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Cómo Está Mi Relación Con Dios
Cómo Está Mi Relación Con Dios
En la vida diaria nos preocupamos por tantas cosas como por ejemplo: ¿Que ropa me voy a
poner hoy?, ¿Que haré este día?, ¿Cómo haré en el examen si no he estudiado?, ¿Será que
la chica(o) de mis sueños me hará caso?, además nos preocupamos por quedar bien con las
personas, ya sea nuestros amigos, nuestro familiares o nuestra novia o para los que estamos
casados tratamos de quedar bien con nuestra esposa, etc, etc. Pero rara vez nos
preocupamos por quedar bien con Dios.
¿Será que Dios no se merece la misma atención que se merece nuestro mejor amigo, nuestra
novia o esposa?, claro que la pregunta es obvia y a cualquier persona que se la preguntara
me respondería: “claro Dios se merece aún más atención que cualquier persona”, todos
contestaríamos muy espirituales y más que uno sacara un texto Bíblico para apoyar su
respuesta.
Pero más allá de la teoría y de lo mucho que podemos sabes, ¿Será que realmente estas
preocupado por quedar bien con Dios?, ¿De mejorar nuestra relación personal con el
día a día?, pues es una pregunta que te has de responder instantáneamente si eres sincero
contigo mismo.
A través de este tema quiero enseñarte el valor que tiene reflexionar sobre ¿Cómo está
nuestra relación con Dios? y ¿Que estamos haciendo para mejorarla?, o si realmente no
es uno de nuestro objetivos principales en la vida y nos hemos acomodado a vivir una vida
mediocre.
A lo mejor tú te recuerdas también cómo fue tu encuentro con Dios, seguramente jamás se te
olvidará y habemos muchos que llevamos la cuenta exacta en años, meses, días y horas
desde que nos encontramos con nuestro Señor.
Nadie te va a negar que los primeros meses en los caminos de Dios son de los mejores, pues
estas aprendiendo tantas cosas que no quieres parar de aprender, tu corazón es tan humilde
que no anda pensando “que nota sonó mal en las alabanzas”, o “que error del predicador
que en lugar de decir que Noé construyo un arca dijo que Moisés lo había hecho”, todo
eso no existe cuando estas sensible a la voz de Dios. Son momentos en los que lo único que
te importa es hablar con Él, leer su Palabra y aprender más de Él, quieres llenarte de su
presencia y servirlo por toda la eternidad.
En la etapa de recién convertido es donde te importa realmente agradar a Dios, es en donde
dieras todo por escuchar una voz del cielo que dice: “Claudio estoy orgulloso de ti”, pues
estas tan ansioso por agradarlo y por quedar bien con El, que los errores que te rodean no
importan.
DESPUÉS DE ALGUNOS MESES Y ALGUNOS OBSTÁCULOS.
Si tú eres una persona que te has parado sobre la Roca que es Cristo, nada ni nadie te
moverá y seguirás con el mismo ritmo de cuando iniciaste.
Lastimosamente hay muchos que van descuidando su relación personal con Dios, esta clase
de personas van poco a poco olvidándose de su verdadera meta que es: “agradar a Dios”, y
comienzan a ver tantas situaciones que en lugar de hacerlos crecer espiritualmente les impide
ver resultados, pues están tan afanados en ver errores entre los que le rodean, que tratar de
vivir una vida agradable a Dios.
Es triste ver a tantas personas que un día fueron grandes servidores y ahora viven criticando a
medio mundo y olvidándose de Dios.
Existen muchas características de cuando una persona está descuidando su relación personal
con Dios, tratare de citar las más comunes sabiendo de antemano que pueden ser muchas
más:
Su Carácter comienza a variar: quizá era una persona muy amable y servicial, pero sin
darse cuenta fue descuidando su relación personal con Dios y su carácter poco a poco
comenzó a ser el mismo que era antes. Su rostro comienza a cambiar nuevamente y a
denotar una falta de paz interior que solo Jesús da.
Las Criticas comienza a aparecer: Cualquier cosa por mínima que sea le parece mal, para
el pareciera que todos hacen las cosas mal y que no son dignos de estar en los puestos que
están. Critica desde las personas que están en la entrada de la congregación, pasando por las
alabanzas y terminando por el mensaje que se dio. Definitivamente su relación personal con
Dios esta descuidada.
Su vocabulario comienza a cambiar: Si las palabras de ofensa se habían extinguido, con la
falta de búsqueda del Señor comenzaron nuevamente a salir aquellas palabras que en
nuestra cultura son denominadas malas. Su vocabulario no es ya el de un hijo de Dios sino
más parece el vocabulario de una persona que jamás ha conocido de Dios.
Deja de congregarse y de servir: no en todos los casos los que dejan de servir es porque
están olvidándose de Dios, pero en la mayoría de casos si, su mismo distanciamiento con
Dios los hace valorar poco el hecho de servirle a aquel que dio todo por nosotros.
Tienden a poner otras cosas antes que a Dios: Si su primer lugar antes lo ocupaba Dios,
ahora le da prioridad a otras cosas como por ejemplo: al deporte, a los amigos, a su novia(o),
etc.
Nunca nos podremos engañar a nosotros mismos, cada uno de nosotros sabemos cómo esta
nuestra relación con Dios y cada uno sabemos que cosas están impidiendo que caminemos
como Dios quiere que caminemos.
Es hora que te levantes en el Nombre del Señor y que comiences a vivir con un objetivo fijo,
ese objetivo de agradar a Dios, quizá tú seas una persona que se preocupa por quedar bien
con tus amigos o conocidos, pero pocas veces te preocupas por quedar bien con Dios.
Quizá tu tratas por todas las manera posibles de agradar a las personas que amas, pero no
demuestras el mismo interés por agradar a Dios que el que demuestras por agradar a tus
seres queridos. Momento, es hora de reflexionar sobre la importancia de Dios en mi vida,
sobre la importancia que tiene para mí el hecho de agradar a Dios y mantener una relación
excelente con El.
Tus errores no te van alejar de Dios si tú no lo permites, puesto que Dios siempre está
dispuesto a perdonarte y levantarte para luchas cada día con más fuerzas.