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UNIVERSDIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y EDUCACIÓN

ESCUELA PROFESIONAL DE ED. INICIAL

“Año del Bicentenario del Perú: 200 años de Independencia”

NOMBRE DE LA ESTUDIANTE:
VILELA ALVARADO LEYLIE
MARIA

TEMA:
HISTORIA Y NATURALEZA
DE LA PSICOLOGÍA DEL
DESARROLLO

CURSO:
PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

DOCENTE:
JORGE FRANCISCO MARCHENA
JAUREGUI

CICLO:
2021 - III

2021
HISTORIA Y NATURALEZA
DE LA PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO

1. Precedentes históricos

Los precedentes históricos particulares de la psicología del desarrollo son tan viejos
como la ciencia de la psicología generalmente; Delval (1988) recomienda 6 gigantes
períodos sobre la historia del análisis del infante y del muchacho, que conforman un
marco histórico coherente, a saber: a) “el lapso de las visualizaciones esporádicas”; b)
“la aparición de las primeras visualizaciones sistemáticas”; c) “la constitución de la
psicología del infante como una disciplina independiente”; d) “la consolidación de la
disciplina y los primeros atisbos de una psicología evolutiva”; e) “el desarrollo
sistemático; la pelea entre acumulación de datos y teorías”; y f) “la convergencia entre
la psicología evolutiva y la psicología experimental”.

a) Superación de la imagen del infante como un maduro en miniatura

El proceso de evolución de las representaciones sociales frente al infante y el


adolescente es, sin lugar a dudas, toda la crónica de la psicología del desarrollo, que se
puede rastrear a partir de la antigüedad; al respecto, Delval (1988) cita a Platón en La
República una vez que tiene relación con los puntos educativos que tienen que continuar
los hombres frente al aprendizaje, por medio del deleite del juego; por igual comentado
creador tiene relación con Aristóteles en la Ética a Nicómaco, como además en el escrito
de La política; Delval (1988) y Perinat (1998) resaltan que en la tradición pedagógica las
referencias a los chicos se remontan a la Biblia, los griegos y los romanos.

El Renacimiento, como se ha señalado, rompe de manera definitiva con la


representación del infante como maduro en miniatura, para situarlo como individuo
natural e libre; es la tradición pedagógica la que quizá coopera decisivamente a la obra
de una totalmente nueva representación social; Delval (1988) cita a Luis Vives (1492-
1540) que defiende una escuela que se adapte al infante; a Jan Patrones Comenius
(1592-1671), quien enfrentamiento el verbalismo e insiste en el valor de los sentidos y
las imágenes visuales para la enseñanza del infante; a Erasmo (siglo XVII), que realiza
los inconvenientes educativos en relación a la personalidad del infante, las diferencias
personales y el valor ante las múltiples edades del infante; a John Locke (1632-1704),
quien ofrece una teoría del conocimiento humano, rehúsa la vida de las ideas innatas y
lleva a cabo varios pensamientos sobre la enseñanza, y a Rousseau durante el siglo
XVIII (1762), que destaca el valor de la niñez en su popular obra Emilio; esta etapa
corresponde a eso que Delval (1988) nombra como “El lapso de las visualizaciones
esporádicas”, y Piaget (1982) como la “Fase de las visualizaciones aisladas”.

b) El infante, organismo que se acomoda y evoluciona

Las ideas de la evolución del siglo XIX, sintetizadas en la obra de Charles Darwin (1809-
1882), Los principios de las especies, van a marcar en la concepción del hombre
generalmente, y en especial del infante y de su desarrollo, un nuevo hito teórico y
epistemológico donde el planeta evoluciona, al igual que la gente como una de sus
especies, rompiendo la perspectiva estática heredada de los griegos; en esta visión el
infante, además de ser diferente del maduro, es un organismo que se acomoda y
evoluciona.
c) La evolución del niño, el joven y el adulto, objetos de estudio distintos

A fines del siglo XIX y inicios del XX la psicología del desarrollo consigue un estatuto
libre una vez que se estudia de forma intencional y sistemática la evolución del infante,
y un poco después del muchacho y el maduro; Delval (1988) llama a este lapso como el
de “La constitución de la psicología del infante como una disciplina independiente” y
Piaget (1982) como la “Fase de los estudios clínicos”.

