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Programas y proyectos.

Un programa científico en el sentido de Lakatos no es un proyecto


concreto de investigación, sino una empresa de largo plazo, definida por sus grandes orientaciones
conceptuales y metodológicas, y que puede albergar muchos proyectos concretos. Lakatos, aún
más que Popper, considera a la ciencia como proceso y como actividad, como algo que se hace y
no como algo que se sabe. De hecho, sus tesis no son sobre los programas científicos como tales,
sino sobre la metodología de los mismos, sobre la forma en que esos programas son conducidos y
operados. Los investigadores que participan de un programa no se limitan a "compartir un acervo
de conocimientos" sino que trabajan en un programa científico, el cual puede en un momento
dado albergar problemas todavía no resueltos, anomalias, discusiones, contradicciones, pero
suficiente contenido empírico y vigor progresivo respecto de sus rivales como para que valga la
pena seguir trabajando en él. Trabajar en un programa implica modificarlo, corregir sus defectos,
desarrollar sus conceptos, mejorar sus hipótesis centrales, ajustar sus hipótesis auxiliares,
replantear sus conceptos, refinar sus métodos, ampliar su problemática, resolver sus problemas
pendientes, atacar con el enfoque de ese programa los problemas pendientes de otros programas,
y en general hacer progresar el programa o poner al descubierto sus debilidades y apuntar a su
superación. Una de las implicaciones de la concepción de Lakatos es que ninguna "refutación" o
"falsación" alcanza para rechazar un programa de investigación. No existen los "experimentos
cruciales", postulados por Popper como la situación ideal que permitiría decidir científicamente a
favor de una teoría y en contra de la opuesta. El legado práctico de Lakatos. El examen de las ideas
de Lakatos (y en parte las de Popper) muestra que la investigación no avanza solo a partir de la
elección de un área temática (como "los crustáceos", "la Edad Media" o "la pobreza") sino a partir
de problemas, es decir, enigmas o interrogantes que brotan en cada área temática a raíz de
conflictos entre la observación de la realidad y el sostenimiento de determinadas premisas
teóricas o metodológicas. La importancia de los problemas o anomalías ya había sido destacada
fuertemente por Popper. Los problemas, amplía Lakatos, son problemas dentro de un programa,
son de hecho definidos como problemas por los programas, y esos mismos programas determinan
también formas de atacar esos problemas, así como formas de lidiar con anomalías, obstáculos o
contracjemplos. La solución de los problemas, a su vez, determina la necesidad de un permanente
crecimiento del conocimiento que, entre otras cosas, involucra nuevos desarrollos conceptuales y
también el surgimiento de nuevos problemas o la reformulación de los problemas preexistentes.
Los programas científicos avanzan mediante un permanente replanteo y desplazamiento de sus
conceptos y sus problemáticas (como lo mostró el propio Lakatos en su diálogo Pruebas y
refutaciones).

Los objetivos de un programa consisten en:

• Explicar los hechos, en particular aquellos que representan una anomalia inexplicable para ese o
para otros programas.

Plantear nuevos problemas (produciendo lo que Lakatos llama un problemshift. un


desplazamiento de problemáticas).
Producir respuestas para viejos y nuevos problemas y sustentar las respuestas en su coherencia
lógica interna, en su coherencia con el resto de las proposiciones teóricas del programa y
mediante nuevas corroboraciones empíricas; • Aumentar la cobertura teórica y empirica del
programa con un mínimo de supuestos restrictivos.

Un requisito frecuentemente remarcado de los procesos de producción científica es su


replicabilidad. Una investigación científica no es una obra de arte, individual e irrepetible, sino un
conjunto de razonamientos lógicos y una serie de análisis de datos empíricos que, en principio,
deberían mantener su validez independientemente del investigador. Otro investigador enfrentado
al mismo problema y a los mismos datos empíricos debería ser capaz de repetir el análisis y
debería llegar a las mismas conclusiones. Este requisito determina que el científico deba respetar
varias reglas:

• Accesibilidad de los datos. Los datos utilizados en la investigación deben ser puestos a
disposición de otros investigadores que quieran repetir el análisis. Si el investigador se guarda los
datos para si, nadie podrá comprobar si no ha inventado los resultados.

• Transparencia de los métodos. Todos los métodos utilizados deben ser claramente explicados
para que otros investigadores puedan repetirlos, criticarlos o mejorarlos.

• Explicitación del razonamiento lógico. Las conclusiones obtenidas a partir de los datos empíricos
o de premisas teóricas deben ser alcanzadas mediante procedimientos lógicamente impecables. El
investigador debe poner de manifiesto estos razonamientos de manera clara y precisa para que
cualquier eventual falla del razonamiento resulte perceptible para otros investigadores.

• Publicación y discusión abierta. Los productos de la actividad científica deben ser puestos en
conocimiento de la comunidad científica, de modo que ella pueda analizarlos y criticarlos con
plena libertad, poniendo de manifiesto fallas en la evidencia empírica o fallas en el razonamiento
lógico. Esta es una de las principales razones por las que la comunicación científica es una parte
esencial, y no accesoria, del proceso de producción científica.

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