecuencia alguna, puesto que lo determinantes es que el autor
pueda prever, y no que efectivamente lo haga.

En relación, y para los efectos propios de este foro legislativo en base a ley, consideramos que la
previsibilidad de la causación del resultado debe cimentarse a partir de ambos elementos, puesto
que de no ser así, se incluirían cursos casuales no previsibles, o se olvidaría que el núcleo del
injusto imprudente se establece conforme a deberes de cuidado que componen el riesgo
desaprobado en el caso concreto.

Familiarizado el anterior tema, resulta importante antes de avanzar, clarificar un poco acerca de
sobre la imputación objetiva en el marco del delito imprudente. Pues bien, sea lo primero indicar
que imputar, significa hacer a alguien responsable por algo, atribuirle un hecho como obra suya.
En el marco de esta teoría, lo que se atribuye es el resultado a una determinada acción, lo cual,
como su nombre indica, debe realizarse a partir de criterios normativos. Si bien la causalidad era
un elemento necesario para ello, no era suficiente, motivo por el cual se estableció que además de
la causalidad debía establecerse una relación normativa entre la acción del sujeto y el resultado
antijurídico.
No hay que dejar a un lado, como se señaló líneas arriba, el juicio implica concluir que el riesgo
creado por el autor se identifica con la conducta que proscribe un tipo penal de la parte especial
del código penal colombiano.

Fijándose bien en ambos casos podemos observar con claridad cuáles son los dos elementos de
cualquier teoría de la imputación objetiva independiente del autor que ustedes consulten y haces
una relación con la subjetiva como fue expuesta líneas arriba con sus elementos y estructura. Toda
teoría de la imputación objetiva del resultado requiere entonces la configuración de los siguientes
elementos:

1. La corroboración de la existencia de un nexo causal


2. La creación de un riesgo jurídico penalmente relevante
3. La generación del resultado en razón a ese riesgo que fue previamente creado por el autor

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