En esta visión histórica, Delval sitúa a Alfred Binet (1857-1911) como el creador que,
por medio de la observación y el análisis de sus 2 hijas y bastante más de 300 estudios
exhaustivos, colocó una de las bases más sólidas que sir- vieron después a los teóricos
contemporáneos, para la formulación de la presente psicología del desarrollo del infante,
del joven y del maduro generalmente; por igual cita a otros autores del siglo XIX y inicios
del siglo XX que han influenciado el surgimiento de la psicología del desarrollo:
Thorndike y sus teorías del aprendizaje por sociedad; Simon (1905), continuador del
trabajo de Binet; Claparede (1912), seguidor de Rousseau, quien lleva a cabo sus ideas
pedagógicas doscientos años más tarde; Buhler (1934) y su teoría del desarrollo del
lenguaje, y Gesell (1948), representante de una escuela, que si bien es maduracioncita
y biológica en términos del desarrollo como despliegue de potencialidades internas,
auxilia de manera significativa al entendimiento detallado del mismo, con pruebas
empíricas y visualizaciones controladas.

En esta visión, la psicología del desarrollo de inicios del siglo XX crea una totalmente
nueva disolución que se basa en cambiar el razonamiento del sentido común en
entendimiento científico, sin olvidar la realidad de representaciones sociales previas que
sirven como andamiaje para desarrollar una concepción científica legítima del infante,
del muchacho y del maduro, como objetos de análisis independientes, dentro del marco
de la evolución.

d) El sujeto como pensador lógico y científico natural, situado en la intersubjetividad

Hasta la década de los ochenta, la nueva psicología del desarrollo constituye un campo
de entendimiento y análisis sin dependencia con en relación a sus objetos particulares
de análisis, subjetivamente autónomos y subsidiarios de las teorías dominantes de la
psicología de la primera mitad del siglo XX (Delval, 1988), sin disponer de una
formulación teórica realmente unitaria. En esta visión, Delval y Piaget (1982) señalan
que este lapso corresponde a “el desarrollo sistemático; batalla entre acumulación de
datos y teorías”; “la convergencia entre la psicología evolutiva y la psicología
experimental” y la “fase de indagaciones sobre la obra de construcciones del
comportamiento”, respectivamente.

e) Identificación y caracterización de competencias neonatales insospechadas,


analogías, homologías y racionalidad mejorante

Ya se preveía a partir de Piaget (1937 / 1985), en su iniciativa de una sabiduría sensorio-


motriz previamente del lenguaje y la representación, la probabilidad de aprender
competencias sensoriales, perceptivas y sociales primarias en el recién nacido y, más
exactamente, en el bebé; en su bonito artículo “La inmadurez: su naturaleza y usos”,
Bruner (1984) ofrece que aquel tiempo prolongado que denominamos niñez en los
humanos, sirve en las especies primates (chimpancé, gorila y orangután) como instante
para el desarrollo del parentesco, el aprendizaje por observación, la implementación de
herramientas, el desarrollo del juego, la observación del maduro como modelo, la
relación entre pares, además del aprendizaje del lenguaje; sin embargo hay un
postulado inicial: el neonato llega al mundo dotado de competencias perceptivas,
cognitivas e intersubjetivas, solo propuestas y estudiadas hasta luego de la década de
los ochenta, en el lapso del siglo XX.

