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HªC.- I.3.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA 1

LAS CAUSAS

Determinar con precisión las causas de la RF es, en palabras de TUSELL “tarea casi
imposible, dada la constante revisión historiográfica”.

La interpretación tradicional optaba por dos puntos de vista: el conservador, según el cual,
la causa originaria habría sido el descontento social exacerbado por los ideólogos
Ilustrados, que traman así una conspiración contra el AR; y el liberal, que insistía en el
atractivo del nuevo ideario.

A estas, vino a sumarse después la óptica marxista, con su interpretación del proceso como
una lucha de clases entre una burguesía emergente que se ve frenada en sus aspiraciones de
progreso, y una aristocracia reaccionaria que se empecina en mantener sus privilegios
estamentales del AR.

Tras la 2GM, se inicia una revisión que incluye a la Francesa en el conjunto de


movimientos rev “occidentales” (Vid Cap I.1), y, st, que huye de explicaciones unilaterales,
considerado la concurrencia de todo un conjunto de factores (ptcos, econ, sociales,
demográficos), entre los que se trata de determinar el diverso alcance de cada uno, y
citando, casi siempre:

La pervivencia de estructuras arcaicas (AR), como freno a la expansión burguesa


La tensión hacia el cambio ptco motivado por los ideales Ilustrados
El descontento creciente del 3er estado
Y, en cualquier caso, que el desencadenante directo es el económico (la crisis
financiera de la corte de Luis XVI)

Aunque se tratan más extensamente en el cap I.1, vale recordar aquí las limitaciones que
cita GALLEGO como invalidantes de las explicaciones unilaterales:

Ilustración: la escasa difusión de estas ideas antes precisamente de la RF. Aunque si es


cierto que se ha desarrollado ya una cierta corriente de opinión individualista a mitades del
XVIII

Social: La dificultad de hablar de una burguesía y una aristocracia, teniendo en cuenta la


jerarquización interna que existe en cada una de ellas, y la diversidad de pretensiones que
exhiben.

Económica: Las dudas más que aceptables sobre la realidad de las revs agrícola o
demográfica en Francia en tiempos de la RF, que dificultarían la explicación estructuralista.

LA CRISIS DE LOS 80

Lo que desencadena la RF, al menos como situación previa prerrevolucionaria, es la grave


crisis financiera del Estado francés, que se mantiene y crece durante todo el XVIII, y se
agrava en los 80, st tras el inicio de la guerra en América del 81.
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Tradicionalmente se imputa esta crisis, en proporciones variables, a las empresas


internacionales (la anterior incluida) de Luis XIV y sus sucesores, al fasto de la corte
versallesca, y a los intereses mismos de la deuda.

PALMER aclara que los segundos serían insignificantes: apenas un 4-5 % del presupuesto.
Lo verdaderamente oneroso, es el mantenimiento del ejército, que, en tiempos de paz
supone un 25 % del presupuesto (no sólo en Francia, sino en cualquiera de las grandes
cortes europeas), y la atención de la deuda, que alcanza al doble de esa cifra.

La deuda ha crecido sobre base 100 en 1700, a 264 en 1780 (GALLEGO), justo antes de la
guerra americana. Entonces ya el presupuesto francés excede en un 20 % a sus recursos.

N.O., hay dos aparentes paradojas que exigen ser matizadas: por una parte, la deuda es
similar en otros países (UK, Holanda), sin que esto asfixie a los estados. Y, por otra,
Francia es ya una de las dos grandes potencias económicas del mundo, en camino de
convertirse en la primera a partir del 93.

Lo que falla, no es la carencia de recursos, sino la incapacidad estatal para equilibrar los
gastos con un sistema fiscal adecuado: la exención impositiva que afecta a los dos primeros
estados, más la frecuente evasión de la burguesía, hace que las clases privilegiadas,
detentadoras auténticas de la riqueza, no coticen.

Desde Luis XV (1750), el problema se ha identificado, y los ministros del rey intentan
paliarlo, con dos tipos de medidas, las de reforma del sistema impositivo, o las meramente
dilatorias. La sucesión de hechos en este aspecto, y en cuanto conducen a una situación
prerrevolucionaria, sería:

1749 – D’Arnouvile (Luis XV) promueve la creación de un impuesto sobre la renta, la


“vigésima”, y sugiere algunas medidas de desamortización eclesiástica, pero la oposición
de los dos estamentos afectador provoca la derogación y la sustitución por medidas
dilatorias.

1771 – El propio rey realiza una reforma puramente paliativa

1774 – Luis XVI comienza su reinado con un nuevo equipo financiero (Turgot), que es
destituido en el 76 por las mismas causas apuntadas antes.

1776 – Necker, nuevo ministro. No puede sino tomar medidas dilatorias

1787 – Colonne ministro. Adopta conclusiones más revolucionarias, ante el agravamiento


de la crisis. Consigue que el rey convoque una Asamblea de Notables (1 y 2º Estados),,
esperando obtener su aceptación a la reforma, que incluye un impuesto general sobre todos
los terratenientes, independientemente de su estamento, y algunas desamortizaciones.

El planteamiento no es sólo una cuestión económica, sino que se lee por los afectados como
un ataque directo al sistema social francés. Colonne es destituido, y sucedido por Brienne.
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Es de destacar la oposición mantenida por el rey frente a los privilegiados de su corte, que
se volverá del revés en pleno proceso revolucionario.

LA PRERREVOLUCION (DESDE REVUELTA PRIVILEGIADOS A LA DEL 3ER


ESTADO: 1787-89)

A partir de aquí, la cuestión financiera avanza hacia el problema de Dº Ptco. Comienza tb a


intervenir el de subsistencia, que incorporará al campesinado (rasgo distintivo de la RF) al
proceso. Influyen en ello el crecimiento demográfico enfrentado a toda una sucesión de
malas cosechas, en las que influye el enfriamiento térmico (1770, 74, 83, 88, 89).

Brienne intentará hacer pasar la reforma de Colonne por los parlamentos regionales,
órganos judiciales con algunas competencias políticas, para evitar la convocatoria de
Estados Generales, únicos que pueden resolver el conflicto, pero cuya reunión se ha evitado
desde mediados del XVII. Pero el Parlamento de París se niega, y señala a los Estados
Generales como único órgano competente para la aprobación de nuevos impuestos.

Luis intentará, tras retirar el proyecto inicial, la aprobación de un empréstito, primero, su


aprobación forzada, después, y la disolución del Parlamento, finalmente.

Desde entonces, lo que no ha sido sino una cuestión fiscal, desemboca en un proceso de
revisión general del sistema político, en tres etapas.

1. Las fuerzas vivas, es decir, nobleza más elementos destacados del 3er estado,
convocan Estados Provinciales en Grenoble (Delfinado), sin autorización del rey. El
movimiento ya es suficientemente significativo en sí mismo, al suponer realizar a
escala provincial lo que Luis se niega a hacer a nacional.

Pero además se añade una importante innovación, que se revelará fundamental


después: se convoca al 3er estado con el doble de miembros que al 1º y 2º. En
principio, la cuestión no parece amenazadora para estos últimos, pues los estados se
reúnen en cámaras independientes, y votan por estamentos, no per capita, y
aparentemente sólo se trata de un primer reconocimiento del peso de a burguesía.

2. La reivindicación es recogida por los “patriotas”, intelectuales ilustrados de


diversa procedencia (políticos, juristas, periodistas), que añadirán insistentemente la
necesidad de voto por cabeza, y de redactar una constitución escrita, siguiendo el
ejemplo americano.

3. La crisis de tesorería de agosto del 88, obliga por fin a Luis a restaurar el
Paramento y convocar EE.GG. para el 1 de mayo siguiente.

En la convocatoria, Luis reconoce al doble de miembros del 3er estado, pero deja a
juicio de las cámaras determinan cómo han de reunirse y votar.
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El Parlamento insiste en el sistema antiguo, lo que provoca una enorme contestación en el


3er estado, que se había creado la expectativa de un cambio en profundidad. La publicación
del célebre folleto de SIEYES “¿Qué es el 3er estado”, en el que se declara al mismo único
socialmente útil, exacerba el sentimiento y enfrenta a pueblo llano y nobleza, ya antes de la
Asamblea.

LA REVOLUCION

Reunida la Asamblea desde el 1 de Mayo, el 3er estado boicotea la reunión por cámaras y
el voto por estamentos, paralizando la actividad. El 13 de Junio, unos pocos clérigos
abandonan la cámara del 1er estado y acuden a sentarse con los del 3º, donde son recibidos
jubilosamente.

Cuatro días después, el 3er estado, con esos pocos clérigos, se declara en Asamblea
Nacional, al reunir, en su opinión, al 98 % de los franceses. Por presiones de los nobles,
Luis cierra el lugar de reunión, y aquellos la prosiguen el local del Juego de Pelota, donde
declaran que la Asamblea se halla allí donde ellos se reúnan, y se juran no abandonar hasta
haber redactado una constitución escrita.

Este puede tomarse como inicio de la revolución según la teoría de GALLEGO: una
pretensión de cambio político al comienzo del proceso: el 3er estado, una fuerza sin
legitimación alguna, se otorga poder soberano.