Pensar el desarrollo como una parecido equivale a proponer unas ciertas “coordenadas”
de la evolución, empero no los pasos específicos en esa geografía; los estados de
desarrollo del infante poseen ciertas semejanzas y, simultáneamente, diferencias frente
al modelo del maduro culminado, quien entre otras cosas jamás acaba su evolución; las
funcionalidades y los procesos tienen la posibilidad de concordar referente a su realidad,
ejemplificando la percepción del infante y la percepción del maduro ante las constancias
perceptivas, la tercera magnitud, etcétera., en donde las acciones, los métodos, las
normas y las significaciones psicológicas son diversas.

f) La transición inevitable por la vejez y la muerte


Baltes (1979) había propuesto la comprensión del cambio psicológico como un proceso
constante sin rupturas o discontinuidades, dando énfasis a la importancia de los
contextos culturales, los efectos generacionales sobre las cohortes en proceso y la
multicausalidad de la evolución de los procesos psicológicos; en esta perspectiva los
teóricos del desarrollo, los compiladores y las comunidades académicas incluirán entre
sus preocupaciones, el estudio de la vejez y la muerte dentro del marco de la
transiciones, donde la edad no es determinante del desarrollo y las diferencias
interindividuales y el tiempo cronológico derivan en tiempo social y significativo.

2. Diversos enfoques y problemas acerca del concepto de “desarrollo”

Referencias frente al concepto de desarrollo desde la biología y la teoría general de


sistemas, el estructuralismo y la perspectiva social como factor de desarrollo.

2.1 El desarrollo desde la biología y su influencia en la psicología

El desarrollo, a partir de esta visión biológica, involucra sin lugar a dudas mecanismos
de habituación y organización que regulan y orientan las relaciones entre el organismo
y el medio en el sentido de una indemnización de las perturbaciones, con la intención
de volver a reunirse con la orientación inicial de sus procesos formadores.

En otra visión, la “maduración biológica” como metáfora del desarrollo es señalada por
Piaget como un estar a punto, o sea, como una condición eficiente para permitir un
manejo; la maduración involucra una coordinación entre construcciones y al interior de
las mismas, y se expone precisamente en esos desempeños humanos donde participa
el sistema nervioso central, el sistema hormonal, el sistema reproductivo, y el sistema
óseo y muscular.

2.2 Desarrollo desde una concepción sistémica y estructuralista

La concepción sistémica del desarrollo, que, si bien es subsidiaria del estructuralismo,


expone una concepción a partir de 2 connotaciones (Perinat, 1998): “la idea de un
sistema que tiene una composición determinada y un grupo además determinado de
habilidades preexistentes y la idea de una serie de cambios en el sistema que abocan
a incrementos subjetivamente estables en sus construcciones y en sus métodos de
operar”.

La concepción sistémica del desarrollo psicológico planteada por Perinat (1998),


expresa que el desarrollo humano se puede aprender de forma sistémica, la cual trata
sobre los próximos recursos: unidad, dificultad, organización, sistema abierto, sistemas
subordinados o subsistemas, tiempo y espacio relativos a los sistemas y subsistemas;
sucesión temporal y estados del sistema, desarrollo del sistema, y retroinformación.
La concepción acerca del desarrollo a partir de la teoría de sistemas dinámicos
planteada por Perinat (1998), ex- presa: 1) que el organismo es un sistema cuyas piezas
permanecen organizadas jerárquicamente, implicando un subsistema genético, celular,
nervioso y muscular; 2) en el organismo poseen tanta trascendencia sus piezas como
la interacción entre ellas, interacción que se realiza por medio de bucles; 3) por medio
de éstos, la interacción está en continua alteración (es dinámica), sin embargo el
sistema pervive organizado mediante autorregulaciones y autopoiesis; 4) las piezas del
sistema (o sus elementos) hacen sus ocupaciones conformando coaliciones (actividad
conjunta); la Teoría de los Sistemas Dinámicos incorpora, sin lugar a dudas, el inicio de
que las maneras y las funcionalidades de organización preeminente surgen de nuestra
actividad conjugada de las piezas del sistema.

2.3 El desarrollo situado en lo social

El desarrollo localizado en lo social alude antes que nada a uno de los enormes titanes
de la psicología del siglo XX, como lo ha sido Vygotski, quien explicita 2 temáticas
centrales: el desarrollo se da en el seno de las colaboraciones sociales reguladas por el
lenguaje, y comentado desarrollo involucra la interiorización progresiva de los signos y
significados.