Luis reacciona a finales de Junio, remitiendo una reforma que suponía la continuidad del
sistema estamental. La asamblea se niega a retroceder, y el rey no se atreve a imponerse por
la fuerza, limitándose a reunir en torno a Versalles a un ejército de 18.000 hombres.

Más por temor ante esta concentración de tropas, que por atrevimiento (como se reflejará
en la primera constitución revolucionaria, no hay intención antimonárquica en el 3er
estado), el pueblo comienza a armarse. Se asaltan algunos depósitos de armas, entre los que
se encuentra la Bastilla. Esta, según PALMER, ha perdido entonces el carácter
amedrentador, equivalente al de la Torre de Londres, que ha tenido en el pasado. Se trata de
una prisión en la que se encierra a aquellos que pueden permitirse evitar la cárcel normal, e
incluso se ha pensado en derribarla para crear unos jardines. Pero el gobernador la ha
armado con cañones, lo que provoca el sangriento asalto del 14 de Julio. Las cabezas del
gobernador, y del alcalde de París después, son paseadas en picas por las calles.
Paralelamente, en el campo se producen asaltos a mansiones de nobles, y numerosas
revueltas. Paralizado el sistema de gobierno, las autoridades locales carecen de ordenes
concretas de París para saber cómo tratar el asunto.

Luis vuelve a variar de política: si se ha enfrentado a los nobles durante el proceso de


renovación fiscal, apoyándose en el 3er estado, y ha girado al contrario desde la declaración
de Asamblea Nacional, ahora reconoce la situación de París, ordena al 1er y 2º estado
incorporarse a la Asamblea, y crea la guardia nacional, con base en la milicia popular, para
asegurar la tranquilidad y el orden. El marqués de Lafayette, su primer jefe, reúne en su
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emblema los colores rojo y azul de la ciudad de París, con el blanco borbónico, de modo
que la enseña revolucionaria recoge elementos de lo antiguo y lo nuevo.

LAS REFORMAS INICIALES DE LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE. LA


CONSTITUCION DE 1791

Formalmente la acción legal inicial del nuevo régimen se lleva acabo por dos órganos
sucesivos: la Asamblea Nacional (llamada Constituyente, porque elabora la primera
constitución), y la Legislativa que la sucede (Sept 1791), al autodisolverse aquella
(exigiendo que los miembros de la primera no formen parte de la segunda), una vez
redactada la carta. Esta última seguirá en funciones hasta la Convención de Sep 1792.

Las reformas:

Se ordenan en torno a cuatro grandes hitos / leyes:

1. Abolición del régimen feudal. Imprescindible para contentar al campesinado y


pacificar el país. Su aprobación se consigue mediante una reunión nocturna e
imprevista (4. Agosto 79), en que un grupo reducido de nobles renuncia a sus
derechos puramente feudales (tbnales, banalidades). El conflicto de las cargas
económicas, que además implica a un buen número de burgueses propietarios, se
resuelve mediante una compensación que los campesinos no legan a pagar, casi en
ningún caso, y que es definitivamente abolida durante el periodo radical del 93.

2. Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). Siguiendo de


nuevo el ejemplo americano, este se considera un paso previo a la redacción de la
constitución, que habría así de regirse por estos principios. Se caracteriza
(GODECHOT) por su

a. pretensión de validez universal,


b. el énfasis en la libertad (voluntariamente no definida),
c. la defensa de la igualdad, de la propiedad individual y de
d. la soberanía nacional

3. Constitución Civil del Clero (1790). Según algunos autores, el mayor problema y
uno de los “errores” del nuevo régimen. Determina la nacionalización y venta, a
través de los “asignados” unos bonos que se utilizan primero para comprar las
propiedades nacionalizadas, pero que después llegan a tener valor de dinero. Se
lleva a cabo st por verdaderas necesidades económicas, ya que la recaudación de
impuestos fue muy irregular durante el periodo.

En su realización se aplican dos principios Ilustrados: la citada nacionalización, y la


manutención del clero por el Estado, inevitable en una sociedad que aún considera a
la Iglesia parte del poder, y le otorga un papel social esencial (la educación del
pueblo en la resignación ante la riqueza ajena)
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Supone tb la nacionalización de la Iglesia francesa misma, acudiendo al


nombramiento de obispos y párrocos sin necesidad (con expresa prohibición) de
autorización papal, y la adecuación del número de obispados a los 83 nuevos
departamentos.

En realidad, gran parte de su contenido se ajusta bastante a la tradición galicana de


iglesia nacional. El rey la sancionó, pero fue condenada por el papa (Pío VI), que
incluyó en la condena ala revolución misma. Lo que tuvo penosas consecuencias:

 El intento de huída de Luis, apresado en Valenciennes, preocupado por


perder su alma. Lo que supuso que la revolución, y la futura constitución
perdía a la cabeza de su ejecutivo, sino físicamente, si en cuanto a su ánimo.

 La fractura de la iglesia francesa entre “refractarios” (los que siguieron la


decisión papal: de hecho, la mayoría de los obispos, de la nobleza, del
campesinado, y de parte de los obreros urbanos), sustentada mediante
donaciones o aportaciones de contrabando, violentamente
antirrevolucionaria, y los constitucionales, minoría que sí aceptó la ley,
protegida, no sin confusiones, por el Estado.

 El antiliberalismo y antidemocratismo que mantendrá radicalmente la iglesia


europea del XIX, y su contrapartida: el anticlericarismo de demócratas y
liberales.

4. Constitución 1791

Tras numerosas discusiones, la Constitución adopta un sistema de una sola cámara,


la Asamblea, más un poder ejecutivo ejercido por el rey. Dista de ser monárquica:
los únicos derechos verdaderamente ejecutivos que Luis tiene, son los de vetar
temporalmente las decisiones asamblearias.

Al igual que la americana, o incluso en mayor medida, dista mucho de ser


completamente democrática. La idea de que quienes trabajan para otros en puestos
menores, por ser generalmente analfabetos, son incapaces de formular juicios
políticos correctos, lleva a distinguir entre ciudadanos pasivos y activos. Los
segundos (varones, mayores de 25, y que pagan un pequeño impuesto), son los
únicos con capacidad de votar. Y su voto es de segundo rango: eligen en a
circunscripción de sus departamentos a los “electores” (con las mismas cualidades y
un impuesto algo mayor), que son los que finalmente eligen a los miembros de la
Asamblea. La proporción aproximada es de un elector por cada 100 activos, y de un
total de 50.000 varones con plena capacidad política.

Otras reformas:

De Dº Internacional: Afirmación de las fronteras naturales y de la soberanía


nacional, como aplicación de los principios de racionalidad y libertad. De hecho se respeta
por lo general el derecho de autodeterminación de los pueblos, aunque as anexiones (libres)
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de Alsacia, Lorena, el Fco Condado, etc, enfrenten después a Francia con el resto de
potencias europeas.

Administrativas: División de Francia en 83 departamentos, con autoridades


locales. Es un momento excepcional en la tradición francesa de centralismo. Los
departamentos deben tener una radio siempre inferior a un día de camino hasta sus capitales
respectivas y se subdividen en distritos, cantones y municipios. Sus autoridades se eligen
por sufragio.

Se racionaliza tb el sistema judicial, jerarquizándolo a partir de los trbnales


cantonales, e iniciando el proceso de codificación (la Asamblea sólo tendrá tiempo de
aprobar el Código Penal).

Se reorganiza el ejército con la incorporación de las milicias populares, aunque


subsiste el antiguo ejército regular.

Económicas: Aparte de la abolición del sistema feudal, se suprimen las barreras


interiores, se unifica el sistema de pesas y medidas, y se suprimen las corporaciones
profesionales. Esta última medida incluye a los compagnonnages, especie de sindicatos, y
la supresión del dº de huelga.

Las medidas liberalizadoras, no alcanzan a las colonias, para las que se mantiene la
obligación de comerciar a través de la metrópoli.

LA GUERRA Y LA CAIDA DE LA MONARQUIA (1791-92)

El doble impacto de la rev

En los acontecimientos que siguen, influye poderosamente el impacto que había tenido la
revolución tanto en el exterior como en el interior.

En el exterior, el impacto fue inmediato. Las doctrinas revolucionarias, por su vocación de


universalidad, eran tan fácilmente exportables como lo había sido la Americana. La propia
dinámica inicial, además, ofrecía diversas lecturas: revuelta de la nobleza, de la burguesía,
del pueblo llano, por lo que movimientos revolucionarios de muy distinto signo, declaran
su inspiración directa en Francia.

Pero fueron las clases marginadas populares en las que el mensaje de igualdad y libertad
caló más hondo. Las distintas revueltas en Polonia, Hungría, Silesia, Irlanda, etc.,
provocaron la reacción potente de los antirrevolucionarios, generalmente partidarios aún
del antiguo régimen, o de un cambio moderado como el que se estaba operando en UK.

En este sentido, es ilustrativa la obra de BURKE “Reflexiones sobre la RF”, en el que hacía
un llamamiento directo a la guerra contra a barbarie y la violencia francesas.
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Por último, hay que sumar dos factores: la acción de los emigrantes franceses, en su
mayoría nobles que habían perdido sus derechos y deseaban recuperarlos, con una fuerte
capacidad de acción a través de sus relaciones en el extranjero. Y la situación de la familia
real francesa, st a partir del asalto a las Tullerías y su prisión, que era un llamamiento de
alarma directo para el resto de príncipes europeos.