El criterio de desarrollo involucra un rechazo de la crítica principalmente sostenida de


que el desarrollo cognoscitivo resulta de la acumulación gradual de cambios
independientes. Por otro lado, el desarrollo del infante es un proceso dialéctico
complejo, caracterizado por la periodicidad, la irregularidad en el desarrollo de las
funcionalidades, la metamorfosis o transformación cualitativa de una manera a otra, la
interrelación de componentes externos e internos y los procesos adaptativos que
sobrepasan y vencen los obstáculos con los que se cruza el diminuto. Varios
investigadores de la Psicología infantil, enfrascados en la idea del cambio evolutivo,
ignoran dichos puntos de vista decisivos, aquellas transformaciones revolucionarias y
espasmódicas tan recurrentes en la historia del desarrollo del infante (Rivière, 1988: 59).

El desarrollo es la individuación de un organismo prácticamente social a partir del inicio,


donde el individuo es un destilado de las interacciones sociales; se debe salir fuera del
individuo, “más allá de la piel”, a las maneras sociales de interacción, para recobrar al
mismo individuo.

3. Hacia una intersección en la psicología del desarrollo

En este aparte se plantearán 3 puntos dentro de las concepciones sobre la psicología


del desarrollo, a saber: a) una matriz de estudio donde se muestran diferentes
paradigmas, conjuntos de trabajo y / o escuelas con sus respectivos hincapié, rupturas
y perspectivas de trabajo; b) una disputa desde los ejes polémicos, herencia ante medio
ambiente ante entornos, relación, condiciones de producción y manejo del
comportamiento, que permiten comprender los debates recientes sobre la psicología del
desarrollo del infante; y c) una iniciativa de intersección conceptual de la psicología del
desarrollo como área de entendimiento especial ante la psicología general, con sus
objetos de análisis específicos, sus unidades de estudio, además de la proliferación de
teorías particulares no unificadas, en todos los campos, ejemplificando con respecto al
desarrollo del lenguaje.

3.1 Matriz de análisis, perspectivas epistemológicas de la psicología del desarrollo

Si bien el debate acerca del desarrollo humano no se agota, anteriormente por otro lado
se consolida y paralelamente abre novedosas perspectivas, este punto muestra una
matriz de estudio vasta, donde por un lado se hallan varias escuelas, conjuntos de
trabajo y autores.

3.2 Los debates en psicología del desarrollo

Acompañando tal debate y sus incontables significaciones adoptadas, las teorías de la


psicología del desarrollo del infante tuvieron por igual diferentes acentos,
manifestándose a veces como discontinuas en términos de períodos, estadios y
instantes de crisis, que enfatizan la sucesión y universalidad de los procesos de
desarrollo (Piaget, 1984; Kohlberg, 1989; Rivière y Coll, 1992), y en otros instantes,
como modelos bastante más de carácter constante, que resaltan el desarrollo inserto en
un periodo fundamental de carácter persistente, de cara a las condiciones de producción
y desempeño de lo de la mente y conductual.

Se estima que el grado epistemológico de la psicología del desarrollo del infante, como
capítulo especial de la ciencia psicológica, es el de ofrecer no sólo descripciones, sino
explicaciones y comprensiones sobre los mecanismos constitutivos de los procesos
aludidos; o sea, debería contestar a las cuestiones de cómo evoluciona integralmente
el individuo en entornos interactivos, donde los entornos de relación involucran
mecanismos de interacción, apoyo y creación de significaciones entre el individuo y los
demás, en estrecha conexión con lo social y cultural, en su sentido más extenso (Rivière
y Coll, 1992; Bruner, 1986).

En este marco de ideas, en seguida se muestran de forma mínima tan solo 2 debates,
que, si bien no agotan los existentes, todos bastante relevantes, reflejan el gran
dinamismo y el carácter evolutivo y polémico de la psicología del desarrollo: “La
presencia de competencias perceptivas, cognitivas e intersubjetivas en el recién nacido”
y “El carácter procedimental del comportamiento cognitiva ante las condiciones de su
producción y funcionamiento”.