En el interior, se reproduce la misma dicotomía entre revolución y contrarrevolución. La


división, menos marcada, afecta, para empezar, a la asamblea misma, donde el carácter más
radical es representado inicialmente (Asamblea), por los girondinos (o jacobinos), en
principio, alta burguesía, partidarios de la extensión universal de la rev, del libre comercio
y del federalismo, y volterianos en sus ideas Y, después, en la Convención, por los
montagnards o montañeses (por su ubicación en lo alto de la cámara), en principio
pequeños comerciantes y artesanos, rousonianos, centralistas, y partidarios de satisfacer
algunas de las pretensiones del radicalismo popular, y de un régimen de rigor de descabece
la reacción.

Pitt, primer ministro inglés, empecinado en un plan de reforma interior, se siente poco
aludido por las ideas de Burke. Declarará que Francia tiene dº a regirse como quiera.
Incluso Leopoldo II de Austria, hermano de Mª Antonieta, recomendará a su hermana que
se avenga a la situación.

Solo las continuas anexiones serán capaces de levantar a Europa contra Francia: Avignon
se anexiona a petición de os revolucionarios , pero sin el consentimiento de su señor (el
papa). Cuando lo hace Alsacia, tb libremente, la asamblea declara abolidos allí los derechos
feudales, como en el resto de Franca, pero en perjuicio de los príncipes alemanes que los
detentaban, a los que no satisface la oferta de compensaciones económicas, y que
reclamaran su defensa ante el emperador del Sacro Imperio..

Pero incluso entonces Leopoldo sólo se decide a establecer un pacto (Pillnitz) con el rey de
Prusia, que condiciona su intervención a que sea común al resto de las potencias europeas.
Leopoldo cuenta con la segura negativa de Pitt, lo que le libra de toda obligación. Pero
fallece, y su sucesor, Federico II, se muestra más interesado en defender la causa d los
nobles.

Mientras, en el interior, la amenaza, cuyo alcance real no se conoce, dispara la situación.


Por una parte, potencia la facción jacobina, ala que se considera verdadera defensora de la
rev. Estos son partidarios de la extensión universal de la misma, no ya bajo conceptos de
humanitarismo universal, sino porque es el único modo de que aquella sobreviva segura en
Francia. También el rey y Lafayette, en su nombre, son partidarios de la guerra. En este
caso, porque suponen que puede restaurar la popularidad de Luis, y mantener la rev dentro
de los límites de la monarquía.

La declaración de guerra se produce en abril del 92. La realiza la Asamblea, sin apenas
oposición, frente al rey de “Bohemia y Hungría” (es decir, Austria).
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La guerra. La segunda Rev. El primer Terror

La guerra intensifica la inquietud interior, incentivada ya por el empeoramiento económico:


el oro había emigrado, el casi único dinero corriente eran los asignados, y, frente al mismo,
os campesinos preferían guardar los productos a cambiarlos por aquel papel sin casi valor.
La escasez dispara los precios, y serán de nuevo las clases más bajas las más perjudicadas.
Pero es mayor el terror a una vuelta de los reaccionarios que pudiera suponer el retorno a la
situación del AR, la peor posible para el campesinado. Por ello, estas clases populares
estarán a favor de la revolución, pero no de la Asamblea, que, en su opinión, ha actuado en
favor de la burguesía rica, y no ha profundizado suficientemente la reforma. Serán los
llamados sans-culotte (por vestir el pantalón largo de los obreros, en lugar de las calzas a la
rodilla de los ricos)

Los primeros compases bélicos son, además, desfavorables a los franceses. Prusia se ha
unido a Austria, y lanzan el manifiesto de Brunswick, según el cual, si la familia real es
dañada, lo vengarán sobre los parisinos.

La amenaza potencia la acción radical, en la que intervienen particularmente Danton, Marat


y Robespierre. Considerando al rey como un enemigo de la rev (es la situación en la que le
sitúa la reacción), en Sep del 92 los sans-culotte asaltan las Tullerías y apresan a la familia
real. Se establece un gobierno municipal en París, la Comuna, que usurpa el poder a la
Asamblea, deroga la constitución y decide convocar la elección por sufragio universal
masculino de una Convención que redacte otra más democrática. Un puñado de insurrectos,
decide, además, que no luchará contra el enemigo exterior sin haber eliminado al interior, y
se procede a la matanza da más de 1000 conocidos reaccionarios. Es el primer Terror

LA REVOLUCION RADICAL (Sep 92-Jul 94)

La Convención se reúne el 20 Sep 92. Habrá de enfrentarse al mismo doble problema


anterior, es decir, la guerra exterior y la contrarrevolución interior, a la que se suma un
tercero: la propia revolución extremista y radicalizada.

Los acontecimientos contribuyen a la potenciación de los dos primeros y a la aparición


desbocada del tercero.

 En primer lugar, coincidiendo con la fecha de su primera reunión, las tropas


francesas obtienen una sonada victoria militar en Valmy. Se trata de un mero duelo
de artillería, pero tiene consecuencias encadenadas:
a. Primero, corta el avance austroprusiano sobre París.
b. Segundo, determina el francés sobre las provincias en disputa. En un plazo
brevísimo, los franceses se hacen con Bélgica (Países Bajos Austriacos),
Saboya (del rey de Cerdeña, aliado de los prusianos), y diversas ciudades en
la orilla alemana del Rhin.
c. Tercero. El avance determina la Primera Coalición (las anteriores, más UK y
España. La postura de Pitt cede ante la ocupación de Bélgica.
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 La reacción interior se extrema en la misma medida que se radicaliza la revolución.


Su foco principal estará en la Vendee, donde cristalizan diversas facciones
reaccionarias: movimientos federalistas de algunas provincias y grandes ciudades,
realistas, clericales, girondino y emigrados, a medida que van siendo expulsados por
la dinámica radical.

 La propia dinámica revolucionaria resulta imparable en los primeros días. La rev se


radicaliza. Los montgnards se hacen con el control de la cámara, arrinconando a los
girondinos, y con el apoyo de los sans-culotte. Este proceso, tiene a su vez una serie
de hitos encadenados:
 El juicio, condena por traición y ejecución de Luis, todo decidido por la
Convención, en Enero del 93. Aunque la primera es unánime, la
ejecución es defendida sólo por la mayoría absoluta de la cámara (361
diputados de 721). Desde entonces a los primeros les acompañará de por
vida el calificativo de regicidas, lo que constituye un elemento esencial
para que decidan no volver nunca atrás, y a os segundos se les van
imputando posiciones que comienzan denominándose “moderadas”,
hasta acabar el la acusación directa de “contrarrevolucionarios”.
 En Junio del 73, los montañeses dan un “golpe de estado” en la
Convención, arrestando a los diputados girondinos que no se han dado a
la fuga. Se instaura el Segundo Terror, esta vez reconocido oficialmente.

A partir del golpe del 93, la Convención adopta un programa destinado a combatir estos
tres problemas. Es evidente que el tercero, la radicalización, no se entiende como problema
sino en cuanto supone de anarquía y lucha civil.

Es la confección de ese programa, es fundamental la figura de Robespierre, abogado,


formado en París a base de becas, partícipe como representante del 3er estado en la
Asamblea Constituyente (en la que apenas tiene relevancia, pero donde destacan algunos de
sus puntos de vista, en defensa del sufragio universal y de la abolición de la pena de
muerte). Tomado tradicionalmente por la reacción como modelo de revolucionario radical y
sanguinario, fanático y demagogo, su compleja figura ofrece tb otras interpretaciones:
demócrata auténtico, ferviente patriota, idealista, e impregnado del concepto de virtud
puesto en vigor por Montesquieu y Rousseau: espíritu cívico altruista, intentará hacer
realidad una república formada por ciudadanos honestos y virtuosos.

El programa se resume en los siguientes puntos:

1. Institución del Terror. La Convención establece dos órganos de gobierno: El Comité


de Salud Pública, y el de Seguridad General, que actúan con poderes
extraordinarios, dictatoriales, bajo la doble emergencia de la guerra exterior y del
desorden interior. Sus miembros son elegidos directamente por la Convención, y
cambian mensualmente.

2. Frente a la reacción interior, se crean tribunales revolucionaros dependientes de los


comités, se persigue encarnizadamente a los reaccionarios (realistas, girondinos,
incluso antiguos montañeses). La cifra de ejecutados o muertos en cárceles ronda
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los 40.000, y se supone otros 300-400 mil encarcelados (GODACHOT). Además de


sangrienta, la represión tuvo caracteres crueles, como el del hundimiento de
barcazas llenas de personas en Nantes. No hubo, sin embargo, distinción alguna en
las ejecuciones por razón de la clase social: 70 % de pueblo llano, 14 de burgueses,
6 de clero y 8 nobles (PALMER), lo que indica que las clases, como tales, no fueron
molestadas.