3.2.1 La presencia de competencias perceptivas, cognoscitivas e intersubjetivas en el


recién nacido

Al respecto Puche Navarro (1984) expone diversos cambios en la manera de aprender


al infante entre 0 y 12 meses: el rechazo de un modelo final y externo, el estudio de las
conductas del infante como originarios de un sistema servible específico, la habituación
de la metodología para que capte la actividad y el desempeño del infante, sin que se le
juzgue por sus éxitos o fracasos en labores determinadas, además del uso de una
tecnología enormemente sofisticada.

Puche Navarro refiere a Bower con sus trabajos fechados desde 1966 como uno de los
pioneros acerca del hallazgo de competencias perceptivas en los recién nacidos desde
sus planteamientos sobre percepción de distancia, solidez, hondura y constancias de
tamaño y forma; la unidad de estudio por el momento no es la averiguación motora del
objeto, sino la conducta visual, el índice por excelencia que posibilita aprender el objeto
persistente, además de la viable vida de un sistema inter-modal de procedimiento de la
información por parte del bebé, que lo conducen a ser sensible a “propiedades formales
y abstractas de la estimulación”.

Bresson y De Schönen (1979), citados por Puche Navarro (1984) postulan la vida de
programas o sistemas de métodos que el infante de 17 semanas usa para obtener un
objeto definido, los cuales conforman un problema de coordinaciones manuales, donde
tener un brazo es mejor que tener 2, dadas las influencias de las cambiantes distancia,
forma, línea media, etcétera.

Montagner et al. (1984), citados por Puche Navarro, son señalados por igual como unos
de los pioneros sobre competencias perceptivas, en esta situación olfativas
extraordinarias del recién nacido; a partir del tercer día de nacido el recién nacido es
capaz de detectar los olores de su mamá de cara a otros olores de damas.

3.2.2 El carácter procedimental de la conducta cognitiva y sus condiciones de


producción y funcionamiento

Debemos distinguir, por una sección, los mecanismos de compra de entendimiento que
un individuo tiene a su disposición y, por la otra, la manera en que es presentado el
objeto que será asimilado a tal individuo. La importancia asignada a un objeto en un rato
dado, dentro del entorno de sus colaboraciones con otros objetos, puede depender, en
gran medida, de cómo la sociedad instituye o modifica la interacción entre el individuo y
el objeto. Empero la manera en la cual tal importancia es adquirida deende de los
mecanismos cognoscitivos del individuo y no de elemento alguno que sea provisto por
la sociedad. Esto es, cómo un individuo asimila un objeto es dependiente del individuo
mismo; qué es lo cual él asimila es dependiente paralelamente de su propia capacidad
y de la sociedad que le provee el elemento contextual de la importancia del objeto.

La unidad de estudio, la representación, crea de esta forma novedosas concepciones


en el orden de lo epistemológico, metodológico, en la interacción individuo - objeto, al
igual que da origen a novedosas perspectivas de trabajo empírico, comparativamente
con la rápida alusión teórica de la “operación.

4. Una perspectiva de intersección en psicología del desarrollo del niño

A lo extenso de la última década se vino usando la definición de la psicología del


desarrollo humano como la zona de entendimiento que aspira ofrecer cuenta de los
mecanismos, las construcciones, las funcionalidades o los procesos que deben ver con
el desarrollo de la motricidad, la percepción, la memoria, el lenguaje, la cognición, las
interrelaciones vinculares, el desarrollo social y afectivo, entre otros objetos, a lo largo
de todo el periodo esencial; para eso consulta distintas teorías psicológicas clásicas y
contemporáneas, como además los resultados de líneas de indagación ya plenamente
establecidas, como por ejemplo las indagaciones sobre recién nacidos, el desarrollo
cognitivo y las habilidades cognitivas interpersonales.

En síntesis, la psicología del desarrollo en general estudia los procesos de cambio y


avance psicológicos básicos de lo humano, durante toda la vida, bajo una visión
evolutiva y contextual a partir de diversos modelos teórico metodológicos, con la
pretensión de llevar a cabo descripciones, explicaciones e interrelaciones que
respondan de forma suficiente a las preguntas planteadas por los inconvenientes de la
averiguación contemporánea.

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