3. Frente al descontrol revolucionario, los Comités actuaron como dictadura conjunta,


a. centralizó de nuevo la administración terminando con el caos de
funcionarios locales,
b. comenzó a publicar el primer Boletín de leyes,
c. estableció controles económicos:
i. protección de los asignados,
ii. control de la fuga de oro,
iii. confiscación de moneda extranjera,
iv. legislación contra el acaparamiento,
v. establecimiento de un máximo general para precios y salarios
d. Abolió las compensaciones económicas de los campesinos, derivadas de la
abolición del régimen feudal del 89,
e. Intentó generalizar la instrucción elemental universal
f. Abolió la esclavitud en las colonias.
g. Abolió las organizaciones revolucionarias marginales, incluyendo la
Comuna parisina, y arrestando a numerosos enragés
h. Moderó el movimiento antirreligioso (la facción extrema de los hebertistas
había declarado contrarrevolucionaria a toda religión, llegando a imponer un
calendario distinto que borrara el ciclo cristiano, y estableciendo el culto a la
Razón –representada por una actriz en las ceremonias--), ante el temor de
perder base popular, declarando la creencia en un Ser Supremo y en la
inmortalidad del alma.

4. Para ganar la guerra, proclamó la leva en masa, llamando a filas a todos los hombres
físicamente útiles, creo una escuela militar, reclutó hombres de ciencia que
modernizaran el armamento. La consecuencia fue un ejército de 800.000 hombres,
el mayor sostenido hasta entonces por ninguna potencia, que contaba además, como
elemento de superioridad frente a sus adversarios, con una formación política
intensa, que hacía a los soldados franceses sentir que estaban defendiendo una causa
propia. La resultante fueron sus continuadas victorias, st, la de Fleurus, sobre unos
aliados más preocupados por el reparto de Polonia, que por la contra revolucionaria.

5. Finalmente, publicó una constitución republicana (1793), cuya aplicación se


demoró indefinidamente, al menos hasta la finalización de la situación de excepción
que motivaba el gobierno dictatorial del Terror.
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DE THERMIDOR (Julio) 74 A BRUMARIO (Oct) 99: LA REPUBLICA MODERADA

Las victorias francesas, eliminando la amenaza de invasión, la división de los dirigentes del
Terror, particularmente exacerbada tras la ejecución de Danton, y la insatisfacción popular,
ante la ineficacia de las medidas económicas, hicieron innecesario el carácter excepcional
del régimen, y contribuyeron a su rápida decadencia.

La cabeza de turco, por la comodidad de encontrar un único responsable, fue Robespierre,


ejecutado pocos días después del contragolpe girondino de 27 de Julio (Thermidor) 94.

Siguieron tiempos de desorientación. La gran triunfadora del golpe fue la burguesía


(PALMER), no equiparable a la concepción marxista, de burguesía capitalista, propietaria
de los medios de producción, sino una burguesía con carácter más antiguo: personas
enriquecidas que no habían alcanzado nombramientos nobiliarios, pero que habían tenido
una posición sólida durante el AR. Inmediatamente abolió las medidas económicas y la
protección social. Los barrios obreros de París, protagonizaron un fuerte levantamiento en
1795, que evoca en antiguo las revoluciones sociales posteriores. Hubo que llamar al
ejército. No hubo un gran derramamiento de sangre, pero sí un intenso encarcelamiento o
deportación de hasta 10.000 insurgentes.

Los thermidorianos, pues, se desprestigiaron enseguida. Pero pese a eso, y pese a que
asociaban revolución con terror y desorden popular, no se les puede negar su vocación
democrática: seguían creyendo en la validez de los derechos y libertades individuales, y en
la necesidad de una constitución escrita que sustituyera a la del 93, que nunca se había
aplicado.

Antes de redactarla, y de dar con ello por terminada sui función, la Convención firmó paces
individuales con algunos de los países de la Coalición: Prusia y España, aunque permanecía
en guerra con Austria, UK e Italia (excepto Toscana).

La nueva constitución, se asemejaba a la del 91 en lo moderado, pero sin rey. Volvía a un


sistema similar de sufragio, eliminando la diferenciación entre ciudadanos activos y
pasivos, pero manteniendo el paso intermedio de los electores. Establecía una Asamblea
bicameral (Consejos de los Quinientos y de Ancianos) que elegían al ejecutivo: un
Directorio de cinco miembros que daba nombre al régimen, aunque formalmente se la
pueda considerar la primera república francesa.

El Directorio

Esta Primera República duraría apenas cinco años. PALMER lo imputa a su estrecha base
social.

En parte debido a las medidas de autoprotección que había tomado la Convención antes de
disolverse: imponer que 2/3 de los miembros de la Asamblea lo hubieran sido de la
Convención. Lo que provocó inmediatas contestación en París, animada por los realistas.
HªC.- I.3. LA REVOLUCIÓN FRANCESA 13

Tampoco se contaba con estos, en contacto permanente con el hermano de Luis XVI (su
hijo había muerto en la cárcel), residente en Verona, a quien llamaban Luis XVIII. Este
creo un centro de difusión propagandista, financiado por los ingleses: se estima hoy que si
hubiese sido capaz de hacer entonces las propuestas que hizo en 1814, en lugar de jurar
venganza contra todos los que hubiesen participado en la RF desde el 79, y proponerse
reinstaurar el AR (se ha dicho a propósito que los Borbones “no habían aprendido nada ni
olvidado nada”), podía haber encontrado base social suficiente para una restauración.

Por último la izquierda del régimen tb se había radicalizado, añorando los tiempos del
Terror. Su personaje central, el periodista Babeuf, fue descubierto al frente de una
conspiración que pretendía dad un golpe de estado e instaurar un régimen de igualdad y de
abolición de la propiedad privada. Por lo mismo ha sido interpretado como un precursor del
comunismo, aunque la historiografía más reciente considera que se trataba simplemente de
devolver el poder a los montañeses.

Tanto en el caso de la contestación parisina, como en el de la conspiración, el Directorio


reprimió el intento llamando al ejército (en el primer caso, primera intervención “política”
de Bonaparte)

EL CONSULADO (Del golpe de estado del 97 al del 99)

En el 97 tiene lugar en Francia la primera elección verdaderamente libre de los tiempos


republicanos, con un resultado decididamente realista, que fue considerado enormemente
peligroso por la facción republicana: recuérdese
a) que en la misma se incluía un buen número de “regicidas”, con mucho que
temer respecto a una restauración monárquica; y,
b) que Luis XVIII seguía juramentado a un reinstauración del AR.

El Directorio solicitó la ayuda de Bonaparte (sobre su carrera, vid tema sgte), que delegó a
uno de sus generales. Con ayuda del ejército, se revocaron las actas de 198 diputados, y se
impuso la mayoría republicana, violando la reciente constitución, bajo la excusa de
defender a Francia contra la amenaza de reinstauración del AR. A partir de aquí se
abandona la idea de mantener la república como un gobierno libre o constitucional.

En el exterior, la guerra (en parte por la intervención de Bonaparte), había girado en favor
de Francia. Aprovechando el descontento de sus poblaciones, que se había levantado en
Milán contra los Austriacos, en Bolonia contra el papa, y en las ciudades venecianas contra
la capital, consiguió crear una “República Cisalpina”, en el valle del Po, con capital en
Milán, a la que había precedido la Bátava en los P Bajos., y a la que seguirían otras en los
EE Pontificios (con deposición del poder temporal del papa), Nápoles, Toscana y Suiza.

Más conservador, el Directorio se había mostrado partidario de negociar el reconocimiento


austriaco de la anexión de Bélgica, a cambio de devolver Milán. Pero Bonaparte forzó hacia
el mantenimiento de ambas posesiones, y sólo cedió Venecia (tratado de Campo Formio,
97).
HªC.- I.3. LA REVOLUCIÓN FRANCESA 14

Con ello, la paz (precaria y tensa) reinaba en el continente. El único frente abierto era con
UK, predispuesto a la paz por una grave crisis interna, en gran medida de carácter
financiero, que amenazaba con el hambre, y que tenía buena parte de su origen en los
gastos militares de la contienda.

Pero los planes franceses incluían ya una invasión de UK. Bonaparte, considerando que
aquel golpe era prematuro, convenció al Directorio de la necesidad de un debilitamiento
indirecto del enemigo, mediante el ataque a sus posesiones orientales, invadiendo Egipto.

La situación internacional volvió a dispararse: Egipto formaba parte del Imperio Turco, y el
ataque de Napoleón afectaba a los planes rusos sobre sus conquistas en Oriente. A los
príncipes alemanes de la orilla N del Rhin, incorporada a Francia por el tratado de Campo
Formio, se les había prometido una compensación a partir de bienes de la iglesia alemana,
pero Austria no deseaba una reorganización francesa del territorio alemán.

De modo que UK, Austria y Rusia, formaron la Segunda Coalición en el 98. Con reveses
importantes para Francia (Victoria sobre su flota de Nelson en Abukir, Avance ruso hasta
Suiza y el N de Italia, donde se derrumba la República Cisalpina.

En Francia se proyecta ya el cambio por parte de los miembros de los Quinientos: un


Consulado tripartito que se formará con Seyés, Ducos y Bonaparte. Su creación vuelve a
requerir del apoyo del ejército napoleónico (es otro golpe de estado). La incorporación del
general al consulado, como Primer Cónsul, tiene un significado discutido: los autores dudan
si se trató de fortalecer temporalmente el compromiso del ejército frente a la grave
situación promovida por la Segunda Coalición, con intención de prescindir después de
Napoleón, o si pretendían desde el principio que el poder acabase en sus manos, comO
protección ante la amenaza interior: la convicción de que Francia seguía siendo
mayoritariamente realista.

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